-Al borde del abismo-
a angela30 y Favila Thyferra
Capítulo 2: Refugio de oscuridad.
Se sorprendió de su propia serenidad. Esa era la primera vez que estaba allí desde que había ocurrido. Había tardado días en ir al piso que compartía con él desde hacía dos años. Hacía tiempo que no se encontraba tan... tan... tan tranquila. La casa estaba llena de recuerdos que le golpeaban el alma en cada esquina. Las fotos la llamaban a la melancolía pero... no le provocaban ningún sentimiento en especial, quizá la alegría que recordaba poseer en el momento en que la imagen había sido tomada pero poco más.
¿Acaso estaba ahora totalmente muerta por dentro? Hacía apenas un mes hubiera apostado a que otro entierro sería más de lo que podría soportar, sin embargo... allí estaba, recorriendo la casa en la penumbra que proporcionaba la luna colándose por las ventanas. No encendería la luz. De hecho, nunca más encendería la luz. La luz le permitiría ver mejor cada resquicio de lo que allí había vivido y ella no quería eso... ella... ella debería haber muerto en aquel dichoso accidente.
Lo había descubierto un día cualquiera de la semana anterior. Realmente ya no llevaba la cuenta de los días, ni las horas,... así que no podría jurarlo. Esa era la causa de que se sintiese tan estúpida, tan culpable. Era ella la que estaba paseando por aquella casa y él quien se pudría en una caja. Era ella quien podía seguir disfrutando del placer de respirar y él quien nunca más podría si quiera planteárselo. Era ella la que podía decidir si encender o no la luz y él quien nunca más abriría los ojos. No. Nunca más encendería la luz.
Quizá fuera una estupidez pero era su particular forma de hacerle luto. De respetar su memoria. De morir con él. Nunca tendría el valor suficiente para quitarse la vida así que se castigaría a sí misma y esa era la forma. Estaba segura.
Se apoderó de la botella del licor de malta que tenían reservada para las visitas o las celebraciones inesperadas. La pared le devolvió el golpe cuando se dejó caer, arrastrándose por ella, hasta sentarse en el suelo. Se pinzó los párpados en un desesperado intento por evitar el llanto y pegó un trago a la botella hasta ahora intacta. El cuadro en la pared tampoco ayuda, pensó mientras daba un largo trago. En él podía ver a todos los miembros de su familia sonrientes, felices... felices como nunca más lo volverían a estar. Y no. Ella no quería ver eso. No quería por que el alcohol y la falta de sueño estaban empezando a afectarle y le hacían creer que el cuadro era una realidad. Y no. Su familia ya no estaba allí. Él se había encargado de ello personalmente.
Tragó de nuevo para quitar el sabor amargo de la angustia que se le instalaba en el fondo de la garganta. Él y todo su maldito séquito. Se levantó más rápido de lo que habría sido razonable y el mareo la obligó a apoyarse en la pared. Él y su maldito ejército de muerte. Él solo, había logrado lo que miles de días de solitaria infancia no habían podido. Hundirla.
Había sido rastrero como se había regocijado en su sufrimiento. La había obligado a observar las muertes de varios de sus amigos de siempre para, más tarde, como guinda final, deleitarse en su dolor al obligarla a presenciar todos y cada uno de los asesinatos de todos y cada uno de los miembros de su familia. Desde aquel maldito diario la había perseguido. Había algo en ella que el Lord ansiaba y que había tratado de conseguir por los más crueles medios. De más está decir que había fracasado estrepitosamente. No solo porque Ginny nunca lo favorecería si no, simplemente, porque ella ignoraba que era eso que él tanto quería. Más tarde se enteraría de que algo en la esencia mágica de su familia y en el orden cósmico el día de su nacimiento, hacían de la suya, una de las más especiales magias. La convertían a ella en una de las más poderosas y únicas brujas de la época.
Sus noches de sueño nunca habían vuelto a ser continuadas. Despertaba en medio de la oscuridad bañada en sudor y realmente alterada. Había vuelto a ver a aquel monstruo de la cámara. Había vuelto a abrir la puerta. Había vuelto a matar las gallinas del guardabosques. Durante un tiempo el sueño se convirtió para ella en una auténtica tortura. Y hacía mas o menos tres años que había vuelto. Solo que ahora la pesadilla era diferente. Ahora sus conocidos se retorcía de dolor. Ahora sus amigos gritaban de angustia e impotencia. Ahora sus familiares y seres queridos eran cruelmente asesinados... una y otra vez.
Se dirigió a la cocina y sirvió el licor en un vaso con vario hielos pero nunca abandonó la botella. Los pies levantaban un rastro de polvo al abandonar la cocina y arrastrarse por el suelo maltratado. Cogió aire y volvió a tragar antes de abrir la puerta del que había sido el cuarto del chico. El olor a cerrado le golpeó en la cara al adentrarse en la penumbra. No encendería la luz. La luz de la luna no era suficiente para vislumbrar los detalles del cuarto pero podía adivinar la cama, el armario, las mesillas e, incluso, el galán. Lo justo para no tropezarse y caer aunque el alcohol empezaba a desenfocarle la vista. Deslizó un dedo por encima del edredón verde, sonrió al recordar porqué había escogido ese color. Casi ni notó la quemazón que dejó el licor en su garganta al tragar de nuevo.
La oscuridad era buena para ella. La oscuridad mantenía apagado su dolor. Alguien muy desconsiderado, pasó con su coche por la carretera contigua al edificio y la luz de sus focos se coló por la ventana Todo entonces fue claro y visible. Su ropa aún colgada en el galán. Sus zapatillas asomando debajo del armario. La túnica que ella le había regalado en su último cumpleaños tendida sobre la cama. Las fotos. Sobretodo... las fotos.
Acabó el contenido del vaso de un solo trago y volvió a llenarlo. En los escasos segundos que había durado el fogonazo de luz sus sentimientos habían resurgido. Y ahí estaba la culpa de nuevo. Más grande y furiosa que nunca. En un arrebato incontenible de furia lanzó el vaso lleno contra la foto en la que ambos sonreían desde la mesita y gritó. Gritó tan alto y tan fuerte que creyó quedarse sin aire. Un grito desgarrador que no era capaz de menguar el dolor si quiera un poquito. Salió del cuarto bebiendo directamente de la botella otra vez y tratando de no tambalearse. La cocina, el salón, incluso el baño, todo, todo le recordaba su vida en común.
Oyó un ruido que no supo identificar en medio de su embriaguez y se giró en busca de su origen: alguien estaba entrando.
.-.¿Señorita Weasley?. ¿Es usted?- la voz del portero del edificio la alertó.
El hombre, ya entrado en años, encendió las luces para asegurarse de que era ella realmente, y a ella la luz la golpeó en un latigazo de recuerdos y reproches. Las fotos en las paredes. La chaqueta del perchero tras la puerta. Las alfombras desgastadas. Las cartas sobre la mesa con su nombre como destinatario. El reloj que siempre olvidaba volver a ponerse. La planta de tulipanes que él le había regalado cuando se mudaron a vivir juntos. Todo, absolutamente todo, le recordaba a él. Cerró los ojos rápida y fuertemente. Harry la miraba desde todos y cada uno de los rincones de la casa y eso era más de lo que era capaz de aguantar en ese instante.
.-.¿Señorita Weasley?. ¿Está bien?- preguntó el hombre.
.-.Apague la luz- si no hubiese estado segura de que había sido ella, jamás hubiera reconocido su propia voz.
.-.Escuché un grito- explicó el hombre. -Pensé que le había ocurrido algo- insistió.
.-.Apague la luz- dijo, sin abrir nunca los ojos. La luz... la dichosa y luminosa luz. Pena que hubiese abandonado el mundo mágico, ahora mismo estaría maldiciendo a ese viejo entrometido.
.-.Pero... ¿qué hace así?. Señorita Weasley¿ha estado bebiendo?- ella tragó de nuevo para hacerle ver que no se equivocaba, pero la botella ya estaba vacía.
.-.¡APAGUE LA MADLITA LUZ!- bramó desesperada -¡Y SALGA DE MI CASA!- no solía tener paciencia y el alcohol y el dolor no le otorgaban ninguna.
Él salió ofendido, después de apagar la luz, y cerró la puerta bruscamente. Todo aquellos malditos recuerdos... Miró la botella vacía, sosteniéndola delante de su cara. La carcajada la sorprendió incluso a ella misma. Repentinamente encontró todo aquello tremendamente gracioso y comenzó a reír histérica. No podía para. Era taaan chistoso. Y, entonces, tan repentinamente como había empezado, cesó, y un débil llanto trató de sustituirla.
.-.Edes dealmente patética, Vidginia- pronunció en voz alta y ebria -embodachándote tú sola y gditando a un pobde empleado del edificio que de nada te tiene la culpa... pobdecito- murmuró antes de volver a reír como loca.
Dejó la botella vacía tirada en el sofá y salió cogiendo su abrigo, sin monedero y sin molestarse si quiera en cerrar con llave.
Recorrió la calle tambaleándose y recibiendo miradas de reproche y de sospecha por parte de los peatones. Los muggles no estaban acostumbrados a eso. No era normal ver a una chica sola de noche y, menos aún, tan evidentemente borracha.
La chica se dirigió a la zona transitada por los juerguistas y entró en el primer bar que encontró. No era demasiado exigente, conque quisieran servirle alcohol y tuviese algo de música era más que suficiente. Aunque... debería estar en penumbras para ser un buen lugar. No era capaz de recordar muy bien por qué pero la luz... la luz no le gustaba demasiado.
Se acercó a la barra y pidió dos copas al camarero. Se recostó sobre el mueble mientas esperaba que le sirvieran. Había demasiada gente y no se podía decir que el camarero se diese prisa. No supo en que momento le escuchó decir algo sobre el partido del día siguiente.
.-.¿Verdad?- le preguntó. Era evidente que él le había estado hablando mientras vertía aquel líquido de aspecto extraño en los vasos delante de ella. Ella lo miró escéptica -dijiste: lléname dos vasos con lo que quieras. Yo sólo obedezco- aclaró.
.-.Es lo mismo- se incorporó un poco apoyándose sobre el codo -¿de qué me hablabas?.
.-.¿De qué te iba a hablar?- ella pasó por alto el tono irónico de su voz, aunque tampoco le prestaba demasiada atención -del partido, chiquilla- le pellizcó una mejilla.
.-.¿Qué padtido?- preguntó, más por no resultar desagradable que por verdadero interés.
.-.¿Pero en que mundo vives?. Es la final. Todo el mundo habla de ello. Más ahora que aún no se sabe quien lo va a sustituir. Al principio pensaron en cancelarlo como señal de luto pero... al final siguieron adelante. Verás, va a ser el partido más emocionante que haya visto ningún aficionado al quidditch.
Merlín... otro con el maldito partido. ¡Qué le importaba a ella! Ella tan sólo lo seguía antes que estaba él jugando. Era lo único que no había abandonado del mundo mágico, y solo lo hacía porque él le había rogado que fuese a verlo a los partidos. Ahora que él ya no jugaba, ella había perdido toda la gracia y el interés en el quidditch. En realidad, había perdido el interés en casi todo. Un momento... ¿había dicho...
.-.¿Quidditch?- preguntó ella extrañada.
.-.¡Oh, Merlín!- exclamó el camarero preocupado -¿con quién has venido pequeña?.
.-.He venido yo sola...- trató de pronunciar, el alcohol ya era más del que podía soportar -¿quién más me hace falta?.
.-.Es imposible... Nuestro sistema de seguridad nunca te dejaría entrar a menos que... espera... ¿eres bruja?.
.-.¡Clado que soy bduja!. ¿Pod quién me tomas?- le retó ofendida. El camarero hubiera encontrado cómica la situación si no fuese por la preocupación de saberse descubierto aún le invadía. La chica, completamente borracha, le golpeaba con el dedo acusadoramente.
.-.Entonces ¿qué es lo que tanto te extraña del quidditch?.
.-.¿Qué acaso este lugad es mágico?... no sabía.
.-.De eso hablábamos: la final. ¿Qué crees que hagan?. Digo, alguien tiene que sustituir a Potter ahora que él está muerto.
Fantástico. Justo lo que llevaba buscando desde que había salido de casa. Que se lo recordasen. Bebió uno de los vasos sin pararse a respirar y se levantó con intención de alejarse de aquel ser que le había traído a la mente el recuerdo de por qué estaba ahí. Error. Se incorporó demasiado deprisa. El alcohol la empujó hacia atrás y la hizo caer sentada en el suelo. El camarero asomó la cabeza por encima de la barra con preocupación.
.-.Creo que no deberías beber más. Ya estás demasiado borracha.
.-.¿Qué sabdás tú?- espetó. -Cállate y sírveme otro de esos.
.-.Llevas más de 20 libras gastadas en menos de media hora aquí sentada. ¿No crees que ya es suficiente?.
.-.Si el pdoblema es el dinedo- empezó indignada, mientras hurgaba en los bolsillos de su abrigo -no te pdeocupes podque ya te pag... oh¡miedda!- exclamó al caer en la cuenta de que no traía ni una sola moneda -cdeo que no voy a poded pagadte... jeje, supongo que poddás peddonadme¿no?.
.-.Mira, no me importaría pagarlo, pero estás demasiado borracha como para acordarte mañana y esperar a que me llames y quedemos para que me lo agradezcas mientras tomamos algo así que... creo que tendrás que ver como te las ingenias para pagarme.
El camarero estaba realmente divertido con aquella situación y de eso, incluso con todo el alcohol que llevaba encima, hasta ella podía darse cuenta.
.-.Tendrás que conseguir a alguien que te lo pague o pagarlo de alguna otra manera, sin dinero... no sé si me explico- sugirió pícaramente.
.-.Pues no, la veddad, no te explicas naaada bien. ¿Cómo dices que puedo pagadlo?.
.-.Pues que, sino tienes dinero, tendrás que hacer algo para pagar... ¿qué sabes hacer, chiquilla?- le guiñó un ojo pero ella no se percató de sus dobles intenciones - seguro que hay alguien que te pagaría todo esto a cambio de algún favor de tu parte, yo mismo lo haría gustoso. Pero si no estás dispuesta a ello puedes hacer algo aquí para pagar con tu servicio, no sé, sabes fregar, supongo...
.-.La veddad es que no, lo hace mi compañedo de piso... lo hacía. Además, jeje, no cdeo que sea buena idea que me acedque a nada demasiado fdágil ahoda mismo. Mmmm... ¡me encanta esta canción!- exclamó moviéndose al ritmo de la música.
.-.Espera, se me ocurre algo. ¿Sabes bailar?.
.-.¡Clado que sé bailad!. Siéntete afodtunado- declaró señalando con el índice al techo y agitando la mano en el aire -estás hablando con la mejod bailadina del mundo mundial- automáticamente se echó a reír ante su propia estupidez.
.-.¿Bailarías... para mí?.
.-.¿Sedvidía pada pagad?.
.-.¡Claro!- exclamó él, entusiasmado.
.-.Está bien, pedo después tenddé bada libde toooda la noche. ¿Alguna instducción especial?.
.-.Ninguna. Tú solo calienta al personal- le guiñó un ojo y marchó a atender a un cliente en la otra esquina de la barra.
Ella sólo escuchó la música. Subió encima de la barra haciendo que todo el mundo fijase su atención en ella y sus piernas... el alcohol no le permitió darse cuenta de que su vestido era demasiado corto para hacer aquellos esparavanes. Su cuerpo se movía solo... obedecía sólo al ritmo de la canción. La experiencia se impuso sobre la ebriedad, que apenas se dejó vislumbrar en sus pasos. La había bailado tantas veces con él. No era una canción lenta pero tampoco era tan rápida como quizá se cabía esperar en un bar como aquel. Movía el cuerpo de manera pausada y sensual, deleitante a los ojos de los varones. Se desprendió de sus altas sandalias y bajó, tan rápido como el alcohol y su corto vestido negro le dejaron, de la barra para internarse entre la multitud. El ritmo de la música aceleró.
Bailaba con todos los hombres del lugar. Giraba en torno a ellos moviéndose sensualmente. Levantaba las piernas pasándolas por encima de alguno de ellos dibujando un circulo alrededor. Le encantaba bailar, antes lo hacía muy a menudo, incluso se había planteado hacerlo de manera profesional. Ahora ya estaba algo desentrenada pero aún así se notaba que de verdad disfrutaba con aquello y lo hacía realmente bien. Alguien aprovechó la ocasión para meterle mano. Ella lo obvió, aunque no sabría decir si era por el alcohol o porque de verdad le daba igual. Vislumbró a un joven apuesto sentado en una mesa, sólo. Se acercó a él, que se hacía ver impasible ante la pelirroja, y se sentó a horcajadas sobre sus piernas. Se balanceó sobre él, que ya no podía seguir fingiendo indiferencia. El chico le sonaba familiar pero no le dio importancia.
Él empezó a tomar parte en aquel juego. Sus manos subían y bajaban por la espalda desnuda de la pelirroja. Ella recordaba perfectamente, a pesar del alcohol, los comentarios que habían hecho al verla con aquel vestido en su funeral. No le importó. Él siempre había dicho que le encantaba aquel vestido y ella quiso ponérselo como particular homenaje a su memoria. Las manos de el chico bajaban peligrosamente más de lo que deberían. Ya acariciaban ahora sus piernas. La chica se dejó caer, echando para atrás la cabeza, barriendo el suelo con su melena, dibujando un círculo con el tronco. El chico acarició su torso y sus pechos sutilmente, tan solo rozando. Ella se incorporó y él le besó el cuello despacio, de manera sugerente, despacio, excitado.
Ella sólo escuchaba la música, no hacía caso a nada más. Elevó una pierna, aún sentada sobre él, y la pasó por encima de su cabeza. Se sostuvo con un brazo en su cuello y se tiró con fuerza hacia atrás, quedando casi recostada sobre sus rodillas. Él tiró el contenido del vaso del que estaba bebiendo antes de la interrupción de la chica. El vestido se le hizo aún más pegado al cuerpo. El chico volvió a acariciarla, por encima de la tela húmeda. Se levantaron de la silla. Él le dio varias vueltas alrededor de su brazo y tiró de ella hacia sí, quedando sus cuerpos completamente pegados.
Entonces la música acabó y el alcohol volvió a hacer estragos en su equilibrio. Él la agarró fuertemente para que ella no cayera y aprovechó la cercanía para besarla. Ella respondió al beso, no era realmente consciente de lo que hacía. Los silbidos y gritos no se hicieron esperar. Los varones del local le aplaudieron efusivamente mientras ella se separaba de él y hacía una reverencia.
Volvió a la barra. El camarero la esperaba con una copa llena, una botella sobre el mueble y una sonrisa de oreja a oreja. Ella bebió todo el contenido de un trago y frunció el ceño y arrugó la nariz ante el amargor del líquido.
.-.¿Qué te padeció?- pronunció con dificultad.
.-.Bonito espectáculo, Weasley. Eres toda una calienta pollas. Ahora tendrás que ir a bajarle el calentón a Zabinni¿no crees?.
A pesar de la bebida, del cansancio, de la oscuridad del lugar... pudo reconocer esa voz perfectamente. Giró su mirada hacia la persona que había comentado aquello. A su lado, apoyado casualmente, agitando ante su cara el vaso de tuvo del que estaba bebiendo, se encontraba, perfectamente arreglado y mirándola de arriba a abajo, se encontraba Draco Malfoy.
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Notas de autora: weno, no sé que explicar de este cap. y la verdad es que tengo muy poco tiempo así que tendrá que ser muy corto esto porque quiero responder a todos los rr así que voy a ir practicamente directa. Sólo decir que hay muxa gente que creyó que Harry y Ginny eran pareja pero NO! Ellos vivían juntos porque la familia de Ginny y la gran mayoría de los amigos de ambos terminaron muertos en la batalla. Harry se enamoró de ella pero ellos nunca tuvieron nada más que amistad y convivencia.
weno, no sé que explicar de este cap. y la verdad es que tengo muy poco tiempo así que tendrá que ser muy corto esto porque quiero responder a todos los rr así que voy a ir practicamente directa. Sólo decir que hay muxa gente que creyó que porque la familia de Ginny y la gran mayoría de los amigos de ambos terminaron muertos en la batalla. Harry se enamoró de ella pero ellos nunca tuvieron nada más que amistad y convivencia.Ginevra-Malfoy17: Hola! bueno, que bien que te haya gustado! la verdad es que sí me tomo en serio este fic. Nunca pensé en matar a Draco... ¿Cómo crees que iba a hacer algo así? De todas maneras me dio pena matar a Harry y, aunque él estaba enamorado de ella, ellos no eran pareja, ella no sentía lo mismo. Para Ginny Harry era el pilar de su vida porque es el único apoyo que le quedó tras la guerra pero ya... espero que tb este cap. te haya gustado. Un beso y gracias por tu rr.
SaraMeliss: gracias por dejarme tu rr y espero que esta cap te haya gustado, no es tan dramático como el anterior, sólo es un paso hacia el fondo. Ginny va a sufrir mucho en este fic, su vida se ha quedado sin casi ningún apoyo y eso se va a notar. No te preocupes, porq planeo que termine bien (ya no dijo que vivan felices y coman perdices pero... ) YA ves que este cap si es más largo. Lo de por siempre tú va despacio porq se me ha ido la inspiración de ese fic! En fin, espero q te guste y que me dejes rr en este cap. tb. Un beso y gracias.
a-grench: weno, aquí tienes la continuación. Espero que te haya gustado y qeu te haya complacido jeje. Gracias por tu rr. Un beso.
Joy Evans: hola! la verdad es que me costó muxo trabajo escribir ese primer cap. quería que transmitiera, que fuera un cap. de sentimientos. Espero haberlo conseguido. Este cap no es, quizá, tan emocionante pero de todas formas la vida de Ginny está empezando a desorientarse, a perder su rumbo. Espero que tb este cap te haya gustado y que me dejes tu opinión. Un beso y gracias por tu rr.
MoNi WeAsLeY: weno, me alegro de que te haya gustado, espero q tb este te guste. Un honor que la incluyas en tus favoritas. Ya hablamos por msn. Un beso y gracias!
Igni: muxas gracias, me halaga muxo que digas eso, espero que tb este cap. te haya gustado, quizá no es tan emocional como el primero pero weno... el primero era la carta de presentación Nop, en serio, me estoy tomando muy en serio este fic, espero que te haya gustado. Un beso y gracias por tu rr
Sailor Alluminem Siren: gracias por tu rr, me alegro de que te guste el fic, espero q este cap. no te haya desilusionado. Un beso y muxas gracias por tu rr!
Lauralanthalasa: weno, espero que aunq estés agobiadilla te puedas pasar por aquí para leer el cap y que te guste. Ya hablamos por msn Un beso y gracias por el rr (muxa suerte en selectividad!)
Kate: gracias por decir que te gustó y que escribo bien, me halagas muxo. Un beso. espero q tb este te guste. Gracias por tu rr, espero q me dejes tu opinión tb en este!
Anto: gracias por dedicar un minutito a dejarme tu rr y gracias por decir que te ha gustado la redacción, la verdad esque me llevó btt tiempo porq me estoy tomando este fic muy en serio. Un beso y gracias por tu rr.
angela30: cuanto tiempo que no coincidimos en msn? weno, gracias por dejarme tu rr. Sip, todos han muerto, a lo largo del fic irá desvelando más detalles de ese tipo de cosas. no sé, Ginny va a decaer muxísimo. Weno, espero que coincidamos más en msn y si no, pos ya sabes, mandame un mail de vez en cuando y yo te contesto, q me gustan muxo nuestras conversaciones! . un beso y gracias por tu rr.
zoe simitis: gracias por decir eso, me halaga muxísimo, en serio, me siento genial cuando alguien me dice cosas así porqu soy muy insegura a la hora de escribir y siempre creo q todo está fatal. gracias por tu rr. un beso.
katy: gracias por dejarme tu rr, espero que este cap tb te guste y que me dejes tu opinión. Un beso y gracias de nuevo
Gin W. Black: weno, lo de tardar nadita pos... jeje, yo suelo tardar btt en actualizar, generalmente no tengo inspiración y, cuando tengo, no tengo tiempo asíq, solo espero que la espera haya merecido la pena y que te haya gustado el cap, espero tu opinión de nuevo. Un beso y gracias por tu rr
Fávila: q peazo rr niña! (q sepas q me gusta q escribas tanto eh!) Weno, he sido un poco drástica, si, y me he cargao a medio mundo pero... no sé, me apetecía hacer un fic así. Weno no sé q decirte que no te haya dixo ya por msn, solo que espero q tb te guste este cap (ya ves q no es tan sanguinario) y que me dejes tu opinión Los detalles del accidente, de la batalla, de la muerte de los Weasley y de los amigos de Ginny... todo eso se irá descubriendo poco a poco. En el accidente, lo que pasó fue que ellos chocaron con algo (ya se verá más adelante cómo y por qué) y ellos quedaron boca abajo. Ella salió por la ventanilla, que estaba rota, y fue a verlo a él, que estaba todavía dentro del coche. (por cierto, era el Ford Anglia de los Weasley, por eso le gustaba tanto) un beso y gracias por el rr.
Weno, gracias a todas por dejarme su rr, espero que en este tb lo hagan. Espero que os haya gustado y siento la tardanza pero estoy en medio de exámenes finales. Un beso a todas y gracias de nuevo.
Azazel Black
