Hey! Gracias x los cometarios q me dejaron!
La verdad que pensé que la historia no le iba a gustar a nadie, espero que esta parte les guste!
Guarda que empieza…
Embarque inesperado
Cap 2
Una semana había pasado desde la compra de esclavos en el puerto inglés.
La mejor compra había sido la del capitán, pero también iba a ser la que más problemas iba a traerle.
Tomoyo se encontraba viviendo en la casa del capitán, Eriol, el mismo que la utilizaba no solamente como sirvienta, sino también como una amante. Y la verdad era que ella se destacaba en ambas tareas.
Uno de esos días en los que todo parecía ir viento en popa, un mensajero llegó a la casa donde se hallaba Hiiragizawa. El mensaje provenía de la prima de la cautiva, Sakura Kinomoto, exigiendo que liberasen a Tomoyo, no importaba el dinero que tuviera que darle.
La respuesta había sido simple:
-Yo la compré, es mía. Y no me la van a sacar.
A pesar de que a Tomoyo le encantaba sentirse amaba por el joven, extrañaba a su familia. Quería volver con ellos. Pero si podía ser con él también, mejor.
Los mensajeros llevaban a diario, y la respuesta era siempre la misma: No, se queda conmigo.
Una tarde, cuando el mensaje ya había sido devuelto, Eriol le preguntó a Tomoyo, quien se encontraba lavando los platos del almuerzo:
-¿Vos qué querés hacer?
La pregunta había dejado sorprendida a la esclava. ¿Qué quería ella?
-Si querés volver con tu familia superpoderosa, puedo dejarte ir a cambio de un poco de dinero. Pero si quieres quedarte aquí… –Eriol se acercó a la chica, la tomo por la cintura y apoyó su cabeza en su hombro –a mí no me molestaría en absoluto. –y besó suavemente su cuello. –Decime, no tengas miedo. Ya hay confianza, ¿no?
No había habido respuesta. Y no la iba a haber tampoco.
Sentía que se había enamorado, aunque aquel joven era un completo desconocido para ella, aunque él la hubiera tratado como a un simple objeto, aunque ella no significara nada para él… Ella se sentía atraída por él. Demasiado.
Pero también extrañaba a su familia, a su prima…Pero no la vida que llevaba allá. Todo el día encerrada en alguna oficina de aquella industria, controlando a los malditos obreros, que cada tanto hacían de las suyas, al igual que la competencia.
No le importaba cuánto la extrañaran: ella se iba a quedar con él.
Toda su vida, Tomoyo había ello lo que su madre quería. Era el momento de teenr sus propias decisiones. Además, Eriol era un buen partido. O por lo menos mejor que aquel capitán viejo con el cual aun estaba comprometida.
El morocho aun la miraba, esperando una respuesta, mientras la tomaba por la cintura.
-A mí me gustaría que te quedaras –le dijo Eriol, a medida que con sus manos acariciaba la panza de la chica, por debajo de la prenda. –Podríamos hacer tantas cosas juntos…
Aunque lo que a él menos le importaba era formar una familia. Le gustaba, sí. Estaba enamorado, pero ¿cuánto le duraría eso? Las mujeres que pasaban por su vida eran tantas como la cantidad de esclavos que vendía por año. No le alcanzaría la vida para contarlas; es más: ya ni las recordaba.
Pero a su edad era común ya formar pareja y familia, tener una mujer y un par de niños que lo esperaran a la vuelta de cada viaje. Sí, era una idea agradable. Pero no iba a perder, por una mujer, lo que a él más lo apasionaba: la navegación y el sueño de comandar su propio buque.
La joven no iba a contestar, él lo sabía desde el momento en que ella se entregó sin chistar a sus caricias y besos, acariciándolo y sacándole la ropa.
No le molestaría vivir así el resto de su vida.
La familia Li, una de las más prestigiosas en Oriente, poseía su propia flota de barcos de guerra, ayudada financieramente por los franceses Kinomoto.
Iban a esperar al próximo viaje del buque negrero, el cual ya sabían que era comandado por el inglés Hiiragizawa, para atacar sin piedad y devolver a Tomoyo a su país y a su vida.
Aunque eso demandara iniciar una guerra.
Shaoran y Sakura, integrantes de ambas familias, no iban a esperar más. Las poco cordiales respuestas que recibían del capitán inglés parecían más una falta de respeto.
-No puedo entender cómo alguien así puede ser elegido como capitán –rezongaba Sakura, mientras estaba sentada en una silla frente a su novio. Hacía un par de minutos que habían recibido el mensaje de ese tal Hiiragizawa.
-No debe tener experiencia –le respondió su novio.
-Para ser capitán se supone que debe tener un mínimo, ¿no te parece?
-Comprobémoslo.
-¿Cómo?
-Mandándole una invitación. Que se reúna con nosotros, y ahí arreglamos.
La idea parecía buena. Llamaron al mensajero, quien se encargó de llevarle la invitación a Inglaterra.
-Wow, ¿una qué? –decía el joven con asombro.
-Una invitación por parte de las familias Kinomoto-Li, para que se reúna con ellas en 4 días en su mansión. –el mensajero le entregaba el mensaje a Eriol, quien no salía de su impresión.
-Deciles que acepto. Y que si traman algo extraño se van a arrepentir… -diciendo esto con tono amenazador, el joven capitán cerró la puerta.
Tomoyo se encontraba detrás suyo. ¿Qué planeaba su prima?
Se olvidó de todo cuando Eriol corrió hacia ella, la abrazó y la besó.
-Bueno, mi amor. Parece que al fin voy a conocer a tu familia. –dijo alegre el joven capitán. La soltó y se dirigió a la habitación. –Mientras me baño, prepará el equipaje.
Eriol se metió a la ducha, y Tomoyo preparaba la ropa. 4 días era lo mínimo que tardaba un ferrocarril en viajar desde Inglaterra a Francia, por lo que debían darse prisa.
Una hora después ya se encontraban en la estación de trenes, con boletos incluidos. El tren fue puntual, y Eriol se sentó, con Tomoyo, en uno de los últimos lugares.
-Mirá, nena –hablaba Eriol. –te advierto algo: si tu querida familia está jugando sucio, voy a jugar sucio yo también. Así que, si no querés que nadie salga herido en esa preciosa visita, más te vale decirle que no haga nada extraño. ¿OK?
-S… sí. –contestó ella. Sabía a lo que el joven se refería. Y la verdad que no quería volver a ver algo similar a lo ocurrido en aquel hospital de África.
Habían sido 4 tediosos días y medio a bordo de un tren.
Por suerte, ya estaban en Francia. Por desgracia, eran las 12 de la noche. Y llovía como nunca.
-Conozco una posada donde podemos pasar la noche. –comentó Tomoyo a Eriol, quien le sonrió y la besó tiernamente. Sentía por ella algo más que atracción física.
-Siempre tan inteligente, querida. Vamos, antes de que nos mojemos más. Tomoyo, sin pensar, lo tomó del brazo y, así, caminaron bastante hasta llegar a un viejo edificio.
Abrieron la puerta del lugar. A pesar de que por fuera lucía terriblemente sucio y desgastado, el interior era solamente lujos de primera categoría. Eriol se quedó deslumbrado, pero su novia lo tiró suavemente, acercándolo al mostrador de recepción.
Un anciano se acercó a ellos para atenderlos, y el rostro se le iluminó al mirar a la jovencita.
-¡Tomoyo, mi nietita! –exclamó el viejo entre lágrimas de emoción -¡Pensé que no te iba a ver nunca más! –y cuando iba a abrazar a su nieta, Eriol se interpuso con rostro serio, y en voz muy baja dijo:
-Mirá viejo. Nos das una habitación ahora mismo y te quedás callado, o te juro que va a ser la última vez que veas a tu querida nietita. –el anciano no dudó. Les alcanzó una llave y observó cómo subían las escaleras hacia una suite. Temía por su nieta, pero no podía dejar de avisarle a Sakura.
Era uno de los pocos hoteles en la ciudad que poseían teléfonos, por lo que llamó a Sakura.
Solamente le dijo que Tomoyo había aparecido con un joven buen mozo en la posada, y les pidió que no dijeran nada, porque la vida de su nieta corría peligro. Colgó el teléfono al escuchar unos pasos en la escalera.
Era otro cliente, pero Sakura y Shaoran ya estaban avisados.
-¡Shaoran! –la joven gritaba a toda voz en la casa. -¡¡¡Shaoran! ¡¡Dónde te metiste! –caminaba por todos lados esperando encontrarlo.
-Acá estoy, mi amor, qué pasa ahora –dijo él, saliendo de una habitación.
-Tomoyo ya está acá, me llamó su abuelo. –Shaoran bajaba las escaleras que lo separaban de su novia. -¿Qué hacemos?
-¿Vino sola? –le preguntó él.
-No. Me dijo que llegó con un joven bastante apuesto, que le dijo que si le avisaba a alguien que Tomoyo ya estaba en la ciudad, que iba a ser la última vez que la viera.
-¿Un joven? –Shaoran se había quedado pensando –Qué raro…
-¿Qué cosa? –preguntó la chica.
-Que no haya venido personalmente. Y en especial que haya mandado a un joven en su lugar.
-¿Cómo sabés?
-Porque para ser capitán se cierta experiencia, un manejo de habilidades que sólo se gana con los años. ¿Me entendés?
-Es inglés, ¿qué otra cosa podías esperar? –Sakura hizo notar la permanente hostilidad entre ingleses y franceses. Su novio la abrazó, y ella le respondió.
-Sólo tenemos que esperar, mi vida, no sabemos a quién puede haber mandado Hiiragizawa.
-Tenés razón. Ahora me voy a preparar para recibirlos mañana, ¿bien?
-Sí, sí. Yo voy a acostarme, te espero.
Sólo faltaba esperar un par de horas para conocer al desgraciado que había tenido el atrevimiento de tratar a Tomoyo como una esclava…
Sólo esperaba que ella estuviera a salvo. Era lo único que le importaba en esos momentos.
-Dale, nena, falta una hora y no vamos a llegar –Eriol apremiaba a Tomoyo, quien se estaba vistiendo.
La reunión era en solamente una hora, y el lugar quedaba no muy cerca, según le había dicho Tomoyo.
-Ya estoy. –Eriol había pedido al abuelo de la joven que le diera algunas ropas elegantes para ella y él. Ambos estaban de punta en blanco.
-Te ves hermosa –Eriol se acercó a ella y la besó en los labios. Ya se estaba convirtiendo en una costumbre.
-Gracias, vos también –le contestó ella con una sonrisa. Y no le mentia. se había acostumbrado a verlo siempre con la ropa de la marina o algo poco elegante, por lo que verlo con un traje cambiaba completamente su aspecto. Parecía un galán. Lo era.
-Eso merece otro beso –luego, comenzaron a bajar las escaleras. Cuando llegaron abajo, un hombre estaba parado frente al mostrador.
-Son ellos –le dijo el anciano al hombre, y dirigiéndose a ellos les dijo: -pensé que iban a salir, por lo que les contraté una carreta.
-Gracias. –dijeron, y se subieron al vehículo.
En poco tiempo estaban ya frente a la entrada de una lujosa mansión. Bajaron y entraron sin problemas.
Tomoyo iba del brazo de Eriol. Tocaron a la puerta y Sakura los recibió. Shaoran se encontraba detrás de ella.
-¡Tomoyo! –la dueña de la casa abrazó a su prima, quien soltó a Eriol. -¡Qué alegría! ¿Cómo estás? –le preguntaba ansiosa, emocionada y contenta.
-Bien, bien. –le contestó. Siguieron así un rato, hasta que Shaoran las interrumpió.
-Caballero… Soy Li Shaoran –le estrechó la mano al joven, quien permaneció paradoo, mirándolo con una media sonrisa. -¿Su nombre es?
-Gracias por la invitación, la verdad que… -Eriol miraba la casa, sus lujos, mientras denotaba un gesto de aceptación, como si la hubiera evaluado -10 puntos.. Hermoso, bellísimo –Shaoran seguía con la mano extendida.
-Parece que sabe de decoración pero no de educación, señor –le dijo, y Eriol le dio la mano.
-Disculpe, bueno, no se lo tome así tampoco. ¿Cómo la encuentra a Tomoyo? –le preguntó el chico, y miró a la joven.
-parece que no ha sido muy maltratada.
-para nada. La traté como a los dioses. –y miró a Sakura- Qué belleza…
-Quién es –le dijo Shaoran enojado. ¿Cómo se permitía decirle algo así a su prometida?
-No sé, supongo que es su novia. –le dijo Eriol, burlándose.
-Tu nombre, no estoy jugando. –le dijo Shaoran, acercándose a él. –Esperábamos al respetable capitán inglés Eriol Hiiragizawa, y nos venimos a encontrar con un adolescente que por lo visto no tiene ni ideas de lo que hace aquí.
Eriol solamente rió.
-Tenga más respetos conmigo. Yo soy el respetable capitán Eriol Hiiragizawa. –el joven hizo énfasis en cada palabra que decía. Shaoran y Sakura lo miraron asombrados.
¿Era posible que fuera él?
-¿Nos está tomando el pelo? –preguntó Shaoran. Cada vez, la actitud de ese joven o enfadaba más.
-No, no. Mire si no me cree –Eriol le mostró la placa. No había dudas. Era él.
-Nos imaginábamos a alguien más…. –Shaoran no terminó la oración.
-¿Viejo? –completó Eriol, y Shaoran asintió. .-la mayoría son viejos, pero mi experiencia es mayor que la de muchos ellos. ¿Verdad, querida? –miró a Tomoyo, y ella asintió.
Luego, pasaron al interior de la casa y, terminada la cena, comenzó a tratarse el tema por el cual el inglés había viajado.
Shaoran se había retirado a atender algunos asuntos pendientes, llevándose consigo a Tomoyo. Prefería que ella no viera cuánto 'pagaban por ella', ya que se negaría.
-¿Cuánto pedís? –le preguntó Sakura sin rodeos.
-Para qué. –el joven lo miró desentendido.
-Para que nos devuelvas a Tomoyo.
-¿Podemos ir a un lugar más privado?
Sakura lo llevó a una pequeña oficina. Dejó que el caballero entrara primero y encendió la luz. No le había prestado atención hasta ese momento, y aprovechó que el joven miraba interesadamente el lugar.
No quería admitirlo, pero era más lindo que Shaoran. Mucho más lindo. Miraba su pelo negro brillante y rebelde, sus ojos azules, su postura tan elegante… Parecía no tener defectos.
No se había dado cuenta que Eriol se había acercado demasiado a ella, y rápidamente la tomó por la cintura, la apretó contra sí y le robó un beso.
-Podríamos arreglarlo de otra forma, no le parece? –le dijo él, besándola otra vez, ahora más tranquilo y apasionado.
Ella forcejeó un poco al principio, peor luego se entregó.
Le parecía mejor arreglarlo de otra manera…
Tomoyo no podía hablar. Tampoco quería en ese momento.
Shaoran no la dejaba respirar, y tampoco la soltaba.
La había extrañado, e iba a aprovechar ese momento.
Shaoran besaba cálidamente los labios rojos de la chica, mientras la acariciaba y lentamente le iba sacando la ropa. Ella no se quedaba atrás y le desabotonaba la camisa del traje que él llevaba puesto.
Estaban en una habitación de la mansión. La llamada urgente solamente había sido un pretexto.
Quería estar a solas con su amante. No la iba a dejar irse otra vez.
Parecía que, a pesar del amor que fingían tenerse Sakura y Shaoran, era sólo superficial.
En cambio, comenzaban a amar a quien en esos momentos se encontraban con ellos, disfrutando.
Parecía que lo único que unía a los Kinomoto-Li era el interés que tenían uno por las riquezas y fortunas de otro…
Cuanto interés de por medio, ¿no?
N de A:
He aquí el segundo cap.
Espero que les haya gustado un poco más que el otro, o que por lo menos se vaya haciendo la historia un poco más interesante…
Déjenme saberlo y dejen reviews, porfas!
Les prometo que se va a poner más buena, interesante y emocionante…
Adelanto:
Eriol debe volverse a Inglaterra… ¿volverá Tomoyo con él? ¿qué va a pasar con Sakura? ¿Y con Shaoran? ¿se enterarán de la infidelidad del otro?
Averígüenlo en los proximos capitulos de….
Embarque inesperado…!
(j eje, mucha propaganda… :P )
Grax a Aiko, Diosa de Dioses y sora 2515 (fueron los 1eros reviews que me alentaron a escribir una 2da parte!)
StArHuNtEr
