23 de Diciembre de 1980 : ¿Que seria de la navidad sin un buen árbol?
Sirius estaba aburridísimo. Por eso, cuando sonó el timbre se levantó de golpe, olvidando las indicaciones de Nat de no abrir a nadie y las de Dawn de no levantarse. Le daba igual que solo fuera un vendedor de escobas a domicilio. Al menos estaría un rato entretenido mirando los catálogos. Aunque resultó no ser un vendedor de escobas, sino un vendedor muggle que vendía adornos para el árbol de navidad.
"Buenos días joven, ¿tiene usted un momento?" – le dijo el hombre.
"¡Por supuesto!" – contestó Sirius, feliz de tener un poco de entretenimiento. Además acababa de darse cuenta de que Nat no tenía ningún adorno en su casa... Y seria un bonito detalle para darle las gracias que cuando volviera tuviera un árbol de navidad arreglado en el comedor.
Por eso, cuando ya estaba de lo más emocionado, con todo preparado para empezar a decorar el árbol (que al final también había acabado por comprar a hombre) y sonó el timbre, dejó escapar una maldición entre dientes.
Se sorprendió de encontrarse a Remus al otro lado.
"¡Moony! ¿Cómo sabías que estaba aquí?"
"No gracias a ti, esto está claro... ¿Pero tu te crees que es normal estar dos días sin comunicarte ni con James ni conmigo?" – Remus se cruzó de brazos.
"¡Eh! ¡Eh! Que de madre ya tenía una y me fugué de casa para no oírla... No necesito que tu adoptes su papel." – se defendió el animago – "Y bueno, si me ves en condiciones de poder comunicarme con alguien..."
"Desde el momento que no has perdido la capacidad de hablar, tu estado no puede ser tan grave." – ironizó el licántropo – "¿Me vas a dejar pasar?"
"Si, anda pasa."
"Vaya! Un árbol de navidad? Que monada, si ya sois la familia feliz."
"Vaya Moony, cualquiera diría que o te has encontrado el sarcasmo debajo de la almohada esta noche o estás pasando demasiado tiempo con Caddel."
"Anda, cállate y cuéntame como es que has acabado aquí exactamente."
O.O.O"Espera, espera..." – dijo Nat sacudiendo la cabeza – "¿Cómo que por mi culpa te va a tocar pagar una cena?"
Nat y Dawn habían quedado para comer, y la medimaga le estaba echando la bronca a su amiga, porque a causa de llevarse demasiado bien con Sirius y no haber tenido ningún problema en casi dos días, había perdido la apuesta que había echo con Remus. Y así se lo explicó Dawn a su amiga.
"Pues ya ves, ya te podrías haber hartado de Black y hacerme un favor..."
"Bueno... Que quieres que te diga. No es tan mal tío. Me lo paso bastante bien con él." – rió ella por lo bajo.
Dawn la miró fijamente unos instantes, y lo que vio en su expresión no le gustó un pelo : - "¿Debería empezar a preocuparme?"
"¿De que estás hablando?"
"Ya lo sabes, no te hagas la tonta... ¿No te estarás colgando de Black, verdad?"
"¿Yo? ¿De Sirius? ¡Tu estás loca!"
"¿¡Sirius? ¿¡Lo llamas ya por su nombre? Nat..."
"No seas pesada! Te digo que no tienes de que preocuparte." – Nat hizo una pausa antes de intentar cambiar de tema – "¿Y que piensas hacer con Lupin y la cena de mañana?"
"Pues va a ser un problema... Porque propuse la cena para mañana sin pensar, pero yo tengo cena familiar." – Dawn puso los ojos en blanco.
"Bueno, entonces llévatelo contigo."
"¿Qué? ¿Con mi madre y mi tía y el super interrogatorio que van a tener preparado en cuanto les diga que voy con un amigo? ¿¡Tu estás loca?"
"Pues si, menuda novedad." – rió la chica – "Bueno, no sé, tu misma. Yo me tengo que ir que dentro de diez minutos se termina mi hora de comer..."
"Si... Yo también debería irme. De todos modos voy a venir luego contigo, que tengo que quitarle las escayolas al según tu, nuevo y perfecto Sirius. Me esperas cuando salgas ¿vale?"
"Muy bien, hasta luego pues."
O.O.OCuando Sirius vio entrar a Dawn en el comedor dio un bote en el sofá.
"¿Como has entrado? ¿A que has venido?" – dijo dejando de golpe la revista que estaba leyendo.
"He entrado por la puerta, me ha abierto Nat, he venido a quitarte las escayolas... Y si mantienes cerrada la boca todo va a ir perfectamente." – la medimaga hizo un amago de sonrisa antes de acercarse unos pasos más.
El animago la miró con suspicacia, pero aún así no se movió.
"Si te ha abierto Nat... ¿Donde está ella?"
"Ha ido a comprar algo que os faltaba para cenar... Ha dicho que así no nos molestaría." – Dawn se recreó unos instantes en la cara de terror que ponía Sirius antes de soltar una carcajada – "No pongas esa cara de pánico Black, no voy a matarte ni nada por el estilo. Soy una profesional y he venido solo como medimaga a ver a un paciente..."
Después de eso, Sirius se relajó y Dawn intentó controlar las borderías que podía haberle soltado al animago en más de una ocasión, así que la visita terminó sin ningún percance, y con un Sirius sin escayolas.
La chica se despidió de él y se dirigió a la salida. En el recibidor se encontró con Nat que entraba.
"¿Ha ido bien?" – preguntó ella.
"Si, ya tiene los huesos perfectamente."
"Bien" – sonrió Nat.
"Bueno, yo me voy... Que vaya bien la cena."
"Y la tuya mañana con Remus." – le contestó Nat en el mismo tono.
Con una sonrisa, Nat entró en el comedor, pero se quedó clavada en la puerta, mirando el árbol de navidad que estaba en uno de los rincones del comedor. Era realmente muy bonito. Trasladó su mirada a Sirius, que la miraba sonriendo con satisfacción.
"¿Lo has hecho tu?"
"No, unos duendecillos verdes que han venido antes."
Nat le tiró la bufanda que se acababa de quitar antes de ir a la cocina a dejar las bolsas y volver al comedor.
"Es muy bonito... Pero..."
"Lo he hecho porque me aburría, porque me he dado cuenta que no tenías ningún adorno navideño en la casa, para darte las gracias por dejarme quedar estos días y cuidarme como si fuera un niño de dos años y porque un vendedor muggle muy simpático me ha engañado para que lo comprara."
"Pues ha hecho negocio contigo..." – rió ella, antes de acercarse para darle un beso en la mejilla a Sirius – "Gracias."
"No hay de que." – dijo él girándose, y por un momento se estuvieron observando seriamente desde una distancia desconcertantemente corta.
Fue ella la primera en romper el contacto visual, alejándose hacia la cocina para preparar la cena, intentando recordar lo que le había dicho Dawn de Sirius, eso de "Black es malo, M-A-L-O"
La cena transcurrió sin que nada más sucediera, pero cuando terminaron y hubieron recogido la mesa, y Nat iba a sentarse en el sofá como cada noche, esperando a que Sirius se fuera a dormir, también como cada noche, el animago se quedó de pie mirándola.
"Oye... ¿Puedo quedarme un rato contigo mirando la tele también?" – dijo con carita de pena – "Mira, tengo una manta con la que podemos taparnos..."
Nat descubrió entonces que le era imposible negarse a aquella carita de perrillo abandonado...
Y así fue como aquella noche terminaron los dos en un mismo sofá, tapados con la manta, y viendo la tele... Y así fue también como Nat no se enteró de absolutamente nada de lo que estaba viendo, ocupada como estaba en controlar los inexplicables latidos descontrolados de su corazón.
O.O.OBueno! Aquí lo tenéis! Si... Ya sé que ayer no hubo actualización... Pero así entre nosotros... Me quedé sin argumentos así que me salté un día! Y... Bueno, hoy ando con las hormonas un poco alteradas y sin nadie en el messenger que me mande escribir cuando me voy por las ramas... Así que perdón si el capi ha salido un tanto... raro. U
Espero que os guste y... ¡Gracias por los reviews!
