"Amigo invisible" Militar, pt.2

Ya habiendo llegado a la conclusión que el de Riza Hawkeye había de ser un regalo especial sólo le faltaba decidir cuál sería. Roy había pensado varias veces en una minifalda… pero sabía a la perfección que ella se percataría enseguida de que había sido él el responsable, por no hablar de la cantidad de veces que apretaría el gatillo de su arma en contra del coronel. Por lo tanto, rotundamente, no.

Entonces… ¿Qué le compraría?

- Bueno… -murmuró en voz alta mientras recorría las calles en busca del famoso regalito, con las manos en los bolsillos-. Si quiero que sea especial, no puedo simplemente comprarle cualquier cosa, por mucho dinero que me cueste… porque no le voy a comprar nada de una tienda cualquiera… ù.u …Ella se merece algo más… más…-estuvo apunto de decir "romántico", pero incluso a él mismo le pareció realmente extraño haber estado a un paso de pronunciar dicha cursilada. También se sorprendió cuando se percató de que en sus mejillas ahora se podía observar un ligero rubor. No mucho, pero rubor al fin y al cabo. Se preguntó por qué actuaba así… ¿Es que acaso él…?

¡Por Dios¿Cómo podía estar pensando en esas tonterías de adolescentes¡Él¡Roy Mustang! ...¿Enamorado?

- ¡No! ù/ú -gritó a las, ahora, oscuras callejuelas de Central.

Pero después de todo, tendría que hacerle un regalo. Una idea lo deslumbró en aquél mismo momento.

- ¡Pues claro! -exclamó, antes de comenzar a caminar todo lo deprisa que pudo hacia su casa.

En cuanto llegó, cogió papel y una pluma, se sentó en el escritorio y comenzó a escribir. Tal vez os preguntéis qué estaba escribiendo… Pero, sintiéndolo mucho, no lo sabréis hasta más adelante.

Y al fin llegó el esperado día. El día de los regalos y, por supuesto, de una gran fiesta militar que se celebraría esa misma noche en un local reservado.

- ¡Bien! -exclamó Havoc reuniendo a todos los subordinados de Mustang alrededor suyo en la oficina del coronel-. ¡Dejad vuestros regalos en la mesa con el nombre del receptor hacia abajo!

Todos obedecieron, la mayoría infantilmente, riendo y gastando bromitas. Excepto dos personas que permanecían en silencio. Supongo que ya sabréis quiénes eran. Sí, eran Mustang y Hawkeye.

Después, Havoc fue cogiendo paquetes uno por uno y diciendo el nombre que llevaban escrito. Prácticamente todos fueron recibiendo regalos no muy importantes… Hughes recibió un enorme álbum de fotos (se puso realmente contento), Amstrong un pequeño espejo (también se alegró notablemente o.oU), Havoc un cenicero bastante bonito, he de decirlo, con una inscripción en su interior: "Fumar es malo ¬¬"; intentó borrar esa frase, pero no lo consiguió. El coronel, por su parte, cuando abrió su regalo, descubrió un paraguas azul, a lo que todos comenzaron a reírse.

- ¿Quién ha sido el gracioso? ¬¬ Le rebajaré el sueldo.

- Vamos, Taisa¿cómo pregunta eso? -inquirió Havoc aún riéndose.

- Claro, señor, ha sido su "amigo invisible" n.ñ -dijo Fury sonriente.

- X¬¬…

- ¡Oh, Taisa¡Veo un bulto! Tal vez haya algo más… O.o -dijo Havoc señalando al regalo del coronel.

Él le hizo caso y se deshizo del envoltorio, dejando al descubierto la prenda militar femenina ansiada por Roy: una minifalda militar.

- ò.ó…… Bueno, perdonaré lo de el paraguas…… -se puso a observarla por todos lados, pronunciando finalmente-: Medidas perfectas ù.u …Ahora me falta saber si también quedaría perfecta en el cuerpo de una hermosa mujer… -miró a su alrededor, en busca de alguna que se ofreciera a ello, pero olvidaba que allí sólo se encontraba su brigada, y en ésta sólo había una mujer: Riza Hawkeye-. Chuui… ¿tú podrías…?

- Ni lo sueñe, Taisa X¬¬ -dijo fríamente mientras desenfundaba su arma y comenzaba a sacarle brillo.

- ¡Era broma, chuui¡Guarda el arma! -exclamó Roy riéndose al mismo tiempo que se moría de miedo al recordar aquella vez en que ella disparó contra su propio perro… Sí, no llegó a darle, pero disparó T.T

Y al fin llegó el regalo de la teniente. Era un paquete no muy grande, más bien pequeño. Todos miraban atentos y ya sin bromas, esperando ver cuál sería su regalo. Roy tuvo la sensación de que él no era el único que pensaba que ella se merecía algo especial. Riza lo desenvolvió con cuidado, ya que a simple vista parecía algo delicado. Y lo era. En cuanto acabó de abrirlo, pudo observar que, en el interior de una cajita de joyería se encontraban un par de pendientes preciosos y un colgante de oro de mayor calidad, los cuales tenían incrustados pequeñas esmeraldas. Riza observó emocionada su regalo.

- ¡Wow! -exclamó Hughes-. ¿Quién habrá sido? -miró disimuladamente a Roy, dedicándole una discreta sonrisa. El coronel lo miró sarcásticamente:

- ¬¬…

Ahora todos miraban a Mustang un tanto recelosos, excepto Amstrong y Maes.

- ¿Qué pasa¿Por qué me miráis? U¬¬ -murmuró él.

En ese momento, para sorpresa de la teniente, divisó en el interior del envoltorio un papel doblado en cuatro partes. Lo cogió y comenzó a leer para sí misma.

"Querida teniente Hawkeye,

Lo primero de todo me gustaría desearte unas Felices Fiestas y que este año que entra sea mil veces mejor que el anterior. Del mismo modo que deseo que leas esto para ti misma, sin que nadie lo vea, pues es tanto lo que tengo que decirte… Si te lo dijera todo, seguramente no cabría en este, a mi parecer, pequeño papel, por lo cual escribiré lo más esencial.

Tal vez el encabezamiento de esta… 'carta', no debería de haber sido 'Teniente Hawkeye', sino 'Riza', pero ahora no puedo cambiarlo. Quizás en un futuro pueda rectificar mi error. Seguramente estás pensando en que dicho error no se limita sólo al comienzo de esta carta; pues estás en lo cierto.

Cuando saqué mi papelito, para este extraño juego, con tu nombre, no tenía ni idea de lo que comprarte (por cierto, espero que te hayan gustado los pendientes y el colgante… a mí me han encantado y seguro que quedarán realmente hermosos cuando los lleves puestos); al principio pensé que no tenía que calentarme la cabeza por un simple jueguecito y decidí comprarte una funda nueva para tus pistolas… Pero después de acogerme en tu casa y ayudarme con la ropa y todo eso… Me di cuenta de tu valía y que no merecías cualquier cosa, sino algo especial… Algo como tú. Por lo que acabo de decir supongo que ya habrás adivinado quién soy… ¿Me equivoco? Dudo que lo haga, conociendo tu gran capacidad de observación e inteligencia.

Bien, aquí lo único que quería en un principio (me enrollé con todo lo anterior, aunque de algún modo también era preciso mencionarlo) era agradecerte las miles de cosas que has hecho por mí. Gracias por estar a mi lado durante todo este tiempo, por haberme ayudado y dado consejos… Por haberme sido fiel. Por todo ello y mucho más, GRACIAS. (Riza sonrió un tanto emocionada, haciendo lo posible por no mirar a su superior)

Quería pedirte una última cosa antes de despedirme… ¿Bailarás conmigo esta noche? No sabes la ilusión que me hace, lo feliz que sería… Espero que accedas.

Con todo su cariño se despide,

Tu 'amigo invisible'

Cuando acabó de leer, esta vez no pudo evitar mirarlo, pero sus ojos no se cruzaron, pues él había comenzado a revisar unos documentos en su escritorio.

- ¡Riza-san! -exclamó Hughes acercándose a ella cuando cada uno se iba a sus respectivos escritorios; bajó la voz-. ¿Y esa carta? n.ñ

- Nada importante ùu -murmuró ella volviendo a doblarla y guardándola en su bolso junto a su precioso regalo.

- Ya, claro n.n -contestó Maes. Pero no insistió más.

Esa misma noche en un gran local no muy lejos del cuartel todos los militares que habían asistido a la fiesta bebían, reían y bailaban animadamente. Bueno, tal vez no todos. El coronel Mustang se hallaba sentado en la barra del bar con una copa de vino en la mano. Miraba en silencio cómo, entre otras muchas cosas, Havoc intentaba filtrear con una bella joven al otro lado de la pista de baile, sin éxito alguno, debo añadir, pues la chica amablemente le negó con la cabeza y se fue. El pobre Jean volvió cabizbajo junto a Fury. Estaba toda la brigada del coronel… todos excepto la teniente. A causa de esto, Roy no cesaba de mirar la hora en su reloj de plata con el símbolo de alquimista nacional. Pero no tuvo que esperar mucho más, puesto que en ese instante las puertas del local se abrieron para dejar paso a una deslumbrante mujer de cabellos rubios suavemente apoyados en sus delicados hombros. Muchos se quedaron atónitos ante el exquisito cambio de la teniente, y otros tantos tuvieron que taparse el puente de la nariz para no sufrir una hemorragia. Tal vez Roy Mustang fue uno de estos últimos o tal vez no, aunque si lo hizo fue muy disimuladamente. Riza se acercó a la barra, cerca de donde se hallaban el coronel y Hughes. Al llegar enfrente de ellos, se paró firmemente realizando el saludo militar.

- Taisa -dijo ella con mirada seria.

- Déjate de formalidades, chuui, con un 'hola' habría bastado -contestó el joven coronel sonriéndole de una forma que a ella le pareció un tanto inusual.

- Ah… sí, señor…

- ¿Qué te he dicho? ¬¬

- Gomen ne nn …La costumbre.

Él volvió a sonreír.

- Te he estado esperando.

-¿A-a mí? o.oU

- Sí, a ti.

Hizo una seña al encargado de la música, la cual cambió totalmente, de una melodía animada a una totalmente relajada y lenta.

- ¿Me concedes este baile? -preguntó Roy sonriendo, tendiéndole una mano a su teniente.

Ella estaba un tanto atónita, aunque después de la pregunta de su superior, lo único que hizo fue sonreír y tomarle la mano, para segundos después encontrarse en medio de la pista con una mano sobre su hombro y la otra cogiendo la mano del coronel, quien la agarraba delicadamente por la cintura. Cada uno tenía la mirada fija en los ojos del otro, sin necesidad de pronunciar palabra alguna, pues esas bellas miradas lo decían todo.

Just one look into your eyes
One look and I'm crying
'Cause you're so beautiful

Just one kiss and I'm alive
One kiss and I'm ready to die
'Cause you're so beautiful

La hermosa y lenta música seguía sonando, mientras ellos bailaban. Al final fue Roy quien rompió el silencio.

- Gracias.

- ¿...Por qué?

- Por lo del otro día.

- Ah, no tiene por qué darlas, Taisa.

- Sí. Estar allí, contigo… me hizo darme cuenta de lo mucho que vales… Y de que… yo…

Just one touch and I'm on fire
One touch and I'm crying
'Cause you're so beautiful

Just one smile and I'm wild
One smile and I'm ready to die
'Cause you're so beautiful

Ella escuchaba emocionada lo que él le decía, pero con el rostro un tanto indiferente.

- Yo… -su mente le insistía a gritos: "¡Vamos, idiota, díselo¡Díselo ya!", pero por alguna extraña razón, no podía-… Yo……… Debía hacerte un regalo especial -acabó diciendo, decepcionándose a sí mismo.

"¡Oh, vamos! No es tan difícil, hombre.", continuaba diciéndole su mente.

- Ah… Pues entonces… de nada n.ñ -contestó ella sonriéndole. Él la correspondió con el mismo gesto.

Oh and you're so beautiful
My darling
Oh you're so beautiful
You're so beautiful
Oh my baby
You're so beautiful

- Seguro que adivinaste enseguida que yo era tu… "Amigo invisible".

- No fue muy difícil saberlo, por esa carta. Y también por el regalo. Ahora soy yo quien te lo agradece.

Roy, que se había olvidado de los pendientes y el colgante, bajó un poco la vista hacia el escote de ella, pero sólo para comprobar que llevaba el oro puesto. Y acto seguido retiró el mechón de pelo que ocultaba su hermoso cuello para admirar lo bien que le quedaban aquellos pendientes. Deslizó suavemente la mano hacia su mejilla, en la que ahora se dibujaba un ligero rubor, y comenzó a acariciarla.

- Sencillamente… Hermosa.

Y antes de que pudiera decir nada, los labios del coronel habían conquistado los suyos en un suave beso que él le diera. Esto a la teniente la tomó por sorpresa y su rubor aumentó aún más. Aunque para el coronel tampoco fue algo que él hubiera esperado hacer. Simplemente fue un impulso. Un deseo que sintió de hacerla suya.

And you're so beautiful, yeah
Oh my darling
Oh my baby
And you're so beautiful

Riza sentía los cálidos labios del coronel junto a los suyos, y ella le correspondía complacida. De hecho, podría jurar que jamás hubo estado tan complacida de corresponder a alguien.

Él no era menos, ya que sentía cómo se le erizaba la piel y un inmenso deseo de poseerla se apoderaba de él. Mientras la mano del coronel acariciaba suavemente su mejilla, su otra mano se deslizaba delicadamente hacia su descubierta espalda. Sí, él quería más.

Pero algo pareció ir mal, pues la teniente separó sus labios de pronto, mirándolo a los ojos.

- Taisa… -murmuró.

- Ssht… -la calló él, sonriendo dulcemente-. No digas nada.

Ella, como si las palabras de su superior expresaran una orden, obedeció. Al fin y al cabo, ese era su trabajo¿no? Pero ya puestosa ser informales y expresar sus sentimientos… Con la misma rapidez que había detenido el beso, lo abrazó. Pegó su cabeza contra el pecho de Roy y lo rodeó con sus brazos fuertemente.

Ahora ya nada andaba mal. El coronel sintió que todo era perfecto en ese instante, y él también la abrazó fuertemente, posando un suave beso sobre sus rubios cabellos. Estuvieron así durante varios minutos que a ellos les parecieron segundos.

- Oh, se me olvidaba, Riza... -murmuró rompiendo el silencio entre ambos-. Feliz Navidad.

Ella sonrió.

- Igualmente… Roy.

Lo que pasara más tarde con ellos es algo que me gustaría que imaginaseis vosotros. Ah, y por si tenéis curiosidad y deseáis saber quién fue el "amigo invisible" de quién, eso no dejaré que lo imaginéis. Soy cruel, lo sé.

No, Riza no fue quién regaló a Roy, sino Havoc. La teniente tuvo que regalarle a Havoc (de ahí el mensaje escrito en el cenicero), a Hughes-san le regaló Fury, y a Amstrong, Farman. Supongo. Ni siquiera yo estoy segura. Al fin y al cabo, esa es la magia del "Amigo invisible", que sólo tú sabes a quién le vas a regalar, y nada más.

FIN

Ya está! por fin, acabado! weeeeeeeeeeee! xDDDD siento la tardanza, pero... os sonará estúpido, pero es que... es que no sabía cómo enlazar las dos partes... n.ñUUU... Weno, pero al final lo he puesto, y eso es lo q importa XDD Ahh! y parte de la tardanza tmb ha sido porq he estao enfermita XDDD Uo! Una anotación! La canción que suena mientras bailan es la de "Beautiful", de HIM... canción que os recomiendo enormemente y de paso aprovecho pa darle las gracias a Kairi-san (Yuya-han aki) por habérmela enseñado -.o (aparte de haberme ayudado con la historia n.ñ tú y Kino-chan!)

Mil gracias por vuestros reviews! espero recibir tantos también en esta segunda parte, si no es mucho pedir... n.ñ

Y con un poco de atraso... FELIZ NAVIDAD A TODOS! Y FELIZ 2006! jA nE!

P.D.: Alis-Chan , en tu review (gracias por dejarlo y espero q t agrade tmb este cap n.ñ) no se veía las direcciones q me dejabas... toma, te doy la mía y ya me agregas, ok? leonie-san(barra si no es pal msn, san(barra baja)neechan(arroba)yahoo.es no deja poner correos o q...?T.T) Espero estar en contacto contigo n.ñ