Simbología:
- cuando hablan.
Con "" y letra cursiva, están los pensamientos internos de los personajes.
Nota de la Autora: emmm perdonadme, pero en este Cap. Nombro el hechizo lector de mentes y también al apellido de la Profesora Umbreich, que sale en el quinto libro. Lo malo es que no recuerdo bien cómo se escribían, tanto el hechizo como el apellido de la odiosa profesora. (Lo que me alegré cuando los Centauros la apalizaron). Así que si lo pongo mal, no me mordáis, por favor. Bueno, sin más, podéis empezar a leer este segundo Cap de mi humilde fic. Espero que os guste. Un besazo. RAkAoMi.
Cap 2. "Hermione ¿qué Diablos te pasa?"
Por los pasillos, corrían dos chicas sixteañeras rumbo a la Enfermería. Eran Lavender Brown y Hermione Granger. La segunda de ellas, portaba un frasquito de cristal con un líquido de un extraño color verde.
-¿En serio crees que eso funcionará Hermione?
-No lo sé Lavender. Pero por lo que me has contado, creo que éste es el remedio. Espero que dé resultado.
-Yo también lo espero.
La Sra. Pomfrey abrió la puerta de la Enfermería, dejando entrar a las dos chicas.
- ¿Qué es lo que os pasa?
Hermione y Lavender tomaron aire. Ellas entraron apresuradamente y cerraron la puerta. Fue Hermione quien habló primero.
- Sra. Pomfrey, creo que sé lo que le ocurre a Parvati.
- Yo también lo sé, Señorita Granger. Pero por desgracia, sólo hay un Antídoto capaz de curar con rapidez los efectos de la Flor que afectó a la Señorita Patil.
Lo malo es, que lo tengo agotado, y no creo que me dé tiempo de fabricar otro ahora.
- Entonces déjeme probar con éste, Sra. Pomfrey, yo misma lo he destilado.
Hermione se acercó a la Sra. Pomfrey, y le tendió el frasquito, pero la Enfermera no lo cogió, sino que le indicó que se acercase a la cama de Parvati.
- Si usted misma lo ha destilado Señorita Granger, estoy segura de que será igual de efectivo que si lo hubiese hecho yo. Adminístreselo a la Señorita Patil. Por favor, tenga cuidado Srta. Granger, no vaya a caérsele.
Hermione obedeció y se acercó cautelosamente a la cama de la aún inconsciente Parvati.
La Sra. Pomfrey indicó a Hermione que abriese la boca de Parvati y le introdujese el líquido. Ella lo hizo.
- Ahora, Señorita Granger, cierre la boca de Parvati y échele la cabeza hacia atrás.
-Ya está hecho Sra. Pomfrey.
-Bien, ahora vuelva a colocarle la cabeza hacia delante. Eso hará que el líquido entre en su cuerpo.
Hermione obedeció. Unos instantes después, Parvati Patil abría los ojos. Lavender se echó a sus brazos dejando escapar algunas lágrimas.
-¡Dios Santo Parv! ¿Estás bien?
Parvati intentó responder, pero la voz no le salía del cuerpo. Ella se señaló la garganta.
- Señorita Patil, no se esfuerce en contestar ahora. Ya ve que no puede. Es algo normal, eso pasa después de haber sufrido los efectos de la flor Antivoz.
- ¿La flor Antivoz? Hermione..¡tenías razón!- gritó emocionada Lavender, aflojando el abrazo dado a Parvati y sonriendo brillantemente a Hermione.
Hermione le devolvió la sonrisa tímidamente, la Sra. Pomfrey la miró con orgullo.
-Veo Señorita Granger, que ha vuelto a encontrar la solución al misterio. Cosa que no me sorprende.
-Gracias, Señora Pomfrey. En realidad, no fue difícil averiguar qué flor fue la que afectó a Parvati, después de escuchar a Lavender, me di cuenta de lo que ocurrió. Así que destilé el Antídoto. Aunque no sabía si funcionaría, hacer Antídotos no es algo que haga todos los días. Pero teníamos que probarlo, por eso vinimos corriendo.
- Fue muy sensato de su parte darse prisa. Unas horas más, y la señorita Patil se habría quedado muda para siempre.
Parvati no pudo evitar mirar aterrorizada a la Señora Pomfrey.
-Pero afortunadamente para la Señorita Patil, eso no ocurrirá. Señorita Patil, estoy segura que dentro de unas horas podrá usted hablar de nuevo. Y espero de corazón, que le dé las gracias a la Señorita Granger por lo que ha hecho.
Parvati asintió con la cabeza y miró a Hermione con una mirada de sincero agradecimiento.
Hermione le devolvió la sonrisa y salió de la Enfermería sin hacer ruido.
Mientras, Ron y Harry volvían del Aseo de Myrtle la llorona y se dirigían rumbo a la Sala Común de Gryffindor..
- Ni siquiera Myrtle sabe dónde está. Esto empieza a ser desesperante. Te lo juro Harry, si no encontramos a Hermione, voy a tirarme de los pelos.
- Tranquilízate Ron. Ya verás como la hallamos pronto.
- Eso mismo dijiste hace tres horas Harry. Estoy cansado, hambriento y preocupado. ¡Esto no es normal! ¡Algo le ha ocurrido! ¡Ella no suele desaparecer así!
- Ron, llevas tres horas quejándote. Si no te callas, juro que te muerdo.
- ¿Qué me calle? ¡Qué me calle! ¡No quiero callarme Harry! ¿Es que tú no estás preocupado por ella?
- Por supuesto que sí, Idiota. Ella también es mi amiga. ¿No?
- Sí.. es sólo que..tú pareces estar muy tranquilo mientras que yo estoy de los nervios. No entiendo cómo puedes estar tan sereno, eso es todo.
- Hemos pasado por cosas peores que la desaparición de Hermione, Ron. Además, estoy seguro de que ella está bien.
- ¿Cómo podrías saberlo Harry?
- Porque lo presiento.
- Por las barbas de Merlín, ¿ahora eres Vidente?
- No digas sandeces Ron, no es Videncia. Llámalo..un Sexto Sentido. No me preguntes cómo lo sé, pero sé que ella está bien.
- Harry...me estás empezando a asustar.
- Pues no lo hagas. No sé por qué deberías asustarte, no he dicho nada malo.
- Bueno, no..pero...que alguien te diga que tiene presentimientos no es algo muy común.
- Mira quien habla, hace tres horas tú mismo me dijiste que presentías que algo malo le ocurrió a Hermione y que por eso McGonagall la sacó de clase.
- Cierto. Pero en realidad..no presentí nada. Era más una forma de hablar.
- Pues lo mío no es una forma de hablar, yo sé que ella está bien. Donde quiera que esté ahora.
- En serio Harry, me preocupas.
- Pues no tienes por qué preocuparte por mí, estoy perfectamente.
- Eso dices, pero yo creo que estás igual de asustado que yo, o incluso más todavía.
- ¿Por Hermione?
- Sí, por ella y lo que haya podido ocurrirle.
- Estoy preocupado, pero no asustado. Repito, sé que ella está bien, así que no tengo por qué asustarme.
- Lo que tú digas, Harry.
Harry y Ron llegaron al retrato de la Señora Gorda, dijeron la Contraseña y entraron en la Sala Común. Allí, sentada en el gran sofá que había junto al fuego, estaba ella.
-¡Hermione! ¡¿Estás bien?!
Ron corrió hacia ella y le dio un gran abrazo que le cortó la respiración.
-Ron..vas a ahogarme. ¿Quieres soltarme? No puedo respirar, lo digo en serio.
Él la soltó y se sentó a su lado.
- Lo siento, es que estaba preocupado. ¡Hace 4 horas que te fuiste!
- ¿Cuatro horas? ¿tanto tiempo he estado fuera?
- ¿Fuera? ¿fuera del Castillo? ¿A eso te refieres?
-Eh..bueno..yo...
Antes de que Hermione contestase, Harry se acercó a ella. Ron se echó a un lado y dejó que fuese ahora Harry, el que se sentase junto a Hermione.
El ojiverde cogió la cara de su amiga con ambas manos y la observó detenidamente.
- Está perfectamente Ron. Ni un rasguño. ¿Ves como yo tenía razón?
- Yo nunca dije que se hubiese herido, Harry.
- No, tú simplemente pensaste que algo malo le sucedió, y si eso hubiese sido cierto, ella estaría herida de alguna forma, pero a la vista está, que está perfectamente bien.
Harry soltó su cara y volvió a fijar su vista en ella.
- ¿Qué fue lo que pasó, Hermione? Tuvo que ser algo serio para que McGonagall te sacara de clase.
- Eso mismo le dije yo a Harry, Hermione.
- Eh...chicos..veréis yo..no puedo decíroslo.
- ¿Por qué no?- preguntó Ron.
- Es sólo que..bueno..digamos que prometí no contarlo a nadie.
- Pero Hermione, nosotros no somos nadie, somos tus mejores amigos, si algo malo ocurre contigo, tenemos derecho a saberlo ¿verdad Harry?
- Si Hermione no quiere decírnoslo, sus razones tendrá, Ron.
- Gracias por comprenderlo, Harry.
- Pero espero que cuando te sientas libre de contárnoslo, lo hagas.
- Si está en mi mano, os lo contaré, chicos, os lo prometo.
- Bien, yo no sé vosotros, pero me muero de hambre. Lo que es yo, voy a bajar a la Cocina para picar algo. El que quiera que me siga.
- Iré contigo Ron. Yo también estoy hambriento. ¿Vienes Hermione?
- Ummm..está bien. La verdad es que necesito comer algo. Tengo que reponer fuerzas. "Las voy a necesitar"
Una vez en la Cocina...
-¡¡Harry Potter, Señor!! ¿Cómo está? Dobby se alegra de verle.
-Hola Dobby. Estoy bien, gracias. ¿Y tú?
-¡¡Muy contento de verle, Harry Potter!! ¿Quiere comer algo, Señor?
- Sí, gracias Dobby.
- Dobby le traerá enseguida algo al Señor Harry Potter. Siéntese Señor.
- Gracias Dobby.
Segundos después, Dobby volvía con una gran bandeja llena de cosas ricas.
- Aquí está, señor. Dobby espera que Harry Potter disfrute de ellas. Le he puesto sus cosas favoritas, Señor.
- Gracias Dobby, pero no tenías que molestarte, cualquier cosa me sirve.
- Dobby sólo quiere lo mejor para Harry Potter, señor. Es por Harry Potter que Dobby es libre, señor.
Harry iba a contestar algo, pero en se momento, Ron y Hermione entraban en la Cocina.
- ¿Se puede saber qué os pasó? Llevo diez minutos esperándoos, creí que veníamos juntos.
- Eh...es que Hermione..
Hermione le lanzó una mirada de advertencia a Ron, él guardó silencio.
- Verás Harry..nos retrasamos por mi culpa, me caí de camino aquí y Ron se empeñó en llevarme a la Enfermería, eso es todo.
Harry dejó de comer y se apresuró a donde estaban sus mejores amigos.
- ¿Te caíste? ¿Enfermería? Hermione..¿estás bien?
- Perfectamente, Harry. Gracias por preocuparte. Sólo tengo el pié un poco magullado. Eso es todo.
- Ya claro, seguro que sólo es eso.
- Ron...
- De acuerdo de acuerdo, me callo.
- Hermione, Ron, ¿se puede saber qué ocurre?
- Nada, Harry- contestaron los dos a la vez.
- Como queráis. ¿Venís a cenar o no?
- Sí, claro. Enseguida.
Ron echó a andar pero Hermione le detuvo, en voz baja, le comentó al pelirrojo..
- Si le dices algo a Harry te...
- Nada, no le diré nada. Lo juro.
- Pues no sé si creerte, nada más llegar aquí estuviste a punto de contárselo.
- Fue un lapsus, Hermione, no volverá a ocurrir.
- Eso espero Ron. Porque si me entero que te vas de la lengua, te juro que te haré la vida imposible durante una semana.
Ron tragó saliva.
-Eres capaz de hacerlo.
- Por supuesto que sí, Ronald Weasley. Así que te aconsejo que no me provoques, puedo ser realmente terrible cuando me enfurezco.
- Lo sé, aún me acuerdo de lo que le hiciste a Umbreich el año pasado con los Centauros.
- ¿Te acuerdas verdad? Pues que te sirva de precedente Ron, para que veas de lo que soy capaz. Aunque.. bueno..no quiero asustarte tanto, nunca te haría algo como lo que le hice a ella, pero puedo asegurarte que te fastidiaría bastante. Así que espero que no vuelvas a meter la pata, Ron.
- No lo haré Hermione, lo prometo.
- De acuerdo entonces. Vamos a cenar.
- Sí señora, a sus órdenes.
- Usted primero, señor Weasley.
- Como usted diga, señorita Granger.
Ron y Hermione se sentaron junto a Harry y se pusieron a comer de todo lo que había traído Dobby. Harry y Ron comieron de todo un poco mientras que Hermione sólo se tomó un pedazo de tarta de chocolate. Eso extrañó a Harry.
- Hermione..¿estás bien?
- Sí Harry.
- No has comido nada, sólo el trozo de tarta. Creí que estabas hambrienta.
- Y lo estaba, hambrienta de azúcar. ¿Verdad Hermione?
- Ron...
Hermione endureció su mirada. El pelirrojo volvió a tragar saliva. Harry los miraba como si estuviese viendo un partido de tenis. Primero a Ron, luego a Hermione, de nuevo a Ron, de nuevo a Hermione. Él podía notar la tensión entre sus dos amigos, pero no podía intuir qué era lo que ocurría entre ellos. Aún así, pensaba averiguarlo de una forma u otra.
- Hermione..¿vas a terminarte el zumo de Calabaza?
- No Ron.
- Pues entonces pásame tu vaso ¿quieres? Necesito zumo de Calabaza ya.
- Toma Ron.
- Gracias.
- De nada. Bueno..creo que me iré a la cama. Hasta mañana chicos.
Hermione se levantó y se dispuso a dejar la Cocina, iba a salir por la puerta cuando Winky apareció en el umbral de la misma.
- ¡Señorita Hermione Granger no se vaya!
- ¿Winky? ¿qué ocurre?
- ¡La Señorita Hermione Granger no puede irse todavía, no lo haga Señorita!
- Winky tranquilízate. Dime qué es lo que te pasa.
- Winky está preocupada por usted, señorita. Winky sabe lo que ocurre. Winky no quiere que Hermione Granger corra peligro.
Hermione se agachó hasta estar a la altura de la antigua elfina doméstica de Barty Crouch. Ella acarició las orejas de la elfina. Winky sonrió tímidamente a Hermione pero sus ojos seguían mostrando preocupación.
- Señorita Hermione Granger, Winky sabe lo que pasa. Winky lo sabe todo.
- ¿Qué es lo que sabes, Winky?
- Winky sabe la misión que le encargó la Profesora McGonagall a Hermione Granger, señorita.
Hermione miró asombrada a la elfina. Winky comenzó a tirarse de las orejas.
- Winky sabe que no debió espiarlas, señorita. Pero Winky sólo quería agradecerle a Hermione Granger los calcetines que regaló a Winky. Por eso Winky siguió a la Señorita Hermione Granger y la vio entrar en el Despacho de la Profesora McGonagall. Winky no quería espiar, Señorita. Pero Winky lo escuchó todo.
La elfina comenzó a darse cabezazos contra el suelo, pero Hermione la detuvo justo a tiempo de que se diese el último y más potente golpe. Hermione cogió en brazos a Winky para evitar que se hiciera más daño. Ella echó un rápido vistazo a Ron y Harry, por fortuna para ella, ellos no se habían enterado de nada. Estaban tan absortos en su cena y la conversación que mantenían, que no oyeron nada, ni los golpes de Winky, ni lo que Winky le había dicho a Hermione. Hermione suspiró aliviada.
- Winky, escúchame.
- Winky la escucha, Señorita.
- Bien. Sé que eres libre y que ya no tienes por qué guardarle secretos a nadie. Pero te voy a pedir que me guardes uno a mí. ¿Lo harás?
A Winky se le iluminaron sus grandes ojos redondos cual pelota de tenis.
- ¡Oh sí, Señorita Hermione Granger! Winky lo hará. Winky estará encantada de guardar el secreto de la Señorita Hermione Granger. La Señorita puede confiar en Winky. Cualquier cosa que la Señorita quiera contarle. Winky será una tumba.
- Muy bien Winky. Pero primero, quiero que me cuentes qué fue exactamente lo que oíste.
La elfina volvió a echar mano a sus orejas, queriendo pellizcárselas de nuevo, pero Hermione le echó una mirada de advertencia. Winky obedeció y no se hizo daño.
- Habla, Winky. Y por favor, no te hagas daño. Detesto que los elfos hagáis eso.
- No puedo evitarlo, Señorita. Es algo que está en todo elfo doméstico.
- Pero tú ya no eres una elfina doméstica. Eres libre. Así que no te castigues.
- Pero Señorita, Winky debe
- Winky no debe hacerse daño. Es una orden.
- Winky no se hará daño, Winky obedecerá la orden de la Señorita Hermione Granger.
- Muy bien, Winky. Y ahora..cuéntame en voz baja lo que oíste, por favor. No quiero que ellos te oigan.
- Sí, Señorita. Winky entiende.
Hermione acarició la cabeza de la elfina. Winky sonrió agradecida y comenzó su relato.
- Esta tarde Winky salió de la Cocina en busca de la Señorita Hermione Granger. Winky quería darle las gracias, Señorita. Los calcetines que le regaló a Winky le gustaron mucho a Winky. Winky caminaba por el Castillo cuando Winky vio a la Señorita Hermione Granger entrar en el Despacho de la Profesora McGonagall.
Winky llegó a la puerta pero no entró en el Despacho. Winky pensó que podía esperar a la Señorita Hermione Granger en la puerta del Despacho y esperar a que la Señorita saliese para poder hablar con ella y darle las gracias por su regalo. Pero Winky se dio cuenta que la puerta no estaba bien cerrada. Winky quiso cerrar la puerta pero entonces oyó sin querer lo que la profesora McGonagall decía a la Señorita Hermione Granger.
Winky iba a pellizcarse los ojos pero Hermione levantó una ceja como advertencia. La elfina volvió a obedecer y no se hizo daño.
- Winky, continúa por favor. Y por Merlín te ruego, no vuelvas a intentar hacerte daño en mi presencia.
- Perdón, Señorita.
- Que no tenga que decírtelo de nuevo, Winky.
- No, Señorita. Winky jura recordar el no hacerse daño en presencia de Hermione Granger.
- Bien, porque Hermione Granger no quiere que Winky se dañe a sí misma. Porque a Hermione Granger no le gusta que los elfos sufran ni que se lastimen a sí mismos, aunque eso forme parte de su naturaleza. ¿De acuerdo Winky?
- Sí, Señorita. Winky está de acuerdo con Hermione Granger, Señorita.
- Por favor Winky, continúa.
- Sí, Señorita. Winky continuará. Winky escuchó a la Profesora McGonagall decirle a Hermione Granger que Lori había regresado. Winky oyó que la Profesora McGonagall pidió a la Señorita Hermione Granger que evitara a Lori cumplir su misión. Winky oyó también, que la Señorita prometía a la Profesora McGonagall encargarse de frustrar los planes de Lori.
- ¿Escuchaste algo más, Winky?
- Sí, Señorita. Winky oyó también, que la Profesora McGonagall decía a la Señorita Hermione Granger, que si no detenía a Lori y su propósito, el Caos vendría. Y que entonces, nada se podría hacer.
- ¿Algo más, Winky?
- Sí, Señorita. Hubo cosas que Winky no pudo escuchar bien, porque la Señorita y la Profesora McGonagall hablaron en voz baja durante unos minutos, pero luego Winky escuchó a la Profesora McGonagall decirle a la Señorita Hermione Granger que no le contara nada a sus amigos. Y que la Señorita Hermione Granger era la única que podía cumplir con la misión. Porque no había muchas brujas de la edad de la Señorita Hermione Granger con tanto poder interior como tiene la Señorita. Eso es todo lo que escuché, Señorita Hermione Granger. Lo juro.
- Prácticamente escuchaste todo. Aunque no lo más importante. Bien, Winky. Tienes que prometerme que no contarás a nadie lo que has oído en el Despacho de McGonagall.
- Winky lo promete, Señorita. Winky no contará nada a nadie. Ni siquiera a Dobby.
- Mucho menos a Dobby, Winky. Dobby adora a Harry. Si le contaras lo que sabes, seguro que se lo contaría enseguida a Harry.
Y Harry Potter, es la última persona que debe verse implicado en esto. Porque si él se entera, querrá evitar que cumpla con mi misión. Y esto es algo que sólo yo debo hacer. ¿Lo entiendes Winky?
- Winky lo entiende, Señorita Hermione Granger.
- Me alegra que así sea. Confío en ti, Winky.
- Winky se siente honrada de que la Señorita Hermione Granger confíe en Winky. Winky jura lealtad a la Señorita Hermione Granger.
- No tienes que jurarme lealtad, Winky. Me basta con que me hayas dado tu palabra de guardar silencio.
- Winky quiere jurarle lealtad, Señorita Hermione Granger. Aunque la Señorita no quiera que Winky lo haga. Pero Winky está muy agradecida a la Señorita Hermione Granger. La Señorita fue la única humana que se ocupó de Winky cuando Winky tuvo problemas con la bebida. La Señorita Hermione Granger es la humana más bondadosa Winky ha conocido nunca. Y la única humana que de verdad se preocupa por los elfos. Por eso Winky quiere jurarle lealtad a la Señorita Hermione Granger, como muestra de su agradecimiento. Por favor Señorita, permítame jurarle lealtad.
- Está bien, Winky, si eso va a hacer que te sientas mejor, te permito que me jures lealtad.
A la elfina se le iluminaron los ojos de alegría.
-¡Oh muchas gracias Señorita Hermione Granger! Desde hoy Winky jura, lealtad y fiel servicio a la Señorita Hermione Granger. Winky jura que estará siempre a disposición de la Señorita, Winky promete que hará todo lo posible por la seguridad y bienestar de la Señorita Hermione Granger. Winky jura también, dar su vida por la Señorita Hermione Granger. Palabra de Elfina.
- Winky..no tenías que jurar tantas cosas. No era necesario. Yo no merezco tanto.
- La Señorita Hermione Granger es de corazón humilde y por eso habla así a Winky. Pero Winky ha jurado y todas esas cosas se dicen en un juramento de lealtad Élfico.
- Está bien Winky. Acepto tu juramento. Será un honor para mí, contar con tu apoyo y ayuda.
- Lo que la Señorita necesite, sólo tiene que pedírselo a Winky.
- Winky..hay algo que quiero saber. Cuando antes mencionaste a Lori, noté miedo en tu voz. ¿Sabes algo de ella?
- Sí, Señorita Hermione Granger. Winky sabe quién es Lori.
- McGonagall no me dijo mucho al respecto, sólo que si ella conseguía su propósito, el Caos nos invadiría. Si sabes algo que pueda ayudarme en mi Misión, Winky. Dímelo, por favor.
- Winky sabe algo, Señorita Hermione Granger. Winky sabe quién es Lori. Lori es la Diosa del Caos.
-¿Cómo has dicho? ¿Tengo que detener a una Diosa?
- Sí, Señorita. Ésa es su misión. Detener a la Diosa del Caos.
- Pe..pero..
- Winky entiende que la Señorita esté asombrada.
- Más que asombro..es miedo. Nunca pensé que me enfrentaría a una Diosa. Y mucho menos a la Diosa del Caos.
- Por eso Winky le juró lealtad a la Señorita Hermione Granger. Porque Winky sabe que su ayuda le sería necesaria a la Señorita.
- Winky, háblame más de lo que sabes sobre Lori, cualquier cosa que me cuentes de ella, me será útil.
- Winky hablará. Winky sabe que Lori es la Diosa del Caos. Su poder es infinito y como Diosa, Lori es inmortal.
- Entonces es una misión suicida, no se la puede vencer.
- Sí se la puede vencer, Señorita Hermione Granger. Se la puede vencer aunque no matar.
- ¿Qué es lo que debería hacer para vencerla si tuviese que enfrentarme a ella?
- Debería hacerle un regalo. Señorita.
- ¿Un Regalo? Estás de broma, ¿verdad?
- No, Señorita Hermione Granger. Winky no podría bromear con algo tan serio como Lori.
- Winky..tú sabes cuál es la misión de Lori ¿verdad?
- Winky lo sabe.
- Cuéntamelo, a ver si coincide con lo que me contó McGonagall y que no oíste. Porque eso fue lo que me dijo en voz baja.
- Lo que Winky sabe es que Lori quiere sembrar el Caos en el mundo Mágico. Winky sabe que el Mundo de Lori, ya no le gusta a Lori. Lori quiere fundir las dimensiones que separan el mundo Mágico del mundo del Caos. Si Lori abre el portal, el Caos invadirá el Mundo de la Magia y ya no habrá marcha atrás.
- Es exacto a lo que me contó la Profesora, sólo que ella no me habló del Portal. Háblame de ese Portal, Winky. Dónde se encuentra, cómo y cuándo se abrirá.
- El Portal se encuentra en el interior. Se abrirá con sangre. Y se abrirá en el momento en que la noche y el día se junten.
- El Portal se encuentra en el interior..en el interior ¿de qué? Contesta Winky, por favor.
- En el interior de..¡Lo siento mucho Señorita Hermione Granger! Winky no puede hablar más, sus amigos vienen hacia aquí.
- Oh no, rápido Winky, vete. Si nos ven hablando querrán saber de qué. Y tienen muchos recursos para averiguarlo, sobre todo Harry. No es conveniente que se enteren de todo esto. Haz algo Winky.
- Winky puede desaparecer, Señorita. ¿Quiere la Señorita Hermione Granger que Winky desaparezca?
- Sí, sí. Lo que sea Winky, pero rápido.
- Winky complacerá a la Señorita Hermione Granger. Winky desaparecerá.
La elfina lo hizo justo a tiempo. Ya que Ron y Harry ya se encontraban junto a Hermione.
- ¿No te habías ido a dormir, Hermione?
- Emmm..sí Harry, solo que..se me cayó algo del bolsillo y lo buscaba, pero ya lo encontré. Buenas noches a los dos, hasta mañana.
Hermione salió apresuradamente de la Cocina y se fue a su dormitorio de Prefecta. Una vez en su habitación pensó en todo lo que Winky le había contado acerca de Lori. Previsora como era, decidió plasmarlo en un papel por si alguna vez necesitaba releerlo todo de nuevo. Una vez escrito, ella guardó el pergamino en un cajón que cerró con llave. Aún pensando en Winky y su relato, ella se cambió y se metió en la cama.
Mientras tanto, en la Sala Común de Gryffindor, Harry interrogaba a Ron. El cuál hacía verdaderos esfuerzos por no traicionar la palabra dada a Hermione.
- Te lo juro Ron, sé que me ocultáis algo, o me lo cuentas. O te lanzo el hechizo lector de mentes. De una forma u otra pienso averiguar qué es lo que está ocurriendo.
- Harry, quiero contártelo. ¡De veras que sí! Pero he dado mi palabra.
- Sólo dime algo, Ron. ¿Ella está bien?
- Sí Harry, lo está.
- ¿No estará metida en algo peligroso verdad?
- Emmm de momento no.
- ¿De momento? ¿cómo que de momento? O sea, que puede correr peligro.
- Por lo poco que sé del tema, sí, puede llegar a correrlo.
- Por última vez Ron. ¡Qué Demonios le ocurre a Hermione!
- No puedo decirlo.
- Muy bien Ron, tú lo has querido. ¡Legeremenens!
Harry le lanzó el hechizo lector de mentes a Ron, pero para su sorpresa. Lo único que pudo ver en su mente, fue la visión de un muro infranqueable.
Un enorme y grueso muro de piedra.
- ¿Pero qué Demonios..
- Es inútil Harry. Durante el Verano mi padre me enseñó a bloquear ese hechizo. Por mucho que lo intentes. No podrás acceder a mi mente.
- ¿Has pasado el Verano practicando Hechizos bloqueadores de Lectura Mental?
- Bueno..en realidad, varios Hechizos. De todas las clases. Después de lo que pasó el año pasado en el Ministerio, me di cuenta que debía mejorar mi nivel de Magia. No quiero que vuelva a aparecer Quien-Tú-Sabes y sus Mortífagos y que me hechicen sin poder defenderme. Con lo que me hicieron el año pasado he tenido más que suficiente.
- No te quejes, al menos tuviste suerte. Lo único que sufriste fue una risa tonta.
- Hey no es nada agradable el intentar ayudar a tus amigos y no poder por culpa de un ataque de risa. Si ni siquiera podía decirte nada coherente, cada palabra que salía de mi boca iba acompañado por jijijis jojos y jujus, en mi vida me he sentido más inútil.
- No fue tu culpa Ron. No te atormentes por eso.
- Bueno..es sólo que..en fin..¿Por qué cada vez que nos enfrentamos a ellos soy siempre el inútil?
- No digas eso, tú me has sido muy útil siempre. En primero resolviste la partida de Ajedrez, en Segundo me ayudaste a encontrar la Cámara de los Secretos, en tercero me protegiste de Sirius cuando nos encontramos con él y creíamos que era el asesino de mis padres. En cuarto también me ayudaste y el año pasado, no dudaste en venir conmigo al Departamento de Misterios en busca de la Profecía.
- Bueno..el año pasado no fui yo sólo. Éramos muchos los que fuimos contigo, todo el Ejército Dumbledore.
- Del que tú y Hermione formáis parte. Digas lo que digas Ron, tú no eres un inútil. ¿De acuerdo?
- De acuerdo, Harry. Es sólo que..me revienta que siempre sea Hermione la única capaz de ayudarte en situaciones críticas. Me dá rabia reconocerlo, pero ella es una gran bruja. Mucho mejor que nosotros dos juntos.
- Lo es. Pero tanto tú como yo, tenemos cosas que nos hacen únicos. Aunque no tengamos su inteligencia ni su gran conocimiento de la Magia y el Mundo Mágico.
- Sí..nadie diría que es Muggle. Sabe más sobre nuestro Mundo y la Magia que todos los sangres puras juntos. La verdad es que Hermione es digna de admiración y respeto.
- Habló el que siempre se mete con ella y la hace rabiar. A ver si predicas con el ejemplo.
- Ummm sí..supongo que debería hacerlo. Aunque no prometo nada. El hacer rabiar a Hermione es algo innato en mí, qué le voy a hacer, me encanta ver cómo se enfurruña con mis comentarios o burlas..jijijijijijijijiji. La verdad es que está de lo más cómica cuando se enfada. Yo diría que incluso hasta guapa. ¿Te has fijado en cómo le brillan los ojos cuando se enfurece?
- Ella está guapa siempre y sus ojos son igual de brillantes esté o no enfadada.
- Harry...¿tienes algo que contarme?
- ¿Yo? ¿sobre qué?
- Sobre Hermione y lo que representa para ti.
- ¿De qué estás hablando?
- Creo que es la primera vez que te oigo decirme, lo guapa que es Hermione y lo mucho que le brillan los ojos.
- Ah vamos Ron, no es la primera vez que digo que es guapa. Incluso se lo he dicho a ella. El año pasado cuando volví de mi cita con Cho, se lo dije ¿recuerdas?
- Sí, pero una cosa es que ella diga "Deberías haberle dicho lo fea y poco atractiva que me encuentras" y tú digas "pero si yo no te encuentro fea", como si con ello quisieras decirle que está equivocada en su opinión de sí misma, a que tú mismo digas, por tu propia voluntad y no para contradecir su opinión, que ella es guapa.
- De verdad Ron, ¿qué te has tomado hoy? Algo no va bien contigo.
- Estoy perfectamente bien.
- Creo que nunca he escuchado de ti, un discurso tan lógico y razonado como el que me acabas de decir.
- Qué puedo decir Harry, algunos maduramos con el tiempo ¿sabes?
- ¿Maduro tú? Naaa, perderías todo el encanto jajajjjaaaaaaaa
- Debería responder a eso, pero estoy tan cansado que no tengo ni ganas de discutir. Buenas noches Harry, me voy a la cama.
- Buenas noches, Ron.
Con un movimiento de la mano, Ron se despidió de su mejor amigo y se dirigió a su habitación de Prefecto mientras que Harry, subía las escaleras que le llevaban al Dormitorio de los chicos. Una vez en la cama, Harry pensó en todo lo acontecido a lo largo del día y llegó a la conclusión de que vigilaría de cerca a sus dos amigos. Sobre todo a Hermione.
"Diga lo que ella diga, algo le pasa. Y voy a averiguarlo como sea".
Continuará.
Nota de la Autora: bueno pues aquí está, el segundo Cap. ¿Demasiado largo? Espero que no. Aunque yo os aviso, normalmente siempre que escribo un fic por capítulos, mis capítulos suelen ser largos. Es muy difícil que haga capítulos cortos, pues suelo ser muy detallista en lo que escribo. No lo puedo evitar, soy así. Bueno, espero vuestros comentarios. Un saludo y hasta pronto. RAkAoMi.
