Nota de la Autora:

Hoy es Domingo 5 de Septiembre.

Hola cómo estáis, aparte de picadísimas con el fic (cómo me alegra eso ) espero que estéis bien. Yo algo liada ando, escribiendo mucho cada vez que me inspiro. Y de momento me inspiro casi a diario.

Me sorprende que sólo danna-potter y pandorha-2013 se hayan comido la cabeza con lo que os puse de la Profecía en Negrita en el Cap 6. ¿Es que no os llamó la atención? De todos modos, ya os enteraré de algunos errores que Hermione ha cometido interpretando la Profecía en este Cap y los siguientes.

Una cosa..estoy cansadísima de que la página haga lo que le da la gana con mi fic,

ains es que cuando subo los Caps, me encuentro con que me come algunas palabras (por ej, en el Cap 6, cuando Hermione razona sobre el fuego. Ella piensa.."El fuego suena cuando consume leña" y cuando subí el Cap 6, se leía..."el fuego suena cuando leña") o me altera el diseño de las cosas. Como por ej cuando subí la Profecía de Winky, en mi archivo del fic, cada párrafo de la Profecía estaba uno debajo del otro, como en un Poema. Pero la página lo alteró, y lo puso todo al lado del otro.

Tuve que borrar el Cap 6 y subirlo de nuevo y además, cambié el espacio que había debajo de cada frase de la Profecía y ya cuando lo volví a subir, entonces sí que me respetó el orden que había puesto yo en un principio, aunque se veía mucho espacio bajo cada párrafo de las palabras de la Profecía, pero bueno, por lo menos se leía bien que es lo que importa . Aunque el error en "El fuego suena cuando leña" seguía apareciendo y no entiendo por qué si en el archivo de mi cap estaba bien escrito.

El otro cambio que metió la página fue al final del Cap 6, porque lo que piensa Harry sobre Ron y su cambio de humor estaba en cursiva y la página la puso con letra normal . Pero por lo menos se me arregló lo de la Profecía que era lo que más me importaba . Así que si en este Cap veis palabras comidas o letra normal mezclada con letra cursiva, no me echéis la culpa a mí que no soy yo ¡es la página!

Advertencias Clásicas:

Todos los personajes del Universo Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling. (para qué lo diré si lo sabemos todos) ;-)

Los elementos de "El Regalo", "La llave" y el hecho de que la protagonista del fic se enfrente a una Diosa Infernal, están sacados de la Quinta Temporada de Buffy la Cazavampiros (Buffy The Vampire Slayer). Pero eso no significa que sean iguales a como salen en Buffy. (Ya lo avisé en el Cuarto Cap pero dá igual)

El resto de : personajes, diálogos, escenas, Profecía de Winky, Premonición de Hermione, El Escudo de la Elegida y sus efectos, La Primera Elegida (qué es, dónde, cómo y cuándo invocarla) y demás cosas que no he nombrado pero que aparecen en mi fic desde que el propio fic comenzó, son exclusivamente originales míos.

En este Cap 7, también habrán nuevos elementos creados por mí, y son:

El Vigilante de la Elegida (la función que tiene), Arion , su símbolo y el juramento que lleva su nombre (en este Cap sólo se menciona esas tres cosas, ya os enteraréis de más cosas en el Cap 8) y por último, el libro titulado "De Dioses Míticos y Espíritus Milenarios" (lo mismo digo, aquí sólo hago mención al libro, en el Cap 8, veréis qué es lo que cuenta.)

Dicho todo esto...Echadle paciencia que la cosa va para rato. Aunque no creo que sean horas las que os tiréis leyendo el Cap.


Simbología:

Lo que está en cursiva y comillas son los pensamientos internos de los personajes.

Lo que está al lado de cada guión, son los Diálogos de los Personajes.


Cap.7 "No me toques"

Como una bala, así entró Hermione Granger en el Despacho de Minerva McGonagall.

Tras dejar el Pergamino en la mesa de su Profesora Favorita, la Prefecta se bebió dos vasos seguidos de agua

para luego sentarse en una silla frente a la Profesora mientras ésta leía las palabras que contenían la Profecía de Winky. Una vez acabada su lectura, McGonagall le devolvió el Pergamino a Hermione y volvió a sentarse en la silla.

- Por lo que he podido leer, Señorita Granger parece que está claro que la Profecía habla de cómo, cuándo y dónde invocar a la Primera Elegida.

- Sí Profesora, así es. Puedo preguntarle..¿Por qué no me habló usted de ella?

- ¿De la Primera Elegida? No creí que fuese necesario, pero veo que me equivoqué.

- No entiendo por qué no me habló de ella en su momento, está claro que la Primera Elegida es fundamental en todo esto, sino, Winky no habría formulado la Profecía acerca de ella.

- Lo que no entiendo Señorita Granger, es cómo es posible que una Elfina transmitiese una Profecía.

Los Elfos son criaturas mágicas, sí, pero no con poderes clarividentes o proféticos.

- Yo no sé el por qué Winky fue capaz de transmitirla, Profesora. Pero usando sus propias palabras, quizás Winky sea una Receptora Nata al igual que lo soy yo.

- No lo creo, Señorita Granger, un Elfo o Elfina nunca sería un Receptor Nato. Eso no es posible.

- De cualquier modo, Profesora, me dá igual el por qué de la capacidad de Winky para transmitir Profecías, lo importante es que ya sabemos algo más.

- Señorita Granger, ¿ha leído con atención todo lo que dice la Profecía?

- Sí Profesora, palabra por palabra, de hecho..me la sé de memoria.

- No lo dudo. ¿Hay algo que quiera preguntarme acerca de lo que hay en la Profecía?

- Eh...no, gracias. Creo que la he entendido bien.

- ¿Está usted segura, Señorita Granger? Porque es imprescindible que así sea si no quiere usted correr peligro.

- No se preocupe Profesora, sé a lo que me enfrento.

- ¿Lo sabe?

- Creo que sí. Por qué..¿hay algo que se me haya escapado y que usted sí sepa?

- Es posible, Señorita Granger. Pero para saber si usted olvidó o no algún dato, debería saber cuáles han sido sus interpretaciones.

- Entonces se las diré, Profesora.

Hermione comenzó a relatarle a McGonagall todo lo que ella había deducido y razonado acerca de la Profecía, cuando ella terminó, la jefa de la casa Gryffindor sólo tuvo un comentario que hacer.

- Como siempre, ha vuelto a acertar en casi todo, Señorita Granger. Pero hay dos o tres cosillas que se les han escapado.

- Dígame cuáles son, por favor Profesora.

- La primera es el Regalo que usted debe ofrecer a la Primera Elegida.

- Oh..sí, es cierto. Eso se me pasó por alto comentárselo, es que en realidad, no tengo idea de lo que debo obsequiarle. Regalar a un Fantasma Milenario no es algo que yo haga a menudo.

- Debe usted ofrecerle algo que la satisfaga, Señorita Granger. Eso es todo.

- ¿Algo que la satisfaga? ¿y cómo voy a saber qué es lo que puede querer de mí la Primera Elegida?

- Eso lo tendrá que averiguar usted durante su encuentro con ella.

- Un momento Profesora, quiere usted decir que el Regalo que yo le haga a ella, ¿no tengo que llevárselo? ¿qué es algo que tengo que ofrecerle una vez que ella esté ante mí?

- Sí, exactamente. Más concretamente, debe usted ofrecerle el Regalo cuando ella haya contestado a su pregunta, Señorita Granger, no antes ni después.

- ¿Y por qué no puedo llevarle algo?

- ¡Porque entonces alteraría usted el Ritual!

- ¿Ritual? ¿qué Ritual?

- Señorita Granger, toda invocación a un Espíritu forma parte de un Ritual, eso debería saberlo.

- Oh..cierto, lo siento Profesora, no me percaté de ese detalle.

- No importa Señorita Granger, con todas las cosas que tiene usted en la cabeza por culpa de Lori y todo este asunto, es normal que tenga usted algún que otro lapsus. Pero lo que tiene que tener muy presente, es que, en el momento en que usted invoque a la Primera Elegida, es muy importante, repito, muy importante, que usted no rompa el contacto visual con ella mientras usted pueda verla.

- Lo sé, profesora, sé que debo mantener su mirada y no apagar el fuego hasta el momento en que le de mi regalo y me vaya de allí.

Lo que no entiendo es por qué tengo que darle el regalo de espaldas si se supone que tengo que estar mirándola en todo momento.

- ¿Darle el regalo de espaldas, Señorita Granger?

- Sí Profesora, eso he dicho. Lo pone bien claro en la Profecía.

"Una vez tu duda resuelta, apaga el fuego y date la vuelta. No olvides las gracias dar y por la información recibida, un obsequio entregar" ¿lo ve, Profesora?

Dice claramente que debo darle el regalo de espaldas.

- Me parece que no ha entendido usted esa parte de la Profecía, Señorita Granger.

- ¿No? Pues por favor, sea tan amable de aclarármela Profesora McGonagall.

Minerva iba a responder, pero en ese momento llamaron a la puerta. La Profesora abrió, dejando paso a Parvati Patil y Lavender Brown.

- Profesora McGonagall, el Profesor Dumbledore la espera en su Despacho y dice que cuanto antes mejor.

- Muy bien, decidle al Profesor Dumbledore que iré enseguida.

- Sí Profesora. Hasta luego.

Lavender y Parvati salieron del Despacho dejando otra vez solas a Hermione y McGonagall.

- Señorita Granger, será mejor que dejemos esta conversación pospuesta por el momento.

- Entiendo, Profesora.

- La veré más tarde, Señorita Granger.

- Bien.

- Le aconsejo que vuelva a revisar la Profecía, Señorita Granger, sobre todo la parte de la que hemos hablado y le aconsejo también, que vaya a la Biblioteca y hojee el libro "De Dioses Míticos y Espíritus Milenarios", creo que le será de bastante ayuda.

- ¿"De Dioses Míticos y Espíritus Milenarios"? Nunca he visto ese libro en Hogwarts.

- Es que ha llegado hace poco. Y no está a la vista. Tendrá usted que pedírselo a la Señora Pince, pero no se preocupe, Señorita Granger, ella se lo dará sin ningún problema pues ese libro, yo misma se lo entregué.

- ¿Qué es lo que me estoy perdiendo, Profesora McGonagall?

- Nada, Señorita Granger. Usted solamente haga caso de mi sugerencia y vaya ahora mismo a la Biblioteca y solicite el libro a la Señora Pince.

- Está bien, Profesora. Iré ahora mismo.

- Bien, y si por cualquier motivo la Señora Pince le pregunta por qué quiere usted el libro , usted solamente respóndale "porque el momento se acerca", ¿de acuerdo Señorita Granger?.

- De acuerdo, Profesora, haré todo lo que me ha dicho, aunque no entiendo mucho lo que me está usted contando.

- No piense ahora en lo que usted entiende y lo que no de lo que le cuento, Señorita Granger. Rápido, váyase a la Biblioteca antes de que la Señora Pince cierre.

Hermione salió del Despacho de McGonagall rumbo a la Biblioteca, tal y como le había dicho la Profesora que hiciera. Estaba a punto de llegar cuando alguien apareció en su camino.

- Hola..sangre sucia.

- Malfoy..quién si no.

- ¿Es que esperabas a alguien..Granger?

- Eso no te importa, Malfoy. Sé tan amable de apartarte de mi camino y dejarme pasar, tengo algo urgente que hacer.

Draco Malfoy sonrió malicioso y no se movió ni un ápice.

- Malfoy..por última vez, quítate de en medio, tengo prisa.

- Quítame tú si tienes valor..sangre sucia.

Hermione le miró con rabia pero volvió a hablar sin alterarse.

- ¿Qué es lo que no entiendes Malfoy? ¿la expresión "tengo prisa" o la de "quítate de en medio"?

- Cuando se trata de ti, Granger. No entiendo nunca nada. En realidad..nadie te entiende. Eres tan rara.. pero qué se puede esperar de una sangre sucia como tú.

Hermione apretó los puños.

- Si vuelves a insultarme, Malfoy, te vas a arrepentir.

- ¿Es eso una amenaza, Granger? No creo que amenazar sea muy conveniente para una Prefecta, mucho menos si la Prefecta amenaza al alumno favorito del profesor que tú y tus estúpidos amigos odiáis tanto.

- Ah..ya veo, de eso se trata. Si te hago algo, irás corriendo a decírselo a Snape ¿verdad? No sé por qué pero no me extraña, siempre supe que eras un chivato.

En realidad..es lo único que sabes hacer, porque no puedo decir que tengas muchas virtudes y/o cualidades natas.

Draco sacó la varita y apuntó con ella a Hermione, ella no se inmutó.

- Si vuelves a insultarme, sangre sucia, serás tú la que te arrepentirás. ¿Queda claro?

- Por última vez, Malfoy. ¡Apártate de mi camino!

- ¡No me dá la gana!

Hermione intentó pasar por un hueco que había entre Draco y la esquina donde él estaba, pero Malfoy fue más rápido y volvió a cortarle el paso.

- Es inútil, Granger, hagas lo que hagas no vas a salir de aquí hasta que a mí me de la gana.

- Malfoy..te lo advierto. ¡Quítate de en medio!

Él se acercó a ella, como si fuese a agarrarla o empujarla, ella se apartó rápidamente.

- Apártate de mí Malfoy, no vuelvas a acercarte a mí, ni siquiera intentes tocarme.

- Me tienes..¿miedo? ¿Granger?- Draco esbozó una sonrisa intimidante.

- ¿Yo? ¿temerte a ti? ¿a un Imbécil Integral que lo único que sabe hacer es salir corriendo cuando las cosas se ponen feas? Por favor Malfoy, no me hagas reír.

Draco se volvió a mover en dirección a Hermione, pero ella volvió a esquivarle.

- Yo sí que me voy a reír en cuanto te ponga las manos encima, Granger.

Hermione se movía haciendo verdaderos esfuerzos por intentar que Malfoy no la tocara. De repente y sin saber cómo, Hermione se vio acorralada entre Malfoy y la pared.

- Y ahora..veamos si tienes valor de volver a humillarme, mugrosa sangre sucia.

- Por última vez Malfoy, apár-ta-te-de-mí.

Draco alargó un brazo y lo acercó al cuello de Hermione..ella retrocedió, evitando el contacto corporal y topándose de lleno con la pared.

- Malfoy..te lo advierto. No..me..toques.

Malfoy endureció su mirada y no hizo caso de la advertencia de Hermione. Su mano se posó sobre el cuello de ella y en ese momento..

- ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh!

Fue el grito de dolor que salió de la garganta del Slytering en el instante en que vio su mano arder.

Él se apartó rápidamente de Hermione y observó horrorizado cómo el fuego se extendía hasta llegar a su hombro derecho, el hombro perteneciente al brazo que había usado Draco para intentar asustar a Hermione.

- Te lo advertí, Malfoy. Te dije que no me tocaras.

- Tú..¡maldita seas! ¡no sé qué hechizo has hecho! ¡pero ésto no quedará así!

Hermione se acercó hasta Draco y sacó su varita, apuntando con ella a Malfoy.

Como pudo, Draco cambió de mano su varita, agarrándola ahora con la mano izquierda y apuntó también a Hermione.

- Pagarás por lo que me has hecho, maldita sangre sucia.

Malfoy la miró con rabia y haciendo caso omiso de su advertencia, se lanzó sobre ella, agarrándola de los brazos. Hermione esbozó una mueca de dolor cuando notó que el fuego empezaba a cubrir una de sus manos.

Ella le dio una patada a Malfoy en el estómago, haciendo que él perdiese el equilibrio y cayese al suelo, liberándola así de su agarre. Hermione apagó el fuego de su mano con su varita y acercándose a Malfoy, usó el mismo hechizo que había usado en su mano para apagar el fuego en los brazos de Draco.

- Escúchame Malfoy, porque sólo lo diré una vez. Que sea la última vez que te acercas a mí, que me miras, que me hablas o que respiras cerca de donde estoy.

NO QUIERO NI POR ASOMO volver a ver tu pálida cara, no quiero verte ni siquiera en la distancia. Porque si vuelvo a verte a intentar siquiera acercarte a mi, aunque sea para pasar por el mismo lado que estoy yo..te aseguro que lo lamentarás. Y si vuelves a ponerme un solo dedo encima, no serán sólo los brazos los que te arderán ¿Está claro?

Malfoy asintió con la cabeza mientras se encogía de dolor en el suelo.

- Bien, no tengo nada más que decirte. Y recuerda..No me toques.

Dándose la media vuelta, Hermione se dirigió con paso decidido a la Biblioteca. Dejando a un dolorido Draco Malfoy llorando debido al dolor que las quemaduras le provocaron en sus brazos.


Mientras tanto, en el Despacho de Dumbledore, Minerva McGonagall charlaba con el Director de Hogwarts acerca de la Profecía de Winky y de las interpretaciones que había hecho Hermione sobre ella.

- Parece que todo está claro, Minerva.

- Sí, pero la Señorita Granger ha malinterpretado algunos detalles de la Profecía, y si no se los explico, ella estará en serio peligro cuando se encuentre ante la Primera Elegida.

- Pues entonces acláraselos cuanto antes, Minerva.

- Eso intenté Albus, pero cuando iba a hacerlo fue cuando entraron en mi Despacho las Señoritas Brown y Patil avisándome de que querías hablar conmigo.

- Sí..simplemente quería saber si tenías nuevas que contarme, me alegra saber que así fuera. La verdad es que me entristece bastante el no ser yo el Vigilante de la Elegida, esto de no poder ayudar a la Señorita Hermione Granger es muy frustrante para mí.

- No digas eso, Albus, sabes que no es cierto. Tú sí puedes ayudarla, eres el Brujo más poderoso que existe, incluso El que no debe ser nombrado te teme. Y lo creas o no, tanto para la Señorita Hermione Granger como para mí, nos eres más que necesario y tu ayuda la valoramos muchísimo.

- Gracias por los halagos Minerva, pero sabes a lo que me refiero.

- Sí, lo sé. Te refieres a que si fueses tú el Vigilante de la Elegida, tendrías la capacidad de saber todo lo que ella padece, todo lo que ella sufre, incluso antes de que ella misma te lo dijese. Si fueses tú el Vigilante, podrías hablar con ella directamente de todo lo relacionado con Lori y también, podrías supervisarla a ella y a Lori.

- Exactamente, Minerva. Eso es lo que más me agobia, que al no ser yo su Vigilante, tengo que conformarme con saber las nuevas por las confidencias de otras personas. Pues sólo el Vigilante es quien puede supervisar y aconsejar a la Elegida. Pero también te diré, que me alegra mucho que seas tú la Vigilante, Minerva. Eres la Bruja más poderosa que existe en el Colegio, a la vez que la más sabia. Estoy seguro que tus consejos son de gran ayuda para la Señorita Granger.

- Gracias Albus, ahora soy yo la que se siente halagada. Pero sinceramente te digo, que preferiría mil veces que fueras tú el destinado a supervisar a la Elegida, que ser yo. Ni con toda mi sabiduría ni experiencia en la Magia, mi poder se puede comparar al tuyo.

- Sabiduría, Poder..todas esas cosas son sin duda importantes, Minerva, pero te olvidas de una cosa, querida amiga.

- ¿Cuál?

- Es tu Destino ser la Vigilante de la Elegida, al igual que es el Destino de la Señorita Granger, ser la Elegida para acabar con Lori.

Vuestras marcas de nacimiento así lo indican.

- Permíteme discrepar contigo en eso, Albus. Una marca de nacimiento no es influyente a la hora de determinar el Destino de nadie.

- No es influyente..pero ayuda bastante. Sobre todo a la hora de identificar el bien del mal. Tú tienes el Símbolo de Arion, y es ese símbolo el que identifica al Vigilante de la Elegida.

- Sí, eso es cierto.

- Yo no poseo ese Símbolo, Minerva. Y mi condición de Brujo no escogido para esta misión, me obliga como te he dicho, a mantenerme al margen y sólo enterarme de las cosas si me las cuentan. Pues tanto tú como yo, sabemos que si se me ocurriera violar el pacto de Arion, los resultados serían desastrosos para todos nosotros.

- Lo sé, si tú o cualquier otro brujo o bruja no escogido para esta Misión, se atreviese a intervenir en mi trabajo de Vigilante con la Elegida, la cólera de Arion se despertaría y entonces que Lori abriese el Portal, sería el menor de nuestros problemas.

- Exactamente. Y ahora..cuéntame cuáles son los errores que según tu opinión, ha cometido la Señorita Granger a la hora de interpretar la Profecía y luego, si tú como Vigilante me das tu permiso, yo te daré mi opinión al respecto.

- Oh vamos Albus, déjate los formalismos, sabes perfectamente que no tengo que darte permiso.

- Lo sé..pero hay que cumplir la voluntad de Arion ¿recuerdas Minerva?

- Sí Albus, lo sé, hay que cumplir su voluntad. Bien, creo que sus errores han sido..


Mientras la Profesora McGonagall relataba su versión a Albus Dumbledore, Hermione esperaba a que la Señora Pince volviese al Mostrador para poder pedirle el libro recomendado por McGonagall. Un poco después, la Señora Pince apareció ante Hermione.

- ¿Sí Señorita Granger?

- Buenas noches Señora Pince, quisiera consultar un libro.

- Por supuesto querida, dime cuál y te diré si está disponible o no.

- "De Dioses Míticos y Espíritus Milenarios"

Tal y como supuso McGonagall que pasaría, la Señora Pince miró extrañada a Hermione y le preguntó por qué quería ese libro.

Ella obedeciendo el consejo dado por la Profesora, respondió..

- Porque el momento se acerca.

La Señora Pince miró con creciente preocupación a Hermione, ella le dio el libro con manos temblorosas y le comentó con voz aún más baja de la que se solía hablar en la Biblioteca..

- Espero que te sirva de ayuda en tu Misión, Elegida.

Hermione se quedó estupefacta. Ya que ella sabía que nadie del Colegio, exceptuando a McGonagall y Dumbledore, sabían que era ella la Elegida y mucho menos, sabían cuál era su Misión.

- Perdón Señora Pince, ¿cómo me ha llamado?

La Señora Pince no contestó, se limitó a sonreír y perderse en las estanterías de los Libros de la Biblioteca.

Una vez que la Bibliotecaria de Hogwarts se perdió de la vista de Hermione, la Prefecta se dirigió a la mesa más escondida que encontró y se dispuso a leer el libro.

"Ojalá encuentre aquí algo que me ayude"

Mientras Hermione comenzaba a leer el libro, Harry se encontraba con Ron en la Sala Común de Gryffindor. El ojiverde llamó a su amigo y el pelirrojo no dudó en acercarse y sentarse en uno de los Sillones que había frente al fuego.

- Ron..¿puedo hablar contigo?

- Claro que sí, Harry. Siento mucho haberme puesto así esta tarde, en realidad no sé qué fue lo que me ocurrió, sólo sé..que sentí una ira inmensa por lo que me habías dicho con relación a Hermione pero..de verdad que lo siento, Harry.

- Tranquilo, ya se me ha pasado el dolor del culo.

De repente, Ron estalló en carcajadas y contagió a Harry, que también se puso a reír, más por la alegría de ver que había vuelto a recuperar su relación con su amigo, que por el hecho de que Ron se riera de su trasero antes dolorido.

- La verdad es que tuviste una caída de lo más graciosa. Creo que será una de las cosas que nunca olvidaré.

Harry miró a su amigo con ternura y agradecimiento, y con voz sincera él contestó..

- Ron..de verdad que siento que te enfadaras conmigo. Yo no quería herirte con lo que te dije, simplemente me salió de repente.

Lo sé Harry, tu impulsividad es una de las cosas que te caracterizan.

- Sí..pero tengo que aprender a pensar más antes de hablar. No es la primera vez que mi impulsividad al hablar, me causa problemas.

- ¿En serio? Cuéntame, Harry.

- El otro día..me encontré a Hermione, fue cuando huyó después de su Premonición, ¿te acuerdas?

- Claro que me acuerdo. Creo que nunca la he visto tan preocupada como aquél día.

- Pues yo sí la he visto así de preocupada, y en más de una ocasión, pero esa no es la cuestión.

- Qué tienes que contarme, Harry, espero que no sea nada malo.

- Eh...según se mire.

Ron se puso alerta ante el último comentario hecho por su mejor amigo.

- ¿Según se mire? Harry..qué le has hecho a Hermione.

Harry notó la creciente tensión en la voz del pelirrojo y sin perder la calma, él respondió..

- Nada Ron.

- Harry... sé sincero, puedo notar que me ocultas algo. Qué..le has hecho..a..Hermione.

- Ron..nada. te comentaba, el otro día me encontré con ella y bueno...estuvimos hablando de lo que le ocurría. Le pregunté, pero ella no quería decírmelo, estaba realmente nerviosa y..bueno..en un momento de la conversación yo le dije..que..era una mala amiga.

Ron se levantó del Sillón.

- Por qué..le dijiste eso Harry.

- Pues..porque no entendía por qué tú sí sabías lo que le ocurría y yo no. ¡Todavía no lo entiendo Ron! Se supone que los tres somos los mejores amigos, y al ser buenos amigos, todos deberíamos preocuparnos los unos por los otros, y confiar los unos en los otros y contarnos cualquier cosa que nos preocupe, nos inquiete o nos haga sufrir, pero no es así. Quizás antes sí lo era..pero ahora..no. Y eso duele..duele mucho.

- Harry..qué tontería estás diciendo. Por supuesto que sí es así, siempre lo ha sido.

Ron se volvió a sentar y a prestar atención a lo que Harry tenía que decir.

- Digo que..si es cierto que nos preocupamos los unos del otros tanto como aseguramos hacer, entonces..Hermione me habría contado lo que le ocurre o tú me habrías contado lo que le pasa pero ninguno de los dos..me decís nada y tengo que enterarme escuchando tras una puerta, cosa que por cierto me fastidia bastante. Eso digo Ron.

- Así que..tal y como tú me dijiste en una ocasión..todo es cuestión de confianza..¿no Harry?

- Sí..lo es.

- Bien. Para que te enteres Harry. Hermione y yo confiamos mucho en ti, muchísimo y los dos te queremos y valoramos. Pero el hecho de que ella o yo no te contamos lo que ocurre, eso no quiere decir que seamos malos amigos entre nosotros. Simplemente actuamos así porque creemos que es lo mejor.

- Lo mejor para quién ¿para vosotros?

- No..Imbécil, lo mejor para ti.

- Lo mejor para mí sería que mis amigos de toda la vida, me dijeran lo que pasa pero no es así, y eso me entristece y me enfurece bastante.

- Mira Harry..voy a ser sincero porque ya me estoy hartando de que saques el tema de Hermione siempre que tienes ocasión. Lo que yo sé con respecto a ella, es que está enferma.

- ¿Enferma? ¡Ella no está enferma Ron, no me mientas!

- Harry..lo está, créeme.. lo sé, yo mismo vi cómo se desmayaba.

Ante ese comentario ahora fue Harry el que se puso en pie.

- Qué..¿has dicho?

- He dicho que vi cómo Hermione se desmayó.

- Eso..cuándo ocurrió, Ron.

- La noche que fuimos a la Cocina a comer algo.

- ¿Por eso tardásteis tanto en llegar?

- Sí Harry, por eso. ¿Quieres saber cómo sucedió o no porque eso no tiene que ver con lo que según tú, le ocurre a Hermione?

- ¡¡Por supuesto que quiero saber qué es lo que le ocurrió a Hermione, Ron!! ¡¡ESA PREGUNTA SOBRA QUE ME LA HAGAS!!

- Tranquilízate Harry, o no te cuento nada y me voy a la cama.

- ¡¡ ME TRANQUILIZARÉ SI ME DÁ LA GANA!! ¿PERO QUIÉN ERES TÚ PARA DUDAR DE LO QUE PUEDE INTERESARME O NO CON RESPECTO A MI MEJOR AMIGA?

- Vaya Harry..por fin lo entiendes. Ya sabes lo que se siente ¿a que no es agradable?

Harry procuró relajarse.

- Así que de eso se trataba. Querías hacerme sentir lo que yo te hice sentir a ti esta tarde bajo el Roble Centenario.

- Sí Harry pero también hay otro motivo, y es..que tengas muy claro ya te dije en una ocasión, no eres el único que quiere a Hermione.

Tenlo presente Harry, porque es importante que no lo olvides.

- ¿Qué quieres decir?

- Que la quiero, eso quiero decir.

- Vaya novedad, Ron, yo también la quiero.

- No lo entiendes Harry, la quiero.

- Espera un momento..tú..estás..¿enamorado de ella? ¿eso es lo que me estás diciendo?

- Pues..no lo sé Harry. Lo que sé es que la quiero.

- Cómo que no lo sabes Ron, claro que has de saberlo.

- No lo sé Harry. Lo que siento por Hermione es..amor, sin duda, pero no sé si estoy o no enamorado de ella, lo que sí sé es..que haría cualquier cosa por protegerla, y cuando digo cualquier cosa, me refiero a eso mismo, a cualquier cosa, con tal de que no sufra daño y esté a salvo.

- Incluso..¿morir por ella?

- Sí..incluido eso.

- Oh..ya veo.

- ¿Y tú..Harry?

- Yo qué, Ron.

- Si estás enamorado o no, de ella.

- Prefiero no responder, Ron.

- Lo estás.

- Yo no he dicho eso.

- Créeme Harry, lo estás. Lo sé, sé que lo estás, creo que lo he sabido siempre, pero me parece que el que no lo sabía eras tú.

- Creo que será mejor que me vaya a la cama. Buenas noches Ron.

- Harry..no huyas. Es importante que hablemos de esto.

- Ahora mismo no me apetece Ron.

- Como quieras Harry, pero te aconsejo que hagas un exámen mental y sentimental acerca de lo que sientes por Hermione. Y que aclares tus sentimientos cuanto antes. Eso será lo mejor para los tres.

- Y por qué sería eso lo mejor. Si yo la amo o no, sólo nos afectaría a ella y a mí, pero a ti no tendría por qué afectarte.

- ¡Por supuesto que me afectaría! ¡Afectaría nuestra amistad, Harry!

- Si no estás enamorado de ella, no tiene por qué afectar nuestra amistad, Ron.

- Harry..escúchame, es muy importante que aclares tus sentimientos respecto a Hermione porque si no..

- Si no...qué Ron.

- Será el fin para todos nosotros.

- ¿Cómo has dicho, Ron?

- Yo no he dicho nada, Harry.

- Has dicho que si no aclaro lo que siento por Hermione, será el fin para todos nosotros.

- Tú deliras, Harry.

- ¡Te aseguro que lo has dicho!

- Y yo te digo que no lo he dicho, Harry. No sé por qué tendría que negarlo.

- Porque..¡está bien Ron! Como quieras. No has dicho nada.

- Bueno..quieres o no quieres saber lo del desmayo de Hermione.

- Sí..quiero saberlo.

- Pues.. la otra noche camino de la Cocina, ella se desmayó. No sé ni por qué fue, porque se la veía bien, pero de repente, se desplomó.

Yo la cogí en brazos y la llevé a la Enfermería. La Señora Pomfrey me dijo que se trataba de una simple bajada de tensión y me dijo que cuando ella despertase, lo mejor era que comiera mucho chocolate.

- Por eso cuando llegásteis, ella sólo comió tarta de chocolate. Ahora lo entiendo.

- Sí..pero yo creo que la Señora Pomfrey me mintió. Mi madre tiene algunas veces bajadas de tensión y también se desmaya, pero antes de desmayarse se queja de estar mareada. Hermione no dijo una palabra ni tampoco tenía mal aspecto, simplemente..se colapsó. Menos mal que la cogí a tiempo antes de que cayese al suelo.

- Y por eso crees que está enferma.

- Sí Harry.

- Pues no, Ron, ella no está enferma, simplemente está acostumbrándose a sus nuevos poderes.

- ¿De qué me estás hablando, Harry?

- De lo que intenté hablarte esta tarde cuando me tiraste al suelo de un empujón, Ron. De eso estoy hablando, hablo de que sé algo por lo que está pasando nuestra mejor amiga, y ese algo tiene que ver con unos nuevos poderes que ella está desarrollando y que por lo visto, son los causantes de sus cambios de ánimo, sus desmayos y puede que esos poderes sean los culpables de que ella queme a quien la toque.

- Hermione..¿nuevos poderes? ¿quema a quien la toca? No entiendo nada.

- ¿Me escucharás entonces, Ron?

- Soy todo oídos, Harry.

- Como iba comentando, el otro día escuché detrás de la Puerta del Despacho de Dumbledore, una charla entre él y la Profesora McGonagall.

Ellos hablaban de Hermione y de lo que le ocurría. Por lo visto, ella es..una especie de Elegida para luchar contra no se qué Diosa Infernal cuya Misión es invadir el Mundo Mágico. Aunque ahora no recuerdo bien por qué quiere invadirlo. La cosa está en que Hermione tiene la Misión de detener a esa Diosa y puedo decirte también, que es una Misión muy peligrosa, ella podría morir.

- ¿Morir? Tú me estás tomando el pelo, ¿verdad Harry?

- NO Ron, te aseguro que hablo completamente en serio.

- Y todo eso..lo aprendiste..¿escuchando tras una puerta?

- Bingo.

- Qué más sabes, Harry.

- Eh..no mucho más, la verdad. Pero recuerdo una cosa..que dijo Dumbledore sobre nosotros tres.

Él dijo que era muy importante que tú y yo, apoyásemos siempre a Hermione independientemente de cómo se pudiera comportar ella con nosotros. Dijo que nuestra amistad podría ser fundamental a la hora de vencer a la Diosa aquella como se llamara.

- Harry..¿No sabes nada más?

- No, Ron. Sólo..que Dumbledore me dijo que Hermione estaba pasando por una fase de adaptación a sus Nuevos Poderes, y creo que esos Nuevos Poderes se deben a que ella sea la Elegida.

- Cuándo hablaste con Dumbledore, Harry.

- Antes de que McGonagall entrara en el Despacho para hablar con él. Ron..yo..estaba preocupado por Hermione y su extraño comportamiento ni tú ni ella me decíais nada, le pregunté a Dumbledore, él siempre sabe todo lo que ocurre en Hogwarts. Aunque no quiso decirme mucho, sólo lo de..los Nuevos Poderes de Hermione.

- ¿De verdad me estás diciendo la verdad, Harry? ¿todo eso es cierto?

- Tan cierto como que ahora mismo, estamos tú y yo al lado del fuego, Ron.

- Entiendo.

- ¿Tú no sabías...nada Ron?

- No, ni idea Harry. Lo juro.

- Y entonces..¿por qué me dijiste que Hermione podría correr peligro?

- Porque cuando la vi desmayarse pensé que podría ser síntoma de algo peor. Pensé que a lo mejor con el tiempo, ella podría enfermar seriamente. Yo qué sé Harry, me asusté cuando se desmayó. Ella suele tener una salud envidiable. Nunca pensé que ella podría colapsarse en mis narices. Eso me inquietó.

- Ya..puedo entenderlo. Lo que no entiendo es por qué no querías decirme nada acerca de lo de su desmayo.

- Porque le prometí a Hermione que no te lo contaría.

- No lo entiendo Ron, qué importancia puede tener el que yo no sepa que ella se desmayó. Si un desmayo no es algo tan grave.

- Lo es para ella, Harry. Ella no quería que yo te lo dijese porque ella sabía que te preocuparías por ella y Hermione no quería que tú te preocuparas. Por eso me hizo jurar el no decirte nada.

- A veces no entiendo a Hermione, Ron.

- Bueno..yo sí la entiendo y entiendo también por qué ella no quería decírtelo. De cualquier modo, Harry, qué hacemos con lo que sabemos ahora de Hermione y sus Nuevos Poderes y todo ese rollo de la Elegida.

- Apoyarla. Pase lo que pase y pese a quien pese. Debemos estar con ella, a su lado, como hemos hecho siempre desde que la rescatamos de aquel Troll en primer año y nos hicimos amigos de ella.

- Je..Veo que todavía lo recuerdas.

- Bueno..una cosa así no se olvida fácilmente. No es algo que ocurra todos los días.

- ¿Volverías a hacerlo, Harry?

- El qué, Ron.

- Rescatarla del peligro. Incluso aunque fuese un peligro al que tú no supieras enfrentarte, algo que no supieras cómo vencer. Al igual que te pasó con el Troll en Primer Año, tú no sabías cómo vencerlo y sin embargo, no dudaste en ir a buscarla.

- por supuesto que no dudé, Ron. Aunque en aquél momento ella no fuese nuestra amiga, sentí que debía ayudarla. Supongo que..si me hubiese ocurrido a mí..también esperaría que alguien viniese al rescate. Al fin y al cabo..éramos pequeños Ron.

- Ésa no es la cuestión, Harry. No es el tema de "Ángel Salvador" a lo que yo me refería.

- Entonces explícate Ron, porque no te entiendo.

- Volveré a hacer la pregunta, Harry, y piensa sólo en la pregunta ¿de acuerdo?

- De acuerdo Ron.

- Harry..sólo..escucha mi voz y responde.

Si Hermione estuviese en peligro, un peligro al que tú..no supieras enfrentarte ni vencer, ¿volverías a hacer lo mismo que hiciste en aquél entonces? ¿irías sin duda a intentar rescatarla, aunque no supieras qué sería de ti en el intento?

- Con los ojos cerrados, Ron.

- Entonces..está claro. Estás enamorado, Harry.

- Ron..no empieces otra vez, por favor. Eso no tiene nada que ver con que la ame o no. Tú mismo has dicho que harías cualquier cosa con tal de que ella estuviese a salvo y que no sufriese daño alguno. Incluso dijiste que morirías por ella. Eso también podría significar que tú la amas.

- No Harry, eso no tiene nada que ver. Lo mío es más platónico que real. Ahora lo sé.

Lo que yo siento por Hermione es mucho cariño, amor..pero de verdadero amigo. Lo que siento por ella es una amistad profunda, tan profunda como la que siento por ti. Y lo suficientemente profunda y leal como para preocuparme por su vida y su seguridad. Incluso si el que ella esté a salvo implica, el que yo pueda morir en el intento. Es..amor de amigo. El mismo amor que siento por ti y tu amistad, Harry. Pero nada más, Harry, te lo aseguro.

- Entonces..si yo le pidiera salir..¿no te molestaría?

- Para nada, Harry. Es más, si Hermione tiene que tener novio, mejor que seas tú, su mejor amigo, el que mejor la conoce. Tú sí sabrías cómo hacerla feliz, lo sabrías mejor que nadie.

- Entonces no la amas.

- Ya te dije que no.

- Sí pero...quería ponerte a prueba.

- Pues ya ves que no te hacía falta. Espero que seáis felices, Harry, de verdad que lo espero.

- ¿De qué hablas Ron?

- De Hermione y tú saliendo juntos.

- Yo no voy a pedirle salir.

- Pero si antes me dijiste que..

- Como te dije Ron, era para ponerte a prueba. Quería saber tu reacción, hay veces que la gente dice que no siente nada más que amistad por una persona, pero luego cuando alguien dice "pues entonces yo le pediré salir" ellos se enfadan y contestan revelando sus verdaderos sentimientos. Quería saber si tú reaccionarías así, por eso dije que la invitaría a salir. Pero no hablaba en serio.

- Entonces..¿no te importaría que ella saliese con cualquier otro chico que no seamos nosotros dos?

- No..siempre y cuando el tipo la tratase bien, como ella se merece. Por lo demás, no me importaría.

- ¿Sabes qué Harry? Digas lo que digas..estás enamorado amigo, y hasta los huesos. Buenas noches, Harry.

- Tú estás mal, Ron, muy mal. Buenas noches.

- Tú sí que estás mal..Harry, fatal. Estás enfermo.

Ron se levantó de su asiento y se dirigió a la Salida de la Sala Común para irse a su habitación de Prefecto. Ya en la puerta, él se despidió de su mejor amigo con un movimiento de mano pero antes de que Ron se fuera, Harry le preguntó..

- ¿Enfermo de qué?

Y Ron contestó..

- De Amor por tu mejor amiga y ni siquiera te das cuenta.

Y con la misma, desapareció, dejando a un Harry aún pensativo delante del fuego.


Continuará...


Nota de la Autora: ¡No me matéis! Porque sé que os he vuelto a dejar a medias y sin saber qué es lo que contiene el libro que está leyendo Hermione en la Biblioteca. ¿Y sabéis qué? ¡No me arrepiento! ;-)

Bueno, a ver, os cuento que en este Cap 7, en un principio el Cap no terminaba con Harry pensando delante del fuego, el Cap terminaba con Hermione descubriendo algo muy interesante en el libro que ella está leyendo. Pero como me di cuenta que ya con lo de Hermione sí que se hacía más inmenso todavía el Cap, me dije, bueno pues lo corto y lo de Hermione lo pongo como principio del Cap 8 y luego sigo desarrollando el Cap desde ahí. ¿Os parece bien? Un besazo a todos y todas. RAkAoMi.