Nota de la Autora: ¡Hola cómo estáis! Por lo que sé, cada vez más picados y enganchados con el fic ejjejejee. Qué bien, cómo me alegro, quiere decir que no lo hago tan mal después de todo.
Como sabéis, todo lo que ocurre en mi fic es exclusivamente original mío menos los elementos que saqué de Buffy que ya os dije en anteriores Caps. Os aviso que este Cap 10, lo he dividido en dos partes porque si no, quedaría inmenso en uno sólo y se pasaría de los 300 kb que admite la Página.
Lo que leeréis ahora, será la primera parte, tendréis que leer las dos para leer el Cap Completo. Y ahora...
Atención en esta primera parte a:
la charla que hay al principio de este Cap entre Hermione y alguien más. Sobre todo prestad atención a lo que hablan sobre "El Regalo" y "Acto Puro". Y si ponéis atención veréis que las dos cosas tienen relación.
Atención a Ron.
Atención también cuando veáis que nombran "El Equilibrio" y "La Sala de Actos Puros". Todo eso es importantísimo.
Simbología:
Lo que va en cursiva y comillas son los pensamientos de los personajes.
Lo que va al lado de guión y letra normal, son los diálogos de los personajes.
Lo que aparezca en negrita, indica que es importante. Así que prestad atención.
Cap. 10. "La Primera Elegida (I)"
- ¿Arion? ¿eres tú?
- Sí, Elegida.
Hermione miró por todas partes, pero seguía sin ver a nadie en su Habitación.
- ¿Dónde estás, Arion?
- En todas partes, Elegida.
- Quiero verte.
- No debes, Elegida.
- ¿Por qué?
- Porque no ha llegado el momento.
- ¿Puedes verme?
- Puedo, Elegida.
- Claro que puedes, eres un Dios, y los Dioses lo ven todo, qué pregunta más tonta he hecho.
- Qué es lo que te preocupa, Elegida.
- Todo, Arion. Me preocupa todo, pero lo que más preocupada me tiene es..saber si yo soy yo o alguien creado por ti.
- Tú eres tú, Elegida. YO no te creé.
- Pero en el Libro ponía que la Elegida tenía 9 Características que servían para identificarla como tal y yo las tengo todas, ¿quiere eso decir que tú me las pusiste, Arion?
- No, Elegida. Yo no te las puse.
- Entonces..¿cómo es que las tengo?
- Porque eres la Elegida.
- ¡Pero si esas Características las creaste tú!
- No, no lo hice, Elegida. Esas nueve características no las creé yo, yo sólo las descubrí.
- No te entiendo, Arion.
- Llevo más de mil años observando a Lori, Elegida. Sé cómo era y cómo ha llegado a ser. Esas 9 características, son cosas que ella no tiene, Elegida. Las tienes tú, y sólo tú. Por eso es que eres la destinada para acabar con Lori, Elegida. Sólo tú podrás vencerla.
- ¡A ella no se la puede vencer, Arion! ¡Siempre resurgirá! ¡Es una Diosa y como tal, es Inmortal!
- Te equivocas, Elegida. Sí se la puede vencer, y tú eres la única que puede conseguirlo. Y si lo haces, ella no volverá nunca más.
- ¿No volverá nunca más?
- No, no lo hará.
- Pero si..siempre ha resurgido.
- Esta vez no lo hará, Elegida.
- ¿Cómo estás tan seguro de eso, Arion?
- Porque nadie vive eternamente.
- Nadie humano, Arion. Pero los Dioses sí lo hacéis. Y Lori es una Diosa.
- Ella no es una Diosa auténtica, Elegida. Fue nombrada Diosa, pero no nació Diosa. Por lo tanto, sí se la puede vencer y tú puedes hacerlo.
- ¿Por qué estás tan seguro que de que yo seré la que la venza?
- Porque nunca ha habido otra Elegida como tú, Hermione Granger.
- ¿Y qué tengo yo de especial que no tuvieran las otras anteriores a mí?
- Tú tienes las 9 Características que identifican a la Elegida.
- Eso ya me lo dijiste antes, Arion.
- Lo sé, pero no lo entiendes, Elegida.
- Pues acláramelo, Arion, por favor.
- Las 9 Características son cosas de las que Lori carece. Lori es malvada, tú no lo eres. Lori no tiene corazón, tú sí lo tienes y además es inmenso.
Lori no tiene amigos, tú tienes dos que te adoran y que te quieren con locura y harían lo que fuera por ti. Lori no siente amor, tú sí lo sientes y además de eso, lo muestras por aquellos a quienes estimas y aprecias. Lori no siente apego por este Mundo, tú lo amas muchísimo. Lori no es nada, tu lo eres todo. Lori no es persona, tú eres más que eso. Lori sólo es maldad, tú eres toda bondad. Lori es Oscuridad, tú eres Luz. Y lo más importante, Lori ya no sabe lo que es el Amor, tú.. eres el Amor.
- Y todo eso..¿qué tiene que ver con mis 9 Características, Arion?
- Tiene que ver con que..de lo que ella carece, a ti te sobra. Lo que ella necesita, tú lo tienes. Lo que hará que ella se rinda, es lo que hay en tu interior, Elegida.
- Arion, no te entiendo.
- Lo harás, Elegida. Llegado el momento, lo harás.
- ¿Y cuándo será ese momento, Arion?
- Cuando te enfrentes a ella, Elegida.
- Así que es cierto, tengo que luchar contra ella. ¿Para eso fui creada?
- Tú no has sido creada para luchar contra Lori, Elegida. Tú fuiste creada para ser tú.
- ¿Cómo dices, Arion?
- Hermione Granger nació para ser Hermione Granger, pero Hermione Granger no es sólo Hermione Granger, es además, la Elegida. Tú tienes mucho poder en tu interior, tú tienes un gran corazón, tú tienes mucho amor que dar y ofrecer a los demás. Tú tienes mucha bondad y valor dentro de ti. Esas cualidades te hacen fuerte y muy superior a Lori, y esas cosas yo no te las di. Son tuyas, y de nadie más.
- No claro, tú no me diste esas cualidades. Tú lo único que hiciste fue escogerme para ser la Elegida, ¿verdad?
- Sí, exacto.
- Oh pues..¡MUCHAS GRACIAS POR ELEGIRME PARA PROCURARME UNA MUERTE SEGURA!
- Para eso no te escogí, Elegida.
- ¿NO? ¡PUES YO CREO QUE SÍ!
- No te enfades, Elegida. No debes enojarte, deberías alegrarte.
- ¿ALEGRARME? ¿DEBERÍA ALEGRARME AL SABER QUE ME ESPERA UNA MUERTE SEGURA? ¡ESO NO ES ALGO QUE ME CAUSE ALEGRÍA NI TAMPOCO SATISFACCIóN, ARION!
- Deberías alegrarte sabiendo que no hay nadie como tú, Elegida. Hermione Granger es la Bruja Muggle más poderosa que ha nacido jamás. Repito, no hay nadie como tú, ni tampoco con tanto poder y fuerza interior como tienes tú. Y esa fuerza interior que tienes, será tu mejor arma contra Lori.
- ¿Mi fuerza interior será mi mejor arma contra ella? ¿no era el Regalo?
- No, Elegida, no es el Regalo. El Regalo será fundamental para vencerla, eso es cierto. Pero es tu fuerza interior lo que será determinante a la hora de que ella lo acepte.
- Arion, ¿cuál será mi Regalo?
- Llegado el momento, lo sabrás, Elegida.
- ¿No podrías decirme algo más?
- Sólo que..se encuentra en tu interior, y es algo que sólo tú puedes ofrecer.
- Eso ya lo sabía Arion, no me has dicho nada nuevo.
- Es todo lo que necesitas saber acerca de él por el momento, Elegida.
- ¿Por qué me escogiste, Arion?
- Porque no ha habido otra Bruja Muggle mejor que tú, Elegida.
- ¡Pero si solo tengo 16 años y ni siquiera he aprendido todos los secretos de la Magia, Arion! ¿Cómo no iba a haber otra mejor que yo?
- Porque no lo hay, ni lo habrá. Nunca hay dos humanos iguales, Hermione Granger. Y tú eres única en tu género. Por eso eres especial.
- ¿por eso tengo las 9 Características?
- Sí, ellas forman parte de ti desde el instante en que naciste. Ni siquiera tu nacimiento fue en circunstancias corrientes. Y esa es una de las cosas que identifica a la Elegida. ¿No lo entiendes Hermione Granger? Yo no te escogí para ser la Elegida porque yo te pusiera las 9 Características, fueron las 9 Características de la Elegida las que nacieron contigo. Por eso eres tan especial, Hermione Granger. Porque en ti se cumplen las 9 Características y porque además, tienes otras que te hacen única y distinta al resto de las Elegidas que te han precedido.
- Quieres decir..¿qué nací para ser la Elegida, por cosa del..Destino?
- Sí, exactamente. Ni yo ni ningún otro Dios tuvimos que ver en eso.
- Y..suponiendo que ese sea mi Destino, si yo..logro vencer a Lori completamente, una vez que ella haya desaparecido para siempre, ¿qué será de mí? ¿yo también desapareceré una vez que haya cumplido con mi Destino de vencer a Lori?
- No tienes por qué desaparecer, Elegida.
- Ya pero..¿es posible?
- Sí, es posible.
- O sea, que..una vez que acabe con ella, dejaré de existir.
- Puede que sí.
- Entonces..voy a morir, ¿verdad?
- Es probable que eso suceda, Elegida. Pero no tiene por qué ocurrir.
- ¿No? ¡pero si tú mismo has dicho que una vez que acabe con Lori puedo desaparecer!
- Puedes desaparecer como Elegida, pero no como Hermione Granger.
- No te entiendo, Arion.
- Es lo que he intentado explicarte antes, Elegida. Tú eres tú por ti misma, no por ser la Elegida. Tú no has nacido para ser la Elegida.
Tú has nacido para ser tú, pero da la casualidad que las 9 Características que tiene la Elegida son cosas que tú tienes por ti misma, porque forman parte de ti y tu personalidad. Por eso es que forma parte de tu Destino ser la Elegida. Y por eso eres la más poderosa de todas las Elegidas que ha habido antes de ti. Ninguna tuvo nunca tanto poder como tienes tú, ni tanta voluntad y fuerza interior como tienes tú.
¿Lo entiendes ahora, Hermione Granger?
- No del todo, Arion. Entiendo que yo soy yo, pero..¿por qué soy yo la más poderosa de las Elegidas?
- Porque eres la única Elegida que tiene las 9 Características. Por eso, Hermione Granger.
- ¿Qué? ¿las otras Elegidas no las tenían? ¡Pero si en el libro decía claramente que había 9 Características para identificar a la Elegida!
- Y las hay, pero no todas las Elegidas las tuvieron. Algunas sólo tenían unas pocas y otras..sólo una. Pero todas ellas fueron Elegidas aunque no tuviesen las 9 Características. Tú sí las tienes y eso es lo que te hace única y especial y la más poderosa de todas las Elegidas.
- Ah..ahora sí lo entiendo.
- ¿Y saber que eres la mejor de las Elegidas, no te llena de orgullo y satisfacción, Hermione Granger?
- No, Arion. Porque aun siendo la mejor de las Elegidas, sé que sólo por ser la Elegida y tener que enfrentarme a Lori, puedo morir. Y morir no es algo que me alegre ni me enorgullezca.
- Pues sí es algo que debería enorgullecerte, Hermione Granger. Porque en ti recae el Destino del Mundo.
- Menuda alegría, Arion. Qué feliz me hace saber que si fracaso, todos moriremos, no veas cómo me alegra eso. Estoy en Éxtasis.
- No hace falta ser sarcástica, Elegida. Sé que estás molesta. Pero te aseguro que contigo, todo será diferente.
- ¿Crees que venceré?
- No lo creo, lo sé.
- ¿Cómo lo sabes, Arion?
- Porque después de ti, ya no habrá más Elegidas.
- ¿Qué has dicho?
- He dicho..que después de ti, ya no habrá más Elegidas, eso he dicho.
- ¿y cómo lo sabes?
- Porque todo tiene su tiempo y duración, Hermione Granger. Y el tiempo de Lori se está acabando.
- Pero si ella es una Diosa, ¡es eterna! ¡Su tiempo no se puede acabar nunca! ¡es infinito!
- No, no lo es, Elegida. Pronto llegará el momento en que Lori dejará de ser la que es, y será entonces cuando tú la vencerás, y el Mundo Mágico dejará de correr peligro.
- No entiendo por qué..Lori dejará de ser la que es, Arion.
- Es fácil, Elegida. Ella no es una Diosa auténtica, fue nombrada Diosa. Pero si ella dejase de serlo, entonces..
- Entonces..sería más fácil de vencer, ¿verdad Arion?
- Eso es, Hermione Granger. Has acertado, como siempre.
- Pero..según lo que leí en el libro, la única forma de que Lori pierda su Rango de Diosa y sus poderes, es..si Rak se los quita. Y no creo que Rak le quite el Rango de Diosa, nunca lo ha hecho. Ella siempre le ha sido útil.
- Eso es cierto, Elegida. Pero puede que eso cambie.
- ¿Y por qué iba Rak a quitarle los poderes a Lori?
- Porque después de tantos años y Siglos, ella aún no ha conseguido activar el Portal y puede que Rak se canse de esperar que eso pase.
- Un momento..creo que sé a lo que te refieres, Arion. Leí en el libro, que tanto Rak como Lori quieren traer el Caos al Mundo Mágico, aunque por motivos distintos. Ella..por venganza y odio hacia ti. Pero él..para crear un Mundo Mágico a su gusto y antojo. ¿Verdad?
- Exacto, Elegida.
- O sea, que durante miles de años, Rak ha estado esperando que Lori activase el Portal para..¡aprovechar eso para poder invadir nuestro Mundo, conquistarlo y hacerlo a su antojo! ¡Y si Lori no lo consigue esta vez, entonces él..perderá la paciencia y actuará por su cuenta! ¿Es eso, Arion?
- Sí, Elegida. Eso es. Como te dije antes, el tiempo de Lori se está acabando. Rak se ha cansado de esperar, llegará el momento en que Lori se manifestará e intentará activar el Portal y si fracasa de nuevo, entonces será el propio Rak el que se presente ante ti y los tuyos. Y siento decirte que cuando eso suceda, ya no habrá salvación para ti ni tampoco para Lori.
- ¿Ni siquiera con el Regalo podría vencer a Rak?
- No, Elegida, ni siquiera con eso. Porque Rak no es como Lori. Y lo que le satisface a Rak, no es lo mismo que lo que podría satisfacer a Lori. Así mismo, el poder de Rak es mucho mayor y destructivo que el de Lori, pero muchísimo más.
- Entonces..si Rak logra presentarse, será como si..¿llegase el Apocalipsis?
- Mucho peor que eso, Elegida. Si Rak logra llegar a vuestro Mundo, lo que él desencadenará será algo más grande y destructivo que un Apocalipsis, será el Fin del Mundo y nada ni nadie le podrá detener. Él sí es un Dios Auténtico y no hay manera de vencerle.
- No puede ser, Arion, alguna forma habrá.
- No, Elegida. Rak es un Dios del Mundo Mágico, y mientras exista la Magia, los Dioses existirán. Mientras las personas crean en la Magia, La Magia no morirá.
- Entonces..¡sí hay una manera de vencer a Rak, Arion!
- ¿Tú crees?
- ¡Claro que la hay! Lo único que tendríamos que hacer sería..dejar de creer en la Magia. Si dejamos de creer en la Magia y en el Mundo Mágico, los Dioses y Diosas que lo habitan, dejarán de existir.
- Sí Elegida, pero eso acabará con el Mundo Mágico. Con todo. Tanto con los Dioses y Diosas, como con las restantes criaturas que lo habitan. Incluso con los Magos y Brujas.
- Dios mío, o sea, que..sería..
- El fin del Mundo Mágico, Elegida. Todo desaparecería, todo. Incluso..Hogwarts.
- Y..los Magos y Brujas Muggles...
- dejarían de serlo para ser sólo Muggles, Elegida.
- Y los Magos y Brujas Auténticos como Dumbledore, McGonagall, las Señoras Pince y Pomfrey..
- Morirían, Elegida.
- Entonces..no podemos dejar de creer en la Magia, Arion. Porque si lo hacemos, condenaríamos a todos a una muerte segura.
- Sí, Elegida. Por eso te dije antes que no había ni hay forma de detener a Rak. A menos que..
- ¡Qué, Arion!
- Que..hubiese un Acto Puro.
- ¿Un Acto Puro, Arion?
- Sí.
- ¿Qué es?
- Es..algo que se dé de corazón. Porque de verdad se desee.
- ¿Y por qué sería eso lo único que podría detener a Rak?
- Porque Rak es un Dios destructivo, Elegida. Él sólo trae Destrucción, Dolor, Maldad y Sufrimiento. Él trae la Muerte.
- ¡Pero si a la Muerte no se la puede vencer, Arion! ¿de qué serviría hacer un Acto Puro si no existe la manera de ganar a la Muerte! ¡Es algo inevitable contra lo que la Magia no puede luchar!
- La Muerte es inevitable y también invencible, Elegida. Pero se la puede aplacar, complaciéndola.
- ¿Complaciéndola? ¿Y cómo se puede complacer a la Muerte, Arion?
- Con vida, Elegida.
- ¿Con vida, Arion?
- Sí, Elegida. Eso he dicho.
- Un momento, dijiste que..un Acto Puro es algo que sale del corazón, que de verdad se desea dar. Entonces.. si Rak se presentase en nuestro Mundo y desencadenase la Muerte, la única forma de detenerla, sería..¿si yo por ejemplo ofreciese mi vida a cambio de salvar al Mundo? ¿Eso haría que Rak detuviese todo?
- No, Elegida. No sería Rak el que lo detuviese, sería la propia Muerte la que lo haría.
Rak puede llamar a la Muerte para que ella destruya el Mundo Mágico, pero la Muerte no tiene por qué obedecer sus órdenes. Si la Muerte decide destruir el Mundo Mágico, será porque ella quiera hacerlo. Pero la Muerte además de destructiva es avariciosa, y destruir el Mundo Mágico no será lo único que quiera, ella querrá llevarse algo más, y tu vida o la de cualquier otro, sería algo que la satisfaría muchísimo. Sí, puede que tu Sacrificio voluntario, fuese lo que detuviese todo el Proceso.
- O sea, que tanto con Lori como con Rak, puedo morir.
- Lamentablemente, así es, Elegida.
- Pues vaya, menudo futuro tengo.
- Es tu Destino, Elegida. Nuestro Mundo está en tus manos, Elegida. Tú eres la que decidirá nuestro futuro. Tú y tus actos, Elegida.
- ¿Podrías dejar de llamarme Elegida, Arion? Te confieso que ahora mismo, es una palabra que odio. Prefiero que me llames por mi nombre, Hermione. Si no te importa, claro.
- No, no me importa. Como quieras, Hermione Granger.
- Sólo Hermione, gracias.
- De acuerdo. Hermione.
- Arion..por curiosidad, ¿dónde está la Llave? Tú has de saberlo.
- Lo sé, pero eso es algo que sólo tú tienes que averiguar, al igual que debes descubrir a Lori antes de que sea tarde.
- Ya..ya. Tengo que descubrirla antes de que sea tarde. Eso lo sé. Y estoy más que harta porque no la encuentro. NO creo que ocupe ningún cuerpo humano de este Castillo.
- ¿Seguro, Hermione?
- Segurísimo, no he notado nada extraño en nadie.
- Quizás no buscaste bien, Hermione.
- Eso quiere decir, que sí está en un cuerpo humano, ¿verdad Arion?
- Es posible, Hermione. Puede que ella ocupe un cuerpo humano o puede que ocupe
- Un Sentimiento, lo sé, Arion. Lo leí en el libro. Y los Sentimientos se encuentran en el corazón. Así que lógicamente sea un sentimiento o una persona, sigue estando en un cuerpo humano.
- Eso es, Hermione. Vuelves a acertar.
- Arion..¿puedo hacerte una pregunta?
- Todas las que quieras, Hermione.
- ¿Cómo era Lori?
- ¿Era? ¿te refieres al aspecto físico?
- Sí, tengo curiosidad.
- Pues...ella era muy bella. Tenía..el cabello rubio y los ojos muy azules, del color de los zafiros. Tenía..una piel blanca pero no pálida. Y..una figura estilizada. Ella..era una belleza andante. Jamás vi una mujer más guapa y atractiva que ella, ni siquiera en Diosas vi esa belleza. Ella era única.
- Por el tono de tu voz al describirla, se nota que aún estás enamorado de ella, Arion.
- Lo estoy, siempre lo estaré.
- Es algo que me asombra, Arion. Porque después de todo lo que ella ha hecho, después de todo el odio que siente hacia ti y el Mundo Mágico, no sé cómo no has dejado de quererla.
- Porque cuando se ama de verdad, el amor no muere nunca, a pesar de todo el daño que te pueda hacer la persona amada, cuando uno ama de verdad, sabes perdonar. Yo hace mucho que perdoné a Lori por odiarme, pero una cosa es que yo perdone su odio hacia mi y otra muy distinta que la perdone por querer destruir el Mundo Mágico, eso aún no se lo he perdonado. Por eso quiero detenerla, llevo miles de años queriendo hacerlo pero todavía no lo he conseguido. Yo sólo no puedo hacerlo, por eso necesito tu ayuda.
- ¿Ayudaste también a las otras Elegidas a vencer a Lori?
- No, ellas no necesitaron mi ayuda para vencerla. Pero te digo que no todas consiguieron acabar con Lori, algunas no llegaron a vencerla, murieron antes de hacerlo. Otras sí la vencieron aunque muriendo en el intento.
- ¿No ha habido ninguna Elegida que se haya enfrentado a Lori y haya salido con vida después de vencerla?
- No.
- Eso es algo que sin duda, me alienta mucho.
- Puedo notar la ironía en tu voz, Hermione. Pero te aseguro que tú sí vivirás. Y la vencerás.
- Eso si Rak no decide presentarse de improviso, claro.
- Él no lo hará mientras ella esté contigo.
- ¿Qué quieres decir, Arion?
- Que Rak no se presentará ante ti y tu Mundo, a menos que Lori no esté contigo.
- No lo entiendo, Arion.
- A Rak no le conviene presentarse porque sí y que los Magos y Brujas de la Tierra le vean. Pocos saben que él existe.
- Pero si el libro habla de él.
- Sí pero ese libro no lo ha leído todo el mundo. Sólo los escogidos para esta misión.
- Un momento, la Profesora McGonagall fue quien me recomendó el libro, la Señora Pince sabía de qué hablaba el libro e incluso sabía que yo era la Elegida. Minerva McGonagall es mi Vigilante, pero la Señora Pince no tiene nada que ver conmigo y mi Misión, ¿por qué ella sabía de qué hablaba el libro y que yo era la Elegida si ella no es una escogida para esta Misión?
- Porque su madre fue una de las Elegidas. Y le habló de lo que era ser Elegida y lo que representaba. Y su madre fue la que le contó cosas de ese libro cuando ella era pequeña. Por eso ella sabe todo lo que sabe.
- ¿Su madre fue una de las Elegidas?
- Sí, lo fue. Hace muuuuuchos años.
- Pero si me dijiste que todas murieron, ¿cómo le pudo contar a su hija todo?
- Porque se lo dejó por escrito. Y ella lo encontró años después de que su madre muriera.
- La madre de la Señora Pince ¿ya era madre con 16 años?
- No, la madre de la Señor Pince tuvo a su hija con 20 años. Con 23 se enfrentó a Lori y murió en la lucha.
- ¿Pero no se suponía que la Elegida tenía que tener 17 años cuando se enfrentase a Lori?
- No, no tiene por qué. Esa es una de las Características de la Elegida, pero como te dije antes, ha habido Elegidas que no han reunido las 9 Características y sí se han enfrentado a Lori, la madre de la Señora Pince fue una de ellas.
- ¿Cómo murió?
- En el combate. Ella gastó toda su energía vital para lanzarle un rayo de energía a Lori. Pero no logró acabar con ella.
- ¿Y entonces cómo la venció?
- No lo hizo. A Lori la venció el tiempo.
- ¿El tiempo?
- Sí, Hermione. Eso he dicho. Lori vuelve cada 300 años. Y ella lo hace en un día concreto y en un momento concreto. Y cuando pasa ese día y ese momento concreto, si ella no ha logrado activar el Portal, entonces ella vuelve a desaparecer y regresa a su Dimensión del Inframundo.
- Espera, ahora que lo dices, creo que leí en el libro algo sobre eso del tiempo de Lori. Creo que mencionaba algo cuando leía la parte de tu amiga la joven bruja. Y si mal no recuerdo, decía que.. "Y la noche terminó, así como el tiempo de Lori y el Amanecer llegó de nuevo a la Tierra".
- Sí, eso es, Hermione.
- Eso quiere decir que..si me tiro toda la noche luchando con ella y amanece antes de que se active el Portal, ella desaparecerá.
- Sí, eso es.
- Bien, entonces no tengo de qué preocuparme. Luchar durante toda una noche...eso puedo hacerlo.
- Es cierto, puedes hacerlo, pero entonces no evitarías el regreso de Lori 300 años después. Y tu Misión como Elegida es, ante todo, acabar con la Misión de Lori de traer el Caos y la Destrucción al Mundo Mágico.
- Bueno..pero..puede que dentro de 300 años haya otra Elegida mejor que yo.
- ¡No, no la habrá! ¡Ya te he dicho que tú eres la última de las Elegidas! ¡Es tu responsabilidad y tu Destino el acabar con la Misión de Lori!
- Lo..lo siento Arion, no quería que te enfadaras. Perdona lo que te he dicho.
- NO es lo que me has dicho lo que me enfureció, sino tu actitud. ¿Desde cuándo eres Cobarde, Hermione Granger?
- ¡YO NO SOY COBARDE, ARION!
- SÍ LO ERES. Dijiste que lo único que tendrías que hacer era luchar contra ella durante toda una noche y esperar a que Amaneciese, eso es una actitud cómoda y cobarde, Hermione Granger.
- ¡YO NO SOY COBARDE, ARION! Simplemente pensé en otra posibilidad, ¿es que eso es malo?
- ¡SÍ LO ES, HERMIONE! ¡TÚ ERES LA ELEGIDA, SABES LO QUE TIENES QUE HACER! ¡LA ELEGIDA NO DEBE DUDAR NI TAMPOCO PLANTEARSE OTRA POSIBILIDAD! ¡SI DUDAS, ENTONCES ESTARÁS PERDIDA!
- ¿Por qué no debo dudar, Arion?
- ¡Porque eso sería una muestra de debilidad y eso lo usaría Lori en tu contra!
- Entiendo. Lo tendré en cuenta.
- Bien. No esperaba menos de ti, Hermione.
En ese momento, llamaron a la puerta.
- ¿Quién es?
- Harry y Ron, Hermione, ¿podemos pasar?
- Sí, un momento.
Ahora Hermione habló en voz baja.
- Arion, gracias por todo. ¿Podríamos seguir hablando en otra ocasión?
- Sí Hermione, estoy a tu disposición cuando lo creas oportuno- contestó el Dios en susurros.
- Gracias Arion.
- De nada Hermione.
Hermione abrió la puerta y dejó pasar a sus dos amigos.
En cuanto la tuvo delante, el pelirrojo se echó a sus brazos.
- ¡No Ron! ¡no la toques!- gritó Harry.
Demasiado tarde, los brazos de Ron ya se habían cerrado en la espalda de Hermione y antes de que ninguno pudiese evitarlo, sus brazos y manos comenzaron a enrojecerse rápidamente. Hermione se apartó de Ron de inmediato. A Ron se le saltaron las lágrimas.
- ¡Auuuu! ¡duele, duele, y quema, quema!
- Ron..¡Dios mío Ron! ¿estás bien?- ella se acercó pero Ron se apartó de Hermione.
- No..no te acerques a mí, Hermione.
- Ron...¡lo siento! ¡yo no quería que pasara esto!
- Harry..por qué no me lo dijiste- dijo Ron.
- Lo hice, anoche te lo dije. ¿Recuerdas?
- Así que es cierto, quemas a quien te toca- comentó Ron mirando ahora a Hermione.
- Sólo..sólo si no me avisan de que van a hacerlo. Por favor Ron, ¡déjame curarte!
- No gracias, ya lo hará la Sra. Pomfrey. Prefiero que no te acerques más a mí, al menos por el momento.
- Pero Ron..yo..
- Tú sabías que esto pasaría, ¿verdad? ¿por qué no evitaste que te tocara Hermione?
- ¡Yo no sabía que ibas a abrazarme, Ron! ¡Ni siquiera sé por qué lo hiciste!
- ¡Lo hice porque hacía mucho que no te veía ni hablaba contigo y estaba contento de verte! ¡ era una forma de saludarte y tú vas y me devuelves el saludo quemándome! ¡sabías que eso pasaría y ni siquiera intentaste evitarlo!
- ¡Eso no es cierto Ron!
- ¿No? Pero si me viste acercarme a ti, me viste ponerme delante tuya, tuviste que suponer que yo te tocaría de alguna forma. Y aún así, no me dijiste nada.
- Ron..¿me estás acusando de quemarte adrede? ¿es eso?
- Sí.
Hermione miró a Ron con expresión dolida.
- Siento mucho haberte herido, Ron. Siento mucho que pienses eso de mí. Siento mucho que creas que no me importaba que te quemaras. Pero siento mucho más, el que no aceptes mis disculpas ni tampoco me dejes curarte.- Al decir eso último, los ojos de Hermione se llenaron de lágrimas.
- Hermione..yo..
- ¡Lo siento mucho Ron! ¡de verdad que lo siento!
Ella le dio la espalda a Ron y salió corriendo fuera de su habitación de Prefecta. En el momento en que Hermione desapareció de la vista de sus dos amigos, Harry cogió a Ron por el cuello de su camisa y le puso contra la pared.
- Cómo has sido capaz, ¡de decirle algo así!.
- Harry..tranquilízate, yo..no quería herirla. Me salió sin pensar, tú sabes que eso me pasa a veces.
- ¡Pues deberías pensar antes de abrir la boca, Ronald Weasley!
- Mira quién lo dice. Tú también hablas sin pensar muchas veces, Harry.
- ¡Pero yo no he acusado nunca, a mi mejor amiga de quemarme a propósito, Ron! ¡Tú sí lo has hecho!
- Lo siento mucho, Harry.
-¡Yo también lo siento, Ron! ¡Siento mucho que tú mismo te llames amigo suyo cuando lo único que haces es hacerla sentirse mal una y otra vez!
- ¡Eso no es cierto Harry! No siempre me porto mal con ella.
- ¡No? ¿y lo de antes ha sido un buen comportamiento? ¡¡Sabes qué?! ¡¡debería partirte la cara por lo que le has dicho, Ron!!
- Ya te he dicho que lo siento, Harry. Suéltame por favor.
- Sólo si me prometes, que irás corriendo a buscarla y le pedirás perdón por el daño que le has hecho.
- Lo haré Harry, lo juro.
- Bien. Y Ron..
- Qué Harry.
- Que sea la última vez que la haces llorar.
Tras ese último comentario, Harry liberó su agarre sobre Ron y dejó marchar al pelirrojo, el cuál, salió corriendo en busca de su amiga mientras Harry se dirigía al despacho de Dumbledore.
En la Sala Común de Gryffindor, ahí fue donde Ron encontró a Hermione, encogida en un Sillón con la cabeza baja y los ojos empañados de lágrimas. Ron se acercó a ella y se sentó en otro Sillón que había justo enfrente del de Hermione.
- Hermione yo..lo siento.
- Estoy..tan cansada.
- ¿Cansada? De qué.
- De todo Ron. De todo este asunto, lo que conlleva, y de lo que debo hacer y aún no he hecho.
Estoy realmente cansada Ron. Cansada físicamente, moralmente.. cansada también de hacer daño a las personas que quiero.. pero sobre todo estoy cansada de que mis dos amigos no puedan ni siquiera tocarme sin correr el riesgo de quemarse por mi culpa.
- No..no te preocupes por eso, Hermione. De verdad. Nosotros..lo entendemos.
- ¿Seguro? porque tú..tú antes no pareciste entenderlo.
- Lo..lo siento mucho, Hermione. Es que..me asusté y por eso reaccioné así. Yo..debí pensar antes de hablar. No quería..hacerte llorar, no quería herirte. De verdad que no. ¿Me perdonas?
- ¿Si te perdono, Ron? ¡Pues claro que te perdono! Ven aquí Ron, si soy yo la que te toca no te pasará nada.
Hermione abrió sus brazos y Ron se acercó sin dudar, dejándose abrazar por ella aunque él no correspondió a ese abrazo por miedo a quemarse otra vez. Ella le dio un sincero abrazo mientras dejaba salir las últimas lágrimas.
- No quiero enfadarme contigo. No quiero que te enfades conmigo Ron, no quiero perderte. Eres mi amigo y te quiero. Lo sabes ¿verdad?
- Lo sé Hermione, lo sé. Yo..yo también te quiero mucho.
- ¿De verdad?
- Sí, de verdad. Sé..que no siempre me porto bien contigo, Hermione. Pero de veras que te aprecio y te quiero. Haría cualquier cosa por ti y tu seguridad. Lo juro.
- Gracias.
- No mes las des Hermione. No me las merezco.
- Sí te las mereces Ron. ¿Y sabes qué? Tengo suerte de tener unos amigos como vosotros. De verdad que sí.
- No Hermione, somos Harry y yo los que tenemos suerte de tener una amiga como tú.
Hermione volvió a sollozar otro poco. Ron se apartó de ella.
- Me gustaría..que me curaras Hermione. ¿Quieres?
- ¿De verdad?
- Claro que sí Hermione. Lo estoy deseando.
Ella lo hizo y Ron se lo agradeció con una sonrisa, Hermione se sintió más relajada tras verle sonreír.
- Me gustaría..darte un abrazo, Hermione.
- Y puedes Ron, sólo tienes que avisarme, eso es todo.
- Entonces..¿puedo hacerlo ahora?
- Claro que sí Ron.
Él lo hizo y unos momentos después, Ron y Hermione abandonaban la Sala Común en busca de Harry.
Mientras tanto, en el Despacho de Dumbledore, Harry hablaba con el Director de Hogwarts sobre todo lo ocurrido la noche anterior en el Roble Centenario.
- Así que por fin habéis arreglado las cosas la Señorita Granger y tú, me alegro mucho Harry.
- Sí, yo también. Profesor, ¿puedo hacerle una pregunta?
- Sí Harry.
- ¿Cuál es la Diosa con la que Hermione tiene que luchar?
- Pues..no puedo decírtelo, Harry. No soy el más indicado para hablarte de ella. Deberías preguntárselo a tu amiga.
- Pero es que..sé más o menos en qué consiste su Misión, lo único que me falta saber es el nombre de la Diosa. Creo que si lo averiguo podría ayudarla más. Hacer algo, lo que sea.
- Harry, no te preocupes por eso ahora, estoy seguro que si la Señorita Granger necesita tu ayuda, ella será perfectamente capaz de pedírtela.
- Supongo que sí, aunque de momento no lo ha hecho.
- Sus razones tendrá, Harry. Por cierto, ¿es cierto que Hermione tuvo una Premonición el otro día?
- ¿Premonición?
- Eso he dicho, Harry.
- No le preguntaré cómo lo sabe, pero sí, en efecto, ella tuvo una Premonición al salir de clase de Pociones, la dijo delante mía y de Ron.
- ¿Recuerdas las palabras exactas de la Premonición, Harry?
- Sí Profesor, me acuerdo de todo.
- Bien, entonces..busca a la Profesora McGonagall y díselas.
- Pero..¿no me acaba de decir que se las cuente a usted?
- Sí Harry, pero creo que es mejor que se lo cuentes primero a McGonagall.
- ¿Puedo preguntar por qué, Profesor?
- Porque..creo que es lo más conveniente.
- ¿Porque es la Vigilante de la Elegida?
Dumbledore miró sorprendido a Harry.
- No se sorprenda tanto, Profesor Dumbledore. Yo también tengo mis recursos para enterarme de las cosas.
- No lo dudo Harry, no lo dudo. Bien, entonces si sabes qué es la Vigilante de la Elegida, comprenderás por qué tienes que contarle primero a McGonagall lo de la Premonición.
- Sí, lo sé. Porque si no se lo cuento a ella primero, y se lo cuento a usted, usted estaría violando el pacto de un tal..Arion, creo que se llamaba.
- Sí, eso es Harry.
- ¿Puedo preguntar en qué consiste ese pacto, Profesor? ¿Y qué Dios es ese?
- Harry, lo siento, pero yo no soy el más indicado para hablarte de esto.
- Pero usted me explicó el otro día lo de los Nuevos Poderes de Hermione, Profesor, ¿por qué ahora no puede hablar conmigo?
- Aquello era distinto, Harry. No tenía tanta importancia, no estaba violando ninguna norma del pacto al hablarte de los Nuevos Poderes de la Señorita Granger, pero la Premonición sí tiene importancia. Por eso es que debes decirle de qué trata a la Profesora McGonagall y cuanto antes mejor, Harry. "No nos queda mucho tiempo"
- Está bien, Profesor Dumbledore, haré lo que me aconseja.
- Me alegro, Harry. No esperaba menos de ti. Y ahora si me disculpas, tengo que ver a Hagrid.
Cuando Harry llegó de nuevo a la planta baja, se encontró con Ron.
- ¿Y bien Ron?
- Todo arreglado Harry. Por cierto, te estábamos buscando. ¿Dónde estabas?
- Con Dumbledore.
- ¿Dumbledore? Harry ¿te vuelve a doler la cicatriz?
- No, no, qué va, no es eso. Es..otro asunto. Por cierto ¿dónde está Hermione?
- Con McGonagall, ha ido a verla. Dijo que no iría a clase.
- Pues..yo tampoco voy Ron. Te veo luego.
- ¡Espera Harry! ¡Voy contigo!
- ¡No Ron! ¡entra en clase, ya te lo contaré todo luego!
Mientras Harry se apresuraba al Despacho de McGonagall para contarle lo de la Premonición de Hermione, su mejor amiga se encontraba con su Profesora favorita relatándole todo lo que Winky le había dicho acerca de la Advertencia contenida en la Profecía.
- Y eso es todo, Profesora McGonagall.
- ¿Piensa usted hablar con Winky para saber qué es lo que ella no pudo decirle, Señorita Granger?
- Sí.
- Pues..no hace falta, creo que yo misma podría decírselo.
- Si no le importa, prefiero que sea ella la que me lo diga, Profesora. La conozco y sé que se deprimirá mucho si se entera que no es ella la que terminó de darme el mensaje sino otra persona. Así que si no le importa, prefiero que no me lo diga usted. ¿Lo entiende?
- Por supuesto que sí, Señorita Granger. Lo entiendo y lo respeto.
- Muchas gracias, Profesora.
- Bien, y ahora..repasemos de nuevo la Profecía y sus interpretaciones, quiero aclararle algunas cosas antes de que usted se encuentre con ella.
- Como usted prefiera, Profesora.
- ¿Ha visto usted el Calendario Lunar, Señorita Granger?
- No, Profesora, hoy no lo he consultado.
- Pues le aviso de que mañana será la noche de la Alineación de Estrellas y una vez que eso se produzca iremos a contra reloj, sólo nos quedarán tres días para localizar a Lori y evitar que abra el Portal.
- ¿Mañana? ¡Mañana! Por Merlín y toda su Magia. ¡ Qué hacemos!
- Darnos prisa, Señorita Granger, toda la prisa posible antes de que sea demasiado tarde. Y ahora..veamos la Profecía porque..por si no se ha dado cuenta, Señorita Granger, el Cielo está completamente nublado, lleva todo el día así y no creo que vaya a cambiar. Y si el cielo está nublado, cuando caiga la noche...
- La Luna no se verá. Será una noche sin Luna.
- La noche en la que deberá invocar usted a la Primera Elegida, tal y como dice la Profecía.
- Esta noche..debo invocarla.
- Sí, Señorita Granger. Esta noche. ¿Sabe a qué hora?
- Sí Profesora, a Medianoche.
- Bien, continuemos.
En ese momento, llamaron a la puerta.
- ¿Quién es?- preguntó McGonagall.
- Soy Harry, Profesora, ¿puedo pasar? Necesito hablar con usted.
Hermione hizo señas a la Profesora de que no le dejase entrar, McGonagall comprendió rápidamente.
- No, lo siento mucho Señor Potter pero ahora mismo me encuentro en una reunión, vuelva usted más tarde.
- ¡Déjeme entrar Profesora! ¡Es importante!
Minerva miró otra vez a Hermione, la Prefecta negó con la cabeza.
- Lo siento nuevamente Señor Potter, pero no puedo dejarle entrar por el momento. Regrese luego.
- ¡Si no me abre la puerta, la echo abajo!
- ¡Señor Potter! ¡deje de decir tonterías!
- ¡Juro por lo más Sagrado que, o me deja entrar en su Despacho o hago añicos la puerta!
La Jefa de la Casa Gryffindor miró alarmada a Hermione, la Prefecta asintió con la cabeza.
Cuando la Profesora abrió la puerta, Harry entró deprisa y cerró de golpe.
- ¡Por fin! ¡Hermione, Profesora McGonagall! Tengo algo que contaros.
- ¿Sobre qué?- preguntó Hermione.
- Sobre tu Premonición del otro día.
- Así que es cierto- comentó McGonagall.
- Sí, ella la dijo delante de Ron y mía. Y creo que puede ser importante para su Misión.
- Veo, Señorita Granger, que siguió usted mi consejo y habló con sus amigos de todo este asunto.
- No, Profesora, sólo con Harry. Ron aún no sabe nada- dijo Hermione.
- Te equivocas Hermione, sí lo sabe. Yo se lo conté.
- ¿Cuándo?- preguntó Hermione.
- Anoche, antes de que nos encontrásemos tú y yo en el Roble Centenario, él y yo estuvimos hablando en la Sala Común y..eh..bueno, le conté que..sabía cosas sobre tu Misión. Aunque no le dije todo, pero él sabe que eres la Elegida y que debes luchar contra una Diosa Infernal, por cierto, ¿cómo se llama la Diosa?
Hermione miró a Harry y luego a McGonagall, la Profesora asintió con la cabeza.
- La Diosa se llama..Lori. Ése es su nombre.
- Bien, Señor Potter, ahora que su curiosidad ha sido satisfecha, díganos por favor lo que sepa de la Premonición.
- Lo sé todo, Profesora. Bueno..todas las palabras que Hermione dijo.
- Repítalas, voy a tomar nota.
- ¿Ya?
- Cuando usted quiera, Señor Potter. Soy toda oídos.
- Bien, las palabras fueron las siguientes:
"El futuro está en peligro. La era del Caos se aproxima. Cuando el Día y la Noche se junten y la sangre sea vertida, el Portal se abrirá y las dimensiones se fundirán. Si la Llave activa el Portal, sólo el Regalo ofrecido, podrá detener el proceso."
- Muchas gracias Señor Potter, ya puede usted irse.
- ¿Irme?
- Sí, eso dije.
- Yo no me voy de aquí hasta saber en qué puedo ayudar.
- Ya lo ha hecho, Señor Potter. Con los datos que nos ha dado usted acerca de la Premonición, nos ha servido de mucha ayuda. La Señorita Granger y yo se lo agradecemos, y ahora, si no le importa, déjenos a solas para que podamos hablar de nuestras cosas.
- Pero es que yo
- Harry, por favor, vete. – Esta vez, fue Hermione quien habló.
- ¡¿Por qué no puedo ayudaros?! ¡¿Por qué seguís empeñadas en dejarme apartado de este asunto?!
- Porque es por tu bien, Harry- volvió a decir Hermione.
- ¡A la Mierda con lo que es mi bien y lo que no! ¡Yo decido lo que es por mi bien! ¡Y no pienso irme de aquí por mucho que insistáis! ¿Está claro?
- Harry, no seas cabezota. Te prometo que hablaré contigo más tarde, pero ahora..debes irte.
- ¡Que no me voy! ¡he dicho!
- Señor Potter, por favor, entienda que la Señorita Granger y yo debemos hablar en privado. Usted no puede participar en esta conversación. Hágale caso a su amiga y espere fuera.
- No pienso moverme de aquí, Vigilante de la Elegida.
- Perdón, Señor Potter, ¿cómo me ha llamado?
- Vigilante de la Elegida, Profesora McGonagall, eso la he llamado. Sé de qué va todo este asunto, sé que usted es la Vigilante de la Elegida y sé cuál es más o menos su función. Sé que usted debe supervisar y orientar a la Elegida en todo este asunto, sé que nadie debe guiarla excepto usted, pero también sé que estoy implicado en esta Misión, aunque a vosotras no pueda gustaros. Ya estoy metido en esto y no pienso salir. Por lo tanto, me quedo.
- Señor Potter, por mucho que usted esté implicado, debe comprender que hay cosas en las que no puede ni debe participar, la conversación que la Señorita Granger y yo debemos tener, es una de ellas. Así que por favor, salga.
- ¡No quiero salir, Profesora!
- Harry, haz el favor de entrar en razón y hacer caso a McGonagall.
- ¡No me dá la gana Hermione! ¡Soy tu amigo! ¡Quiero ayudarte! ¡¿Por qué no me dejas?!
- Señor Potter, sé que usted es amigo de la Señorita Granger, el mejor que ella tiene. Y como mejor amigo le pido por favor, que espere fuera.
- ¡No quiero!
- Señor Potter, por favor..
- ¡Que no! Mire Profesora, se lo explicaré mejor.
Yo siempre he sido amigo de Hermione, y siempre la he apoyado en todo. Al igual que ella y Ron me han apoyado a mí. Todo este asunto es peligroso y bastante arriesgado, lo sé, pero también sé, que ella y Ron han vivido conmigo numerosas aventuras e incontables peligros. Ellos nunca me han abandonado y ahora no seré yo, quien la abandone.
Por lo tanto, no pienso irme ni esperar fuera para que vosotras habléis y no me dejéis ayudar. Pienso quedarme aquí os guste o no, y si a alguna de las dos se os ocurre lanzarme algún hechizo para sacarme de este Despacho, os aseguro que usaré otro para volver a entrar. ¿Está claro?
- Muy claro, Señor Potter. Y ahora..seré yo la que me explicaré mejor para que usted me entienda.
Sé que sus intenciones de ayudar son buenas, pero si yo y la Señorita Granger le pedimos que salga fuera, no es porque no aceptemos su ayuda, porque estoy segura que igualmente, usted ayudaré a la Señorita Granger aunque ella no quiera.
Como usted bien sabe, yo soy la Vigilante de la Elegida y sólo la Vigilante está autorizada a guiar, aconsejar, orientar y apoyar a la Elegida en su Misión y todo lo que ella conlleva. Lo que yo y la Señorita Granger hablemos sobre la Premonición o cualquier otra cosa relacionada con su Misión de Elegida, sólo podemos oírlo nosotras dos. Y usted no puede, porque entonces estaríamos violando algo Sagrado, Señor Potter. Y las consecuencias serían terribles. ¿Lo entiende ahora?
- Sí Profesora, lo entiendo, pero no creo que ese tal Arion se enfade si yo me quedo aquí escuchando, Profesora. Al fin y al cabo, soy el mejor amigo de Hermione, y mis intenciones no son malas.
- Señorita Granger, usted..
- No, Profesora, Hermione no me habló del Pacto de Arion. Yo lo averigüé, tengo mis propios recursos.
- Lo supongo, Señor Potter. Pero insisto, espere fuera.
- Pero..
- Harry, por favor, obedece. – Hermione le miró suplicante.
- Está bien, me iré. Pero luego me pones al corriente, ¿de acuerdo Hermione?
- Sí, sí, lo que sea, Harry. Pero vete ya, por favor.
Harry abandonó la estancia, cerrando la puerta tras de sí, y se quedó fuera, esperando a la Prefecta.
- Menos mal, creí que nunca se iría- comentó McGonagall.
- Sí, es bastante cabezota. Cuando se le mete algo en la cabeza, no hay forma de sacárselo.
- La Perseverancia es algo bueno, Señorita Granger. Aunque a veces resulte molesta. El Señor Potter es bastante perseverante, entre otras cosas, claro. Y creo que él tenía razón cuando dijo que podría ser de ayuda para usted y su Misión.
- ¡Pero yo no quiero que él se implique en esto!
- Lo sé, Señorita Granger. Pero como él bien dijo, ya está implicado, y por lo visto el Señor Weasley también, ya que el Señor Potter le puso al corriente de todo lo que sabía. Como dije hace tiempo, será mejor que usted hable con ellos y les ponga al día de todo, Señorita Granger.
- Pero ¿por qué tengo que hacerlo? ¡Yo no quiero que corran peligro, Profesora!
- Lo entiendo. Pero lo que no entiende usted, Señorita Granger, es que, el apoyo y ayuda de sus amigos es algo bueno. Y si ellos terminan participando en su lucha contra Lori, algo que estoy segura ocurrirá, siempre es mejor contar con tres que con uno solo. La unión hace la fuerza, Señorita Granger.
- Pero..si es la Elegida la única destinada a luchar contra Lori y vencerla.
- A luchar contra ella sí, pero a participar en la lucha, no.
- ¿Es que no es lo mismo, Profesora?
- No, Señorita Granger, no lo es.
- Pues acláremelo, por favor Profesora.
- Con mucho gusto.
Mire, Señorita Granger, hay una gran diferencia entre "luchar" y "participar en la lucha". Luchar es..cuando alguien se enfrenta a otro alguien. Pero, "participar en la lucha" es cuando alguien o varios, ayudan a otra persona en la lucha que mantiene contra su enemigo.
Es decir, si los Señores Potter y Weasley la ayudan en su Misión, ya sea investigando, relacionando datos o lo que sea, eso no quiere decir que ellos participen también en el enfrentamiento que usted tendrá con Lori, porque no se dará el caso. Ahora bien, como usted sabe, su Misión como Elegida consiste en evitar ante todo, que Lori active el Portal. Y para ello, usted tendrá que hacer lo que sea necesario, incluido el luchar contra ella.
- Eso lo sé, Profesora.
- Sí, sé que lo sabe, Señorita Granger. Pero una cosa es que sus amigos la ayuden antes de que usted y Lori se enfrenten cara a cara y otra muy distinta es que ellos la ayuden cuando usted y ella estén luchando. ¿Lo entiende ya?
- Creo que sí. Lo que usted está queriéndome decir es que..tanto la investigación de todo el asunto relacionado con Lori, como el enfrentamiento que tendré con ella, son al fin y al cabo una misma cosa, una lucha contra Lori. ¿Es eso, Profesora?
- Exacto, Señorita Granger. Desde que supimos que era usted la Elegida, todo lo que hemos hecho hasta ahora, ha sido luchar para que ella no cumpla con su objetivo.
- Ahora lo entiendo, Profesora.
- Bien, entonces entenderá también, que no es malo que sus dos mejores amigos la ayuden en su Misión. Eso sí, ellos no podrán participar en ningún momento en su enfrentamiento final contra Lori. Pero.. en todo lo que pueda ocurrir antes de eso, sí podrán ayudarla. Por eso dije que había diferencia entre "luchar" y "participar en la lucha". ¿Lo comprende, Señorita Granger?
- Sí, Profesora, perfectamente, muchas gracias por aclarármelo.
- De nada, Señorita Granger.
- Profesora, qué pasaría si Harry y Ron interviniesen en mi lucha final contra Lori.
- Que se rompería el Equilibrio, Señorita Granger. Pues sólo la Elegida está Destinada a enfrentarse a la Diosa.
- Y si..ese Equilibrio se rompiese, porque ellos decidieran actuar por su cuenta y ayudarme a vencerla, entonces..¿qué ocurriría?
- Eso..es mejor que no lo sepa, Señorita Granger. Sólo le diré..que..las consecuencias serían tan terribles que ni el Regalo que usted debiera ofrecerle a Lori, serviría de ayuda para detener la Destrucción total que se desencadenaría.
- ¿Destrucción total? Profesora, se refiere usted por casualidad..¿a Rak y sus ansias de traer la Muerte y la Destrucción a nuestro Mundo Mágico para así crearlo a su antojo?
- Sí, Señorita Granger, me refiero a eso y a..más cosas.
- ¿Podría usted ser más explícita, Profesora?
- Por supuesto. Verá, Señorita Granger. En el Mundo Mágico, además de Dioses y Diosas, Brujas, Magos, y Criaturas Mágicas de todo tipo, existe el llamado Equilibrio Mágico.
- ¿Equilibrio Mágico? ¿qué es?
- Es, tal y como su propio nombre indica, lo que mantiene equilibrado el mundo de la Magia, Señorita Granger.
- Vuelvo a preguntar, Profesora, ¿y qué es ese Equilibrio Mágico que hace que todo esté nivelado?
- Las Almas Puras, Señorita Granger.
- ¿Almas Puras, Profesora?
- Eso he dicho, Señorita Granger.
- Pues no lo entiendo, Profesora.
- Me explicaré mejor. Preste atención Señorita Granger, porque es importante.
- Mis Neuronas Receptivas y Memorísticas están listas, Profesora.
- Bien. Las Almas Puras son, tal y como indica su nombre, las almas de todos los Magos, Brujas, Dioses, Diosas, Criaturas Mágicas y demás Seres Vivos Mágicos que tienen sentimientos positivos en su interior.
- Ah..entiendo, Profesora.
- Espere, Señorita Granger, aún no he terminado.
- Perdón, Profesora.
- Como decía, un Alma Pura es algo que puede habitar en cualquiera del Mundo Mágico. Pero esas almas puras pueden llegar a corromperse por distintos motivos o experiencias. Cuando eso sucede, el Alma deja de ser Pura, para convertirse en Oscura. Y entonces, ya no existen los buenos sentimientos, sino que todo es odio, rencor, ira y deseos de venganza.
- Eso le pasó a Lak, la Primera Elegida.
- Sí, Señorita Granger, exacto, y a Lori también le ocurrió.
- ¿Ellas eran Almas Puras antes de corromperse, Profesora?
- Sí y no, Señorita Granger. Ellas eran buenas personas, pero Almas Puras no, es que..verá, Señorita Granger.
En teoría, todos podemos tener un Alma Pura, pero como le dije antes, si ese Alma llega a corromperse por lo que sea, el ser que la posee, también se corrompe.
Pero hay personas, criaturas mágicas, Dioses, Diosas o seres, que sí posee un Alma lo suficientemente Pura como para no dejarse corromper por nada, por muy mala que haya sido su experiencia. Esas personas, seres, Dioses, Diosas, animales..lo que sea del Mundo Mágico, que tienen ese Alma tan Pura, son las que dan el Equilibrio al Mundo Mágico, y ese Equilibrio es lo que hace que el Mundo Mágico siga existiendo a pesar de todas las cosas buenas o malas que puedan ocurrir en él.
- Y esas Almas Puras, Profesora McGonagall..¿están en seres vivientes o en espíritus?
- Están en todo, Señorita Granger. Tanto en los vivos como en los muertos. Lo que sí es cierto, es que..dentro del Mundo Mágico, hay una parte fundamental que tiene un papel determinante en el Equilibrio además de las Almas Puras.
- ¿Qué parte es esa, Profesora?
- La de los Actos Puros, Señorita Granger.
- Los Actos Puros..Actos Puros ¡Actos Puros! ¡sé lo que son, Profesora! ¡Arion me lo dijo!
- ¿Arion? ¿El Dios Arion se ha puesto en contacto con usted, Señorita Granger?
- Sí, Profesora, hace tan sólo unas horas. Cuando había terminado de leer el libro él y yo hablamos, aunque no pude verle.
- Increíble.
- ¿Por qué, Profesora? Él dijo que estaba a mi disposición siempre que yo lo considerase oportuno.
- Señorita Granger, en toda la Historia del Mundo Mágico, nunca, jamás, Arion se ha puesto en contacto con ninguna de las Elegidas que ha habido. Y si él lo hizo eso quiere decir que, primero, siente un gran respeto y admiración por usted, y segundo..ha considerado que usted se merecía su atención, Señorita Granger.
- Sí bueno..creo que sé a lo que se refiere usted, Profesora, y..puedo decirle que él me dijo que yo era la mejor de todas las Elegidas porque tengo las 9 Características y que además, después de mí no habría más Elegidas porque el tiempo de Lori se estaba acabando, y que él estaba seguro que yo vencería a la Diosa.
- Si él lo dijo, Señorita Granger, entonces créaselo.
- Profesora, ¿podría usted terminar de contarme lo de los Actos Puros y el Equilibrio, por favor?
- Claro que sí, Señorita Granger. Con mucho gusto.
- Usted dijo que además de las Almas Puras, los Actos Puros eran una parte fundamental que contribuían a mantener el Equilibrio en el Mundo Mágico, Profesora.
- Sí..es cierto. Los Actos Puros se dan de corazón, porque realmente se desee.
- Lo sé, Arion me lo dijo.
- Sí, pero..¿le habló también de la Sala de los Actos Puros, Señorita Granger?
- ¿Sala de los Actos Puros? No, Profesora, eso no me lo contó.
- Pues, es esa Sala, la que es determinante a la hora de mantener el Equilibrio, Señorita Granger. Esa Sala, alberga todos los Actos Puros que se han cometido en el Mundo Mágico desde que existe.
- Ah..entiendo, Profesora.
- Pero esa Sala, no sólo alberga esos Actos Puros. También envía Almas Puras a la Tierra.
- ¿Cómo dice, Profesora?
- Cuando un Acto Puro se comete, lógicamente viene de un Alma Pura. Y cuando el ser o lo que sea, que tiene ese Alma Pura y que ha cometido el Acto Puro, deja de existir o muere, ese Acto Puro que cometió, se almacena en la Sala de los Actos Puros.
Cada vez que nace un ser en el Mundo Mágico y Muggle, la Sala abre sus puertas y envía un Alma Pura que se mete en el corazón del ser que ha nacido. Pero eso no garantiza que ese receptor de esa Alma Pura vaya a ser bueno, Señorita Granger porque como le comenté, puede llegar a corromperse.
- Sí, eso lo entendí, Profesora.
- Bien. Como decía..cada vez que un Alma Pura llega a un cuerpo, la Sala cierra sus puertas y no las vuelve a abrir hasta que hay otra nueva vida a la que enviarle un Alma Pura.
Si todo va bien en la Tierra, la Sala de los Actos Puros no tiene por qué abrirse, lo ideal sería que nunca se abriera para enviar Almas Puras, porque todos serían buenos. Pero eso por desgracia, no ocurre.
En este Mundo, Señorita Granger, tanto en el Mágico como en el Muggle, hay seres buenos y malvados. Y a lo largo de Miles de Años, desde que el Mundo es Mundo, las Almas Puras han descendido a la Tierra ocupando nuevos cuerpos de seres, que en teoría, sólo harían el Bien.
Pero por desgracia, todos los seres que han recibido Almas Puras desde que el Mundo existe, no han sabido aprovecharla. Muchos se han corrompido y sólo han ocasionado daño, dolor, maldad y miseria a otras criaturas, personas, Dioses, Diosas, Brujas Muggles y no Muggles, Magos..y cada vez que eso ha sucedido, el número de Almas Puras almacenadas en la Sala de Actos Puros, ha descendido.
- Pero Profesora, el Mundo lleva existiendo desde hace miles de años, como usted bien ha dicho. Por mucho que el número de Almas Puras desciendan en la Sala, nunca se extinguirán, porque siempre habrá nuevos seres a los que enviarle ese Alma.
- Se equivoca, Señorita Granger. Llegará un momento en que la Sala de los Actos Puros se quede vacía. Y cuando eso suceda, ya no habrá más Almas Puras que enviar. Y sólo las que puedan quedar en la Tierra, tanto en el Mundo Mágico como en el Muggle, serán las que mantendrán el Equilibrio del Mundo. Pero si por cualquier motivo, esas Almas Puras fuesen en menor número que las corruptas, entonces el Mundo tal y como lo conocemos, dejaría de existir. Y eso..le vendría genial a Rak.
- Sí, lo sé, Profesora. Arion me habló de él y sus planes. Pero sé cómo detener a Rak, Profesora. Yo..sólo tendría que cometer un Acto Puro y entonces..la Muerte que Rak invocaría, se aplacaría. Si por ejemplo, yo..ofreciese mi vida para Salvar al Mundo, la Muerte me llevaría y se olvidaría de destruirlo.
- Sí, pero eso no impediría que Rak siguiese con su invasión del Mundo Mágico, Señorita Granger.
- Entonces..¿qué debería yo hacer para detener a Rak?
- Recuperar el Equilibrio, Señorita Granger.
- ¿¡Qué!? ¿Y cómo podría yo hacer eso?
- Haciendo que la Sala de los Actos Puros, se llenase de nuevo, Señorita Granger.
- ¡Pero yo no puedo hacer eso, Profesora! ¡Yo no puedo saber cuántas Almas Puras quedan en la Tierra, por Merlín y toda su Magia! ¡Eso es imposible!
- Señorita Granger, es más posible de lo que usted cree. Si el Acto Puro que usted o cualquier otro, cometiese, fuese lo suficientemente grande, la Sala de Actos Puros volvería a llenarse y el Equilibrio perdido se recuperaría, y entonces ni el propio Rak, podría destruir el Mundo Mágico y hacerlo a su antojo. ¿Lo entiende ahora?
- O sea, que no sólo tengo que luchar contra Lori sino que encima tengo que salvar al Mundo volviendo a restaurar el Equilibrio si la Sala de los Actos Puros se queda vacía. ¿Es eso, Profesora?
- Sí, Señorita Granger, eso mismo. Pero yo no dije que usted fuese la que tuviese que restaurar necesariamente el Equilibrio si por casualidad se pierde. Yo dije que se restauraría si hay un Acto Puro lo suficiente potente como para lograr que la Sala se llene de nuevo. Pero ese Acto Puro podría venir de usted o de cualquier otra persona con un Alma Pura, ¿me entiende?
- Sí Profesora, pero Arion me dijo que..si yo hiciese un Acto Puro, podría detener a Rak. Y también me dijo que de mí dependía el Destino del Mundo, Profesora, así que..deduzco que soy yo la que debo salvar al Mundo de todo, tanto de Lori, como de Rak y como de la pérdida del Equilibrio.
- Es posible, Señorita Granger, que el Mundo dependa de usted, pero no olvide que su Alma, no es la única Pura que queda. Hay otras.
- Lo supongo, Profesora. Yo nunca pensé que era la única. Un momento, ¿dijo usted que yo soy un Alma Pura?
- Por supuesto que lo dije, es que lo es.
- ¿Qué le hace pensar eso, Profesora?
- Pues..muchas cosas, pero quizás, lo que más me impulsa a creerlo es..lo siguiente. Escuche con atención, Señorita Granger.
- Soy toda oídos, Profesora.
- Señorita Granger, un Alma Pura ante todo, no sabe lo que es el Egoísmo, ni la Ambición. Un Alma Pura es por ejemplo, la persona que siempre pone a los demás antes que a sí mismo, que haría cualquier cosa por sus amigos, que dá sin esperar nada a cambio. Que Ama sin medida y que entrega ese amor sin ningún límite. Un Alma Pura, Señorita Granger es como un Ángel. Alguien tan bueno, noble, valiente y bondadoso, y con un amor tan grande por la Vida, que haría cualquier cosa con tal de que el resto del Mundo se mantuviese a salvo. Y cuando digo el resto del Mundo me refiero a todo lo que lo habita. ¿Me entiende, Señorita Granger?
- Sí, Profesora.
- Un Alma Pura es todo lo que le he dicho y mucho más. Y puedo decir, que usted, tiene un Alma Pura sin lugar a dudas e incluso podría asegurar que el Señor Potter también la tiene.
- ¿Harry es un Alma Pura?
- Sí, querida.
- ¿Y Ron también la tiene, Profesora?
- Pues..no lo sé, al Señor Weasley no le conozco tan bien como al Señor Potter pero.. supongo que sí, es posible. Al fin y al cabo, los tres son muy amigos y..son buenas personas.
- Entiendo.
De repente, Hermione se tambaleó, Minerva la sujetó justo a tiempo y la sentó en una silla.
- ¿Se encuentra usted bien, Señorita Granger?
- Sí Profesora, es sólo que..esta mañana no he Desayunado porque he estado leyendo el libro y..supongo que estoy algo débil por la falta de Alimento. Llevo toda la mañana en Ayunas, ni siquiera he bebido agua.
- Señorita Granger ¡no vuelva a hacer algo así! ¡usted no debe descuidar su salud!
- Lo sé, Profesora. Gracias por preocuparse. Es que..estaba tan enfrascada en la lectura del libro que.. ni siquiera me acordé de comer algo.
- Repito, Señorita Granger. Usted no debe descuidar su salud. ¿De acuerdo?
- Sí Profesora. Discúlpeme pero ¿puedo retirarme ya? Es que..estoy cansada y..la verdad es que tengo hambre y necesito recuperar energías. Además, creo que Harry seguirá esperando fuera, así que si no le importa, me retiro.
- Por supuesto, Señorita Granger. Ya es la hora de Almorzar. Váyase a comer con su mejor amigo y...luego descanse. Sería conveniente que durmiese usted un poco. Reponga fuerzas Señorita Granger, porque no olvide que esta noche debe usted invocar a la Primera Elegida y necesitará estar en plenas facultades para afrontar su encuentro con ella.
- Lo sé, Profesora.
- Bien, y recuerde una cosa, Señorita Granger.
- Qué, Profesora.
- Pase lo que pase, no la pierda de vista.
- Lo recordaré, Profesora.
- Tiene que saber usted dónde está ella siempre y en todo momento.
- Lo sé, Profesora.
- Y por lo que más quiera, Señorita Granger, cuando apague la hoguera, salga corriendo y no se le ocurra detenerse por nada del mundo.
- No..no lo haré, Profesora. Lo prometo.
- Bien, ya puede usted irse a comer con el Señor Potter.
- Sí, Profesora.
- Señorita Granger.
- Qué.
- Cuéntele lo que usted quiera, pero por favor, no le cuente nada de lo que le he dicho sobre los Actos Puros, las Almas puras, el Equilibrio y todo lo que hemos hablado acerca de eso. ¿De acuerdo?
- Sí, Profesora.
- Bien, porque eso no tiene nada que ver con Lori y su Misión, así que..es mejor que él no lo sepa.
- No lo sabrá, Profesora. Se lo aseguro.
- Hasta luego, Señorita Granger.
- Hasta luego, Profesora McGonagall y gracias por todo.
- No hay de qué, Señorita Granger, para eso estoy aquí. Por favor, cierre la puerta al salir.
- Por supuesto.
Nada más salir del Despacho de McGonagall, la Prefecta se encontró con Harry.
- Hermione, ¡por fin! Creí que nunca saldrías, llevo dos horas esperándote.
- Perdona Harry, es que..era mucho lo que teníamos que hablar.
Hermione y Harry comenzaron a caminar en dirección al Gran Comedor.
- ¿Y bien? ¿vas a decirme por fin en qué puedo empezar a ayudarte, Hermione?
- Sí, eh..creo que estaría bien que empezásemos a repasar mi Premonición y
Ella no pudo acabar su frase ya que perdió el equilibrio debido a un mareo repentino
- ¡Hermione!
(Fin de la primera parte).
