Nota de la Autora: Miércoles, 13 de Julio de 2005.

¡Hola cómo estáis! Espero que bien. Bueno, esta vez no he querido esperar mucho para subir el siguiente cap, espero que os guste. Aquí volvemos a retomar el ritmo de la intriga y demás cosas interesantes que van a ocurrir en el fic. Jiijjiijjijijiijji.

Recordad que, aunque yo pueda subir varios caps, no quiere decir que cada cap sea un día en el fic ¿eh? Puede que haya varios caps dentro de un mismo día. Recordad también que, aún estando el fic en la parte de la Alineación, ésta no se ha producido aún. Es decir, que puede que quede todavía un cap o dos más antes de que eso suceda. Y que justo en el instante en que la Alineación de estrellas se produzca, a Hermione sólo le quedarán 3 días para encontrar a Lori antes de que ésta se presente para intentar abrir y activar el portal que traerá el Caos y la destrucción al mundo mágico. ¿Ok?. Un beso a tods. RAkAoMi. ;-)


Simbología:

" " con letra normal: Diálogos de los personajes.

" " con letra cursiva: Pensamientos de los personajes.

Negrita: cosas importantes del fic. Prestad atención.

Y ahora sí, a leer toca. ;-)


Cap.18. " El corazón del Roble Centenario."

Cómodo, así era como se encontraba Harry en los brazos de Hermione. No había nada mejor que sentir cómo ella le acariciaba el cabello, entremetiendo sus delicados dedos por el cuero cabelludo de él y masajeándoselo suavemente.

Harry podría jurar que había tenido pocos momentos satisfactorios en su vida, éste era uno de ellos. Y no habría nada ni nadie, que pudiese quitarle ese lujo, el de sentir y estar en los brazos de la persona que más quería en el mundo, disfrutando de todo el cariño y amor que ella le daba siempre que estaba con él.

Ya fuese como amiga o como novia, Harry no tenía ninguna duda de que Hermione era la mujer más buena, cariñosa y asombrosa que había tenido el gusto de conocer. Como ella no había otra, jamás lo hubo, no para él.

Ella era un tesoro, su tesoro, y como todos los tesoros queridos y apreciados, Harry se encargaría de conservarlo junto a él el mayor tiempo posible. Cuidándola, protegiéndola, para que nada malo le ocurriese mientras estuviera junto a él. Harry sabía que eso era algo utópico, algo imposible.

No era posible que a Hermione Granger no le ocurriese nada malo en su vida. Eso no era probable, porque aún estando protegida por él, Harry sabía muy bien que la vida era imprevisible y que siempre, tenía sorpresas, unas más agradables que otras y por mucho cuidado que él tuviera, por mucho que se empeñase en protegerla, siempre habría cosas que se escapasen a su control, cosas que le harían daño a ella estuviese o no junto a él cuando esas cosas le ocurriesen.

Por eso él sabía que era imposible evitar que ella no sufriese a lo largo de su vida, pero se juró a sí mismo que él estaría siempre con ella, atento a ella, a todo lo que ella pudiese necesitar, todo lo que él pudiese ofrecerle, se lo daría.

Ya fuese protección, amistad, cariño, amor…lo que fuese, él se lo daría. Le daría su alma si así ella lo pidiese, él lo sabía, lo sentía, él era de ella, era suyo, siempre lo había sido. Aún de una forma u otra, Harry Potter pertenecía a Hermione Granger.

No es que él se sintiese una posesión, es que él se sentía a sí mismo, parte de ella. Al fin y al cabo, hacía ya muchos años que se conocían y habían pasado tantas cosas juntos, que Harry no podía recordar ni un solo momento desde que llegó a Hogwarts, en que no hubiese compartido algo sin Hermione o Ron, pero sobre todo, con ella, porque Hermione siempre había estado ahí para él, ya fuese para lo bueno o para lo malo, Hermione Granger siempre había apoyado en todo, a Harry Potter.

Él lo sabía, y lo valoraba, lo valoraba muchísimo, quizás tanto, como el gran amor que sentía por ella. Un amor que cada día crecía más y más y que se afianzaba de tal forma, que Harry sintió que ya no era capaz de pensar en un futuro en el que no estuviese ella junto a él.

"Hermione"

"¿Mmm?"

" Te quiero."

"Yo también a ti, Harry. Te quiero mucho, muchísimo."

Ella le besó en los labios.

"Hermione"

"¿Sí?"

" Estaba pensando…"

"¿En qué?"

"En lo que me gustaría hacer después de que acabemos Hogwarts."

"Oh…eso."

"Sí, eso."

"Y… ¿Qué es lo que te gustaría hacer, Harry?"

Él se acomodó más en el pecho de Hermione, apoyando su cabeza justo en el corazón de ella y abrazando su cintura, sosteniéndola suave pero firmemente.

Harry cerró los ojos, disfrutando de la esencia de moras que emanaba su piel y de los suaves latidos que emitía el corazón de ella.

"Vivir contigo"

El ritmo del corazón de Hermione se aceleró en el momento en que él pronunció lo último.

"¿Vivir conmigo Harry?"

"Eso dije Hermione, vivir contigo."

"Oh"

Fue un oh apagado, un oh casi triste. Él se preocupó.

"Hermione ¿ocurre algo?"

"No Harry, nada."

"No me mientas...¿quieres? Sé que te pasa algo."

" No, Harry, te lo aseguro."

"No, Hermione, sí te pasa. Hay algo…que me ocultas, algo que te preocupa¿qué es?"

"Por favor Harry, ahora no."

"Hermione, cuéntamelo."

"No, Harry, ahora no es el momento."

"¿Por qué?"

" Porque…" - ella se agachó hasta estar a la altura del oído de Harry- "nos están vigilando."

"¿Qué?. ¿Quiénes?" –Preguntó él también en voz baja.

" No lo sé, Harry, pero nos están vigilando. Lo sé, lo presiento. Puede que fuese el mismo o los mismos que antes nos dejaron mudos y que llenaron todo esto de silencio. No sé quién o quiénes son, Harry, pero sé que nos vigilan y que no pretenden nada bueno. Por eso, deberíamos irnos ahora."

" ¿Alguna sugerencia?"

"Volvamos al castillo, Harry, allí estaremos seguros."

" ¿Me explicarás de qué va todo esto, Hermione?"

"Sí, Harry, lo haré."

"Te ayudaré a levantarte."

"Gracias."

Tras ponerse en pié, él estiró una mano que ella cogió, y juntos, volvieron al interior del castillo.

Mientras ellos volvían, algo o alguien, susurraba, y ese algo…venía del corazón del Roble Centenario y, tal y como había supuesto Hermione, no era nada bueno.

" Hermione...¿puedes decirme qué ocurre? O más bien...¿qué te ocurre a ti?"

" ¿A mí?. ¡A mí no me ocurre nada, Harry!"

" Yo diría que sí, Hermione."

" Estás de un pesadito…"

" ¿Yo?"

" Sí, Harry, tú. Ya te he dicho que no me ocurre nada pero tú no me crees, no sé por qué."

" ¡Porque sí te ocurre Hermione, lo sé, lo siento!"

" ¿QUÉEE?"

" ¡Que siento que te ocurre algo!"

" ¿Pretendes decirme que sientes en tu interior lo que me pasa Harry, es eso?"

"Sí, Hermione, eso mismo."

" ¿Te encuentras bien? Porque creo que estás mal."

"¡Yo no, Hermione! ¡La que está mal eres tú!"

"Harry, déjalo ya...¿quieres? Te he dicho que estoy perfectamente."

" ¿Ah, sí? ¿Entonces por qué sufres?"

" ¿Cómo dices?"

" ¡Responde Hermione!"

" Bueno, es que …"

" ¿QUÉ?"

" Da igual, Harry, no lo entenderías."

" ¿No entendería el qué?. ¿Qué te duele el corazón?. ¿Qué tienes miedo?. ¿Qué sientes que no tienes futuro?. ¡Qué es lo que no entendería Hermione!"

" Dios Santo. Tú…cómo…no entiendo cómo…"

" He acertado...¿verdad Hermione? Todas esas cosas que acabo de preguntarte…las sientes. Por eso sufres...¿verdad?"

" Pe…pero Harry, tú…cómo puedes…

"¿Saberlo?"

Ella asintió con la cabeza.

" Porque lo siento. Ya te lo he dicho."

" Pero tú, tú no puedes…¡es imposible!. ¿Cómo vas a sentir todo lo que siento yo en este momento?. ¡Eso es imposible, no tiene lógica!"

" No todas las cosas que ocurren en este mundo son lógicas, Hermione."

" Pero es que…no…¡no puedo entenderlo!"

" Ni yo, pero te aseguro que sé, siento…que tienes un miedo atroz y que estás sufriendo mucho a causa de ese miedo.

Así que, por favor, Hermione, cuéntamelo. Dime qué te ocurre."

"Yo…no…no puedo Harry. Aún no. Lo siento."

" ¡No lo sientas y dímelo!. ¡Si no lo haces, no podré ayudarte Hermione, y quiero hacerlo!"

"¿Hacer?. ¿Qué quieres hacer, Harry?"

" Algo para ayudarte."

" No puedes, Harry. Nadie puede." "Ni si quiera McGonagall. En esto no puede ayudarme."

"Esto tiene que ver con Lori y tu misión de acabar con ella ¿verdad?"

" En parte sí, Harry, pero sólo en parte."

" ¿Por eso no quisiste hablar antes cuando estábamos en el Roble...¿Porque tenías miedo de Lori?"

" No, Harry. Yo no quise hablar en el Roble porque presentí que nos estaban observando y sí, tengo miedo de Lori y de todo lo que desencadenará si yo fracaso, Harry."

" Tú no fracasarás Hermione, eso es imposible. Eres la bruja más inteligente y poderosa de todo Hogwarts, no hay nada que no puedas conseguir."

" Agradezco que me digas eso, Harry, pero yo no soy todopoderosa. Sólo soy humana."

" Sí, lo eres, pero eres la humana más poderosa y asombrosa que he tenido jamás el gusto de conocer."

Ella se acercó a él, rodeándole con sus brazos…

"Umm deja de dorarme la píldora ¿quieres? Al final terminaré por creérmelo."

Y le besó.

" Pues créetelo, porque es verdad."

Él la abrazó por la cintura y le devolvió el beso pero justo cuando lo hizo…

"¡Ahhh!"

Se quemó.

Hermione se apartó de él y le miró asustada.

" ¡Harry!. ¿Estás bien?"

" ¡Au!. ¡Duele, duele!"

Hermione se acercó rápidamente y le miró las manos que antes la habían rodeado por la cintura. Harry las tenía rojas e hinchadas, así como lo estaba su boca. La prefecta sacó su varita y curó las heridas de Harry.

"Creo que ya está. ¿Te encuentras bien Harry?"

"Sí pero…no entiendo por qué me he quemado. Antes en el Roble…nosotros…estuvimos besándonos y acariciándonos y… no pasó nada. ¿Por qué antes pude besarte y tocarte sin pedirte permiso y ahora no? No lo entiendo Hermione."

"Pues ya somos dos, Harry, yo tampoco lo entiendo. Creo que será mejor que vaya a ver a McGonagall."

"¿Ahora?"

" Creo que ahora es un buen momento, Harry."

" ¿Te veré después, Hermione?"

" Sí, podemos vernos después de tus clases¿de acuerdo?"

" Está bien. Hoy acabo a las 6 ¿y tú?"

"Yo a las 4. Te esperaré en mi habitación de Prefecta."

Harry levantó una ceja y la miró malicioso.

"En tu habitación ¿eh?. ¿Vas a hacerme cosas malas?"

"¡Harry! Pffffjajajajjaajaaaaaaaaaaaaaaa ¿Desde cuándo te has vuelto tan pícaro?"

" Umm no sé...¿desde que estoy contigo quizás?"

" Ah…ahora resulta... ¿Qué soy una mala influencia para ti, eh?. ¿Es eso?"

" Bueno… a lo mejor. Porque todo lo que he aprendido acerca de besos y demás, ha sido gracias a ti. Así que…supongo que sí, tú tienes la culpa de que me haya pervertido tanto." –Él le guiñó un ojo.

" Umm... ¿en serio? Entonces tendré que cambiar eso. A partir de ahora, seré más recatada."

Él se acercó a ella, hasta estar a su altura, aunque no la tocó por el momento.

" Ni se te ocurra, porque aún sabiendo que estando contigo puedas pervertirme y ser una mala influencia para mí, te aseguro también que no te querría de ninguna otra manera. Te quiero así, pervertida y todo"

" Ah claro, cómo no. Eres un chico al fin y al cabo, es lógico que pienses así."

" Bueno, no sé cómo pensarán el resto de los chicos de este planeta, pero yo…pienso y creo…que Hermione Granger es la mujer más asombrosa, cariñosa, excitante y sexy que he conocido nunca y ni por todo el oro del mundo, la preferiría de otra forma. Así que…¿Nos vemos luego en tu habitación?"

" Sí, a las 4. Que no se te olvide."

" Nunca. Ahí estaré como un clavo."

" Bien. Te estaré esperando. No llegues tarde."

" Jamás."

Ella volvió a besarle y cuando se retiró, Harry sólo tuvo una pregunta que hacer…

" ¿Me das permiso para besarte apasionadamente hasta hacer que te tiemblen las rodillas?" "Como me pasa a mí cuando me besas"

"Oh sí…ya lo creo."

Y tras su respuesta, él no esperó más para lanzarse por esa boca que tanto deseaba hacer suya. Y lo hizo. Vaya si lo hizo. Y Hermione experimentó en su propia piel lo que Harry le había dicho de forma insinuante pero que ahora se transformaba en un hecho. Sus rodillas temblaron y ella sintió que su cuerpo se volvía gelatina. Se abrazó a Harry sabiendo que si no lo hacía, podría caer al suelo de un momento a otro.

"Harry…"

"¿Mmmph?"

"Namphda. Quemph temph quiero."

" Ymph yo amph ti"

Ella comenzó a caminar hacia atrás. En dirección al gran sofá de la Sala Común, lugar donde se encontraban. Justo cuando llegó a él y estaba a punto de tumbar a Harry junto a ella, la puerta del retrato se abrió y ella escuchó pasos, así que se detuvo y, haciéndole señas a Harry, le indicó que se separase y se sentase junto a ella. Él obedeció.


Justo cuando ambos chicos se habían acomodado y tomado cierta distancia entre ellos, vieron a una persona delante de sus ojos.

"¡Ron!"- dijo la prefecta sorprendida al ver a su pelirrojo amigo delante de ella.

Hermione se levantó sonriente, contenta de ver a su amigo, y le dio un sincero abrazo que él no correspondió por miedo a quemarse, tal y como le había ocurrido hacía días cuando había querido saludarla de la misma manera que estaba haciendo ahora ella con él.

"Me alegro de verte, Hermione, últimamente estás perdida. ¿Puedo devolverte el abrazo?"

Ella asintió con la cabeza y él la abrazó fuerte, apoyando su cabeza en uno de los hombros de ella. Harry frunció el ceño.

Cuando se separaron, Ron le indicó a Harry que le hiciese sitio y se sentó al lado de Hermione, dejando a Harry, mucho más lejos de la prefecta de lo que había estado hacía tan sólo un momento. Eso no le gustó al ojiverde, pero decidió no demostrarlo.

" ¿Y bien Hermione, cómo va todo?"

"¿Eh? Bien, gracias. ¿Y tú cómo estas?"

"Yo muy bien¿por qué lo preguntas?"

"Bueno, hacía tiempo que no coincidíamos y…quería saber si todo te iba bien."

" Sí, gracias. Pero me gustaría hablar contigo a solas. ¿Puedo?"

" Oh, claro Ron. Harry ¿te importaría…

"No, para nada, Hermione. Luego nos vemos."

"Hasta luego Harry."

Antes de que él saliese por el retrato, le tiró un beso a Hermione, ella le devolvió el gesto, guiñándole el ojo y entonces se quedó sola con Ron.

"Hermione"

"¿Sí?"

" ¿Cómo estás?"

" ¡Bien! Ya te lo dije antes. ¿Por qué me lo preguntas otra vez?"

" Porque me preocupas."

" ¿Tú también Ron?"

" ¿Cómo? No te entiendo Hermione."

" Nada, Ron, déjalo, da igual."

" Y ¿cómo te va con Harry?"

"¿Qué? Bien, como siempre. ¿Por qué?"

" ¿Cómo siempre¿Acaso siempre os habéis besado y dicho lo mucho que os queríais? Yo creo que no. Eso no ha ocurrido siempre, eso está ocurriendo desde hace poco. ¿Verdad?"

" Ron…¿cómo?"

"¿Lo sé? Bueno, la verdad es que siempre lo he sabido. Es decir, yo…siempre he notado que te gustaba Harry, aunque sólo fue hace días que me di cuenta que Harry se había enamorado de ti. Pero…yo sé…que vosotros…siempre os habéis querido mucho. Sé que terminaríais por estar juntos. Es el destino."

" Ron…¿te encuentras bien?"

" ¿Yo? Sí¿por qué lo preguntas?"

" Creo que nunca te he escuchado hablar así, tan profundo, por decirlo de alguna manera."

"Bueno, qué puedo decir, Hermione, todos maduramos alguna vez."

" En serio Ron, no pareces tú."

" Pues soy yo, Hermione, soy yo. Te lo aseguro."

" Ya. Y dime… ¿Cómo te va con Luna¿Le has dicho por fin lo mucho que te gusta?"

"¿Luna¿Y a qué viene ella ahora?"

" Bueno, a ti siempre te ha gustado. ¿No?"

" ¿La verdad? No, no siempre me gustó. Quien me gustaba en un principio no era Luna."

"¿Ah no¿Y quién era¿Lavender quizás?"

" No. Bueno, ella es guapa y todo eso, pero nunca me ha gustado. No para salir con ella."

" Ah…entonces…¿quién es la chica con la que quieres salir?"

" ¿Ahora?"

" Sí."

" Luna Lovegood."

" ¡Lo sabía¡Sí¿Ves? Yo tenía razón."

" Sólo a medias Hermione. Porque ya te he dicho que ella no es la chica que siempre me gustó, es la que me gusta ahora."

" Bueno. ¡Pues dime de una vez quién es la otra chica que sí te hizo tilín durante un tiempo! Me tienes en ascuas."

" Hermione."

" ¿Qué?"

" Digo, que se llama Hermione."

"¿Hermione?. ¿YO?. ¡Ostras!"

" Sí, lo sé, no te lo esperabas ¿verdad?"

" No. Jamás pensé que pudieras fijarte en mí, la verdad."

" Pues lo hice. Me gustaste cuando estábamos en cuarto curso."

" Oh, vaya. ¿Por eso te sentó tan mal que fuese al baile con Víctor y no contigo?"

" Sí, estaba celoso. Admito que esa fue una de las razones por las que me enfadé tanto. Aunque supongo que la mayor razón fue lo cobarde que fui al no pedírtelo con tiempo. Tenías razón en lo que me dijiste. Debí pedírtelo desde un principio y no esperar hasta el último momento. No estuvo bien de mi parte dar por hecho que tú no tendrías pareja para el baile."

"Bueno, tampoco te culpo por ello. A decir verdad, yo misma me sorprendí cuando Víctor me lo pidió."

" ¿Por qué?"

" Porque ¡mírame bien! No soy ningún bellezón, Ron, y Víctor tampoco lo era. Supongo que por eso le gusté, porque tenía la misma pinta rara que él. Acuérdate que por aquél entonces, yo seguía teniendo los colmillos largos como los vampiros. Siempre he sido rara, en realidad, no sé qué puedo tener de bonito."

" ¿Pero qué dices Hermione?. ¡Tú eres muy bonita!"

" Sí claro, preciosísima. Por eso tengo que pedir paso cuando camino por el castillo ya que ningún chico me deja andar libremente. ¡Oh vamos Ron!. ¡No digas cosas que no son verdad!"

" Espera un momento...¿tú crees que eres fea?"

" No, yo no he dicho eso. Sólo digo que no soy una chica lo que se dice irresistible, no soy una belleza exótica como Cho."

" Gracias a Merlín no, no lo eres. Y no te compares con ella, porque no te llega ni a la suela del zapato."

" Gracias Ron, yo también te quiero."

" Pues entonces créeme cuando te digo, Hermione, que, a pesar de no tener una belleza exótica, eres una de las mujeres más bonitas que he conocido nunca."

" ¿En serio lo crees?"

" Sí, y no sólo yo. Él también lo piensa."

"¿Él?"

" Harry."

" Ah."

" Él te adora, lo sabes…¿verdad?"

" Sí."

"¿Y tú, Hermione?"

" ¿Yo?"

" Sí, tú. ¿También le adoras?"

" Con todo mi corazón."

" Le quieres mucho¿verdad?"

" Sí. Muchísimo. Siempre le he querido."

" Lo sé, siempre le preferiste a él antes que a mí."

" No digas eso Ron, sabes que no es cierto."

" Sí lo es, pero no lo digo con envidia o resentimiento. Sé que tú nos quieres mucho a los dos, nosotros a ti también. Pero…reconoce que siempre has preferido estar con él antes que conmigo. ¡Siempre le has sido leal y fiel en tu amistad, nunca le has fallado!"

" Ni tú, Ron."

" Sí lo hice, en cuarto curso nos peleamos y estuve un tiempo sin hablarle. ¿O acaso se te olvidó?"

" No, pero eso para mí no cuenta, Ron, porque cuando Harry te necesitó, estuviste ahí."

"Es lo menos que podía hacer. Al fin y al cabo, era mi mejor amigo."

" Y tú el suyo."

" Oye Hermione…"

" Qué Ron."

" ¿Cuánto quieres a Harry?"

" ¿Qué¿A qué viene eso?"

" A nada. Es simple curiosidad."

" Pero ya te dije antes que le quiero mucho, que siempre le he querido. ¿Por qué vuelves a preguntármelo?"

"Es que quiero saber…"

" ¿Sí Ron¿Qué quieres saber?"

" Hasta dónde llega tu amor por él, Elegida." -En ese momento, los ojos de Ron cambiaron de color, para dejar de ser azules y convertirse en unos ojos negros como la noche.

" ¿Qué has dicho?"

"Hasta dónde llega tu amor por él, Elegida"

Una risa perversa asomó por la boca de Ron y sus negros ojos se clavaron en los marrones de Hermione.

" Contesta Elegida, dime hasta dónde llega tu amor por él."

Él la agarró de los brazos, ella se apartó asustada. Su tacto la quemaba.

" Ron ¿QUÉ TE PASA?"

" Contesta Elegida, contesta a la pregunta."- Él volvió a agarrarla con fuerza.

"¡RON PERO QUÉ TE OCURRE!"

"¡Contesta de una vez!"- Él apretó más su agarre. Ella lloró.

" ¡SUÉLTAME RON, ME ESTÁS HACIENDO DAÑO, DÉJAME!"

" ¡ RESPONDE A LA PREGUNTA, RESPÓNDELA!"

"¡QUE ME SUELTES!"

Ella le abofeteó, fuertemente. Él cayó del sofá y se golpeó la cabeza. Cuando se levantó, se puso a la altura de Hermione.

" Au…¿Por qué estaba en el suelo Hermione?"

"¡NO TE ACERQUES A MÍ!"

" ¿Qué?. ¿Por qué?"

Ella le miró y vio él que la miraba interrogante y que sus ojos volvían a ser azules, como lo habían sido siempre.

" Yo…tú….yo… ¿te encuentras bien?"

" Sí pero…me duele la cabeza."

" Ponte hielo y se te pasará. Bueno, tengo que irme. Te veré en el almuerzo. ¡Hasta luego Ron!"

"Tengo que ver a McGonagall, y tengo que hacerlo ya."

Antes de que Ron dijese algo más, Hermione ya había desaparecido de la Sala Común de Gryffindor y entraba corriendo y casi sin aire, al despacho de la jefa de la casa de la prefecta.


"¿Sí, Señorita Granger?"

"¡Tengo que hablar con usted, es muy urgente!"

" Muy bien, querida, tome asiento."

Hermione se sentó frente a la profesora, moviendo sus manos frente a la cara, para darse aire.

"Por Merlín y toda su magia, Señorita Granger¿se encuentra usted bien?"

"Agua, necesito agua, por favor profesora."

"Claro querida, aquí tiene."

"Gracias".

Hermione se bebió dos vasos de agua seguidos. McGonagall la miró con preocupación.

" ¿Ya se encuentra mejor?"

"Ahora sí, gracias profesora."

" No hay de qué, señorita Granger. Y ahora, cuénteme qué le ocurre."

" ¡De todo! Pero creo, que lo más importante es…que sé dónde está Lori."

" ¿Qué?. ¿ESTÁ USTED SEGURA SEÑORITA GRANGER?"

"¡SÍ, PROFESORA!"

"Pues entonces no espere más¡cuéntemelo!".

" Lori está en el cuerpo de Ron Weasley."

"¿Cómo dice?"

" Que Lori, está en el cuerpo de Ronald Bilius Weasley, profesora, eso digo."

" No puede ser. Es imposible."

" ¿Por qué, profesora?"

" ¡Porque el señor Weasley es uno de sus mejores amigos, Señorita Granger!. ¡Es imposible que la Diosa del Caos e Inframundo esté en el cuerpo de uno de los mejores amigos de la Elegida!. ¡Sería un suicidio si así fuera!"

"¿Cómo? No la entiendo profesora."

" Pues es fácil, señorita Granger. Lori como usted sabe, es pura maldad. Ella nunca podría ocupar un cuerpo bondadoso y el del señor Weasley es uno de los más bondadosos que han existido nunca en la raza humana, señorita Granger."

" ¿Cómo dice? Un momento, eso no tiene sentido, profesora. Usted no puede asegurar que el cuerpo de Ron esté lleno de bondad, recuerde lo que me comentó hace días sobre las almas puras que todos tenemos y cómo esas almas pueden llegar a corromperse. ¿Cómo puede saber que el alma de Ron no está corrupta?"

" Porque lo sé, así de simple, señorita Granger."

" Profesora McGonagall, con todos mis respetos, señora¡déjese de enigmas y hable claramente!"

" Estoy siendo lo más clara que puedo, señorita Granger."

" ¡Pues yo no la entiendo!"

" Lo sé, pero créame cuando le digo que Lori no está en el cuerpo del señor Weasley, no puedo estarlo, nunca podrá."

" ¿Y por qué no?"

" ¡Porque él es un alma pura, señorita Granger!"

" ¿Y qué? Usted dijo que Lori podría ocupar tanto un cuerpo humano como un sentimiento, profesora. Si se diese el caso de que ella ocupase un sentimiento, bien podría estar en cualquier cuerpo, aunque perteneciese a un alma pura."

" ¡No, no podría, señorita Granger! Eso no sería posible."

" ¿PERO POR QUÉ NO?"

" Por la sencilla razón de que un alma pura jamás se corrompe por nada, señorita Granger. Se lo expliqué hace días. No entiendo cómo se le olvidó."

" No se me olvidó, profesora. Pero le aseguro que creo firmemente que Lori está en el cuerpo de uno de mis mejores amigos."

" Pero ¿cómo puede usted asegurar una cosa así, señorita Granger?"

" ¡Porque lo he visto, profesora McGonagall, por eso lo digo!"

"¿Qué¿Ha visto usted a Lori?"

"¡Sí, profesora, hace tan sólo 5 minutos!"

" ¿Dónde la vio?"

" En la Sala Común, profesora."

" ¿En la Sala Común?"

"Sí, profesora. Verá, yo estaba con Ron. Estábamos hablando ¿no? Y de repente, él me preguntó cuánto quería a Harry ¿no? Entonces yo le dije que muchísimo y luego él volvió a preguntarme otra vez cuánto le quería, supongo que esperaba que le respondiese una cantidad concreta, pero no lo hice, le respondí con otra pregunta. Le cuestioné por qué volvía a preguntarme lo mismo."

"¿Y cómo reaccionó él, señorita Granger?"

" Él…él…se puso raro. De repente me agarró de los brazos, me apretó. Sus ojos se volvieron negros. ¡Me llamó Elegida, profesora! Y también me quemó, su tacto, su agarre…quemaba, profesora. ¡Quemaba mucho!"

"Dice…dice usted…¿Qué sus ojos se volvieron negros?"

"Sí, profesora, negros como la noche."

"Oh, por todos los magos y brujas de Hogwarts."

"¿Qué, profesora¿qué ocurre?"

" Lo que usted vio, no era Lori, señorita Granger."

"¿No?"

"No. Porque Lori no tiene los ojos negros, sino azules. ¿Acaso no lo leyó usted en el libro De Dioses Míticos y Espíritus Milenarios, señorita Granger?"

"Oh, sí, cierto. Lo olvidé."

" Entonces comprenda que no era ella."

"Pero si no fue la diosa, profesora. ¿A quién vi?"

"Es mejor que no lo sepa, señorita Granger, al menos por el momento."

" ¿Qué?. ¡Por favor profesora McGonagall, dígame lo que sabe!"

" ¿Cómo duerme últimamente, señorita Granger?"

" ¿Qué?"

" Que cómo duerme usted últimamente."

" Bien¿por qué lo pregunta?"

" ¿Seguro que duerme usted bien?"

"Sí."

" ¿Sí¿Me está diciendo que desde que supo que era usted la Elegida, no ha tenido ni un solo mal sueño, ni una sola pesadilla?"

" ¡Eh? Bueno, sí las he tenido. A decir verdad, he tenido una que se me ha repetido en dos ocasiones, profesora."

" Y dígame, en esa pesadilla... ¿qué ocurría?"

" Yo…"

" ¿La atacaba alguien¿le hacían daño?"

"No, sí, digo no. Es decir, primero se lo hacían a Harry y luego a mí, profesora."

" Y en esa pesadilla…la persona que le hacía daño a usted y al señor Potter¿iba por casualidad vestida de negro?"

"¡Sí!"

" ¿Y era una mujer?"

" ¡SÍ, SÍ, SÍ Y MIL VECES SÍ, PROFESORA¡ESO ES¿CÓMO LO SABE?"

" Porque soy la Vigilante de la Elegida y sé muchas cosas más que usted, señorita Granger."

" Bien, eso lo sé. Pero sigo sin saber quién es esa extraña mujer y por qué tiene tanto afán en destruirnos a mí y a Harry."

" Al señor Potter no, señorita Granger, sólo a usted. Ella sólo quiere acabar con usted, no con el señor Potter."

" Un momento, profesora, eso no es cierto. Porque en mi sueño, ella decía que quería matar a Harry porque él no había querido cumplir con su voluntad."

"Claro que no querría, señorita Granger."

" Usted sabe de qué va todo esto¿verdad profesora?."

"Sí, lo sé."

"¡Pues dígamelo!"

" No, señorita Granger, aún no ha llegado el momento."

" ¿Entonces qué, profesora¿Qué hago la próxima vez que sueñe lo mismo¿Tengo que seguir soportando ver cómo desintegra a la persona que más quiero, delante de mis narices, es eso profesora McGonagall¡¿ES ESO!"

Hermione se derrumbó sobre el escritorio de McGonagall, llorando copiosamente. La buena mujer se acercó a ella y la abrazó contra su pecho mientras le acariciaba el cabello tiernamente.

" Cálmese, querida. Es sólo un mal sueño. Sólo eso."

" ¡No, no lo es!. ¡Sé que no lo es, profesora! Algo en mi interior me dice, que eso ocurrirá y yo no podré hacer nada por evitarlo.

¡Y no quiero que él muera, profesora!. ¡No quiero!"

" Si eso ocurriese, señorita Granger, no sería culpa suya, querida, sino del destino."

" ¿Del destino?. ¡DEL DESTINO!. ¡EL DESTINO LO HACEMOS LAS PERSONAS, PROFESORA, NO LOS DIOSES!"

"Eso es una verdad a medias, señorita Granger. Pues cada persona ha nacido con un determinado destino y eso nada ni nadie lo puede cambiar."

" ¡Sí se puede cambiar, profesora¡Siempre se puede cambiar!"

" ¿En serio lo cree, querida?"

" ¡Por supuesto que sí! Somos nosotros y nuestros actos, lo que determina qué nos pasará. Son nuestras elecciones las que nos llevan al éxito o al fracaso."

" Muy bien, querida. Por fin lo ha entendido."

" ¿Cómo dice?"

" Mire, señorita Granger. Como le he dicho, cada persona nace con un determinado destino, pero siempre está en la persona, la opción de escoger un camino u otro. Y son esas elecciones que hacemos y elegimos, las que, como usted bien ha dicho, nos llevan al éxito o al fracaso, querida.

En su sueño, esa mujer de negro, mata al señor Potter¿verdad?"

" Sí, profesora, ya se lo dije."

" Y ella lo hace porque él elige no cumplir con la voluntad de ella¿cierto?"

" Sí, profesora. Si lo sabe, se lo dije¿por qué vuelve a preguntármelo?"

" Porque quiero que entienda, querida, que la decisión que cada uno tomamos es sólo de cada uno, y nada ni nadie tiene por qué influir en eso."

" Un momento profesora McGonagall, eso último que ha dicho no es cierto del todo. Porque sí influyen las cosas o personas que nos rodean, en las decisiones que tomamos, por eso las tomamos, porque tenemos una situación ante nosotros, en la que debemos actuar."

" Ya, querida, eso es cierto. Pero…¿no ha pensado también, que a veces, decidimos no hacer nada¿No elegir nada¿Quedarnos sin actuar, porque pensamos que eso es lo más conveniente?"

"No, no lo he pensado. Pero de todas formas, Harry no es del tipo de persona que se queda sin hacer nada, profesora."

"Él no, pero usted sí, si así lo considera conveniente. ¿Verdad señorita Granger?"

" Un…un momento, usted sabe…"

" Sí, lo sé. Sé que cuando ella le pregunta si usted quiere morir por él, usted no dice nada, no hace nada. Se queda quieta, inmóvil y muda. ¿Verdad que es así?"

" Por las barbas de Merlín, profesora McGonagall. ¿Cómo sabe usted eso? Nunca le he hablado de todo lo que ocurre en mi sueño."

" Cierto, querida, pero como le dije, soy su Vigilante, y sé muchas cosas que usted ignora o que ni si quiera pensaría que yo las supiera.

Pero las sé, y puedo decir que las sé y conozco por y para su bien, señorita Granger. Si no… ¿de qué serviría mi cometido?"

" De nada. Pero…si usted sabe lo que ocurre en mi sueño y sabe también quién es esa extraña mujer vestida de negro y que me pone los pelos de punta con sólo recordarla¿por qué no me dice de una vez, qué papel juega en todo esto?"

" Porque, como le he dicho antes, todavía no ha llegado el momento de que usted lo sepa, querida. Sólo le diré, que, cuando llegue la ocasión,

será capaz de vencerla, se lo aseguro."

" ¿Cuándo llegue la ocasión?. ¿Me está usted diciendo que voy a tener que enfrentarme a ella en la realidad¿Qué no es sólo un mal sueño,es eso?"

"Señorita Granger, usted va a tener que enfrentarse a ella tarde o temprano, sea dentro o fuera de su sueño, querida. Pero le aseguro que usted la vencerá, y cuando lo haga, todo habrá terminado. Dejará usted de sufrir."

" Entonces es lo que yo creía¡ella tiene algo que ver con Lori, profesora!"

" Sí, lo tiene. Pero le aseguro que no es Lori."

" Ya ya, lo sé. Lori era rubia y ella es morena. Lori tenía los ojos azules y ella los tiene negros. Todo eso lo sé, lo que no entiendo todavía es qué hacía ella en el cuerpo de Ron, profesora McGonagall."

" Creo que será conveniente que vigile muy de cerca al señor Weasley de ahora en adelante, señorita Granger."

"¿Quién, yo?"

"No, querida, yo. Usted está bastante ocupada y últimamente no coincide mucho en las clases con sus amigos, así que lo haré yo. Yo le vigilaré."

" Pero…si averigua algo...¿me lo dirá?"

"Por supuesto, querida, usted tendrá todos los datos, porque llegado el momento, le harán mucha falta."

" Supongo que sí."

"¿Ha traído el calendario lunar tal y como le pedí que hiciera, Señorita Granger?"

"Sí, profesora. Lo tengo en mi bolsillo."

" Bien, sáquelo. Debemos empezar a analizarlo para poder afrontar la Alineación de estrellas de esta noche."

" ¿A qué hora será, profesora?"

" A medianoche, señorita Granger."

" Cierto, lo olvidé."

"Bien, acérqueme el compás."

"Aquí tiene."

" Gracias. A ver…si trazamos una circunferencia aquí y la unimos con esta otra parte, entonces… ¡eso es!"


Continuará…


Nota de la Autora:

¡Bueno, ahí vamos otra vez! Ya os dije que en esta parte, volvíamos a retomar la parte misteriosa del fic. Estoy segura que más de uno/a estará pensando aquello de "Si Lori no está dentro de Ron ¿quién es el que lo posee?" y yo sólo digo que…¡tendréis que esperar a los siguientes caps para saber más al respecto! Ahora bien, os digo otra cosa. Puede que dentro de Ron no sólo esté alguien o algo maligno, puede que él también tenga algo o alguien benigno. A lo mejor Ron es otro receptor nato como lo es Winky y por eso le ocurren cosas raras. O a lo mejor no es nada de eso…

¡ya lo sabréis a su debido tiempo, os lo prometo!