Capítulo 7. La dulce vida de recién casado.
1ª. Parte.
Harry entró como un vendaval en el pequeño hospital. Mellie ni siquiera se atrevió a preguntarle algo, después del portazo que dio al entra en su oficina.
Comenzó a revisar algunos expedientes tratando de contener la rabia que sentía.
¡Maldita sea, debería haberle dicho que era virgen. De haberlo sabido, nunca habría accedido a hacer nada. La primera vez de una mujer tenía que ser con alguien especial, no con un amigo. Había dado por hecho que ella y Draco…por mucho que la idea le desagradara.
Suponía que era por eso que Hermione y Draco se veían con tanto cariño, a pesar de lo que Ron y él le dijeran…incluso en un ocasión lo había defendido, algo que nunca pensó que pasaría por como se llevaban en Hogwarts.
Pero, en vez de ser sincera con él, le había mentido y lo había puesto en la incómoda posición de ser su primer amante.
Se suponía que no iba a haber ninguna sorpresa con Herms, pero había recibido la más grande de todas. Eso, unido al hecho de que hacer el amor con ella le había resultado mucho más placentero de lo que había imaginado, lo tenían irritado y desconcertado.
Terminó de estudiar el expediente y tomó otro, tratando de concentrarse en sus pacientes, cuando oyó el ruido de la puerta.
-¿Harry?- él ni la miró, continuó mirando el expediente-. Muy bien, así que tienes uno de tus berrinches- dijo ella, acercándose, de manera que Harry pudo oler su aroma.
-Yo no tengo berrinches- dijo, sin mirarla, pero la taza que había en su escritorio explotó, provocando la risa de ella y él se puso tenso. Nunca antes se había dado cuenta de que su risa tenía un toque provocativo…y del poco control que tenía, en lo que a ella respectaba.
-Claro…y yo soy Cleopatra.
-Deberías habérmelo dicho- se volvió hacia Hermione, que estaba descalza, con el vestido desabrochado y despeinada-. Me debías la verdad. Nunca habría aceptado este plan si me hubieras dicho la verdad.
-En realidad no te mentí- contestó poniéndose las manos en las caderas.
-Me dijiste que Draco y tú tuvieron relaciones íntimas.
Ella negó con la cabeza-. No lo hice. Tú lo supusiste porque Draco y yo salimos por largo tiempo. Además, ¿Qué diferencia hay?
-Ahora ya no hay ninguna, porque ya está hecho- hizo una mueca.
-Eso ya lo has dicho antes, pero, ¿Por qué?- se acercó a él y le puso una mano en el brazo. Sus dedos eran cálidos, y de repente, Harry recordó su tacto mientras le acariciaban la espalda desnuda.
Se apartó de ella y se pasó una mano por el cabello.
-Herms…se supone que la primera vez de una mujer tiene que ser con alguien especial. Dicen que las mujeres siempre recuerdan a su primer amante.
-¿Estás diciendo que no eres especial y que debo olvidarte?
Harry suspiro frustrado, sabiendo que Hermione estaba bromeando para que no se enfadara con ella. No sabía porqué pero sentía que ella lo había traicionado al no decirle la verdad…Aunque, en realidad, Herms y él no habían hablado de sexo. Habían compartido muchas cosas, incluso pensamientos íntimos, pero nunca habían hablado de sexo.
-Harry- volvió a ponerle una mano sobre el brazo-. Tú eres el único hombre especial en mi vida, y sabía que contigo todo iba a salir bien. Además- dijo mientras dejaba caer la mano- el que aún era virgen no era algo que se pudiera decir a la ligera en nuestras conversaciones "Vamos Harry, toma otro trozo de pizza. Y por cierto, soy virgen"
Él no pudo evitar sonreír, pero la sonrisa se desvaneció rápidamente. Volvió a pasarse una mano por el pelo.
-Solo espero que las cosas no se compliquen entre nosotros- dijo finalmente.
Ella se rió-¿De qué tienes miedo, Harry? ¿De que me enamore perdidamente de ti y te pida que sigamos casados?- Tomo un cojín del sofá y se lo arrojó-. Vamos, te conozco lo suficiente como para saber que nunca podrías ser el tipo de marido que quiero.
Antes de que él tuviera tiempo de contestar, escucharon la voz de Sirius y Arabella que se acercaban. Hermione corrió hasta donde estaba Harry.
-¡Abróchame el vestido!- exclamó, dándole la espalda.
Él observó su piel y durante un instante estuvo tentado a atraerla hacia él y acariciarla. Ese impulso lo irritó aún más y le subió la cremallera rápidamente, mientras ella intentaba alisarse un poco el cabello, que era un caos de rizos despeinados.
Antes de que se hubieran podido separar del todo, Arabella entró en la oficina, sonriendo al verlos juntos, provocando el sonrojo de Hermione.
-Aquí están, Sirius. ¿Cómo están nuestros recién casados esta mañana?- se acercó a Hermione y le dio unos ligeros golpecitos en la mejillas-. Tienes el resplandor de los recién casados en la cara.
-¡Sirius! He dicho que están aquí. Hemos traído la camioneta de Harry, cargada con todos sus regalos de boda- dijo, mirándolos. Después sacó su varita y apareció varios pergaminos que entregó a Hermione-. Sabiendo lo mucho que te gusta el orden, hemos hecho una lista con lo que han recibido y de parte de quien, para que puedan enviarles notas de agradecimiento. Harry, descárgalo todo, no quiero que Sirius se agote. Ya sabes que es un paciente horrible.
-Tal vez sea porque tú no eres precisamente la enfermera perfecta.
-Empezaré a descargar las cosas- dijo Harry, sintiéndose incapaz de escuchar otra discusión entre Arabella y Sirius.
-Y yo iré a casa y prepararé café- sugirió Hermione.
-Eso sería estupendo- dijo Arabella, y siguió a la auror hacia la casa.
-¿Todo esto es para nosotros?- preguntó Harry, sorprendido al ver la cantidad de regalos en la camioneta.
Sirius asintió con la cabeza-. Ustedes son personas muy especiales para todos…y me alegro que hayas tomado la decisión de casarte con Herms, son el uno para el otro.
Harry sonrió- Todo el mundo nos dice lo mismo, incluso Ron, no lo entiendo, es extraño.
Sirius río suavemente-. Y dicen que yo soy el que tiene la cabeza en la nubes…Hijo, siempre han estado juntos, apoyándose, además, cuando tú miras a Herms, la ves de una forma especial, y cuando ella te ve a ti, le brilla la mirada, pero hay algo que siempre me lo ha confirmado.
-¿Qué?
-Cuando te graduaste de medimago y bajaste después de recibir tu diploma, lo primero que hiciste fue preguntar por Hermione y buscarla entre la multitud.
Harry se quedó sorprendido- Pero yo estaba saliendo con Cho…
-Exactamente- sonrió Sirius- Y te pusiste hecho una furia cuando Draco te dijo que estaba saliendo con Hermione…aunque hayas dicho que era por que no confiabas en él- dijo cuando el chico trató de refutar.
Mira Harry, puede que no se casaran por las razones convencionales- El medimago se quedó sorprendido-. El que parezca que siempre estoy en las nubes no quiere decir que no me de cuenta de ciertas cosas- añadió sonriendo- Lo que si sé, como todo el mundo, es que se complementan y pronto me darás la razón.
Sirius le dio unas palmaditas en la espalda- Anda, lo mejor es que nos apresuremos a bajar las cosas.
El medimago sonrió, aún un poco aturdido por lo que acababa de escuchar-. Si…pero, por favor, no trates de hacerlo todo tú o Bella me cortará la cabeza.
-Tienes razón- dijo sonriendo.
Tardaron más de media hora en descargar todo y llevarlo a la habitación de invitados. Después se unieron a Hermione y Arabella para tomar café y comer galletas.
Como siempre, Harry sintió una oleada de irritación al escucharlos discutir por cualquier cosa. Los había oído durante toda la vida y se había horrorizado al descubrir que Cho y él hacían lo mismo. Habían discutido sobre las horas de las comidas, sobre la hora de irse a la cama…cualquier cosa se había convertido en asunto de discusión. Cuando ella se fue, Harry casi se sintió aliviado. Y por eso había jurado no casarse o tener una relación seria. No quería tener una vida como la de su padrino.
Sirius y Arabella se quedaron durante una hora.
Después, Harry y Hermione almorzaron algo ligero y él se dirigió al hospital, dejando que su esposa se encargara de organizar los regalos de Boda. Trabajo, junto con Mellie hasta la hora de la cena y después de que se aseguró de que todo iba bien, volvió a casa.
Por la tarde, mientras trabajaba, había repetido en su mente una y otra vez la conversación que había tenido con Hermione.
Él quería…no, necesitaba dejarle claro que aunque había sido su primer amante, no tenía intención de ser el último, sobre todo si se divorciaban. Pero no había podido evitar enfadarse al oírle decir que él nunca sería el marido que ella quería…tal vez si le diera una oportunidad y con el tiempo…Harry se quedo asombrado… ¿Desde cuando había querido que el matrimonio funcionara, si su matrimonio no era real?
Todavía estaba pensando en ello cuando entró en la casa y olió el delicioso aroma de la salsa italiana.
-Hmmm, huele estupendamente-dijo al cerrar la puerta principal.
Entró a la cocina y Tizne se frotó contra sus piernas, ronroneando. Se agachó y tomo al gatito en brazos, acariciándolo suavemente.
-Llegas justo a tiempo. Mientras te lavas un poco pondré la mesa.
-Genial, me muero de hambre.
Uno minuto después estaban sentados el uno frente al otro. Sirviéndose los espaguetis, las albóndigas y la ensalada que ella había preparado.
-¿Están mejor tus pacientes?- preguntó ella.
-Si, se están recuperando favorablemente. Dentro de una semana o semana y media podré darlos de alta definitiva.
-¿Qué planes tienes para mañana?
-Tengo un par de citas temprano- dijo Harry-. Y por la tarde iré a casa de Jess Manning. Uno de sus hijos no se siente muy bien y quiere que lo revise. ¿Por qué? ¿Tienes algo en mente?
-Pensé que podría ayudarte por la mañana y después ir de compras. Necesito pergaminos para enviar las notas de agradecimiento, y después quisiera organizar algunas de las cajas que traje de mi apartamento- hizo una pausa para limpiarse la boca de salsa-. Harry, no creerías algunas de las cosas estupendas que la gente nos ha comprado. Es una pena que no podamos usarlas durante nuestro matrimonio, porque pronto se acabará y tendremos que devolverlas.
-Y todo el mundo pensará que somos un fracaso.
Hermione lo miró sorprendido-. No es verdad. Pensarán que es estupendo que sigamos siendo amigos, aún después del divorcio. Además, algún día me casaré con el hombre de mis sueños, me amará incondicionalmente y seremos felices para siempre.
Harry resopló- Creí que durante todos estos años de amistad y de conocer a Sirius y Arabella había podido hacerte ver la verdad: no hay felicidad eterna en lo que se refiere a los matrimonios, pero tú sigues viviendo una fantasía.
Ella se rió.- Espera y veras, Harry. Algún día encontraré a un hombre que me ame, al que yo ame y tendremos un montón de hijos y un columpio en el porche.
Él se rió y agarró otro pedazo de pan de ajo- Cuando veas un columpio en mi porche, llama al manicomio para que me encierren.
-Por eso mi querido Harry, es por lo que eres mi mejor amigo, no el hombre de mis sueños.
Harry asintió con la cabeza, aliviado al ver que, aunque habían hecho el amor, ella no había cambiado. Su plan seguía intacto y cuando Herms se quedara embarazada se separarían tranquilamente y seguirían siendo los mejores amigos.
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Acababan de terminar de recoger la cocina cuando alguien llamó a la puerta.
-Yo iré- dijo Hermione.
SueEllen estaba en el porche, con una atractiva sonrisa en los labios y una enorme caja flotando a su lado.
-Hola Hermione. Siento no haberles comprado un regalo de boda a tiempo, pero pensé que era mejor venir y traérselos.
-No tenías que hacerlo.
-Claro que si- la sonrisa de SueEllen dejaba ver sus dientes blancos y perfectos-. Harry y tú son dos de mis personas favoritas en todo el mundo.
Y eso lo decía una mujer que nunca le había dado a Hermione ni la hora. SueEllen quería la corona de Miss Hechicera tanto como para intentar llevarse bien con la mujer del juez.
Hermione se apartó para dejarla entrar al salón.
SueEllen se acercó a la mesita de café, con el paquete siguiéndola; la tomó y la puso sobre la mesita. La auror sonrió divertida al ver que iba vestida con una mini mini falda de mezclilla y un topo que dejaba al descubierto su estómago firme y bronceado.
-Harry- llamó la chica, preguntándose donde habría ido-. Tenemos visitas, cariño.
Él apareció desde la zona de las escaleras, y Hermione sospecho que estaba intentando esconderse de la morena. Pero Hermione no tenía intención de entretener a su "invitada" ella sola-. Mira quién está aquí.
-Hola Harry, ¿Cómo te trata la vida de casado?
-Bien, bien- pasó un brazo por el hombro de Hermione-. Nunca he sido tan feliz.
-¡Me alegro tanto por los dos! Me encanta cuando la gente especial de mi vida encuentra la felicidad.
¿La gente especial de su vida? Hermione tuvo que luchar contra el impulso de reírse. La única persona especial en la vida de SueEllen era ella misma.
-Tenía que encontrar el regalo perfecto para ustedes.
-De verdad, SueEllen, no deberías haberlo hecho. Esto no es necesario- protestó Harry mientras ella habría la caja.
-Tonterías- se inclinó para sacar el contenido de la caja, y su falda se subió lo suficiente para mostrar el borde de su ropa interior, de un color rosa fuerte.
Hermione miro Harry para comprobar si estaba mirando, pero sus ojos seguían fijos en la puerta, como si se estuviera concentrando mentalmente para que SueEllen se marchara.
El regalo resultó ser una fuente, la cosa más ridícula que Hermione había visto en su vida. La base tenía forma de gato. En el centro había una montaña de pescados de cerámica de varios colores y, encima, un gato persa, sonriente. En cada uno de los cuatro lados de la fuente había otros pescados, más pequeños.
SueEllen, con un movimiento de varita, llenó la fuente de agua y dándole un pequeño golpecito con su varita al gato, la fuente comenzó a funcionar. El agua comenzó a brotar de los cuatro pescados, cayendo sobre el gato, que comenzó a mover la cabeza y a maullar. La chica gritó y comenzó a aplaudir.
-¿No es una monada?
-Me he quedado sin palabras-dijo Hermione.
-No deberías haberlo hecho, SueEllen- contestó Harry.
-Claro que sí. Y ahora los dejo solos. Estoy segura que tienen cosas mejores que hacer que entretenerme- les guiñó un ojo y se dirigió a la puerta principal, pero antes de llegar se dio vuelta-. Ponte en contacto conmigo, Hermione, tal vez podríamos comer juntas- con esas palabras se fue.
-Esa mujer nunca me ha dicho más de dos palabras seguidas y ahora quiere comer conmigo.
-Ésa es una de las ventajas de estar casada conmigo, el juez de Miss Hechicera.
-¿Y cuáles son las otras?- Hermione arqueó una ceja.
Harry señaló la fuente-. Tener objetos de arte en el salón.
Hermione se rió-. Es horrible, ¿verdad? ¿Tenemos que dejarlo aquí, en el centro del salón?
-No, me lo llevaré al área de archivos del hospital.
-Pero ahí nadie la verá.
-Exactamente- sonrió Harry-. ¿Quieres ver una película antes de dormir?
-Claro- se sintió aliviada con la sugerencia, porque había empezado a estar tensa al pensar en la noche que se acercaba, la primera noche que dormiría en la cama de Harry.
Tomó a Tizne en brazos, que estaba jugando con la fuente y siguió a Harry, quien ya había encendido la televisión y estaba sentado en el sofá, con el control en la mano (N/A: ¡¡Hombres!). Ella se sentó junto a él, con el gatito en su regazo.
El cachorro se movió inquieto durante un minuto o dos y después de tranquilizo, adormecido por las caricias de Hermione. Ella intentó concentrarse en la película, pero no lo consiguió. No podía dejar de pensar en la noche que la esperaba. ¿Querría Harry tener sexo otra vez?
Nunca había dormido con un hombre en la misma cama. Era otras de las cosas en las que sería su primera vez…y lo más curioso es que muchas de sus primeras veces habían sido con Harry…como la primera vez que rompió las reglas, la primera vez que tenía un buen amigo, la primera vez en subirse a la montaña rusa…entre otras muchas primeras veces.
Se preguntó si Harry roncaba o si la abrazaría mientras dormía.
Cuando terminó la película, Hermione estaba más nerviosa que antes. Se dijo que era ridículo estar tan nerviosa por compartir la cama con Harry. Ya habían hecho el amor, así que no había más secretos entre ellos.
Harry parecía muy relajado, riéndose en los momentos graciosos de la comedia que había elegido. Al escuchar su risa, la tensión de Hermione comenzó a disminuir. Siempre le había gustado su risa, sonora y fuerte.
-¿Estás lista para retirarte a dormir?- preguntó, cuando terminó la película.
-Claro- contestó levantándose. Se llevo a Tizne a su cama, en la cocina. Cuando regreso al salón, Harry ya había apagado la televisión y se había ido al dormitorio. Volvió a sentir un nudo en el estómago. Entró en la habitación y vio que Harry ya estaba en la cama.
-No comes galletitas en la cama, ni hablas en sueños, ni haces nada raro, ¿no?- preguntó
-Me estaba preguntando exactamente lo mismo de ti- dijo con una sonrisa.
-No tengo ninguna costumbre extraña- apagó su lamparita, dejando encendida la de la parte de Hermione.
Ella recordó que su pijama estaba en el cuarto de invitados, así que atravesó el pasillo, lo recogió y volvió al dormitorio principal.
-Harry- dijo desde la puerta del baño-. ¿Vamos a…?
-Esta noche no- respondió rápidamente-. Sé que quieres quedarte embarazada, pero no creo que te sientas cómoda esta noche- dijo evitando su mirada.
-Tienes razón. Estaré lista en unos minutos- desapareció en la intimidad del baño.
Se duchó rápidamente y se puso los pantalones cortos de seda y la camisola. Se sujetó el cabello en una trenza, agarró un frasco de su loción favorita y volvió al dormitorio.
Harry parecía estar dormido, tumbado boca abajo y mirando hacia su propio lado de la cama.
Ella se metió en la cama y colocó la almohada de manera que le permitiera quedarse medio sentada, después abrió el frasco y empezó a ponerse la loción en los brazos.
El aroma a flores silvestres llenó la habitación, y ella acababa de empezar a frotarse las piernas cuando Harry se dio la vuelta y la miró.
-¿Qué estás haciendo?
-Antes de irme a la cama siempre me pongo loción para que la piel este suave.
-Tu piel ya está lo suficientemente suave- dijo él y Hermione pensó que estaba enfadado.
-¿Te estoy molestando?- cerró el frasco y lo dejó en la mesa de noche-. Lo siento.
-No me molestas, sólo me preguntaba que estabas haciendo- Sus ojos parecían más verdes de lo normal-. ¿Siempre te pones esa ropa para dormir?
Hermione lo miró durante un segundo- La estaba observando como si fuera un mortífago en baby doll.
-¿Qué tiene de malo?
-Nada- dijo bruscamente, y se sonrojó-. Pensé que eras de esas mujeres que se duermen con camisones largos de algodón.
-Pues estabas equivocado- apago la luz y la habitación se sumió en la oscuridad-. Ése es uno de mis secretos ocultos, Harry- dijo suavemente.
-¿Cuál?
-Qué me gusta la seda y el satén, y la ropa interior sexy…y tú, ¿tienes algún secreto oculto?
-Si, que no me gusta la cháchara cuando estoy intentando dormir.
-Esta bien, perdona- contestó ella, intentando ignorar el dolor que le habían provocado sus palabras-. Supongo que otro de tus secretos es que eres un estúpido justo antes de dormirte- se cubrió con la ropa de cama le dio la espalda.
No tenía ni idea de lo que lo había molestado, pero si era así como se comportaba a la hora de irse a dormir, se sintió más que agradecida por que su matrimonio solo fuera temporal.
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¡¡¡Hola a todos! Bueno, lo prometido es deuda…aunque casi no termino este capítulo…resulta que me he lastimado la mano derecha, así que estoy un poco lenta con eso de escribir…pero no se preocupen, seguiré escribiendo aunque ahora me tarde un poco más. nn
También el capítulo fue más largo, como ya habíamos quedado, además de que espero que hayan comprendido porque Harry estaba enojado…aunque a este niño le esperan más sorpresas más adelante, ya lo verán.
Quiero agradecerles profundamente, de verdad, todos sus reviews y sus palabras de ánimo…no saben lo feliz que me hace abrir mi correo y ver sus mensajillos, eso le levanta el ánimo a cualquiera, sin importar la situación por la que este atravesando…De verdad, mil gracias a todos por su paciencia…en especial a: Alexis Isilme, Danyta, Aiosami, Sonia Granger Potter, Ellen-Granter, Thiago, Lady Sky, Olga, Ninniel, Lorena Potter, Pgranger, Gaby, Karlia-karlila, Luz, Lady amatista, Gaby (Es otra gaby), Jidael Minraelistis, Jane Poter, Yoko, FranGilraen, Alifelton, Zashi18, Victoria Granger, Leremychan, Sanke, Wordenwood, Mariana 8, K. Oracle, Janys7, Andasolo, David, HerDaniPotterGranger, Pruepotter1, Pannany11, Roro, Juan Diego, Alexa-Potter, Sami-Marauder-girl, Calipso, Hibari, Karly Radcliffe, Orkin, Ginger, Jenny Anderson, Shadown-black Cammiel, Achinech, Lily Granger Potter, Osivoli, Bella Paola, Eydren Snape 1, Vangie McDermontt, Lilyem.
A todos de verdad muchas gracias, también a los que leen y no se animan a dejar review…gracias por dedicar un poquito de su tiempo a leer esta pequeña historia…Aún me faltan algunas respuestas a los reviews que mandar, pero me aplico hoy, no se preocupen.
Por cierto…me temo que los spoilers se los voy a quedar a deber…es que no he terminado el capítulo y no sé todavía que giro tomarán las cosas…bueno, en realidad si lo sé…pero quiero dejarlos en suspenso…ñacañaca…
Les mando un beso y un gran abrazo a todos…y que conste que no me sobrepase en las fiestas patrias…solo quedé un poco mareada…de tanto bailar, no sean mal pensado….
Cuídense y no olviden dejar un review…y espero que ya hayan guardado esas armas letales (lease tomates)
Con mucho cariño para todos
Ady
