Cap. 9. De confusiones y concursos.
Antes de que empiecen a leer, quiero agradecerles infinitamente su paciencia…pero como no quiero aburrirlos, sino hasta al final, espero que este capítulo sea de su agrado y compense un poco todo lo que los he hecho esperar.
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Faltaba una semana para el 14 de Julio, para el concurso de Miss Hechicera y todas las demás actividades que se desarrollarían ese día, y la parte mágica de Londres y en Hogsmeade, la gente ya comenzaba a volverse loca.
Harry conducía por la calle principal, y había carteles por todas partes, fotos de las concursantes que guiñaban coquetamente a todo el que las viera en las ventanas de las tiendas. En las afueras de las casas de algunas de las concursantes, había estatuas de ellas de tamaño natural, luciendo la corona y lanzando besos a los transeúntes.
Había quedado de verse con Ron para tomar un café…aunque tratándose de su amigo pelirrojo, seguramente sería un almuerzo completo.
No había visto a su amigo desde el día de la boda y tenía muchas ganas de hablar con él…Aunque, para ser sinceros, no solo necesitaba hablar con Ron, también necesitaba alejarse de la casa…y de Herms. Un mes de matrimonio había transformado su casa de soltero en un lugar totalmente desconocido. Había flores adornando la estancia y la cocina, y casi todas las tardes las velas perfumadas llenaban la casa con un aroma de brisa de verano, flores silvestres, fresas y manzanas.
En la cocina habían aparecido toalleros de colores que hacían juego con los paños que colgaban de ellos. Pero lo peor estaba en el dormitorio y en el baño principal. El aroma de Hermione flotaba por todas partes, provocando a Harry cada vez que entraba en alguna de las habitaciones.
¿Quién habría pensado que los rizos de Herms serían tan suaves? ¿Quién habría creído que su piel tendría el tacto de la seda? ¿Y quién habría imaginado que disfrutaría tanto haciéndole el amor?
Apartó esos inquietantes pensamientos de su mente mientras buscaba un sitio para estacionarse. Le había parecido muy raro que Ron lo hubiera citado en La Boutique del bebé…aunque por lo menos la tienda no tenía publicidad de Miss Hechicera, sino una cuna con dosel amarillo y un osito de peluche sonriente.
Harry bajó del auto y Ron salió de la tienda.
-Estaré listo en unos minutos, tengo que guardar algunas cosas y revisar que las empaquen bien-señaló la tienda- Entra y dile hola a Luna.
Harry dudó, sin saber si quería entrar en un lugar dedicado a bebés. Cada vez que pensaba en Herms y en su hijo tenía pensamientos inquietantes que le daban dolor de cabeza. Pero siguió a Ron al interior, sintiendo al instante el aroma de talco para bebé. Luna estaba hablando con una empleada de la tienda. Ella sonrió y lo saludó con la mano.
-Estaré en la parte trasera durante un par de minutos, tengo que checar que empaquen todo- dijo Ron- Echa un vistazo.
Harry se metió las manos a los bolsillos y recorrió un pasillo en le que había ropa de bebé.
-"Echa un vistazo"- pensó Harry-"Ni que estuviéramos en una tienda de artículos de Quidditch".
Al ver un coqueto vestidito color rosa con encaje, volvió a la realidad. ¿Los bebés eran tan pequeños? Tocó el encaje del vestido e intentó imaginarse a su hija vestida con el.
Su hija.
¿Tendría el cabello rizado y castaño cono su madre y oscuro como el de él? ¿Sus ojos serían verdes o ámbar…o de una extraña mezcla entre los dos?
Al ver un pequeño uniforme de Quidditch pensó lo mismo ¿Cómo sería su hijo? ¿Echaría de menos la presencia de un padre en su vida? ¿Y si fuera una niña?
-Es sorprendente, ¿Verdad?
Se giró y vio a Luna
-¿Qué?
-Lo que hacen ahora para los bebés. Mira esto- de una bolsa del almacén sacó un par de tenis de marca que no eran más grandes que los dedos de Harry.
-Increíble. Esta tienda es estupenda…por cierto, ¿Qué tal van las cosas en El Profeta?
.Mejor de lo que esperaba. Pensé que iba a perder lectores sin los chismes de Rita Skeeter, pero no fue así, en parte gracias a los consejos de Hermione de diversificar y poner otras secciones y en parte al apoyo de todo el personal- sonrió- Y por cierto, estamos muy molestos con ustedes- bromeó
-¿Por qué?
-Bueno, ni tú ni Hermione han ido a visitarnos.
-Si…es que hemos estado muy ocupados.
-No tienes que decirme…yo estoy casi recién casada y sé muy bien a que ocupaciones de refieres-le guiñó el ojo.
Harry se ruborizó- En realidad, yo me refería a los pacientes.
-Ya- dijo Luna, aún sonriendo- ¿Y los pacientes del ataque a Hogsmeade?
-Todos están perfectamente bien y ya los di de alta- el medimago sonrió, satisfecho- ¿Sabes porqué Ron me citó aquí? ¿Acaso van a tener otro sobrino?
Luna sonrió ampliamente y sus ojos brillaron-Insistió en acompañarme, no me quería dejar sola en mi estado.
Harry se preocupó- ¿En tu estado? ¿Estás enferma?
Ella negó con la cabeza y su sonrisa se hizo más amplia- Ayer nos enteramos de que vamos a tener otro miembro en la familia.
En ese momento, apareció Ron, y la abrazó por la cintura- Por su sonrisa, deduzco que te acaba de dar la buena noticia.
-Sí. Felicidades a los dos- por un instante, Harry envidió la felicidad que se reflejaba en los ojos de su amigo-¿Quién habría pensado que el soltero número uno de Londres se casaría y tendría una familia?
Ron se rió- ¿Y quién hubiera pensado que el soltero número dos de Londres se casaría y pensaría en tener una familia?
Harry quiso protestar, decirle a Ron que su situación era diferente. Ron se había casado para toda la vida, pero él lo había hecho por conveniencia, y cuando terminara el concurso de Miss Hechicera y Herms quedara embarazada tenía intención de volver a su vida de soltero.
-Supongo que siempre llega un momento en la vida de un hombre en el que se sabe que es lo importante…como el amor y la familia- Ron besó a Luna en la frente.- Todo está empaquetado y listo para que lo envíen a casa, linda, y ahora voy a salir a tomar un café con Harry…y probablemente hablaremos de cosas de hombres.
Los dos hombres se rieron y Luna golpeó ligeramente a Ron en las costillas.
-Vamos, salgan de aquí, los dos.
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Fue agradable tomar café con Ron…bueno, Harry si tomó café y Ron un gran almuerzo, argumentando que debía comer por dos.
-Pero Ron- argumentó Harry- por lo que me dices, casi compraste media tienda…¿No crees que es algo precipitado?
El pelirrojo sonrió- ¡Hay, hermano! Cuando Herms te diga que van a ser padres, me entenderás. Yo primero me puse eufórico…y después me preocupe, tú sabes, todas esas cosas que te vienen a la mente…si serás un buen padre, si de verdad estaba listo para serlo, si podré darle todo lo que necesite…pero sobre todo, que pasará si llego a faltarle.
-Ron…
-Es cierto, tú sabes que el trabajo que Hermione y yo tenemos es bastante riesgoso..tú mismo tuviste que atenderla hace poco…Después de la noticia de que voy a ser padre, tendré que ser más cuidadoso…y después de hablarlo con Luna, quiero pedirte que me hagas el honor de ser el padrino de mi hijo o hija…o ambos, uno nunca sabe cuando habrá gemelos en la familia.
-Diablos Ron, no sé que decirte.
-Solo di que si…yo sé que si yo llegara a faltar, tú serías un magnifico ejemplo para mi hijo…claro, que tendrás que ocultar tu oscuro pasado de busca problemas y tus locos años de estudiante- sonrió.
-El honor será para mi, Ron, gracias por confiar siempre en mi.
-¡Excelente! Y hablemos de otras cosas, porque esto me pone muy sentimental- dijo el auror, simulando limpiarse lágrimas.
Hablaron de sus respectivos trabajos. Se rieron al recordar los viejos tiempos y a los viejos amigos. Harry habría disfrutado más si hubiera podido quitarse de la cabeza la imagen de su futuro bebé…cosa que no sucedió gracias al auror, que estaba sumamente emocionado por su futura paternidad.
Había pensado que dejaría a Hermione embarazada y que asumiría el papel del tío del niño.
-Estoy deseando que termine el concurso- dijo mientras volvían al lugar donde Harry había dejado la camioneta.
-La ciudad se pone como loca, ¿Verdad?
-No es la ciudad, es la gente. Hace dos días, Madge Walter trajo a su nieta, que solo tiene 10 o 12 años. Quería que viera su talento, para decidir si cuando sea mayor puede participar en el concurso.
-¿Y?- Ron enarcó una ceja y lo miró divertido.
-Y yo acepte a regañadientes. Antes de que me diera cuenta, la chica había sacado dos bastones, les había prendido fuego y los había lanzado por el aire. Las alarmas de incendio muggles que instalé comenzaron a sonar, y pensé que a Madge le iba da dar un ataque al corazón en medio del granero.
Ron se rió.- Piensa que el año que viene por estas fechas solo será un recuerdo.
-Si, pero tengo la sensación de que la semana que viene voy a tener muchas pesadillas.
Unos minutos después, mientras conducía hacia su casa, volvió a pensar en Herms y el bebé. Por primera vez desde que Hermione y él aceptaron llevar a cabo el plan, se dio cuenta de que quería más. No era el tipo de hombre que podía alejarse de su hijo y velo sólo de vez en cuando. Tenía que hablar con Hermione.
Necesitaba decirle que no iba a conformarse con ver desde lejos como crecía su hijo.
-Herms- dijo al entrar por la puerta principal.
Nadie contestó. Subió las escaleras y miró en todas las habitaciones, pero no estaba.
Al entrar en la cocina, la vio a través de la ventana.
Estaba jugando con Tizne en el patio trasero. Llevaba un vestido amplio de tirantes, y el cachorro jugaba con un estambre que la chica movía.
A pesar de la amplitud del vestido, Harry pudo "ver" mentalmente las formas de su cuerpo, la esbeltez de su espalda, las curvas de sus pechos y sus piernas largas. Estaba muy bonita con el sol haciéndole brillar el cabello y con una sonrisa en los labios.
De repente, un intenso deseo se apoderó de él. La deseó en ese mismo momento, sobre la hierba bajo el sol. Quiso hundir las manos en su cabello rizado y presionar su cuerpo contra el de su esposa.
Como siempre, el deseo lo hizo sentirse irritado. ¿Cómo podía desear a una mujer a quién no quería de una manera romántica?
Tenía la sensación de que lo que estaba a punto de decirle la podría furiosa. Ella lo había escogido para que fuera el padre de su hijo, sabiendo que él nunca había querido tener hijos. Hermione esperaba que él adoptara el papel de amigo de la familia.
-"Será mejor terminar con esto"- pensó mientras se dirigía al patio.
-Hermione, tenemos que hablar- dijo sin preámbulos y muy serio.
Ella tomó a Tizne en brazos.- Hmmm, tiene que ser algo muy serio. No recuerdo cuando fue la última vez que me llamaste Hermione con ese tono de voz. ¿Quieres que entremos?
-No, podemos hablar aquí.
-Deja que lleve a Tizne adentro, y después tendrás toda mi atención.
Harry se sentó en la hierba y la esperó, pensando en esos momentos en Luna y su visita a la tienda de bebés, cuando la confusa nebulosa de un bebé de repente se había convertido en la realidad de su bebé.
Ella regresó enseguida y se sentó frente a él- ¿Qué ocurre? Para ser un estupendo día de verano, estás demasiado serio.
Harry dudó un momento, pensado en la mejor forma de abordar el tema.- Sabes que siempre te he dicho que no quiero niños.
Ella entrecerró los ojos.- No me digas que vas a renunciar al trato.
-No, no voy a renunciar, pero quiero modificarlo.
-¿Cómo?- preguntó frunciendo el ceño.
Harry apartó la mirada.- Todavía sigo intentando dejarte embarazada, y nos divorciaremos como hemos planeado, pero no puedo desentenderme de mi hijo. Quiero la custodia compartida.
Volvió a mirarla, esperando ver el enfado en sus ojos ámbar, pero en lugar de eso, ella le dedicó una sonrisa que hizo que el corazón le diera un vuelco.
-No me sorprende. Esperaba que llegaras a esa conclusión- se levantó sin dejar de sonreír.- Sé que tipo de hombre eres, Harry. Es una de las razones por la que quise que fueras el padre de mi bebé…porqué sé que cuando es necesario no das la espalda y te marchas. Y ahora, voy a preparar algo de comer. ¿Vienes?
-Iré en seguida- dijo, y se quedó sentado en la hierba. Necesitaba pensar y comprender cómo era posible que Hermione Jane Granger…perdón, Potter, lo conociera mejor que él mismo.
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-Recuerda que hemos quedado con mis padres, Remus, Linda, Sirius, Arabella, Ron y Luna para comer- dijo Hermione mientras se dirigían a la feria.
Por fin había llegado el día. El 14 de julio había amanecido con el cielo despejado y prometía ser un día caluroso. Harry estaba eufórico, sabiendo que unas horas más tarde terminaría su labor de juez del concurso.
Hermione estaba también emocionada. Desde hacía unos 8 años, para la celebración de Miss Hechicera se había una gran fiesta, con una feria estilo muggle, con atracciones, puestos de comida deliciosa y juegos de habilidad y azar. La fiesta terminaría con un grandioso espectáculo de fuegos artificiales.
-El concurso es hasta las cinco de la tarde, así que tenemos casi todo el día para divertirnos- dijo Harry.
Hermione asintió con la cabeza y miró por la ventanilla de la camioneta, intentando no pensar en lo atractivo que estaba su esposo. Llevaba unos vaqueros ajustados y una camisa de vestir de manga corta.
Hermione había intentado vestirse de manera algo diferente. Había visto un vestido de tirantes en el escaparate de una tienda en el Callejón Diagon y, después de probárselo, lo había comprado. El vestido era más ajustado de lo que estaba acostumbrada a llevar, pero le gustaban mucho el color y el estilo. El color caqui acentuaba la tonalidad de su cabello. El corpiño se ajustaba a su cuerpo, y el cuello del vestido se abría con un poco de escote. La falda corta y coqueta la hacía sentirse femenina y atractiva.
Deseó haber podido conservar para siempre la mirada de Harry cuando había salido del baño con el vestido puesto. Había emitido un aullido de lobo y después sus ojos habían brillado, más verdes que de costumbre, haciendo que a Hermione le temblaran las rodillas.
Ella lo miró, dándose cuenta que estaba tarareando la canción que habían bailado el día de su boda.
-¿En qué estás pensando?
Él le dedicó una sonrisa- Estoy deseando que empiece la fiesta. Cada año me encanta ver como te das un atracón de algodón de azúcar (N/A: ¿Qué te recuerda, Hikari, Hot-dogs y pasteles y después te quejas de que te duele el estómago durante todo el espectáculo de los fuegos artificiales.
-Yo no me quejo- protestó riéndose.
La sonrisa de Harry se desvaneció.- Tienes razón, no eres una niña quejumbrosa- dejó de hablar unos instantes.- Arabella puede ser una quejita, y Cho…Ella era la reina de todas las quejitas- Hermione no dijo nada, no sabía, por primera vez en su vida, que responder. Siempre había tenido la sensación de que Cho era un tema tabú.- Se despertaba por las mañanas quejándose de que la cama estaba demasiado blanda y de que hacía demasiado calor en la habitación. Luego decía que le pan tostado estaba demasiado tostado, que el café no estaba bien hecho y que las cosas serían diferentes si nos mudáramos a Londres.
Ella le puso una mano en el brazo- Lo siento, Harry.
-¿Por qué?
-Porque eres mi amigo, la amabas y las cosas no funcionaron- le pareció sentir una punzada de celos, pero intentó apartar la sensación cuando Harry siguió hablando.
-Ya sabes lo que dicen: "Antes que te cases, mira lo que haces". Afortunadamente, no nos casamos. No creo que estuviera realmente enamorado de ella.
-Bueno, por si te sirve de consuelo, no creo que la cama sea demasiado blanda- dijo ella, intentando aligerar un poco la conversación.
Harry se rió y la miró con afecto.- Todo el mundo debería tener una buena amiga como tú, Herms.
Hermione sabía que sus palabras eran un cumplido, pero por alguna extraña razón, le hicieron sentirse vacía.
Cuando las atracciones aparecieron ante ellos, Hermione no pudo sino admirar la magia de Hogsmeade al celebrar Miss Hechicera. Harry, Ron, Luna, Ginny, Draco y ella se habían divertido juntos en la feria desde que se hacía estilo muggle.
Hicieron fila en el carrusel, porque siempre se subían primero a los caballitos de colores, y de ahí se fueron a otros juegos, haciendo una pausa únicamente para comer unos pastelillos y burlarse de Draco, que estaba encantado con los juegos de destreza y ya tenía un montón de muñecos de peluche. Fue un día de diversión, compartido con los amigos, la familia y los vecinos. No pararon de reír, y más de una vez la risa profunda de Harry le provocó a Hermione estremecimientos.
El medimago se dio cuenta de que de no tener familia, había pasado a tener una muy numerosa…Hermione tenía razón, cuando las personas se querían, los lazos de sangre no eran importantes, solo los lazos de afecto.
Se unieron con toda la familia, junto con Jane y Reed Granger para comer, Molly Weasley había preparado comida para todo un ejército…incluyendo unas costillas especiadas con papas fritas porque Luna y Linda tenían antojo.
Sirius y Arabella se unieron a ellos, al igual que Ginny y Draco, quien no dejó de halagar la comida de su futura suegra.
A las cinco de la tarde, los asientos que había frente al escenario se llenaron de gente para ver la belleza y el talento de las jóvenes brujas de Londres. Hermione se sentó en la primera fila y sonrió a Harry, a quien le habían reservado un lugar de honor en el escenario.
Se veía bastante preocupado.
Mientras contemplaba el concurso, se puso a pensar en su matrimonio, que ya había durado unas cuantas semanas. Tenían una nueva intimidad que era a la vez excitante y un poco alarmante. Se acariciaban con frecuencia, como los matrimonios de verdad. Harry se había acostumbrado a abrazarse a ella en el sofá por las noches, mientras veían una película. Hermione a veces apoyaba la cabeza en su regazo y él jugueteaba con un mechón de su cabello o le acariciaba el hombro distraídamente, y ella se sentía completa.
Su pasión al hacer el amor tampoco había disminuido. Hacer el amor con Harry le parecía increíblemente hermoso, y después solían quedarse abrazados, hablando en voz baja en la oscuridad de la habitación.
Hermione apartó esos pensamientos de su mente cuando SueEllen Trexlor subió al escenario. Divertida, la vio bailar tap, y con cada movimiento, sus pechos amenazaban con salírsele de la ropa.
SueEllen le había enviado varias lechuzas durante la última semana, e incluso, la había ido a buscar a su casa, intentado quedar con ella para comer. Solo cuando Hermione le dijo que a pesar de estar casada con el juez no tenía influencia sobre él, SueEllen dejo de buscarla.
La sorpresa del concurso fue una guapa joven, llamada Susan Sanforth. Hermione sabía que Susan era una joven tímida, que trabajaba con los gemelos en su tienda de bromas. Pero cuando subió al escenario interpretó una canción con la voz de un ángel, y durante la entrevista demostró una inteligencia y un ingenio tales que ganó el título de Miss Hechicera.
Ya había oscurecido cuando Harry y Hermione, tomados de la mano, se dirigieron a una zona apartada y llena de árboles desde donde siempre veían los fuegos artificiales.
-Recuérdame que no coma nada del guiso de SueEllen si nos trae uno alguna vez. Seguramente estará envenenado con arsénico o tendrá algo para convertirme en un gusano o algo igual de desagradable- dijo Harry, mientras caminaban.
-Por la mirada que te dirigió cuando diste el veredicto, no creo que te hable ni que vuelva a cocinar para ti nunca más- contestó riéndose.
-Mejor. Era una de las protagonistas de mis pesadillas.
Ella se rió y se agarró a su brazo, disfrutando del aroma de su colonia. Cuando llegaron al lugar, un bosquecillo en una pequeña colina un poco alejado de las atracciones, aparecieron una manta y se sentaron uno frente al otro. Durante un momento, ninguno de los dos habló. La noche empezaba a caer, alargando las sombras de los árboles mientras el sol se ocultaba.
-Deberías ponerte vestidos como ése más a menudo- dijo él.
Ella frunció el ceño.- ¿Vestidos como qué?
-Bueno, ya sabes, que dejen ver la bonita figura que tienes.
-¿Crees que tengo una bonita figura?- preguntó ella sintiendo una cálida oleada de satisfacción.
-Deja de buscar cumplidos. Si no te pusieras esos vestidos tan anchos, la gente te halagaría más, y seguramente tendría que ser tu guardaespaldas más que tu esposo, por la cantidad de hombres que irían tras de ti.
-Supongo que las viejas costumbres tardan en desaparecer. Tú sabes que cuando era pequeña, todo el mundo en la escuela me llamaba Hermione la delgaducha y por eso siempre me ponía ropa amplia, porque pensaba que me haría ver ya no tan delgada.
-Créeme, Herms, ya nadie te confundiría con Hermione la delgaducha.
La intensa mirada en los ojos de Harry le aseguró por primera vez en su vida que había superado a la castaña delgaducha y con pecas que había sido.
-La comida fue divertida- dijo ella cambiado de tema.
-Hasta que Sirius y Arabella comenzaron a discutir, ¿Cómo pueden dos adultos causar tanto escándalo por como preparar unas costillas?
Hermione sonrió- Harry, te lo tomas demasiado en serio. Es evidente que se adoran y que esas discusiones son sólo una forma de demostrarse su cariño…hasta Ron lo sabe.
-Si tú lo dices…- respondió secamente.- Yo creo que todas esas discusiones son el resultado de su infelicidad. Pero no quiero hablar de eso ahora- se inclinó y tomó un mechón de cabello de Hermione.- Lo que quiero es relajarme y disfrutar de lo que queda de un día casi perfecto.
-¿Casi perfecto? ¿Qué podría hacerlo más perfecto aún?- preguntó enarcando una ceja.
-Tenemos una media hora antes de que empiecen los fuegos artificiales- le recorrió la mejilla y los labios con un dedo, mientras la miraba con ojos ardientes.
Hermione sintió que se le secaba la boca y se le aceleraba el pulso.
-¿En qué está pensando, señor Potter?
-Sólo en un pequeño revolcón en la hierba con la Señora Potter
Cuando la boca de Harry atrapó la suya, Hermione se dio cuenda de dos cosas: estaba enamorada de Harry Potter y su período llevaba algo más de una semana de retraso.
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¡¡¡Preparen…apunten…Fuego! Si, ahora si me merezco los tomatazos…lamento mucho el retraso, de verdad…pero fuerzas sobrenaturales y extraterrestres me obligaron a retrasarme demasiado…
Bueno, ya, hablando en serio, verán, he tenido las tres semanas más locas de mi vida…lleve a encuadernar mis tesis, y me las echaron a perder, tuve que volver a imprimirlas, me volví a cortar ahora, un dedo de la mano izquierda, con un tubo de ensayo…no si ya nada más me faltaba que me ladrara un perro (La palabra ladrar no va, pero los que son de México saben a lo que me refiero nn, por cierto, si alguien conoce un hechizo anti torpeza, que me diga, antes de que me cobren todo el material de vidrio que he roto en el trabajo).
Afortunadamente, ya todo salió bien, ya entregue mis tesis, y la fecha de mi examen profesional es el 25 de noviembre, así que porfis, crucen los dedos para que por fin me quite este compromiso de encima.
Además, estoy muy feliz como lombriz, porque aquí en México la película de Harry Potter y el cáliz de fuego se estrena el 18 de Noviembre, así que ya estoy más puesta que un calcetín para ir al cine.
Ahora, la otra noticia…estamos a dos capítulos del final…y no prometo hacerlo rápido…ahora tengo que estudiar para mi examen, preparar la exposición y todo eso…pero prometo tratar de no tardar tanto como está vez…bueno, mejor no, porque no se que me tienen deparados los astros.
Quiero agradecer, de verdad, toda su paciencia y sus mensajes de apoyo, en especial a: Lady Amatista, Lilyem, Lady Ski, Morgana Riddle, Ivy 91, Noin ange, Elen-Grantter, Bella Paola, Hibari, Lorena Potter, Seren Tc, Pan-nany11, Jenny Anderson, Thiago, Emilywolen, Ninniel, Ginger, Nethy, Yugo, SachielitaX, Zephyrpotter, Gabita, Lauris, Salami, Hermione-151, Arwy deep, Mangalinali, Pgranger, Vangie McDermott, Cornamentaao, FranGilraen, Karla-Karlila, Achinech, Jane Potter (no te preocupes por lo de actualizar pronto…yo también presiono nn) Alifelton, Arissita, ChantyGranger, Paulygranger, Osivoli, Ilona Potter, Sanke, WordenWood, Aiosami, Naremoon, Gachipotter, Darkangel, Luz, Arlet, Gaby (no te preocupes, me encanta que se te vayan los dedos), David, Sakuraanag, Karly Radcliffe, Carolina, Pardelocas, Mariana Splendor Miau McGonagall, Laxy, Oasis, Mephista, Tania, Ursula, Camilla Nathair, Paulina González y Derxinef.
Muchas gracias por su apoyo y su paciencia…y disculpen que no haya respondido adecuadamente a sus reviews como siempre lo he hecho.
Y…antes de que se me olvide…los Spoilers:
Durante el resto de su vida, Hermione recordaría el haber hecho el amor con Harry mientras los fuegos artificiales estallaban en el cielo y el amor que sentía por él iluminaba hasta el último rincón de su corazón.
Ten cuidado con lo que deseas…puede hacerse realidad.
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-¿Qué es todo esto?
-Son mis cosas. El trato ya está hecho, y si me ayudas a reducir todo esto, me desapareceré y podrás volver a tu vida de soltero- dijo esforzándose por que su tono de voz fuera ligero.
-¡Tranquila, ve despacio!- se pasó una mano por el cabello y se dejó caer en el sofá, sin dejar de mirarla.- Dices que el trato está hecho…¿significa que….estas…?
-Embarazada. Estoy embarazada.
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(….) Trató de comunicarse con ella, pero no contestaba ni las lechuzas ni las llamadas.
El viernes comenzó a preocuparse. Nunca estaban tanto tiempo sin hablar, sin salir a comer o a tomar un café (….) Tomó su varita e hizo un translador. Ya era hora de que fuera a casa de Hermione y descubriera que estaba pasando.
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Hasta aquí los Spoilers…¿Qué pasará? ¿Por qué Harry no puede comunicarse con Hermione? Bueno, pues no se pierdan el siguiente capítulo, recuerden que ya estamos en los finales…
Y por favor, háganme feliz y déjenme un review…aunque sea para quejarse por que tarde mucho en actualizar,
Un beso a todos
Ady
