Cap. 10 Regresando a la realidad

Durante el resto de su vida, Hermione recordaría el haber hecho el amor con Harry mientras los fuegos artificiales estallaban en el cielo y el amor que sentía por él iluminaba hasta el último rincón de su corazón.

"Ten cuidado con lo que deseas, puede volverse realidad"

El viejo adagio sonaba en su mente mientras sacaba con manos temblorosas la prueba de embarazo.

Harry estaba en el granero. Ella sabía que tenía varias citas y probablemente no regresaría a la casa hasta una hora más tarde. Era el momento perfecto para hacerse la prueba, ya lo había pospuesto demasiado.

Había pasado una semana desde la fiesta del 14 de julio, y ya tenía más de dos semanas de retraso. No podía esperar más.

Sacó la prueba de la caja, deseando poder dar marcha atrás y cambiar las reglas. Deseó que no hubieran acordado divorciarse cuando quedara embarazada. Pero nada de lo que Harry había hecho o dicho en los casi dos meses de su matrimonio indicaba que quisiera cambiar esa parte del trato. Quería la custodia compartida del bebé, pero también quería el divorcio.

Hizo la prueba, se apoyó en el lavabo y espero el resultado. En tres minutos lo sabría. Mientras esperaba se puso a pensar en la última semana.

En esos siete días había pasado cada momento amando a Harry y memorizando todo lo que siempre había dado por supuesto de él. No podía dejar de pensar en su sonrisa, que había aparecer ese hoyuelo travieso, y en como la miraba cuando hacían el amor.

¿Cómo se había estropeado todo? Se suponía que no tenía que enamorarse de él. Había pensado que estaba a salvo de enamorarse de Harry gracias a la fuerte amistad que compartían. Pero esa amistad había sido la base de algo mucho más profundo.

Era tiempo de ver la prueba. Si estaba embarazada, se volvería rosa y si no lo estaba, azul. Respiró profundamente y lo miró encontrándose con un cuadrado de color rosa brillante que parecía mirarla.

Se llevó las manos al estómago mientras la invadía la alegría. Estaba embarazada.

Pero al darse cuenta de que el trato había concluido su alegría se desvaneció. El concurso había terminado y ella estaba embarazada. Tenía que dejar la casa de Harry y divorciarse de él. Tal vez podría hacerse otra prueba una semana después. Había oído que a veces esas pruebas daban resultados erróneos. Pero supo que no esperaría otra semana y que no se haría otra prueba. Si lo hacia, solamente estaría atrasando lo inevitable, y de todas formas sería doloroso.

"No es el fin del mundo", pensó mientras empezada a meter sus cosas en las cajas, ordenadamente. Seguiría viendo a Harry, y seguramente volvería a tener esa relación especial que habían tenido hasta antes de casarse.

Tenía casi todo empaquetado y junto a la puerta cuando Harry entró en la casa por la tarde. Miró las cajas y las maletas y luego a Hermione.

-¿Qué es todo esto?

-Son mis cosas. El trato ya está hecho, y si me ayudas a reducir y guardar todo esto, enseguida apareceré en mi casa y podrás volver a tu vida de soltero- dijo esforzándose por que su tono de voz fuera ligero.

-¡Tranquila, ve despacio!- se pasó una mano por el cabello y se dejó caer en el sofá sin dejar de mirarla-. Dices que el trato está hecho….¿Significa que…estás…?

-Embarazada. Estoy embarazada- al decir las palabras en voz alta por primera vez se sintió eufórica-. Me hice una prueba de embarazo esta mañana y ha dado positivo.

-Herms- dijo suavemente. Se levantó de un salto y la abrazó-. ¡Por Merlín, no puedo creerlo! ¡Vamos a ser padres!

Se le llenaron los ojos de lágrimas, y durante un instante hundió la cara en la camisa de Harry, absorbiendo su aroma tan familiar. Estaba encantado con el bebé, y eso le hizo sentir un poco de esperanza.

Tal vez diría que deshiciera las maletas, que no se iba a ir porque la amaba más que a nada y porque quería ser su marido el resto de su vida.

Él la soltó, mirándola afectuosamente-. Herms, no tienes que irte hoy. Podemos esperar dos días para que te acomodes de nuevo en tu casa.

Ella retrocedió un paso. Necesitaba apartarse de él al darse cuenta de que su esperanza moría y le dejaba un gran vacío en el corazón. Habría sido el momento perfecto para que él anulara las condiciones de su trato, para que le pidiera que siguiera siendo su esposa.

Volvió a sentir deseos de llorar, pero respiró profundamente e intentó mantener el control. Nunca había perdido el control y no iba a hacerlo ahora, frente a Harry. Además, no debía estar tan triste, porque había conseguido lo que quería.

-La verdad es que estoy deseando volver a mi antigua vida- dijo ella-. Me gustaría llevarme todas mis cosas y dormir en mi cama esta noche.

-Ah, bueno…si eso es lo que quieres…-dijo con una expresión inescrutable-. Terminaremos de empacar y te acompañaré a tu casa para ayudarte a desempacar.

-No es necesario- respondió rápidamente. De repente, sintió la necesidad desesperada de escapar de él, antes de que perdiera el control.

-Claro que si. Sé perfectamente bien que te gusta hacer labores de casa sin magia y no quiero que levantes nada pesado durante los próximos 9 meses. ¿Tienes ya una cita con el médico o prefieres que yo te atienda?

-Por Dios, Harry, me he hecho la prueba hace solo un par de horas…Y preferiría que me atendiera mi ginecóloga, si no te importa.

-De acuerdo, pero avísame cuando será la cita, para ir contigo.

Ella asintió-.¿Cuidarás bien de Tizne?- Los ojos se le llenaron de lágrimas al pensar que el gatito que le había robado el corazón tendría que quedarse.

-Desde luego- dijo sabiendo lo difícil que era para ella dejar al gatito-. Pero vas a seguir viéndolo. Tú y yo nos veremos prácticamente todos los días, y además tenemos las películas de los viernes por la noche.

Hermione asintió-. Empezaré a buscar otro sitio donde vivir, un lugar donde se puedan tener mascotas- con un movimiento de varita, una de las cajas se cerró y se redujo.

Tardaron casi una hora en empacar todas las cosas de Hermione. Al terminar, Harry redujo todo al tamaño de una caja de cerillos y la guardo en uno de sus bolsillos.

-Dame tu mano- le pidió Harry

-¿Para qué?

-Ya que quieres llegar a casa pronto, lo mejor será aparecernos en el callejón y caminar hacia allá.

-Soy capaz de aparecerme yo solita, gracias- sonrió levemente la chica.

-Lo sé, Herms, pero el primer trimestre del embarazo es crítico y no quiero que hagas ningún esfuerzo.

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-Aquí hace calor- dijo Harry mientras sacaba las cajas diminutas y las iba volviendo a su tamaño normal- ¿Por qué no abres las ventanas y yo termino de volver las cajas a su tamaño?

Hermione abrió las ventanas, y con su varita realizó un hechizo aclimatador para mejorar el ambiente en su departamento y se dispersara el aires sofocante rápidamente.

Le sorprendió que el lugar que había sido su hogar durante tantos años le pareciera tan poco hogareño. No se sentía aliviada ni contenta de volver, lo único que sentía era un enorme peso en el corazón.

Harry terminó de acomodar algunas de las cajas, dejando únicamente las de la ropa de Hermione, quien se sintió muy agradecida, porqué sabía que se marcharía enseguida, y no se veía capaz de aguantar las lágrimas más tiempo.

-Bueno, creo que ya esta todo- dijo él desde la puerta, con las manos en los bolsillos.

-Bien está lo que bien acaba. Los dos tenemos lo que queríamos- respondió ella-. Yo estoy embarazada…

Harry sonrió-. Y yo me salvé de las artimañas de las candidatas- su sonrisa se desvaneció y sacó las manos de los bolsillos.

Levantó una mano, y por un momento ella creyó que iba a tomar uno de sus rizos, o a acariciarla suavemente en la mejilla. Se puso tensa.

No quería que la tocara, podría ponerse a llorar sin remedio.

Pero él dejo caer el brazo.-¿Me llamarás mañana?

-Por supuesto- contesto Hermione. Después de todo era importante que volvieran a ser lo que eran, los mejores amigos del mundo.

-Bien, entonces hablaremos mañana- dudó un momento en la puerta, como si no quisiera dejarla sola.

Pero ella necesitaba desesperadamente estar sola.

Sus emociones la abrumaban, sentía una gran alegría de estar embarazada pero también una desesperación terrible por estar enamorada de Harry.

-Hablaremos mañana- repitió ella, y con una sonrisa forzada, cerró la puerta.

Logró contener las lágrimas manteniéndose ocupada durante un par de horas, devolviendo a sus lugares originales las cosas que había llevado a la casa de Harry.

Deseó que nadie los hubiera visto, porque no estaba preparada para las preguntas de la familia y de los amigos. Al menos, no ese día. Al día siguiente hablaría con Harry y decidirían qué iban a decir a todos.

Terminó de organizarlo todo cuando ya estaba anocheciendo, después se hizo una sopa y se sentó a la mesa de la cocina. El silencio del apartamento la abrumaba. En casa de Harry siempre había reído y discutido mientras comían, y Tizne los acompañaba con sus maullidos. Una sopa de tomate no podía competir con eso (N/A: sigo con la fijación a los tomates).

Solamente había comido la mitad cuando empezó a llorar. Tenía lo que quería, pero en los dos meses que había pasado con Harry sus deseos habían cambiado. No solo quería el bebé de Harry…quería a Harry. Quería que fuera él lo primero que viera por las mañanas y quedarse dormida en sus fuertes brazos. Quería hacer el amor con él, que criaran a sus hijos juntos y envejecer a su lado. Quería…

Apartó el plato de sopa y las lágrimas que llevaba horas conteniendo acudieron a sus ojos en torrentes. Se levantó de la mesa y corrió al dormitorio, dejándose caer en la cama y hundiendo la cara en la almohada.

-Ya basta- se dijo entre sollozos, intentando recuperar la calma. Iba a seguir viendo a Harry que, como padre de su hijo, sería siempre parte de su vida. Y su amigo.

Ese pensamiento sólo consiguió que sollozara con más fuerza, porque en el fondo sabía la verdad. Quería a Harry, pero había cometido el error de enamorarse de él. Y sabía que nunca podría volver a quererlo como amigo. No sólo había perdido al hombre que amaba, también había perdido a su mejor amigo.

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A la mañana siguiente Harry se despertó abrazando a la almohada de Hermione y con su aroma llenándole los sentidos. Arrojo lejos la almohada y se sentó. Tenía que cambiar las sábanas. Herms se había convertido en una costumbre en su vida, y seguramente por eso le resultaba tan difícil despertarse sin poder abrazarla. Casi no había tenido tiempo de pensar en todo lo que había pasado en las últimas 24 horas.

Se había sorprendido al saber que Hermione estaba embarazada y que volvía a su apartamento, y después todo había ido demasiado deprisa.

Después de ayudarla a llevar sus cosas, había regresado a su casa y había encontrado a Tanner Rothman, su esposa estaba a punto de dar a luz, pero se habían presentado complicaciones.

No había vuelto a su casa hasta después de la media noche, y se había sentido algo decepcionado al ver que Herms no estaba. Quería compartir con ella la emoción y la alegría que le había provocado el nacimiento del bebé.

"Todavía puedes hacerlo" pensó. Herms llamaría y él se lo contaría. Y tal vez le preguntaría si quería salir con él en la tarde y comer hamburguesas…aunque, pensándolo bien, lo mejor sería que comieran algo más nutritivo, por el bebé.

Pensando es eso saló de la cama, se puso unos vaqueros y entró a la cocina para hacer café. Aunque Tizne parecía tan juguetón y entusiasmado como siempre, la cocina no le ofrecía ninguna calidez.

Sin los manteles amarillos de Herms y sus paños de colores, la cocina parecía fría e impersonal.

-Justo como me gusta- dijo con firmeza. La casa volvía a ser suya de nuevo, sin artículos femeninos que lo distrajeran.

Mientras desayunaba encendió la radio para llenar el silencio que nunca había percibido en la casa cuando Hermione estaba con él.

-Sólo estamos tú y yo, Tizne- dijo con una sonrisa forzada mientras el gato ronroneaba con evidente placer, al desayunar-. Un hombre y su gato, así es como yo tenía intención de vivir.

Una costumbre. Durante toda la tarde Harry se repitió que Herms se había convertido en una costumbre en su vida, y que a veces se necesitaban un poco de tiempo cuando se dejaban las costumbres.

Trabajó y atendió todas sus citas hasta que anocheció, después fue a casa a cenar y revisó la contestadota. No había ningún mensaje de Herms.

Se estaba comiendo un Sándwich cuando Sam Johnson, un vecino, apareció para pedirle ayuda. Su hijo de 17 años se había hecho una fractura expuesta y necesitaba de técnicas de medicina muggle para acomodarle el hueso correctamente.

Cuando finalmente volvió a casa estaba exhausto. Carl había aguantado bien la pequeña intervención y se recuperaría en tres días. Pero era el tipo de cansancio que a Harry le gustaba, el que sentía después de ayudar a alguien. Era lo que Cho nunca había entendido, y lo que Herms siempre había comprendido y respetado.

Mientras se duchaba, pensó en lo diferentes que habían sido ambas relaciones. Con Cho siempre había sentido que le faltaba algo y que no era el tipo de hombre que ella esperaba que fuera. Con Hermione siempre se había sentido en paz consigo mismo, ella veía más allá de "El niño que vivió", "El salvador del mundo mágico"…para ella, siempre había sido, únicamente, Harry, su mejor amigo.

Tras la ducha, volvió a comprobar el contestador y se sorprendió al ver que Hermione aún no lo había llamado. Se sentó en el sofá con Tizne en su regazo y descolgó el teléfono para llamarla. Espero tres tonos y después saltó el contestador.

-Herms…soy yo. Supongo que estás fuera. Llámame cuando llegues, ¿de acuerdo?- colgó sintiéndose un poco inquieto porque ella no se había puesto en contacto con él.

Al día siguiente, al salir de su oficina, vio a una lechuza con un sobre dirigido a él, con la elegante letra de Hermione.

Se apresuró a abrir el sobre, mientras la lechuza se marchaba.

Harry:

Sólo quería decirte que creo que es mejor si no decimos nada de mi embarazo todavía. Podemos decirles a todos que ser buenos amigos no es suficiente para llevar a cabo un buen matrimonio, y por eso nos hemos separado.

Hermione

Eso era todo. Ni un "Besos, Hermione" como usualmente firmaba sus cartas, o "Con cariño, Herms". Era un mensaje demasiado escueto y poco tranquilizador.

Harry intentó ponerse en contacto con ella, pero siempre que lo hacía, contestaba la contestadota. En los dos días siguientes, también lo intentó, pero el resultado fue el mismo y las lechuzas regresaban con sus mensajes, sin leer siquiera.

El viernes comenzó a preocuparse. Nunca estaban tanto tiempo sin hablar, sin salir a comer o a tomar un café. Empezó a dar vueltas por el salón. Había ido a casa para comer y había esperado, como cada día durante toda la semana escuchar su voz o recibir una lechuza para su cita de todos los viernes.

¿Qué le pasaba? ¿Estaba enferma? ¿Tenía problemas con el embarazo? Se dijo que probablemente estaría ocupada estableciéndose de nuevo en su casa y en su rutina….Pero seguramente podría haber tenido un momento para llamarlo o enviarle una lechuza.

El matrimonio que habían compartido no había podido cambiar las cosas entre ellos. Se negaba a considerar esa posibilidad. Habían hecho un trato, habían estado de acuerdo en que Herms se quedaría embarazada y luego volverían a tener esa maravillosa amistad que los dos valoraban tanto.

Tomó su varita e hizo un translador…no podía aparecerse directamente en su casa, los hechizos de protección del edificio y áreas vecinas lo impedía. Pero eso no importaba. Ya era hora de que fuera a casa de Hermione y descubriera que demonios estaba pasando

Hola a todos! Si, ahora si merezco los tomates…estoy lista, láncenlos todos….(Auch)

Bueno…después de la salsa catsup que han hecho conmigo, quiero pedirles una gran disculpa por tardar tanto en actualizar…en mi defensa solo diré que agradezco su paciencia y que me fue muy bien en mi examen profesional, así que ya no soy ilegal, porque tengo papeles. (Un mal chiste, lo sé)

También muchas gracias por sus buenos deseos…creo firmemente que todos sus buenos deseos hicieron que me fuera bien en mi examen.

Como pueden ver, ya estamos en el penúltimo capítulo…no puedo extenderme más, solo planee el fic para 11 capítulos, lo más que lo puedo alargar es un epílogo…¿Les gustaría? Por favor, cuando me dejen un review, que siempre se les agradece, díganme si quieren epilogo.

Muchas gracias a todos los que leen mi fic, en especial a : Elassel Granger, Naremoon, ChantyGranger, Zephyr Potter, Kida-Krn, Sandra, PaulyGranger, Ilona Potter, Barby-chile, Lady Amatista, Par de locas, Gabybea, Nethy, Vangie Mcdermott, Dream-kat, Roro, Oli, Drena Amatista, Luz, Belu, Hermione151, Dore-Malfoy, Abbyluthien, Emma Riddle, Olga, Rosario, Hikari Katsuragi, Sandrita, Lilyem, Ann, Hermy, Morgana Riddle, Lady Sky, Dark-Tsubasa, Mangalina-Li, Gaby, Felton Mara, Pgranger, Arrissita, FranGilraen, Wordenwood, Lorena Potter, Eliza Potter, Paola Potter, Carolina, Seren Tc, Sakura, Megalink, Arlet, Mephista, Yugo (Claro que puedes agregarme al Msn…¿Tienes mi correo?) Pan-nanyll, Jenny Anderson. Miki Mansura, VickytaGV, Xiomalys, Sayunangel (Gracias por el doble review), Tamao Potter, Jane Potter, Magaso Urasima, Osivoli, Achinech, Herms Potter, Marieg, Emilywolen, Carolina, Skye Black, Magdal, Gata2242 (Tocaya!), The Hard (Lo hice medimago porque en casi todos los fics es auror o jugador de Quidditch…me pareció buena idea hacer algo diferente), David (Gracias, gracias, gracias), Bella Paola, Quikipotter, Sanke, Gabita, Sachielitax, Thiago (Te debo una respuesta…me daré prisa, lo prometo nn) y Jildael Minraelistis

No prometo actualizar pronto…sobre todo porque estoy en auditoria, y, sobre todo, porque aunque les voy a dejar Spoilers, aún no termino de detallar adecuadamente el capítulo…sobre todo teniendo en cuenta que es el último capítulo y debe quedar muy bien.

Ahora si…después de tanto rollo…les dejo los Spoilers:

-¿Vas a venir esta noche para ver una película y comer palomitas?

-Creo que no- apartó la mirada-. Estoy cansada, creo que me acostaré pronto. Tal vez la próxima semana- añadió rápidamente.

-Pero el viernes que viene hay muchas posibilidades de que también estes cansada, Y probablemente estarás demasiado ocupada para llamar o para verme durante la semana ¿Qué está pasando, Herms?

(…) Harry, ya no puedo ver más películas contigo los viernes. No puedo tomar café, pasear, nadar contigo o ir a tu casa…-Te quiero, Harry.

-Yo también te quiero.

-No lo entiendes. Estoy enamorada de ti, Harry…(…) No puedo volver a ser sólo amiga tuya.

-¡¡Me prometiste que nada cambiaría! (….) ¡¡Pues deja de estar enamorada de mi y vuelve a ser mi amiga!

Hermione vio claramente en el porche un columpio que nunca había estado ahí.

-¿Has perdido la cabeza?

-Si…En realidad la perdí al pensar que tenía que vivir sin ti.

¿Qué les pareció? La cosa se pone bastante interesante…¿No creen? Bueno hermosos, los dejo…por favor, dejen reviews…le alegrarán el día a está niña prófuga del microscopio

Besos

Ady