Capítulo 11. El inicio
Advertencia:
Este capítulo contiene altas dosis de azúcar afectiva…así que si no te gustan las cosas empalagosas…evítalo a toda costa….
Una vez aclarado el punto…comenzamos.
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En cuanto oyó que llamaban a la puerta, supo que era Harry.
-¿Herms?
Ella se quedó en el sofá, donde había estado la mayor parte de la semana. Tal vez si no contestaba él se iría. Durante toda la semana había tenido esperanzas de ser lo suficientemente fuerte como para hablar con él por teléfono, enviarle una lechuza o verlo en persona, pero no lo había conseguido.
Hasta la primera noche en su apartamento, cuando se había quedado dormida llorando, no se había dado cuenta de lo mucho que Harry se había colado en su vida, de la depresión que se apoderaría de ella al vivir sin él.
Volvió a llamar a la puerta, esa vez más fuerte. Su coche estaba estacionado fuera del edificio, así que él sabía que estaba allí. Se levantó, sabiendo que no podía retrasarlo más tiempo. Tarde o temprano tendría que enfrentarse a él…además, conociéndolo, sería capaz de tirar la puerta si no le respondía.
Mientras iba hacia la puerta, intentó arreglarse un poco el cabello. Abrió la puerta y vio que Harry tenía un puño en alto, dispuesto a llamar de nuevo, y su varita en la otra.
-Aquí estas. Me preguntaba si me estabas evitando.
-He estado muy ocupada durante toda la semana- dijo mientras él entraba en el salón y guardaba su varita.
Harry atravesó la habitación y se dejó caer en el sofá, como había hecho un millón de veces. Pero esta vez Hermione no lo vio como su mejor amigo y confidente, sino como el hombre que amaba.
Lo único que quería era sentarse a su lado y apoyar la cabeza en su pecho, oliendo su aroma mientras él la abrazaba.
Se sentó en una silla enfrente del sofá. Necesitaba mantener la distancia física entre ellos y se preguntó durante cuanto tiempo podría seguir fingiendo que no pasaba nada, que podía volver a la relación que habían tenido antes de casarse.
-Has dicho que has estado muy ocupada, ¿Haciendo qué?
-Esto y aquello- dijo encogiéndose de hombros-. Tardé un par de días en ordenarlo todo e hice una limpieza general. El apartamento llevaba dos meses cerrado.
-¿Por qué no me avisaste? Podría haberte ayudado.
Por primera vez en toda la semana, Hermione sonrió ligeramente.- Harry, no te ofendas, pero tu idea de limpiar no coincide exactamente con la mía.
-Por lo menos podría haberte hecho compañía- la miró intensamente-. ¿Vas a venir esta noche para ver una película y comer palomitas?
-Creo que no- apartó la mirada-. Estoy cansada, creo que me acostaré pronto. Tal vez la próxima semana- añadió rápidamente.
Él se inclino hacia delante mientras sus ojos se volvían más verdes.- Pero el viernes que viene hay muchas posibilidades de que también estés cansada. Y probablemente estarás demasiado ocupada para llamarme o enviarme una lechuza, ya no digamos para verme…Puede que sea despistado, pero no soy estúpido, ¿Qué está pasando, Herms?
Se sintió incapaz de mirarlo a los ojos, pero supo que no podía seguir ocultándole la verdad.
-No puedo Harry, no puedo hacer esto- dijo con voz temblorosa.
-¿Qué?
Supo que estaba confuso, y sintió ganas de darle una bofetada por ser tan tonto (N/A A mi también me dieron ganas de golpearlo, así que me pido turno después de Hermione) ¿No se había dado cuenta de que todo había cambiado? ¿No podía sentir cuanto lo amaba?
Se sintió enojada y dolida a la vez. Se levantó incapaz de permanecer sentada mientras le descubría su secreto.
-Harry, ya no puedo ver más películas contigo los viernes por la noche. No puedo tomar café, pasear, nadar contigo o ir a tu casa- fijó la mirada en una foto de sus tiempos de Hogwarts, detrás de Harry- Te quiero, Harry- esas palabras, que deberían haberle provocado alegría, le produjeron una enorme tristeza. Se suponía que el amor era el principio de las cosas, pero en ese caso, era el final.
-Yo también te quiero- dijo instantáneamente, sin pensarlo.
A Hermione se le llenaron los ojos de lágrimas- No lo entiendes. Estoy enamorada de ti, Harry- los ojos del medimago se oscurecieron y abrió la boca para decir algo, pero ella continuó rápidamente.- Creí que podría hacerlo. Pensé que podríamos tener un matrimonio de mentira para que me quedara embarazada y después podríamos seguir con nuestra amistad. Pero estaba equivocada- las lágrimas se deslizaron por sus mejillas-. No puedo volver a ser sólo a miga tuya.
Él se levantó. Estaba tenso y el enfado se reflejaba en sus ojos.- ¿De qué estás hablando? Se suponía que esto no tenía que pasar- dio un paso hacia ella-. Maldita sea, Herms, no me dijiste nada de esto.
Ella lo miró, sorprendida por su reacción.- No sabía que iba a pasar. No lo planeé.
-Pero me prometiste que nada cambiaría. Sabías que no quería casarme o tener otra relación. ¡Me prometiste que las cosas volverían a ser como antes…eso era importante para mí!
-No me grites- dijo sintiendo que la rabia empezaba a invadirla-. Te estás comportando como si lo hubiera planeado, y no es así. Créeme, lo último que esperaba era enamorarme de ti.
-¿Y no puedes superarlo?
Durante un instante ella se quedó sin palabras. Nunca lo había visto comportarse de una manera tan irracional…al menos no con ella.
-Esto no es un resfriado o el sarampión, Harry. No sé si puedo "superarlo" o no.
-No puedo creer que me estés haciendo esto…
-Ya te he dicho que no quería que pasara. Eso es lo que siento, así que deja de comportarte como un estúpido.
-¡¡Pues deja de estar enamorada de mí y vuelve a ser mi amiga!
Hermione quería darle un puñetazo. Siempre había sido un poco insensible y terco en las cuestiones del corazón. También quería abrazarse a él hasta que el dolor y la confusión desaparecieran. Pero en lugar de ello, respiró profundamente y suspiró, mientras sentía que las lágrimas se acumulaban de nuevo en sus ojos.
-Harry, tal vez todo se arregle con el tiempo, no lo sé. Pero ocurra lo que ocurra, estoy de acuerdo en tener la custodia compartida del bebé.
Él todavía estaba enfadado. Hermione lo sabía porque sus hombros estaban tensos y por las fuertes pisadas que dio al dirigirse a la puerta.
-Entonces supongo que no tengo nada más que decirte hasta que hablemos con un funcionario del Ministerio sobre el divorcio- abrió la puerta e hizo además de marcharse, pero se dio la vuelta, con ojos brillantes-. Si hubiera sabido que para tener un hijo tendría que pagar un precio tan alto, nunca habría aceptado tu plan- sin esperar respuesta, se marchó dando un portazo.
Hermione se quedo mirando la puerta cerrada durante un rato, tratando de contener las lágrimas. Hasta ese momento no se dio cuenta de que había seguido conservando un poco de esperanza. Había creído que si confesaba a Harry que estaba enamorada de él, su amigo reconocería que también estaba enamorado de ella.
Pero lugar de eso, él se había enfadado con ella por estropearlo todo y por destruir su amistad.
Por primera vez iba a tener que vivir sin Harry en su vida…y ni siquiera sabía por donde empezar.
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Harry no podía describir todas las emociones que lo abrumaban mientras se alejaba del apartamento de Hermione. Estaba furioso con ella porque lo amaba, y también con él mismo, por haber aceptado casarse.
Empezó a sentir un profundo arrepentimiento y algo de vergüenza por como se había comportado.
Los hermosos ojos ámbar de Hermione habían estado inundados de lágrimas, y sus labios habían temblado con la intensidad de su confusión emocional.
Pero había algo más aparte del enfado, del arrepentimiento y de la vergüenza. La idea de que había perdido a Hermione y de que ya no sería una parte esencial de su vida lo llenaba de tristeza…y de miedo. La vería seguido, gracias a su hijo, pero la dulce intimidad de su amistad, la confianza y la franqueza que siempre habían compartido, esa ya no volvería.
¿Cómo iba a vivir, a sobrevivir, sin esas cosas? Nadie lo conocía ni comprendía como ella.
¿Qué iba a hacer si ella no estaba en su vida? Caminó por Londres un buen rato, intentando despejarse y diciéndose que todo iba a salir bien. Solamente habían sido amigos, nada más.
Eran algo más de las cinco cuando entró en el camino que llevaba a la casa de Sirius y Arabella. Pensó que debía darles la noticia de la separación. Había estado en contacto con ellos durante la semana, pero no había mencionado que Hermione había vuelto a su casa. También tendría que devolver los regalos de boda que habían dejado en la habitación de invitados. Herms le había dejado una lista detallada con todo lo que tenía que devolver y a quién.
Se pasó una mano por el cabello, sintiendo que estaba comenzado a tener una jaqueca. Herms aún no quería decirle a nadie que estaba embarazada, así que el no podría darle a Arabella la buena noticia. Suspiró y se dirigió a la casa. Entró por la puerta principal y se sorprendió al encontrarlo todo en silencio. La mayoría de las tardes, Sirius y Arabella se quedaban en el salón, jugando poker.
-¿Arabella...Sirius?- los llamó, y después entró en la cocina. Era evidente que habían comido hacía muy poco tiempo. El aroma de la carne asada flotaba en el aire, y los platos se estaban lavando en el fregadero.
La puerta trasera estaba abierta, y al acercarse oyó el murmullo de las voces de sus padrinos y el chirrido del columpio en el porche. Estaba a punto de salir cuando oyó a Bella reírse con mucho ánimo y de forma pícara. Después hubo un largo silencio y un suspiro.
Se estaban besuqueando. Las personas que consideraban sus padres, que pensaban que eran infelices viviendo juntos, estaban besándose acaramelados frente a la puesta de sol. Harry retrocedió, volvió a atravesar el salón, salió por la puerta principal y decidió marcharse a casa.
Durante años Harry había pensado que Sirius y Arabella eran dos pobres personas atrapados por los votos del matrimonio.
Una y otra vez Herms había intentado explicarle que todas sus discusiones sólo eran una forma de expresión de afecto. Pero Harry nunca la había escuchado. Se sentía como si todo el mundo se hubiera derrumbado, primero por lo de Herms, y después por el descubrimiento de que en el matrimonio de Sirius y Arabella no sólo había muchas diferencias, sino también un amor que había perdurado a lo largo de los años.
Cuando llegó a su casa el dolor de cabeza era mucho más intenso. Necesitaba entrar, necesitaba la calma y la tranquilidad de su casa. Necesitaba….necesitaba…demonios, no tenía ni idea de lo que necesitaba.
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Durante la última semana, Hermione había descubierto que odiaba la puesta de sol, ese momento entre el día y la noche, demasiado temprano para irse a la cama y en que resultaba demasiado fácil dejarse llevar por la melancolía. Y no había melancolía más profunda y oscura que la de una persona sin amigos, pensó mientras se sentaba a la mesa de la cocina con un bloc de notas y una pluma.
Decididamente, al día siguiente tenía que ir a hacer las compras. Durante la semana se había comido todos los alimentos enlatados que tenía en la despensa, junto con otras cosas que habían salido de su varita, porque no quería encontrarse con nadie en la ciudad. Pero Harry y ella se habían separado, y tenía que estar preparada para contárselo a quien le preguntara. Sería muy difícil hablar de eso en ese momento, pero sería aún peor cuando pasaran algunos meses y empezara a notársele el embarazo.
El embarazo. Se puso las manos en el abdomen, pensando en el bebé que crecía en su interior. A pesar de la angustia que sentía por todo lo que había ocurrido, no lo sentía por el bebé. Al contrario, estaba emocionada. Siempre tendría una pequeña parte de Harry en su vida, una niña o un niño a quien amar.
Se levantó y se fue al dormitorio, decidiendo que no estaba del todo mal ponerse el pijama antes de las siete.
Acababa de entrar a su habitación cuando oyó que llamaban a la puerta. ¿Quién podría ser? Pensaba que nadie sabía que estaba allí. Tal vez algún vecino había visto luz y quería asegurarse de que todo estaba bien. O tal vez Harry había hablado con Ron y él pelirrojo venía a reclamarle.
Había llegado el momento de responder preguntas impertinentes. Salió de la habitación a regañadientes y se dirigió a la puerta de entrada, ahogando un grito de sorpresa al ver a Harry.
-Ya sé que dijiste que no querías verme más- dijo él sin preámbulos.
-Yo no dije exactamente eso- contestó con voz débil.
-Necesito que vengas conmigo, Herms.
-¿A dónde?- agarró la puerta con fuerza, como si ese gesto lo mantuviera fuera de su casa y de su corazón.
-A mi casa. Es Tizne.
A Hermione le dio un vuelco el corazón- ¿Tizne? ¿Qué pasa? ¿Está herido?- agarró la mano de Harry fuertemente y las lágrimas inundaron sus ojos.
-No…no. No es nada grave…es que no quiere comer. Creo que te extraña. Pensé que podrías venir, quedarte un rato y conseguir que comiera.
El último lugar donde quería ir era a la casa de Harry, donde los recuerdos la torturarían, pero no podía ignorar las necesidades de Tizne.
-Muy bien, iré. Deja que vaya por mi bolso.
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Mientras caminaban juntos por las calles de Hogsmeade, Hermione no pudo evitar recordar lo que había pasado.
Harry la había tomado por los hombros, alegando que debían aparecerse en Hogsmeade, porque era más rápido.
Ella había protestado, diciendo que podría aparecerse ella sola…cuando de pronto, ya estaban ahí, solo que a unas cuantas calles de la casa del medimago, quien solo se encogió de hombros y dijo que no había podido concentrarse lo suficiente.
Al caminar junto a él, su aroma familiar la envolvía, causándole dolor.
Después de haber hecho el amor con Harry durante un par de semanas había pensado que era una ninfómana porque creía que le encantaba el sexo. Pero en realidad lo que le gustaba era hacer el amor con Harry, y la idea de hacerlo con cualquier otro hombre le resultaba repugnante.
Miró de reojo a Harry, que tenía la mirada fija y los puños apretados…Y eso significaba que estaba pensando en algo. Él sintió la mirada de Hermione.
-Siento haberme comportado como un estúpido.
Hermione quería enfadarse con él, pero no podía…nunca había sido capaz de enfadarse con Harry-. Esta bien- dijo con suavidad-. Los dos nos exaltamos bastante.
Se hizo el silencio entre ellos, un silencio incómodo, difícil de aguantar. Pero Hermione no tenía nada más que decir. Ya lo había dicho todo, y aparentemente él también.
Miro a otro lado, viendo las casas y las tiendas, sintiéndose triste al aparecer entre ellos el camino que llevaba a la casa.
El sol ya se había puesto y las sombras lo envolvían todo, pero el porche estaba iluminado con varias velas que flotaban en el aire, iluminando el columpio que nunca antes había estado ahí.
Harry se detuvo y ella se giró para mirarlo, recordando que le había dicho que cuando comprara un columpio para el porche sería la señal de que se habría vuelto loco.
-¿Has perdido la cabeza?
-Si
-¿Por eso me has traído aquí?- no entendía lo que significaba el columpio, por qué lo había comprado ¿Pretendía hacer las paces con ella?
-Vayamos a la casa y sentémonos en el columpio. Tengo algo que decirte.
¿Cómo podía ser tan cruel? ¿No se daba cuenta de que una parte de su fantasía era que los dos estuvieran sentados en el columpio, viendo como sus hijos jugaban? Aún sabiendo que sería una tortura, Hermione lo siguió hasta el porche. Harry espero a que ella se sentara en el columpio y después se sentó a su lado.
-Hermione, desde que me fui de tu casa esta tarde he estado pensando mucho. Caminé por horas, furioso al ver que las cosas habían salido de esta manera- respiró profundamente y empezó a balancear el columpio-. Al final, llegue a casa de Sirius y Bella, pensé que debía decirles que no habíamos separado.
-¿Qué te dijeron?- sabía que había tenido que ser muy difícil para él, y que ella se enfrentaría a lo mismo cuando hablara con sus padres.
-No pude hablar con ellos- la miró-. Cuando llegué estaban en el patio de atrás, sentados en el columpio y besuqueándose como una pareja de adolescentes.
Hermione no pudo evitar reírse- ¿Sirius y Bella se estaban besuqueando?
Harry sonrió- Solo pensar en ello puede dejarme marcado para toda la vida- su sonrisa se desvaneció y se pasó una mano por el cabello-. Me fui antes de que se dieran cuenta que estaba allí. Me quedé atónito al ver que se querían…que es el amor lo que los ha mantenido juntos.
-He intentado decírtelo durante años.
-Si, pero hasta hoy lo comprendí. Sirius y Arabella pueden ser los mejores amigos o los peores enemigos, pero al final del día comparten la ternura y la pasión, porque son amigos y amantes.
Hermione se puso tensa, preguntándose si lo que quería decirle era que aún quería el divorcio, pero que no deseaba sólo los privilegios de la amistad, sino también quería sexo.
-Harry, si crees…
-Shhh, déjame terminar. Ya sabes lo que siempre he pensado de ser hijo único…Ningún niño debería ser hijo único, y creo que si mis padres hubieran vivido, habría tenido al menos dos hermanos más, y estoy seguro de que no quiero que mi hijo sea hijo único.
-Harry, te estas yendo por las ramas. Por Merlín, dime que estoy haciendo aquí.
Él la miró intensamente-. Cuando viste el columpio te dije que había perdido la cabeza. En realidad la perdí al pensar que tenía que vivir sin ti- le tonó una mano y entrelazo sus dedos con los de ella.- He estado pensando en todos los años durante los que hemos sido amigos, en que cuando me sentía solo, triste, feliz o asustado, siempre quería que estuvieras conmigo- ella lo miró y el corazón comenzó a latirle con rapidez. Por primera vez en su vida, tuvo miedo de adivinar a donde quería llegar-. Cuando me gradué de medimago, te busqué a ti y no a Cho, entre la multitud. Se suponía que Cho era la mujer que amaba, pero era tu rostro el que quería ver- le soltó la mano y comenzó a acariciarle la mejilla-. Herms, hoy me he dado cuenta que he estado enamorado de ti desde segundo…solo que no podía describir lo que entonces sentí, con lo del basilisco, me sentí mal por no poder hacer nada para ayudarte cuando te petrificaron, me hiciste sentir que algo esencial faltaba en mi vida…y no me gustó nada la sensación…así que no quiero el divorcio, y no quiero pasar ni un minuto más sin ti.
Ella lo miró, temerosa de que sus sentidos le estuvieran jugando una mala pasada.
-Si esto es una de tus bromas pesadas, Harry, no te voy a perdonar nunca.
-¿Cuándo te he hecho yo una broma pesada?- preguntó indignado.
-En sexto, cuando convertiste la lechuga de mi sándwich en gusanos y apostaste con Ron que yo me lo terminaría antes que él el suyo. Afortunadamente, vi las lombrices antes de morderlo.
Los ojos de Harry brillaron alegremente.- Bueno, te jugué una broma pesada…pero éramos unos niños. Ya no lo somos Herms. Quiero ser tu mejor amigo, pero también quiero ser tu marido, el hombre con quien construyas tus sueños y con quien te sientes en el columpio del porche…Quiero ser el hombre con quien hagas el amor cada noche durante el resto de tu vida.
-Oh, Harry, si no me besas en este momento, te juro que te voy a golpear- él la abrazó y la besó con ternura, pero al terminar el beso ella lo miró con gravedad.
-Harry, esto no es por el bebé, ¿no? Quiero decir, no vas a seguir casado conmigo solo por esa locura del hijo único, ¿Verdad?
-Mi dulce Herms, solo hay una cosa que puede hacer que siga casado contigo, y es el amor. Ya estaba enamorado de ti cuando le día una paliza a Malfoy en Sexto porque te insultó.
Ella se rió y sacudió la cabeza.- Fue Draco quien te dio una paliza, pero la intención es lo que cuenta.
Él le tomo el rostro entre las manos, mirándola afectuosamente.
-No, Herms, es el amor lo que cuenta. Y quiero pasar el resto de mi vida amándote- volvió a besarla, pero esa vez el beso llevaba toda la confianza de la amistad, el deseo apasionado de un amante, y el compromiso de un alma gemela-. Te amo, Hermione- le susurró suavemente al oído.
-Yo también te amo, Harry- él se levantó de repente, y Hermione gritó cuando la tomó en brazos.- ¿Qué estás haciendo?
-Lo que debería haber hecho hace dos meses- contestó-. Las cosas tienen que hacerse bien, y si atravieso el umbral contigo en brazos, nuestro matrimonio será de verdad y durará para siempre.
Para siempre. Las palabras resonaron en el corazón de Hermione, llenándola de alegría.
-Cuando me miras como lo estás haciendo ahora me siento como la ganadora de Miss Hechicera.
Él se rió y sus ojos brillaron de amor y deseo-. Una cosa es segura…Tú eres la reina de mi corazón.
Con esas palabras, abrió la puerta principal y atravesó el umbral con su mujer en brazos.
Fin
México, Invierno del 2005
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Jo, jo jo….Jem…perdón, quiero decir…¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS! Ya sea que tengan una fría navidad (En México está haciendo mucho frío) O estén teniendo una cálida navidad (Como en Chile…¡¡Que envidia!).
Bueno, como dicen en mi país…No hay plazo que no se cumpla, y este es el tan esperado final de la historia…Espero que les haya gustado y que este a la altura de lo que ustedes querían del final.
Quiero agradecerles a todos ustedes, que hicieron posible que yo siguiera escribiendo…Gracias por su tiempo y su paciencia con esta niña que es esclava del tiempo, Gracias por los ánimos y por las palabras alentadoras, en verdad que son adictivas…y finalmente y no menos importante, Gracias a Hikari por su amistad, por su tiempo y por su ánimo…y por ser la HHr shipper más animosa que conozco…Este fic es para ella.
Gracias, en especial a: Adela, Achinech, Sherlin, Herms Potter, Gata 2242, Paola Potter, Haruko Higurashi, Elen Grantter, Jocelyn, Thiago, Morgana Riddle, Ana Malfoy (Muy honrada de ser el primer fic en que dejas un review), Lady Ski, Katelau, Abbyluthien, Gabita, pGranger, Gabybea, Soyunangel, Mephista, Yugo, Hikari, Anisza, Magdal, Arwy, Dark-Tsubasa (¡¡Que bueno que alguien pudo leértelo), ChantyGranger, Bill (te debo una respuesta…no te desesperes, prometo que pronto te contesto…perdón por la tardanza nn), Arissita, Eliza Potter 130291, SachielitaX, Aiosami (No te preocupes por el review), Ilona Potter, Pan-nany11, Arabela-G-Potter-Black, Sandra, Dore Malfoy, Isabella Riddle, Rosario, Osivoli, Vangie McDermott, Pauly Granger, Naremoon, Potter girl 12491, Lady Amatista, Miki Mansura, Lilyem (Eso de los gemelos es buena idea), Calixto nix, Olga, Wordenwood, Ayda merodeadora, Lauris, Hibari, FranGilraen, Kry Potter, Draik Black, Billiwig, Luz, Hikari Katsuragi (Que buena amiga!) Roro, Ema Riddle, Tania Stratman, Carolina, Tamao Potter, Gaby, David (¡¡Muchas gracias! Invítame cuando pongas el columpio…¡¡Me encantan!) Jane Potter y Par de locas.
Hay algo más que quiero compartir con ustedes….yo sé exactamente como se sintió Hermione, porque yo también me enamoré de mi mejor amigo, ya saben, siempre estábamos juntos, nos gustaban las mismas cosas, confiábamos mucho el uno en el otro, así que simplemente sucedió…de hecho, muchas personas creían que teníamos alguna relación.
Cuando él se enteró…bueno, creo que no tengo que ser muy explicita en que fue lo que paso…de hecho, yo decidí distanciarme de él, la verdad es que si lastima ver a la persona que quieres con otros…así pasaron tres largos años…la semana pasada vino a mi casa…quiere que tengamos otro tipo de relación, argumentando que fue un tonto y sus palabra fueron:"Tú me complementas…y fui un tonto por darme cuenta hasta ahora"…No sé que vaya a pasar….dejemos que el tiempo haga de las suyas…
Así que, ya saben de donde surgió la inspiración…
Gracias por su apoyo y por dejarme compartir un poco de mis sentimientos con ustedes…
¡Ah!...antes de que se me olvide…Como regalo de navidad atrasado (Porque no creo tenerlos a tiempo) Escribiré dos epílogos cortos de está historia, pero si quiero que sean sorpresa, así que les debo los Spoilers nn
Les envió un cálido abrazo y deseo que tengan una Feliz Navidad en compañía de toda su familia y de todas las personas que aman.
Un beso a todos
Ady
