Nota de la Autora: Sábado, 8 de Octubre de 2005.
Así que 40 caps¿eh? Vale, que conste que sois vosotros los que lo habéis decidido, luego que no se queje nadie de que el fic se le está haciendo demasiado largo ¿Ok? ;-)
IMPORTANTE: A ver, ya que Flor-Black me ha planteando una cuestión acerca de la negrita, voy a aclararlo, por si alguno más de vosotros aparte de ella, se preguntaba lo mismo o algo parecido. ¿Por qué la negrita, si después de todo, lo que no está en negrita no altera el significado de la frase? O mejor, lo plantearé de otro modo. ¿Por qué no sólo la negrita y quitar el resto?
Bien, voy a contestar a eso. Uso la negrita única y exclusivamente para que sepáis cuáles son los datos importantes en cada cap. Ahora bien, si como a Flor, os resulta molesta la negrita, deberíais habérmelo dicho hacía tiempo, y yo habría buscado otro modo de indicaros las cosas. Por otro lado, también os digo que hay datos que no están señalados en negrita y aún así, algunos os fijáis en ellas, cosa que me alegra mucho. Así que conclusión: si os resulta molesta la negrita, lo siento mucho, pero ya a la altura que estamos en el fic, no pienso dejar de usarla. Siempre tenéis la alternativa de no leerla. Lo que no voy a hacer, a la altura que estamos de fic, es cambiar mi dinámica. Al fin y al cabo, yo no obligo a nadie a que lea mi historia ni tampoco a aceptar mi manera de escribirla o lo que pueda usar en ella (como la negrita). Y no, no estoy enfadada ni molesta, simplemente os digo mi sincera opinión. De todas formas, os agradezco enormemente que sigáis mi fic y también que me comentéis vuestras impresiones. Un beso a tods. RAkAoMi.
MÚSICA RECOMENDADA:
- Descargaros una última melodía de Christopher Beck (Buffy The vampire Slayer), llamada "Kissed to life (Willow and Kennedy theme).
- Descargaros también, dos melodías de la banda sonora de "The Princess Bride" (La princesa prometida), que son:
- Once upon a time.
- I will never love again.
Son divinas y la mar de románticas, os lo aseguro.
DESCARGAROS UNA RECOPILACIÓN DE LA MEJOR MÚSICA DE BUFFY, DE LA SEGUNDA TEMPORADA A LA SÉPTIMA Y ÚLTIMA, EL ARCHIVO SE LLAMA:
- Christopher Beck & Robert Duncan-Buffy Season 2-7-(KMN Score Remix-20min45sec)
Simbología:
Para qué, ya la conocéis de sobra.
CANCIONES RECOMENDADAS PARA ESTE CAP:
CHRISTOPHER BECK:
- Remembering Jenny.
- Dublin.
- Close Your Eyes.
¿Cuándo usar la música?
Cuando queráis, pero permitidme que os recomiende "Close Your Eyes" para la escena que hay casi al final del fic.
Si ya tenéis "Kissed to Life" o "Close your Eyes", ponedla cuando leáis "Shhhh…tranquila, no tengas miedo…" y continuad escuchándola hasta que el cap termine.
¿Qué se os acaba antes del final del cap? Pues ponedla otra vez.
¿Por qué os recomiendo esta melodía, es que hay una escena romántica? Sí, podríamos definirla así.
¿Es una escena Hermione Harry? Puede que sí o puede que no, ya lo averiguaréis.
En cualquier caso, por favor, seguid mi sugerencia, os aseguro que si lo hacéis, usando la música que os he recomendado, la escena os va a encantar. Os va a transmitir una serie de cosas…que quizás no notaríais si la leyeseis sin música.
¿Y si no tengo esa melodía, qué hago? Os preguntaréis algunos… Poned otra que os guste, pero es imprescindible que sea una música tierna ¿Ok?
Y ahora me callo, y os dejo con el cap. ¡Que lo disfrutéis! Un beso fuerte, nos vemos en los Reviews. ;-)
Cap. 28. "Loar"
La prefecta no tardó en abrir la puerta.
- Hola Ron. Por favor, pasa.
- Gracias.
Hermione cerró la puerta y llevó a Ron hasta su escritorio, donde ambos se sentaron.
- ¿Y bien, por qué no estás en clase?
- Tenía ganas de verte. Harry me dijo que estabas cansada, sólo quería saber si estabas bien.
- Ah, sí, eso…eh…estoy bien. Simplemente es falta de sueño, no te preocupes.
- ¿Otra vez te has quedado estudiando hasta las tantas de la noche?
- No, no tiene nada que ver con eso, pero agradezco que te preocupes por mí.
- Yo siempre me he preocupado por ti.
- Y yo por ti. Pero…interesarte por mi salud no es el único motivo de venir a verme ¿verdad? Hay algo más, lo sé, así que venga, suéltalo.
- Tengo…tengo miedo, Hermione.
- ¿De qué?
- De lo que pueda ocurrirte.
- A mí no va a ocurrirme nada, Ron.
- Pues yo creo que pueden ocurrirte muchas cosas, Hermione. Vas a enfrentarte a una diosa, y eso puede acarrearte más de una sorpresa desagradable. Además, sé que meocultas cosas.¿Por qué no me las cuentas? A lo mejor puedo ayudarte.
- Gracias pero no. No es algo que te incumba.
- ¿Por qué lo haces, Hermione, por qué rechazas mi ayuda? No es justo.
- ¿Qué es lo que no es justo?
- Que no me dejes ayudarte. A Harry sí le dejas ¿y por qué a mí no?
- Porque tú no tienes nada que ver con esto, Ron.
- Te equivocas, Elegida, sí que tengo que ver, tengo mucho que ver.- dijo Ron, con una voz que no parecía la suya.
- ¿Loar?
- Efectivamente, Elegida, me alegra saber que me reconoces.
- ¿De verdad eres el hijo de Arion y Lori?
- Sí, lo soy.
- ¿Y por qué no te mencionaba el libro?
- Porque ese libro, fue escrito por la amiga de mi padre y ella no conocía mi existencia, mi padre nunca se lo dijo.
- ¿Por qué has venido a verme?
- Porque quiero ayudarte, Elegida.
- ¿Ayudarme en qué?
- En tu misión. Eres la única que puede tener éxito, está en tu destino vencer la maldad que desatará mi madre.
- Pero… ¿y si no lo consigo?
- Entonces… condenarás a muerte al mundo y todo lo que lo habita.
- Sí pero…imagina que no es tu madre la que destruye el mundo, imagina que es Rak quien se presenta para acabar con él¿podrías ayudarme a vencerle?
- No lo sé. Mis poderes sólo afectan a mi madre.
- ¿Cómo moriste?
- Desangrado. Mi madre se clavó un rastrillo por accidente.
- Lo sé, lo leí en el libro.
- Ella estaba embarazada de mí, estaba de tres meses.
- Pero entonces…tú deberías…
- Ser poco menos que un bebé, sí, pero mi padre salvó mi alma y mi espíritu, y me permitió reencarnarme en otro cuerpo, para que pudiese tener una vida normal.
- ¿Y te metió en el cuerpo de Ron Weasley?
- No, él no me introdujo en el cuerpo de tu amigo, lo hice yo.
- ¿Por qué?
- Porque él es una buena persona. Estuve observando durante muchos siglos a los que habitaban tu mundo, pero no encontré ninguna persona que me gustara. Y entonces un día…
- Viste a Ron.
- Sí, él me cayó bien, se le veía bueno. Así que decidí meterme en su cuerpo. Además, físicamente se parece mucho a mi padre.
- ¿Y tú cómo eres?
- ¿Físicamente?
- Sí, tengo curiosidad.
- Soy más parecido a mi madre. Tengo el pelo rubio y los ojos azules. Pero también tengo cosas de mi padre, como las pecas.
- Yo también tengo pecas.
- En la espalda, lo sé.
- Pero si Ron nunca ha visto mi espalda, no llevo ropa que la enseñe, cómo sabes…
- ¿Qué tienes pecas en esa zona? Porque llevo observándote desde que naciste. Y conozco todas y cada una de las partes de tu cuerpo.
- Vaya…
- No pienses cosas raras, no soy ningún mirón. Simplemente te he observado mucho para conocerte, quería saber cómo sería la Elegida destinada a derrotar a mi madre y puedo decir con seguridad, que lo sé y creo además, que eres la mejor de todas las que ha habido.
- Gracias.
- No hay de qué.
- Y dime Loar... ¿Llevas mucho tiempo en el cuerpo de Ron?
- Desde que entró en Hogwarts hace 6 años, pero no me he hecho presente hasta hace unos días. Los mismos que llevas tú desde que supiste cuál era tu misión.
- Cuando McGonagall me lo dijo, creí que era una especie de broma, pero iba en serio.
- Por supuesto, tu misión no es una broma, es algo real, muy real, y no puedes evitar cumplirla porque forma parte de tu destino.
- Lo sé, nací para ser la Elegida.
- Te equivocas, naciste para ser Hermione Granger, pero da la casualidad que ella tiene las 9 características que posee la Elegida.
- A veces desearía no tenerlas. No quiero este destino. Siempre pensé que moriría junto a Harry, defendiéndole de Voldemort, pero nunca pensé que mi muerte llegaría por medio de una diosa infernal. Diosa que además, está como una jodida cabra, y perdona, sé que es tu madre, pero es que está de psiquiatra.
- No te disculpes por favor, sé que mi madre está pirada. Pero…no la culpo. Ha sufrido mucho ¿sabes?
- Lo sé. Sé que le dolió la supuesta infidelidad de tu padre pero…él le dijo millones de veces que nunca la engañó ¿por qué no le cree?
- Porque ella vió o creyó ver, a mi padre y a esa…guarra, besándose. Eso fue suficiente para que ella le odiase con toda su alma.
- Y también para que odiase al mundo mágico ya que fue Arion quien creó aquél mundo perfecto donde ellos vivían.
- Exactamente.
- Pues tu madre es más que cabezota, porque yo creo, que después de miles de años oyendo de su esposo que nunca la engañó, debería creerle, pero ella no lo hace, ella sigue pensando que él se lo inventa o que intenta justificarse. No sé Loar, creo que todo se arreglará entre ellos en el momento en que Lori decida perdonar a tu padre.
- Pero eso no ocurrirá a menos que alguien le demuestre que está equivocada.
- ¿Y quién sería esa persona?
- Tú.
- ¿YO? Y cómo podría yo…demostrarle algo así.
- Reproduciendo sus recuerdos, Elegida.
- ¡Pero yo no puedo hacer eso, no sé cómo se hace!
- Fácil, simplemente pon tus manos en sus sienes y luego intenta entrar en su mente. Una vez que hayas hecho eso, sólo tienes que reproducir visualmente lo que ella vió y entonces lo comprenderá.
- ¡Pero eso no me servirá Loar, ten en cuenta que ella creyó ver algo que no era real, por mucho que use sus recuerdos, ella seguirá viendo lo que quiera ver y no lo que realmente ocurrió!
- Entonces, invoca a mi padre y pídele que sea él, quien le haga ver a mi madre, el error que cometió.
- ¿Y ya está, una vez que haya hecho eso, ella volverá a ser buena?
- Espero que sí.
- ¿Y retirará todo lo que haya hecho, incluso el Caos?
- Sí, en teoría debería ser así.
- Pero…si ella lo hace… ¿habremos ganado? No lo creo, no puede ser tan fácil. Hay algo más¿verdad?
- Sí, Elegida, lo hay. Si Lori detiene todo…ocurrirá algo peor.
- Rak.
- Exactamente. Él está harto de ver fracasar a mi madre, y no dejará que esta vez, fracase de nuevo. Si ella retira lo que ella misma comenzó… es más que probable que él se presente y ponga en funcionamiento una destrucción mucho mayor que la de mi madre, eso te lo aseguro.
- Qué desalentador.
- Lo sé, pero no te preocupes Elegida, no estarás sola.
- ¿Me ayudarás?
- Si lo considero oportuno, lo haré.
- Y si no qué… ¿Me dejarás sola?
- Sí, todos lo haremos. Y si lo hacemos será porque sintamos que puedes arreglártelas sin ayuda.
- Pero… ¿qué pasará cuando todo esté en calma y el silencio grite? Alguien deberá hacer algo para ayudarme.
- Y lo hará, no te preocupes.
- ¿Quién lo hará?
- Alguien puro, de corazón también puro. Alguien que te quiera mucho.
- ¿Cómo Winky, McGonagall o Harry?
- O James, Lily, Arion o incluso yo.
- Pero…si Harry no tiene que ver con mi misión y por lo tanto no puede meterse en la batalla porque si lo hace romperá el Equilibrio¿no será peligroso para todos que él haga eso que sea necesario para que yo vuelva a ser la que era?
- No, no tiene por qué ser peligroso. Porque cuando tú estés así, ya no habrá batalla.
- ¿Quieres decir que todo habrá terminado, que yo habré ganado?
- Quiero decir, que habrás acabado de pelear, y que en apariencia, todo estará bien, pero no será así. Porque mientras tú no estés bien, ninguno de nosotros lo estaremos.
- No lo entiendo Loar ¿podrías ser más específico?
- Sólo de la Elegida y su decisión…
- Depende la salvación.
- Eso es. Por lo tanto, mientras tú no sientas que todo está bien, nada lo estará.
- Vale, comprendido pero… ¿qué tiene que ver eso con que alguien me salve a mí?
- Tiene que ver con que no podrás salvarte hasta que sientas en tu interior que todos estaremos a salvo.
- Ahora entiendo menos que antes.
- ¡Es fácil Sólo debes comprender y aceptar que todo depende de ti, y cuando lo hagas, habrás ganado.
- ¿Aunque muera?
- Sí, aunque mueras.
- Pero…si yo muero…y el mundo sigue destruyéndose… ¿qué ocurrirá?
- Que se salvará, mientras tú hagas algo para evitar su destrucción aunque seas un espíritu.
- ¿Y qué podré hacer?
- Un sacrificio, Elegida.
- ¿Un sacrificio, y qué será lo que sacrifique?
- Tu amor, Elegida.
- ¿Mi amor, mi amor por qué?
- Por todo.
- ¿Mi amor por todo?
- Sí, por todo lo que te importa, todo lo que representa algo para ti. Esto tiene que ver con lo que te dijo mi padre, sobre mi madre, días atrás. ¿Recuerdas cuando te dijo que todo lo que tú eras, representaba todo lo que mi madre necesitaba?
- Ah sí, algo como que yo era el amor y ella el odio. Yo la bondad y ella la maldad…cosas así.
- En efecto, Elegida. Pues eso mismo es lo que tendrás que sacrificar. Tu amor.
- Y…cuando lo haya hecho ¿qué ocurrirá?
- Que habrás ganado, porque no hay nada ni nadie, que pueda detener al amor. El amor es algo indestructible.
- O sea, que en el momento en que entregue mi amor, el mundo se salvará. Pero entonces… ¿ya no podré sentir amor dentro de mí?
- Sí lo sentirás, porque el amor es algo que nunca se deja de sentir. Además, que tú entregues tu amor para salvar al mundo, sigue siendo un acto de amor, por lo tanto, seguirás sintiendo amor dentro de ti.
- ¿Y será entonces cuando me quede como muerta en vida?
- Sí.
- ¿Y cómo podrán devolverme a mi estado normal?
- Con un sentimiento puro salido del corazón.
- Tendrá que ser bueno ¿no?
- Sí, más que bueno. Será el mejor sentimiento de todos.
- Y ese sentimiento… ¿cuál es?
Loar sonrió de forma enigmática.
- Lo sabrás en su momento, Elegida.
- ¡Ya estamos otra vez con cosas sin contestar. Joder, qué mal me sienta quedarme a medias!
- Es que si te lo dijera, luego no tendría gracia. Y será digno de ver tu reacción y la suya.
- ¿La reacción de quién?
- De la persona que sacará esa emoción por ti.
- O sea, que no me lo dices, porque quieres ver lo que pasará.
- Sí.
- Ahora mismo me caes fatal, Loar.
- Jjajajajaaaaaaa ¡lo sé! Pero me importa un comino.
Él le guiñó un ojo, ella sonrió.
- Oye Loar… ¿Podrías decirme cuál es el Regalo que debo entregarle a tu madre? Sé que es algo a lo que debo renunciar, pero no sé a qué.
- Algo que está dentro de ti, es algo que saldrá de tu corazón, es un sentimiento.
- ¿Un sentimiento?
- Sí, que se transformará en un hecho, cuando lo hayas ofrecido y ella no tenga más remedio que aceptarlo.
- ¿Y qué sentimiento es?
- Lo sabrás en su momento.
- Quiero saberlo ahora.
- No, ahora no debes.
- ¿Por qué no?
- Porque el Regalo tendrá efecto siempre y cuando tú sientas que es eso lo que debes entregar, si te digo cuál es, puede que al estar frente a mi madre cambies de idea y le entregues otro que no sea el correcto, y si eso sucede, aunque reces… no servirá de nada.
- Si le doy el regalo equivocado todo se irá al carajo¿verdad?
- Premio.
- Ofú…
- Sé que estás preocupada, Elegida, pero te aseguro, que tu Regalo funcionará y hará que mi madre detenga todo.
- Guay, tu madre se volverá buena y hasta se hará amiga mía ¿a que sí? Y lo único que me quedará por hacer será luchar contra un Dios Infernal que además es un dios auténtico y también indestructible ¿no?
- Bueno…sí, Rak es indestructible pero se le puede vencer igualmente y sobre lo de mi madre…sé que era una ironía lo de ser amigas, pero… no creo que eso sea imposible. Aún queda algo de humanidad en ella, sólo que no lo deja salir.
- Loriana, ésa es su única parte humana.
- Sí. Y si logras acceder a ella, puede que ni si quiera tengas que usar el Regalo, Elegida.
- ¿Por qué no?
- Porque si Loriana toma el control, todo se arreglará, pues Loriana es la única parte buena que tiene mi madre.
- Pero ella no dejará que Loriana tome el control sobre Lori.
- Lo sé. Pero también pienso que no es imposible que eso suceda, sólo debes llegar hasta ella.
- ¿Y cómo podría hacer eso?
- No tengo ni idea, pero sí sé que tú eres la única que puede averiguarlo.
- ¿Y tu padre no?
- No lo sé, creo que también podría, pero no lo veo posible pues Lori no quiere saber nada de Arion, por lo tanto, no creo que le de la oportunidad de acercarse a ella.
- Menuda batalla me espera. Tendré que luchar, defenderme, hacer de psicóloga de una diosa loca y peligrosa y por si eso fuese poco, encima tendré que sacrificar mi amor para evitar que un dios psicópata llamado Rak, destruya el mundo. Guay…
- Ya, ya sé que el panorama que se te presenta no es muy esperanzador, pero tienes que confiar en ti y en tu magia y entonces, todo irá bien.
- Si tú lo dices…
- No lo digo, lo aseguro.
- Pero…si Rak se presenta ¿cómo podría vencerle?
- Sólo hay dos cosas que satisfacen a Rak, una es el sacrificio humano y la otra es la muerte. Esas son las cosas que más le gustan y a las que no puede resistirse. Si le ofreces alguna de ellas, él te obedecerá en todo. Incluso puede que se retire y vuelva a su mundo.
- ¿Y qué tipo de sacrificio debería ofrecerle?
- La muerte de alguien querido por ti, Elegida.
- ¿QUÉ? AH NO, DE ESO NI HABLAR. ¡NO PIENSO MATAR A NADIE PARA SALVAR AL MUNDO, ANTES DE HACER ESO, ME MATO YO MISMA!
Loar sonrió ampliamente, como si estuviera satisfecho de lo que Hermione acababa de gritarle.
- Si no quieres hacer eso, tienes otra opción.
- ¿La muerte?
- Sí.
- ¿Y eso qué implica, que alguien muera o que soy yo la que deberá morir a manos de Rak?
- Todo eso es posible, pero la muerte de la que te hablo no tiene por qué ser la muerte de nadie, puede ser la muerte misma.
- ¿Cómo has dicho?
- Tú o él, podríais invocar a la muerte y pedirle que destruya todo lo que queráis que desaparezca, incluso mi madre.
- ¿CÓMO? Ni hablar, yo no pienso hacer eso¡no soy una asesina sin escrúpulos! Yo no mataré a nadie, a no ser que sea en defensa propia.
- Tú no, pero él sí lo hará, y si él invoca a la muerte y le ordena destruir todo, no quedará nadie vivo, ni si quiera tú.
- ¿Y qué pretendes que haga? La muerte es invencible.
- A la muerte no se la puede matar, pero sí complacer, ofreciéndole vida.
- Esta conversación me suena, creo que hablé de esto con tu padre hace algunos días…
- Sí, lo sé. ¿Recuerdas lo que te dijo?
- Creo que dijo, que yo debía ofrecer a la muerte una vida a cambio de que ella se detuviese en su destrucción.
- Muy bien, Elegida. Eso es. ¿Y sabes qué vida deberías ofrecer?
- No, pero no pienso sacrificar a nadie, Loar, ésta es mi misión, soy yo la destinada a enfrentar todo lo que pueda venir con tu madre o Rak y te aseguro que no pienso permitir que nadie se mate por mi causa. Si alguien debe morir para salvar a otros, soy yo.
- ¿Estás segura de eso?
- Más que segura, lo siento en mi alma.
- Entonces…hay esperanza. Nada se perderá mientras la Elegida siga segura de sí misma y de lo que sienta que debe hacer.
- Comprendido.
- Mi padre tenía razón, eres la mejor Elegida que ha habido nunca en el mundo mágico.
- Gracias.
- No me las des, porque no las merezco. Seremos nosotros, los dioses, quienes te daremos las gracias si logras salvar al mundo mágico de la destrucción. Creo que incluso tus enemigos, se sentirán agradecidos de seguir teniendo un mundo que habitar, incluso ese tal Draco Malfoy.
- ¡Malfoy¿Dónde está?
- Eso ahora no importa.
- Pero… ¿está vivo?
- Sí.
- Él me hizo mucho daño, yo…tengo miedo de que vuelva a terminar lo que no pudo en su momento.
- Él no hará eso, no te preocupes.
- ¿Por qué no lo hará?
- Porque no le conviene si no quiere ser despedazado muy lentamente.
- ¿Alguien le ha amenazado con hacerle eso?
- Oh sí, ya lo creo.
- ¿Quién?
- Quién no, quiénes, son varias personas las que lo han hecho y todas ellas te quieren muchísimo.
- ¿Harry, McGonagall, Winky, son ellos?
Loar no contestó, sólo sonrió.
- He de irme.
- ¿Ocurre algo?
- No, sólo que dentro de unas horas, Harry vendrá a verte. Va a saltarse algunas clases, está muy preocupado por ti.
- Cabezota…le dije que no faltara.
- No puedes reprochárselo Elegida, él te ama.
- Lo sé, yo también a él. Pero no quiero que descuide sus estudios por mi causa. No lo merezco.
Loar se acercó a Hermione y susurró en su oído…
- Por tu causa, mereces que él o cualquiera, pierda estudios y lo que haga falta, porque tú te mereces toda la atención que existe.
- Lo…Loar…
- ¿Sí?
- Lo que has dicho ha sido precioso.
- Sólo dije la verdad.
Él se retiró, volviendo a estar frente a ella.
- ¿Sabes qué? Me iré y así podrás descansar.
- Estoy bien Loar.
- Debes dormir un poco, lo necesitas.
- Te digo que estoy bien.
- Por favor, hazme caso. Necesitas dormir aunque sean dos horas, créeme.
- De acuerdo, dormiré un rato.
- Bien.
Aún en el cuerpo de Ron, Loar acompañó a Hermione hasta su cama. Cuando ella se tumbó, él la tapó con la sábana y el edredón y luego le dio un beso en la frente.
- Que descanses, Elegida.
- Loar…
- ¿Sí Elegida?
- ¿Por qué no funciona mi escudo?
- Sí que funciona.
- No, no es verdad. Draco no se quemó cuando me atacó. Él pudo torturarme todo lo que quiso, incluso estuvo a punto de violarme.
- Pero no lo consiguió ¿verdad?
- No, gracias a Dios fracasó en su intento.
- No fue Dios, Elegida, fuiste tú. Tú evitaste que tuviera éxito.
- ¿Yo? Pues no sé cómo. Lo último que recuerdo es que me desmayé.
- Sí, y antes de caer en la inconsciencia, tu energía interna por medio del escudo, lanzó una bola de fuego que impactó en el cuerpo de Malfoy.
- ¡Pero si mi escudo no funciona, Loar!
- Te equivocas, sí que funciona, solo que de otra forma a como era antes.
- O sea, que ya no quema a quien me toca ¿es eso?
- Sí y no. Sí quema a quien te toca, pero no a cualquiera que lo haga. Porque hay personas que no se quemarán con sólo tocarte, les ocurrirá algo peor. Sobre todo si son enemigos tuyos.
- ¿Qué les pasará?
- Arderán vivos. Igual que le pasó a Draco.
- ¿Con sólo tocarme?
- Sí pero de una manera concreta. El escudo emitirá una bola de fuego proporcionada al tipo de tocamiento o agresión que sufras. Lo que hizo Malfoy fue más de un tocamiento agresivo para ti. Él te pegó, torturó y también intentó llevarse tu virginidad y la virginidad, es algo sagrado, que sólo se debe entregar por voluntad propia y no porque alguien quiera llevársela a la fuerza y en el momento en que él quiso apoderarse de ella, tu escudo actuó, dándole su merecido.
- ¿Prendiéndole fuego?
- En efecto.
- Entonces estará muerto.
- No…pero le faltó poco.
- ¿Y cómo está ahora?
- Es como un muerto en vida. Es decir, sigue vivo pero no está al 100 de sus capacidades.
- Entonces…las cenizas que encontraron Winky y Dumbledore, a qué pertenecían ¿a sus ropas?
- Sí, a sus ropas y a su pelo. Ahora, Draco Malfoy es una persona que no tiene nada, salvo un cuerpo achicharrado. Ni siquiera se parece a lo que antes fue, ahora es como una sombra negra, pero con cuerpo físico.
- Debe odiarme más que nunca.
- Pues sí, te odia tanto como ni te imaginas y debes tener mucho cuidado con él, porque aunque está bastante debilitado, aún le queda vida en su maltrecho cuerpo. Así que estate alerta, Elegida, ten siempre tus sentidos alerta, porque él aprovechará cualquier ocasión que considere oportuna o propicia, para vengarse de ti y te aseguro que esta vez, irá directo a su objetivo.
- Querrá acabar conmigo ¿verdad?
- Sí. Así que te lo repito, ten cuidado, porque ahora es más peligroso que nunca. Y tiene una ventaja sobre ti…
- ¿Cuál?
- Se confunde con la noche. Ya que su cuerpo es negro completamente y puede ocultarse en las sombras sin tú saberlo. Vigila bien los lugares oscuros, porque podría atacarte en cualquiera de ellos.
- Menudo notición. Además de preocuparme por dos dioses psicópatas, tengo que hacerlo también por un mago tenebroso que quiere matarme.
- Bueno…no puedes reprochárselo, le hiciste mucho daño.
- ¿Y ÉL A MÍ NO?- contestó Hermione echa una furia, sentándose en la cama.
- Por supuesto que sí te lo hizo, y si te soy sincero, me alegraré enormemente el día que tú o cualquier otra persona, le mate, porque en mi sincera opinión, creo que merece la muerte por todo lo que te hizo. Pero una cosa es lo que yo piense y otra muy distinta lo que creas tú. Y déjame advertirte de algo, Elegida, los sentimientos de venganza y rencor nunca han sido buenos para nadie, y mucho menos para ti, que eres la destinada a salvar el mundo mágico. Por favor, sé prudente y no dejes que los sentimientos de ira y venganza te dominen porque podrían ser tu perdición.
- Eso mismo me dijo Lak, que si me dejo dominar por ellos, mi alma pura se corromperá.
- Exactamente. Y si eso sucediese, ya no podrías acabar con Lori ni tampoco con Rak. Te perderíamos como Elegida.
- Lo sé.
- Te lo repetiré de nuevo, Elegida por favor, sé prudente.
- Lo seré.
- Y ten mucho cuidado.
- Lo tendré.
- Y sobre todo, lo más importante, no pierdas nunca la fe en ti misma ni tampoco las ganas de luchar. No te rindas nunca ¿entiendes?
- Sí.
- Y ahora…descansa.
- ¿Puedo pedirte algo?
- Lo que quieras.
- Muéstrate ante mí, quiero saber qué aspecto tienes realmente.
- No sé si será una buena idea.
- ¿Por qué?
- Porque quizás te enamores de mí, soy bastante guapo.- él le guiñó un ojo.
- Jajjajajajajjajaaaa ¡venga ya Loar! Ni que fueras irresistible. Además, no soy una mujer que se deje influir por las apariencias.
- Lo sé.
- Y lo más importante, quiero con locura a Harry. Llevo AÑOS enamorada de él y te aseguro, que no dejaré de estarlo ni aunque el mismísimo Brad Pitt se presentase ante mí pidiéndome matrimonio.
- Jujujujuju. Hay que ver lo que os gusta a las chicas muggles ese actor.
- ¿Y a quién no le gustaría? Está para mojar pan y repetir.
- Jjajajajaaaaa. Eres muy divertida.
- Sí bueno, tengo mis momentos.
- Puedo verlo.
- Entonces qué… ¿me dejas verte?
- Sí ¡pero si te enamoras de mí luego no digas que no te lo advertí!- dijo él en tono bromista.
- Jajjajajajajjaja ¡más quisieras tú! Por muy guapo que seas, eres rubio con ojos azules. Y a mí me gustan morenos de pelo negro con ojos verdes y gafas.
- Ya, ya, igual que Harry Potter.
- No igual que Harry Potter, sino él. Porque aunque hubiesen muchos chicos iguales a Harry en aspecto físico, ni si quiera me fijaría en ellos, a mí me gusta Harry por cómo es en su interior. Su aspecto me da lo mismo.
- Así que ¿no te parece atractivo?
- ¡Por supuesto que sí me lo parece! Pero no es por su atractivo por lo que me enamoré de él.
- ¿Y por qué te enamoraste de él?
- Tú deberías saberlo, llevas años observándome ¿recuerdas?
- Sí, pero aún sabiéndolo, quiero oírtelo decir.
- Me enamoré de él por varias cosas.
La primera, porque le admiro muchísimo. La segunda, porque con él siento que puedo ser yo misma siempre y sé que no tengo por qué cambiar para saberme aceptada y querida por él. Tercero, siempre dice o hace lo adecuado, para hacerme sentir bien. Cuarto, tiene una sonrisa de medio lado, que hace que me derrita cada vez que la veo.
Quinto, es valiente, honesto, sincero y muy leal a sus amigos. Sexto, es una esponja que lo absorbe todo, y lo mejor es que cada cosa nueva que aprende, lo reproduce correctamente. Séptimo, me maravilla ver cómo un chico con tanta falta de cariño y que ha sido siempre tan poco expresivo, es capaz de sacar tanta ternura en los momentos claves en que esa ternura es necesaria. Y podría seguir diciéndote más cosas, pero nunca terminaría.
A mí me gusta Harry James Potter Evans por todo lo que te he dicho y lo que no he dicho. Me gusta por ser quién es, y no por su apellido precisamente. Me encanta cómo me trata, tanto en el sentido amistoso como en el amoroso. Admiro su valentía y coraje. Valoro su amor por el mundo mágico y sobre todo, le amo tantísimo que sería capaz de cualquier cosa, con tal de verle feliz y a salvo.
- Wow.
- Sí, lo sé, sé lo que estarás pensando. Demasiado amor para alguien tan joven como yo ¿verdad?
- Sí, pero eso sólo demuestra lo especial que eres, Hermione.
- Ya no me dices Elegida.
- No, quiero llamarte por tu nombre si no te importa.
- No me importa en absoluto, es más, lo prefiero. Entonces qué… ¿me dejarás verte?
- Sí.
Un brillo dorado salió del cuerpo de Ron y cuando se extinguió, Hermione vio asombrada dos cuerpos. Uno era el de su amigo pelirrojo, que estaba inconsciente, y el otro era el de Loar.
Su cuerpo brillaba, parecía que miles de gotitas luminosas, le cubrían.
Tenía el aspecto de un chico adolescente, pero la prefecta estaba segura de que él sobrepasaba esa edad con creces, ya que había nacido miles de años antes que ella. Pero a pesar de eso, Loar no aparentaba más edad que la de un chico de 20 años.
Vestía como los dioses de la antigua Grecia, con una túnica que cubría su cuerpo parcialmente, y que se ajustaba a su cintura con un cinturón dorado. Parte de su pecho, se asomaba por la túnica blanca que llevaba, un blanco tan puro, que parecía brillar a la luz de las velas de la habitación de la prefecta.
Su pelo rubio, también brillaba. Era como si fuese de oro.
Al ver su cara, lo primero que pensó Hermione era que él tenía razón, era impresionantemente guapo.
Sus ojos azules profundo miraban a la prefecta con una mezcla de admiración y afecto tales, que Hermione sintió cómo esa intensidad que él transmitía, inundaba todo su cuerpo.
La sonrisa que tenía…era tan bonita y dulce, que la prefecta pensó que ni el mismísimo Brad Pitt, famoso entre otras cosas por su sonrisa, podría igualarla.
Y su cuerpo…estaba tan bien formado y definido, que durante unos segundos, Hermione sintió que le faltaba el aire.
- ¿Satisfecha?- preguntó Loar con una voz muy distinta a la de Ron, pero que para la prefecta sonó como la más armoniosa que había oído jamás.
- Mucho. Gracias.
- De nada. Y ahora descansa.
Loar se acercó a ella y la tumbó con delicadeza en la cama.
- Estás frío.
- Claro, soy un espíritu. Pero no te preocupes por eso, pronto te acostumbrarás a mi temperatura.
- Había olvidado que estabas muerto.
- ¿Por qué?
- Porque no pareces un fantasma.
- Es que no soy un fantasma cualquiera, soy el hijo de un Dios.
- Lo sé.
Él le retiró el pelo de la cara y besó su frente.
- Tienes razón, ya no tengo frío.
Él sonrió, dándole otro beso en la frente.
- ¿Por qué no te quemas? No te he dado permiso para que me beses.
- No necesito tu permiso para besarte, ni tampoco para tocarte.
La prefecta sintió acelerársele el corazón cuando le vió tumbarse y colocarse encima de ella. Y cuando él usó una de sus manos para cerrarle los ojos y seguidamente, besar sus párpados, ella se puso tensa. Tenía miedo, y él lo sabía, lo notaba en el cuerpo de ella, pues se había puesto rígido, pero Loar no estaba dispuesto a que la Gryffindor lo pasara mal, él no era como Malfoy, ni tampoco tenía sus intenciones, y en seguida se lo demostraría.
- Hermione…
¿Qué?- dijo la prefecta casi sin voz debido a la impresión que sentía al verse bajo él.
- No temas, no voy a hacerte daño.
Con un movimiento de su dedo índice, la ropa escolar de la prefecta desapareció, quedándose solo en ropa interior. Ella se asustó más aún.
- Por favor no lo hagas.
- Shhhhh….tranquila, no tengas miedo…
Él agachó su cabeza y comenzó a besarle el cuello. Ella empezó a sentir que todo su cuerpo se relajaba, como si una paz inmensa lo invadiese.
Loar metió las manos tras la espalda de Hermione, comenzando a masajearla suavemente, ella no pudo evitar suspirar.
Él sonrió, aumentando el masaje, Hermione cerró la boca, ahogando unos suspiros que le dió vergüenza emitir.
- ¿Te sientes mejor, verdad?
- Oh sí…
- Hermione…
- ¿Qué?
- Ponte bocabajo.
- ¿Para qué?
- Obedece.
La prefecta se tumbó bocabajo, y no pasaron ni dos segundos, antes de volver a sentir cómo Loar usaba la yema de sus dedos para acariciarle la espalda. Hermione agarró las sábanas.
- Loar…
- Shhhh…
- No entiendo por qué…estás…haciendo esto.
- Porque tu cuerpo necesita relajarse y perder el miedo.
- No comprendo…
- Desde lo de Malfoy, tu cuerpo tiene miedo al contacto físico.
- No es verdad…mi cuerpo no teme el contacto físico, anoche estuve con Harry, y no sentí miedo.
- Eso es distinto, Hermione-contestó él mientras le recorría el cuello con la nariz- te habías hecho a la idea de besarle y acariciarle, sabías que él te correspondería, y como esperabas el contacto, te relajaste. Pero eso no quita que tu cuerpo esté aterrorizado, que lo está y mucho- él se detuvo a la altura de su oído y susurró dulcemente- pero yo voy a conseguir que deje de estarlo.
- ¿Qué pretendes hacer?- preguntó la Gryffindor en voz baja mientras sentía cómo él echaba su cabello hacia un lado y comenzaba a acariciarle la nuca.
- Nada malo, no te preocupes. Sólo confía en mí.
- Pero por qué no te quema el escudo. No lo entiendo.
- Porque no es necesario. El escudo sólo actúa cuando tu cuerpo se siente amenazado, y sabe que no lo dañaré, por eso no me quema.
- Pero…
- Basta de charla. Tan sólo relájate…
- No puedo…esto no está bien.
Al escucharla decir eso último, Loar se detuvo.
- Hermione, no estamos haciendo nada malo.
- Sí que está mal…para mí sí…
- Para ti no, no estás haciendo nada.
- Lo sé, pero sigo pensando que está mal… tengo novio…
- No te preocupes, no lo sabrá.
- No quiero…traicionar a Harry…
- No le estás traicionando. Vamos Hermione…no pienses en él ahora y relájate…
- No puedo…
- Entonces yo haré que te relajes. Te aseguro…que será un placer para mí.
Loar comenzó a besar la nuca de la prefecta, sin prisa pero sin pausa.
Cuando él agarró los brazos de ella y los colocó en cruz, encima de la cama, y seguidamente empezó a recorrer uno de ellos con la yema de sus dedos, la prefecta pensó que se derretiría de un momento a otro.
Nunca había sentido tanta dulzura y ternura, como la que aquél espíritu le estaba dando en aquellos instantes. Y a pesar de que él era un perfecto desconocido para ella, no tenía nada de miedo. Ella sentía en su interior que él había dicho la verdad, no le haría daño.
- Loar…
- Shhhhh…no hables, no pienses, sólo disfruta.
Él comenzó con el otro brazo y Hermione pudo sentir como si miles de mariquitas le recorriesen todo el cuerpo.
Era una sensación asombrosa, era como tener cosquillas pero sin ganas de reír.
Él la volteó, dejándola nuevamente boca arriba y la besó en la mejilla. Ella sintió que un agradable sopor comenzaba a invadirla.
- Loar por qué…
- Shhhhh…no hables Hermione, no es necesario.
Loar rozó la punta de la nariz de la prefecta con la suya propia. La Gryffindor sintió que el sueño se apoderaba de su cuerpo.
- Por qué…eres tan…cariñoso conmigo- dijo la prefecta casi sin voz, pues estaba a punto de dormirse.
- Shhhhh…
Él la besó en los labios, la besó dulce y suavemente, y fue lo último que sintió Hermione antes de caer en los brazos de Morfeo.
Y ahora descansa cariño.- dijo él, dándole un segundo beso.
Loar se acurrucó en ella, apoyando su cabeza en el hueco que había entre el hombro y cuello de Hermione. Él acarició su vientre plano mientras sonreía al aspirar el suave aroma de moras que emanaba de su piel. Cuando sintió que ella dormía profundamente, salió de la cama y volvió a meterse en el cuerpo de Ron.
El pelirrojo sacudió la cabeza, como si acabase de despertar de un profundo sueño. Lo último que recordaba era que había estado hablando con Hermione sobre su estado de salud. Iba a preguntarle qué había ocurrido, pero cuando la vió dormida, pensó que no debía molestarla con preguntas sin importancia. Así que, sin hacer ni un solo ruido, abandonó la habitación.
Continuará
Nota de la Autora:
Como os dije en el cap anterior, este cap sería más corto.
Y ahora paso a otro tema, uno en el que creo estaréis pensando… Seguro que más de uno, estará preguntándose…
¡ CÓMO HAS PODIDO PONER UNA ESCENA ASÍ, Y ENCIMA CON UN CHICO QUE NO ES HARRY!
¿Acerté, era eso lo que pensabais o era otra cosa?
Yo sólo digo que la he puesto por tres razones: La primera, porque tiene que ver con algo que ocurrirá más adelante. La segunda, porque quiero que veáis uno de los poderes de Loar (a ver si sabéis cuál es) y la tercera y última, para darle más vida al fic. Jijiiiiiiiiiiii.
Una escena así, da mucho juego, aunque tiene el riesgo de que queráis asesinarme. Y estoy segura que más de uno o una de vosotros/as estará a punto de atravesar la pantalla para intentar estrangularme por haber escrito algo como eso sin que sea Harry el que se lo haga a Hermione. ¿Acierto?
Aún así, a mí me encanta esta escena, sobre todo porque Loar es tan especial…
Ya le iréis conociendo poco a poco. Y espero que os caiga bien, no le odiéis por favor, no le cojáis manía por lo que ha hecho, os aseguro que ha sido con buena intención. Además¿os habéis percatado de un detalle curioso? Hermione se fue quedando dormida conforme él la besaba y acariciaba. ¿No os llama eso la atención? A mí me la llamaría, como lectora me preguntaría ¿por qué se duerme ella en vez de responder a esos besos y caricias si está claro que él le resulta atractivo? Porque aunque esté enamorada, eso no quita que pueda desearle.
Por otra parte, SI EN APARIENCIA él la está seduciendo y a ella le gusta, porque incluso cierra la boca para no suspirar de gozo ¿no sería normal que ella hiciera algo para demostrarle lo mucho que disfruta? Y sin embargo, no lo hace, lo único que hace ella, es reprimir esas sensaciones. Ella opta por no demostrar lo mucho que le está gustando todo eso, pero a la misma vez, se siente culpable por dejarle hacer todo lo que está haciendo, y por otro lado, no hace nada para detenerle. Creo que no es muy normal que ella no oponga resistencia ¿verdad? O quizás es que no puede ponerla… ;-)
Podéis pensar si queréis, que Loar hace todo eso porque quiere seducir a Hermione, o porque que está enamorado de ella o incluso, que Hermione es mala por no detener a Loar en su juego seductor, sois muy libres de pensar todo eso y otras muchas cosas. Yo no pienso decir nada al respecto, salvo que, todo tiene una explicación, pero eso…lo sabréis más adelante. No en este cap.
Y ahora decidme sinceramente… ¿qué os ha parecido Loar? Me muero por saberlo.
También os digo, que si en vez de votar 40 caps, hubieseis dicho 34, tendría que haber eliminado cosas, como el personaje de Loar y otros dos que aún no han salido, y habría sido una pena, porque ellos tres tienen mucho que ver con Hermione, Lori, y la misión.
