Nota de la Autora: Jueves, 13 de Octubre de 2005.
¡Hola cómo estáis divinidades mías! Espero que genial.
Bueno, qué...¿os gustó Loar verdad? Me alegro. Sé que a las chicas, os encantó ese personaje sobre todo por lo atractivo que es.
Y no os preocupéis, que Harry no lleva cuernos, al menos por el momento…
Que Hermione no detuviese a Loar no quería decir que ella quisiera que él la besara y todo eso, simplemente ella no pudo detenerle, estaba durmiéndose conforme pasaban los minutos. Porque, no me digáis que no habéis descubierto uno de los poderes de Loar. Y eso que pensé que estaba muy claro en el cap 28. ¿No, no lo tenéis claro todavía? Bueno, vale, os lo diré. Uno de sus poderes es la paz interior. Él es capaz de dar paz y relajación a toda persona que él toque o bese de una determinada forma. En el caso de Hermione, él hizo todo aquello para que ella pudiese relajarse, descansar, y sobre todo, perder el miedo al contacto físico. Porque lo tenía, y bastante.
Por si nadie cayó en la cuenta (menos Gaby que sí me lo comentó), ella sufrió un intento de violación y una cosa así, deja unas terribles secuelas. Y esas secuelas no desaparecen sin ayuda. Además, que Hermione aceptara el cariño de Harry no quiere decir que no tuviese miedo a su contacto, porque sí lo tenía, pero ella se hizo a la idea de estar con él y por eso le aceptó. Creo que entenderéis mejor lo que intento deciros si os lo explica Gaby, que ella lo ha expresado mejor que yo. Gaby si no te importa, voy a reproducir algo que me pusiste en tu Review…
" Herm necesitaba de todo menos de los besos y caricias de Harry en ese momento, osea, acaba casi de ser violada y aun así lo aceptó, sólo por ser quién es...q fortaleza!)"
Sobre Loar y su método de relajación para Hermione, voy a poneros algo más de Gaby, porque ella ha dado en el clavo (casi siempre lo da).
" y q se quede dormida muy quitada de la pena tampoco es normal, tu ya lo dijiste, a lo mejor su poder también tiene algo q ver con la tranquilidad... no se, algo así. "
Y sí, efectivamente es así. Loar transmite paz, relajación y tranquilidad. Por eso, cuando ella fue tocada y besada por él, se quedó en la gloria y más dormida que La Bella Durmiente. ¿Entendéis mejor los poderes de Loar? Eso espero. Pero tampoco os confiéis ¿eh? Transmitir paz, relajación y tranquilidad, no es lo único que él sabe hacer…
- NOVEDADES DE ESTE CAP: Es largo. Echadle paciencia.
- Como siempre, atención a Ron (o mejor dicho, a Loar).
- Atención al sueño de Hermione
Y espero que disfrutéis la escena Harry Hermione. ¡Síiiiiiiii por fin una escena de esas que tanto os gustan! Ya tocaba ¿verdad? ;-)
Simbología:
- Lo que va en comillas y letra normal, es el diálogo del sueño de Hermione.
- Lo que va en comillas y cursiva, son los pensamientos de los personajes.
- Lo que lleva letra normal y guión sin comillas, son los diálogos de los personajes.
Escenas claves con música:
EL SUEÑO DE HERMIONE:
- Hermione silba: Once upon a time (La princesa prometida).
- Hermione entra en la puerta: "Resurrection (When she was bad)" , "Aftermath" y " Sleeper". (Christopher Beck. Buffy the vampire slayer.)
- Hermione ve el inframundo: "Massacre" (Christopher Beck. Buffy the vampire slayer).
- Hermione entra en la habitación blanca: Close your Eyes. (Christopher Beck. Buffy the vampire slayer).
- Hermione visita el cementerio: "The beginning of the end" y "Angel waits". (Christopher Beck. Buffy the vampire slayer).
DORMITORIO DE HERMIONE:
- Escena Harry y Hermione: Close Your Eyes, Kissed to Life, Class Protector y las dos melodías de la princesa prometida que os recomendé en el capítulo anterior. Si además, tenéis "Ice Dance" de la película Eduardo Manostijeras, mejor. Porque esa melodía también es divina.
¡Un besazo! ¡Ah, se me olvidaba! Bajaros también el tema principal de Lost (Perdidos). Se llama "Lost-TV Theme".
Porque es una música preciosa y para las escenas dramáticas viene genial. Y por último, descargaros una música que se titula "Chobits-Dark Chii theme". Para los amantes del manga y anime (como yo) les sonará Chobits, de las CLAMP. Creadoras entre otros mangas de: Sakura Card Captor, Chobits, Txubasa (continuación de Sakura Card Captor. Donde Syaoran debe encontrar las plumas que representan la memoria de Sakura pues están desperdigadas por distintas dimensiones y si él no las encuentra, ella morirá. Es una historia preciosa que si no recuerdo mal, todavía no está terminada.) Bien, pues el Anime de Chobits, tiene una estética bastante cuidada, aunque las caras no me gustan mucho pero ¡aún así es muy chulo! Y una música también ideal. Y en ese Anime, la Chi oscura (hay dos Chis) tiene un tema central que es como una música discotequera muy marchosa. ¡Esa es la música que quiero os descarguéis! Porque para las escenas de acción, le viene genial al fic. ;-)
Cap.29. "Lisel."
Relajada y en paz, así es como se sentía Hermione. Por primera vez en muchos días, la prefecta estaba disfrutando de un sueño agradable.
Se encontraba en un enorme prado lleno de flores preciosas y de fragancias exquisitas. Todo a su alrededor era bello e ideal. Tan bonito y armonioso, que Hermione deseó quedarse allí para siempre. En ese lugar donde no había maldad ni sufrimiento, donde lo único que existía era tranquilidad y alegría.
Los pájaros cantaban alegres mientras revoloteaban alrededor de la Gryffindor.
La prefecta visionó un gorrión celeste. Ella se acercó sin dudar al bello animalito. Su bello plumaje le había llamado la atención, sobre todo porque tenía un color inusual, ya que los gorriones que ella conocía siempre habían tenido las plumas marrones.
Hermione se sentó en la hierba, al pié del árbol donde estaba el pajarillo. Ella estiró un brazo y encogió todos los dedos de su mano derecha, menos el índice, el cuál dejó estirado, esperando quizás, que el gorrioncillo se posara en él. El ave lo hizo y Hermione sonrió dulcemente, mientras acercaba su mano a su rostro, para poder ver mejor al hermoso pajarito.
El gorrión cantó para ella y la miró como diciéndole "canta conmigo", pero Hermione negó con la cabeza, indicándole "no sé".
El pajarito intensificó su cante, como expresándole " no importa, inténtalo" y la prefectadecidió que no perdía nada por probar.
Tarareó, intentando seguir la melodía que la pequeña ave entonaba para ella, pero…no podía porque no conocía esa melodía.
El pajarillo se calló, y esperó en silencio a que fuese ahora esa linda joven que estaba frente a él, quien comenzase la música.
Hermione entendió sus intenciones y le hizo caso. Ella comenzó a silbar una linda melodía, perteneciente a una película que siempre le había encantado. El pajarito cantó con ella y ella se lo agradeció acariciando su bello plumaje.
El gorrioncillo voló hasta posarse en el hombro de la prefecta y seguidamente le dio dos picotazos suaves en la mejilla.
Hermione rió dulcemente al sentir los besitos recibidos.
"Eres encantador. Ojalá pudieras hablar y decirme cómo te llamas."
"Loar."
La prefecta se quedó más que asombrada. ¿Le había respondido el pajarito o tenía alucinaciones?
"¿Puedes hablar?"
"Puedo hablar y hacer muchas más cosas, Hermione."
"¿Conoces mi nombre?"
"Conozco muchas cosas de ti, Elegida."
"¿Conoces mi misión?"
"Perfectamente."
" ¿Sabes cómo terminará?"
"Sí."
"¿Crees que ganaré?"
"No lo creo, lo sé."
" ¿Y todo volverá a la normalidad?"
"Sí, todo. El mundo mágico seguirá igual a como lo conociste antes de la destrucción que Lori traerá."
" O sea, que tanto lo bueno como lo malo, seguirá existiendo."
"Sí, eso es algo que nadie puede cambiar, ni si quiera tú. En el mundo mágico, al igual que en el muggle, siempre habrá maldad y bien. Puesto que para que el mundo sea mundo, han de existir las dos cosas. Si sólo hubiese una de ellas, el mundo no tendría equilibrio. No sería variado, sería uniforme y eso no es bueno, nunca lo ha sido."
"Pero…lo ideal…sería…que sólo hubiese bien, paz y amor en el mundo ¿no? Al menos eso es lo que siempre hemos querido los humanos."
"Sí, siempre lo habéis creído pero os equivocáis. Lo ideal es que exista el bien y el mal, para que las personas puedan decidir qué camino seguir. Pues son las acciones que cometemos en la vida, lo que determina el destino de las personas."
" Y esas acciones, repercuten luego en la eternidad ¿verdad?"
"Exactamente. Lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad."
"Esa frase me suena, creo que la oí en la película Gladiator. Y se refiere a que todos nuestros actos determinan nuestro estado en la otra vida¿correcto?"
"Sí. Incluso en la otra vida existe el bien y el mal. Los que son buenos van al cielo de los dioses, los que son malos, van al inframundo. Hogar de Rak y Lori."
"Entonces procuraré ser buena, así si muero en la batalla, podré ir al cielo de los dioses. No quiero ni imaginarme siendo un espíritu y teniendo que ver a Lori y Rak por tiempo infinito."
"No te preocupes por Lori, Hermione. Si tienes éxito, ella no volverá al inframundo."
"¿Dónde irá?"
" A otro sitio mejor."
"¿Al cielo de los dioses?"
"Sí, si eso es lo que cree Knorck. Pues sólo él decide el destino de las almas."
"Pero…Lori ha hecho mucho daño durante miles de años. ¿Cómo podría ella disfrutar de un cielo?"
" Porque todas las personas, merecen una segunda oportunidad, como también merecen el perdón, siempre y cuando esas personas se muestren de verdad arrepentidas del mal que cometieron ya sea en vida o en la muerte."
"Yo también creo eso. Dijiste…que te llamabas ¿Loar?"
"Sí."
" Qué casualidad, te llamas igual que el hijo de Lori y Arion."
" Lo sé."
"¿Por qué?"
"Porque yo soy él."
"¿Cómo dices? Eso no es posible. Tú eres un pajarito, él es un hombre."
"No creas todo lo que ves, Hermione. En el mundo mágico, nada es lo que parece."
" Si de verdad eres él, muéstrate ante mí como hiciste antes en mi habitación."
"Como desees."
En menos de un segundo, Loar estaba ante ella. La prefectacogió aire mientras aquél bellísimo espíritu, tomaba aspecto humano.
"Hola Hermione."
"Hola Loar. Puedo preguntarte ¿por qué estás aquí?"
"Puedes."
"¿Y bien?"
" Tenía ganas de verte."
"Ya."
"¡De veras!"
"Loar…no hace ni dos minutos que estuvimos en mi cuarto ¿por qué tanta prisa por verme?"
" Por nada en especial, simplemente quería estar contigo."
"¿Qué es lo que ocurre?"
"Nada. ¿Por qué lo preguntas?"
"Es que…me resulta extraño."
"¿El qué, el que me guste estar contigo y me meta en tu sueño para verte y disfrutar de tu compañía?"
"Sí."
"Pues no debería extrañarte tanto, es algo muy normal."
"¿Normal, el hecho de que un espíritu se meta en mi sueño, es algo normal? Pues yo diría que no lo es en absoluto."
"¿Qué es lo que más te extraña, Hermione, que esté dentro de tu sueño o que quiera verte?"
"Para ser sincera, las dos cosas."
" ¿Cuándo comprenderás, que eres una chica maravillosa, encantadora, preciosa y que te mereces toda la atención del mundo?"
"Nunca lo haré, porque no creo que eso sea cierto."
"Deberías valorarte más a ti misma."
"Oye, yo me valoro mucho. Simplemente pienso que no soy una chica de quitar la respiración. Soy bastante normalita, y me gusto así. ¿Qué tiene eso de malo?"
"Nada, pero tampoco es malo que aceptes los cumplidos que yo o cualquier otra persona, pueda hacerte."
"Bueno, en eso tienes razón."
"¿Cómo te encuentras?"
"Bien, gracias."
"¿Seguro?"
"Sí, en un lugar tan bello como éste, no podría encontrarme mal."
"Es bonito¿verdad?"
"No es bonito, es precioso."
" Entonces…¿te gusta?"
"Sí, mucho. ¿Conoces este sitio?"
"Sí, es mi hogar."
"¿Tú vives aquí?"
" No tanto como me gustaría, pero sí, aquí vivo yo."
"Vaya…"
"¿Has visto el lago?"
"No."
"¿Te lo enseño?"
"Sí por favor."
"Dame la mano."
"¿Por qué?"
" Porque voy a llevarte y no quiero que te pase nada malo."
" ¿Es peligroso ir allí?"
"No, para nada. Pero es mejor que agarres mi mano y no la sueltes."
"Pero…¿por qué? No voy a perderme mientras te sigo ¿sabes?"
"Es que no vamos a ir andando."
"Entonces…¿cómo iremos?"
"¿Me das la mano, por favor?"
" No me has respondido."
"No voy a hacerlo, prefiero que lo veas por ti misma."
"Está bien."
Hermione agarró la mano de Loar, él sonrió complacido.
"Y ahora, pase lo que pase, no se te ocurra soltarme ¿entiendes?"
"Sí."
Y sin decir nada más, Loar sopló sobre la prefecta y en menos de dos segundos, ella se sintió flotar. Antes de que pudiese preguntar nada al respecto, Hermione se encontró volando al lado de aquél chico encantador.
" ¡Estamos volando, oh Dios mío, volamos!"
"Sorprendida ¿verdad?"
"Muchísimo."
"Mira allí abajo."
"Oh por todos los dioses y diosas¡es precioso!"
Pronunció la prefecta emocionada cuando vió un enorme y apacible lago de aguas cristalinas.
" Pues lo mejor de todo es la temperatura del agua, siempre está estupenda. En su punto justo para bañarse durante horas sin correr el riesgo de resfriarse."
" ¿Podré meterme en el lago?"
"Por supuesto, podrás hacer todo lo que quieras Hermione. Mi casa es tu casa."
Ellos aterrizaron suavemente y la prefecta no esperó más para introducirse en aquellas aguas.
" Oh Loar¡es genial!"
"Me alegra que te guste."
"¿Tú no te bañas?"
" ¿Quieres que me bañe contigo?"
" Sí."
"¿No te importa?"
"¿Y por qué habría de importarme?"
" Porque soy un chico."
"Y yo una chica ¿Cuál es el problema?"
"Ninguno, sólo que pensé que no estarías muy cómoda bañándote con un chico."
"Qué tontería...¿por qué no iba a estarlo?"
" Tú no te has visto ¿verdad Hermione?"
"¿Verme, qué tengo que ver de mí?"
"Tu atuendo."
" Estoy vestida."
" Sí, en ropa interior. Tal y como te dejé dormida."
"En ropa…¿interior? Bromeas ¿verdad?"
"No. Mírate ¿quieres?"
"De acuerdo."
Ella lo hizo y cuando se vió, no tardó ni dos segundos en meterse dentro del agua, avergonzada. Él tenía razón. Al ver su reacción, Loar se rió a carcajada limpia. Ella intentó salpicarle, pero no le dió.
"¡No te rías hombre, me muero de vergüenza!"
" Jujujujuju."
"¡Loar, no te rías!"
"Jajajjajajajjajaaa."
"¡Para ya por favor!"
"¡No puedo! Jjjajajajajajjajajajaja. Es que…fue tan gracioso…"
"Pues yo no le veo la gracia."
"¿Qué no? Deberías haberte visto. Cuando te sentaste de repente dentro del lago fue…¡buenísimo! Jjjajjjjjjaaaajajajja. En mi vida había visto a alguien sentarse tan rápidamente y con tanta fuerza. Seguro que te has hecho daño en el trasero."
"Bueno sí, un poco."
"¡JAJJAJJAJJAJJJJJJAAA!"
"Cuando salga de aquí, te juro que te voy a cortar la risa de repente."
"Ah sí…¿cómo?"
"Ni idea, pero ya pensaré en algo."
"Jujujujujujuju."
"Ahora mismo te odio cordialmente."
"¡No es verdad Hermione, tú me adoras, reconócelo!"
Él le guiñó un ojo.
"Bueno, tanto como adorarte…no, pero me caes bien."
" ¿Sólo bien?"
"De momento sí."
"Oh"- dijo él, algo desilusionado.
"¿Ocurre algo?"
"No, nada."
"¿Puedes darme una toalla o algo para secarme y cubrirme?"
"Sí por supuesto."
Loar hizo aparecer una hermosa toalla de color escarlata. Él se la lanzó a la prefecta, quien la agarró al vuelo y usó para cubrirse el cuerpo.
Una vez que Hermione estuvo fuera del agua, Loar agarró su mano y la llevó a otro lugar, sólo que esta vez, fueron andando.
"Voy a enseñarte un sitio especial."
La prefecta y Loar llegaron a una puerta de madera. Tenía el aspecto de ser muy vieja y antigua, incluso parecía que estaba a punto de desmoronarse.
"¿Qué hay tras la puerta?"
" Eso…tendrás que averiguarlo por ti misma."
Hermione sintió un escalofrío repentino.
"¿Tengo que entrar ahí sola?"
"Sí."
" ¿Por qué?"
"Porque sólo la Elegida, puede cruzar esa puerta."
" ¿Por qué sólo yo puedo cruzarla?"
"Porque sólo las Elegidas están destinadas a ella."
"¿Qué hay tras la puerta?"
" Tu destino."
"Mi… ¿destino?"
"Sí, eso dije."
"Creí que mi destino era enfrentarme a Lori y Rak."
" Lo es."
"Entonces… ¿cómo puede ser posible que tras esa puerta esté otro destino distinto a ese?"
" Es que eso no es así, Hermione, tú no tienes dos destinos. Tienes uno sólo."
"Pero tú has dicho que tras la puerta está mi destino y si mi destino sólo es enfrentarme a Lori y Rak, quiere eso decir ¿qué tras la puerta están ellos?"
Loar no dijo nada, sólo sonrió de manera enigmática.
"Loar…respóndeme."
" Abre la puerta Hermione, y todas tus dudas se resolverán."
" Pero…"
"¡Abre la puerta!"
"¿Por qué tanta prisa?"
" ¡Porque se te está acabando el tiempo!"
"¿El tiempo para qué?"
"¡Para hallar la solución!"
"¿La solución a qué?"
" A todas tus dudas, a todos tus miedos. A todo lo que te inquieta o preocupa desde que tu misión empezó."
"Entiendo."
"Abre la puerta¡rápido!"
"Está bien, lo haré."
" Cuando lo hagas, verás oscuridad, una oscuridad con una negrura impenetrable. No podrás ver nada, ni si quiera verás tus pies."
"Comprendo. Usaré el hechizo lumos para alumbrarme y ver dónde piso."
"¡No, ni se te ocurra!"
"¿Por qué?"
"Porque la luz despertará a la sombra."
"¿Sombra, qué sombra?"
Él no contestó.
"Loar… ¿qué sombra?"
"Abre la puerta."
" Loar por favor, dime qué sombra es esa."
"Abre la puerta."
" ¡Quiero saber qué es esa sombra!"
"Una a la que tendrás que vencer, pero aún no estás preparada. Así que…sigue mi consejo y no uses luz si no quieres encontrarte con ella."
"Está bien, no usaré luz. De verdad… ¿Todo estará oscuro?"
"Todo absolutamente."
"¿Y entonces cómo encontraré la salida?"
"Siguiendo a tu instinto. Sólo tienes que confiar en ti misma. Si lo haces, todo irá bien."
"¿Y si no?"
"Morirás."
"¿Por qué?"
"Porque sólo de la Elegida y su decisión depende la salvación."
"Así que la clave está en creer en mí misma y mis capacidades."
"Vuelves a acertar."
" Está bien, abriré la puerta y cruzaré la oscuridad."
"Sin luz de ningún tipo. Ni si quiera si encontrases una por el camino. ¿Entendido?"
"Perfectamente."
"Y ahora…abre la puerta."
Hermione se situó frente a la vieja puerta, pero no tenía pomo.
" No veo manilla¿cómo la abro?"
"¿Quieres entrar?"
"Sí."
"Entonces no necesitas pomo ni manilla, sólo deséalo."
" De acuerdo. Una vez que entre¿cómo saldré?"
" Por otra puerta, la segunda después de ésta. Tendrás que encontrarla."
" ¿Y cómo podré hacerlo si no veo por dónde voy?"
" Porque llegado el momento, la puerta aparecerá ante ti y una vez que eso ocurra, ábrela sin dudar."
" Entendido."
"Hermione, escucha atentamente lo que voy a decirte. Ocurra lo que ocurra a tu alrededor, no dudes y sobre todo, cruza la segunda puerta tú sola."
" Lógico, si voy sola es normal que salga sola."
" Hermione, recuérdalo. Entraste sola y sola deberás salir."
" Sí, lo recordaré."
"Bien."
"Sé que no puedo usar luz de ningún tipo, pero…si me ocurriese algo allí dentro, algo que no pudiese controlar o superar¿podré pedir ayuda?"
"¿Ayuda, a quién?"
"A ti, o a Lily o James. Ellos me dijeron que les llamase si les necesitaba."
" Como poder, puedes hacer lo que creas conveniente pero yo te recomiendo que no llames a nadie, ni si quiera a mí. Las dos puertas están destinadas a ti y a nadie más, por lo tanto, es mejor que superes todos los obstáculos tú misma ¿entiendes?"
"Sí."
" ¿Algo más?"
"No, nada."
" Dos últimas cosas, Hermione. La primera, ocurra lo que ocurra, no abandones tu camino, no te apartes del sendero que hayas escogido recorrer ¿entiendes?"
"Sí."
"Y la segunda es… que no te preocupes por la falta de pomo, en cuanto hables, la puerta te obedecerá."
"De acuerdo. Gracias por todo Loar."
"De nada."
Hermione volvió a situarse delante de la puerta. Ella se concentró y con voz clara pronunció…
"¡La Elegida está aquí y quiere pasar, permíteselo!"
La puerta se abrió inmediatamente y mostró la negrura del interior. Ella se quedó quieta.
"¡NO DUDES HERMIONE!"
Al oír la voz de Loar, la prefecta reaccionó y entró de un salto. La puerta se cerró con un estruendoso golpe.
Ella comenzó a andar sin saber a dónde dirigirse, ya que tal y como él le había avisado, todo estaba tan negro que la prefecta no podía ver nada, ni si quiera sus pies.
Hacía mucho frío, así que la Gryffindor se quitó la toalla y se la colocó como si fuese una capa. Asombrada, sintió cómo la toalla se alargaba y ensanchaba, adaptándose a su figura y cubriéndola por completo, dejando asomados sólo las manos y los pies.
Hermione caminaba en línea recta, esperando encontrar pronto la segunda puerta. Conforme recorría aquella negrura, comenzó a escuchar susurros.
"¿Quién es?"- preguntó, pero nadie contestó.
Los susurros se callaron.
Los pasos de la prefecta resonaban por todo el lugar. Ese ruido y el sonido de su respiración, era todo lo que ella podía oír por el momento.
Ella siguió caminando, sin prisa pero sin pausa.
Los susurros volvieron a oírse, pero esta vez, la prefecta no preguntó nada.
El aire soplaba ululando. Hermione sintió un enorme escalofrío. Sus sentidos le indicaron que estuviese alerta, porque algo iba a ocurrir.
De repente, sintió que alguien o algo, tiraba de ella hacia atrás. La prefecta se resistió e hizo fuerza hacia delante para intentar liberarse. Lo consiguió.
Ella siguió caminando y llegó a otro sitio, un pasillo también oscuro, pero no tanto como la zona anterior.
Conforme avanzaba, comenzó a ver unas pequeñas lucecitas verdes, indicándole el camino.
Durante un segundo, estuvo tentada a coger algunas de esas lucecitas, para usarlas como antorcha, pero entonces recordó la advertencia de Loar "no uses luz de ningún tipo o despertarás a la sombra." Así que ella obedeció, y continuó andando sin tocarlas.
"Hermione…"
La prefecta se detuvo.
"¿Quién es?"
"Hermione…"
"¿Quién me llama?"
"Ven…"
"¿A dónde?"
"A la luz…"
Una hermosa y brillante luz blanca, apareció al lado del pasillo de lucecitas verdes, mostrando otro pasillo distinto al que recorría Hermione.Un pasillo que parecía más seguro. La prefecta lo miró con curiosidad mientras la voz volvía a hablarle.
"Ven Hermione."
La Gryffindor pareció planteárselo. Aquél camino parecía más fiable que el de las lucecitas verdes. Ella dio un paso hacia el lado izquierdo, con la intención de entrar en ese pasillo blanco y brillante. Pero entonces recordó otro consejo de Loar.
"Ocurra lo que ocurra, no abandones tu camino, no te apartes del sendero que hayas escogido recorrer."
Hermione decidió hacerle caso y continuó andando sin entrar en el pasillo blanco. La voz misteriosa se intensificó.
"¡HERMIONE VEN!"
Pero la prefecta no hizo caso.
"¡SIGUE EL PASILLO BLANCO!"
Pero ella no lo hizo, siguió por el pasillo verde y entonces las lucecitas cambiaron. Pasando de ser verdes a azules.
La prefecta se detuvo, maravillada por el color de las luces. Era un azul precioso, como un cielo claro. La Gryffindor volvió a caminar, no había recorrido mucho cuando otro pasillo apareció ante ella.
Esta vez, tenía el aspecto de un pasillo ruinoso y tenía además, una diferencia con el pasillo anterior de lucecitas azules, no era sólo suelo, también tenía pared que estaba cubierta de piedras viejas que tenían el aspecto de romperse con sólo posar un dedo encima.
Hermione decidió no tocar la pared.
Conforme avanzaba por el pasillo de piedras, el viento ululó de nuevo y los susurros volvieron a oírse.
" Ven con nosotros."
Ella siguió su camino.
" Podemos ayudarte."
Ella no hizo caso.
" Ven con nosotros Hermione, ven…"
Ella siguió adelante y el pasillo de piedra terminó.
La prefecta se detuvo, esperando ver el siguiente pasillo, pero no apareció.
Otra vez estaba sola en la oscuridad, el viento siguió soplando y los susurros…siguieron llamándola, pero ella…no les hizo caso.
Loar le había dicho que confiara en su instinto y el instinto le decía que no debía fiarse de esos susurros, que esas voces eran engañosas y que no debía obedecerlas bajo ningún concepto.
La negrura que la rodeaba era impresionante y le daba mucho miedo. Hermione estaba aterrada, pero también estaba decidida a no rendirse ni perder la esperanza de encontrar la puerta de salida. Decidió continuar adelante pasara lo que pasara. Decidió que era alguien valiente y que no se dejaría intimidar por aquella negrura que parecía infinita. Decidió que sólo de ella misma, dependía salir viva de allí y si aquél sitio era una prueba, ella la pasaría con éxito.
Después de todo, era una Elegida y las Elegidas eran brujas poderosas y valientes, que no se dejaban vencer por la adversidad ni los obstáculos que pudiesen surgirles, así que siguió adelante, sin importarle los susurros, el viento ululante ni tampoco esa presencia invisible que sentía detrás suya.
Una presencia que comenzó a sentir en el momento en que entró en esa segunda negrura. Una presencia que ella sabía, no era amigable, y sabía también que estaba esperando la ocasión idónea para atacarla y hacerle todo el daño posible.
La voz de Loar volvió a resonar en su mente.
" No te apartes del camino."
Hermione siguió caminando. De repente, la presencia la agarró por el cabello y la tiró al suelo. La prefecta cayó de espaldas. Ella se tocó la nuca.
Se había dado un fuerte golpe y le dolía mucho. Algo chorreaba. Se tocó la nuca de nuevo y sintió húmeda su mano. Enseguida supo que tenía sangre y que esa sangre provenía de la herida que se había hecho al caer al suelo.
La prefecta se puso en pie y rompió un trozo de toalla para colocárselo en la nuca, haciendo una ligera presión en ella para intentar cortar la hemorragia. Un ligero mareo comenzó a invadirla, pero no dejó que eso la afectara.
Hermione comenzó a andar otra vez, pero la invisible presencia volvió a derribarla. Esa cosa emitió una risa que hizo que todos los pelos de la prefecta se pusieran más tiesos que una torre eléctrica. La Gryffindor se levantó por segunda vez.
La presencia volvió a agarrarla del cabello, con la intención de tirarla otra vez, pero Hermione fue más rápida y reaccionó a tiempo. Sin ni siquiera girarse, ella estiró hacia atrás la pierna derecha, y golpeó a la presencia, derribándola. El estruendo que produjo su caída, indicó a la prefecta que había tenido éxito.
Sin esperar a que la presencia se recuperase, Hermione salió corriendo hacia delante lo más rápido que le permitían sus piernas.
No tardó en salir de la negrura y se encontró en otro lugar, una sala. Una sala grande y amplia. Una sala llena de lucecitas de todos los colores.
Las pequeñas luces flotaban y Hermione las contempló maravillada.
Ahora que observaba el lugar, sintió que le resultaba familiar.
"Se parece a la sala de los Actos Puros."
" No se parece, es la sala de los Actos Puros."
"¿Quién eres?"-preguntó ella mirando a su alrededor, pero no veía a nadie.
" Eso ahora no importa, Elegida."
"¿Por qué estoy aquí?"
" Para que entiendas cuál es tu destino."
"Sé cuál es, debo vencer a Lori y a Rak, en el caso de que él también se presente."
" Sí, eso es cierto, pero eso no es lo único a lo que estás destinada."
" ¿Ah no, y qué otra cosa hay?"
" La salvación de tu alma, Elegida."
"¿La salvación de mi alma? Mi alma está bien, no corre peligro."
"Sí que lo corre, Elegida."
"¿Y qué le pasa a mi alma?"
" Corre el riesgo de convertirse en oscura. Y eso…no debe ocurrir jamás."
" Pero mi alma no es oscura, las almas oscuras son las de las malas personas y yo no me considero una de ellas."
" Tú eres buena, siempre lo has sido. Pero desde lo de Malfoy, tu corazón se ha endurecido con deseos de venganza. Por eso tu alma corre peligro. No debes permitir que se vuelva oscura, porque si eso ocurre, no podrás ofrecer el Regalo, no podrás vencer a Lori y mucho menos a Rak y sobre todo, nunca podrás cometer el Acto Puro que salvará al mundo. ¿Entiendes?"
"Entiendo."
" Entonces sigue mi consejo. No dejes que tu corazón se endurezca hasta consumir tu alma con el odio. No permitas que eso pase."
"Pero entonces…¿qué quieres que haga, que no le haga daño a Draco?. ¡Él se lo merece, estuvo a punto de violarme y matarme!"
"Lo sé, sé todo el daño que te hizo, pero no debes ser tú la que acabe con él. Al menos por el momento."
"¿Y entonces quién le dará su merecido?"
"Cualquiera que te quiera."
" Yo no quiero que nadie me vengue, si alguien debe hacerle daño soy yo."
" ¡ NO HASTA QUE HAYAS CUMPLIDO CON TU MISIÓN!"
"Ah, entonces qué quieres decir ¿qué no importará que le mate una vez que el mundo esté a salvo. Qué pasa, es que un asesinato no es malo si se comete tras salvar al mundo?"
"No, sigue siendo un acto malvado."
"¿Entonces qué pretendes decirme?"
" Que por el momento no te vengues de Malfoy. No le mates, no le hagas daño. Malfoy es secundario, antes que él tienes otras prioridades."
" ¿Ni si quiera puedo dañarle en defensa propia, qué pasa si me ataca, pretendes que no haga nada?"
"Por supuesto que puedes dañarle en defensa propia. Lo que no puedes hacer, es ir a buscarle y asesinarle a sangre fría. ¿Entiendes?"
"Sí."
"Me alegro."
"Oye, es mi impresión ¿o hay menos luces que la primera vez que ví la sala?"
"No es tu impresión, hay menos luces."
"¿Por qué?"
"Porque las almas puras están descendiendo. Ya no hay tantas como antes. Por desgracia, vivimos en un mundo en el que la gente ha ido perdiendo cada vez más, la fe en las personas y sobre todo en la magia. Hoy día apenas hay personas que crean en la magia. Sólo creen en ella los magos, brujas, y las criaturas mágicas. Pero los muggles…"
"Yo soy muggle, y creo en la magia. Siempre he creído en ella, incluso antes de saber que era bruja."
"Lo sé, pero tú eres distinta. Eres una Elegida y todas las Elegidas son mujeres fuera de lo común, sean muggles o no."
" ¿Por qué estoy aquí, había alguna razón para que viera la sala?"
"Sí, la hay."
"¿Cuál es?"
" Debes conocer el acto puro que volverá a llenar la sala de almas puras."
"Pero eso me lo dijiste la otra vez que estuve aquí. Dijiste que debía ser uno lo suficientemente potente como para hacer que la sala volviera a llenarse."
"Lo recuerdo. Pero ¿verdad que no te dije cuál sería ese acto puro?"
"No, no lo hiciste."
"¿Quieres saberlo ahora?"
"Sí. Aunque tengo una ligera idea de lo que puede ser."
"Dímela."
"Creo que debo entregar un sacrificio. Una vida. Pienso que puede ser la mía o la de otra persona o ser, que esté destinado a la misión."
"Muy bien, esas suposiciones son correctas. ¿Cómo sabías que un sacrificio sería lo suficientemente potente?"
"Porque no hay acto de amor más grande, que la de dar tu vida por aquellos a los que quieres. Yo amo al mundo mágico y también a la magia. Y por ellos, haré lo imposible con tal de evitar su destrucción total y si para salvarlo tengo que morir, que así sea."
"Entonces… ¿Entiendes ahora cuál es tu destino?"
"Sí, dar mi vida por el mundo. Pero…si existe una sola posibilidad de salvarlo sin morir¿se volvería a llenar la sala de actos puros?"
"Sí, eso también es posible."
"¿Es imprescindible que sea yo la que llene la sala?"
"No, puede haber más personas aparte de ti, que realicen actos puros. No eres la única alma pura que queda en el mundo. Pero sí eres la única persona destinada a vencer a Lori o Rak."
"Y esas personas con almas puras¿tienen que estar relacionadas conmigo o mi misión?"
"Sí, es imprescindible que así sea. Porque si no, romperían el equilibrio."
" Y si se rompe, tendré que arreglarlo sola ¿verdad?"
"No, porque junto a ti, estarán más personas que podrán intervenir llegado el momento."
"Personas como ¿James, Lily, McGonagall, Winky, Arion y Loar?"
"Exactamente."
"Pero Harry tiene un alma pura y él…es hijo de Lily. Lily a su vez, era bisnieta de una Elegida. ¿No podría él participar también en la batalla? Al fin y al cabo tiene una antepasada Elegida, por lo tanto está relacionado directamente con mi misión ¿no?"
"No, no lo está. Porque aunque la bisabuela de su madre fuese una Elegida, él no tiene nada que ver con ella. Ten en cuenta que Lilian murió y con ella, la conexión que la unía a la Elegida. Así que Harry no está directamente relacionado con la misión pero sí está directamente relacionado contigo ya que es tu pareja además de tu mejor amigo. Y de todas las personas que te rodean, es la que más te quiere."
"Él podría ayudarme... ¿cuándo el silencio grite?"
"Sí, pero no sólo él, también podrían hacerlo cualquiera de las personas que nombraste antes."
"Entiendo."
" Y ahora, cierra los ojos y relájate."
"¿Por qué?"
"Porque voy a llevarte a un lugar que tienes que conocer."
"¿Qué lugar?"
" El inframundo."
"¡Pero allí estarán Lori y Rak y yo no quiero que me vean!"
"No lo harán, no te preocupes por eso. Te haré invisible a sus ojos."
"De acuerdo."
Hermione cerró los ojos y procuró relajarse. Ella se sintió caer al vacío. Se mantuvo callada y quieta durante todo el tiempo que duró su viaje y sólo cuando la voz le indicó que mirase a su alrededor, se decidió a abrir los ojos.
Cuando lo hizo, se quedó horrorizada. En su vida había visto un sitio más horrible que aquél. Todo estaba rodeado por fuego y rocas negras y olía fatal, una peste inmunda lo inundaba todo. La prefecta sintió que vomitaría de un momento a otro. Ella se llevó la mano a la boca para ahogar una arcada repentina.
"Haz lo posible por no vomitar."
Hermione asintió con la cabeza.
"Y sobre todo, no grites por muy horrible que sea lo que puedas ver a tu alrededor. Debes permanecer en silencio siempre y en todo momento, porque si no lo haces, ellos percibirán tu presencia y eso sería tu perdición ¿comprendes?"
La prefecta volvió a mover su cabeza de forma afirmativa.
Ella se dejó guiar por esa invisible presencia que la acompañaba. Sentía que su cuerpo se movía solo, como si la presencia lo impulsara.
Sus pies se detuvieron frente a un gran foso lleno de lava. Del fondo sólo se escuchaban gritos atronadores. Iba a preguntar qué ocurría pero la voz se lo dijo antes de que ella dijese algo.
"Es el foso de la perdición. Allí van las almas de las personas malvadas de corazón. Esas personas que son malas por naturaleza y no porque la vida les haya tratado mal. ¿Entiendes?"
"Sí. Lo que no entiendo es por qué gritan así."
"Porque sufren, Elegida. Ten en cuenta que sus espíritus son introducidos en la lava y jamás vuelven a salir de ella."
"Pero si están muertos ¿no? Y se supone que una vez que mueres, ya no sientes el dolor físico."
"Eso es cierto pero no quita que el alma pueda asustarse. Te aseguro que si tú misma vieras cómo te empujan a un foso de lava ardiente, por muy muerta que estuvieras, tú también chillarías de terror."
"Lo haría."
"Vamos, tenemos que llegar."
"¿A dónde?"
"A la puerta negra."
"¿Qué hay tras esa puerta?"
"La habitación de Lori."
Un poco después, la prefecta se encontró frente a una puerta enorme y más negra que la noche. Hermione tragó saliva.
"Abre la puerta."
" ¡No, ella podría verme!"
"No lo hará, eres invisible ¿recuerdas?"
"Pero podría intuir mi presencia."
"Si eso ocurre te sacaré tan rápido que hasta Lori se quedará sin reacción."
" De acuerdo, entraré."
"¿Ves esa aldaba?"
"Sí, tiene forma de calavera y tiene como…pelo ¿no?."
"Sí, es pelo humano."
"¿De quién?"
"De la última Elegida antes de ti, que Lori mató."
" Qué bonito."- dijo la prefecta en tono sarcástico.
"Sé que no es agradable pero…debes entrar. Es necesario que veas dónde y cómo vive Lori."
"¿Por qué?"
"Para que la conozcas mejor, quizás encuentres algún punto débil por el que atacarle cuando llegue el momento."
"Eso sería trampa."
"No, es aprovechar la ocasión. O qué crees ¿qué ella no te ha investigado para saber cómo debilitarte o matarte? Porque sí lo ha hecho. Lleva días haciéndolo."
"¿Días?"
"Sí, desde que supo que tú eras la Elegida, ella te está observando."
"Pero…hay sitios donde no puede verme ¿verdad?"
"Sí, el despacho de McGonagall y tu habitación, son los únicos lugares donde ella no tiene acceso visual ni tampoco auditivo."
" Lo sé. Por eso le dije a Winky que se quedase en mi aposento."
"Fue una buena idea. Quieres mucho a esa elfina ¿verdad?"
"La adoro, es la mejor amiga que he tenido jamás y la hermana pequeña que siempre deseé."
"Ella también te quiere muchísimo, y llegado el momento, lo comprobarás."
" Sé que me quiere, no necesito que me lo demuestre."
"Créeme, Elegida, llegará un momento en que necesitarás que ella y otras personas, te demuestren su amor y cuando ese momento se haga presente, espero que uses todo ese amor, en beneficio de todos."
"¿A qué te refieres?"
" A algo que te sucederá en la batalla pero por el momento, no tienes por qué saberlo. Ahora mismo tu prioridad es entrar en la habitación de Lori y observarla."
"No quiero hacerlo."
"¡Debes hacerlo!"
"No, no lo haré. Eso sería indigno. Sería aprovecharme de ella y a mí no me gusta aprovecharme de nadie. Así que no entraré."
" ¡Entonces no sabrás su punto débil!"
" Y qué."
"¿Cómo que y qué. Es que no entiendes que estás en desventaja con respecto a ella? Deberías aprovechar la oportunidad que te estoy dando."
"Yo no quiero una oportunidad como ésta."
"Estúpida chiquilla…"
"No soy estúpida, soy honrada. Y siento un gran respeto por Lori, el suficiente como para no invadir su espacio personal sin su consentimiento."
" Imbécil."
"Si me insultas otra vez, llenaré este sitio de descargas hasta que sepa que te he herido y me importa muy poco si todas las criaturas del infierno se presentan para matarme."
" ¿Prefieres atacarme, por qué? Yo te he ayudado."
"¿En qué? Lo único que has hecho es traerme a este sitio inmundo y pestilente."
"Para que veas cómo es el inframundo, así te lo pensarás mejor antes de dejar que tu alma se corrompa."
"Mi alma…no se corromperá jamás, porque en mi alma sólo hay amor."
"Y odio, rencor, ira, deseos de venganza, miedo, inseguridad, desconfianza y otros sentimientos negativos."
"Por supuesto, soy humana y los humanos tenemos sentimientos buenos y malos. Pero también tenemos una conciencia que nos dice qué hacer."
" A veces la conciencia se equivoca y os hace tomar el camino malo."
" Cuando eso ocurre, sigue habiendo solución. Lo único que hay que tener es propósito de enmienda y luego llevarlo a cabo."
" ¿Estás segura?"
"Completamente. Creo firmemente que todo el mundo se merece una segunda oportunidad y que las personas tienen el poder de cambiar las cosas con los actos que cometen y en ocasiones, es bueno equivocarse más de una vez, porque de los errores se aprende. Es la mejor forma de aprender algo."
" Entonces…¿no vas a entrar?"
"No."
" ¿Aunque puedas ver algo que te ayude a vencerla?"
"Sí."
" ¿Seguro que no quieres entrar?"
"Seguro."
"¿Es tu última palabra respecto a eso?"
" Lo es. No violaré la intimidad de Lori sin su consentimiento. Eso no sería correcto ni tampoco honorable. Incluso ella merece un respeto como ese. "
"Muy bien Elegida, has pasado la prueba."
"¿Perdón?"
"Que has pasado la prueba."
"¿Qué prueba?"
"La de la nobleza del corazón. Has demostrado que eres alguien muy noble. Mereces una recompensa."
"Lo único que quiero es conocer tu identidad."
" Me llamo Lis."
" Lis…de ¿Elizabeth o de Elisa?"
"Lis de Lisel."
" Y…¿quién eres tú?"
"Soy la primera bruja que Lori mató. La que escondió sus cosas."
"¡Oh Merlín, entonces sabrás dónde está la llave!"
"Lo sé."
"¿Y dónde está?"
" En el cuerpo de alguien de este castillo."
" ¿Alguien cercano a mí?"
"No, pero tiene relación contigo."
" Dime quién es ¡por favor!"
"No. Si lo hago, correría un grave riesgo. Imagina que Lori entra en tu mente y descubre lo que sabes de la llave. Ella intentaría usar esa información en su propio beneficio y eso no nos conviene a ninguna de las dos."
"Pero si Lori no puede usar la llave. La Llave no funcionará a no ser que alguien ajeno a la propia Lori quiera activar el portal. Eso decía el libro que tú escribiste."
" Sí, pero, aunque ella no use la llave directamente, puede pedirle a la persona o ser que contenga la llave, que la active.
Algo así no le costaría trabajo. Ella sólo debería saber quién o qué tiene la llave y una vez sabido eso, sólo tendría que usar un hechizo o el control mental, para manipular a esa persona o ser, y conseguir que activase la llave. ¿Entiendes?"
"Perfectamente. Y ahora si no te importa, sácame de aquí."
"Está bien. Cierra los ojos y relájate."
Hermione sintió que ascendía y cuando Lisel le dijo que habían llegado, ella abrió los ojos y se encontró de nuevo en la Sala de Actos Puros.
"Y ahora, sal de aquí y encuentra la salida."
"¿Y por qué no me dices dónde está?"
"Porque es algo que debes averiguar por ti misma."
" De acuerdo."
" ¡Hermione!"
"¿Qué?"
" No cambies nunca."
"Gracias."
" Y sobre todo, confía en ti misma y en tus capacidades ¿de acuerdo?"
"Sí."
"Y ahora vete ¡y no mires atrás!"
"No lo haré."
"Adiós."
"Adiós…Lis."
Hermione abandonó la estancia y se vió de nuevo en la negrura. Ella empezó a caminar otra vez en línea avanzaba, la oscuridad se hacía más intensa y el frío se colaba por cada poro de su piel. Ella se ajustó más la toalla, esperando encontrar algo de calor pero era inútil, aquél frío se le metía en los huesos.
Según recorría aquella noche eterna que la envolvía, las ganas de usar el hechizo lumos se hicieron más presentes que antes.
Pero ella confiaba en Loar y en sus consejos, así que no usó la luz pero eso no evitaba que sintiera una enorme sensación de desamparo, soledad, miedo y tristeza. Ese último sentimiento era el que la golpeaba con más fuerza, la tristeza.
No sabía por qué, pero se sentía triste, muy triste. Como si una enorme melancolía le llenase el alma.
De repente, sus manos y pies dejaron de caminar y su cuerpo pareció no ser capaz de sostenerla por más tiempo. Hermione cayó al suelo con un ruido seco y potente. Ella se frotó las rodillas, intentando calmar el dolor del golpe recibido. Intentó ponerse en pie otra vez, pero no lo logró. Lloró de impotencia y frustración. Lloró sintiendo que no podía más, que ya había llegado a su límite y se sintió peor aún porque estaba cansada, agotada y harta de tanto sufrir y padecer.
Desde que había aceptado la misión, incluso antes de saber que era una Elegida y de cuál era su destino, no había dejado de sufrir cada día por un motivo u otro. Estaba hasta las narices de todo el dolor que había soportado y aún le faltaba por soportar. Sabía en su fuero interno que aún le tocaba sufrir más, porque lo peor estaba por llegar. Y de repente se encontró a sí misma deseando desaparecer, evaporarse o cualquier otra cosa que la borrase del mundo y que la llevase a un lugar mejor, donde no hubiese nada malo, pero sobre todo, donde no existiese el sufrimiento.
"Sólo quiero paz. Paz para mí y para el mundo. Por favor, por favor, necesito paz, sólo eso…"
" La tendrás, lo prometo. Pero primero…sal de aquí y cumple tu misión."
"¿Quién eres, quién habla?"
"Levántate Elegida y camina."
"¿QUIÉN ERES?"
"Alguien que te admira y respeta por encima de todo."
"¿Arion?"
"No…"
"¿Loar?"
"No…"
"¿Harry, Ron?"
"No…"
"¿Entonces quién?. ¡Dímelo!"
"Si lo hago...¿te levantarás?"
"¡Sí, sí, lo intentaré pero primero dime tu nombre!"
"No necesitas saber mi nombre, ya lo conoces."
"¡Entonces muéstrate ante mí!"
Una luz brillante inundó a la prefecta, rodeándola, como si un enorme foco la alumbrase. Con asombro, Hermione vió aparecer la figura brillante de un espíritu. Un hombre, uno que ella conocía y al que había ayudado años atrás, a recuperar su vida.
La Gryffindor se llevó una mano a la boca, ahogando un grito de asombro, allí, justo delante de ella, se encontraba nada más y nada menos que…
"¡Sirius Black!"
"Hola preciosa."
"¡SIRIUS, OH DIOS MÍO, ME ALEGRO TANTO DE VERTE!"
Ella se arrojó a sus brazos y se dio de bruces contra el suelo, pues su cuerpo atravesó el del espíritu. Él la miró triste.
"Lo siento, debí decirte que no tengo cuerpo sólido."
" No te disculpes por favor, no tiene importancia."
"¿Estás bien?"
"Sí, ahora sí."
"Me alegro."
"¿Cómo es posible que estés aquí?"
" No lo sé Hermione. Pero yo…oí tu lamento y sentí que tenía que ayudarte de alguna forma. Y de repente me encontré en este lugar y cuando te ví en el suelo, echa un mar de lágrimas, algo se rompió dentro de mí y supe, que no me sentiría bien hasta que hablase contigo y te ayudase."
" ¡Me alegro tanto de verte!"
"Ya me lo has dicho."
"¡Es que es verdad! Yo…siempre te admiré y te cogí mucho cariño. Sobre todo al enterarme que querías vivir con Harry. Ahí me dí cuenta de lo especial que eras. No todas las personas que salen de una cárcel tan horrible como Azkaban, tienen ganas de volver a relacionarse, aunque tengan un ahijado."
"Bueno, es que…quería cumplir mi promesa. Quería cuidar de Harry. Se lo prometí a James y Lily."
" ¿Les has visto?"
"No. Pero sé que están bien."
" ¿Por qué no estás con ellos, si tú también eres un espíritu?"
"Porque yo estoy en un lugar diferente al de ellos."
"¿Tú también estás en el cielo de los dioses?"
"Sí, pero supongo que es muy distinto al de James y Lily."
"¿Cómo es tu cielo?"
"Genial. Tiene todo lo que me gusta. Incluso chicas guapas."
"Jajaa. Así que es cierto, eras un ligón."
" Bueno…sí… y no es que me lo propusiera, pero…tampoco podía evitarlo. Es que de joven era un bombón…y no se me resistía ninguna chica.
Pero claro, era normal que fuese así. Al fin y al cabo, yo era un chico de esos… ¿cómo decís las chicas…impresionante?"
" Sí, eso decimos a veces, sobre todo cuando encontramos un chico muy atractivo."
"Pues eso, yo era eso, impresionante. De hecho, me lo decían a menudo."
" Hey, ahora tampoco estás mal. Simplemente eres más mayor."
" ¿Puedes levantarte?"
"No lo sé. En realidad, no entiendo por qué me he caído y tampoco comprendo por qué me siento tan mal. Cuando salí la sala de los Actos Puros no me sentía deprimida."
" Es que has entrado en la zona depresiva, Hermione."
"¿La zona depresiva?"
"Sí. En este lugar…sólo hay eso, depresión, tristeza y dolor. Esos sentimientos han invadido tu alma."
" Sirius¿qué es todo esto. Por qué estoy aquí? Cuando crucé la puerta, pasé por muchos sitios distintos. Incluso estuve en la Sala de Actos Puros y luego en el inframundo. Loar me dijo que yo debía entrar porque era una puerta destinada a las Elegidas, pero nunca pensé que todo fuese tan horrible, sobre todo el inframundo. Aquél sitio me puso los pelos de punta, no he visto un sitio más aterrador que ese."
" Lisel te llevó ¿verdad?"
"¿La conoces?"
"Sí, es amiga mía."
" ¿Y cómo es?"
"Una chica encantadora además de preciosa."
" ¿Te gusta?"
"Sí…no está mal. Pero no creo que ahora debamos hablar de eso. Lo primero que tenemos que hacer es salir de aquí."
"¿Conoces la salida?"
"De este sitio sí. Pero no sé dónde está la segunda puerta, la que te conducirá al mundo de la consciencia."
"Es cierto, olvidé que todo esto no es más que un sueño. O una pesadilla mejor dicho."
"Sí, estás soñando, pero no despertarás hasta que encuentres la puerta y salgas por ella."
" Entonces sácame de aquí y seguiré buscándola."
"Dame la mano, te ayudaré a levantarte."
Hermione iba a estirar su brazo, pero entonces recordó que él no tenía cuerpo físico. Así que se puso en pie sin su ayuda.
" ¡Lo conseguí!" –gritó entusiasmada.
"¿Ves? No era tan difícil, sólo tenías que mentalizarte que podías hacerlo. Y ahora, sígueme, pero antes, usa tu varita para crear luz."
"Vale."
Ella iba a hacerlo, pero volvió a recordar el consejo de Loar.
"No uses luz o despertarás a la sombra."
Hermione guardó su varita y Sirius le preguntó por qué lo hizo.
"Veo bien sin luz, no te preocupes."
"Pero verías mejor si algo te alumbrase el camino. Deberías usar tu magia."
"No."
" Hermione…haz el hechizo. Así encontraremos antes la salida."
" Ahora no me apetece usar la magia."
"Hermione... ¡usa el lumos!"
Ante su insistencia, la prefecta tuvo un mal presentimiento y decidió poner a prueba al espíritu.
" Si uso la magia...¿saldremos más rápido de aquí?"
"Por supuesto que sí."
" Pero…¿tanto necesitas la luz? Creí que los espíritus veíais de cualquier manera, con luz o sin ella. Incluso pensé que podíais ver a través de la oscuridad."
" Podemos."
"Entonces no necesito usar la magia. Sólo tengo que seguirte."
" Pero sin luz, podrías perderme y no saber dónde estoy y entonces no saldrías nunca de aquí y tú quieres salir... ¿verdad?"
"Más que nada."
"Entonces usa tu magia."
" No."
" ¡ÚSALA!"
"NO."
Ella le oyó maldecir por lo bajo, y entonces lo supo. Su instinto lo confirmó, ese hombre no era Sirius, tenía su aspecto, pero no era él.
"Sirius…"
"¿Sí?"
"¿De qué color son mis ojos?"
"¿Qué?"
"¿De qué color son mis ojos?"
El espíritu se quedó en silencio.
"Responde...¿de qué color son?"
"Grises."
" Tú no eres Sirius. ¡Aléjate de mí!"
Un potente gruñido resonó por todo el lugar. Hermione se preparó ante lo que pudiera venir. Ella sintió que aquél espíritu le mordía un brazo, justo en la zona del codo. La prefecta aulló de dolor.
Su primera reacción fue coger la varita y pronunciar un hechizo para alejarlo de ella, pero entonces recordó que cualquier hechizo emitía luz y no quería arriesgarse a enfrentar un peligro mayor si despertaba a la sombra. Así que hizo lo que cualquier persona que no fuese bruja ni mago haría ante una situación de peligro: Correr.
Hermione corrió con todas sus fuerzas, corrió sin saber dónde ir, pero una cosa sí sabía, cuanto más corriese, antes saldría de allí.
Ella oyó la velocidad del aire, y supo que el espíritu volaba tras ella. Pero eso no la afectó, ni tampoco la detuvo. Justo cuando él iba a alcanzarla, la negrura se terminó y ella se vió a sí misma caer al vacío y luego aterrizar en un suelo húmedo y oscuro, pero no tanto como el lugar donde estuvo antes.
Hermione miró a su alrededor y comprobó con alivio que el espíritu había desaparecido.
Ella volvió a caminar y un pasillo apareció ante sus ojos.
Estaba más iluminado y también tenía paredes, pero esas paredes hacían ruido, ya que estaban cubiertas de piedras por las cuales caían gotas de agua.
La prefecta se preguntó dónde habría ido a parar esta vez y decidida a averiguarlo, siguió recorriendo el lugar.
No había recorrido ni la mitad del camino cuando escuchó un ruido atronador, como de algo que se derrumbaba. Con horror, observó que el muro de la pared de piedras goteantes, se destruía a su paso. Ella corrió más que antes, corrió como nunca lo hizo. Tenía que salir de allí como fuese y lo conseguiría, aunque en el proceso muriese de agotamiento.
BOOMMMM
Una enorme roca cayó justo detrás de ella pero ni si quiera se atrevió a volver la vista atrás para verla.
Hermione siguió corriendo, y corrió con tanto ímpetu que hasta le dolía el pecho. Ella vislumbró una luz al fondo de aquél pasillo derrumbante.
Sin pensarlo dos veces cogió impulso y de un gran salto, cruzó la luz.
Se encontró en una habitación completamente blanca, inundada por una luz dorada y cálida.
En medio de la estancia había un gran sofá rojo. El único objeto de distinto color. Sin pensarlo, ella se sentó en él.
Cerró los ojos intentando relajarse y recuperar el aire que había perdido tras su frenética carrera.
No tardó mucho en recuperarse y ya que aquél sofá era comodísimo, se tumbó.
La prefecta sintió que se dormiría de un momento a otro, ya que estaba agotada tanto física como mentalmente.
Demasiadas emociones intensas para tratarse de un sueño. Sabía que todo era eso, un sueño, pero era tan vívido y real, que le parecía que en vez de un sueño, se encontraba en otra dimensión. Una horrible, de la que quería salir lo más pronto posible. Aunque tenía que reconocer que también tenía cosas agradables, como aquella habitación.
Hermione se acomodó más en aquél sofá rojo. Se encontraba tan a gusto, que lo único que echó en falta en ese instante, fueron dos cosas: una bella música y una persona, Harry. Si ella tuviera eso, se sentiría feliz.
Una hermosa melodía comenzó a sonar, ella la conocía, era la misma que había cantado la sirena del cuadro que estaba en el baño de los prefectos. La prefecta volvió a recordar todos los buenos momentos compartidos con él, tantos los amorosos como los amistosos.
Podía ver claramente en su cabeza, todos los besos, caricias y abrazos que habían compartido desde que se conocieron y se enamoraron. Pero no sólo veía eso, también podía oír su voz llamándola.
"Hermione…"
"No es real, es sólo una ilusión"- se dijo a sí misma.
"Hermione…"
"No está aquí."
"Hermione, abre los ojos."
"No…"
"Hermione…mírame."
La prefecta lo hizo, abrió los ojos y…allí estaba él. O al menos eso parecía, porque después del falso Sirius, Hermione ya no confiaba en lo que veía.
"¿Harry?"
"Hola preciosa."
"Hola."
"¿Cómo te encuentras?"
"Agotada."
" Es normal, has corrido mucho."
"¿Cómo lo sabes?"
"Porque estás sudando."
"Oh…"
" ¿Has descansado?"
"Un poco."
" Entonces…¿ya te encuentras mejor?"
"Sí, gracias por preguntar."
"De nada. ¿Puedo tumbarme contigo?"
"¿Quieres?"
" Es lo que más quiero en este momento. Me muero de ganas de besarte, abrazarte…y no volver a separarme de ti nunca más."
"Harry…"
"¿Sí amor?"
"Lo que has dicho ha sido precioso."
"Sólo dije la verdad."
"Un momento…me llamaste…¿amor?"
"Sí, por qué... ¿no te gusta?"
" Sí me gusta pero…tú normalmente…no me dices ese tipo de cosas."
"Pues a partir de ahora te las diré siempre."
Él se tumbó encima de ella, eso le extrañó a Hermione.
" Harry…¿qué haces?"- preguntó, ya que él acababa de quitarle la toalla y empezó a besarle el pecho, aún tapado por el sujetador.
" Nada que no te guste."
"Levántate ahora mismo."
"¿Por qué?"
"Porque lo digo yo."
" Hermione…rélajate. Sólo quiero besarte…"- él le besó los hombros, el cuello y la parte central de los senos.
Ella no se sentía bien, era como si sus besos fuesen distintos a los que él siempre le daba.
"No."- dijo ella convencida, indicando así que no quería que la tocara ni besara.
" Shhhh, tranquila, sólo quiero que disfrutes..."-
"Basta."
"Y hacerte el amor…"- él la besó en los labios.
Entonces lo supo.
"¡APÁRTATE DE MÍ, TÚ NO ERES HARRY!"
Ella intentó quitarle de encima, pero no pudo. Era como si el peso del falso Harry, la aplastara.
Con terror, contempló cómo él le quitaba con ímpetu la ropa interior que la cubría. Ella lloró y suplicó…
"¡Por favor no!"
Pero él no hizo caso y continuó con sus tocamientos y besos, que ahora eran más intensos y menos delicados que antes.
Él le separó las piernas y ella experimentó un Deja Vû.
"Dios mío no...¡otra vez no! Con Malfoy tuve suficiente. ¡No quiero pasar por eso otra vez, NO QUIERO!"
" ¡BASTA, BASTA BASTAAAAAAA!"
Una enorme bola de fuego salió del interior de la prefecta e impactó de lleno en el cuerpo del falso Harry.
Él salió despedido hacia atrás y se desplomó en el suelo.
Hermione intentó levantarse y con satisfacción comprobó que tuvo éxito. Ella se puso su ropa interior, la toalla, y se acercó al cuerpo humeante de él y vió que no se movía. Estaba muerto y eso la llenó de alivio.
"Te lo merecías, cerdo."
La prefecta oteó el alrededor, buscando una salida, pero no veía puerta ninguna. Entonces recordó lo que le había dicho Loar de confiar en ella y sus capacidades. Se acercó a una esquina, donde la luz dorada brillaba con mayor intensidad. Hermione se concentró en la luz y con voz clara pronunció…
" La Elegida quiere salir...¡concédeselo!"
Ante ella, apareció una puerta, la abrió sin dudarlo y se metió dentro.
Ahora estaba en otro lugar, un cementerio oscuro y tenebroso.
Ella recorrió las tumbas, una por una, hasta que llegó a un claro iluminado por la luz de la luna.
Allí, las tumbas parecían nuevas y en perfecto estado, como si fuesen recientes.
Hermione se acercó y con horror y congoja, leyó las inscripciones que tenían.
"Harry James Potter Evans.
Fallecido en combate.
Tus compañeros de Hogwarts no te olvidan."
"Ronald Bilius Weasley.
Fallecido en combate en defensa de su mejor amigo Harry James Potter Evans.
Tus compañeros de Hogwarts no te olvidan."
"Albus Dumbledore.
Gran mago. Director del colegio de magia y hechicería Hogwarts. Fallecido en combate. Tus compañeros profesores no te olvidan."
Las lágrimas de la prefecta cayeron sobre las lápidas de esas tumbas, mientras ella se preguntaba "¿Por qué?"
Pero entonces, reparó en otras dos tumbas que no había visto antes, pero que se encontraban en el centro de las otras.
Hermione se acercó a ellas y leyó las inscripciones:
"Minerva McGonagall.
Vigilante de la Elegida. Fallecida en combate. El mundo mágico siempre estará en deuda contigo."
Y, al lado de esa tumba, otra más pequeña, cuya inscripción era menos larga:
"Winky. Elfina de Hogwarts.
Gran amiga y protectora personal de la Elegida. Fallecida en combate."
Hermione se derrumbó sobre la pequeña lápida de Winky.
"¡OH DIOS MÍO, NO, POR FAVOR NO, ESTO NO PUEDE SER CIERTO! HARRY, RON, DUMBLEDORE, MCGONAGALL, WINKY…¡TODOS MUERTOS! MI MAYOR MIEDO HECHO REALIDAD ¿POR QUÉ? POR QUÉEEEEE!"
Lloró sentidamente, incluso con mayor intensidad y dolor que cuando estuvo en la zona depresiva. Sus gemidos y lamentos inundaron el lugar y entonces sintió una luz iluminar otra zona del cementerio.
Ella se levantó y se acercó a investigar de qué se trataba.
Allí, delante de ella, se encontraba otra tumba y cuando leyó la inscripción, por poco se muere de la impresión.
"HERMIONE GRANGER.
Elegida. La mejor bruja de su edad de todas las que existieron en el mundo mágico. Gran amiga y compañera. Fallecida en combate. Ayudó mucho al mundo."
Y junto a la inscripción, un ramo de tulipanes blancos, sus flores favoritas. Al lado del ramo, una nota y dos firmas:
"Nunca te olvidaremos: Arion y Loriana."
Hermione se quedó muda de asombro. ¿Arion y Loriana…cómo era posible?
Así que lo único que se le ocurrió era que había tenido éxito en su misión. Ella había traído la paz y seguridad al mundo mágico, y no sólo eso, también había conseguido recuperar a la antigua Lori y volverla a reunir con su marido. Pero…¿a qué precio?
Todos sus amigos habían muerto, incluso ella misma. ¿Valía la pena?
"Sí, la vale"- se oyó decir a sí misma- " El mundo mágico es más importante que la vida de todos nosotros. Y si con nuestras muertes, conseguimos nuestro objetivo, entonces que así sea."
"Por fin lo has entendido."
"¿Quién eres?"
" Eso ahora no importa."
"¿Dónde estás?"
"En todas partes."
" ¿Por qué estoy aquí?"
"Para que entiendas tu destino."
"¿Mi destino es la muerte?"
"Tu destino es salvar al mundo, aunque eso implique tu muerte."
"Eso ya lo sabía."
" Sí pero tenías que aceptarlo. Ahora lo has hecho, cosa que me alegra. Dime, Elegida¿sigues teniendo miedo a morir en la batalla?"
"Sí, pero no como antes. No me da miedo morir, pero sí me da miedo morir sin haber cumplido con mi objetivo."
" Entonces…¿lo que has visto aquí no te ha afectado?"
"Por supuesto que sí, no es agradable ver muertos a mis seres queridos. Pero entiendo que sus muertes han contribuido al bien común, y me alegro por ello."
"Ése es el espíritu que has de tener, Elegida. Si piensas y sientes así, todo irá bien cuando te enfrentes a Lori o Rak."
"¿Él vendrá?"
"Sí, si Lori fracasa, lo hará, no te quepa duda."
" ¿Podré vencerle?"
"Sí. Siempre y cuando…"
"Confíe en mí misma y mis capacidades ¿verdad?"
"Exactamente."
" Por favor, dime quién eres."
"No, aún no ha llegado el momento de que me conozcas."
"¿Y cuándo lo haré?"
"Cuando mueras."
" Y…¿si no muero?"
" Claro que morirás, los humanos no vivís eternamente. Aunque sobrevivas a la batalla, algún día te llegará la muerte y cuando ese día llegue, me verás."
" Puedes ser…¿Knorck?"
" Puede que sí o puede que no, ésa es la cuestión."
"Quiero despertar, estoy harta de todo esto."
" Si quieres despertar, hazlo."
"¡No puedo, primero tengo que encontrar la segunda puerta!"
"Entonces encuéntrala."
"¡Pero si no sé dónde está!"
"Claro que sabes dónde está, lo has sabido siempre."
"¡No es cierto!"
"Sí lo es. Como también lo es todo lo que has vivido en este sueño."
" Dime dónde está la puerta."
"En tu corazón."
"¿En mi corazón?"
"Sí. ¿Aún lo entiendes? Todo lo que has vivido aquí, son los mayores temores que alberga tu corazón."
"Entonces…todo esto…¿son mis miedos e inseguridades?"
"Exactamente. Por lo tanto, para poder salir, sólo tienes que desearlo. Pero debes estar convencida de ello, debes sentir en tu interior que quieres regresar y afrontar todo lo bueno y malo que aún te falta por vivir. Porque si no aceptas eso, no podrás salir de aquí nunca. ¿Quieres quedarte aquí para siempre?"
"No."
"Entonces sal."
"¿Sólo debo pedirlo y se cumplirá?"
"Sí, si eso es lo que quieres."
" Lo quiero. ¡Quiero despertar y volver. Quiero afrontar lo que venga, sea bueno o malo. Quiero estar con Harry, Ron, Winky y el resto de mis amigos. No quiero quedarme aquí, no quiero quedarme aquí!"
Una luz brillante inundó el lugar, y una puerta apareció ante sus ojos, mientras escuchaba otra voz pronunciar su nombre.
"Hermione…"
"¡NO QUIERO QUEDARME AQUÍ, QUIERO VOLVER!"
"Hermione…"
Una puerta alta y brillanteestaba ante ella. Sin dudarlo, la abrió.
"Hermione…"
Y la cruzó y todo se volvió negro.
"Hermione…"
Ella abrió los ojos.
" Hermione…"
Y allí estaba, en su habitación. Pero no estaba sola.
- ¡HARRY!
Sin dudarlo un instante, ella se echó en sus brazos, provocando que ambos cayesen en la cama.
- ¡Me alegro tanto de verte!
- ¿Estás bien?
- Contigo siempre estoy bien.
- Me tenías preocupado.
- Lo siento.
- ¿Seguro que estás bien?
- Sí. Gracias por preocuparte.
- De nada.
- ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
- Mucho.
- ¿Qué hora es?
- Las cuatro de la tarde.
- ¿Tanto he dormido?
- Sí. Toda la mañana.
- ¿Has comido?
- No. Te dije que vendría a buscarte a la hora del almuerzo pero…no pude esperar tanto. Asistí a las dos primeras clases y luego volví. Te encontré dormida, pero no se te veía relajada.
- He tenido un sueño horrible.
- Lo supongo. Dijiste muchas cosas, pero no logré entenderlas. Lo único que escuché con claridad fue mi nombre.
- Aparecías en mi sueño.
- En algo bueno, espero.
- Al principio parecía bueno pero luego…
- ¿Fue malo?
- Sí, te convertiste en otro Malfoy.
- ¿Cómo dices?
- Digo…que quisiste hacerme lo mismo que Draco. Intentaste violarme.
- ¿QUÉ?. ¡ ESO NO ES POSIBLE, YO JAMÁS TE HARÍA ALGO ASÍ!
- Lo sé, por eso supe que el Harry de mi sueño era falso.
- ¿Y qué le pasó?
- Murió.
- ¿Cómo?
- Le maté. Provoqué una bola de fuego y él se quemó. No volvió a moverse.
- Me alegro. Se lo merecía.
- Yo también lo creo.
- Hermione…
- ¿Sí?
- Te quiero.
- Yo también a ti.
- Y jamás te haré daño.
- Lo sé.
- Nunca, ni aunque me obligaran.
- ¿Por qué iban a obligarte a algo así?
- Bueno porque…me acuerdo de lo que te ocurrió cuando Lori se metió en tu cuerpo y…si ella me poseyera…creo que yo también haría lo mismo que tú. Antes de hacerte daño, yo mismo me mataría.
- Oh Harry…
- ¿Qué?
- ¡ TE ADORO, TE ADORO TE ADORO!
Ella le llenó de besos, él se rió complacido.
- Oye Hermione…
- ¿Qué, amor?
- ¿Amor?
- Sí, es otra expresión cariñosa. ¿No te gusta?
- No está mal. Es bonito.
- Tan bonito como lo que siento por ti.
Harry se quedó sin habla durante unos instantes, asimilando lo último que ella le había dicho.
- ¿Por qué me quieres tanto Hermione?
- Porque es imposible que no te quiera.
- Aún me asombra.
- ¿El qué?
- Que me quieras tanto.
- Pues acostúmbrate, porque es verdad.
- No entiendo qué he hecho para merecer a alguien como tú. Pero me alegro de que estés en mi vida y me alegro más todavía de que formes parte de ella. Pero lo que más me alegra, sin duda alguna, es que me quieras tanto como yo a ti.
- Y nunca dejaré de quererte, eso te lo aseguro.
- Sé que después de lo de Malfoy…te costará superarlo. Eso dijeron McGonagall y la señora Pomfrey, pero…quiero que sepas que yo estaré aquí siempre. Te ayudaré en todo lo que necesites y esperaré lo que haga falta hasta que vuelvas a sentirte bien. No quiero que tengas miedo de mí, ni tampoco de lo que pueda hacerte porque yo…mantengo lo que dije antes, nunca te haré algo como lo que él intentó.
- Lo sé, además, si lo hicieras, te rompería todos los huesos del cuerpo y luego te quemaría vivo.
- Qué alentador…
- Jjajajajjajaaaaa.
- Oye…no te rías de mí.
- No me río de ti. Es que me ha hecho gracia lo que dijiste.
- ¿Y qué esperabas? No es muy agradable escuchar que la persona que más quiero en el mundo, podría matarme.
- Bueno…eso no ocurrirá mientras no te conviertas en otro Malfoy.
- Antes me suicido.
- Jjiijijijijijijjiijiijjiii.
- Hermione…
- ¿Sí cariño?
- ¿Puedes abrazarme?
- Por supuesto, y tú también a mí, si quieres.
- Quiero. Pero también quiero besarte y acariciarte durante horas. Podría estar toda la eternidad haciendo eso, y nunca me cansaría.
- Oh Harry…
- ¿Qué?
- Yo…
- ¿Qué te pasa, por qué lloras. He dicho algo malo?
- ¡ No, al contrario. Lo que has dicho ha sido bellísimo!
- Entonces… ¿por qué estás llorando?
- Porque me has emocionado.
- Pues antes que derramar lágrimas, preferiría emocionarte de otra forma.
- Las lágrimas no son siempre malas, Harry. A veces las provoca la alegría, el cariño, la ternura…y otras emociones positivas y bellas.
- Pero es que a mí no me gusta verte llorar, Hermione. Aunque sea de alegría.
- A mí tampoco me gusta verte llorar.
- Ahora no lloro.
- Lo sé.
- Entonces no llores tú tampoco.
- Vale.
Ella se secó las lágrimas con la toalla. Él se fijó por primera vez en su atuendo.
- ¿De dónde has sacado esta toalla tan bonita?
- Me la ha dado Loar.
- ¿Quién es Loar?
- Un nuevo amigo que tengo. Es un chico encantador. En cuanto tenga ocasión te lo presentaré.
- ¿En qué casa está?
- En ninguna.
- ¿No estudia aquí?
- No.
- Entonces…¿de qué le conoces?
- De mi misión.
- ¿Es otro Vigilante?
- No.
- ¿Cuál es su función?
- Ayudarme.
- ¿Él también peleará en tu batalla contra Lori?
- No lo sé, pero es probable que lo haga si así lo cree conveniente.
- Yo también quiero pelear junto a ti.
- Tú no puedes.
- Lo sé, eso mismo me dijo McGonagall cuando estabas durmiendo en la enfermería. Ella me dijo algo como…que si yo participaba en la lucha, rompería el Equilibrio…o algo así. Me contó cosas raras, como que sólo la Elegida y los que estuviesen destinados a su misión, podían combatir contra Lori, que si alguien no destinado a esa misión, se metía en la lucha, el mundo se iría al carajo.
- Exactamente.
- Pero es que yo… ¡quiero ayudarte Hermione!
- Ya me estás ayudando.
- ¿Cómo?
- Sirviendo de apoyo moral y psicológico para mí.
- Pero… ¿qué pasará si te encuentras en una situación de la que no puedas salir?
- Que encontraré la forma de superarla.
- ¿Y si te mata?
- Mi espíritu seguirá luchando contra ella, hasta que la venza y todo haya acabado bien.
- ¡Pero yo no quiero verte morir, Hermione!
- Yo tampoco quiero que me veas, Harry, pero si eso sucede, acéptalo. Yo ya me he hecho a la idea de que es muy probable que muera.
- Si mueres…te seguiré.
Ella recordó algo que le dijo Winky días atrás, el día que ella le entregó la carta donde había escrito todo lo que sentía por él. Recordó con exactitud una cosa que le dijo la elfina. "Si la señorita muere, el señor Harry Potter la seguirá."
Hermione se dio cuenta que eso mismo era lo que le acababa de decir él. Y, tal y como le había dicho a la elfina, así se lo dijo a Harry.
- Tú no morirás, porque no dejaré que nada ni nadie te haga daño y mucho menos que acaben con tu vida.
- Hermione…si mueres, te seguiré. Te guste o no, eso es lo que haré.
- ¿Me estás diciendo que quieres suicidarte, es eso?
- No, te estoy diciendo que si te matan, yo también me dejaré matar.
- ¿Pero qué dices Harry?. ¡Eso es una locura!
- No, lo que es una locura es vivir en un mundo en el que tú no estés. Ya he perdido a mucha gente que quería, no te perderé a ti también.Y si eso pasa, me dejaré morir. Porque no pienso quedarme solo.
- Tú nunca estarás solo, Harry.
- Si te mueres, me quedaré solo.
- Aunque muera, tú no estarás solo. Y es todo lo que diré al respecto.
- ¿Qué es lo que no quieres decirme?
- Algo que aún no debes saber. Pero llegado el momento, lo harás, y espero que te guste.
- Hermione… ¿qué me ocultas?
- Muchas cosas, pero ahora no vienen al caso.
- ¿No confías en mí?
- ¡Por supuesto que confío en ti, a ti te confiaría mi vida e incluso mi alma!
- Entonces dime lo que me estás ocultando.
- ¡No puedo!
- ¿Por qué no?
- Porque prometí no decirte nada. Y si lo hago…él no cumplirá su promesa ¡y yo quiero que la cumpla!
- ¿Él, quién es él?
- Arion.
- ¿Arion? Ese nombre me suena. ¡Sí, claro, lo escuché en el despacho de Dumbledore hace días! Recuerdo que hablaba con McGonagall sobre tu misión y recuerdo también que nombraban el nombre de ese hombre. Creo que dijeron que era un dios y que él se enfadaría si alguien ajeno a la misión, participaba en ella.
- Exactamente. Así es.
- Y ese dios… ¿es bueno o malo?
- Es buenísimo. Y también es amigo mío.
- ¿Y qué tiene que ver contigo?
- Tiene mucho que ver. Pero lo más importante para mí, es la promesa que me hizo.
- ¿Y cuál es?
- No puedo decírtela. Sólo te contaré que tiene algo que ver contigo.
- Entonces cuéntamela.
- No.
- ¡Pero quiero saber de qué trata!
- Y yo quiero que él la cumpla. Así que no diré nada más al respecto. Se acabó el tema.
- Cabezota…
- Lo soy y mucho. Pero tú me quieres cabezota y todo ¿verdad?
- Eso ni lo dudes.
- ¿Me das un beso?
- ¿Uno solo?
- Bueno…los que quieras. Como si son millones.
- Coge aire.
Y sin decir nada más, Harry se apoderó de su boca y Hermione sintió que todo le daba vueltas. Pero no era debido al mareo, sino a los besos tan apasionados e intensos que él le estaba dando. Ella le abrazó, aferrándose a él, como si fuese su último apoyo. Y mientras se dejaba besar y acariciar por él, Hermione sintió que ya no tenía miedo. Que no temía su contacto físico. Loar tenía razón. Su cuerpo estaba curado y ella se sentía eternamente agradecida con él. Porque fue gracias a su ayuda y sus poderes, que no sentía miedo.
Ella se separó de Harry y le miró a los ojos a la vez que le dedicaba una dulce y bella sonrisa.
- Harry…
- Qué.
- Te quiero mucho.
- Y yo a ti.
- Y quiero que sepas, que no tengo miedo.
- ¿Cómo dices?
- Digo…que estoy curada. Digo…que no tengo miedo de ti ni de tu contacto. Digo…que estoy preparada para aceptar tu cariño. Digo…que puedo hacer el amor contigo en cualquier momento. Incluso si ese momento fuese ahora. Todo eso digo.
- Ah…¿Ahora?
- Sí. Si eso es lo que quieres.
- Wow.
- Sí…lo sé. Es muy repentino pero
- ¡No, no lo es!
- ¿Entonces quieres?
- Me encantaría pero…también quiero lo que tú dijiste.
- ¿Lo que yo dije?
- Sí, acerca de hacerlo especial. De llenarte todo de flores y velas, y de que ese sea el mejor regalo de cumpleaños que pueda regalarte.
- Gracias…
- No me des las gracias y bésame. Ahora mismo…es lo que más deseo. ¿Te importa?
- ¿A mí? Ni de coña. Con gusto cumpliré tu deseo. ¡Ven aquí ojos verdes!
Y él obedeció, sin perder un instante.
Continuará.
Nota de la Autora:
Bueno qué…¿os ha gustado o no? Yo creo que sí. Ya me diréis lo que sea. ¡Un beso fuerte! Paso a los Reviews. ;-)
