Nota de la Autora: Sábado, 19 de noviembre de 2005.
¡Hola cómo estáis! Espero que genial. Tengo novedades que contaros:
Desde el 4 de noviembre estoy trabajando en otra ciudad distinta a la mía, se llama Almería (la ciudad del cantante David Bisbal), y está a 5 horas en tren de Sevilla. Allí no tengo internet en la casa de alquiler donde vivo, así que de momento sobrevivo leyendo el correo en el pc del colegio donde trabajo. Y ya me han dicho que estaré allí hasta que acabe el curso escolar, es decir, que estaré allí hasta finales de Junio.
Mi plan de vida por el momento es venir a casa los fines de semana, pero os cuento en qué consiste mi viaje para que os hagáis una idea .
Cojo el tren todos los viernes a las 6 y media de la tarde (porque el que hay a las dos y media no me da tiempo ya que trabajo en un pueblo y salgo del colegio a las dos, así que no me da tiempo a llegar a la estación antes de las 2 y media.) y llego a Sevilla a las doce de la noche. El sábado (si no tengo nada que hacer, cosa rara, pues después de una semana lejos de mi familia, ellos quieren estar el mayor tiempo posible conmigo) me quedo en casa. Y el domingo a las 4 cojo el tren de vuelta a Almería y llego allí a las nueve de la noche. Así que entended, por qué me he retrasado tanto en subir el nuevo cap. Sabéis que siempre he intentado actualizar lo más rápido posible pero ahora estoy en unas circunstancias en las que no podré seguir el ritmo de antes. Sólo os pido que seáis pacientes hasta el final del fic, pero no sé si podré acabarlo en noviembre tal y como quería, lo más probable es que lo termina en diciembre o enero. ¡Lo siento de verdad, no puedo hacer más!
Dicho todo esto, os dejo con el cap. Que lo disfrutéis, un beso, nos vemos en los reviews.
Simbología:
Guión y letra normal: diálogos.
Cursiva y comillas: pensamientos.
Guión y cursiva: diálogos por telepatía o flashacks.
Negrita: algo importante.
Música recomendada:
La que queráis. Pero que sea variada, combinad las tiernas o románticas con las de tensión.
Cap. 34. " La sombra."
- Harry…
- ¿Sí?
- Me encantaría seguir besándote y acariciándote toda la noche pero se me cierran los ojos…
- Duérmete, lo necesitas- él besó su cabeza.
- ¿Estarás aquí cuando despierte?
- Por supuesto, a no ser que la señora Pomfrey me saque a la fuerza de la cama.
- No lo hará, le pedí que te dejara quedarte conmigo.
- Sí, lo recuerdo.
- Entonces quédate tranquilo, ella no te alejará de mí.
- Nada en este mundo, podría alejarme de ti, Hermione.
- Te quiero Harry. Te quiero mucho.
- Y yo a ti.
- Buenas noches tigre.
- Buenas noches princesa.
Tras darle un dulce beso en los labios, la prefecta cerró los ojos. Lo último que sintió antes de caer en brazos de Morfeo, fue a Harry acariciándole el pelo y besarle la frente. Luego…todo fue oscuridad.
Un mundo de ensueño rodeaba a la prefecta. Todo a su alrededor era hermoso. El hogar de Loar siempre le había encantado. Sobre todo aquél hermoso lago de aguas cristalinas y temperatura ideal. Hermione se metió en el agua y chapoteó, riendo alegremente.
Puso los brazos en cruz y se dejó caer de espaldas, sintiendo cómo el agua templada la envolvía. Se colocó boca arriba, haciéndose la muerta, y se dejó arrastrar por la suave corriente, hasta quedarse quieta en el centro del lago.
Cerrando los ojos, escuchó el dulce piar de los pájaros que habitaban los árboles cercanos.
Una dulce sonrisa adornaba su rostro.
Durante unos minutos, ella se sintió flotar percibiendo cómo el agua la mecía suavemente. Como si la paseara en círculos. Entonces los pájaros se callaron, deteniendo su canto. Eso alarmó a la Gryffindor, quien abrió los ojos y se incorporó, quedándose de pie, moviendo los brazos para no hundirse.
Un nuevo sonido llegó a sus oídos. Un llanto, uno muy triste. Ella nadó hasta la orilla y salió del agua, decidida a averiguar de dónde venía aquél lastimero sonido.
Caminó hasta llegar al naranjo. Aquél en el que había visto llorar a Lori.
Acercándose al tronco, se dio cuenta que el llanto venía del interior de la corteza.
"Pero no es posible, los árboles no lloran."
Pegando su oído derecho al tronco, comprobó que, efectivamente, unos sollozos y gemidos salían de su interior. Sin dudarlo, preguntó en voz alta…
- ¿Por qué lloras?
Pero nadie contestó y los sollozos aumentaron.
Unos minutos después, una súplica llegó hasta ella.
- Ayúdame.
Y Hermione supo que la voz pertenecía a una mujer.
- ¿Quién eres?
- Por favor, ayúdame.
- ¿Cómo puedo ayudarte?
- Aliviándome.
- ¿Cómo?
- Con paz.
- ¿Qué?
- Necesito paz, estoy cansada.
- ¿De qué?
- De sufrir. Quiero que pare.
- ¿Qué pare el qué?
- El dolor, el sufrimiento, la pena, la tristeza, la aflicción…
- ¿Por qué?
- Porque ya no puedo más.
- ¿Por qué sufres tanto, qué es lo que te hace daño?
- Mi corazón.
- ¿Tu corazón?
- Está enfermo.
- ¿De qué?
- De dolor, miedo, ira, tristeza, frustración, desesperación…ya no quiero sufrir más, quiero dejar de sufrir. Quiero paz…
- Pero… ¿quién eres?
- Tú lo sabes.
- No…no lo sé. ¿Por qué estás dentro del árbol?
- Porque es el lugar que me corresponde.
- ¿Tu lugar es la corteza de un viejo naranjo?
- Mi lugar es un corazón triste, igual de triste que mi dueña. Y el corazón de este árbol también está triste.
- ¿A quién perteneces?
- A un alma pura, que está triste y asustada. Lleva días asustada, aunque ella quiera disimularlo.
- Sí…sé a lo que te refieres. Pero aún no me has dicho por qué estás dentro de este árbol, deberías estar dentro del corazón de esa persona.
- Estoy dentro de esa persona. El tronco sólo es mi refugio.
- No lo entiendo…
- Sólo saldré si ella quiere verme, pero no creo que eso sea posible por el momento.
- ¿Por qué no?
- Porque aún no está preparada para aceptarme. Yo represento todo lo que ella teme. Lo que ella no quiere reconocer. Se ha dicho así misma que mientras no muestre sus miedos, todo irá bien. Pero…ella sabe que eso es falso, porque por mucho que finja o intente creerlo, nada irá bien hasta que me acepte.
- Hablas…como si fuese malo lo que tienes.
- No es malo…es sólo algo normal. Todas las personas tienen miedo alguna vez en su vida y ese miedo, les hace sentirse mal, inseguros, incapacitados, pero…el miedo también ayuda a que las personas sean más fuertes y valientes, a enfrentarse a la adversidad y luchar para tener éxito. No es malo ni un error, tener o sentir miedo, el error es no aceptar poder sentirlo.
- Pero…el miedo no siempre es bueno, a veces produce reacciones negativas y también hacer cosas que no benefician a nadie.
- Eso sucede cuando la persona no es capaz de controlarlo, pero incluso aún en una situación de terror mortal, la persona puede salir adelante. Siempre y cuando acepte sus limitaciones.
- Creo que comprendo lo que intentas decirme.
- Me alegro.
- ¿Quién eres?
- No necesito decírtelo, lo sabes.
- Te juro que no.
- Sí, en tu interior sabes quien soy, lo has sabido siempre. Desde que conociste tu misión.
- ¿Lori?
- No.
- ¿Loriana?
- No.
- Entonces no sé quién eres.
- ¿Seguro?
- Sí. Ni si quiera conozco tu voz.
- Es por estar dentro del tronco, suena distinta a como normalmente es.
- Entonces sal y da la cara y déjame conocerte.
- ¿Cambiaría eso algo?
- Por supuesto, podría ayudarte y aliviar en algo tu dolor.
- Si no te dijese mi identidad o no me mostrase ante ti… ¿pasarías de mí?
- No, intentaría ayudarte de todas formas pero…si según tú, te conozco…podría serte de mayor utilidad.
- Sí, eso es cierto.
- Por favor, dime tu nombre. Vamos, confía en mí, puedes hacerlo.
- Hermione.
- ¿Qué?
- Digo, que me llamo Hermione.
- ¿Te llamas como yo?
- Sí.
- Qué casualidad…
- No…
- ¿No es casualidad?
- No, es la realidad.
- No te entiendo.
- Pronto lo harás.
- ¿Cuándo?
- Cuando me veas.
- Entonces muéstrate ante mí.
- ¿Estás segura de eso, realmente segura?
- Completamente.
- Podrías asustarte.
- No lo creo.
- Créeme Hermione, te asustarías terriblemente si me vieras.
- Lo único que me asusta es fracasar en mi misión.
- ¿Sólo eso?
- Sí.
- ¿Y Malfoy?
- Ya no le temo.
- Pues hace unas horas, cuando estaba sobre ti, te asustaste mucho.
- Sí, pero no de él, sino de lo que quería hacerme. ¿Y tú cómo sabes lo que ocurrió?
- Porque estaba allí.
- Yo no ví a nadie más excepto a él y a mí.
- Hay cosas que no se ven a simple vista pero no quita que estén ahí.
- Estoy de acuerdo con eso.
- ¿Es el fracaso, según tú, tu único temor?
- Ahora sí lo es, porque sé que Draco no volverá a molestarme. Harry me lo dijo.
- ¿Y tú le creíste?
- Sí.
- ¿Confías mucho en él?
- A él le confiaría mi vida, y hasta mi alma.
- ¿Tu alma?
- Sí, mi alma.
- Si de él dependiera salvar o condenar tu alma¿lo aceptarías?
- Sí.
- ¿Aunque te hiciese daño?
- Harry nunca me haría daño.
- Eso no puedes asegurarlo.
- Sí que puedo. Le conozco muy bien y sé que me quiere y que por encima de todo, es el amigo más leal y fiel que he tenido nunca. Él jamás haría algo que me perjudicase, en ningún sentido.
- Podría traicionarte…
- Nunca, antes se traicionaría así mismo.
- Eso no puedes asegurarlo, los humanos son imprevisibles, igual que los animales.
- Los humanos son así pero se diferencian de los animales en una cosa…
- ¿En qué?
- En el uso de la razón. Un animal no razona.
- Los primates sí.
- Pero siguen siendo animales y por encima de todo, les mueve el instinto.
- A las personas también.
- Una persona puede actuar por instinto pero también con el corazón.
- Los animales también sienten, Hermione.
- De una forma distinta a las personas.
- No en cuanto al instinto de protección, en eso, son iguales a los animales.
- Yo no lo creo.
- Pues es cierto. Una madre moriría protegiendo a su cría, igual que una madre humana daría su vida por su hijo o hija.
- Bueno, en eso sí tienes razón.
- ¿Y tú, Hermione?
- ¿Yo qué?
- ¿Morirías por tus hijos o hijas?
- Si los tuviera…sí.
- ¿Y por Harry?
- Sin ninguna duda.
- ¿Valdría la pena?
- Sí.
- ¿Qué ganarías con eso?
- Nada. Sólo satisfacción.
- ¿Qué satisfacción podría darte el dar tu vida por la de él, si ni siquiera es hijo tuyo?
- Saber que gracias a mí, su vida se salvaría.
- ¿Tan importante te crees. Qué puede cambiar en la vida de Harry el hecho de que tú te sacrifiques o no por él?
- No me creo importante, pero sé que lo soy para él y su vida. Cambiar…puede que no cambiase nada relevante, salvo que él se salvaría pero… aunque él no apreciase mi sacrificio, cosa que dudo, yo sí apreciaría el dar mi vida a cambio de la suya porque así sentiría que mi vida habría servido de algo.
- Hay muchas personas que cambian la vida de otras sin tener que morir por ellas.
- Lo sé. Pero también hay personas que mueren por otras aunque no les unan ningún lazo y aún así, lo hacen con gusto y son recordadas por siempre.
- ¿Por eso morirías por Harry, para ser recordada por siempre?
- No es fama lo que busco.
- ¿Y qué es lo que buscas?
- La paz para el mundo mágico. Esa es mi mayor prioridad.
- Aunque la consigas, sólo será temporalmente, y tú lo sabes. El mundo mágico seguirá en peligro por culpa de Voldemort.
- Él no tiene nada que ver con mi misión.
- Pero seguirá estando ahí, esperando la ocasión para gobernar el mundo mágico, si nadie le detiene.
- Harry hará algo para evitarlo. Aunque Voldemort le mate, estoy segura que Harry buscará la forma de vencerle.
- ¿En serio lo crees?
- Sí.
- Pues yo creo que te equivocas, Hermione. Él no es como tú, no es una Elegida.
- Sus padres tampoco lo son, y sin embargo, a pesar de ser sólo espíritus, siguen luchando por el mundo mágico y por el bienestar de Harry.
- Por el tuyo también. También luchan por tu bienestar.
- Es normal, están relacionados con mi misión.
- No, luchan por ti, no por tu misión.
- ¿Por qué crees que lo hacen?
- ¿Por qué me lo preguntas si tú mismas conoces la respuesta?
- Porque me quieren ¿verdad? Por eso lo hacen.
- Sí, así es.
- No lo entiendo. Ellos y yo no somos familia, no tenemos una relación directa.
- Hay lazos que se forman sin ser familia, y son tan poderosos como si fuesen de padres y madres a hijos e hijas. Lily y James tienen ese lazo contigo.
- ¿Tú crees?
- Sí, y tú también lo crees.
- ¿Por qué me quieren tanto?
- Porque te admiran, respetan y valoran.
- ¿Porque quiero a su hijo?
- No, por lo que tú eres.
- ¿Una Elegida?
- No, Hermione Granger.
- ¿Me quieren por mi nombre?
- ¿Te has golpeado la cabeza o qué? Menuda pregunta estúpida acabas de hacerme. ¿O es que te estás haciendo la tonta?
- No…
- Entonces no hagas preguntas sin sentido. Más todavía cuando en tu interior conoces las respuestas. Y tú sabes perfectamente que James y Lily te quieren por ser tú misma, no por ser una Elegida ni tampoco por que estés enamorada de su hijo.
- Sé que es así, pero una parte de mí aún lo duda.
- ¿Por qué te has vuelto tan insegura? Antes no eras así.
- Siempre he sido insegura en muchos aspectos. Soy humana y los humanos estamos llenos de inseguridades.
- Nunca diste esa imagen.
- Una cosa es que yo me muestre a los demás, como alguien muy seguro de sí mismo y prácticamente perfecto en todo lo que hace pero…de ahí a creérmelo…hay una gran diferencia. Normalmente doy esa impresión de seguridad como una forma de protegerme, de no mostrar mis debilidades y evitar así que la gente me haga daño pero…dentro de mi corazón…no todo es de color de rosa, te lo aseguro.
- Nadie tiene un corazón lleno sólo de cosas buenas, Hermione. En todos los corazones hay cosas buenas y malas.
- Yo también pienso así.
- Claro que sí, somos iguales.
- ¿De pensamiento?
- Y de otras cosas.
- ¿Por qué no me enseñas tu aspecto?
- Porque te desmayarías de la impresión, y no quiero hacerte sufrir, ya no.
- ¿A qué te refieres con ya no?
- A que no quiero hacerte daño.
- ¿Antes querías?
- Sí.
- ¿Y por qué ahora no?
- Porque me has ayudado.
- ¿Cómo?
- Me has dado paz.
- ¿Cómo lo hice?
- Haciéndome comprender quién eres en realidad y quién soy yo.
- No te entiendo.
- Hermione, tú y yo, somos iguales.
- Ya me lo has dicho.
- Tú eres el día y yo la noche.
- Te estás volviendo mística ¿o qué?
- Tú eres la luz y yo la oscuridad.
- Lo que tú digas.
- Pero ya no estoy a oscuras, ahora tengo luz.
- ¿Por qué?
- Porque me la has dado.
- ¿Cómo?
- Haciéndome entender que soy lo que soy y que no tengo por qué cambiar para que me quieran.
- ¿Quién quieres que te quiera?
- Mucha gente. Todos los que me importan.
- Y esas personas ¿son?
- Harry, sus padres, mis amigos de Hogwarts, Arion…
- Esos nombres pertenecen a las personas que yo…
- Que tú quieres, respetas y valoras, sí.
- ¿Tienes los mismos sentimientos por ellos que los que tengo yo?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Porque somos iguales, ya te lo dije. Las dos formamos parte de un todo.
- ¿Qué todo?
- El de un corazón y un alma.
- ¿Cómo dices?
- Tu y yo…somos un todo.
- Bueno¡ya está bien! Sal de este tronco de una vez¡y muéstrame la cara!
- Te asustarás.
- ¡Deja de decir eso, porque no es verdad!
- Sí lo es.
- ¡No, yo no me asustaré de ti!
- Te desmayarás de la impresión cuando me veas.
- ¡Que no. Preséntate ante mí ahora!
- Agárrate a algo.
Una neblina oscura salió del tronco del naranjo. Cayó al suelo y tomó la forma de una silueta. Cuando la neblina se disipó, la prefecta se quedó muerta de asombro y sintió que se caería si no se agarraba al tronco, cosa que hizo.
- Te lo advertí.
- Dios mío…es imposible.
- ¿Por qué te asombras tanto? Ya te avisé que éramos iguales.
- ¡Dijiste que en varias cosas pero nunca mencionaste que fueses igual a mí en aspecto y cuerpo!
- Y voz.
- ¡No puedo creerlo!
- Pues créelo, porque es cierto. Ya te dije que éramos iguales en varias cosas y el aspecto, voz y cuerpo, estaban incluidas en ellas.
- ¡Es como si me viese en un espejo!
- Sí, pero no soy ningún reflejo. Bueno…en cierto sentido sí lo soy.
- ¿En qué sentido?
- En que yo soy todo lo que tú has experimentado alguna vez en tu vida. Soy tu lado oscuro. Aquél que guarda todo lo negativo de tu corazón. Soy tu sombra.
- ¿Mi sombra?
- Sí, pero no la que sale con el sol, sino la que contiene todo lo que quisiste ser alguna vez y también lo que no quisiste ser. Soy todo lo que te gustaría borrar de ti misma y a la misma vez, en lo que más te gustaría llegar a convertirte.
- Pero tú…pareces malvada. Antes dijiste que querías hacerme daño.
- Claro que sí, es que quería.
- ¿Por qué?
- Porque tú querías que lo hiciera.
- ¡No es verdad!
- Sí que lo es y tú lo sabes. Yo soy tú¿no lo ves?.
- ¡NO, NO LO VEO, YO NUNCA HE SIDO ASÍ, NO COMO TÚ MISMA TE DESCRIBES Y POR SUPUESTO QUE JAMÁS QUERRÍA HACERME DAÑO A MÍ MISMA, ESO NO TIENE SENTIDO, MUCHO MENOS AHORA, QUE SÉ CUÁL ES MI MISIÓN Y TODO LO QUE REPRESENTA!
- Tú has sido como yo más de una vez, Hermione, y sabes que no miento. Has sido mala en varias ocasiones, has hecho daño cuando lo creíste oportuno, has agredido cuando lo consideraste necesario, has causado dolor a otras personas que tú pensaste lo merecían y también has deseado morir o que te maten, para dejar de sufrir. Sobre todo cuando te has sentido o visto más que desesperada.
- ¿Y querías acabar conmigo para darme la paz que buscaba o para tomar el control tal y como hizo Lori con Loriana?
- Quería acabar contigo porque tú lo deseabas.
- ¡NO ES CIERTO, YO NO QUIERO MORIR!
- Ahora no, pero antes sí. Reconócelo Hermione, a lo largo de tu vida, en distintas ocasiones y motivos, has sentido más de una vez, que morir sería más fácil que vivir. Porque sabes en tu interior, que lo más difícil de este mundo es vivir en él, y que todo sería más llevadero si estuvieses muerta y dejases de sufrir por las cosas malas que te ocurren mientras vives.
No importa que ahora seas una Elegida y tengas más confianza en ti misma, no importa que tú creas que tu único temor es fracasar en tu misión, eso da igual, es secundario. Lo único que debe importante es aceptar mi existencia y que tú misma aceptes que no eres todopoderosa, sino sólo una bruja con un destino concreto.
- ¡JAMÁS ME HE CREÍDO TODOPODEROSA, NI TAMPOCO UNA BRUJA FUERA DE LO COMÚN!
- Mientes, por supuesto que lo has creído o pensado, al menos una vez. Y eso no es malo, es normal. Llevas días escuchando lo especial que eres, es lógico que te lo hayas creído aunque fuese un poquito.
- ¿Y no puedo creérmelo cuando todos los que tienen relación con mi misión, me animan a que tenga alta la autoestima?
- Por supuesto que puedes creerlo y quererte todo lo que consideres oportuno, lo que no debes hacer es caer en la vanidad.
- Yo nunca he sido vanidosa.
- Es cierto, pero…corres peligro de convertirte en alguien muy soberbio si pierdes la diferencia entre autoestima y egocentrismo.
- ¿Así que toda esta charla comecocos no es más que un mensaje de dejarme claro lo que tengo que pensar de mí?
- No, toda esta charla comecocos es para eso y otras cosas que luego te aclararé.
- Pero tú dijiste hace rato, cuando te escuché llorar, que tu corazón quería paz y que como no la tenías, sufrías. Y si se supone que tú eres un reflejo de una parte de mi personalidad¿por qué siento en mi interior que no formas parte de ella?
- Porque ya no estoy dentro de ti, estoy aquí.
- ¿Por qué, por qué estabas en ese tronco, por qué te he encontrado ahí? No puedo entenderlo. Si formas parte de mí, deberías estar en mi cuerpo y no en el interior de un árbol.
- No busques por qués, Hermione, menos todavía cuando no estamos en un lugar normal. Sino en uno que forma parte de un sueño que estás teniendo.
- Es cierto, ahora recuerdo que me dormí junto a Harry en una cama de la enfermería.
- Sí, y ahí es donde te encontrarás cuando recuperes la consciencia.
- ¿Él también está dormido?
- Sí, poco después de dormirte tú, lo hizo él.
- Me gustaría saber qué está soñando, seguro que su sueño no es tan raro como el mío.
- No se parece al tuyo, pero también es raro.
- ¿Cómo lo sabes?
- Por lógica. Todos los sueños son raros.
- ¿Puedes decirme por qué llorabas?
- ¿Otra vez? Ya te lo dije antes.
- Tú dijiste que lo hacías porque no tenías paz y si se supone que tú y yo somos la misma persona, dime entonces por qué siento que la falta de paz que tú aseguraste tener, no es la misma que siento yo.
- No la sientes porque yo tampoco la siento. Ya te he dicho que tú me has curado, y al hacerlo, te has curado a ti misma.
- Pero tú dijiste, que sufrías por unas cosas y esas cosas no las siento ahora.
- Ahora, ahí está la clave. Antes sí las sufriste.
- O sea, que eso de la ira, la tristeza, miedo, frustración, aflicción, incertidumbre, inseguridad y el fracaso a no vencer en mi misión ¿son cosas que te hacían sufrir y ya no lo hacen?
- Eso mismo.
- Pues no estoy de acuerdo contigo. Porque algunas de esas cosas, aún las sufro, así que no estás curada del todo.
- Sí que lo estoy y tú también lo estás.
- ¡No es verdad, porque yo aún tengo miedo de fracasar en mi misión!
- No tanto como antes, reconócelo.
- Vale, lo reconozco¡pero sigue estando ahí!
- Desaparecerá en cuanto te enfrentes a Lori.
- ¿Cómo estás tan segura?
- ¡Porque yo soy tú, estúpida!
- ¡Tú no eres yo, se supone que eres todo lo negativo que habita dentro de mí y en mi interior no todo es así, también hay cosas positivas!
- ¿Y qué?
- ¡Que no somos iguales por mucho que quieras hacerme creer lo contrario!
- ¡Sí lo somos y tú lo sabes, lo que pasa es que no quieres aceptarlo!
- ¡NO ES CIERTO! Yo acepto que pueda tener un lado oscuro y negativo con todo lo que eso conlleva. ¡Claro que lo acepto! Todas las personas tienen ese lado oscuro pero…lo que no aceptos que me digas es que quiero morir o hacerme daño a mí misma, como antes dijiste¡porque eso no es verdad!
- ¡SÍ QUE LO ES!. ¿O ES QUE VAS A DECIRME QUE NUNCA PENSASTE EN LA MUERTE COMO LA SOLUCIÓN A TODOS TUS PROBLEMAS?
- ¡YO NUNCA ME SUICIDARÍA PARA DEJAR DE SUFRIR, NO SOY UNA COBARDE!
- El suicidio no lo cometen las personas cobardes, Hermione. Lo eligen las que están desesperadas, las que creen que nada tiene sentido, que su vida no vale la pena. ¡Y tú misma confesaste que te matarías con tal de saber que tu vida servía de algo!
- ¡ESO NO QUIERE DECIR QUE NO VALORE MI VIDA, SINO QUE VALORO MÁS LA DE OTRA PERSONA, EN ESE CASO CONCRETO, LA DE HARRY!
- ¿Y POR QUÉ MIERDA IBA A SER SU VIDA MÁS IMPORTANTE QUE LA TUYA, EH?
- ¡PORQUE SIN ÉL, NADA TIENE SENTIDO PARA MÍ!. ¿PARA QUÉ COÑO QUIERO VIVIR UNA VIDA SI ÉL NO ESTÁ CONMIGO, QUE MÁS ME DA SACRIFICARME POR ÉL SI CON ESO CONSIGO SALVARLE, ES QUE NO COMPRENDES QUE ÉL ES LO MÁS IMPORTANTE PARA MÍ Y QUE SU VIDA VALE MÁS QUE LA MÍA?
- ¿ Y POR QUÉ LA VALE, SI ERES TÚ AL FIN Y AL CABO LA ÚNICA DESTINADA A SALVAR AL MUNDO?
- PORQUE MI DESTINO ¡NO ES TAN IMPORTANTE COMO EL SUYO! ÉL ES UN HÉROE POR TODOS LOS DEMONIOS, ES EL JODIDO SALVADOR DE LA TIRANÍA DEL MAGO TENEBROSO MÁS PELIGROSO QUE JAMÁS CONOCIÓ EL MUNDO MÁGICO.
- ¿Y TÚ QUÉ, NO ERES TAMBIÉN UNA HEROÍNA, NO ERES ALGUIEN HEROICA?. ¡POR SUPUESTO QUE LO ERES, TÚ Y SÓLO TÚ, ERES LA ÚNICA PERSONA QUE PUEDE DETENER A DOS DIOSES MÁS QUE PELIGROSOS PORQUE ELLOS REPRESENTAN UN PELIGRO Y UN RIESGO QUE NI EL PROPIO VOLDEMORT TIENE!
- ¡PERO YO NO SUPE QUE ERA ESPECIAL HASTA QUE CONOCÍ MI MISIÓN, ÉL SIEMPRE FUE FAMOSO Y RESPETADO, DESDE QUE ERA UN BEBÉ!
- ¿Y ESO QUÉ IMPORTA CUANDO TÚ TIENES UN DESTINO IGUAL DE MARCADO QUE EL SUYO?
- ¡MI DESTINO NO LO PREDIJO UN HUEVO DE CRISTAL, EL DE HARRY SÍ!
- ¡TU DESTINO LO PREDIJERON LAS ESTRELLAS, ARION Y KNORCK!
- ¿Y QUÉ?
- ¡COÑO, QUE LO QUIERAS CREER O NO, ERES IGUAL DE IMPORTANTE PARA EL MUNDO MÁGICO QUE EL PROPIO HARRY POTTER!.
¿QUÉ MÁS DA QUE EL NOMBRE DE HERMIONE GRANGER NO FUESE CONOCIDO DESDE SU INFANCIA COMO SÍ LO FUE EL DE HARRY SI DE TODAS FORMAS AL FINAL TODO EL MUNDO LO ADMIRARÁ SI TIENES ÉXITO? ACÉPTALO DE UNA PUTA VEZ Y DEJA DE GRITARME TANTAS COSAS ESTÚPIDAS QUE SABES QUE SON MÁS QUE CIERTAS.
DEJA DE NEGARTE A TI Y A MÍ LO EVIDENTE. SABES CUÁL ES TU DESTINO, SABES LO QUE REPRESENTA, SABES QUE PUEDES LLEVARLO A CABO CON ÉXITO Y SABES TAMBIÉN QUE DES TU VIDA O NO, POR HARRY O INCLUSO POR EL MISMO MUNDO MÁGICO, NO CAMBIARÁ EL HECHO DE QUE ERES ÚNICA EN TU GÉNERO.
- Entiendo lo que me dices, pero no comparto tu opinión. Sigo pensando que él es mucho más importante y valioso, que todo lo que soy yo o lo que puedo representar.
- JODER HERMIONE...¡ABANDONA ESA ACTITUD, DEJA DE INFRAVALORARTE PONIÉNDOTE POR DEBAJO DE HARRY, PORQUE NO TE MERECES ESO!. ¿ES QUE NO LO ENTIENDES, DESPUÉS DE TANTOS DÍAS, TANTAS VIVENCIAS BUENAS Y MALAS, NO PUEDES COMPRENDER QUE TÚ ERES IGUAL DE VALIOSA O INCLUSO MÁS, QUE EL PROPIO HARRY POTTER?.
¿NO VES QUE SI NO LO FUERAS, O SI NO ESTUVIESES DESTINADA A ALGO TAN EXTRAORDINARIO COMO LUCHAR CONTRA LORI O RAK, NO HABRÍAS VIVIDO NI EXPERIMENTADO TODO LO QUE TE HA OCURRIDO DURANTE TODO ESTE TIEMPO?.
¿CREES QUE SI TU VIDA O TU DESTINO NO FUESEN ESPECIALES E IMPORTANTES, ARION, LAK, LISEL, LOAR, JAMES Y LILY, SE HABRÍAN PRESENTADO ANTE TI?. ¡POR SUPUESTO QUE NO LO HABRÍAN HECHO. ELLOS NO TIENEN POR QUÉ DESVELAR SU EXISTENCIA A ALGUIEN QUE NO SEA ESPECIAL COMO TÚ SÍ LO ERES!
- Vale, ya basta por favor. Entiendo todo lo que me has dicho. ¿De acuerdo? Haz el favor de calmarte, estoy cansada de oírte chillar.
- Pues te jodes, todo lo que te he dicho, sea desagradable o no, era necesario para ti y por muy comecocos o estúpida que te parezca toda esta charla, te aseguro que necesitabas algo así.
- ¿Para qué, para ganar confianza en mí misma?
- Para eso y para que aceptes de una vez, que tu vida es igual de importante que la de cualquier otra persona de este mundo mágico, se llame Harry Potter o de cualquier otra forma.
- Comprendido, mensaje captado.
- Me alegro.
- Y sólo para que lo sepas y te quede claro, yo nunca me he infravalorado con respecto a Harry. Simplemente pienso así porque le admiro mucho.
- Lo que tú digas…
- Digo, que si me infravaloro o no, a ti no tiene por qué importarte tanto.
Digo, que soy humana y que todos los humanos, nos desesperamos, nos asustamos, nos infravaloramos, y nos deprimimos más de una vez en nuestra vida.
Digo que es normal sentir miedo y otras cosas negativas, digo que a pesar de ser una Elegida y de conocer mi destino, no me creo lo más de lo más porque sigo pensando que sólo soy una chica y una bruja más de este mundo.
Digo que no soy la primera ni la última persona de este mundo que ha tenido todo eso dentro del alma. Todo eso digo.
- No eres la primera ni la única, es verdad, pero sí eres la primera y única humana, que debe perder todo eso para poder salvar al mundo.
- Pero si pierdo todo eso, cosa que según tú, representas, entonces tú desaparecerás, dejarás de existir ¿no?
- Es posible.
- Entonces no quiero perderlo.
- ¿Cómo dices?
- Digo que no quiero perder esa parte de mí.
- Hermione, debes perderla, debes dejarme marchar, tú no puedes ser oscuridad, debes ser sólo luz.
- No, eso no es verdad. No puede existir sólo luz, también debe haber oscuridad porque una cosa no puede existir sin la otra ya que las dos se complementan.
- ¿De verdad piensas así?
- Sí. Tal y como tú dijiste, formas parte de mí, siempre la has formado. Y me guste o no, no puedo rechazar ni negar algo que yo he tenido y sigo teniendo dentro. Así que lo acepto, acepto todo lo que eres y lo que yo he sido. Acepto lo que me ofreces y acepto que pueda servirme de ayuda o no.
- Entonces… ¿no quieres que me vaya?
- No.
- ¿No quieres ser sólo luz, alguien que no tenga nada malo en su alma, alguien completamente puro?
- No, porque entonces no sería verdaderamente humana y yo lo soy. Nací humana y moriré humana. No pienso negar mi origen, ni tampoco lo que todo eso incluye. Lo quiero todo, quiero lo bueno y lo malo que mi alma pueda ofrecer o producir. Quiero seguir siendo Hermione Granger. La humana que nació siendo bruja y que morirá siendo una Elegida.
- ¿Estás segura?
- Completamente.
- Entonces… ¿puedo volver a tu interior?
- Cuando quieras.
- Que así sea.
La silueta volvió a ser neblina y se metió dentro de la prefecta.
El naranjo tiró flores que cayeron en el cabello de Hermione. Ella las tocó, notando que estaban en su cabeza.
- Ya lo entiendo ¡ya sé por qué caen las flores!
- Guárdalas.
- ¿Hermione?
- No.
- Si no eres ella¿quién eres?
- Guarda las flores, para que no olvides quién eres y todo lo que representas como persona humana.
- No debo olvidar quién soy ni lo que soy.
- No debes.
- ¿Por qué?
- Porque necesitarás recordarlo para no perder tu alma, tal y como le pasó a ella.
- ¿A quién?
- A Lori.
- ¿La conoces?
- Desde que tuvo uso de razón.
- ¿Estuviste con ella?
- Siempre.
- ¿Y por qué la abandonaste?
- No lo hice. Ella fue quien me dejó.
- ¿Arion?
- No.
- Pero tu voz parece la suya.
- Es que llevo miles de años sin hablar y mi voz se ha resentido, pero no soy él.
- ¿Quién eres?
- Alguien que perdió la luz y aún la busca.
- ¿Qué luz?
- La de su alma.
- ¿Perdiste la luz de tu alma?
- Sí. Antes era clara y brillante, era pura.
- ¿Y ahora cómo es, oscura?
- Tanto como la noche.
- ¿Quieres decir que tu alma se corrompió?
- Exactamente.
- ¿Por qué?
- Porque mis miedos, inseguridades y otras cosas malas, pudieron con mi corazón y sensatez.
- Creo que eso mismo le pasó a Loriana tras presenciar la supuesta infidelidad de Arion y entonces Lori apareció.
- Así fue.
- ¿Cómo te llamas?
- Hacía mucho que nadie me lo preguntaba…
- ¿Mucho mucho?
- Miles de años.
- Entonces dímelo.
- Me llamo…me llamo Loriana.
- ¿CÓMO HAS DICHO?
- Dije, que me llamo Loriana.
- ¡Un momento!. ¿Tú eres…?
- Lo soy.
- ¡Pero no puede ser! Se suponía que Loriana estaba dentro de Lori.
- Y lo está.
- Entonces... ¿cómo es posible que tú estés aquí si ella no está presente?
- Porque yo no soy el alma de Loriana ni de Lori.
- ¿ENTONCES QUIÉN ERES?
- Su cuerpo. O mejor dicho, lo que queda de él. Del cuerpo que una vez perteneció a Loriana. Pero ya no tengo forma, ni como huesos ni como cenizas. Hace miles de años que me enterraron. He tenido tiempo suficiente de descomponerme y desaparecer.
- Entonces eres como… ¿La esencia de lo que una vez fue el cuerpo de Loriana?
- Eso es.
- Oye… ¿ Tú también sufres como lo hacía mi otro yo?
- Sí. Sufro como no tienes idea.
- ¿Porque no tienes paz?
- Por eso y otras cosas.
- ¿Quieres que te ayude?
- Sí.
- Dime qué tengo que hacer.
- Recupera a Loriana. Haz que ella tome el control. Si lo consigues, todo cambiará.
- Te prometo que haré todo lo que esté en mi mano para conseguirlo.
- Lo sé, pero prométeme también que no te rendirás y que seguirás intentándolo por muy mal que se te presenten las cosas durante la batalla.
- ¿Por qué todos los que están en esto me repiten tanto que no me rinda?. ¡Nunca he pensado darme por vencida!
- Te lo repetimos porque sabemos que necesitas creerlo.
- ¿Necesito creer que no me rendiré, a eso te refieres?
- Sí.
- Lo creo. Creo que no me rendiré ni dejaré de luchar hasta ver que he tenido éxito.
- Lo sé, pero sigue creyéndolo ¿de acuerdo?
- Sí.
- Y ahora vete.
- ¿A dónde?
- Al mundo de la consciencia. Debes despertar ya.
- ¿Por qué?
- Porque ya ha amanecido y debes aprovechar el día y avanzar todo lo que puedas antes de la noche de mañana.
- La noche de la batalla.
- Y la de tu cumpleaños. Felicidades por adelantado.
- Gracias.
- Disfruta tu día.
- ¿El de mi cumpleaños? Imposible, no pienso celebrar nada. No estoy para tartas ni deseos soplando velas.
- Disfruta tu día, aunque no lo celebres de forma tradicional. Después de todo, un cumpleaños siempre es especial cualesquiera que sean las circunstancias en que éste se presente.
- ¿Volveré a escucharte?
- Sólo si tienes éxito.
- Adiós Loriana.
- Adiós…Elegida.
Un potente resplandor inundó la zona, Hermione se tapó los ojos y cuando los abrió, se encontró en la cama de la enfermería, junto a Harry, quien todavía seguía durmiendo.
Harry corría, descendiendo una hermosa colina. Al llegar al final, se encontró con la cascada que ya había visto en otro sueño. Aquél en que conoció a Loar.
Las aguas que caían ruidosamente, parecían igual de apetecibles que la última vez que las probó. Sin pensárselo dos veces, se quitó la ropa, quedándose sólo en pantalones y se tiró al agua.
Buceó, admirando el hermoso paisaje marino que había en el fondo. Como un banco de peces azul brillante, esponjas de colores, estrellas de mar…
Un poco después, vislumbró una cueva submarina. Recordó que le era familiar, así que entró en ella.
Braceó hacia arriba y salió a la superficie, aspirando aire y llegando hasta unas rocas. Trepó a ellas y vislumbró un pasillo de brillante luz blanca.
Se metió en la luz y el paisaje cambió. Ahora estaba en otro lugar igual de hermoso que el anterior. Pero…había algo que le inquietaba en extremo, el silencio.
Un enorme silencio sepulcral lo llenaba todo. Ni si quiera cantaban los pájaros que él veía sobre los árboles.
"Qué extraño…"
De repente, un sonido llegó hasta él, un llanto. Uno muy triste.
Harry siguió el sonido y llegó a un naranjo, uno que ya había visto en otro sueño. Él pegó su oreja al tronco y escuchó que los sollozos venían de su interior.
"Los árboles no lloran."
El llanto se intensificó y Harry se sintió mal.
"Tengo que hacer algo."
- ¿Hay alguien aquí dentro?
El llanto se hizo más intenso.
- ¿Puedo ayudarte? Dime por qué lloras.
El tronco se mojó, Harry tocó la corteza y se llevó esa humedad a los labios.
"No puede ser…este sabor es…sabe a…lágrimas."
- ¿Quién eres, por qué lloras?. ¡Contéstame!
- Me duele.- respondió una voz proveniente del anciano árbol.
- ¿Qué te duele?
- El alma.
- ¿Por qué?
- Porque está triste.
- ¿Por qué?
- Porque tú no me quieres.
- ¿Perdón?
- Tú no me quieres y yo quiero que lo hagas.
- ¿Quieres que te quiera?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Porque siempre he estado contigo, a tu lado. Siempre apoyándote, acompañándote, animándote y queriéndote en silencio. Llevo tantos años amándote sin tú saberlo… y eso es lo que más me duele. Mucho más que tu indiferencia.
- Perdona pero…¿cómo puedo quererte? Eres sólo un árbol y yo una persona. Las personas no aman a los árboles.
- No soy un árbol, Harry. Estoy dentro de uno pero no soy uno de ellos.
- Entonces sal y muéstrame tu identidad.
- No quiero.
- ¿Por qué?
- Porque me odiarás cuando me veas.
- ¿Por qué habría de odiarte?
- Porque todos me odian. Desde que llegué a Hogwarts todos me detestan. Tú no serás distinto.
- Eres…una chica ¿verdad?
- Sí. Una que te conoce desde hace mucho tiempo.
- Tu voz se parece a la de Hermione pero…la tuya es más grave.
- Es porque estoy aquí dentro, por eso mi voz se distorsiona.
- Entonces sal y déjame escuchar la verddera.
- No.
- ¡Sal!
- ¡NO QUIERO!
- ¿Por qué prefieres estar ahí dentro?
- Porque aquí nadie puede hacerme daño. Nadie me pega, se ríe de mí o me amenaza. Aquí estoy a salvo de todo y de todos.
- ¿Por eso te escondes, porque tienes miedo del mundo?
- No es el mundo el que me asusta sino la gente que lo habita.
- No todas las personas son malas ¿sabes?
- Eso dicen pero yo…no conozco gente buena. Excepto mis padres.
- Yo soy bueno.
- ¿Tú?
- Sí, te aseguro que no soy malo. Vamos sal, te prometo que no te haré daño.
- Me odiarás cuando esté ante ti.
- A lo mejor no. Y sólo podrás comprobarlo cuando veas mi reacción.
- ¿Estás seguro de que quieres verme?
- Sí.
Una suave neblina salió del tronco. Aterrizó en el suelo y tomó la forma de una silueta. La de una niña de unos doce años. Harry se quedó con cara de susto.
- Lo sabía, sabía que reaccionarías así.- Dijo ella bajando tristemente la cabeza.
Ella volvió a adoptar la forma de neblina y empezó a entrar en el tronco pero él gritó…
- ¡Espera!
Y ella se detuvo. Volviendo a tomar la forma de niña.
- ¿Por qué?
- Porque quiero que te quedes conmigo.
- ¿Por qué?
- Porque quiero estar contigo.
- ¿Por qué?
- Porque te quiero y porque me encanta tu compañía.
- ¡NO ES VERDAD, TÚ SÓLO QUIERES Y APRECIAS A RON!
- No, también te quiero a ti, Hermione.
- ¿De verdad?
- Sí, de verdad.
- Y… ¿estarás conmigo siempre?
- Siempre.
- Y….¿te casarás conmigo cuando yo sea grande?
- Sólo si tú quieres.
- ¡Sí quiero, siempre he querido!
Ella le abrazó, y aunque la diferencia de tamaño era considerable, Harry comprobó que ella encajaba a la perfección en su pecho, igual que cuando Hermione era adolescente. Aunque él no podía comprender por qué la veía como una niña.
- Harry…
- ¿Sí?
- Te quiero mucho.
Él se agachó hasta estar a su altura.
- Yo también a ti, princesa.
- ¿Soy tu princesa?
- Sí. Siempre lo has sido.
- Y tú mi príncipe valiente, que siempre venía en mi ayuda cuando más lo necesité. Como cuando me salvaste del troll.
Ella brilló y pareció difuminarse.
- Yo siempre estaré ahí para ti, Hermione.
- ¿Por qué?- dijo su voz, aunque Harry ya no podía ver su cuerpo.
- Porque te quiero. Siempre te he querido.
- ¿Cómo tu mejor amiga?
- Al principio sí, pero ahora…como algo más que eso.
- ¿Me esperarás Harry, esperarás a que sea grande?
Él se quedó confuso, no sabiendo qué decir. Pues era muy consciente de que ella era grande, tenía casi 17 años. ¿Por qué le preguntaba eso y por qué aparecía ante él como una niña de 12 años?
- ¿Me esperarás, esperarás a que sea grande para que pueda ser tu novia, lo harás?
- Pero si tú ya eres grande…
- ¿Lo harás Harry?- su voz ya casi no se escuchaba.
- Hermione…
- Harry...¿me esperarás o no? Harry contéstame ¡HARRY!
Sintió que le zarandeaban y cuando levantó la cabeza para contestarle, se encontró con una Hermione de 16 años, mirándole preocupada y con la cara a milímetros de su rostro.
- ¿Estás bien?
- ¿Eh?
- Harry...¿estás bien?
Él la tocó, comprobando que era real y luego soltó un suspiro de alivio.
- Ahora sí.
- ¿Tuviste una pesadilla?
- No, pero…fue un sueño muy raro.
- El mío también.
- ¿Qué soñaste?
- Una paranoia, no creo que quieras oírla. ¿Y tú?
- Soñé con un lugar muy bonito y allí hablé con una niña que parecía sufrir mucho.
- ¿Qué le ocurría?
- Quería que la quisieran. Sobre todo yo.
- Oh…
- Hermione…
- ¿Sí?
- ¿Desde cuándo me quieres?
- ¿Cómo?
- ¿Desde cuándo me quieres?
- Desde siempre.
- Quieres decir que tú….¿te enamoraste de mí cuando eras pequeña?
- Sí, pero…por aquél entonces no tenía muy claro qué era estar enamorada. Lo único claro para mí, era que te quería.
- ¿Cómo tu amigo?
- No, como algo más.
- ¿Podrías ser más explícita?
- Lo que quiero decir es que al principio simplemente te admiraba. Luego te conocí y te convertiste en mi mejor amigo, y esa admiración pasó a ser algo más profundo. Y llegó un día…en que ya no eras Harry mi mejor amigo sino Harry mi príncipe azul. En realidad, son muchas cosas las que me haces sentir pero…si te las cuento…puede que te rías de mí.
Ella bajó la mirada tímidamente, y Harry comprobó que acababa de ver esa misma expresión en la pequeña Hermione de su sueño.
- No lo haré, te lo prometo.
- Si lo haces, no lo soportaré.
Hermione volvió a agachar la mirada y hasta la cabeza, pero Harry la hizo mirarle.
- Hermione, escúchame bien. Nunca me reiré de ti. Puedes confiar en mí para contarme cualquier cosa. Siempre has podido hacerlo.
- Lo sé pero…tengo miedo.
- ¿De qué?
- De que un día te des cuenta que te has equivocado conmigo y que yo no soy lo que tú buscas. Temo no cumplir con tus expectativas. Temo no ser buena en la cama, temo que no te guste mi cuerpo, temo… fallarte en todo, temo…temo muchas cosas pero lo que más temo es perderte y que dejes de quererme.
- Hermione…
- ¿Qué?- dijo ella casi inaudiblemente.
- Mírame.
- Ya lo hago.
- ¿De qué color son mis ojos?
- Verde esmeralda y a veces verde hierba. Aunque ahora mismo, en la penumbra, los tienes caquis.
- Vale, me estás mirando. ¿Me escuchas bien?
- Alto y claro.
- Entonces, atiende con atención lo que voy a decirte.
Ella asintió.
- Te quiero Hermione Granger. Te quiero como no tienes idea. De una forma que no sé explicar ni yo. Pero es algo grande, muy grande.
Siento…desde que me enamoré de ti siento…que antes mi vida estaba vacía o algo así. Como que no tenía el mismo valor que tiene ahora, desde que estás conmigo.
Creo que antes de llegar a Hogwarts y conocerte, todo era oscuridad y entonces apareciste en aquél tren buscando el sapo de Neville y recuerdo que pensé que eras una niña extraña pero muy interesante. Luego…te salvamos del troll y nos hicimos amigos y…desde entonces, la oscuridad pasó a ser luz. Una muy brillante y blanca. ¿Lo entiendes? Tú eres esa luz, tú hiciste que mi mundo dejase de ser oscuro.
Me enseñaste un montón de cosas que nadie más me había mostrado. Tú fuiste mi primera amiga real. Tú me mostraste la verdadera amistad y lo que eso significaba.
Me enseñaste a abrirme a los demás, a compartir mis sentimientos sin miedo, me enseñaste a querer…tanto en el sentido amistoso como ahora en el amoroso. Incluso fuiste tú la primera persona en besarme. ¿Recuerdas?
Lo hiciste al final de nuestro cuarto año, cuando te acercaste a mi mejilla y depositaste aquél suave beso que me dejó alucinado.
¡Nadie me había besado antes, te lo juro! Pero…un beso no fue lo primero que me diste, porque gracias a ti, también recibí mi primer abrazo.
Y fue cuando estábamos en segundo. Había vencido al basilisco y tú acababas de recuperarte de la petrificación. Recuerdo claramente que entraste en el gran comedor, y echaste a correr y al llegar a mí me abrazaste gritando ¡lo conseguiste!
Ése es sin duda, uno de los recuerdos más bonitos que guardo de mi infancia aquí y de nuestra amistad.
No sé…si…estás entendiendo todo lo que te estoy contando. Pero intento que comprendas que tú eres lo más importante de mi vida.
¿Puedes hacerte una idea de todo lo que representas para mí?
Desde hace años, formas parte de mí y mi vida y quiero que sigas ahí durante muchos años más, todos los que me queden por vivir, sea en esta vida o en la otra.
¿Cómo puedes pensar que me reiría de ti, cómo puedes temer que dejaré de quererte o que me perderás?
Soy yo el que a veces piensa que todo esto es sólo un sueño, que tú y yo no somos pareja, y que un día despertaré y seguiré estando solo, como antes de conocerte.
Por favor, no me digas que no cumplirás con mis expectativas porque para que lo sepas, no son tan grandes como piensas y además, tú ya las has superado con creces.
No pienses que me fallarás, tú nunca lo has hecho. Y ni creas por un instante que no me gustará tu cuerpo desnudo porque ya lo he visto dos veces y creo que es lo más bonito que he visto en toda mi vida. A lo mejor es mi cuerpo el que no te gusta. ¿Y por qué te preocupa que seas mala en la cama? Ni que yo fuera un experto en la materia…Además, tú ya lo dijiste el otro día, si nosotros no somos buenos, practicaremos hasta que lo hagamos bien y eso podría ser divertido ¿verdad?
¡No, no hables! Aún no he terminado.
Lo único que quiero que sepas, es que yo no voy a dejarte nunca. Que mientras tú me quieras, yo siempre estaré contigo. Y que te valoro lo suficiente, como para pensar que sería más que imbécil si te dejase por otra.
¿Lo entiendes Hermione, comprendes todo lo que te he dicho?
Por otro lado, estoy deseando que nos hagamos lo suficientemente grandes para que podamos formar nuestra propia familia. O sea, que nos casemos y todo eso. Al fin y al cabo tú eres mi princesa y yo tu príncipe y los príncipes y las princesas siempre se casan ¿no?
Incapaz de decir algo, presa de la emoción que la llenaba por dentro, Hermione demostró que estaba de acuerdo y que además comprendía perfectamente todas las cosas que él le había dicho.
Y se lo demostró de la mejor forma que se le ocurrió, besándole apasionadamente.
Él no tardó en corresponderla, ni en abrazar su delicada espalda, ni en introducir sus manos por debajo de la sábana que la cubría y cuando ella sintió una especie de corriente eléctrica invadir su cuerpo, al percibir cómo las manos de Harry tocaban uno de sus senos, se apartó de su boca y mirándole intensamente le dijo:
- Sácame de aquí.
Harry asintió. La dejó incorporarse y salir de la cama y, tras quitarse la túnica y colocársela a ella por encima, la cogió en brazos y abandonó la enfermería. Poniendo rumbo a la habitación de Hermione.
Continuará.
Nota de la Autora:
(Marta se esconde tras una trinchera para protegerse de los posibles bombardeos y disparos que quieren dedicarle sus lectores y lectoras por haberles dejado en lo mejor del cap). ¡YA LO SÉ, SÉ QUE QUERÉIS MATARME, PERO JO, QUE YA HABRÁ MÁS EN EL PRÓXIMO, lo prometo!
En fin¿habéis entendido ya por qué echa flores el naranjo? Y…¿qué es la sombra de Hermione y esa pequeña Hermione asustada de que Harry no la quiera? Bueno, él y otras personas, pero sobre todo él.
Yo siempre lo he dicho, ella adora a Harry, se ve en los libros. Pero también se ve que intenta dar una imagen de súper segura cuando ella misma es la primera que está llena de inseguridades. SÍ, SEÑORAS Y SEÑORES, HERMIONE GRANGER TIENE INSEGURIDADES, porque al fin y al cabo es humana y tal y como ha dicho ella en el fic, los humanos estamos llenos de inseguridades y de otras cosas malas y buenas.
Hermione no es perfecta, tiene defectos como cualquier otra persona. Tiene miedos, como los demás pueden tenerlos, y sí, también llora, se deprime y duda de sí misma. Y esas cosas también las reflejan los libros.
Una cosa es que ella sea un crack como bruja, pero saber realizar bien un hechizo es una cosa y ser perfecta en todo es otra muy distinta, y ella nunca ha sido perfecta en todo. Pero reconozco que roza la perfección. ¿Sabíais que Rowling dijo una vez, que se inspiró en ella misma cuando era niña para escribir el personaje de Hermione? Sobre todo en el de los dos primeros libros, esa Hermione sabelotodo que siempre está diciéndole a todo aquél que quiera escucharla, lo que está bien y lo que está mal.
JK dijo que ella era así de niña, muy sabelotodo y algo petulante, justo como Hermione, pero que nunca tuvo mala intención¡Hermione tampoco es mala¿verdad que no?
En fin, que me estoy enrollando más que una persiana y lo mismo os estoy aburriendo. Paso a los Reviews. Un besazo.
