Nota de la Autora: Domingo, 11 de diciembre de 2005.
¡Hola cómo estáis! Espero que genial. A ver, este nuevo cap es muy grande, así que lo fraccionaré en dos partes, igual que hice con "La primera elegida." ¿Os acordáis?
En fin, he intentado subir el fic durante el puente, pero no me ha sido posible ya que han venido algunos primos míos a visitarnos en Sevilla, así que hemos estado liadísimos. Ahora son la una y media am del sábado, pero pongo la fecha del domingo porque ya hemos pasado la medianoche. Seguro que cuando acabe de contestar a los Reviews más abajo, me darán las dos o las tres ¡y mañana domingo tengo que coger el tren para Almería a las 7 ya que los otros tres trenes que hay en las distintas franjas horarias están a tope de plazas porque la gente ha pasado mucho de madrugar al terminar el puente! Para que luego os quejéis, hasta el sueño pierdo por vosotros. Que nadie se queje luego de que no cumplo lo que prometo, y yo prometí actualizar este puente ¿verdad?. Bueno, os dejo con el cap, que lo disfrutéis. Un besazo.
Simbología:
- La conocéis de sobra. Aquí no hay negrita, pero hay cosas importantes, fijaros bien en esta parte y la segunda del cap que la subiré dentro de dos findes, si todo me va bien.
Música:
- La que os de la real gana. Pero ha de ser romántica y también de suspense.
Cap. 36. "La puerta negra. (I)"
Felices, así es como se encontraban Hermione y Harry tras su segunda sesión amatoria. Cómodamente acurrucados el uno junto al otro, ambos se encontraban de lado, él de cara a ella y ella de cara a él, abrazándose tiernamente, mientras se susurraban palabras dulces al oído y se obsequiaban con pequeños, dulces y suaves besos que seguían siendo igual de satisfactorios que los pasionales que se habían dado antes.
Ella fue la primera en hablar.
- Harry…
- ¿Sí?
- Te quiero mucho, pero muchísimo.
- Y yo a ti.
- Nunca dejaré de quererte, ni aunque la mismísima Lori me prohibiera amarte.
- ¿Por qué haría ella eso?
- Porque está loca y es capaz de cualquier cosa, incluso de hacer algo así para que yo sufra. O para hacerte sufrir, pero yo no permitiré nunca que ella ni nadie, te haga daño.
- Yo tampoco permitiré que te dañen.
- Hasta ahora no, pero mañana tendrás que dejar que me hieran más de una vez, sabes que no puedes…
- Participar en la lucha, lo sé, pero haré lo que esté en mi mano para protegerte, aunque no pueda luchar junto a ti.
- ¿Y cómo podrías hacer algo así?
- Ni idea, pero ya se me ocurrirá algo.
- Mientras no sea algo igualito a lo que hizo tu madre por ti, por mí estará bien.
- ¿Y por qué no podría sacrificarme por ti?
- Porque me partirías el corazón. Yo no quiero vivir si no estás conmigo. Y aunque haya sonado cursi, eso es lo que siento. Por favor Harry, prométemelo, promete que nunca me dejarás sola.
- Sólo lo haré si tú también lo prometes.
- ¿No dejarte solo?
- Sí.
- Jamás lo haré. Además, hace tiempo que te lo prometí. Te dije que nunca volverías a estar solo, aunque a mí pudiese ocurrirme algo y créeme cuando te digo, que ya he tomado medidas al respecto.
- ¿Qué has hecho?
- Es un secreto. Sólo te diré que será algo fantástico para ti y sé que te gustará enormemente. Créeme Harry, no me echarás de menos.
- Siempre que no estás conmigo, te echo de menos. Es algo que siempre me ha ocurrido, incluso antes de que nos hiciéramos pareja. Ya te lo dije ayer, Hermione, cuando tú no estás, todo es oscuridad.
- Si sigues diciéndome ese tipo de cosas, acabaré por hacerte el amor otra vez.
Él sonrió.
- Mi mundo es tan oscuro cuando tú no estás…y cuando no me hablas o te enfadas conmigo, vivo en una depresión constante- dijo él poniendo un tono de voz exageradamente dramático junto con una cara de pena que la hizo reír sinceramente.
- Eres malísimo como actor, Harry. Aún así, te adoro.- Ella le besó.
- Creía que cuando te dijera esas cosas, en vez de decirme lo mal que finjo, me harías el amor apasionadamente. ¿No fue eso lo que dijiste?
- Sí, pero es que cuando pusiste esa cara de pobre alma en pena, me dio mucha risa, lo siento. De todos modos no necesitas decir nada para que volvamos a practicar el sexo ¿sabes? Yo nunca me cansaré de amarte, Harry, y tampoco de demostrártelo, sea haciendo el amor o cualquier otra cosa que demuestre mis sentimientos por ti.
- Te quiero, te quiero, te quiero¡te quiero! Hermione.- pronunció él llenándola de besos ardientes.
-Calla, otro te quiero más, y seré yo quien se transforme en tigresa.
- ¡Te quiero!
- Y luego no digas que no te lo advertí.
Harry rió cuando ella hizo como si saltase encima de él, pero dejó de reír en el instante en que ella empezó a amarle.
"Sí, definitivamente, la adoro."
Más tarde, volvían a estar abrazados, pero esta vez, Harry tenía la cabeza bajo el cuello de Hermione.
- Yo tenía razón- dijo él soltando un suspiro de satisfacción.
- ¿En qué?
- En que eres una adicta al sexo. Aunque no puedo decir que eso me moleste.
Ella rió ante el comentario y luego levantó la cabeza de él para obsequiarle con un dulce beso en los labios.
- Bueno, es que es difícil que no lo sea. Tú tienes la culpa.
- ¿Yo?
- Sí.
- ¿Y por qué? Tengo curiosidad.
- Primero…porque tienes un cuerpazo impresionante- dijo ella acariciándole el pecho con el dedo índice. Él se estremeció de puro gusto- Y luego…Porque eres un amante estupendo.
- Gracias. Tú también eres genial.- Él la besó, luego volvió a colocar su cabeza bajo el cuello de ella a la vez que abrazaba su cintura.
- ¿Sabes una cosa Harry?
- Qué.
- Podría pasarme toda la eternidad así, tal y como estamos ahora. Y jamás me cansaría.
- Digo lo mismo.
- Si mañana me ocurriese algo…y dejase de existir…creo que lo que más echaría en falta sería tu presencia.
Él no dijo nada, sólo la abrazó un poco más fuerte.
- La verdad es que llevo tantos años junto a ti, que ya no imagino una vida donde tú no estés conmigo. Me encantaría poder decirte que lo de mañana no será nada, que será una cosa tonta, de terminar rápido y sin consecuencias negativas. Pero no puedo decirlo, lo siento. Sé que voy a enfrentarme a algo muy peligroso y que producirá mucho dolor tanto para mí, como para el resto del mundo. Sólo espero poder estar a la altura, hacer bien mi trabajo y que todo termine felizmente.
- Yo también lo espero.
- Y entonces, cuando todo acabe…
- Y te hayan curado las heridas que puedas tener, te llevaré a tu habitación y nos encerraremos el resto del día. Y te juro que por más que llamen a la puerta, Hermione, no pienso consentir que ninguno de los dos la abra y puedan interrumpirnos.
- Jijiiiijiji. Eres terrible, pero estoy de acuerdo contigo.
- ¿Yo terrible? Es posible. Pero es culpa tuya que lo sea.
- ¿Oh, de veras? Así que he creado un monstruo ¿Umm?- comentó ella en tono divertido.
- Oh sí…un monstruo del sexo. No deberías haberme llevado a esto…
- ¿Por qué, acaso te arrepientes?
- Ni loco me arrepentiría de algo así. Es lo más bonito que he vivido. Sólo digo, que ahora que lo he probado con la persona más importante para mí, me es difícil pensar que no volveré a revivirlo si ella muere mañana. – Él levantó la cabeza y la miró suplicante- Así que por favor, Hermione, te lo ruego, sé prudente.
Ten mucho cuidado, no te dejes matar fácilmente. Haz todo lo posible por conservar la vida. No sólo por lo que te he dicho, no es que no quiera que mueras para seguir teniendo sexo, no es eso, es que si tú mueres, volveré a caer en la oscuridad, igual que antes de conocerte. ¿Comprendes lo que te digo?
- Sí, cielo, perfectamente.
- ¿Entonces lo harás?
- ¿El qué, sobrevivir?
- Sí. Seguir viva y hacer todo lo posible para que todo termine felizmente, no sólo para el mundo, sino también para nosotros, para ti y para mí. ¿Puedes prometerme algo así?
- Puedo y lo prometo.
- Gracias, ahora me siento mejor.
- Lo único que no puedo prometerte, es que sobreviviré, porque eso no depende de mí. Pero sí te prometo que haré todo lo posible por conservar la vida pero si muero…quiero que sepas que lo haré feliz, porque me llevaré algo increíblemente valioso para mí…
- ¿El qué?
- El recuerdo de todo lo que hemos vivido, Harry. Tanto lo que respecta a nosotros como pareja como a todo lo que nos ocurrió siendo amigos. Porque para mí, todo lo que he pasado a tu lado, haya sido bueno o malo, ha valido la pena.
Él le dio varios besos y luego volvió a acurrucarse en su pecho.
- Hermione…
- ¿Qué?
- Te quiero.
- Yo también a ti, príncipe.
- Mucho, te quiero mucho princesa, muchísimo.
- Lo sé. Puedo sentirlo, Harry. Cada vez que me tocas, cada vez que me besas, cada vez que me acaricias o que simplemente me miras o me hablas, siento todo el amor que dices sentir por mí. Sé que me quieres, tanto como yo a ti. Sólo espero que esto que sentimos dure mucho tiempo, un tiempo infinito, tan infinito como lo es la eternidad.
- Pues lo que yo espero, es que no te marches nunca. Que siempre estemos juntos, tal y como hemos hecho estos 6 años que llevamos en Hogwarts. Antes no lo valoraba pero ahora…desde que estamos juntos…bendigo el día en que te salvamos de aquél troll y nos hicimos amigos. Si no lo hubiéramos hecho, puede que fuera otro chico el que hubiese disfrutado de tu amistad y compañía y eso no me gusta.
- ¿Celoso?
- Por supuesto. ¿Es eso malo?
- No, qué va. Los celos son algo normal en una pareja, tanto si está unida como si no lo está. Pero creo que es más común en parejas que están muy unidas. Una vez leí que sentir celos demostraba inseguridad y falta de confianza en la pareja, aunque no creo que tú estés celoso por esos motivos.
- No es falta de seguridad o confianza en ti lo que me causan los celos, es el hecho de pensar que si tú y yo nunca nos hubiésemos hecho amigos, todo lo que hemos vivido estos días, puede que lo hubiese disfrutado otro y no yo.
- ¿Y quién te dice a ti, que aunque no fuésemos amigos, me habría enamorado de otra persona? A lo mejor podría haberme enamorado de ti aunque nunca hubiésemos hablado. Eso también es posible ¿no?
- Sí pero…lo dudo mucho. Tú sabes que yo…bueno…que no suelo relacionarme con la gente que no conozco. Mi círculo amistoso es más bien reducido. Creo que se reduce a ti y a Ron.
- Pero tú conoces a muchas personas.
- Conocer no es lo mismo que ser amigo de. Y yo creo que tú sabes perfectamente a lo que me refiero.
- Sí que lo sé pero también pienso que aunque no fuésemos amigos, yo seguiría sintiéndome atraída por ti. Tal y como yo lo he vivido, primero viene la atracción y luego, con el tiempo…la atracción se convierte en algo más profundo, como estar enamorado.
- ¿Me estás diciendo que tú antes de enamorarte de mí, ya te sentías atraída por mí?
- ¡Por supuesto!. ¿Qué esperabas, que me enamorase así sin más, que un día me levantase de la cama y me dijese a mí misma algo como "¡anda, pero si me he enamorado de Harry Potter!" ?
- Umm…no sé… ¿Eso es posible?
- Jajajjajaja. Bueno…dicen que en el mundo mágico todo es posible pero…en lo que a mí respecta, yo necesito algo más que una mera atracción para poder sentir un amor profundo hacia una persona, que en nuestro caso, eres tú.
- Sí pero… ¿Es imposible que primero te atraiga alguien y luego te enamores perdidamente de ella?
- No, no es imposible. De hecho, creo que a ti te atrajo Cho durante 3 años ¿no?
- Sí, pero yo no me enamoré de ella, lo hice de ti.
- Ya pero…durante un tiempo sí creíste estar enamorado, aunque fuese un poquito ¿o no?
- No sé, no me acuerdo bien de lo que sentía. La verdad es que nunca supe qué era exactamente estar enamorado de alguien pero ahora lo tengo más claro.
- ¿Me lo cuentas?
- Bueno…Yo creo que…estar enamorado es parecido a una final de Quiddich. Es tener siempre muchas mariposas en el estómago o un gran cosquilleo. Es algo que te llena por dentro ¿no? Como un estado perpetuo de emoción, tensión y otras cosas bonitas y feas. No sé, es una mezcla de muchas emociones que se sienten en distintos momentos en que estás con la persona que quieres. Es como por ejemplo cuando me besas.
Me siento genial pero a la misma vez un poco nervioso pero también siento como si estuviera en una nube y al mismo tiempo como si me fuera a partir un rayo. No sé explicarlo mejor, Hermione, sólo sé que todas esas emociones no las sentía antes cuando sólo éramos amigos. Bueno, algunas sí, porque cada vez que tú me abrazabas o me dabas algún beso en la mejilla, las mariposas volaban bastante inquietas. Por lo demás, me sentía igual que siempre, normal.
- Así que, según tú, estar enamorado es tener constantemente ¿el estómago revuelto?
- No, no es eso lo que quería decir. Yo intentaba decir que es una mezcla de emociones y sensaciones que te dan tranquilidad pero también te ponen nervioso. Un gran conjunto de cosas buenas y algo incómodas, pero que te hacen sentir estupendamente. ¿La verdad? Yo no cambiaría por nada, lo que siento desde que sé que te quiero como algo más que mi amiga.
- Gracias.
- A ti en todo caso. Por todo. Tanto por ser mi mejor amiga como por quererme y demostrármelo. No puedo explicarte bien todo lo agradecido que me siento pero…puedo demostrarte lo contento que estoy por estar contigo, si me das permiso.
- Ummm... ¿qué planeas?
- ¿Sinceramente? Hacer honor a mi nuevo apodo.
- ¿Qué nuevo apodo? Que yo recuerde, no te he puesto ninguno.
- ¿Monstruo del sexo?
- Jajjajajajajajaaaa. Oh vamos Harry, sólo bromeaba.
- Pues broma o no, este monstruo del sexo quiere volver a hacer muuuchas cositas contigo, si me dejas, claro.
- ¿Si te dejo volver a hacerme el amor?. ¿Tú que crees?
- ¿Qué sí?- preguntó él con ojos de cachorrito.
- Jajjajajaaa. Ay por favor...¡no me pongas esos ojitos tiernos, sabes que no puedo resistirlo! Eres terrible, te aprovechas de mis puntos débiles.
- No…sólo te pongo esos ojitos porque sé que te encantan.
- Pues sí, es que estás tan adorable que no puedo negarte nada cuando me miras así.
- ¿Puede Harry hacerle cositas a Hermione?- preguntó él poniendo voz de niño pequeño y cara de cachorrito otra vez.
Ella volvió a reírse pero asintió con la cabeza, y en menos de dos segundos, ya estaban besándose apasionadamente y otras cosas que les llevó a amarse una vez más.
- Pues sí, he creado un monstruo, pero no cambiaría este monstruo por nada del mundo- le dijo ella, acariciándole el pecho. Completamente feliz y relajada tras su cuarta sesión sexual.
- Bueno…este monstruo tampoco puede quejarse, porque le encanta todo lo que le ha enseñado su creadora- dijo él traviesamente para luego darle un beso profundo- Aunque claro, con una chica como tú, con ese cuerpazo, esa forma de besar tan salvaje y apasionada y esa capacidad de retorcerse y gemir cuando estás bajo mía...¿quién no se convertiría en un monstruo del sexo, mmm?
Él descendió, besando su cuerpo, hasta que llegó a una zona especialmente sensible para Hermione, y empezó a besarla ahí, sabiendo cómo reaccionaría ella.
- Pfffjajjajajajjaaaaaaaaa. ¡Harry jajajjajaa, para, jajjajajajaja, deja de jajajjajajajaaa besarme en el jajajajajjajaa ombligo! Jajajajaajaaaaaaa.
Él sonrió, mientras intensificaba los besos y caricias en esa zona. Hermione estaba roja como una langosta cocida, estaba riéndose tanto que hasta le dolían las costillas, pero se lo estaba pasando tan bien, que no tenía ninguna gana de apartar a Harry o de que él se detuviera por mucho que ella se lo dijera.
Cuando Harry creyó que ya había tenido suficiente, se tumbó al lado de ella y la miró de forma traviesa.
- Siempre puedes tomarte la revancha, señorita Granger.
- Señor Potter, no me tiente. Le aseguro que saldría perdiendo. Jijijijijijiji.
- ¿Cree usted, señorita Granger, que podría mejorar lo que yo he hecho?
- ¿Mejorarlo? No. ¿Hacerlo sublime? Seguro que sí. Le aseguro a usted, señor Potter, que si me pongo a ello, no sólo terminará riéndose sino retorciéndose y llorando, aunque no de pena precisamente…
- Ummm…¿está segura?
- Segurísima. Son 6 años conociéndole, señor Potter. Conozco todos y cada uno de sus puntos débiles. Sé dónde es especialmente sensible a las cosquillas, a la risa y a las lágrimas.
- Oh ¿sí? Y… ¿cómo está tan segura de eso? Antes no hacíamos las cosas de ahora porque no estábamos enamorados.
- No lo estarías tú, yo sí. Desde que tenía 12 o 13 años. Además, una amiga puede conocer esos detalles sin estar necesariamente involucrada de una forma amorosa con su mejor amigo, señor Potter.
- O a lo mejor, señorita Granger, esa amiga, se ha dedicado a obtener información de los amigos del señor Potter y por eso ella conoce esos puntos débiles ¿verdad?
- Sí, eso también es posible pero…no es el caso. Sé lo que sé porque llevo años observándote ¿y la verdad? Me ha encantado descubrir todas esas cosas y otras. Sobre todo porque ahora que estamos juntos…puedo aprovecharlas en nuestro propio beneficio y obtener de ti distintas cosas o reacciones.
- ¿Por ejemplo?
- Provocarte más de un suspiro o gemido…
Ella le miró de forma maliciosa, mientras se colocaba encima de él y empezaba a besarle el cuello…
- Hermione…
- ¿Mmm?
Ella siguió bajando…
- ¡Oh Merlín! No hagas eso…¡bueno sí, hazlo! Owww…eres increíble- comentó él, ahogado por el placer de sentir a Hermione besándole el pecho, abdominales, cadera y acariciando una parte concreta de su cuerpo, que ya estaba palpitando.
- ¡Por todos los magos y brujas!. ¿Dónde has aprendido a hacer eso?- preguntó más que complacido mientras ella le obsequiaba con más de una caricia en esa zona de su cuerpo.
- Lo leí en un libro- fue todo lo que ella respondió, y luego siguió con lo que estaba haciendo.
Un rato después, un Harry granate, sudoroso y agotado, miraba a Hermione con los ojos empañados de emoción, aunque ella podía jurar que no había lágrimas, brillaban tanto como si las hubiera.
Ella abrió sus brazos y él se cobijó en ellos, encogiéndose bajo el cuerpo de ella, como si fuese un bebé abrazado por su madre. Las piernas de Harry estaban sobre las de ella, y sus manos, acogieron las de Hermione en un sincero y cariñoso gesto de unión, amor y compañerismo.
Durante unos minutos, ninguno de los dos habló. Él cambió de postura, colocándose al lado de ella, de cara a ella. Y sus verdes ojos, la miraron con tanta adoración que Hermione sintió sus mejillas arder en una mezcla de timidez por la forma en que era observada y al mismo tiempo un amor inmenso hacia aquél chico de pelo negro e indomable que estaba a su lado acariciando su cara, cuello y brazos, a la vez que entre caricia y caricia la llenaba de besos en los labios.
Ella suspiró encantada, totalmente feliz. Y aunque estaba igual de agotada que él, sentía que si Harry volvía a pedírselo, sacaría energías de donde fuese, para seguir amándole durante horas o incluso toda la eternidad.
Él tenía razón en lo que le dijo antes, ahora que lo había probado, ella podía jurar que no había vivido otra experiencia ni sensaciones más bonitas, que la de hacer el amor con la persona amada y sentir cómo todo ese amor mutuo, se expandía por todo el cuerpo y el alma.
Entonces Harry recordó algo que ella le había dicho cuando él le habló de lo que era estar enamorado. Él le había comentado que antes no hacían las cosas de ahora porque no estaban enamorados y ella le había respondido que él no lo estaría, pero ella sí, porque se enamoró de él cuando tenía 12 o 13 años.
"Doce o trece, doce o…¡un momento! En el sueño, la Hermione que ví parecía tener 12 años, y ella…lloraba porque creía que yo no la quería, que sólo apreciaba a Ron. Ella dijo que llevaba mucho tiempo amándome en silencio, que siempre me había apoyado y que…que…¡sí, recuerdo sus palabras exactas!
Eran… Porque siempre he estado contigo, a tu lado. Siempre apoyándote, acompañándote, animándote y queriéndote en silencio. Llevo tantos años amándote sin tú saberlo… y eso es lo que más me duele. Mucho más que tu indiferencia.
Eso quiere decir que aunque la Hermione de mi sueño aparentaba 12 años, seguía siendo la misma Hermine de siempre, o sea, la adolescente de ahora, de ahí que me dijera llevo años amándote en silencio. Por lo cuál deduzco que ella, desde que tenía 12 años, hasta ahora que tiene casi 17, se ha tirado 5 años...¿enamorada de mí?
Madre mía…5 años amando en silencio a alguien debe de ser algo muy duro ¿no? Ahora me siento fatal por ella. No quiero ni pensar en lo que sentiría cuando supo que me gustaba Cho ¡y encima me apoyaba!. ¿Cómo puede alguien, estar enamorado de una persona y apoyar a esa persona a que se le declare a otra? No lo entiendo.
Ya hay que ser noble y puro para hacer algo así ¿verdad? Bueno vale, es que ella es mi amiga y los amigos se ayudan pero…era una amiga enamorada al fin y al cabo, ella podría haber hecho algo para que yo y Cho no hubiésemos tenido nada, podría haberme persuadido de no fijarme en Cho, o incluso cuando Ron comentó lo de... ¿tan mal besas que la hiciste llorar?
Ella podría haber dicho que sí o algo parecido, pero en vez de eso, ella dijo "por supuesto que no" ¡y eso que todavía no nos habíamos besado!
Hermione… ¿cómo puedes ser tan buena?"
- Prometo compensarte.- Dijo él ahora en voz alta.
- ¿Cómo?
- Por todos los años en que me quisiste en silencio, por todo el dolor que eso pudo ocasionarte, prometo que te compensaré, Hermione.
- Harry, quererte nunca me hizo daño. Quererte es lo más bonito que he sentido.
- Pero en mi sueño, tú decías…
- ¿Tu sueño, qué sueño?
- Uno que tuve, en él, tú tenías unos 12 años y llorabas. Decías que lo que más te dolía era estar enamorada de mí y que yo no lo supiera. Que eso te dolía más que el que yo le prestase más atención a Ron que a ti. También estabas escondida en un naranjo y…no querías salir porque decías que cuando te viera, te odiaría igual que todo el mundo te odiaba en Hogwarts.
- Un momento¿un naranjo, yo estaba dentro de un naranjo?
- Más concretamente, dentro del tronco, sí. Y luego apareciste en forma de neblina y adoptaste el aspecto que tenías con doce años.
- ¡No me lo puedo creer!
- Los sueños son así, siempre ocurren cosas increíbles.
- ¡No, si no lo digo por eso. Es que yo también soñé con un naranjo y con una Hermione que salía del tronco con forma de neblina! Pero la Hermione de mi sueño no tenía 12 años, sino mi edad de ahora. ¡Pero ella también tenía muchos miedos y uno de ellos es que tú no la quisieras! Por qué será que hemos soñado algo parecido…
- No lo sé, pero supongo que algún motivo habrá.
- En mi caso, me ha servido para ganar más confianza en mí misma.
- En el mío…para saber lo mucho que me querías desde hace años.
- Bueno sí, eso es verdad. Pero tú lo sabías, ya te lo había dicho.
- Sí pero…creo que es ahora cuando me he dado cuenta de lo mucho que eso importa. Oye Hermione…
- ¿Qué?
- Cuando eras pequeña…¿querías casarte conmigo en un futuro?
- ¿QQué?
- Que si cuando eras pequeña…pensaste en casarte conmigo al hacerte mayor…
- ¿Por qué me lo preguntas?
- Porque la Hermione de mi sueño, sí quería. Ella me lo dijo.
- Bububueno yo…siempre soñé con…es decir yo…
- Te estás poniendo rojísima. ¿Por qué?
- Es que…verás…te lo diré ¡pero promete que no te reirás!
- Sabes que no lo haré.
- Yo…bueno…tú sabes que siempre te amé pero lo que no sabes es que…durante años, he tenido muchas fantasías, del tipo que se tienen cuando eres más joven y te lo imaginas todo de color de rosa y más perfecto que en los cuentos y como en esos cuentos la chica que se enamoraba siempre terminaba casándose con el chico que ella amaba, yo…sí, lo confieso, imaginé más de una vez…cómo sería estar casada contigo.
No sólo estar casada sino el hecho de casarnos y todo eso, ceremonia incluída. Incluso veía en mi mente soñadora el vestido que yo llevaría y ahora ríete si quieres, sé que es algo que puede causar mucha risa pero…no me gustaría que te burlases de mis sueños infantiles ¿sabes?
- Hey, mírame…
- Ya lo hago.
- ¿Ves alguna expresión cómica o de burla en mi cara?
- No, ninguna.
- Entonces no temas que me burle porque ya ves que no lo he hecho. Puede que tú pienses que tus sueños son infantiles pero yo creo que son bonitos. Además, yo también he imaginado cómo sería eso de estar casado contigo. Y creo que nos lo pasaríamos genial. Aunque no puedo decir que vea tu vestido o el traje que yo llevaría porque a tanto no llega mi imaginación, pero sí sé, que seríamos un matrimonio de lo más estupendo.
- Te quiero Harry.
- Yo también a ti.
- De verdad que te quiero mucho.
- Y yo a ti.
- Si todo terminase bien, me encantaría seguir creciendo y que un día, me pidieses matrimonio, aunque en cierto sentido ya lo has hecho.
- ¿Lo hice?
- Claro, cuando me dijiste que te gustaría que algún día formásemos nuestra propia familia ¿no te acuerdas? Fue antes de que hiciéramos el amor por primera vez.
- Ah sí, es verdad que lo dije. Aunque no pensé que eso fuese una declaración.
- No lo era tal y como suele hacerse pero…seguía implicando una propuesta de matrimonio. Así que no necesitas volver a preguntarme en un futuro si quiero casarme contigo, porque ya sabes la respuesta.
- ¿Puedes volver a darme el gusto de escucharla?
- Harry James Potter Evans, en un futuro, me encantará casarme contigo y formar una familia. Y estoy más que convencida de que seremos un matrimonio estupendísimo y que nos querremos toda nuestra vida y que nos agotaremos de tanto practicar el sexo y como no pongamos medios, vamos a tener muuuuchos hijos porque te advierto que las mujeres de la familia de mi madre, son la mar de fértiles y creo que yo también lo soy.
- Pues tú eres hija única.
- Porque mis padres pusieron medios para no tener más hijos, sólo querían uno.
- Pues a mí no me importará tener todos los que quieras darme. Aunque fuesen veinte.
- Jajjajajaaaa. ¡No por dios, veinte no! Necesitaríamos una casa realmente grande para poder cobijar a tanta prole, y también tendríamos que ganar mucho dinero, porque si con criar a uno se va un dineral, con veinte no quiero ni imaginármelo.
- Umm…no creo que el dinero fuese un problema. Mis padres me dejaron una buena herencia.
- Harry, que veinte niños son muchos niños. Si te soy sincera, con tres como mucho, me conformo.
- ¿Tres? No está mal. ¿Qué tal dos?
- ¿Dos? Bueno…
- ¿Niño y niña?
- ¿La parejita, eh? Sería muy típico pero…creo que me gustaría. Sobre todo si se parecen a ti.
- ¿A mí? No, gracias. Prefiero que salgan a ti, una gran inteligencia unidos a un talento increíble y un atractivo impresionante.
- Vale ya, me vas a sacar los colores…
- No me importaría, sonrojada estás la mar de linda.
- Tú sí que eres lindo, en cualquier sentido o aspecto.
- ¿Te he dicho ya que te quiero?
- No durante los últimos 15 minutos…
- Te quiero Hermione.
- Yo también a ti.
Ella bostezó.
- ¿Cansada?
- La verdad es que sí. Había leído que el sexo hacía perder energías, pero no imaginé que serían tantas. O puede que tenga que ver con todas las veces en que lo hemos hecho. Han sido…¿cuatro?
- Creo que sí.
- Pues yo creo que hemos batido el récord. Que yo sepa, ninguna pareja que yo conozca, hizo 4 veces el amor en una misma mañana.
- Es que tú y yo formamos un gran equipo y tenemos energías de sobra para 4 o mil.
- Jjajajajaaaaa. ¡Mil no, por Merlín!. ¿Acaso quieres matarme de agotamiento o qué?
- No pero…sería una muerte la mar de apetecible ¿no crees?
- Juajuajuajuajuaaaa. Desde luego…hoy estás de lo más chistoso.
- Es uno de mis encantos.- dijo él de forma vanidosa, aunque estaba claro que bromeaba. Hermione lanzó otra carcajada y luego le regaló otro de sus increíbles besos.
- ¿Vamos a por la quinta?
- ¡Harry!
- ¿Qué, no te apetece?
- Creo que el verdadero adicto al sexo eres tú. Jijijiii.
- Quizás sí, pero tú tienes la culpa.
- Claro, cómo no.
- Si no fueras tan buena en la cama, no te pediría repetir.
- Ah, o sea, que si lo hiciese mal... ¿perderías el interés en mí?
"Como digas que sí, te muerdo, y no precisamente de forma amorosa."
- No, eso nunca. Pero a lo mejor, no me apetecería una quinta vez. Quizás lo dejaría hasta el día siguiente.
"Te has salvado." - Si lo tuviéramos…
- Lo tendríamos, Hermione, no te quepa duda.
- No lo tendremos si me matan mañana.
- ¿Quieres dejar de decir eso?
- Lo siento, sé que no te gusta oírlo, Harry, pero es algo que puede ocurrir. Acéptalo.
- ¡Lo acepto!. ¿Vale? Es sólo que no quiero oírte decir que te van a matar. ¡Entiéndelo!
- Si yo lo entiendo, sólo quería ser realista y sincera.
- Lo sé, pero no me gusta que seas tú quien mencione tu posible muerte.
- Vale, prometo no volver a mencionarlo delante tuya.
- Guay.
- ¿Te importa si me duermo? Honestamente, es lo que más me apetece ahora.
- No me importa, la verdad es que yo también estoy cansado.
- ¿Dejamos la quinta para más tarde?
- Bueno…
- Buenos días Harry, que descanses bien.
- Tú también.
- ¡Hermione!
- ¿Qué?
- Acabo de acordarme de que no he usado nada para…protegernos de un posible embarazo. Y tú dijiste que en la familia de tu madre sois muy fértiles, anda que…¡no es que no quiera ser padre es que somos muy jóvenes todavía!
- ¡Harry, respira! No te preocupes por eso, que tú no hayas usado medios no quiere decir que yo no lo haya hecho. Soy una mujer previsora ¿recuerdas?
- Ah sí, cierto. Nadie como mi Hermione para pensar en todo lo que podría ocurrir y lo que no. Oye por cierto...¿qué has usado? Porque yo no te he escuchado decir ningún hechizo o algo de eso.
- He empleado una poción, la tomé ayer, aunque tú no me viste hacerlo. No es que tuviera planeado lo de hoy, es que recordé que querías entregarte a mí como regalo de mi cumple, cosa que por otra parte teagradezco, ha sido un gran regalo.Y como decía, pensé que era mejor prevenir que curar, así que tomé la poción y me alegra ver que no me equivoqué. Además, la poción supuestamente te protege durante dos días, así que no te preocupes por eso de ser padre, de momento estás a salvo.
- Puede que suene mal lo que voy a decirte pero…me siento la mar de aliviado.
- No, mal no sonó, porque yo tampoco quiero ser madre con 16 años.
- 17, si total, tu cumple es mañana.
- Y gracias…
- ¿Por qué?
- Por ser sincero y también por eso de "mi Hermione", la verdad es que me gusta. Y no dice nada que no sea cierto, porque sí es verdad que lo soy, y nunca dejaré de serlo. Ya te lo dije hace un rato, Harry, yo siempre seré tuya.
- Y yo tuyo.
- ¿Podemos dormirnos ahora?
- Sí princesa.
Ella le dio un último beso, se abrazó a él y cerró los ojos, durmiéndose enseguida, al igual que él.
Una gran puerta negra se alzaba ante ella, la misma que había visto en otro sueño, días atrás.
Hermione se escondió, pues estaba segura que tal y como sucedió la otra vez, Lori saldría de aquella puerta, al exterior, en cualquier momento.
Pero eso no sucedió y ella volvió a acercarse a la puerta pues tenía que reconocer que le llamaba poderosamente la atención tanto su aspecto como lo que podía albergar.
"Se supone que no debo entrar, le dije a Lisel que incluso Lori merecía un respeto a la intimidad y en verdad pienso eso pero…¡quiero ver cómo es su habitación! La curiosidad me está matando. Lo mejor será que me vaya y así evitaré la tentación."
Dispuesta a marcharse inmediatamente de allí, la Gryffindor se giró y comenzó a caminar alejándose de la puerta.
No había dado ni dos pasos cuando ésta se abrió y la prefecta se quedó sin reacción. Completamente inmóvil.
" Se acabó, estoy muerta. En menos de 2 segundos Lori habrá acabado conmigo, en cuanto me vea."
Pero no fue Lori quien salió de la puerta negra, sino una dulce voz que le dijo…
- Entra, Elegida, no tengas miedo.
Hermione dudó, no sabía si fiarse o no de la voz. ¿Y si era una trampa de Lori?
"Pero quien no arriesga no gana ¿verdad? Vamos allá y que sea lo que el destino quiera."
Traspasó el umbral y la puerta se cerró tras ella.
Un enorme frío y un olor repugnante como a azufre unido a una terrible peste, lo inundaban todo.
"Pero…¿qué sitio es este?
Se preguntó ella horrorizada mientras recorría un enorme pasillo oscuro, sólo iluminado levemente, dejando ver el final, donde una luz color del fuego brillaba intensamente.
Hermione avanzó hacia la luz y conforme lo hacía, fue vislumbrando a través de las paredes, horribles escenas de gente siendo torturada, aunque ella no podía saber quiénes eran ni por qué se merecían semejantes castigos. Sólo podía escuchar sus gritos de angustia, aunque las personas no se movían, eran como estatuas chillonas. Unos chillidos que le estaban poniendo los pelos de punta.
"Una Elegida no le teme a nada."
Se recordó así misma…
Siguió avanzando, ignorando los gritos, y la voz volvió a escucharse.
- Ven, Elegida, ven.
- ¿Hacia dónde?
- A la luz.
- ¿Por qué?
- Porque todas las respuestas que buscas están ahí.
Ella continuó su avance, y no tardó mucho en llegar al final del pasillo. La voz volvió a hablarle.
- Da un paso hacia la luz, Elegida.
Hermione obedeció y se quedó quieta.
- ¿Ves esa luz pequeñita de color blanco?
- Sí.
- Pues eso es lo que queda de lo que un día fue, el alma pura de Loriana.
- ¿Y qué es esa otra gran energía negra que brilla intensamente?
- El alma de Lori.
- ¿Toda esa bola negra gigantesca es el alma corrupta de Lori?
- En efecto.
- ¡Pero si es tan grande como un planeta!
- Así es. Ten en cuenta que Lori lleva miles de años odiando y haciendo cosas malas, es normal que su alma negra se haya engrandecido tanto.
- Eso no es lo que yo entiendo por hacerse grande, más bien es inmenso.
- Pues a esa inmensidad deberás enfrentarte mañana.
- Lo sé.
- ¿Tienes miedo?
- A ella no, sólo al fracaso.
- No le temas al fracaso, Elegida, no tienes por qué.
- ¿Cómo que no? Si no venzo, el mundo será un Caos y estará invadido por la oscuridad.
- Sí, pero incluso el Caos y la oscuridad tienen solución. Lo único que no tiene solución es la muerte.
- Y la destrucción total.
- No, porque de la destrucción viene el renacimiento. Todo lo que se destruye, vuelve a crearse de una forma u otra.
- Como ocurre en la reencarnación o la repoblación ¿verdad?
- Sí. No tengas miedo, Elegida, no temas nada. No tienes que temerle a nada. Tu alma es pura y más que bella. Tú vencerás donde otras fracasaron, tú traerás la vida donde otras provocaron la muerte. Tú traerás paz donde otras trajeron guerra. Tú aportarás tranquilidad donde otras produjeron lo contrario. Y lo más importante…tú eres la luz y ella la oscuridad.
- ¿Ella?
- Lori.
- Ah, sí.
- ¿A quién creías que me refería?
- A nadie en concreto. "A mi sombra, tal vez."
- Oh no…
- ¿Qué pasa?
- Debes esconderte ¡rápido!
- ¿Por qué?
- Porque Lori viene hacia aquí.
- ¿Cómo lo sabes?
- Porque la siento. ¿Ves esa puerta marrón oscuro?
- Sí, la tengo justo delante.
- Pues ábrela y verás una gran cama negra. ¡Métete debajo!
La prefecta obedeció. Acababa de extender su cuerpo bajo el suelo de la gran cama, cuando oyó la puerta cerrarse. Vió la falda de un vestido largo y unos zapatos negros acercarse a la cama. Los muelles sonaron y la Gryffindor dedujo que Lori se había tumbado.
Lo siguiente que escuchó, fue el ruido de un cristal romperse. Ella dedujo que la diosa había roto algo, en cuanto la oyó lanzar una expresión malsonante, Hermione supo que Lori no estaba precisamente de buen humor. Ella rezó interiormente todo lo que se le ocurrió, rogando por no ser detectada.
Estaba a punto de comenzar otra oración cuando la luz de una bola de energía apareció en la habitación. Fue entonces que la voz de un hombre se escuchó en el lugar, pero para alivio de la prefecta, ni Lori ni aquél hombre, podían verla.
- Lori…
- ¿Sí?
- ¿Cómo va todo?
- Bien, mi señor.
"¿Mi señor? El señor de Lori es… ¿Rak? Ha de ser él, pues es el único de quien ella acepta órdenes. Puede que la voz que escucho sea por consiguiente, de Rak."
- Asegúrate de tener éxito esta vez o si no…ya sabes lo que te ocurrirá.
- Lo sé, mi señor. Me quitarás los poderes y el rango de diosa.
- Además de destruir tu alma.
- Sí, eso también.
- Y una vez desaparecida tu alma, dejarás de existir completamente. Ni si quiera podrás renacer o reencarnarte.
- Soy consciente de ello, mi señor.
- Repito, Lori, asegúrate de tener éxito o sentirás mi ira como nunca antes la has experimentado.
- Estad tranquilo, mi señor Rak, esta vez ganaré. Estoy segura de ello.
- Eso espero.
- ¿Deseáis algo más, mi señor?
- Sí. Desde anoche no disfruto tu compañía. Te espero en mi dormitorio dentro de 10 minutos.
- Pero mi señor, ahora estoy algo ocupada. ¿No podría acudir más tarde?
- ¡NO, TE HE ORDENADO QUE VAYA PRONTO E IRÁS!. ¿ESTÁ CLARO?
- Cristalino, mi señor.
- ¡BIEN, ENTONCES NO TE RETRASES O LO LAMENTARÁS PROFUNDAMENTE!
- No os haré esperar, lo juro.
La energía desapareció, y en cuanto lo hizo, Lori lanzó otra expresión malsonante, mostrando así su fastidio.
- ¡Estoy harta, harta. De él, sus amenazas, sus delirios de grandeza y sus insaciables apetitos sexuales para conmigo! Preferiría mil veces la desaparición total ¡a volver a meterme en su cama. Es un cerdo asqueroso!- la voz de la diosa del Caos y del inframundo bajó de tono cuando pronunció lo siguiente- Arion nunca me trató así, como un objeto…Él siempre fue delicado y cariñoso conmigo…
"Pobre Lori, me da lástima. Por el tono de su voz, está claro que no disfruta cumpliendo las órdenes de Rak. Pero también noto que ella aún quiere a Arion, o que al menos siente algo por él, aunque sea mínimo."
- ¡Pero te traicionó!
"¿Lori está hablando consigo misma? Al menos eso es lo que parece."
- Lo sé…
- ¡No te amaba, si lo hiciera no te habría engañado con Iria!
- Quizás fue un malentendido, tal y como él dijo…
- ¡Iria te contó la verdad, hablaste con su espíritu cuando ella murió años después y sabes perfectamente que era tu mejor amiga y ella jamás te mentiría en algo así. Fue Arion el único mentiroso que quiso negar lo evidente y sabes lo que ocurrió porque les viste besándose!
- Pero ¿y si a Iria le gustaba Arion y por eso contó que él la besó? Eso ocasionaría que rompiéramos, y así ella aprovecharía la oportunidad de estar con él ¿no? De hecho, yo no quise saber nada más de él cuando le ví besándola.
- ¡Ella no te traicionaría así!. ¿Por qué lo haría?
- Porque a ella le gustaba Arion, yo lo notaba.
- ¡Ella no tuvo la culpa, fue él quien te traicionó y partió tu corazón!
- Nunca has estado segura de eso, Lori, no le dejaste explicarse.
- ¡Cállate Loriana. Yo les ví, y sé lo que estaba ante mis ojos, la imagen de mi esposo besando a mi mejor amiga!
"¿Lori y Loriana, son las dos voces que escucho? Entonces es lo que yo creía, son dos voces distintas para una misma persona. Ella está hablando consigo misma, con las dos personalidades que tiene, la buena y la mala. Merlín…voy a tener que enfrentarme a una diosa con doble personalidad.
Está claro que está más loca que una cabra, sólo los enfermos mentales tienen doble o incluso tripe o cuádruple personalidad, es lo que se conoce por personalidad múltiple. Por todos los magos y brujas ¡yo no soy psicóloga ni psiquiatra!. ¿Cómo mierda voy a enfrentarme con éxito a algo así?. ¡Yo no soy psicóloga!"
- Los ojos pueden engañar, Lori, y dar una visión equivocada de la realidad, de lo que se está viendo. A veces creemos ver u observar, cosas que en realidad no ocurren como las percibimos, sabes que eso es cierto.
- ¡Mis ojos no me engañaron, él la besó!
- ¿Lo hizo. Cómo puedes asegurarlo?
- ¡Tenían los labios unidos!
- ¿Y? Eso no implica un beso. Iria pudo besarle, pero si él no movió la boca para devolver el beso, no puede considerarse que él la besara. Tú sabes que tengo razón.
- ¡Cállate estúpida! Sólo intentas disculpar a tu querido esposo, pero él nos engañó¡tú sabes que lo hizo, aunque no quieras reconocerlo!
- No, Lori. Arion nos amaba de verdad. Ambas lo sabemos, lo hemos sabido siempre, y sabemos también que él no sería capaz de engañarnos. La única que se engañó así misma fuiste tú.
- ¡Vete Loriana, regresa a la sombra, no te soporto!
- No puedes destruirme, Lori, te guste o no, sigo siendo una parte de ti. Sabes que las dos formamos un todo.
"Las dos forman un todo, igual que yo y mi sombra, mi lado oscuro. Entonces está claro, es lo que yo pensaba. Estoy escuchando la conversación de las dos personalidades de Loriana, porque al fin y al cabo, Lori sigue siendo Loriana aunque sea la parte mala, pero es una parte que pertenece a una sola persona. Una mujer que está muy enferma mentalmente, pero creo que no sólo de mente, sino también del alma."
- ¡Tú no tendrías que existir, Loriana!
- ¿Por qué?
- ¡Porque eres débil!
- No, tú lo eres más que yo.
- ¡Mientes!
- No, sabes que soy sincera. Yo siempre fui así, la que apareció después, fuiste tú, y todo empeoró desde entonces.
- ¿De qué te quejas?. ¡Fuiste tú quien me creaste!
- No es verdad.
- ¡Sí que lo hiciste! Provocaste mi aparición cuando te enfadaste con Arion al verle con Iria.
- Es cierto que me enfadé, pero yo nunca pedí que te convirtieras en alguien tan frío, cruel y sin remordimientos tal y como eres ahora. Quiero que te vayas, Lori. Eres tú la que debe regresar a la sombra, no yo.
- Entonces hazme marchar.
- No puedo, para eso tendría que destruirte.
- ¡Pues hazlo si tanto me odias!
- Yo no te odio, Lori, sólo siento lástima por ti, mucha lástima.
- ¡Tú sí que das lástima, eres patética!
- ¿Por qué?
- ¡Porque no eres capaz de plantarme cara y hacer que me vaya. Nunca has podido!
- Sí que puedo.
- ¿Entonces por qué no lo haces?
- Porque alguien mejor que yo lo hará por mí.
- ¿Quién, la Elegida?
- Sí.
- ¡Nunca podrá conmigo, soy inmortal, ella no!
- Créeme Lori, ella vencerá y tú lo lamentarás por el resto de la eternidad.
- No, ella será quien lamentará su propia muerte, porque mañana, la destruiré¡y nada ni nadie podrá evitarlo!
- Alguien lo hará.
- ¡Nadie podrá porque tengo la llave!
- No te servirá y lo sabes, sabes que no activará el portal si eres tú quien la usa.
- Yo no la usaré. Él lo hará por mí.
- ¿Él?
- El portador de la llave.
"¿Qué, Lori sabe quién tiene la llave? Oh Merlín, esto es terrible. Me lleva una gran ventaja."
- ¡ LORI!
- Parece ser que Rak te llama y por el tono de voz, muy contento no está. Será mejor que te apresura porque si viene a buscarte, será peor para ti.
- ¡Para las dos, tú también eres parte de mí, Loriana!
- Yo nunca estoy presente cuando estás con él y tú lo sabes.
- Maldita…
- ¡LORIIII!
- Adiós Lori, que te vaya bien.
Soltando un gruñido de fastidio, la diosa se levantó y abandonó la habitación, momento que aprovechó la prefecta para salir de su escondite.
Hermione se sacudió el polvo y oteó la estancia.
" Es realmente inmensa… más que un dormitorio, parece un gigantesco salón."
- Elegida…
Ella miró por todas partes pero no vio a nadie, pero ella podría jurar que la voz que la llamaba era la misma que la había guiado antes por el pasillo y también la que había discutido con Lori.
- ¿Loriana?
- Así me llamo.
- ¿Dónde estás?
- En todas partes.
- ¿Eres un espíritu?
- Lo soy.
- Déjame verte.
- No. Hace miles de años que no aparezco ante nadie y no quiero que me vean ni tampoco verme yo. Prefiero seguir siendo invisible incluso para mí misma.
- ¿Por qué?
- Porque es demasiado doloroso verme o que me veas. Ver lo que antes fui y soy ahora.
- ¿Ahora? Si formas parte de Lori, serás como ella ¿no?
- Sí, al menos en aspecto físico, pero aún conservo el recuerdo de cómo era yo antes de corromperme.
- Pero Lori es muy hermosa.
- Sólo en apariencia, por dentro es un monstruo.
- ¿Por qué no le plantas cara?
- Porque no puedo, me faltan agallas. Además, si la destruyese, perdería una parte de mí.
- Sí…sé a lo que te refieres, yo también he pasado por eso.
- ¿Y cómo conseguiste dominar tu parte oscura?
- Aceptándola.
- ¿Qué quieres decir?
- Todas las personas, tenemos un lado oscuro, Loriana. Al igual que tenemos un lado puro. La cuestión es…que debemos aceptar los dos lados y vivir con ellos, porque si perdemos uno, seremos alguien incompleto.
- Yo también pienso eso.
- Si no estás de acuerdo con lo que hace Lori¿por qué no haces algo al respecto?
- Porque no puedo, no puedo vencer a alguien que ya fue vencida hace miles de años. Tanto Lori como yo, somos meros recuerdos de lo que fue la Loriana humana. Cuando ella murió, nuestra alma se dividió, y mientras Lori fue ganando fuerza, poder y tamaño, yo fui debilitándome y empequeñeciendo.
- Entonces¿tú eres la energía blanca y pequeña que ví antes?
- Sí, y Lori la negra y gigante.
- Todo esto es muy confuso. No comprendo cómo puede haber energías distintas fuera de una misma persona. Energías que hablan y piensan como si cada una de ellas fuesen una persona independiente. Es demasiado abstracto para buscarle una explicación lógica.
- No todo lo que ocurre en el mundo mágico, tiene que tener una explicación lógica, Elegida.
Sólo has de saber, que cuando Loriana murió, furiosa por haber presenciado el supuesto engaño de su esposo hacia ella, su alma se dividió en dos partes, una buena y otra mala. Y como la mala fue la más poderosa en el momento de la muerte del cuerpo de Loriana, esa fue la que quedó como parte dominante. Pero yo creo que si consigues unir las dos partes, Loriana volverá a ser la que era.
- Pero si tú y ella sois parte de un todo¿por qué no te unes a ella en vez de pedirme a mí que lo haga?
- Porque ella no me lo permite, Elegida. Créeme, lo he intentado durante miles de años, pero nunca lo consigo.
- Pues no deberías rendirte. La esperanza es lo último que se pierde.
- Eso mismo decía mi marido…
- Aún le quieres ¿verdad?
- Siempre amaré a Arion. Es mi otra mitad, mi alma gemela. Daría todo por volver con él.
- ¿Y por qué no lo haces?
- Porque sin Lori, no podría existir.
- Pero tú existes aunque no estés con ella. Ahora estás conmigo y ella no está presente.
- Sí que está, sólo que en otra parte fuera de esta habitación.
- ¿Con Rak?
- En efecto.
- A mí me dio la impresión de que ella le odiaba.
- Lo hace.
- ¿Entonces por qué le obedece?
- Porque fue él quien le dio el rango de diosa y todo el poder que ella tiene como tal, y a ella no le interesa disgustar a Rak y que él le quite los privilegios que le otorgó. Además, en cierto sentido él la respeta y si ella perdiese sus poderes por causa de él, Rak le perdería el poco respeto que le tiene.
- Y ese respeto…¿en qué la beneficia si está claro que ella debe hacer cosas por él con las que no está de acuerdo?
- Porque esas cosas la ayudan a sobrevivir. Ten en cuenta que Lori ha conseguido cosas que ni el propio Rak ha logrado nunca. Como por ejemplo, la obediencia fiel de Lein.
- ¿La serpiente del inframundo?
- Sí, es totalmente fiel y obediente a Lori, la considera su ama.
- Pero…¿no debería ser Rak su único amo, si es él el dios que gobierna el inframundo?
- Debería ser así, pero no lo es. Lein sólo estima y respeta a Lori.
- ¿Por qué?
- Porque ella ha sido la única en dar cariño y amabilidad al enorme animal. Ni si quiera Rak la ha tratado con bien ni una sola vez desde que existe el inframundo. Antes de Lori, Lein no tenía amigos ni tampoco conocía el cariño que un amigo puede ofrecer.
"Igual que cuando Harry y yo nos hicimos amigos. Recuerdo que él lo dijo, dijo que antes de mí, todo era oscuridad para él, que todo era malo en su vida. También me dijo que yo le enseñé qué era el cariño y cómo demostrarlo. Puedo entender por qué Harry me es tan leal, igual que yo lo soy con él."
- Y claro, Lein está agradecida y por eso haría cualquier cosa por Lori.
- Efectivamente, Elegida. Por agradecimiento y lealtad a ella, porque la considera su única y mejor amiga. Lein la quiere.
- Y por alguien a quien se quiere y estima, se hace cualquier cosa, incluso plantar cara a tu amo y dueño ¿verdad?
- Sí. ¡Oh, no!
- ¿Qué ocurre, Loriana?
- Lori viene hacia aquí, debes irte.
- ¿La oyes?
- No, la siento.
- ¿Hacia dónde puedo ir?
- Al exterior. Sal por la puerta y echa a correr, pase lo que pase no mires atrás ni retrocedas.
- De acuerdo.
- ¡Vete ya, rápido!
- Gracias por todo, Loriana.
- De nada, Elegida. Y Elegida…
- ¿Sí?
- Cuando salgas, verás que el pasillo ha cambiado, siempre cambia. Tendrás tres caminos a elegir: uno oscuro, otro en penumbra y otro luminoso.
- ¿Cuál debo seguir?
- El oscuro. Sé que será el más aterrador, pero es el único seguro y fiable.
- De acuerdo.
- ¡Rápido, sal ya!
Hermione abrió la puerta y echó a correr tan rápido como le permitían sus piernas. Efectivamente, tres caminos se abrían paso ante ella. Siguiendo el consejo de Loriana, ella escogió el oscuro.
Aquél pasillo era inmenso y parecía interminable pero ella era valiente y afrontaría todo lo que se le pusiera por delante.
"Una Elegida no le teme a nada."
Llevaba la mitad recorrida cuando vio una enorme silueta de algo gigantesco y que se arrastraba por el suelo. La primera imagen que vino a su mente fue el recuerdo del basilisco que ella vio reflejado en un cristal para luego quedarse petrificada.
"Que no me vea."
Ella vislumbró una pared llena de grandes rocas y sin dudar, se escondió tras una de ellas.
Un enorme precipicio se hallaba bajo sus pies. Era negro como la noche y parecía no tener fin. Ella se agarró con fuerza a la pared de la roca.
Entonces fue cuando la vio, una enorme y gigantesca serpiente, de un tamaño considerable, se arrastraba al fondo de aquél precipicio.
Hermione tragó saliva ante la visión del animal.
"Lein."
Uno de sus pies tocó gravilla y ésta se desprendió, cayendo al fondo. Lein levantó la cabeza y miró hacia arriba.
"Por favor, que no me vea, es todo lo que pido."
Las fosas nasales de la gigantesca serpiente comenzaron a husmear el aire y con horror, Hermione vio que la serpiente comenzaba a estirarse.
Ella miró alrededor, pensando otra posible vía de escape pero todo lo que la rodeaba eran rocas, vacío y oscuridad absoluta.
"Si no puedo ver por dónde iré¿cómo voy a moverme?. Podría usar el lumos pero eso probablemente alertaría a la serpiente. Lo mejor será que me quede quieta y esperar a ver si se va."
Pero la enorme serpiente no se marchó, sino que siguió estirándose hacia arriba, acercándose cada vez más a la prefecta.
"Oh Merlín...¿por qué no sabré yo pársel? Si Harry estuviese aquí, podría ayudarme cuando ella estuviese delante mía."
La cabeza de Lein se hizo visible y sus enormes ojos amarillos otearon el alrededor. Hermione contuvo la respiración.
"Por favor, no me descubras."
Continuará.
Nota de la Autora:
Sí, sí, ya lo sé, os he dejado con la intriga, pero prometo que en cuanto vuelva a Sevilla (el próximo finde no lo haré, tengo cosas que hacer en Almería) os pondré la segunda y última parte de este cap.
Aviso que como he tenido que fraccionarlo (es que ocurren muchas cosas en este cap y si lo pongo del tirón luego os quejáis de que os cansáis de tanto leer y ya que quedan pocos caps para terminar, paso de que os resulten pesados los que aún quedan por subir) se va a alterar el número de caps finales del fic. O sea, que en vez de cuarenta a lo mejor se queda en 42 o así.
Un beso a todos y todas, paso a los Reviews. RAkAoMi. ;-)
