Nota de la autora: Jueves, 29 de diciembre de 2005.
¡Buenasss!. ¿Qué, preparados ya para saludar al nuevo año? Yo esta nochevieja no saldré, y como he estado trabajando en Almería (seguiré allí hasta que me comuniquen lo contrario), pienso aprovechar la cena para seguir disfrutando de mi gente y mi familia, que la verdad, se les echa mucho de menos. Me paso a la música antes de la simbología. Os aviso de que pienso subir otro cap más además de este, antes de volver a Almería que volveré el 8 de Enero (a no ser que algo me impida no subir el cap)Un beso. RAkAoMi.
Música recomendada y un pequeño comentario de los caps que quedan para que el fic termine:
TOMAD NOTA DE LAS SIGUIENTES MELODÍAS QUE OS VOY A RECOMENDAR:
- Cap 37 (aunque en la página aparecerá como el 38): todas las que tengáis de Buffy que no sean románticas, Chosen, Aftermath, Massacre, Resurrection (When she was bad) y otras por el estilo¡EN CUANTO DÉ COMIENZO LA BATALLA TENEÍS QUE ESCUCHAR MÚSICA TÉTRICA O INCLUSO DE MISTERIO O TERROR! Las románticas no pegan, lo siento, y Buffy tiene cada música tétrica, misteriosa o emocionante, que hacen que se te pongan los pelos de punta. ¡CHRISTOPHER BECK ES UN MALDITO GENIO!
- Cap 38: Además de las mencionadas de Buffy en el cap 37, escuchad también la banda sonora de El último samurai, compositor: Hans Zimmer. De esta banda sonora, os recomiendo para este cap: melodía número 8: Ronin. Melodía número 2: Spectres in the Fog (fantasmas en la niebla) y cualquier otra ¡menos la 11! De esta genial banda sonora que consideréis oportuna poner a la hora de leer las escenas de la batalla final.
- Cap 39, 40 y 41: cualquiera que sean de batallas, tristes y también románticas. Pues serán en estos capítulos donde ocurran las escenas claves de la batalla final y donde terminará el fic antes de que suba el epílogo. Sobre todo en el cap 41, escuchad, llegado el momento (ya sabréis cuál es cuando lo leáis) una melodía de El último Samurai que es la número 9: Red Warrior (el guerrero rojo. Es en esta melodía donde se escuchan los gritos de guerra de los que os hablé en el cap anterior) , otra que no recuerdo el número de la melodía pero el título sí, es: The way of the sword (el camino de la espada), y melodía número 5: To know my enemy (conocer a mi enemigo) también otra de Christopher Beck titulada: Sacrifice (The Gift) y también Slayer's Elegy e incluso Every Girl a Slayer todas pertenecientes a la banda sonora de Buffy the Vampire Slayer, porque habrá varias escenas claves a las que esas melodías de Buffy vendrán que ni pintadas.
- Cap 42, EPÍLOGO: Para este cap, siendo el último y definitivo del fic, os recomiendo encarecidamente dos melodías, la primera pertenece a la banda sonora de El último samurai (tiene 11 melodías en total, todas del genial Hans Zimmer), escuchad la melodía número 11, titulada, a small measure of peace (un poco de paz), bueno esta melodía dura como unos 7 minutos y medio y además de bellísima y súper emotiva, os va a venir genial para el epílogo ¡no la uséis antes del epílogo! Porque de verdad que todo lo que ocurre en el epílogo va acorde con cada nota de la melodía, si veis que os sobra tiempo antes de que acabe el cap (cosa probable) y que se os acaba la melodía, poned de la misma banda sonora, una que se llama "A Hard Teacher" (un profesor duro) y si aún así os sobra tiempo antes de acabar el cap, poned "Close Your Eyes" de Buffy The Vampire Slayer.
¡BUENO, CREO QUE ESO ES TODO. YA TENÉIS TODAS LAS MELODÍAS QUE OS RECOMIENDO PARA LEER LOS FUTUROS CAPS QUE AÚN QUEDAN POR SUBIR! Por supuesto, son sólo sugerencias, vosotros tenéis la última palabra sobre si queréis o no, hacerme caso. Pero de verdad os digo que la número 11 de El último samurai es ideal para el epílogo. ¡YO LO ESCRIBÍ ENTERO ESCUCHÁNDOLA, Y DE VERDAD QUE POR POCO LLORO, ES QUE ESA MÚSICA ES TAN TAN BONITAAAA!
Simbología:
- Guión y letra normal: diálogo de los personajes, ya sea en voz hablada o telepática.
- Cursiva y comillas: pensamientos internos.
- Negrita: intervención de algún personaje ajeno a los habituales pero que esté charlando con alguno de ellos o con varios a la vez. Por ej, Hermione y McGonagall tendrían letra normal y si de repente aparece Arion, él tendría la negrita. ¿Comprendido? Es sólo una forma de no estar todo el rato "dijo Arion, dijo Pepito, dijo Manolito". O sea que la negrita, marca la diferencia. ;-)
Como no puedo meteros asteriscos ni cosas de esas porque la página no me los publica (desconozco el motivo), puede que en los próximos caps, en vez de poneros ………. Para indicaros el cambio de escena, además de los puntos os encontraréis con guiones así -- eso querrá decir que estamos en la misma escena pero que debéis meter la música recomendada para cada cap porque paso de abrir un paréntesis y poneros una nota en plan "poned aquí Chosen" y cortaros así el rollo. Así que cuando veáis los guiones, sabed que toca la música.
Ejemplo: -Oh dios mío…¡es Lori!
- Hola…Elegida, volvemos a vernos. ¿Preparada para morir? --
¿acabáis de ver los guiones? Entonces meted música de Buffy, por ejemplo, Massacre. ¿Comprendido ya cómo va esto? Eso espero.
Cap. 37. "Comienza la batalla."
Habían pasado dos horas desde que Harry y Hermione habían hecho el amor por última vez aquél día. Eran las diez de la noche y aunque ella estaba agustísimo en los brazos de él, se estaba muriendo de hambre y así se lo quiso indicar su cuerpo cuando su estómago sonó, haciendo que ella enrojeciera un poco por la vergüenza y provocando que Harry se riera abiertamente.
- No tienes remedio ¿sabes? Y eso que me dijiste que ya no tenías hambre.
- Bueno…¿y qué quieres que haga? Yo soy así…o mejor dicho, mi cuerpo es así…
- No, si yo no me quejo. Además, tu cuerpo será como tú quieras, pero a mí me encanta.
Él los hizo rodar, quedando ella debajo.
- Ummm…- pronunció Harry mirando con atención los hombros de Hermione.
- ¿Tengo algo ahí o qué?
- Oh sí…unos hombros la mar de apetecibles, creo que voy a probarlos un ratito.
Él comenzó a darle pequeños bocaditos que no hacían nada de daño pero sí cosquillas, Hermione se partió de risa y cuanto más reía, más mordisquitos le daba él.
- Será el gel, Hermione, pero de verdad que dan ganas de comerte- comentó mientras tras cada mordida, disfrutaba del aroma a moras que emanaba de la piel de ella.
- Sí…- suspiró la susodicha- mi madre tiene buen gusto en los regalos que me hace ¿verdad?
- Oh sí…ya lo creo…- pronunció él antes de volver a bajar la cabeza y continuar con lo que hacía.
Estaba a punto de dejar sus hombros y empezar con su cuello cuando llamaron a la puerta.
- Mierda…- fue todo lo que él dijo, apartándose de ella rápidamente y comenzando a vestirse sin ocultar su fastidio.
- ¿Quién es?- preguntó ella mientras se vestía a velocidad, salía de la cama y se acercaba a la puerta a la vez que Harry hacía la cama deprisa y luego se sentaba en la silla del escritorio de Hermione, aparentando mantener las distancias.
- Soy yo, Minerva, tengo que hablar contigo.
- Sí, enseguida voy, dame 5 minutos y estaré en tu despacho.
- ¿Quieres que prepare té?
- Sí por favor, a ser posible que sea verde, es el que más me gusta.
- A mí también. Te espero allí.
- De acuerdo.
Hermione cerró lo poco de puerta que había abierto y volvió a reunirse con Harry.
- Lo siento, pero tengo que irme.
- ¿Volverás luego?
- Sí, aún es de noche. Tengo que dormir algo antes de mañana ¿no crees?
- Claro. Oye…¿quieres dormir sola esta noche. Es decir…prefieres que me quede en el dormitorio de los chicos?
- ¿Te has dado un golpe en la cabeza o qué?
- No…es sólo que pensé…que a lo mejor preferías estar sola para repasar tus datos y esas cosas.
- Ya te dije antes, que eso tenía pensado hacerlo mañana. Por lo que a mí respecta, Harry, lo que menos me apetece esta noche, es dormir sola.
- ¿Prefieres que me quede contigo?
- Definitivamente te has golpeado y no me lo has dicho.
- No es eso, Hermione, es sólo…que mientras hablabas con McGonagall estuve pensando en lo de mañana y llegué a la conclusión de que a lo mejor sería bueno dejarte sola para que reflexionaras y esas cosas. Además¿desde cuándo os tuteáis?
- Desde esta tarde, justo cuando terminé de almorzar contigo y Ron, y no, no quiero reflexionar sola ni tampoco dormir sola. Mañana por la noche comenzará el horror para mí y para el mundo, ninguno de los presentes a la batalla vamos a dormir, así que…no, no quiero que la última noche en que podré dormir, sea en soledad. Si no es mucho pedir y no es molestia tampoco, prefiero que durmamos juntos.
- ¿Molestia o abuso para mí el que tú quieras que durmamos juntos? Venga ya, Hermione, eso es un disparate.
- Yo también te quiero, y ahora debo irme.
- ¿Cuándo volverás?
- No lo sé, pero espero no tardar mucho, sobre todo porque me muero de hambre.
- Vaya, muchas gracias, te preocupa más la comida ¿qué yo?- preguntó él fingiéndose el ofendido.
- ¡POR SUPUESTO QUE NO, TONTORRÓN!- dijo ella de forma alegre y cariñosa mientras le echaba los brazos al cuello- Sabes muy bien que no hay nada ni nadie que me preocupe o importe, más que tú.- y tras decir eso, le besó. Harry suspiró encantado.
- Volveré en cuanto pueda, te lo prometo.
- Aquí estaré.
Tras darle otro beso, ella abandonó la habitación.
- Hermione...¿has traído tus cosas?
- No, pero puedo usar el Accio para hacerlo. ¿Sirve aunque sea para cosas bajo llave?
- Sí, incluso con eso, porque la magia todo lo puede, hasta sacar cosas bajo llave, sobre todo si no son llaves mágicas.
- Comprendo. ¡ACCIO DATOS DE LA MISIÓN!
En poco menos de un minuto, todos los pergaminos que Hermione había acumulado, estaban ante sus manos.
- ¿Y bien, por dónde empezamos Minerva?
- Por la primera profecía.
- Vale, es ésta. ¿Te la leo?
- Sí por favor.
- El futuro está en peligro. La era del Caos se aproxima. Cuando el Día y la Noche se junten y la sangre sea vertida, el Portal se abrirá y las dimensiones se fundirán. Si la llave activa el Portal, sólo el Regalo ofrecido, podrá detener el proceso.
- Bien, recuerdo esa profecía, fue la primera y tú fuiste quien la predijo.
- Sí, por lo visto fue delante de Harry y Ron, pero yo no lo recuerdo.
- Nadie es consciente de lo que dice o hace cuando tiene premoniciones, Hermione.
- ¿De quién será la sangre vertida?
- De alguien cercano a ti y que esté directamente relacionado con la misión. Podría ser sangre mía, de Winky, Ron o incluso Harry.
- Pero Harry no está implicado en la misión, él no puede luchar, no es un descendiente directo de la Elegida como sí lo fue su madre.
- Pero está enamorado de la última Elegida que eres tú.
- Bueno, eso sí es verdad. Entonces ¿tendré que protegeros a todos para evitar que Lori os desangre?
- En teoría debería ser así, pero no creo que sea posible. Ten en cuenta, que sólo tú y yo podemos luchar contra ella, los demás no podrán y tanto yo como Dumbledore, usaremos la magia para crear un escudo protector que evitará que los presentes tengan la tentación de unirse a nosotras en la lucha.
- ¿Les vais a encerrar o algo así?
- Algo así.
- Así que como ves, si estamos luchando contra Lori, tú no podrás evitar que ella les haga daño si eso es lo que quiere, no puedes estar en dos sitios a la vez, ni si quiera yo puedo hacer eso.
- Pero yo sí puedo, Ginny me ha regalado la poción de la personalidad múltiple, y pienso usarla si lo considero necesario.
- Gracias a la señorita Weasley... ¡ DIEZ PUNTOS PARA GRYFFINDOR!
- ¡Guay, eso significa que vamos por delante de Slythering, seguro que este año nos llevamos la copa de la casa otra vez! Bueno, considerando con que ganemos y siga habiendo un mundo en el que exista Hogwarts y sus tradiciones.
- Lo habrá, tengo mucha fe en ello.
- Entonces…Lori debe verter la sangre de alguien cercano a mí para poder abrir el portal, que no activarlo, porque sólo la llave lo activa ¿Correcto?
- Correcto. ¿Alguna duda más o pasamos a otra profecía?
- Pasemos a otra.
- Léemela.
- Creo que es…ah sí, aquí está, es la que Winky emitió para que yo pudiese invocar a Lak.
- Esa ya se cumplió, no nos hace falta, pasemos a la siguiente.
- A ver…sí, la tengo justo aquí. Ésta también la dijo Winky. Dice… El momento se acerca. El Caos se aproxima…Pronto ya no quedará nada que se pueda salvar. Lori vencerá y el mundo se destruirá. La muerte vendrá y a todos llevará. Y la sala de actos puros…vacía quedará. Si la sala se vacía… si la esperanza se pierde…todo se destruirá. Y sólo un acto puro…ofrecido de corazón… Devolverá el mundo a la normalidad.
- Bueno, creo que no necesitamos volver a analizar nada de ahí, sabemos de qué trata esa profecía.
En ella se nos hablaba de la proximidad a la Alineación de estrellas y como recordarás, nos avisaba de que teníamos sólo tres días para descubrir a Lori e intentar detenerla antes de que ella encontrase la llave o abriese el portal. La llave ya la tiene, conoce la identidad de quien la posee. Sabemos también que en esa profecía se nos avisa del acto puro necesario para salvar el mundo si la sala se vacía, pero…¿recuerdas cómo podía vaciarse la sala?
- Sí, si todas las almas puras que albergaba, se agotasen y creo recordar también que la esperanza tenía mucho que ver con eso.
- Así es, para que la sala siga llena, no sólo debe contener almas puras sino también esperanza, sin cualquiera de esas cosas, la sala se quedará sin nada, el equilibrio se romperá y la destrucción total nos inundará en un abrir y cerrar de ojos.
- Esperemos que eso no ocurra, Minerva.
- Mientras quede esperanza en el mundo, no tiene por qué ocurrir. Aunque lo más importante es que no perdamos la esperanza aquellos que estamos destinados a la batalla¿comprendes?
- Perfectamente. Pero también me he fijado en una cosa que no hemos comentado. Dice que la muerte vendrá y a todos llevará. Entonces, si la muerte destruye a toda la humanidad, la sala quedará vacía, claro, ya no habrá almas puras que desciendan a la tierra ¿verdad?
- Sí.
- Por lo tanto, esta profecía no sólo nos avisaba de la alineación sino también de lo que ocurriría si la muerte acabase con todos los seres humanos y también recuerdo que a la muerte, sólo se la puede complacer con vida, por consiguiente, si ella empieza a matar gente, entonces alguien puro debería hacer un sacrificio para que la muerte se llevase su alma, eso la complacería y por otra parte, como ese sacrificio sería puro, la sala volvería a llenarse o al menos detener su proceso de vacío ¿acierto?
- De pleno.
- Madre mía la que nos espera…
- Pasa a la siguiente profecía.
- Creo que ya no hay más, la última si mal no recuerdo, es la que me transmitió James la noche de la alineación. Es una profecía que es como varias juntas pero también con cosas nuevas.
El futuro está en peligro. La era del Caos se aproxima. Cuando el día y la noche se junten y la sangre sea vertida, el Portal se abrirá y las dimensiones se fundirán. Si la llave activa el Portal, sólo el Regalo ofrecido, podrá detener el proceso. Pero si por alguna razón desconocida, el Regalo no cumple su función, sólo en la Elegida, estará la salvación. Pero es importante que ella no dude, que no vacile en su decisión, porque si lo hace, nos llenará de terror.
Si todo fracasa y la esperanza se pierde, ya no habrá solución, pues sólo con fe y voluntad, se acabará el temor.
Si la Elegida es fuerte y lucha sin dudar, vencerá a la oscuridad. Pero si ella duda o no se ve capaz, entonces perderá y todos lo pagarán. De la Elegida depende, de ella y su decisión, el acabar con el miedo y traer la salvación. Pero sólo si lo desea, sólo si no duda, encontrará la cura que devolverá, el mundo a la normalidad. Y cuando ya no sufra, cuando no sienta dolor, habrá terminado su temor.
La tierra en silencio estará y todo el mundo enmudecerá, el dolor desaparecerá y la voz no se escuchará. Todo en calma estará, pero eso, bueno no será. Porque el silencio reinará y el grito más fuerte pronunciará, aunque no se oirá. Y sólo una emoción, salida del interior, traerá a la Elegida, su salvación.
- Bien, analicémosla de nuevo ¿de acuerdo Hermione?
- Por supuesto. Yo pensaba repasarlas todas mañana pero ya que estamos puestas, acabemos con esto cuando antes.
- ¿Tienes prisa?
- Un poco. No he cenado, me muero de hambre y para rematar, Harry me está esperando.
- Como siempre.
- Sí desde que estamos juntos.
- No, qué va, él siempre te esperaba despierto, incluso antes de que fueseis pareja.
- ¿De veras? Pues nunca me fijé.
- Es que había veces que te quedabas hasta tarde estudiando y llegaba un momento en que él se acostaba, cansado de esperarte, pero créeme cuando te digo que él siempre te esperaba, a él le encanta estar contigo antes de dormirse.
- Nunca lo pensé.
- Oh querida…hay muchas cosas que no se te han ocurrido pensar o suponer acerca de Harry y que él sí hace o piensa y todas ellas tienen relación contigo.
- Ya las descubriré. Ahora, prefiero seguir donde lo dejamos antes.
- Oh sí, perdona, me distraje.
- No importa, me ha venido bien que cambiásemos de tema, estoy algo saturada de datos y de estrés.
- Lo supongo.
- Nos habíamos quedado en que…teníamos que empezar a repasar la última profecía.
- Sí.
- Vale, eh…las primeras frases forman parte de la primera profecía que yo emití, la de la sangre vertida, así que paso a otro renglón. Ahora viene…ah sí, lo del regalo ofrecido, que si no funciona entonces la salvación recaerá en la decisión que yo tome pero es algo que tengo que tener muy claro, estar muy segura de eso porque si no, producirá el efecto contrario, es decir, en vez de salvar al mundo lo destruirá.
- Eso es, continúa.
- Si todo fracasa y la esperanza se pierde, ya no habrá solución, pues sólo con fe y voluntad, se acabará el temor.
No tengo dudas respecto a eso, Minerva. La siguiente parte dice…
Si la Elegida es fuerte y lucha sin dudar, vencerá a la oscuridad. Pero si ella duda o no se ve capaz, entonces perderá y todos lo pagarán. De la Elegida depende, de ella y su decisión, el acabar con el miedo y traer la salvación. Pero sólo si lo desea, sólo si no duda, encontrará la cura que devolverá, el mundo a la normalidad. Y cuando ya no sufra, cuando no sienta dolor, habrá terminado su temor.
- Vale, hasta ahí todo comprensible para mí, pero entonces dice aquello de y cuando ya no sufra, cuando no sienta dolor, habrá terminado su temor. Al principio pensé, días atrás, la primera vez que analicé esto, que se refería con lo de habrá terminado su temor a que yo me quedaría tranquila, sin miedo, pero luego descubrí que eso tenía relación con la última parte con la de…
La tierra en silencio estará y todo el mundo enmudecerá, el dolor desaparecerá y la voz no se escuchará. Todo en calma estará, pero eso, bueno no será. Porque el silencio reinará y el grito más fuerte pronunciará, aunque no se oirá. Y sólo una emoción, salida del interior, traerá a la Elegida, su salvación.
Lo que quiere decir que en apariencia yo habré hecho algo que dejará al mundo en un momento de paz transitoria pero yo no estaré bien, me quedaré muda.
- Sí. ¿Recuerdas lo que te conté sobre que el silencio era el grito más fuerte?
- Sí, todo.
- ¿Y recuerdas también lo que te dije al respecto?
- Sí, que alguien debería hacer algo para devolverme a la normalidad y que ese algo se haría gritando con el corazón ¿verdad?
- No recuerdo si gritando con el corazón fue lo que te dije pero sí puedo asegurarte que eso es la clave.
- Entonces quien grite, debe de quererme mucho, debe ser alguien al que yo le importe.
- Alguien como yo, Winky, Ron, Harry, Arion…cualquiera de nosotros, sí.
- Pero Harry no puede ser porque él no está directamente relacionado conmigo y si interviene en eso, aunque no esté luchando contra Lori sí estará participando en la batalla, por lo tanto¿no podría romper el equilibrio?
- No, porque una cosa es que el equilibrio se rompa si alguien lucha contra la diosa cuando no está destinado a ello y otra muy distinta que se rompa por medio de una mala intervención, que es lo que ocurrirá si esa emoción salida del interior no es lo suficientemente potente o no pertenece a la persona correcta.
- O sea, imaginemos que tú sacas esa emoción pura, pero por lo que sea, no funciona. ¿El equilibrio se romperá?
- Más o menos, pero no el del mundo, sino el tuyo.
- ¿Cómo has dicho?
- He dicho que ya que tú eres la Elegida, ya que en ti recae el destino del mundo, eres tú la que en ese momento estarás en apariencia bien pero por dentro fatal. Por lo tanto, eres tú la que debe ser salvada, a quien debemos devolver ese equilibrio casi perdido y si la emoción sacada no es lo suficientemente pura o verdadera, tu equilibrio interno terminará de romperse y con ello, el del mundo, pues sólo de ti depende la salvación y si tú no puedes ser salvada llegado el momento, el mundo tampoco podrá salvarse. ¿Comprendido, Hermione?
- Es un poco lioso pero sí, creo que he captado la idea.
- Creo no, o lo haces o no. Pero no me digas creo porque como tengas dudas estamos listas.
- Vale, déjame pensar un momento en todo lo dicho y te diré si me siguen quedando dudas o no.
- De acuerdo.
La castaña se quedó callada durante unos minutos y entonces…
- Sí, lo comprendo. Es como dijo Arion una vez, en mí recae el peso del mundo, el destino del mundo. Si yo estoy en peligro el mundo también lo estará. Claro que sí. ¿Cómo va a salvarse el mundo si yo misma no puedo salvarme o que me salven? Sí, lo comprendo. Entonces ¿puedo decirle a Harry que él o cualquier otra persona que me quiera, puede ayudarme a no perder el alma cuando llegue el momento y que esa intervención no tiene nada que ver con Lori?
- Eh…sí, pero no hace falta, porque él ya lo sabe. Se lo dije hace tiempo.
- Oh vaya…él no me ha dicho nada.
- Es normal, porque ni si quiera él sabe cuándo tendrá que intervenir.
- ¿Y tú sí?
- Y tú también. Cuando en apariencia todo esté en silencio y parezca que ha terminado, pero en realidad sólo será un aviso silencioso de que lo peor estará aún por llegar.
- Joder…
- Ya, ya sé que es descorazonador, pero no te preocupes, recuerda que no estás sola, nunca lo has estado. Me tienes a mí, Arion, Lisel, Lak, James, Lily…
- James y Lily...me pregunto dónde estarán…
- Les verás llegado el momento. Sólo tienes que llamarles y aparecerán.
- ¿En la batalla?
- O fuera de ella. Ellos están a tu servicio ¿se te ha olvidado?
- No.
- ¿Qué tal va tu entrenamiento de artes…maritales?
- AJAJJAJAJAJAJAAA, no son maritales Minerva, sino marciales. Maritales se refiere al matrimonio ¡y no me estoy entrenando para casarme sino para luchar cuerpo a cuerpo! Jajajaja..artes maritales…artes…mari..tales…ajajjajajaaaa. ¡Eso ha tenido mucha gracia!
- Me alegra escucharte reír, hacía mucho que no te veía tan animada.
- Es que llevo unos días que…
- Lo sé, no son para estar con risa. Sé lo mal que lo has pasado y estás pasando pero también sé, que todas esas malas experiencias sólo te han servido para adquirir más sabiduría, y hacerte más fuerte. ¿Acierto?
- Sí, así es.
- Entonces no te preocupes, Hermione, todo irá bien, ya lo verás.
- ¿Puedo irme a cenar?
- Por supuesto.
- ¿Necesitas algo más o después de la cena puedo irme a dormir?
- Puedes dormir o hacer lo que quieras Hermione, por lo que a mí respecta, te lo has ganado.
- Gracias Minerva¡eres un sol!- ella le abrazó y la anciana profesora sonrió dulcemente.
- Venga, vete a cenar. Pero antes, déjame curarte esas pequeñas heridas que tienes por todas partes aunque no preguntaré cómo te las has hecho, supongo que fue en otro de tus sueños ¿mmm?
- Así es.
- Bueno ya está, curada completamente.
- Gracias Minerva. ¡Me comeré un buen pedazo de tarta de chocolate en tu honor!
Hermione le guiñó un ojo, Minerva se rió mientras la observaba abandonar su despacho y rogaba interiormente por que todo saliera bien.
"Que Knorck y Arion nos proteja, pero sobre todo a ella, yo ya he vivido mucho y no me importaría morir mañana, pero ella…está tan llena de vida, es tan buena persona…se merece una vida plena y feliz. ¡Oh dioses, escuchad mi plegaria por favor, dadle fuerzas mañana, iluminadla con vuestra sabiduría! Presiento que le va a hacer mucha falta y no sólo por su propio bien sino por el del mundo."
- Has vuelto temprano, creí que tardarías más. ¿Todo bien?- preguntó Harry tras darle un beso de bienvenida.
- Sí.
- Ya lo veo, ni siquiera tienes heridas. ¿Te las curó McGonagall?
- Sí, y no me las viste hasta antes de la fiesta porque llevaba ropa que las ocultaba, menos la del labio, pero era tan pequeña que no me extrañó que no te fijases en ella. Por cierto, hemos terminado con el repaso de las profecías, así que lo que queda de noche y todo el día de mañana, la tendré libre para hacer lo que quiera.
- ¿La tarde también?
- En teoría sí pero pienso aprovecharla entrenando.
- ¿Desde cuándo te gustan las artes marciales?
- Desde siempre, sobre todo después de ver algunas pelis y gracias a la magia, sé muchísimo.
- No me digas que has usado algún hechizo para aprenderlas.
- No, qué va, la he usado para aumentar el nivel de lo que ya sabía
- Nunca dejarás de sorprenderme.
- ¿Eso es malo?
- Para mí no.
- ¿Qué hora es?
- Las diez y media.
- Me muero de hambre...¿me acompañas a las cocinas?
- Faltaría más, usted primero señorita Granger- comentó Harry en tono caballeresco mientras le abría la puerta. Ella le dio un beso y luego introdujo uno de sus brazos por otro de los de él, comenzando a caminar juntos y agarrados.
Una vez allí, Dobby les recibió igual de alegre que siempre. El pequeño elfo les ofreció varios platos lleno de cosas que él sabía le encantaban tanto a Harry como a Hermione. Los dos comieron hasta llenarse y tras darles las gracias, abandonaron la estancia.
- La luna está preciosa esta noche ¿verdad?- comentó ella mientras observaba su precioso brillo a través de los grandes ventanales del castillo.
- Sí, yo diría que está más brillante que nunca.
En ese momento, una nube pasajera cubrió la luna, para luego volver a enseñarla. Hermione se detuvo y miró al cielo conteniendo la respiración, por un momento le pareció ver que la luna se volvía roja.
"Es como si fuese una luna de sangre. Sangre…en la Biblia dicen que cuando la luna se tiña de sangre es porque algo horrible ocurrirá, creo recordar que tenía relación con el Apocalipsis y el fin del mundo. ¿Será un presagio de muerte, de que mañana muchos morirán? Sería algo normal pues en toda batalla hay bajas pero…¿habrá algo más, es eso posible?"
- Hermione…¿estás bien?
- "Tengo una mala sensación en el cuerpo, como si algo terrible estuviese a punto de ocurrir."
- ¿Hermione?
Con la mirada aún en la luna, ella observó con mucho asombro cómo ésta volvía a cambiar de color, ya no era blanca, ni amarilla o roja, ahora era escarlata.
- Oh dios mío…- exclamó ella al ver que la luna lloraba.
Harry miró en dirección a donde ella tenía su vista fija, pero todo lo que vio fue a la blanca y brillante luna en el oscuro cielo.
Él volvió a mirarla y se quedó muerto de asombro por lo que vió. Tenía tal expresión de terror y tristeza en su rostro, que él sintió encogérsele el corazón.
- Hermione…por favor, dime qué pasa.
- La luna está llorando…llora sangre…sangre…- contestó ella como si estuviera en trance- presiento que algo terrible va a ocurrir esta noche. Presiento muerte, y dolor, mucho dolor.
Y entonces, como si saliese de su ensoñación, ella dejó de mirar al cielo y le miró, preguntándole de forma nerviosa…
- Harry...¿qué hora es?
- Las once. ¿Por qué?
- ¿Las once? Un momento, estamos en septiembre ¿no?
- Sí, y mañana es tu cumpleaños y por consiguiente la batalla. ¿Qué es lo que sucede para que estés tan nerviosa, algo va mal?
- Oh sí, ya lo creo que va mal. ¡Va terriblemente mal, he cometido un gran error de cálculo!
- ¿Qué, a qué te refieres?
- ¡A que la batalla no es mañana por la noche, es esta noche!
- ¿CÓMO DICES?
- Dios mío...¡Tengo que prepararme, tengo que avisar a Minerva, Winky y otra gente. Tengo que coger mis cosas, tengo que irme de aquí ya!
- ¡ESPERA, NO CORRAS, ESPÉRAME!
Él la alcanzó justo cuando ella llamaba fuertemente al despacho de McGonagall y la llamaba a voz en grito.
- ¡ABRE LA PUERTA MINERVA, ÁBRELA, ES CUESTIÓN DE VIDA O MUERTE!
- ¿Qué ocurre?- contestó la profesora en atuendo de dormir.
- ¡Ocurre que nos hemos equivocado, no es mañana por la noche, es esta noche!
- ¿QUÉ, ESTÁS SEGURA?
- ¡SÍ, COMPLETAMENTE, EN LA HORA LUNAR, LAS ONCE SON LAS DOCE POR LO TANTO ELLA APARECERÁ ESTA NOCHE, PUES YA ES LA NOCHE DE MI CUMPLEAÑOS, ADEMÁS, LA LUNA SE VOLVIÓ SANGRE Y LUEGO LLORÓ, YO LO VÍ!
- OH NO...¡TENGO QUE AVISAR A DUMBLEDORE INMEDIATAMENTE, HAY QUE PROTEGER AL CASTILLO Y TODOS LOS QUE LO HABITAN!
- ¡ IRÉ POR MIS COSAS, TE VERÉ EN EL ÁRBOL DEL OLVIDO, ES ALLÍ DONDE APARECERÁ LORI!
- ¡DE ACUERDO, TEN CUIDADO HERMIONE!
- ¡NO SE PREOCUPE POR ELLA, SEÑORA, YO LA CUIDARÉ!
Y agarrando a Hermione de un brazo, comenzaron a correr para salir del castillo lo antes posible.
Mientras los dos jóvenes corrían en dirección a los terrenos, Minerva se vestía en un segundo y se apresuraba al despacho de su amigo, el director de Hogwarts. Antes de que ella llamase a la puerta, él ya había abierto.
- ¡ 7 PALABRAS, ALBUS: LORI, BATALLA, ÁRBOL DEL OLVIDO, ESTA NOCHE!
- ¡POR LAS BARBAS DE MERLÍN!
- ¡LO SÉ, TENEMOS QUE CREAR EL ESCUDO PROTECTOR Y TENEMOS QUE HACERLO YA!
- ¿Dónde está la señorita Granger?
- ¡ SE HA IDO AL PUNTO DE APARICIÓN JUNTO CON EL SEÑOR POTTER!
- Entonces no tenemos tiempo que perder. ¡Vamos!
Dumbledore cerró el despacho con un portazo y seguido por su fiel fénix Fawks, salió corriendo detrás de Minerva, que más que correr, parecía volar mientras descendía por las escaleras. Una vez en los terrenos, ellos se miraron con decisión.
- ¿Preparada mi querida amiga?
- Más que nunca, Albus.
- Vamos allá. Recuerda que tenemos que hacerlo a la vez.
- Sí.
- A la de tres. 1, 2, y ¡TRES!. ¡PROTECCION MAXIMUN!- gritaron al unísono.
En un instante, un enorme escudo de forma semicircular, envolvió todo el castillo de Hogwarts, creando una barrera protectora inmune a cualquier ataque externo.
- Ya está, Minerva, nada ni nadie podrá entrar o salir del castillo hasta que alguno de los dos quite la protección o hasta que el peligro haya pasado.
- Tú no puedes luchar con nosotras pero…
- Me quedaré, no me perdería algo así por nada del mundo. Además, puede que os pueda servir de alguna ayuda.
- Sí…tu sabiduría siempre nos ha ayudado a todos.
- Por algo soy el más viejo de aquí.
- Oh Albus, tengo tanto miedo de que perdamos la batalla y que el mundo se destruya por nuestra incompetencia…
Dumbledore apoyó sus manos en los hombros de la anciana profesora y con una voz llena de convicción y seguridad, pronunció…
- No temas nada, todo saldrá bien. Hermione no podría tener mejor apoyo y guía que tú, Minerva. Eres la bruja más inteligente y sabia que jamás he conocido y para mí, ha sido un honor enseñar junto a ti durante todos estos años.
- Gracias, lo mismo digo. Eres el mejor mago que he conocido ¿sabes? Y también el mejor amigo que he tenido. ¿Puedo pedirte un favor?
- Todos los que quieras.
- Si me ocurriese algo durante la batalla y con ello no pudiese ayudar a Hermione¿podrías protegerla tú por mí, podrías guiarla tú?
- Lo haré, tienes mi palabra. Sólo espero que eso no enfurezca a Arion o peor, que rompa el equilibrio.
- No lo hará, tienes la aprobación del dios, yo misma hablé con él y está de acuerdo en que prestes tu ayuda a la causa.
- Tienes mi palabra de honor de que estaré ahí tanto para Hermione como para ti y el resto del mundo.
Ella sonrió dulcemente.
- Gracias.
- De nada. Y ahora…vamos a plantarle cara a esa diosa de tres al cuarto.
Recuperando la respiración, Hermione se detuvo a pocos pasos del árbol.
- Ni se te ocurra tocarlo Harry¿entiendes?
- Sí. ¿Qué pasa si lo toco?
- Que perderás todos los buenos sentimientos que tengas o puede que incluso pierdas tus recuerdos. No sé muy bien hasta donde llega su poder maligno, lo que sí sé es que no debes tocarlo bajo ninguna circunstancia¿comprendes?
- Perfectamente.
- Bien. Y ahora…voy a llamar a alguien.
Hermione sacó la campanita del bolsillo de su túnica y la hizo sonar, en un instante, la pequeña elfina estaba ante ella.
- ¡SEÑORITA HERMIONE GRANGER, SEÑOR HARRY POTTER!. ¿ESTÁN BIEN?
- De momento sí, Winky.- contestó Harry.
Hermione se arrodilló hasta estar a su altura.
- ¿Sabes por qué te he llamado?
- Winky lo sabe, señorita, la batalla está a punto de empezar, ha llegado la hora de luchar contra el mal de Lori.
- Así es. ¿Tienes lo que me guardaste?
- A buen recaudo, señorita Hermione Granger. Winky no lo entregará hasta que la señorita se lo pida.
- Muy bien.
- ¡Mire señorita, por allí vienen el profesor Dumbledore y la profesora McGonagall!
- Sí pero…creo que no están solos, parece ser que alguien más viene con ellos.
- ¡ ES EL SEÑOR RON WEASLEY!- exclamó la pequeña elfina apuntando al lugar donde tres figuras corrían apartando arbustos. Ellos tomaron aire al reunirse con Harry, Hermione y Winky.
- No volveré a comer tanto en mi vida- dijo el pelirrojo agarrándose la barriga- creo que tengo fatiga.
- Ron...¿qué haces aquí?- preguntó Harry.
- ¿Y tú?
- Eso ahora no viene al caso- intervino Minerva- la cosa es que el señor Weasley estaba despierto a deshora, supongo que explorando los terrenos¿no, señor Weasley?
- Yo…
- Ahórratelo Ron, no me importa por qué estás aquí, pero si vas a quedarte, ponte a salvo, y tú también Harry.- Dijo Hermione mirándoles preocupada- No quiero que os pase nada.
- Yo no me iré de aquí sin ti- contestó Harry de forma decidida.
- Haz lo que quieras, pero recuerda que no debes intervenir en la lucha o te cargarás el mundo. ¿Está claro?- volvió a decir Hermione.
- Cristalino.
Un enorme trueno retumbó en el cielo estrellado, pese a estar completamente despejado.
- Es una señal, ella aparecerá de un momento a otro- comentó Minerva.
- ¡HARRY, RON, PONEOS A SALVO YA!- ordenó Hermione.
Ellos se miraron sin saber qué hacer.
- ¡MINERVA, CREEMOS OTRO ESCUDO PARA ELLOS!- dijo Dumbledore.
Dicho y hecho, en menos de un segundos, los dos adolescentes se encontraron dentro de una gran semicircunferencia de energía. Harry intentó tocarla, recibiendo una pequeña descarga, haciendo que retirase la mano rápidamente. Desde el interior, escucharon la voz del director decirles…
- La protección no desaparecerá hasta que el peligro haya pasado. No tratéis de salir, es inútil. Y por favor, pase lo que pase, manteneos al margen, esta no es vuestra misión. ¿De acuerdo?
Ellos asintieron con la cabeza. Entonces fue McGonagall la que habló, pero de forma telepática, sólo siendo audible para Harry.
- Recuerde lo que le dije, señor Potter. Llegado un momento sólo usted podrá salvar a Hermione de la extinción de su alma.
Él se tapó las orejas y contestó a la profesora…
- Pero no sé cuándo será ese momento. ¿Y si intervengo cuando no deba?. ¡No quiero destruir el mundo por culpa de mi error!
- Cuando todo esté en paz, cuando todo esté en silencio y parezca que todo haya terminado, será el momento que usted está esperando. No se confíe Harry, no piense ni por un instante que por el hecho de que todo esté en calma, todo estará bien, porque no será así. Hermione necesitará de su ayuda para poder recuperarse.
- ¿Cómo, profesora, cómo podré ayudarla?
- Con amor, Harry. Usted la quiere ¿verdad?
- Con todo el corazón.
- Entonces emplee todo ese amor de su corazón en traerla de vuelta, si lo hace, le aseguro que funcionará. No es la primera vez que tiene éxito, ya funcionó otra vez.
- ¿Cuándo murió y luego revivió?
- Exactamente.
- Comprendo. Estaré alerta, profesora.
- Muy bien, querido, muy bien. Y ahora debo dejarle.
Harry destapó sus orejas, observando cómo Minerva daba la vuelta y se alejaba del escudo, reuniéndose con Hermione, Winky y Dumbledore.
- ¿Y ahora qué?- preguntó Hermione- no sabemos dónde está Lori. Se suponía que ella estaría en el cuerpo de alguien o que se manifestaría a través de un sentimiento pero…algo me dice que también nos hemos equivocado en eso.
- No te preocupes Hermione, llegado el momento ella aparecerá, sólo tenemos que esperar- comentó McGonagall.
- ¿Un momento como ahora?- comentó una voz desde el cielo.
- Lori…- dijo Hermione.
Una gran luz se posó en el suelo, a pocos metros de la castaña y los dos adultos que la acompañaban. En cuanto la luz se extinguió, todos los presentes vieron a una mujer de unos dos metros de altura, de pelo rubio dorado y ojos azul profundo, acercarse a ellos.
- Hola Elegida…¿Preparada para morir?
- Más quisieras tú.
Hermione se colocó en pose de lucha, con la varita en alto y preparada para afrontar todo lo que pudiera venir. Sin dejar de mirar a la diosa, susurró…
- ¿Minerva?
- Estoy a tu lado.
- ¿Profesor?
- Está a salvo, he creado otro escudo para él.
- ¿Winky?
- A su lado, señorita Hermione Granger- contestó la elfina mirando a la diosa fijamente.
- Desaparece Winky, no quiero que corras peligro.
- No, señorita, Winky estará a su lado en todo momento, Winky no la abandonará.
- De acuerdo. ¡A por ella!
Al unísono, varita en mano, Hermione y Minerva echaron a correr en dirección a la diosa, mientras ella, con una sonrisa perversa en sus labios, les esperaba totalmente quieta.
Continuará.
Nota de la Autora:
Como no creo que me de tiempo a subir el próximo cap hasta después de nochevieja, permitidme que os felicite ya el nuevo año de antemano.
¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS Y TODAS! Espero que todos vuestros deseos se cumplan.
Sí, ya sé que esta cap ha sido más corto que otros pero…como la batalla final comprende varios caps, no os voy a aburrir con la longitud como he hecho otras veces. De todos modos el tamaño también aumentará con la contestación a los Reviews así que…nos vemos ahí. Un beso a todo/as vosotro/as. RAkAoMi. ¡Ah sí, en el próximo cap, os diré las melodías que pegan! ;-)
