Nota de la autora: Domingo, 1 de Enero de 2006.
No, no pienso felicitar el año otra vez. Al final os vais a aburrir de to las veces que lo he hecho ya. Jijjijijijijiji.
Bueno, este cap será un poquito más grande que el anterior, pero vamos, no os asustéis que tampoco será interminable.
¡DAROS PRISA EN DEJAR LOS REVIEWS PORQUE VOY A ACTUALIZAR MUY SEGUIDO! Quiero terminar el fic antes de volver a Almería, ojalá me dé tiempo. ¡Un besazo a todos y todas! RAkAoMi.
Simbología:
- Guión y letra normal: diálogo de los personajes.
- Tres guiones al lado de algún signo (por ejemplo un punto) indican que pongáis la música de el último samurai. Si veis dos guiones, cambiad a la de Buffy.
Música recomendada:
- El último samuray: Ronin, the way of the sword, to know my enemy.
- Buffy the vampire slayer: Massacre.
Cap.39. "El Portal."
Antes de que Loar pudiera tocarla, Lori se giró y lanzó una potente descarga de energía al espíritu de su hijo. --
- ¡ALÉJATE DE MÍ, Y NO ME LLAMES MADRE, NO SOY NADA TUYO!
Los ojos azules de Loar se empañaron, su voz tembló cuando él habló.
- Pe…Pero…tú eres mi madre.
- ¡NO!
- Tú me llevaste en tu vientre durante tres meses.
- ¡DEBISTE MORIR CONMIGO, NUNCA DEBISTE NACER!
- ¿Por qué?
- ¡BASTA DE CHARLA, TENGO QUE TERMINAR LO QUE HE EMPEZADO!
- No te lo permitiré, madre.
- ¡QUE NO ME LLAMES ASÍ!
Loar se vio impulsado varios metros atrás tras recibir más energía maligna. Él se golpeó la cabeza contra una rama, pero se mantuvo en pie mientras miraba a la diosa continuar con el ritual de apertura. Aunque él sabía que tardaría un rato, sobre todo porque no podía activarlo ya que no podía ser ella quien usara la llave.
Voló a toda velocidad hacia McGonagall, liberándola de sus grilletes. Seguidamente reanimó a Winky y entonces llegó hasta Hermione. Él se arrodilló hasta estar a su altura.
- Hermione, soy Loar. Abre los ojos por favor, te necesitamos.
Ella no hizo ningún movimiento, él se agachó más, hasta quedar a milímetros de sus labios.
- ¡NI SE TE OCURRA BESARLA, AHORA NO NECESITA CALMARSE!- exclamó Harry desde el interior del escudo.
- ¡CÁLLATE HARRY, HARÉ LO QUE TENGA QUE HACER POR MUY POCO QUE ESO PUEDA GUSTARTE!
Él la besó, insuflándole aire, un aire mágico, lo suficiente para despertar las energías de la castaña, la cuál abrió de inmediato los ojos.
- Ay…la cabeza me duele horrores…- comentó ella tocándosela para seguidamente abrir los ojos y ver al semi-dios delante de ella, que soltó un suspiro de alivio al verla recuperada- Loar…¿qué haces aquí?
- He venido a ayudarte. Te dije hace tiempo que sólo participaría en la batalla sí así lo creía conveniente o si tú me llamabas.
- No te llamé…
- Pero igualmente me necesitabas, por eso aparecí. Debes darte prisa y detener a Lori antes de que sea tarde.
- ¿Qué ha ocurrido?
- El portal ha aparecido.
- ¡NO!
- Sí, lo ha hecho. Lori ha conseguido las últimas cosas que le faltaban y las ha usado para convocar el portal.
- ¿Las últimas cosas?
- Pelo de tu Vigilante y sangre de tu Guardiana.
- Sangre de…¿mi Guardiana?
- De Winky. Es ella la última elfina destinada a una Elegida y tú eres la última Elegida, y como sabes, son las elfinas destinadas a las Elegidas las que guardan la memoria de todo lo ocurrido desde que Lori empezó con su misión de invadir el mundo de Caos para poder destruirlo.
- Oh Merlín…qué podemos hacer…
- Detenerla, qué si no. Ésa es tu misión ¿recuerdas?
- Sí…
- Vamos Hermione, te ayudaré a levantarte.
- Gracias.
- ¿Te encuentras mejor ahora?- preguntó él al ver cómo volvía a recuperar el color en su cara.
- Sí…no sé qué me has hecho, pero gracias.
- De nada. Sólo te dí energía mágica.
- ¿Energía mágica?
- Sí, tanto tú como yo, tenemos energía mágica en nuestro interior, aunque yo tengo más que tú por ser el hijo de un dios.
- Ya, claro, lo comprendo.
- Y ahora Hermione, cumple con tu misión. Detén a Lori antes de que sea tarde.
- Haré lo imposible, te lo prometo.
Loar sonrió, comenzando a desaparecer de su vista.
- ¡ESPERA POR FAVOR!
- ¿Qué?- preguntó él haciéndose visible otra vez.
- No…te quedas…¿conmigo?
- No, Hermione, yo ya he cumplido con mi cometido. Te he ayudado cuando lo necesitaste, ahora…debo volver junto a mi padre.
- Pero…pensé que tú…intentarías recuperar a tu madre.
Loar agachó la cabeza en señal de derrota- No puedo…Knorck sabe que eso es lo que más deseo pero…no puedo recuperarla, ella no me deja acercarme y tampoco quiere escucharme…y seguir insistiendo sólo complicaría más las cosas, lo sé. Ahora debo irme. Cuídate mucho por favor.
- Lo haré.
- El mundo mágico depende de ti, Hermione Granger, todos dependemos de ti, no lo olvides.
- No lo olvidaré.
- Recuerda que no estás sola, nunca lo has estado. Adiós preciosa.
- Hasta luego.
Viéndose libres, Minerva y Winky no tardaron en reunirse con ella.
- ¿Qué hacemos?- preguntó Hermione al ver cómo el portal se iba agrandando cada vez más.
- Detenerla antes de que el portal esté completamente formado.- dijo McGonagall.
- Nunca pensé que sería así de grande.
- Ha de serlo, señorita Hermione Granger, tenga en cuenta que será a través de él por el que el mundo del Caos invadirá a la Tierra. No puede ser pequeño pues si lo fuera, todo lo que Lori quiere traer a nuestro mundo, no podría llegar con facilidad.
- Aún me asombran tus conocimientos, Winky.
- Winky tiene miles de años de información metidos en su cabeza, señorita, es normal que Winky sepa tanto.
- ¿Y sabes también cómo podemos evitar que termine de formarse?
- No…Winky no sabe eso, pero Winky sabe con seguridad, que mientras Lori no use la llave para activarlo, el portal no comenzará con su poder destructivo.
- Comprendido. Entonces debemos hacer algo para desviar su atención del portal y centrarla en nosotras.
- Winky está preparada, señorita Hermione Granger.
- ¿Minerva?
- Más que nunca, Hermione. Se va a enterar esa de quién es Minerva McGonagall.
- Muy bien. ¡Vamos, no hay tiempo que perder!
Echaron a correr al mismo tiempo, alcanzando a la diosa en pleno recital de palabras mágicas que ninguna de ellas fue capaz de entender.
- ¡LORI!- gritó Hermione para llamar su atención.
- ¿Otra vez tú, es que no te rindes nunca?
- Jamás. Antes muerta que darme por vencida.
- Eso se puede arreglar…
Lori se apartó del portal, encarando a la prefecta, quien la miraba sonriente al haber conseguido su objetivo.
- ¿Y bien, vas a atacar alguna vez o me haré vieja esperando?- preguntó con burla la castaña.
Emitiendo un grito de furia, la diosa atacó, pero Hermione esquivó la energía justo a tiempo.
- Oh…qué pena…has fallado- dijo la prefecta moviendo la cabeza de manera negativa- ¿Será que estás perdiendo facultades? Quizás no eres tan poderosa como creías ¿mm?
- ¡CÁLLATE!
Lori lanzó meteoros, pero Hermione los volvió a esquivar y con un ágil salto, pasó por encima de Lori y se situó en su espalda, propinándole una fuerte patada en las costillas. Lori cayó al suelo lanzando varias maldiciones verbales.
- Qué maleducada, alguien debería enseñarle buenos modales- intervino McGonagall- ¿puedo ser yo?
- Toda tuya Minerva.
Cerrando los ojos y llevando sus manos a su corazón, la profesora se concentró y dejó salir varias balas de luz que impactaron en la espalda de la diosa.
- ¡MALDITAS, PAGARÉIS POR ESTO!
- ¿De veras? Pues venga¡atácanos si te atreves!- dijo Hermione.
- Rogaréis que acabe con vosotras cuando chilléis en agonía…
Lori se levantó, mientras Hermione y Minerva se colocaban una por delante y otra por detrás de la diosa, esperando ver lo que hacía.
- Una vieja, una niña y una elfina, menudo equipo contra el mal. Jjajajaaaaaa. Sois tan ridículas que me da la risa con sólo veros.
- Aún siendo así, podemos hacerte mucha pupa. Minerva…
- ¡COMPRENDIDO!
McGonagall volvió a lanzar balas de luz, pero Lori las absorbió con una de sus manos.
- Jjajajajaaaaa. Esta vez no, querida. ¡Y ahora me toca a mí!
Lori volvió a crear alfileres de energía, que lanzó contra el corazón de Hermione, pero no fue ella quien las recibió, pues alguien se colocó delante de ella justo a tiempo, recibiendo el impacto del ataque y cayendo al suelo con el pecho lleno de sangre. Hermione se arrodilló en el suelo, justo a su lado.
- Minerva ¡Minerva!. ¿Estás bien?
- No…- fue todo lo que pudo decir escupiendo sangre a la vez que tosía de forma incontrolada.
- ¡UNA MENOS, SÓLO QUEDAN DOS!- gritó Lori a la vez que se reía.
- Resiste Minerva¡por favor aguanta! No puedo hacer esto sin ti…
- Nno…no digas…eso…ttú…tú eres…muy…ffufuertte, Her…mio…ne…ssi…siempre…lohas…ssido…
- No…no por favor…¡POR FAVOR NO!- gritó Hermione al ver cómo McGonagall se iba poniendo pálida por momentos.
- Tte…te quiero…Her…Hermione…
- ¡NO TE MUERAS MINERVA, NO TE MUERAS, NO ME DEJES SOLA!
McGonagall la miró, sonriendo dulcemente mientras usaba sus últimas fuerzas para acariciarle la mejilla y decirle…
- TTú nunncca…es…ta…rás…sola. Yo…siemppre esttaré…conttigo.
Minerva se quedó quieta y dejó de respirar, Hermione le hizo el boca a boca, intentando reanimarla, pero era inútil. Por mucho que lo intentó, no sirvió de nada, ella había muerto.
- ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!- gritó ella muerta de dolor- ¡TÚ NO, MINERVA, TÚ NO. POR QUÉ…POR QUÉEEEEEEEEEEE!
Lori rió al verla sufrir y aumentó más la potencia de su risa al verla abrazada y acurrucada junto al pecho de la anciana profesora, que pese a todo, tenía una dulce sonrisa en sus labios.
- Por qué lo has hecho…por qué…- preguntó Hermione al cuerpo inerte de la bruja.
- ¡PORQUE ERA ESTÚPIDA, TAN ESTÚPIDA COMO TÚ, SÓLO LOS IDIOTAS SE SACRIFICAN POR LOS DEMÁS!
Hermione la miró con odio- ¡CÁLLATE!-y abriendo la palma de la mano lanzó una potente bola de energía blanca y brillante que impactó en el pecho de Lori y la impulsó varios metros atrás. Ella se miró la mano con creciente asombro, como si no se acabase de creer lo que había hecho.
- Es su poder interno, señorita, usted tiene mucho.- Pronunció la elfina.
- Por eso…¿no le afectaron los hechizos de antes?
- Winky cree que sí, que la magia de Hogwarts no sirve contra Lori, Winky piensa que sólo la magia interna de la Elegida, puede dañar a la diosa del Caos y la destrucción, señorita Hermione Granger.
- Entonces, no necesito la varita. Guárdamela Winky, guárdala en un lugar seguro, un lugar donde Lori o cualquier otra persona como ella, no pueda encontrarla nunca.
- ¿Cree la señorita Hermione Granger que Lori usaría su varita para hacerle daño al mundo?
- No lo sé, no sé por qué o para qué querría usarla pero es mejor prevenir que curar.
- ¡SEÑORITA MIRE, EL PORTAL ESTÁ BRILLANDO!
- ¿QUÉ?
- ¡EL PORTAL ESTÁ BRILLANDO!
Lori rió y a Hermione se le pusieron los pelos de punta, presintiendo que algo muy malo estaba a punto de ocurrir.
- Winky¿me haces un favor?
- Sí, señorita, todos los que quiera.
- ¿Puedes aparecer dentro del escudo de Harry y Ron?
- Sí señorita. Los elfos podemos desaparecer y aparecer en cualquier lugar que queramos del mundo mágico, aunque ese lugar sea un escudo protector.
- Entonces ve y diles a Harry y a Ron que…
Hermione susurró algo al oído de Winky, la elfina asintió con la cabeza mientras recibía el mensaje, luego la miró con lágrimas en los ojos y pronunció con voz emocionada…
- Tenga mucho cuidado, señorita Hermione Granger.
- No te preocupes por mí, y ahora vete.
- Sí señorita.
Sin tiempo que perder, Winky desapareció mientras Hermione se levantaba y se acercaba con decisión a Lori, quien la esperaba con una perversa sonrisa en sus labios.
- ¿Dónde está ese bicho asqueroso?
- ¡NO ES UN BICHO, ES UNA ELFINA Y PROCURA NO HABLAR ASÍ DE ELLA!
- Hablaré como me dé la real gana.
- ¡NO, NO LO HARÁS. YA ME TIENES HARTA, HARTÍSIMA. Y TE VOY A DETENER LORI, TE VOY A DETENER AUNQUE SEA LO ÚLTIMO QUE HAGA EN ESTA VIDA!
- Eso ya lo dijiste antes…
-¡ PUES LO REPITO!
- Menos hablar y más actuar, me estás aburriendo.
Lori examinó sus uñas, como si estuviese a punto de limárselas. Su actitud sólo hizo enfurecer más a Hermione, quien se puso en posición de combate, poniéndose en guardia.
Desde el interior del escudo, Harry y Ron contenían la respiración, esperando ver qué sucedía. Fue entonces que ellos escucharon la voz de la pequeña elfina llamarles. Ellos se volvieron pero no pudieron verla, aún así, Winky les habló.
- Señores Ronald Weasley y Harry Potter, la señorita Hermione Granger me ha pedido que les transmita un mensaje.
- Te escuchamos, Winky- dijo Ron.
- La señorita quiere que les diga, que les quiere mucho, que siempre les ha querido a los dos mucho. Ella quiere que sepan, que siempre estará junto a ustedes aunque algo malo le ocurra hoy. Ella quiere que les diga, que no se preocupen por ella porque sabe lo que debe hacer. La señorita Hermione Granger quiere que les recuerde, que ésta es su misión, no la de ustedes y que pase lo que pase, no deben intervenir en la batalla.
La señorita también me ha pedido que le diga al señor Weasley que guarde su varita.
- ¿Yo, y por qué yo?
- Porque ella está segura de que usted estará junto al señor Harry Potter cuando él deba enfrentarse al que no debe ser nombrado. La señorita piensa que usted y ella son los mejores amigos del señor Harry Potter y ella piensa también que si muere en la batalla, no podrá estar al lado del señor Harry Potter, que es lo que ella siempre quiso, pero la señorita quiere decirles que aunque no esté físicamente junto a él, sí lo estará en espíritu.
- ¿Y qué tiene que ver eso con que sea yo quien guarde su varita?- volvió a preguntar Ron.
- Porque ella cree que Lori puede hacerle daño al señor Potter y también piensa que si ella le dice al señor Harry Potter que sea él quien guarde su varita, si Lori le atrapa, Lori podría usar la varita para algo, aunque la señorita no sabe para qué pero ella presiente que Lori podría quererla, por eso quiere que la guarde el señor Ronald Weasley porque la señorita sabe, que Lori no querría nada de usted, pero sí del señor Harry Potter.
- No comprendo nada, Winky.
- La señorita Hermione Granger piensa, que es más seguro que la tenga usted, señor Ronald Weasley, así si Lori o el que no debe ser nombrado le hiciesen daño al señor Harry Potter, usted podría defenderle usando la varita de la señorita.
- ¿Eh?
- Lo que dice Winky es verdad- intervino Harry por primera vez- comprendo por qué quiere que la tengas tú, Ron. Su varita me ha salvado muchas veces de los peligros, por eso quiere que la tengas, para que tú puedas protegerme.
- Pe...Pero…se supone que las varitas sólo responden ante los magos o brujas a quienes pertenecen. ¿Cómo podría protegerte su varita?
- Porque el señor Weasley quiere mucho al señor Harry Potter, y la señorita piensa, que aunque la varita no pertenezca al señor Ronald Weasley, si usted la usa para proteger al señor Harry Potter, la varita responderá, porque pertenece a alguien que también quiere mucho al señor Harry Potter.
- Ah, ahora lo entiendo mejor.
- Winky…¿podrías hacerte visible, por favor?- preguntó Harry.
- No, Winky no puede, la señorita se lo ha pedido y Winky siempre cumple con la voluntad de la señorita Hermione Granger.
- Es que…quiero saber…si ella…ella…
- Sí señor Harry Potter, ella también le ha dicho a Winky que le dé a usted un mensaje, pero Winky sólo se lo dará en el caso de que la señorita Hermione Granger muera.
- Oh por todos los magos y brujas ¡otra vez con eso de la muerte, qué obsesión tiene con que morirá!- exclamó Harry con fastidio.
- La señorita sabía que el señor Harry Potter diría algo así, por eso le dijo a Winky que le dijera a usted una cosa…
- ¿Qué cosa?
- ¡NO ES OBSESIÓN, HARRY, ES ALGO QUE PUEDE OCURRIR!
Harry se quedó con cara de asombro al escuchar el grito de la elfina.
- Winky siente haber gritado así al señor Harry Potter, pero la señorita Hermione Granger le pidió a Winky que lo dijera así.
- Me lo creo. ¿Hay algo más que debamos saber de parte de Hermione?
- No, señor Harry Potter. Eso es todo.
- Vale. Muchas gracias Winky.
- De nada, señor Harry Potter. Señor Ronald Weasley…
- ¿Qué?
- ¿Puede Winky darle ahora la varita de la señorita?
- Sí.
- Guárdela bien, señor, por favor.
- Lo haré, tienes mi palabra.
- Gracias señor Ronald Weasley. Cójala ahora que Lori no mira hacia aquí.
La varita de Hermione apareció y Ron no perdió tiempo en cogerla y esconderla entre sus ropas.
- Ya está, Winky.
- Se lo diré a la señorita, ahora Winky debe irse.
- ¡Winky espera!
- ¿Sí, señor Harry Potter?
- ¿Puedes darle un mensaje a Hermione de mi parte?
- Sí señor, Winky puede hacer eso.
- Dile…Ron¿te importaría alejarte un poco? Es que es privado.
- Claro, cómo no.
Aunque Harry no veía a la elfina, él susurró algo y cuando escuchó a Winky decir- Comprendido, señor Harry Potter- entendió que ella había captado todo el mensaje.
- Díselo todo, Winky, palabra por palabra.
- Winky lo hará, señor Harry Potter. Palabra de elfina.
Ella dejó de hablar y los dos supieron que se había ido. Poco después la vieron reaparecer al lado del Portal, mientras veía luchar a Lori y Hermione, que habían empezado a pelear cuerpo a cuerpo otra vez.
- Harry…
- ¿Sí?
- ¿Qué son todas esas patadas, saltos y demás cosas que hace Hermione?
- Artes Marciales.
- Artes…¿Qué?
- Marciales. Es una forma de lucha que tienen los muggles que viven en Oriente, sobre todo en China y Japón.
- Ah ya…comprendo. ¿Y desde cuándo sabe hacer eso?
- No lo sé, pero conociendo a Hermione, no creo que lo practique hace poco, yo diría que lleva años practicándolas, aunque nosotros no lo sabíamos hasta ahora.
- Esta chica nunca dejará de sorprenderme.
- Ni a mí.
Lori atacó a Winky repentinamente, lanzándole varios meteoros pero la energía maligna nunca tocó su cuerpecito, pues se encontró dentro de una burbuja que hizo aparecer Hermione justo a tiempo, la energía rebotó y le dió a la diosa, la cuál cayó al suelo.
Ron sonrió lleno de orgullo al ver lo que acababa de hacer su mejor amiga por la pequeña elfina.
- Sin duda es una mujer admirable ¿verdad Harry?
- ¿Ahora te das cuenta?
Ron sonrió, mirando a su amigo con admiración, la misma admiración que sentía aquella castaña, que sin descuidar la guardia ni un momento, seguía peleando con todas sus fuerzas contra aquella diosa psicópata, diosa que atacaba cada vez con más furia, pero eso no parecía afectar a Hermione en nada.
- ¿Crees que vencerá?
- Por supuesto que sí, ella es capaz de hacer cualquier cosa, sobre todo por las personas o cosas que quiere. Y ella quiere mucho al mundo mágico y a todos los que lo habitan.- comentó Harry.
- Me encantaría que el imbécil de Malfoy estuviese aquí para verla luchar por el mundo que tanto reclama él como suyo. Me pregunto qué haría ese imbécil "sangre limpia" si se viera ante alguien como Lori.
- ¿Correr y rogar por su vida?
- Además de llorar, claro. Maldito cobarde de mierda…
- No te preocupes por él, ya no volverá a molestarnos nunca más.
- ¿Sabes algo que yo no sepa?
- Muchas cosas, pero ya te las contaré, ahora no vienen al caso. Sólo tienes que saber que él le hizo algo horrible a Hermione hace algunos días, que yo le llevé ante Dumbledore y él me prometió que se lo llevaría a Azkaban. Y por lo que sé, ya habrá dejado de existir.
- Te refieres…¿al beso del dementor?
- Eso mismo.
- ¡SÍ! Sólo él se merecería algo como eso.
- No te alegres Ron, no está bien que lo hagas. Él sería todo lo peor que tú quisieras pero…ese castigo es horrible, no se la desearía ni a mi peor enemigo.
- No creo que a Voldemort le matasen así, más bien pienso que los dementores le obedecerían.
- ¿Podemos hablar de otra cosa? Gracias.
- Perdona, olvidé que no te gusta hablar de él.
- No, si no es necesario.
- ¡Harry mira allí!
- ¿A qué?
- ¡A la cosa esa que apareció antes, está brillando mucho, cada vez más fuerte!
- Eso es el portal que hizo aparecer Lori.
- ¿Para qué lo quiere?
- Para traer el Caos y destruir al mundo mágico.
- ¿QUÉ?
- Como dije antes, Ron, hay mucho que tengo que contarte, pero ahora no. ¡A TU IZQUIERDA, HERMIONE!
Ella esquivó una bola de energía, Harry suspiró aliviado.
- Por poco…
- No se te escapa una ¿eh?
- En lo que respecta a Hermione…no, hace mucho que estoy pendiente de ella. Esta noche sobre todo.
- Cuando todo esto acabe ¿lo celebraremos verdad?
- Claro que sí.
- ¿Harás algo especial con ella?- preguntó Ron con tono pícaro.
- Eso ni lo dudes.- respondió Harry sin dejar de mirar la pelea.
- La quieres mucho ¿verdad?
- Sí.
- ¿Cuánto?
- Como no tienes idea.
- Entonces espero que todo acabe bien.
- Yo también lo espero.
- ¡DETRÁS DE TI, HERMIONE, AGÁCHATE, VA A ATACARTE POR LA ESPALDA!
Hermione obedeció, evitando otro ataque energético de Lori, ella sonrió agradecida a Ron y seguidamente se puso en pie, volviendo a pelear.
- Lo repito, Harry, es una mujer admirable.
- Más que eso, es única en su género.
- Y serás tú quien la proteja para que su especie no se extinga ¿mm?- preguntó Ron de forma bromista.
- Puedes estar seguro de ello.- volvió a decir Harry con total seriedad. Ron intuyó que en aquella frase, había mucho más de lo que parecía. Y supo en su fuero interno, que todo lo que implicaba, eran cosas estupendas, buenísimas para los dos, tanto para Harry como para Hermione.
- Entonces yo también la protegeré. Los dos os merecéis un futuro. Siempre habéis estado juntos y ahora que os queréis…os lo merecéis más que nunca.
Por un instante, Harry desvió su vista de la batalla para mirar a su mejor amigo, y de forma sincera, le dijo…
- Gracias Ron.
- De nada. ¿Para qué están los amigos?
Sin otra cosa que añadir, volvieron a observar la batalla y vieron que tanto Hermione como Lori, estaban quietas mirándose fijamente.
- ¿Qué crees que estarán pensando, Harry?
- Ni idea, pero conociendo a Hermione…seguro que está maquinando su próximo ataque.
- Lo que más me asombra es el temple que tiene. Ni si quiera cuando murió McGonagall se dejó llevar por la ira. Yo no sé qué habría hecho si hubieran asesinado a alguien de mi familia o de mis amigos.
- Yo tampoco, probablemente me volvería loco.
- Pero ella no, fíjate Harry, la mira seriamente, pero no destila odio en sus ojos, es pura concentración y determinación lo que expresa. Sin embargo Lori…es como si la apuñalase con la mirada, ella sí tiene intenciones asesinas.
- Sí…es un hueso duro de roer, pero estoy seguro de que Hermione podrá con ella y con todo lo que se le ponga por delante.
- Tienes mucha fe en ella ¿verdad?
- ¿Tú no?
- Sí pero…no sé si tanta como tú.
- Tal y como tú mismo dijiste antes, Ron, ella lleva años a mi lado, protegiéndome de los peligros. Así que…sí, tengo mucha fe en ella y en todo lo que puede hacer, tanto por mí como por el resto del mundo.
- Harry…
- ¿Qué?
- El Portal…ha dejado de brillar.
- Perdón…¿cómo dices?
- Que la cosa esa, el Portal o como se llame…ha dejado de brillar.
- ¿Y?
- No sé…pero tengo un mal presentimiento.
- Yo también. Sólo espero que sea algo que Hermione pueda controlar.
- Lo mismo digo.
Para asombro de Hermione, Lori se elevó en el aire, volando en dirección al Portal. Ella corrió detrás suya, deteniéndose justo en el umbral del mismo.
- ¡SÍ, JJAJAJAJAAA, EL PORTAL ESTÁ LISTO, LISTO. AHORA SÓLO ME FALTA USAR LA LLAVE Y EL CAOS REINARÁ EN EL MUNDO MÁGICO, SÍIII. TRAS MILES DE AÑOS DE INTENTOS, POR FIN CUMPLIRÉ MI OBJETIVO!
- ¡ NO SI PUEDO EVITARLO!
Una espada plateada y brillante apareció en las manos de Hermione, Lori se quedó asombrada.
- ¿Desde cuándo sabes crear armas?
- ¿Crees que voy a decírtelo? No soy tan estúpida.
- Harry…
- ¿Qué?
- Esa espada…¿de dónde la ha sacado?
- Ni idea. Pero que Lori se prepare, le espera una buena.
- ¿Por qué?
- Porque la espada de Hermione es especial.
- ¿Qué tiene de especial?
- Es una katana, Ron, una espada samurai. Parece poca cosa a simple vista¿no ves lo delgada que es? Pero te aseguro…que puede hacer muucho daño…
- Entonces…¿es poderosa?
- Tanto que puede cortar un brazo de un solo golpe, siempre y cuando quien la use, sepa efectuar el corte.
- Merlín todopoderoso¿crees que Hermione sería capaz de algo así?
- Hermione Granger es capaz de cualquier cosa, Ron, sobretodo cuando se enfada. Y hace rato que está muyy enfadada, te lo aseguro.
- Pues no se le nota, yo al menos no lo noto.
- Es porque sabe controlar muy bien sus emociones, es como dijiste antes, tiene un temple asombroso. --
- Repito lo de antes, Harry, es una mujer admirable.
- Y tanto que sí.
- Si das un paso más, Lori, perderás las piernas, te lo garantizo.
- ¿Y qué? Morí hace miles de años, mis heridas se curan y mis miembros resurgen si así lo quiero.
Lori dio otro paso.
- Quieta…Lori.
- Paso de ti.
- Lori…
- Que me olvides.
- ¡LORI NO DES OTRO PASO MÁS!
- ¡Mírame, ya estoy andando!
Con un golpe seco, Hermione le cortó los pies. Lori gritó de dolor, y tal y como ella había dicho, segundos después sus pies volvieron a aparecer y la sangre dejó de fluir.
- ¡PAGARÁS POR ESTO, ELEGIDA!
Hermione empezó a retroceder, esquivando los golpes y cuchilladas que Lori comenzó a lanzarle usando su espada energética.
- ¡NO HUYAS, COBARDE!
- ¿COBARDE YO?. ¡SOY UNA GRYFFINDOR, Y NO LE TEMO AL PELIGRO, TÚ SÍ QUE ERES COBARDE, DIOSA DE PACOTILLA!
Lanzando un grito propio de una película oriental, Hermione contraatacó, usando su katana para propinar varios cortes al cuerpo de la diosa, que se quejaba tras cada herida recibida pero no dejó de luchar ni un instante.
Ellas bajaron las armas, andando una alrededor de la otra, sin perder el contacto visual ni un momento.
- ¿Por qué, Elegida, por qué tanto empeño en detenerme?
- Porque quieres destruir lo que tanto valoro.
- ¿El mundo mágico?
- Eso mismo.
- ¿Y por qué quieres un mundo que te desprecia?
- ¿Cómo?
- ¿Por qué quieres salvar el mundo que tanto te ha hecho sufrir?
- Este mundo no me hace sufrir.
- ¿Ah, no, pretendes que me crea que nunca has sufrido, que no has llorado, que no has sentido dolor formando parte del mundo mágico?
- Tanto el mundo mágico como el muggle provocan dolor y sufrimiento, Lori, ninguno de los dos es perfecto.
- Pero yo puedo destruir este y crear otro donde tú serías feliz.
- Dile ese cuento a otro, Lori, conmigo no vale.
- Podrías ayudarme, juntas haríamos maravillas.
- Antes muerta que unirme a ti.
- Qué manía con decir eso¿tantas ganas tienes de morir?
- No, lo que tengo ganas es de que te des por vencida de una vez, porque te aseguro que yo no lo haré.
- ¡ Yo tampoco!
- Entonces seguiremos peleando, hasta que una de las dos, no pueda continuar…
- Y esa serás tú…
- ¿Por qué estás tan segura?
- Porque yo soy inmortal, tú no. ¡Y AHORA PODRÁS COMPROBARLO!
Antes de que Hermione pudiese evitarlo, Lori le cortó el abdomen, ella se tocó el estómago y miró sus manos llenas de sangre, cayendo al suelo de rodillas.
- ¡HERMIONEEEEEEE!- gritó Harry fuera de sí- ¡HERMIONE NOOOO!
- JAJJAJAAAAA. ¿Lo ves? Ya te lo advertí…pero no quisiste escucharme.
Hermione se desplomó, cayendo de espaldas a la fría tierra.
- Y ahora…vamos a por la Llave, ya he perdido mucho tiempo.
Lori se alejó del portal, comenzando a caminar en dirección a los dos escudos, mientras Harry gritaba a pleno pulmón…
- ¡LEVÁNTATE HERMIONE, LEVÁNTATE, NO TE MUERAS ME OYES, NO TE MUERAS!
La diosa quedó en la parte central de uno de los dos escudos y sin dejar de mirar a uno de los ocupantes, dijo…
- Hola…llave.
Continuará.
Nota de la autora:
¿QUÉ, queréis asesinarme? Pues no os lo aconsejo porque os quedaréis sin saber qué ocurrirá. Jjijjijijijijiji.
Esta vez no me enrollaré, paso a los Reviews. RAkAoMi.
