Nota de la autora:
Jueves, 5 de Enero de 2006. ¡FELIZ NOCHE DE REYESSS! Que os traigan muchas cositas. Yo os dejo como regalo, esta última y segunda parte del cap. ¡En esta parte termina la batalla final! Espero que os guste. Por si acaso, preparad los clínex quienes seáis sensibles y/o llorones.ADVERTENCIA : Sigue habiendo palabras malsonantes y escenas violentas o que pueden herir la sensibilidad de alguien. (No es broma).
ADVERTENCIA 2: Esta segunda parte y última de todo lo que conlleva la batalla final, pesa (sin contar los reviews) 207 kb. Haceros a la idea de que esto puede ser largo y si creéis que será muy pesado a la hora de leerlo, lo siento mucho, pero no voy a dividirlo una tercera vez. Además, ya he sabido que voy a seguir más tiempo en Almería (aunque no sé si para todo el curso escolar) y por eso quiero acabar con el fic cuanto antes ya que el 8 de enero me voy para allá pues el lunes 9 trabajo.
Esta segunda y última parte del cap 41 sigue estando especialmente dedicada a Hermian vampiress (coge muuuuchos clínex, te harán falta), pero por supuesto, espero que os guste a todos los demás lectores y lectoras, porque para eso escribo, para que todos disfrutéis. Y por cierto, el honor es mío, al tener una lectora y amiga como tú. Un beso preciosa. ;-)
Hay un momento del fic en el que Hermione dice…¡Serás gamberro! Sabed a los que sois de fuera España que "gamberro" se les suele decir a las personas (chicos en su mayoría) que les gusta gastar bromas pesadas para "levantar los ánimos" o simplemente para reírse de los demás. (El femenino de la palabra gamberro es gamberra, claro está sólo referido a las chicas. Jiijijiji). Un beso y…¡A leer!
Simbología:
- Guión y letra normal: diálogos de los personajes.
Cursiva y comillas: pensamientos internos o conversaciones mentales.
- Cursiva y guión: Flashbacks .
- Negrita: intervención de algún personaje ajeno a los ya presentes, o sea, a alguien que aparece de repente o siendo invocado. ¿Ok?
- Tres guiones al lado de algún signo: música de el último samuray, dos guiones: música de Buffy. Cinco guiones: melodía 7 de el último samuray: Safe Passage (creo que es la más emotiva de todas las que sin ser de amor, sí pegan con una batalla y al mismo tiempo, con escenas no violentas).
Y si no tenéis de esas, usad la de el señor de los anillos que también es genial o cualquier otra que os guste y que pegue con música de batallas o escenas de acción y también tiernas.
Música recomendada:
- El último samuray: todas las que les vengan bien a las escenas de batallas. Sobre todo poned la nueve, "Red Warrior" (los gritos de guerra que tiene la melodía ambienta que es un lujo y además de eso transmite mucha emoción a las escenas de batalla o tensión). Y recordad que no debéis usar la melodía once hasta el epílogo ¿Ok? Porque esa melodía no es de batalla precisamente, sino una melodía para emocionarse a más no poder, de lo bonita que es.
- Buffy the vampire Slayer: - Chosen, Massacre, Resurrection (When she was bad), Angel waits. Y por último, Sacrifice (esta que no falte, por favor, en un momento concreto del cap os va a venir que ni pintada. ¿Cuándo? Os preguntaréis…pues cuando veáis 4 guiones, yo os los pondré justo debajo de los puntitos que meto para separar escenas. ¿Que algunos de vosotros no tenéis música de Buffy pero sí de el último samuray? Entonces poned por ej la melodía número 4 "A hard teacher" o cualquier otra que sea bonita y romántica aunque no sea de esa banda sonora. ¿Ok?
- Música concreta en momentos concretos: Sacrifice debéis pincharla cuando veáis 4 guiones, safe passage (el último samurai) cuando veáis 5 guiones, las demás melodías…empezad a escucharlas desde que empiece el cap y hasta que veáis los guiones de Sacrifice o Safe passage, que tendréis que cambiar la música. ¿Qué se acaban esas melodías? Pues seguid con la que estuvierais antes de ver los guiones de Sacrifice o Safe passage. Y si veis que estas indicaciones se os pueden olvidar, apuntadlas y cuando veáis los guiones sabréis qué música pinchar. Ya sé que soy pesada pero es que esas melodías van que ni pintadas con esas escenas, os lo aseguro.
¡UN BESAZO A TODOS Y TODAS! RAkAoMi. ;-) y gracias por apoyar siempre el fic, sois geniales, de verdad.
Cap. 41. "El peso del mundo. (II)"
La negrura del cielo se dividió en dos y la oscuridad que lo cubría pareció disiparse parcialmente, dejando ver a la luna y unas pocas estrellas que antes habían estado ocultas.
- Oh no…no…
- ¿Qué mamá, qué pasa?- preguntó Harry sin soltar a Hermione.
- Se ha roto el equilibrio, del todo, eso es lo que pasa hijo mío, es lo que está pasando.
- Pe…pero…pero…esta noche ha habido varios actos puros… ¿no Lily? Y todos ellos deberían haber frenado del todo la pérdida del equilibrio.- dijo Hermione sin ocultar su miedo.
- No, cariño, esos actos puros sólo ralentizaron el proceso, hicieron que fuese más despacio, pero no han sido lo suficientemente fuertes para evitar la catástrofe. Siento ser yo la que diga esto pero…vamos a morir todos.
- No si puedo evitarlo- pronunció Hermione con decisión, separándose de Harry y mirándole más que seria- Harry…
- ¿Qué?
- Ponte a salvo.
- Ni loco te dejo sola.
- Nunca creí que te diría esto pero…¡QUÍTATE DE MI VISTA INMEDIATAMENTE, ES UNA ORDEN!
El pelo de ella flotó, mientras un aura blanca la envolvía, Harry se quedó muerto de asombro y sin ser capaz de reaccionar.
- ¿Es que no me has oído?. ¡VETE HARRY, VETE DE AQUÍ!
Su cuerpo también flotó, unos dos o tres pasos por encima del suelo y Harry sintió que se le cortaba el aire que respiraba al ver cómo ella se agarraba su liso vientre, como si quisiera protegerlo de algo, para evitar que algo saliera o entrase.
- Pe…Pero…Pero qué…qué…es lo que…te sucede.
- Hijo…- intervino James- haz caso de lo que dice. Vete…
- Pero Papá…
- ¡QUE TE VAYAS!- gritó James, pero sus ojos no expresaron furia, sino advertencia. Harry obedeció a su padre, alejándose de allí y reuniéndose en la distancia con Ron, que estaba escondido tras un árbol pero viéndolo todo con perfecta claridad.
- ¿Puedes decirme por qué flota Hermione?
- Ni puñetera idea, pero sí te digo que está hecha una furia aunque no sé por qué. La verdad es que da miedo verla…
- Entonces me alegro de no haber estado cerca.
- Ya…
- ¿Qué está ocurriendo Harry? Los fenómenos atmosféricos cada vez son más fuertes y el viento no es que sople, es que aúlla.
- Que vamos a morir todos, Ron, eso es lo que está pasando.
- ¿Cómo?
- Todos…vamos…a morir. ¿Entiendes?
- Pe…Pero…¿por qué?
- Porque el equilibrio del mundo mágico se ha ido al carajo, por eso.
- Pero antes…se detuvo, antes nos salvamos. ¿Por qué ahora no?.
- Te equivocas Ron, antes no se detuvo nada, sólo se ralentizó.
- Por las barbas de Merlín…- dijo el pelirrojo sin ocultar su pánico.
- ¡Lily!
- ¿Qué, James?
- ¿Puedes hacer algo para que deje de flotar? Cada vez está ascendiendo más y no entiendo por qué.
- Hermione, linda…¿me oyes, puedes oírme? Desciende por favor, te necesitamos.- Lily miró a su marido y movió la cabeza de forma negativa- es inútil James, es como si estuviera en trance.
- Sus ojos…mira sus ojos Lily, míralos.
- ¿Qué les pasa?
- Tú sólo…míralos.
- Oh dios santo…
- Sí…
- ¡ESTÁ POSEÍDA POR RAK, TIENE LOS OJOS ROJOS IGUAL QUE ÉL!
- JAJAJAJAJAJAJAAA- rió el dios desde el interior del cuerpo de la prefecta- ¿DE VERDAD OS CREÍSTEIS QUE TODO ERA TAN FÁCIL?. ¡QUÉ ESTÚPIDOS, QUÉ ESTÚPIDOS SOIS LOS HUMANOS, SOIS UNOS TREMENDOS ESTÚPIDOS. AJJAJAJAJAAA!
- Hay que detenerle- dijo James.
- Esto va a ser duro, cariño- añadió su esposa.
- Lo sé. Pero no tengo miedo. Además, tú me protegerás¿verdad?
- Eso ni lo dudes. ¿Listo James?
- Listo amor mío. Te quiero Lily.
- Y yo a ti James.
- ¡A POR ÉL!
- ¿Desde cuándo vuelan tus padres?
- Son espíritus, Ron, pueden hacer lo que les de la gana.
- Menuda paliza le están dando a Hermione.
- Esa no es Hermione, sólo lo parece.
- ¿Eh?
- No me digas, que no has oído la voz de Rak antes, Ron, no me digas que te has quedado sordo, porque mira que habló fuerte…
- Es que no estaba prestando atención… ¿sabes? Tengo la cabeza en otro lugar, como por ejemplo qué me gustaría hacer si al final sobrevivimos.
- Pues haz el favor de centrarte, Ron, te quiero con la cabeza en su sitio ¿comprendes?-dijo Harry más como una orden que como un consejo.
- Sí, perdona.
- ¡LILY AHORA, LE TENGO A TIRO!- pronunció James mientras agarraba a Hermione de los hombros, sujetándoselos para inmovilizarla. Varios meteoros blancos de luz impactaron en la espalda de la castaña mientras Rak aullaba de dolor y los ojos de Hermione dejaban de ser rojos para volver a ser marrones oscuros, como siempre habían sido.
- Li…Ly…Ja…mes…
- ¿Hermione, eres tú?- preguntó la pelirroja.
- Sí…nno…sécuánto…cuánto…aguan…taré…pe…pero…po…ne…os…a…sal…vo…ppor…favor.
- ¡NO SIN TI!- gritó Lily.
- Yyo…yoestaré…bi…bien…Li…ly…
- ¡PERO QUÉ DICES, TÚ NO ESTÁS BIEN, ESTÁS MURIÉNDOTE!- exclamó la madre de Harry con los ojos llenos de lágrimas.
- ¿He oído lo que creo que he oído?- preguntó Ron lleno de angustia- ¿Ella va a morirse?
Harry no contestó, pero sus ojos lo expresaron todo.
- ¡NO PUEDE HACERLO HARRY, NO PUEDE MORIRSE, SI SE MUERE QUIÉN SALVARÁ AL MUNDO. ELLA ES LA ELEGIDA, SÓLO ELLA PUEDE SALVARLO!
Un potente puñetazo impactó en la cara de Ron. El pelirrojo cayó al suelo mientras veía a Harry hecho una furia. Él tragó saliva, nunca le había visto tan furioso, como tampoco había visto que su pelo flotase, pero algo le dijo a Ron que no era precisamente por el viento que les rodeaba.
- ¿Es eso lo único que te importa, que ella se muera sin salvar al mundo?- preguntó él en un tono calmado que indicaba todo lo contrario.
Ron tragó saliva y algo de sangre que salía de sus fosas nasales. Al no obtener respuesta, Harry abandonó el tono calmado para hablar más fuerte
- ¿ES ESO LO QUE INTENTAS DECIRME RON, QUE NO TE IMPORTA HERMIONE, QUE TE DA IGUAL QUE SE MUERA PORQUE SI LO HACE NO PODRÁ SALVAR AL MUNDO, ME ESTÁS DICIENDO QUE SU VIDA NO VALE NADA PARA TI, QUE LO ÚNICO QUE TE IMPORTA ES SU FUNCIÓN COMO ELEGIDA, ES TODO ESO LO QUE ME ESTÁS INSINUANDO?. ¡ CONTÉSTAME MALDITA SEA!
Ron se encogió como una tortuga, sin ocultar su miedo.- Nno…no…Harry…por supuesto que no…perdona…me expresé mal. Yo…estoy preocupado por ella…¡de veras que sí! Pero…no pensé en lo que dije, lo siento.- añadió el pelirrojo con total sinceridad.
- ¡PUES UNO TIENE QUE PENSAR ANTES DE ABRIR LA BOCA, RONALD WEASLEY. COMO VUELVAS A DECIR ALGO TAN INSENSIBLE COMO LO DE ANTES, TE JURO QUE TE HARÉ ALGO TAN HORRIBLE QUE NI LA SEÑORA POMFREY SERÁ CAPAZ DE ARREGLAR!. ¿ HE SIDO CLARO!
- Cristalino- dijo Ron casi sin voz y con los ojos más que abiertos de la impresión al ver cómo el propio Harry comenzaba a flotar también, sólo que no se había percatado de estar flotando delante del que era su mejor amigo.
- ¡Bien!- Fue todo lo que dijo el moreno, y unos segundos después, él volvió a pisar el suelo y a recuperar la calma que había perdido. Aún así, Ron se mantuvo a una distancia prudencial, por si acaso, jurándose internamente que cuando estuviera con él, no volvería a hablar sin haber pensado primero lo que diría.
- Li…ly…Ja…mes…
- ¿Qué?- dijeron los dos a la vez.
- Gra…cias por…to..do…
- ¡No nos las des y ponte buena!- dijo él.
- Nno…no…pue…do…Ja…mes…él…meestá…mees…tá…ma…tan…do por…den…tro…
- ¡RESISTE HERMIONE, RESISTE POR FAVOR. TÚ ERES BUENA, UN ALMA PURA, RAK NO PUEDE NADA CONTRA LAS ALMAS PURAS!- pronunció Lily llorando cada vez más- ¡NO TE MUERAS TE LO SUPLICO, NO TE MUERAS, NO TE DEJES VENCER. HAZLO POR HARRY, ÉL TE QUIERE!
Hermione sonrió débilmente pero de manera dulce.
- Yyo…yo…tam…bién…le…quie…ro…de…cíd…selo…cuan…cuando…me…haya…ido…
- ¿IDO?- preguntó James.
- NNo…no os…preo…cu…péis…por…mmí…yo…est…estaré…bi…bien…
- ¡POR SUPUESTO QUE VAS A ESTARLO, LILY!
- ¿QUÉ?
- ¡PLAN B!
- ¡DE ACUERDO!
- ¿Qué están haciendo?
- Abrazándola Ron, eso hacen.
- Ya pero…¿por qué?
- Ni idea.
- ¿Tu madre la está besando o lo imagino?
- Mi madre la besa, sí, y mi padre también.
- Esto es lo más raro que he visto en toda mi vida.
- Pues yo lo más bonito, sin contar con la propia Hermione, claro.
- ¿Es ése el plan b que nombró tu padre, darle muestras de amor?
- Parece ser que sí.
- ¿Crees que funcionará?
- Quiero creerlo.
- Te queremos cariño, te queremos.- dijo Lily aún llorando.
- No nos abandones por favor, ni a Harry tampoco…los tres te necesitamos, Hermione.- pronunció James dándole ahora un beso en la mejilla.
- Si te vas…iremos contigo- añadió la pelirroja.
- Sí, no te dejaremos sola ni si quiera en la otra vida.
- Cuidaremos siempre de ti…a partir de ahora.
- Porque te queremos mucho, de verdad que sí.
- Yyo…yo…tam…tambi…én…os…qqui…quuie…quiero…mu…cho.
- ¡AHORA JAMES!
- ¡COMPRENDIDO!
Sin pensarlo dos veces, James cogió a Hermione en brazos como si fuese un bebé, descendiendo su cabeza hasta que sus labios tocaron los de ella, insuflándole energía mágica. Cuando él se retiró, Lily besó la frente de la prefecta, luego sus párpados y sus ojos cerrados.
La pelirroja posó su oído en el corazón de la castaña y cuando volvió a escucharlo latir de forma rítmica comprendió que lo estaban consiguiendo.
Ella miró a James sin decir palabra pero expresándole que había funcionado, porque, tal y como había dicho Hermione a Knorck, el amor era la cosa más poderosa que existía en el mundo, algo tan poderoso como para producir un milagro. Volvieron a besarla una vez más para seguidamente decirle otra vez que la querían y en menos de un segundo, el espíritu de Rak salía de su cuerpo gritando en agonía, como si le acabasen de apuñalar el corazón.
- James…
- ¿Qué cariño?
- Llévatela de aquí, voy a ajustar cuentas con este hijo de la gran puta- dijo su esposa crujiéndose los nudillos.
- Ten cuidado Lily.
- Tranquilo, no podrá nada contra mí. Soy un espíritu ¿recuerdas? Y un espíritu no puede ser destruido a menos que quiera serlo y yo no quiero.
- Confío en ti, Lily.
- Y yo en ti.
- Harry…¿Por qué se ha parado tu padre bajo aquél árbol?
- Porque no es un árbol cualquiera, Ron.
- ¿Perdón?
- Es el Roble Centenario, un árbol muy poderoso.
- El Roble…¿Centenario?
- Eso mismo.
- Dicen…dicen que en el mundo de la magia, los robles simbolizan al amor. Por lo visto cuando se hacen hechizos amorosos, muchos tienen que hacerse al pie de un roble o usar algo que pertenezca a ese árbol. ¿Crees que tu padre ha llevado allí a Hermione para hacer uno de esos hechizos?
- No, creo que la ha llevado allí porque sabe, que ese árbol puede hacer algo por ella. Mis padres la quieren, Ron, lo mismo que tú y yo y pienso… que si él la llevó ahí será por algo.
- ¿El árbol la curará?
- No lo sé, pero ojalá lo hiciera.
- ¡TÚ, PEDAZO DE MIERDA, ME TIENES HARTA, HARTÍSIMA, Y COMO ME LLAMO LILIAN EVANS QUE TE VOY A HACER PAGAR POR TODAS Y CADA UNA DE LAS HERIDAS Y SUFRIMIENTOS QUE HAS OCASIONADO AL MUNDO DURANTE MILES DE AÑOS, A LAS ALMAS DEL INFRAMUNDO E INCLUSO A MI NIÑA!
- ¿TÚ…NIÑA. Y DESDE CUÁNDO ES HIJA TUYA?
- ¡NO LO HA SIDO NUNCA, PERO ME ENCANTARÍA QUE LO FUERA!
- Vamos Lily…déjalo ya…¿quieres? Por mucho que me ataques no te va a servir de nada.
- ¿Qué no?. ¡ESO YA LO VEREMOS. NO ERES EL ÚNICO QUE TIENE PODERES. TÚ SÓLO MÍRAME!
Pronunciando unas palabras, un potente rayo eléctrico se materializó en la mano de la pelirroja, ella lanzó el rayo y aunque el dios quiso esquivarlo, le dio en pleno corazón, haciéndole sangrar y derramándose sobre la tierra del suelo. Una sangre negra como la noche que les envolvía cayó, y la poca vegetación que había se murió en un segundo.
- ¿Decías algo?
- Puta…
- No no no no no no no … Ésa no es forma correcta de hablarle a una mujer¡y menos a una que está furiosa, UNA COMO YO!
Ella lanzó otro rayo y Rak volvió a gritar de dolor, que aumentó cuando un montón de truenos y relámpagos cayeron de improvisto sobre su cuerpo.
- Ahora no he sido yo…- dijo Lily canturreando- ¿Será que la justicia divina de Knorck por fin ha decidido entrar en acción, o a lo mejor es que como sólo faltan minutos para que el mundo se vaya a la mierda, incluso a ti te afectan los fenómenos atmosféricos, mmm?
- Te…mataré…Lily…- dijo Rak casi sin aliento- a ti…y a toda la…humanidad.
- Inténtalo…¡SÓLO INTÉNTALO Y TE ASEGURO, QUE AUNQUE TODOS MURAMOS, TE PERSIGUEMOS EN LA OTRA VIDA Y LUEGO INVADIREMOS EL INFRAMUNDO PARA DARTE LA MAYOR PALIZA QUE NADIE TE HA DADO, IMBÉCIL!
- No tendréis…oportunidad…porque cuando os invada…nada ni nadie podrá evitarlo y nunca más podréis encontrarme...
- ¿Ella?
Rak sonrió.
- Hermione…¿estás bien?- preguntó James aún sosteniéndola en sus brazos cuando la vio abrir los ojos.
- Creo que sí.
- ¿Sólo lo crees?
- Estoy…bien. Gracias. ¿Qué ha ocurrido?
James no dijo nada, sólo colocó su barbilla en la cabeza de ella y lloró, dando las gracias a quien fuese por haber permitido que ella volviera.
- James…¿estás llorando?
- Sí es que…nos diste un buen susto. Perdona.
- ¿Perdonarte el qué, que llores por mí? Venga ya…eso no es algo que se deba perdonar, es algo de agradecer.
- No es que me disculpe por llorar, Hermione, eso nunca. A mí no me da vergüenza llorar, es que…te he despeinado mucho, lo siento.
- ¿Qué?- preguntó ella como si no acabase de creer lo que había escuchado.
- Que te he dejado el pelo hecho un desastre y lo siento, sé lo importante que es para las chicas el tener un pelo bonito.
- ¡Pfffjajjjaaaaajajjaaa!. ¡Ay!- Ella se tocó las costillas y él la miró preocupado.
- ¿Te duele ahí?
- Me duele todo James, pero gracias por preocuparte. Y por cierto, yo siempre he tenido el pelo hecho un desastre, es que lo tengo así. Ni si quiera soy capaz de peinármelo con facilidad.
- Ah…bueno…qué alivio.
- De todos modos no soy el tipo de chica que pierde horas delante del espejo, no cuando hay tanto por hacer, aprender y estudiar. Sin contar con las aventuras en las que siempre nos vemos envueltos… Ron, tu hijo y yo.
- Aventuras de las que siempre salen airosos gracias a tus consejos o intervenciones.
- Qué va…eso era hace años, desde hace tiempo ellos son muy capaces de valerse por sí mismos. A mí no me necesitan.
- ¿Crees que no?
- Como antes no, eso seguro.
- Todo cambia, Hermione, pero incluso cuando esos cambios se producen hay algo que permanece estable.
- ¿El qué?
- El necesitar a alguien. Todas las personas necesitamos a alguien, lo mires por donde lo mires, siempre hay alguien para ti que es clave y por el cuál sin su ayuda o presencia, no serías capaz de seguir adelante.
- Eso se parece mucho a lo que me dijo Harry cuando estaba…como muerta. Es como lo que me dijo de que yo era su luz.
- Es que lo eres. Al igual que Lily es la mía. Es curioso lo mucho que nos parecemos los cuatro.
- ¿Eh?
- En la forma de querernos como pareja, me refiero, tanto tú y Harry como Lily y yo, nos queremos de verdad. Eso no abunda¿sabes?
- Los chicos como tu hijo tampoco.
- Y las chicas como tú menos todavía.- Él la miró dulcemente, colocando un mechón tras una de sus orejas en un gesto que resultó encantador para Hermione.
- Ya vale por favor, me vas a sacar los colores.
- No me importaría, sonrojada estás la mar de linda.- Él le guiñó un ojo y ella le dio un pequeño pellizco en el codo.
- ¡James Potter!. ¿Estás ligando conmigo?- Preguntó ella en tono medio serio medio bromista.
- ¿Yo? Ni por asomo, mi hijo y su madre me matarían si lo hiciera ¿sabes? Y sin ánimo de ofensa, las niñas de 17 años no es que me atraigan precisamente. Lo que sí te digo es que si en vez de conocer a Lily te hubiese conocido a ti, puede que sí me hubiese enamorado perdidamente de ti y por supuesto que intentaría conquistarte a toda costa.
- Y no será…¿Qué te recuerdo a ella, y por eso podría gustarte, mmm?
- Pues sí, por eso mismo podría haberme enamorado de ti si ella no existiera.
- Desde luego…eres de lo que no hay.
- ¿Te encuentras mejor ahora?
- Sí, gracias. Así que toda esta conversación tan…romántica y apasionada- dijo ella pronunciando 'romántica' y 'apasionada' con exagerado tono dramático que hizo reír a James- era para…¿levantarme el ánimo?
- No…era para saber cómo reaccionarías si te hacía creer que me gustabas.
- ¡SERÁS GAMBERRO!
Ella le pellizcó un poco más fuerte y él se partió de la risa. Mientras desde el árbol, Ron y Harry sonreían desde la distancia al contemplar lo bien que parecía encontrarse Hermione.
- Ella…es poderosa…incluso más que yo. Ella…es inmortal, indestructible y eterna. Ella es negra como la noche y su simple tacto…es capaz de llenar de tinieblas incluso al paisaje más claro que exista.
- ¿Te refieres a…?
- En efecto.
- Oh no…no te atreverás Rak, no serás capaz de algo tan mezquino.
- Así soy yo, Lily…ya lo sabes.
- Os detendré…
- ¿A mí? Puede. ¿A ella? Ni en tus mejores sueños.
- ¡JAMES, HERMIONE, VOLVED, DEPRISA. ES URGENTEEEE!- gritó ella con todas sus fuerzas.
En menos de un segundo, Hermione aún en los brazos de James, se encontró volando junto a él, que iba directo a Lily. No tardó mucho en llegar y en cuanto lo hizo, dejó a la castaña en el suelo mientras tanto él como su esposa, la protegían al estar cada uno a un lado de ella.
- Esto se pone cada vez peor, cariño- dijo Lily- adivina quién viene a visitarnos.
- ¿Quién?
- Una mujer de negro.
- ¿QUÉ?- pronunció su marido más que alarmado.
- Él la está llamando, la está convocando y cuando ella esté aquí…no habrá nada que podamos hacer.
- Siempre hay algo que se puede hacer- dijo Hermione por primera vez- y si es quien sospecho, tengo la solución.
- Pase lo que pase, no te separes de nosotros.- dijo James.
- Ni aunque el mismísimo Rak te poseyera de nuevo.- añadió Lily.
- Mientras estemos juntos y unidos, ella no podrá hacernos daño.- volvió a decir James.
- Cariño…- dijo Lily por lo bajo para que no la escuchase Hermione.- sabes que eso no es cierto…
- Ya pero…ella no lo sabe. Soy un mentiroso… ¿recuerdas? Puedo ser perfectamente creíble cuando me interesa, y ahora me interesa bastante que Hermione se sienta segura con nosotros.
- Creo que no necesitas mentir para trasmitirme seguridad, James.- dijo Hermione sorprendiendo al matrimonio.
- ¿Cómo has…?
- Tengo buen oído, Lily, uno estupendo. Más todavía cuando como yo, se tienen primos pequeños y juegas con ellos a los susurros. Te aseguro que puedo escucharlos por muy bajo que habléis. Además, estáis junto a mí, es difícil que no os escuche.
- Esta niña es impresionante, Lily.- dijo James ahora en tono perfectamente audible.
- Sí…¿verdad? Se parece a mí- añadió su esposa en tono bromista, ganándose una pequeña risa por parte de Hermione y un apretón de manos por parte de su marido, quien añadió en tono cariñoso…
- No hay nadie que se parezca a ti, tú eres única y no lo querría de otra manera.
- Yo también te quiero James.
- Preparaos- dijo Hermione a modo de advertencia- Rak ha desaparecido de nuevo.
- ¿Otra vez escondiéndose el muy cobarde?- dijo Lily.
- Él puede convocarla pero no controlarla, no lo olvides, es normal que incluso él le tenga miedo.- añadió su esposo.
- ¿Es tan horrible como me la imagino?- preguntó la castaña.
- No sé qué será lo que imagine tu cabeza, Hermione, pero te aseguro que lo que está a punto de presentarse ante nosotros no es ni por asomo lo peor que podrías pensar. Cuando la veas…no te lo vas a creer.
- A estas alturas, Lily, ya me creo cualquier cosa, cualquiera, incluso si fuese la propia muerte quien apareciera de repente.
James y Lily se miraron de forma significativa para luego volver a mirar a la prefecta, quien seguía mirando hacia delante esperando al visitante repentino que sabía llegaría de un momento a otro.
- Esto no me gusta Harry, no me gusta nada. Es lo mismo que pasó antes con Hermione, todo está demasiado tranquilo.
- Sí, presiento que algo va a ocurrir, algo horrible.
- Como si hubiese habido muchas cosas bonitas esta noche.
- ¿Nunca has oído decir que en todo lo bueno hay algo malo y en todo lo malo algo bueno?
- No.
- Pues ahora sí.
- Y ahora me dirás aquello de que tenga fe y que todo saldrá bien… ¿verdad?
- No pero…ya que lo has mencionado…sí, ten fe Ron, todo saldrá bien.
- Y ahora, estúpidos humanos, veremos si sois tan poderosos como para vencer…¡A LA OSCURIDAD!- exclamó Rak por última vez para emitir un potente trueno que indicó su marcha definitiva, o al menos eso parecía.
- ¿He oído bien?- preguntó Ron- ¿Ha dicho la oscuridad?
- Eso mismo, sí.
- ¿Desde cuándo la oscuridad tiene forma de mujer?
- ¡Y YO QUÉ SÉ RON!
- ¡AY MI MADRE, ESTO SE PONE CADA VEZ PEOR!
- Ron…
- ¡YA LO SÉ, LO SÉ, TENGO QUE TENER FE!
- Pensé que sería la muerte.- pronunció Hermione algo aliviada pero sin dejar de expresar miedo en su voz.
- Yo también.- añadió James.
- Tanto la muerte como la oscuridad, sirven a Rak, Hermione. Ten en cuenta que él es el dios que representa al mal, a todo lo malo que existe y aparte de eso, algo me dice que oscuridad no es lo único que nos tiene preparado.- finalizó Lily.
- Pues sea lo que sea yo pienso afrontarlo.- dijo Hermione.
- Y nosotros contigo, pequeña, no te quepa duda.- añadió James.
Hermione les miró agradecida, de una forma sincera y la mar de encantadora.
- ¿Preparados?.- preguntó ella.
- Más que nunca.- añadieron los dos a la vez.
- Vamos a enseñarle a Rak, que los seres humanos no sólo no somos estúpidos sino lo suficientemente hábiles e inteligentes para vencer a la oscuridad y todo lo que se nos ponga por delante.
- ¡Bien dicho, cariño!- pronunció Lily mirando a la prefecta.
- ¿Qué crees que pasará?
- No lo sé Ron, pero si esa de allí es la oscuridad, no es algo tan terrible contra lo que luchar, sólo tendrían que usar la luz para vencerla.
- ¿Y cómo en nombre de Merlín podrían hacer eso? Todo lo que nos rodea es oscuridad, Harry, la más absoluta oscuridad.
Oscuridad por ser de noche, oscuridad porque el mundo se está yendo al carajo y más oscuridad aún porque la tenemos de cuerpo presente convocada por un dios más loco que el mismo Voldemort. Harry…tengo fe, no te digo que no, pero también tengo una horrible sensación en el estómago de que algo peor que ella aún falta por venir.
- Esperemos que te equivoques.
Los tres se lanzaron al ataque al mismo tiempo. Usando la lucha física y la mágica, pero nada parecía afectar a aquella mujer que más que mujer parecía una sombra andante. Llegó un momento en que tanto James como Lily quedaron fuera de combate, cosa que sorprendió a Hermione pues nunca imaginó que a un espíritu se le pudiera dejar K.O. pero entonces recordó que Rak horas antes, había vencido también a Lisel, Lak y a la que antes fue la diosa del Caos y del inframundo, que también era un espíritu como ellas dos.
- Pide ayuda…
Dijo una voz proveniente del cielo, pero tan baja que sólo fue audible para Hermione.
- ¿Minerva?- preguntó ella en voz baja también.
- Pide ayuda, Elegida, pídela.
- No, no eres tú. Pero esa voz me suena, me suena mucho. Puede ser…¿Loar?
- Hermione…ella es la oscuridad y a la oscuridad sólo se la puede vencer con la luz. Tú sabes quien representa a la luz, aprovecha ese conocimiento.
- Un momento, el dios de la energía solar, el dios de la luz más potente es…¡Arion!. Tu padre…sí, él me dijo que me ayudaría si hubiera algo que yo no pudiese controlar y esto no puedo controlarlo sola. Pero…su colgante…también serviría ¿no?
- No, recuerda que su colgante tiene el poder de hacer que todo renazca, incluso a los muertos. ¿Quieres luchar contra muertos vivientes además de oscuridad?
- No…
- Entonces llama a mi padre, Hermione, llámale. Él vendrá, sabes que lo hará.
- Bien.
La oscuridad emitió un círculo negro que envolvió a la prefecta y mientras sentía un viento fuerte rodearla, ella cerró los ojos y comenzó a recitar con voz audible y clara el hechizo de invocación que despertaba la esencia divina del dios más bueno que ella había conocido jamás.
- Por el poder del Sol, el cielo y la madre tierra. La vida, la fé y la bondad. Por el poder de todo lo que está arriba y lo que está abajo. De todo lo animado y lo inanimado, de lo que vemos y lo que no. Te invoco a ti, Arion. Protector de la vida, para que escuches mis plegarias…
Atiende a mis ruegos y baja a la tierra para proteger a quien te invoca. Destruye el mal que nos amenaza en nuestro mundo. Y con tu fuerza divina…desciende a mí… ¡DESDE LOS CIELOS!
Un gran resplandor inundó el firmamento e hizo visible lo que hasta entonces había estado oculto, los primeros rayos del sol que empezaban a despuntar un nuevo día. Un día en el que el mal y la oscuridad habían reinado por el momento pero…que Hermione estaba segura, pronto se extinguiría, dejando paso a la vida y la esperanza.
Un rayo de un sol no visto pero que tenía la misma luz que él, se posó al lado de Hermione. Ella se tapó los ojos ante la deslumbrante luz y cuando los abrió, se encontró al dios Arion envuelto en una gran aura dorada y vestido con lo que parecía ser una armadura que relucía como el oro.
- No temas Hermione, ya estoy aquí.
Ella estaba tan asombrada que no se atrevió ni a contestar, ya no sólo por el atuendo del dios sino por el hecho de lo seguro que parecía de tener éxito. Y no es que ella hubiese perdido la fe, es que la oscuridad que les rodeaba a los dos era tan inmensa, que por un instante pensó que sería imposible de destruir.
- ¿Recuerdas lo que te dije?
- ¿Lo de fundirte conmigo?
- Sí, y también lo de los deseos que sólo te concedería cuando todo hubiese terminado, cuando el mundo estuviera a salvo.
- Sí Arion, lo recuerdo todo.
- ¿Estás de acuerdo con las condiciones?
- Sabes que sí, pero date prisa por favor, siento que me estoy perdiendo la fuerza que hago para no ser arrastrada por el viento.
- Muy bien. Cierra los ojos, yo haré el resto.
- De acuerdo.
- ¡ESE HOMBRE SE HA METIDO DENTRO DE HERMIONE!
- Sí, pero no te preocupes él es bueno.
- ¿También es un dios?
- Sí, se llama Arion y es amigo de Hermione.
- Espíritus de antiguas brujas y Elegidas, fantasmas de padres muertos, un dios que parece el sol…menuda gente conoce Hermione.
- Curioso…¿verdad?
- ¿Puedo decir otra vez que esta chica no dejará de sorprenderme nunca?
El frío se fue en el instante en que Arion entró en su cuerpo para dar paso a calor, un calor agradable pero a la vez abrasador.
Ella sintió que todos sus órganos se derretirían de un momento a otro, y mientras sentía al dios pelear contra la oscuridad, lanzando rayos solares y otras cosas que iluminaban el paisaje y mostraban toda la desolación que ya había sufrido y seguía sufriendo, Hermione recordó que el único modo de sobrevivir al calor del alma del dios, era tener una voluntad lo suficientemente fuerte para seguir viviendo y no ser abrasada por el calor de su alma.
"Yo quiero vivir…¡sí quiero!"
El calor siguió extendiéndose por cada fibra de su ser pero ella aguantaba, aguantaba todo aquél calor infernal porque las ganas de vencer y poder estar de nuevo con Harry y sus amigos eran mucho más fuertes que aquél calor que inundaba su alma.
Fue entonces cuando ella vio al dios hacer un movimiento especial con la mano y a la mujer que antes había sido la oscuridad, desintegrarse por completo. Pero aún así, el cielo volvió a oscurecerse y el amanecer esconderse. De nuevo, el mundo estaba rodeado de oscuridad, la que Rak había provocado y la que la propia pérdida del equilibrio había producido.
Arion salió de su cuerpo para saludarla haciéndole una reverencia de forma respetuosa.
- Ya he cumplido mi función, Elegida. Y ahora…pídeme lo que quieras y te será concedido.
- ¡NO TAN DEPRISA!- exclamó la voz de Rak desde el cielo negro- ¡ESTO AÚN NO HA TERMINADO, YO NO ME HE RENDIDO TODAVÍA, Y TÚ ARION, DIOS INSIGNIFICANTE, DESAPARECE DE MI VISTA ANTES DE QUE BAJE DE NUEVO Y TE HAGA PAPILLA!
- ¡TUS BRAVUCONADAS NO ME ASUSTAN, RAK, VENGA VALIENTE VEN AQUÍ, BAJA, BAJA Y ENSÉÑAME DE LO QUE ERES CAPAZ!
Durante unos momentos, el dios oscuro no contestó.
- Tiene miedo…¿sabes? Siempre me lo ha tenido. Pero es un maldito soberbio pretencioso que le gusta hacer ver que no le teme a nada ni a nadie.
- ¿Es por eso que se esconde en el cielo y nos envía aliados suyos?
- No lo sé, quizás se cansó de pelar contra ti y tus propios aliados. La cosa es que se ha retirado y a mí me alegra que lo haya hecho pero…aún tenemos un grave problema Hermione.
- El equilibrio…¿verdad?
- Sí, está roto, roto del todo. El mundo está sufriendo las consecuencias, pero tú estás aquí y no lo ves y quizás sea mejor así. No creo que te gustase ver los maremotos, terremotos, y otros tantos fenómenos que están matando personas humanas a pasos agigantados. No creo que te complacería ver cómo se hunde una isla entera con todos sus habitantes. O haces algo para detener todo esto, o puede que dentro de poco, no te dará tiempo ni a decir... ¡Oh!. ¿Comprendes?
- Sí. ¿Me ayudarás?
- No puedo. Ya he cumplido con mi deber y tú sabes las reglas…
- Lo sé. Gracias por tu ayuda.
- De nada.
- ¿Puedo decirte los deseos en otro momento?
- Sí preciosa, por supuesto que sí.
- ¿Te vas ya?
- He de hacerlo.
- De acuerdo. ¡Arion!- pronunció ella antes de que él desapareciese del todo.
- ¿Sí?
- ¿Recuerdas la promesa que me hiciste?
- Sí, la cumpliré. Si tú mueres, Harry tendrá lo que acordamos.
- Gracias.
- A ti.
- ¿De qué crees que han hablado?
- Ni idea Ron, desde aquí no me entero a menos que griten.
- La oscuridad con forma de mujer ya no existe pero el mundo sigue en tinieblas. ¿Crees que ese dios loco guarda otra sorpresa?
- Es posible, enseguida veremos si es o no así.
- Bueno bueno…Elegida, parece ser que vuelves a estar a solas conmigo ¿mm?- pronunció de nuevo Rak.
- ¿Y?- pronunció Hermione mirando al cielo sabiendo que Rak no se mostraría desde que decidió esconderse.
- Que eso es justo lo que yo quería.
- ¿El qué?
- Que estuvieras sola, completamente sola…e indefensa.
- ¿Aún no te has enterado que puedo cuidarme solita?
- Sí claaro…por eso pediste ayuda ¿mm?
- Vete al carajo Rak.
- ¿No crees que en vez de ser tan maleducada conmigo deberías estar pensando en cómo salvar a tu querido mundo mágico de la destrucción?
- ¿Y a ti qué te importa? Tú quieres que se destruya para construir otro a tu antojo...¿no?
- No, te equivocas, yo quería ser personalmente quien lo destruyese, no el equilibrio.
- Ah, entiendo…tú no puedes controlar el desastre de la pérdida del equilibrio…¿verdad? Por eso te has escondido¡porque estás muerto de miedo!
- Mira Harry…
- ¿Dónde?
- Allí, al fondo de donde está Hermione.
- Allí están mis padres. ¿Y?
- Que se están moviendo y no sólo eso, están volando en dirección a Hermione pero eso parece ser que ella no lo sabe.
- Presiento que algo bueno va a ocurrir dentro de poco.
- Yo también.
- ¿Yo muerto de miedo, yo, que soy el dios del inframundo, el dios de la oscuridad, el que podría destruir este mundo con sólo mover un dedo?
Por favor, no me hagas reír…
- No tiene miedo de la pérdida del equilibrio, Hermione, sino de su última aliada, una tan fuerte que ni él mismo puede controlar. Por eso es que se escondió. ¿Verdad cobarde de mierda?
- ¡Lily!- exclamó la prefecta con alegría- Creí que no volvería a veros.
- Eso nunca- dijo James- hasta que todo acabe bien, no pensamos marcharnos por nada del mundo. ¿Verdad amor?
- Sí cariño.
- ¡Vamos Rak, muéstranos tu último aliado!- dijo Hermione mirando al cielo y añadiendo en voz baja- le venceremos igual que a los demás.
A pesar de todo, Rak escuchó lo dicho por la castaña, respondiéndole tranquilamente…
- No tendréis oportunidad…porque a ella…nada ni nadie…la puede detener.
- ¿Ella?- preguntó Lily.
- Con todos vosotros…la muerte.- dijo Rak como si estuviese presentando un espectáculo.
Tanto Hermione como los padres de Harry, tragaron saliva.
Y de repente apareció… vestida de negro, igual que la oscuridad, y al igual que ella, también tenía forma de mujer cuyo rostro tapaba una gran capucha, pero había una ligera diferencia con la oscuridad, la muerte era mucho más alta y al verla, Hermione no pudo evitar experimentar el mismo potente Deja Vû que ya había tenido en otras ocasiones, pues su aspecto, lo conocía ya de una pesadilla con la que había soñado varias veces.
- ¿Quieres morir por él?
- Lily- pronunció la castaña conteniendo el aliento.
- ¿Sí?
- ¿Me harías un favor?
- Todos los que quieras.
- Corre…
- ¿Cómo dices?
- Corre y protege a Harry y a Ron en un potente escudo que ella no sea capaz de atravesar. ¿Me entiendes?
- Perfectamente.
- Corre Lily…¡CORRE!
Más que correr, voló, literalmente. Voló a toda velocidad hacia su hijo y su amigo pelirrojo, que no tuvieron tiempo ni de decir "¿qué pasa?" cuando se vieron envueltos en un potente escudo con forma de burbuja, igual que el que muchas horas atrás, había creado Hermione para Winky.
- Quedaos aquí- pronunció la pelirroja desde el exterior- y no os pasará nada. Y por favor, por lo que más queráis, si el escudo se rompiese o lo que fuese, no intervengáis¿de acuerdo?
- Sí, mamá, lo prometo.
- ¿De acuerdo Ron?- preguntó ella mirándole a modo de advertencia.
- Sí señora, prometo no volver a meterme donde no me llaman
- Buen chico.
Y sin más que añadir, ella volvió junto a su marido y la prefecta, que tenía su mirada fija en aquella mujer que se acercaba a ellos con pasos lentos, haciéndoles así, insufribles la espera.
- ¿Serviría de algo si atacamos?- preguntó Hermione incluso dudando de hacer la pregunta.
- No, lo único que sirve es la fe, mucha fe. Fe en el mundo y en todo lo que queremos y valoramos.- añadió James.
- ¿Lily?- preguntó Hermione.
- Estoy aquí, cariño, detrás tuya.
- ¿Te importaría colocarte a mi lado? Me siento mejor si te veo.
- Enseguida.
- Gracias.
- ¡No quiero mirar!
- Ron…
- ¡No, no quiero. La muerte está delante de ellos, a cuatro pasos tan sólo. No quiero saber lo que pasará, no quiero verla morir, porque tus padres ya están muertos Harry, pero Hermione no, ella no!
- Lo sé.
- Por más que la busco no encuentro la fe, Harry, no puedo encontrarla. ¡Es imposible vencer a la propia muerte, imposible!
- ¡RON!
- Está bien, me callo.
- No se la puede vencer- dijo Hermione al verla frente a ellos tres, aún inmóvil, como si estuviese pensando quién sería su primera víctima.
- No, es verdad.- añadió James.
- Ella es indestructible y también inmortal.- comentó Lily.
- Pero tiene debilidades y preferencias, igual que los humanos.- dijo James.
- Y lo único a lo que ella no puede resistirse…- empezó Lily.
- Es a matar o a que alguien se sacrifique entregando su vida por otro alguien.- finalizó Hermione.
- Eso mismo, igual que con Rak.- volvió a decir James.
- Marchaos- dijo Hermione con decisión.
- ¿Te has vuelto loca?- la miró alarmada Lily.
- Iros…por favor. Ya habéis hecho mucho por mí y por el mundo, iros.
- Ni en tus mejores sueños.- dijo James con total seriedad.
- Ni loca te dejo sola con la muerte.- comentó su esposa de igual manera.
- Esto es cosa mía, no vuestra.- dijo Hermione con firmeza.- En mí recae el peso del mundo, no en vosotros.
- Es cierto, pero tal y como te dijimos una vez, Hermione, tanto Lily como yo mismo estamos relacionados contigo y tu misión, así que nos quedamos contigo pase lo que pase y pese a quien pese.
- Gracias…- dijo ella conteniendo las lágrimas.
- De nada.- finalizó él.
- Te queremos Hermione, no lo olvides nunca.- comentó Lily.
- Y yo a vosotros. Lily…
- ¿Sí preciosa?
- Pase lo que pase, quiero que sepas, que me ha encantado conoceros y pelear junto a vosotros.
- Lo mismo digo.
- Y yo también.- añadió James.
- Por favor.- ella les miró sin ocultar sus lágrimas- si a mí me pasa algo, prometedme que cuidaréis de Harry, sé que es estúpido que os diga esto al ser vosotros sus padres pero…él os necesita mucho, sobre todo vuestro cariño, lleva años deseándolo. ¿Comprendéis?
- Perfectamente- dijo James- y no es estúpido Hermione, es muy bonito que nos digas algo así. Tal y como te dije la noche de la alineación, gracias por querer y cuidar tanto a nuestro hijo.
- No por favor, no me deis las gracias y prometedme que siempre estaréis con él. ¡POR FAVOR!
- Lo prometemos.- dijo Lily, que no entendía por qué le preocupaba a ella eso tanto, porque tal y como ella había dicho, al ser sus padres, estaba claro que siempre estarían con él, aunque después de la batalla él no pudiese verles pues ellos sabían que no era posible que él y ellos se juntasen hasta que Harry muriese. ¿O quizás había otra razón que Hermione sí sabía y no había querido contarles por el momento?
- Gracias, y ahora…vamos a enfrentarnos a esa…cosa.- dijo Hermione.
- La muerte.- pronunció James.
- Eso mismo.- finalizó Lily.
Pero antes de que ninguno de los tres hiciese ni un mero movimiento, la muerte desapareció y volvió a reaparecer con Harry y Ron en su poder.
Lily voló hasta su hijo, intentando liberarle pero la muerte la expulsó, produciendo una onda de energía que la impulsó muchos metros atrás, y eso con sólo posar un dedo en el cuerpo de la pelirroja.
James también intentó ayudarles pero fue derribado y volvió a quedar K.O.
Fue en ese instante preciso en que Hermione se quedó sola ante su peor pesadilla, sólo que esta vez, no era una pesadilla, era la maldita realidad.
Ella lo había soñado, sabía lo que sucedería, la muerte empezaría a torturar a Harry y sólo se detendría cuando Hermione dijese que se cambiaba por él, pero ahora…había también una diferencia con su sueño. No sólo era una persona capturada por la muerte, eran dos. Y tanto el uno como el otro, eran sus dos mejores amigos aunque uno de los dos, fuese en realidad, algo más que un amigo para ella.
La muerte movió una mano, sacándola de su túnica y ella comprobó con horror que era igual a la de un esqueleto. Comprendió entonces que era mejor que la capucha le tapase el rostro. No sería una visión agradable y ella estaba dispuesta a no verla. Como tampoco estaba dispuesta a que los dos chicos más importantes de su vida, fuesen asesinados en su presencia sin ella hacer nada.
En su mente, empezaron a aparecer los recuerdos del diálogo de la última pesadilla que había tenido con aquella muerte irreal. ¿O quizás era real a pesar de presentarse en un sueño?
- ¡SUÉLTALE AHORA MISMO!
- No.
- ¡QUE LE SUELTES!
- ¡NO!
Y al igual que en su sueño, ella pidió lo mismo, sólo que esta vez, en plural, pues eran dos y no uno, los que estaban bajo su poder sin ser capaces de moverse, hablar o cualquier cosa otra que les sirvieran para liberarse de su fuerza, que era descomunal. Pero no tan grande como para impedirles la voluntad de tener los ojos abiertos, que de hecho, tanto Harry como Ron, los tenían.
- ¡SUÉLTALES!
- No.
- ¡QUE LES SUELTES!
- ¡NO!
La voz de la muerte le heló la sangre, si su aspecto era aterrador, y eso que veía poco de su apariencia física, su voz era simplemente escalofriante.
Capaz de paralizar hasta el corazón más débil, pero ella no era débil, era alguien fuerte, muy fuerte, y no sólo de corazón, sino también de espíritu y alma, y enseguida se lo demostraría. Como también le demostraban ellos su fuerza a la chica castaña que estaba a unos metros bajo ellos, en la tierra, y que con el corazón oprimido y los ojos llenos de lágrimas… rogaba porque fueran liberados.
- ¡LIBÉRALES DE INMEDIATO!
- ¡NO. YA ME HE LLEVADO MUCHOS HUMANOS, QUÉ MÁS DAN DOS MÁS!
- Como si me importara. ¿Qué más da que le mate o no, no ves que todo se está destruyendo, que todos están muriendo? Una muerte más no hará una gran diferencia…¿no crees?
- ¡NO, NO LO CREO. QUIERO QUE LE SUELTES DE INMEDIATO Y QUIERO QUE SEA AHORA!
- Y si lo hago…¿qué me darás a cambio?
- ¡MUCHO, A MÍ SÍ QUE ME IMPORTAN SUS VIDAS Y LAS DEL RESTO DE LA HUMANIDAD. QUIERO QUE LES SUELTES DE INMEDIATO Y QUIERO QUE SEA AHORA!
- Si les suelto…¿qué me darás a cambio?
- ¿Cómo dices?
- Si le dejo vivir…¿me darás algo a cambio, por ejemplo…tu vida?
- ¡QUÉ!
- ¿Morirías por él?
- ¡CONTESTA A LA PREGUNTA, CONTÉSTALA!.
- Te daré…
- ¿QUÉ, QUÉ ME DARÁS…POR EJEMPLO TU VIDA. ES ESO LO QUE ME OFRECERÁS, TU VIDA POR LA DE ELLOS?
- ¡CONTESTA A LA PREGUNTA!. ¿MORIRÍAS POR ÉL?
- ¡SÍ, ESO MISMO TE OFREZCO, MI VIDA…POR LA DE ELLOS. MI VIDA POR LA DE TODO EL MUNDO!
- ¿ESTÁS SEGURA…ELEGIDA?
- ¡CONTESTA A LA PREGUNTA!. ¿MORIRÍAS POR ÉL?
- ¡SÍ MALDITA SEA, MORIRÍA POR ÉL. LO HARÉ, MORIRÉ POR ÉL!. ¿SATISFECHA?
- ¡SÍ MALDITA SEAS, MORIRÉ POR ELLOS Y POR TODA LA HUMANIDAD. LO HARÉ, ENTIENDES, LO HARÉ. ME CAMBIO POR ELLOS, LLÉVAME A MÍ!
Sin decir ni una palabra, la muerte los soltó, y ellos aterrizaron bruscamente en el suelo, siendo rescatados rápidamente por James y Lily, que ya estaban a su lado y que miraban impotentes cómo Hermione comenzaba a ascender hacia la muerte para ser capturada por ella y ser envuelta en una especie de niebla negra. Y fue entonces cuando ella lo comprendió todo, cuando Hermione se percató de lo que había hecho.
- ¿MORIRÍAS POR ÉL?. ¡CONTESTA A LA PREGUNTA!. ¿MORIRÍAS POR ÉL?
- ¡SÍ. MORIRÍA POR ÉL. LO HARÉ, MORIRÉ POR ÉL!. ¿SATISFECHA?
- Mucho.
Tomó conciencia por primera vez, de la envergadura que alcanzaba su sacrificio. No sólo había dado su vida por ellos, sino por todas las personas que la muerte se había llevado. Y mientras la neblina la envolvía y su cuerpo desaparecía de la vista de los presentes a la batalla, Hermione cerró los ojos y se dejó llevar, mientras recordaba parte de la carta en forma de poesía que le había escrito a Harry días atrás, mientras él dormía.
" Veo que mueres, una mujer te mata. Ella me mira y pregunta..¿Qué harás para salvarle?. ¡Lo que sea necesario! Respondo sin pensarlo. Entonces ella cuestiona.. ¿Incluso morir por él? Y antes de que siga la lucha, yo..afirmo con la cabeza, y le muestro convencida.. que por salvarte a ti, con gusto daría mi vida. Ella ríe, pero te suelta. Y cuando caes de nuevo, soy yo la que ahora..abandona el suelo.
Ella me tortura, me lastima, pero eso no me importa, porque el Miedo no me domina. Ya no hay nada que me atemorice, te lo aseguro. Porque tú ya estás a salvo y ahora nada ni nadie, podrá hacerte daño."
"Con mi Muerte tú te salvas, y todo a mi alrededor cambia. La Destrucción se termina, el Mundo por fin está a Salvo. Y la Muerte, ya no puede hacer más daño. Ya lo único que alumbra el Nuevo Día..Es Paz, Tranquilidad y Armonía. Mi Pesadilla termina, y ya nada me desatina."
Todo empezó a cambiar, la oscuridad que antes cubrió el cielo, desapareció para dar paso al ahora brillante amanecer. Un amanecer limpio y claro, puro, que anunciaba esperanza, la esperanza de un mundo mejor, un mundo salvado gracias a un milagro.
Uno salido de un corazón humano, uno lo suficientemente puro y sincero, como para dar sin esperar nada a cambio. Un corazón como el de Hermione Granger, la Elegida, la última de todas y sin duda la mejor…de todas las que había habido.
Una chica corriente, sin nada especial en su apariencia salvo el hecho de ser bruja. Una bruja que no llamaba la atención en nada salvo en la de ser en apariencia, una sabelotodo repelente.
Una sabelotodo tan sabia…como para saber lo que se debía hacer para que el mundo…ese mundo mágico que tantas veces la había despreciado y humillado en unas situaciones u otras…ese mundo al que muchos pensaban que ella no pertenecía por no ser una sangre limpia…ese mundo…ese…se había salvado de la destrucción total, y todo gracias a ella.
Ella…una chica…una simple y llana chica humana…una bruja…una de origen muggle, una…sangre sucia, como diría aquél rubio que siempre la odió. Esa chica…había salvado a la humanidad y a la tierra entera y todo lo que lo habitaba. Tanto el mundo muggle…como el mágico.
Y el mundo se lo agradeció…no dejándose destruir, porque ella…no sólo había dado su vida por salvar la de sus amigos, su vida también había salvado al mundo, su sacrificio…había devuelto la esperanza perdida. Una esperanza que ya no sentía la humanidad que había estado sufriendo las catástrofes que sufrieron quienes lucharon por ellos sin ellos saberlo, pues los muggles que no creían en la magia no sabían lo que estaba ocurriendo en un punto concreto del mundo mágico.
En los terrenos de Hogwarts, aquél castillo que había sido protegido por un potente escudo y que volvía a estar sin barrera protectora, pues el mundo estaba a salvo y la batalla final había llegado a su fin gracias a una simple chica…
Una humana…una simple humana como todos los muggles y no muggles, pero con un corazón tan grande y un amor tan inmenso por el mundo…como para no perder nunca la fe en él…y en que aún podía salvarse.
- Harry…- dijo Ron desde el suelo, mirándole con preocupación al ver cómo su mejor amigo parecía tener la vista pegada al cielo, al lugar donde Hermione había desaparecido sin dejar rastro.- ¿Estás bien?
- Hermione…- fue todo lo que él musitó.- Vuelve…por favor…vuelve.
- Harry…
- Vuelve por favor…no me dejes solo. No me dejes…lo prometiste…me lo prometiste…
- Harry…- musitó Ron dejando salir sus lágrimas al ver que él parecía no reaccionar pero Ron se dijo así mismo que intentaría que saliese de aquél estado de shock en el que parecía verse su mejor amigo, aunque eso significase enfrentarlo con la realidad, decirle lo que todos sabían, decirle algo como...
- Ella…no está…Harry…se ha ido…
- No…- contestó Harry con voz rota pero sin derramar una lágrima, aunque Ron sabía que por dentro, el alma de Harry estaba inundada de ellas.
- No…Ron…Ella lo prometió…me prometió estar siempre a mi lado…ella no se ha ido…no ha podido irse…
- Harry…acéptalo. Ella ha muerto. Ha muerto por nosotros…¿entiendes? Ya no volverá.
- ¡CÁLLATE!
Ron cayó al suelo impulsado por lo que parecía una energía invisible que salió del interior de Harry y que con sólo acercarse el pelirrojo, le envió unos metros lejos de su mejor amigo. Un amigo que lloraba aún en el suelo, con el corazón partido por todo lo ocurrido pero sobre todo por el hecho de ver a Harry tan destrozado, tanto, que pese a su ruda reacción hacia él, tenía todo el derecho del mundo a expresar su dolor de esa forma o cualquier otra que él considerase conveniente.
- Hijo…- intervino Lily con cautela.- Ven con nosotros.
- Por qué…
- Porque todo ha terminado. Vamos…te curaré las heridas.
- Por qué…por qué se ha ido…por qué…
- Harry por favor…¡mírame!- rogó su madre llena de tristeza y con los ojos llenos de lágrimas- mírame hijo…deja de mirar al cielo, ella no está, entiéndelo.
- Por qué…lo ha…hecho…
- Porque te quería. A ti, a tu amigo y al mundo entero. Por eso lo hizo.
- Esa voz…es la voz de Arion.- dijo James, reuniéndose junto a su esposa y su hijo, que parecía de cuerpo presente pero con la mente en otra parte.
Fue entonces que el dios de la energía solar apareció frente a ellos y que James y Lily le hicieron una reverencia como muestra de respeto y saludo. El dios correspondió con otra hacia ellos y luego se acercó a Harry, agachándose lo suficiente hasta estar a su altura. El buen dios puso sus manos en los hombros del moreno y le habló con voz suave y cariñosa.
- Harry mírame…por favor. Mírame…
- Hermione…- contestó él sin apartar sus verdes ojos del cielo.
- Tengo un mensaje de ella para ti, mírame y te lo daré.
Eso pareció hacerle reaccionar, provocando que él mirase a los ojos del dios, percibiendo toda la bondad que había en su alma por medio de aquella mirada que Arion le estaba dedicando.
- Escucha, Harry, antes de desaparecer, ella te habló…sólo que tú no pudiste escucharla porque ella ya no estaba a tu alcance. Pero…sus palabras…fueron escuchadas por mí y todos los dioses y diosas, incluso por Rak. Esas palabras…fueron…las últimas cosas que ella pronunció antes de desaparecer de vuestra vista. He venido para que las escuches. ¿Lo harás?
Harry asintió con la cabeza muy lentamente, como si le costara moverla.
Arion se separó un poco de él y creó una burbuja, donde se vio a Hermione siendo atrapada por la muerte y rodeada de una energía negra que fue metiéndose por todo su cuerpo. Entonces, ella cerró los ojos como si tuviese toda su concentración puesta en algo. Harry la imitó, cerrando los ojos también y fue entonces cuando su voz sonó alta y clara para él.
- Harry…
- ¿Qué?
- No me queda mucho tiempo…sé que voy a desaparecer pero no me importa.
- Hermione…
- Escúchame Harry, escúchame.
Te quiero, siempre te querré…pero esto era lo que debía hacer para devolverle la esperanza al mundo.
La esperanza es lo último que se pierde, Harry. Y mientras las personas la tengamos, mientras no la perdamos por muy mal que estén las cosas…todo irá bien.
Diles a tus padres…que lo he comprendido y…que estoy bien. He comprendido lo que es ser una Elegida y no una cualquiera, sino la última y más poderosa de todas, pues en mí se han cumplido las 9 características que toda Elegida debía poseer, ahora lo sé.
Diles a James y a Lily…que he comprendido…que sólo en mí recae el peso del mundo…y por consiguiente su destino.
Lo comprendí y lo acepté de buen grado, porque ésa era mi misión…salvar al mundo y hacer todo lo posible para que tuviese una segunda oportunidad. Y diles también que les quiero…y que agradezco todo lo que han hecho por mí.
Diles a Ron y a Ginny…que me perdonen, no podré ayudarles a preparar los éxtasis tal y como les prometí que haría. Y diles también que les quiero…y que sean fuertes y te apoyen siempre, como siempre han hecho. Ellos siempre estarán contigo Harry, porque te quieren, te quieren mucho, siempre te han querido mucho. Igual que yo lo he hecho…y lo sigo haciendo.
Tengo frío…mucho frío… es porque estoy muriéndome…pero no me importa.
Muero feliz al saber que cumplí con mi misión, muero feliz al comprender lo importante que es lo que he conseguido gracias a mi sacrificio.
Muero feliz…por haber tenido unos padres estupendos y unos amigos maravillosos que siempre estuvieron conmigo tanto en los buenos como en los malos momentos. Muero feliz…al saber lo que es amar y sentirme amada…por ti…el chico al que siempre quise…al que siempre amé…y sigo amando a pesar de que la muerte me lleve.
No llores por mí…estoy bien. Y no te preocupes…no estarás solo…prometí que nunca lo estarías…y yo siempre cumplo mis promesas.
Recuerda que siempre estaré contigo…aunque no puedas verme. Mi cuerpo ya no será visible para ti…pero te aseguro que mi espíritu…siempre te acompañará donde quiera que estés y donde quiera que vayas.
Harry…siento que sólo quedan segundos antes de desaparecer por completo, por eso…voy a regalarte algo. Algo…que sé quisiste tener siempre . Algo…que te hará inmensamente feliz…y que espero te sirva…para compensar tu dolor por mi muerte…al menos eso espero…
Mi regalo…son tus padres…y tu padrino…personas que tú siempre quisiste y que a su vez…te querían. Espero que disfrutes esta nueva oportunidad que Arion te dará de estar con ellos…pues es él quien les devolverá la vida.
Te quiero Harry…no lo olvides nunca, por favor, y tampoco olvides…tal y como te dije una vez…que…lo más difícil de este mundo…es vivir en él.
Sé valiente… y vive…por mí.
Cuando dejó de oír su voz, él abrió los ojos, la burbuja había desaparecido, así como todo lo malo que les había rodeado antes.
Arion se dirigió entonces a Lily, entregándole su vara.
- Ten, Lilian, te pertenece. Tú sabes cómo usarla. Empléala para arreglar este desolador paisaje, para que todo lo que se ha destruído…renazca otra vez. Los árboles, el lago…resucítalos. Sólo tú puedes hacerlo.
Lily asintió con la cabeza y cerró los ojos, musitando unas palabras y seguidamente clavando la vara en el suelo. Ésta brilló y dejó salir un haz de luz que envolvió todo el paisaje, y cuando la luz se extinguió, tanto los terrenos como todo lo que lo rodeaba, recuperaron su antiguo aspecto.
Seguidamente, le devolvió la vara a Arion y él la hizo desaparecer tras darle las gracias a ella.
- Harry…- dijo el dios mirándole de nuevo.
- ¿Qué?
- No llores…no debes llorar…
- ¿Cómo dices?
- Deberías alegrarte, Harry…por Hermione y todo lo que ha conseguido. El mundo se ha salvado gracias a ella. ¿No lo entiendes?
- Lo entiendo…pero…no debió morir. Prometió que siempre estaría conmigo, que nunca me dejaría solo…
- Y no lo estás, Harry, no lo estás. Tienes un mundo donde seguir viviendo, tienes aún a tus amigos completamente a salvo y tienes lo que siempre quisiste…a tus padres…y a Sirius.
- Sirius no está…
- ¿No?. Mira allí, Harry, hacia el Roble Centenario.
Cuando lo hizo, una neblina salió del tronco y cayó al suelo, revelando el cuerpo de aquél hombre que tanto había significado para Harry y sus padres.
En cuanto sus pies tocaron el suelo, él salió corriendo y se reunió con ellos, fundiéndose en un emotivo abrazo tanto con James y Lily como con Harry, quienes…con lágrimas en los ojos, no terminaban de creérselo.
- Ron…
- ¿Sí?- preguntó el pelirrojo mirando al dios.
- No te sientas mal por el error que cometiste, errar es de humanos. Además…has hecho algo bueno por el mundo.
- ¿Qué?
- Querer a Hermione tanto como para creer en ella y su misión.
- Pero yo…hubo un momento en que…dudé…
- Eso no importa Ron, porque cuando más se necesitaba la fe…tú la tuviste.
- Gracias.
- De nada. Pero hay algo que quiero pedirte.
- Qué.
- Que escribas todo lo ocurrido…para que no caiga en el olvido. Lori nunca volverá…como diosa del Caos y del inframundo y Rak…ha comprendido por fin…quién era la última Elegida y eso ha hecho…que desista de destruir el mundo mágico ¿Lo entiendes? Todo ha sido gracias a Hermione…y su sacrificio por todos vosotros y por el resto del mundo. Escríbelo Ron…escribe todo lo que ha pasado, para que nadie de este mundo mágico olvide jamás quién fue Hermione Granger, su misión…y todo lo que consiguió. ¿Lo harás?
- Sí.
- James, Lily, Sirius…
- ¿Sí, Arion?- preguntó Sirius tras saludarle debidamente.
- Escuchadme los tres….estáis aquí gracias a Hermione y a uno de los deseos que me pidió antes de desaparecer.
- ¿Uno de los deseos?- preguntó James.
- Ella pidió…que os resucitase para que pudierais estar con Harry de nuevo. Esta vez como humanos, no como espíritus. Desde este instante volvéis a ser mortales. Y tal y como ella le dijo a Harry en su mensaje…aprovechad bien esta nueva oportunidad que os he dado. Cuidad de Harry siempre y recordad que cuando le llegue la hora de enfrentarse a Voldemort…él debe hacerlo por sí mismo, sin vuestra ayuda, pues ese es su destino. ¿Comprendéis?
- Perfectamente.- dijo Lily.
- Respetaremos su destino como hicimos con el de Hermione.- añadió James.
- Y prometemos que hasta que ese día llegue…Harry Potter no volverá a sentirse solo nunca más.- finalizó Sirius.
- Bien. Ahora debo irme.
- ¡Arion!- pronunció Lily.
- ¿Sí?
- ¿Dónde está Hermione, dónde fue su alma?
Arion no respondió, sólo sonrió de forma enigmática.
- ¡Contéstanos maldita sea!- exclamó Harry.
El dios se aproximó a él y le agarró de los hombros, como había hecho antes.
- Ella está bien, Harry, te aseguro que lo está, y eso es todo lo que puedes saber por el momento.
- ¿Volveré a verla?
- Sí, pero aún no…aún no.
Y mirando a todos los presentes, pronunció…
- Se os ha entregado un regalo precioso, uno único e inigualable, la vida. Disfrutadla, y no estaría de más…que honraseis el recuerdo de aquella por cuya intervención, amor y entrega…aún tenéis un mundo que podéis seguir llamando…vuestro. Adiós.
Estaba a punto de desaparecer cuando Lily señalando el Roble Centenario gritó…
- ¡ARION, MIRA ALLÍ!
El dios obedeció y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando ante ellos apareció una figura brillante. Una que pertenecía a la de una mujer que siempre había amado durante miles de años. La figura y cuerpo de la que un día fue su esposa, Loriana.
El dios no perdió tiempo en volar y reunirse con ella, encerrándola en un más que amoroso abrazo y regalándole un beso de amor verdadero.
- Hola amor mío- dijo ella con voz dulce- ha pasado mucho tiempo.
- Demasiado. Pero a mí no me importa, has vuelto Lori…eso es lo único que cuenta.
- Yo…lo siento mucho Arion, siento mucho todo lo que provoqué. ¿Podrás perdonarme algún día?- preguntó ella con sus preciosos ojos azul profundo llenos de sinceras lágriamas.
- Hace mucho que te perdoné…amor mío. Lo único que no podía perdonarte fue todo el mal que hiciste pero…eso también lo arreglaste al arrepentirte y luchar junto a la Elegida.
- Hermione…
- Sí, la última y la mejor de todas.
- Ella me perdonó…¿sabes? Lo hizo cuando más necesitaba el perdón, y en unas circunstancias en las que dudo que alguien que no fuese ella…habría actuado igual.
- Es que es un alma pura.
- Yo creo que la más pura que jamás he visto, Arion.
- Y yo.
- ¿Crees que…volveremos a verla?
- ¿Te gustaría?
- Me encantaría, pero no tanto como a mi hijo. Loar…espero que me perdone. Fui muy cruel con él.
- Él te quiere a pesar de todo Loriana, siempre te ha querido al igual que yo. Al fin y al cabo…eres su madre.
- ¿Podemos…podemos volver a casa…por favor?
- Claro que sí.
- Y…estaremos…siempre juntos…¿los tres?
- Por toda la eternidad, como siempre debió ser.
- Os quiero, Arion.
- Y nosotros a ti, cariño.
- Hacía tanto que no me decías eso…
- A partir de ahora te lo diré cada día.
Y tras darle un dulce beso en los labios a su esposo, tanto Loriana como Arion, desaparecieron envueltos en una luz dorada.
- Ahora la sala de actos puros y almas puras vuelve a estar llena de nuevo.
- ¿Quién es?- preguntó Ron mirando hacia el cielo, de donde provenía la voz.
- Es Lisel.- pronunció Lily con asombro- pensé que había desaparecido.
- No puede. Es un espíritu que no quiso ser destruido.
- Esa voz…es de Knorck.- dijo Sirius.
- Escuchad a Lisel, escuchadla bien.- volvió a decir la voz del dios supremo de todos los dioses y diosas mientras la suave y dulce voz de la primera bruja volvía a ser audible.
- Fuiste tú…Hermione Granger. La única Elegida con un amor lo suficientemente grande y sincero por el mundo como para dar tu vida por él. Vosotros…amigos de la Elegida, escuchadme bien…
Cuando perdemos a nuestros seres queridos…la mejor forma de hacer que vivan para siempre es no dejar de amarlos nunca. Los edificios caen, las personas mueren…pero el amor verdadero…es para siempre. ¿Comprendéis?
- Sí.- dijeron todos.
- Queredla…y honradla. No la olvidéis. Mantened vivo su recuerdo y su memoria.
- Lo haremos.- dijo Ron.
- Porque puede que algún día…volváis a verla. Pero aún no…aún no.- finalizó Lisel para no hablar más. Aunque sí lo hizo Knorck, quien no sólo se contentó con hablarles sino que se presentó ante ellos.
En cuanto le vieron, todos se arrodillaron como muestra de respeto para luego volver a ponerse de pie mientras el dios supremo comenzaba su discurso.
- Gracias a Hermione y a la pureza de su alma, no sólo el mundo se ha salvado, sino también las almas corruptas de las que un día fueron Lori y Lak. Ahora…ellas han sido perdonadas. No sólo por mí…sino por ellas mismas. Lak se ha reunido con su hijo Rúl y el resto de sus seres queridos y Lori ha vuelto con su familia.
- ¿Y Hermione, qué ha sido de ella?- se aventuró a preguntar Harry.
- Ella está bien, Harry. Y siempre estará contigo aunque por el momento no puedas verla.
- Devuélvemela, por favor.- pronunció Harry con voz humilde.
- No fui yo quien te la quitó. Fue ella misma la que decidió morir por el bien de todos pero…
- ¿Qué?- dijo Harry otra vez.
- Sólo recuerda una cosa, Harry…una cosa que ella misma te dijo en cierta ocasión. En el mundo mágico…nada es lo que parece. Recuérdalo.
- Lo haré.
- Y no dejes de quererla nunca.
- Jamás.
- Y algún día…volveréis a estar juntos, pero aún no, aún no. Y ahora debo irme.
Knorck desapareció mientras Harry grababa en su memoria lo último dicho por él.
- Y algún día…volveréis a estar juntos, pero aún no, aún no.
- Aún no…aún no.- repitió Harry asimilando esas palabras. Unas que parecían esperanzadoras. Igual de esperanzador que lo que ella había dicho en su mensaje.
- La esperanza es lo último que se pierde, Harry. Y mientras las personas la tengamos, mientras no la perdamos por muy mal que estén las cosas…todo irá bien.
- Harry…- dijo James abrazándole por encima del hombro.- ¿Estás bien hijo?
- Sí…
- Bueno qué…- comentó Lily con voz alegre- ya que estamos contigo…y vivos…¿querrás vivir con nosotros a partir de ahora?
- ¿O prefieres seguir con los Dursleys cuando lleguen las vacaciones?
- Eh…no.
- ¡SÍ!- exclamó la pelirroja- ¡QUE SE JODAN MI HERMANA Y SU HORROROSA FAMILIA. MI NIÑO ES MÍO Y NO PIENSO SEPARARME DE ÉL NI AUNQUE VOLVIESE A MORIRME MAÑANA!
- Lily…- dijo su marido.
- ¿Sí amor?
- No tientes a la mala suerte, anda. Ya que hemos resucitado…no quiero pensar en algo tan horrible como la idea de volver a perderte en sólo 24 horas.
- Tú nunca me perderás, ni aunque me muera, y lo sabes.- contestó ella regalándole un apasionado beso.- Te quiero James.
- Te quiero Lily.
- ¿Y yo qué? También quiero mimos- dijo Sirius fingiendo pucheros.
James y Lily se rieron para luego darle un cariñoso abrazo. Y mientras todos regresaban al castillo, con Harry en medio de sus padres, quienes le abrazaban por la cintura a la vez que se cogían de una mano…y con Sirius y Ron a cada lado de James y de Lily, escucharon la voz de Hermione decirles…
- Lo más difícil de este mundo…es vivir en él. Sed valientes…y vivid…por mí.
- Seremos valientes.- pronunciaron mirando hacia arriba, sabiendo que siempre les acompañaría aunque no pudieran verla.
Y tanto Hermione, como ellos, sintieron en sus corazones, que cumplirían sus promesas y que siempre…pasara lo que pasara…recordarían aquél día y todo lo ocurrido, así como lo que ella había logrado. Una cosa muy valiosa, la más de todas, la que hacía que aún en situaciones donde todo parecía perdido…no se perdiese la fe.
Y esa cosa era…la esperanza.
Fin de la segunda parte y conclusión de la batalla final.
Continuará…
Nota de la autora:
¡YA SÓLO OS QUEDA EL EPÍLOGO Y VERÉIS EL FIN DEFINITIVO DEL FIC, SÍIIII! Espero que os guste.
¿Os ha gustado el cap? Eso espero. Ya, ya lo sé, me queréis matar. ¡HAS MATADO A HERMIONE, HAS MATADO A HERMIONE!
Pero…recordad lo que ha dicho Arion…En el mundo mágico nada es lo que parece. ¿Ok? Y lo dicho por la propia Hermione…la esperanza es lo último que se pierde.
Cuando veáis y leáis el epílogo que pienso subir como muy tarde el día 7 (si puedo lo hago el 6, pero no es seguro) entonces decidme si el fic termina o no como pensabais (aunque soy muy consciente de que puede que no coincida con lo que todos esperáis porque cada uno tiene sus propias ideas). Sabed también que en un principio tenía pensado y escrito un epílogo pero al final lo voy a modificar sólo en parte, lo voy a poner de tal manera que seguro os encantará ¡y no os olvidéis de coger los clínex! Aunque no sé si el epílogo será pa tanto, pero…más vale prevenir que curar ¿no? Jijijijijijijijijiji. RAkAoMi. ;-)
¡Bueno gente, que sepáis que esta segunda parte tiene 207 kb de peso! Sin contar con los reviews claro. ¿Entendéis ya por qué tuve que partir los caps? Siento mucho que esto haya sido incómodo para algunos por eso de tener que esperar pero…es que si no lo parto y lo pongo todo junto, reviews incluídos habría tenido que quitar cosas de la batalla o de los propios reviews…¡y no quería hacerlo! Un beso muy fuerte a todos y todas vosotras, amigo/as míos/as.
¡Os quiero mucho, de verdad! ;-) Y gracias por el apoyo que siempre me habéis mostrado y me seguís mostrando, tanto a mí como al fic.
En especial, gracias a aquellas personas que con sus reviews, y en relación a lo que pasó con aquella persona…innombrable, me habéis hecho saber, que no sólo me consideráis una buena escritora sino también una buena persona. ¡GRACIAS DE VERDAD, MIL GRACIAS! (TaBeRu te adoro. ¿Te recasas conmigo?)
Aquí tenéis a RAkAoMi (Marta) para todo lo que os haga falta. Un beso muy fuerteeee.
