Nota de la autora:
Sábado, 7 de Enero de 2006.Y aquí estamos con el último cap y conclusivo del fic. El tan esperado epílogo. Espero que lo disfrutéis mucho.
Como la página dice claramente en sus normas que los autores no podemos meter un cap para dar las gracias, no sé si atreverme a hacerlo pero de todas formas, dejadme desde aquí, agradeceros todo el apoyo que me habéis mostrado siempre, tanto a mí como a la historia de "Una Hermione para Recordar" desde que la empecé en Agosto de 2004. ¡Cómo pasa el tiempo eh! Y parece que fue ayer que comencé…
De verdad que muchas gracias a todas y todos vosotros por haber seguido con tanta ilusión mi humilde fic que como sabéis ya, es el primer fic que he escrito acerca de Harry Potter y sus personajes y también es el primero de la pareja Hermione - Harry. Pero no os preocupéis, no será el último pues ya tengo el primer cap escrito del que será mi nuevo fic, se llamará "Pegado a ti" y será un fic con mucho humor y romance.
ADVERTENCIA: Este cap contiene "momentos íntimos." Se me entiende ¿verdad? Pues eso. Que el que no deba leer esto, que no lo haga. Y si lo hacéis, será sólo bajo vuestra propia responsabilidad. De todos modos no es tan explícito, si lo fuera, no estaría en la categoría T sino en la M.
ACLARACIÓN: Habrá un momento del diálogo entre Harry y Hermione, donde ella le pedirá que él recite la letra de su canción favorita (Tears in Heaven: Eric Clapton. Si la tenéis no dudéis en ponerla mientras dure ese momento, porque la canción en sí es divina.) Él irá diciendo ( no cantando) frases de la canción y ella irá respondiendo a las preguntas que dicha canción dice. ¿Ok?. Si no tenéis esa canción no pasa nada, pero os aconsejo que pongaís la melodía 11 de el último samuray para dicha escena. (O incluso durante todo el cap). ¡Que disfrutéis la lectura! Un besazo! RAkAoMi. ;-)
Este último y definitivo capítulo del fic está especialmente dedicado a: Lem.B.G. y TaBeRu, pues fueron ellos los que me convencieron de que modificase el final al saber cómo pensé terminarlo en un principio. Si cuando terminéis de leer, os gusta, dadles las gracias a ellos. TaBeRu: anadon guion bajo 1992 arroba hotmail punto com
Lem.B.G.: lem guion bajo nives arroba hotmail punto com
Simbología:
- Guión y letra normal: diálogos de los personajes.
Cursiva y comillas: pensamientos internos o conversaciones mentales.
- Cursiva y guión: Flashbacks .
- Negrita: intervención de algún personaje ajeno a los ya presentes.
Música recomendada:
- El último samuray : Melodía 7: Safe Passage(duración: 4' 56 minutos), melodía 11: A small measure of peace(duración: 8 minutos), melodía 4: A hard teacher (duración: 5'44 minutos), Sacrifice (Buffy the vampire Slayer. Duración: 2' 51 minutos), Close your eyes (Buffy. Duración: 2' 46 minutos). Y si además tenéis por ej la banda sonora de El Cartero y Pablo Neruda (qué bonita peli y qué hermosa música), poned la primera, la que se tituta : Tema Principal y dura 3' 16 minutos (empieza con una guitarra suave y luego tiene ritmo de tango. Ay qué linda es.). Aunque yo personalmente, me tiraría todo el epílogo con la número 11 de el último samuray (porque puede que no tengáis todas las demás que os he nombrado) y porque creo que es tan tan bonita, que no se cansa uno/a de escucharla nunca. Igual que la de Sacrifice o Close your eyes. ;-)
Este mensaje va dedicado a Lem.B.G. pero también a todos aquellos que tengáis las melodías que siempre os recomendé bajar durante todo el fic.
- ¡ LEM, ATENCIÓN!. Orden de canciones por escenas, toma nota (añádelas al Windows Media Player por este orden): 1- Sacrifice (Buffy), 2- A Hard Teacher (El Último Samurai), 3- Track 17 Amélie (la que me pasaste. Esa pega cada vez que hablen Harry o Ron a su…monumento, tú me entiendes), 4- A small measure of peace (El último samuray), 5- Close your Eyes (Buffy and Angel love theme). Si quieres puedes poner la misma canción dos veces, yo creo que te dará tiempo hasta que termine el cap. Ea, ya que tienes las melodías, aprovéchalas, que ya te he dado las pistas para los momentos claves. Jjiijjijijiji. (También te recomiendo "Close your Eyes" para el momento en que Ron se quede congelado.) Y a partir de que se termine la melodía en esa escena, las que te de la gana de las ya nombradas. ¿Ok? Un besazo. Marta
Como no sé si todos tendréis la música de "Amélie", permitidme recomendaros "Close your Eyes" justo cuando se os termine la música de "Sacrifice", ambas pertenecientes a la banda sonora original de la serie Buffy la cazavampiros. ¿Qué no tenéis Buffy? Pues usad la 7, la 4 y la 11 de El último samuray. Y si tampoco tenéis de esas, las que os parezcan bien, pero eso sí, tiene que ser música no cantada y sobre todo, bonita, porque en el epílogo, no hay batallas. Así que olvidaros de las músicas de acción, que aquí, sinceramente, no pegan nada. ;-)
¡PREPARAD LOS CLÍNEXXXXX! (Sobre todo tú, mi peque. Tú sabes quién eres.) RAkAoMi.
Cap. 42. Epílogo. "Érase una vez…nosotros."
"Aún recuerdo esa noche, la recuerdo como si fuese ayer…"
- ¿QUÉ, QUÉ ME DARÁS…POR EJEMPLO TU VIDA. ES ESO LO QUE ME OFRECERÁS, TU VIDA POR LA DE ELLOS?
"Como si no estuviese segura…qué tonta fue ella…qué tonta fue por dudar de mí. Yo haría cualquier cosa por mis amigos y la gente que quiero…"
- ¡SÍ, ESO MISMO TE OFREZCO, MI VIDA…POR LA DE ELLOS. MI VIDA POR LA DE TODO EL MUNDO!
- ¿ESTÁS SEGURA…ELEGIDA?
"Qué tonta fue la muerte al dudar de mí…¿Cómo pudo preguntarme eso? Nunca dudé lo que debía responder ante algo así…nunca…jamás…"
- ¡SÍ MALDITA SEAS, MORIRÉ POR ELLOS Y POR TODA LA HUMANIDAD. LO HARÉ, ENTIENDES, LO HARÉ. ME CAMBIO POR ELLOS, LLÉVAME A MÍ!
"Porque yo…haría cualquier cosa…cualquiera…por toda la gente que quiero y valoro. Incluso algo como dar mi vida por todos ellos. Sobre todo…por ti, Harry."
- Buenos días Hermione, feliz cumpleaños.- pronunció él dejando un hermoso ramo de tulipanes blancos al pie de su tumba- 22 ya ¿eh? Si te tuviese delante te daría veintidós tirones de orejas, igual que hizo Ron conmigo cuando los cumplí en verano.
"Sí…seguro que sólo harías eso…¿mmm?
- Muchas cosas han cambiado desde que tú te fuiste. Pero…aunque siempre te he sentido a mi lado y por tanto sabrás todo lo ocurrido a lo largo de estos años, igualmente quiero comentártelo. ¿Puedo?
"Claro que puedes."
- ¿Qué has dicho, que sí puedo?- preguntó él como si la tuviese delante- ah vale, entonces te lo cuento.
Ron cumplió su promesa y escribió un libro en el que relataba todo lo ocurrido en la batalla y todo lo que conseguiste. También buscó información de las demás elegidas anteriores a ti, y honró su memoria dedicando una página para cada una de ellas, para que todos aquellos que leyesen algún día el libro, se diesen cuenta de lo excepcionales que fueron todas aquellas mujeres, aunque para mí, la más excepcional de todas, siempre serás tú, Hermione.
¿Recuerdas lo que me dijiste sobre él y Ginny y que no podrías ayudarles a preparar los Éxtasis? Bueno pues…Ginny y él aprobaron todo, aunque sin tu ayuda no sé cómo lo hicieron…bueno yo tampoco sé cómo pude aprobar, porque ya sabes que nunca me gustó estudiar demasiado.
Supongo que simplemente tuve suerte, o quizás…aprendí tanto tras todas nuestras aventuras que…no me hizo falta estudiar.
Ya…ya sé lo que me dirías…¡Tienes que estudiar Harry! Pero supongo que el que yo sea tan vago tiene la culpa Ron, que siempre consigue distraerme con sus locas ideas aunque…reconozco que me lo paso bien. Pero…hubo una cosa de la que no consiguió persuadirme y fue…la de ser profesor.
Quién lo hubiera pensado ¿verdad? Harry Potter…el famoso niño que vivió…siendo profesor de Hogwarts. Y eso que yo quería ser auror pero…después de lo que Arion y Lisel dijeron…pensé que la mejor forma de honraros a ti y a tu memoria, era convertirme en un profesor de este castillo tan querido por todos nosotros, para que así, todos los futuros magos y brujas conociesen la historia de Hermione Granger.
La última Elegida…la mejor de todas. De hecho…mis alumnos y alumnas se saben al dedillo todo lo que ocurrió, pues por algo se lo he contado miles de veces además de preguntarlo en los exámenes.
" Lo sé, llevo años viéndote hacerlo…jiiiijijiiii. Pobrecillos...cada vez que dejan algo sin contestar sobre ese tema, te pones de mal humor y ellos tragan saliva. Creo que aún no se acostumbran al hecho de que su querido profesor sea capaz de hacer estallar una mesa con sólo mirarla directamente. Suerte que sólo ocurre cuando estás enfadado pero…creo que eso de hacer explotar las cosas siempre fue algo propio de ti.
Algo que por otra parte siempre demostró lo que tantas veces te dije, que eres un gran mago, Harry, siempre lo has sido.
Pues sólo los grandes magos son capaces de hacer cosas asombrosas sin tan si quiera mover un dedo. Y contrólate, hombre…que los niños y niñas aunque no lo parezcan son muy sensibles, así que no les castigues o los suspendas porque no quieran aprenderse mi historia porque…¿Cuándo entenderás que yo para ellos sólo soy un mito? Aunque a veces me pregunto cómo se les quedaría la cara si de repente me apareciese en plena clase. Jijijijijijiji.
Pero si eso sucediera…estoy segura que no tardarías nada en echarlos del aula para que tú y yo pudiésemos estar a solas…¿verdad príncipe?. Ojalá pudieras verme…y oírme…porque entonces sabrías que efectivamente, siempre estuve a tu lado y lo sigo estando…y seguiré estándolo por toda la eternidad, te lo prometo."
- Respecto a Ron y Ginny…
Él también es profesor aquí, y mientras yo doy clases de defensa contra las artes oscuras él enseña encantamientos. Quién lo diría ¿eh? Todavía me acuerdo de cuando estábamos en primer año y fuiste tú la única que logró hacer el Wingardium Leviosa con éxito.
Y Ginny…bueno, ella es una gran medimaga y trabaja en San Mungo desde hace dos años. Por lo que sé le va bien tanto en la vida profesional como en la personal. Ella se casará con su prometido dentro de dos meses y Ron…lo hará con Luna dentro de una semana. Me habría encantado que estuvieras presente en la boda, y a él también. Me lo dijo el otro día ¿sabes?
" Sí que lo sé y aunque no lo escuches…te aseguro que estaré presente en esa boda, como siempre he estado en todos los grandes momentos de vuestras vidas, a lo largo y ancho de estos 5 años tras mi marcha.
Bueno…tengo que reconocer que no sólo he estado en los grandes momentos porque también en los pequeños pero…lo que sí te digo es que nunca me he apartado de vuestro lado, tanto del de Ron como del tuyo, pero sobre todo del tuyo, cielo, porque de ti no podría separarme nada ni nadie. Ni si quiera Rak lo conseguiría si alguna vez volviese a intentarlo. Sobre todo porque ya no soy como antes, no soy esa niña vulnerable a la que tanto daño hizo. Ahora soy mejor…mucho mejor…"
- ¡Ah sí, se me olvidó decírtelo! Neville también enseña aquí. ¿Lo adivinas?. ¡Sí, Herbología! Estaba claro que sería eso, fue lo que siempre le apasionó. Pero esa no es la única novedad porque mis padres…van a ser padres de nuevo. Van a tener una niña. Mi madre está como loca de contenta ¿sabes? Y dice que se parezca a quien se parezca, la llamará Hermione, porque dice que seguro que ella será tan inteligente y despierta como tú. La verdad es que cada vez que lo pienso me doy cuenta que tú y mi madre sois muy parecidas en el carácter…
"Lo sé. ¿Será que por eso dos Potter se enamoraron de nosotras? Quizás Minerva tenía razón y era nuestro destino el hecho de conocernos y enamorarnos, tal y como les pasó a tus padres. Porque tú y yo, al igual que ellos, tardamos años en enamorarnos. Bueno yo no tanto…tú más. Aunque…hay una ligera diferencia entre tu madre y yo. Ella tardó en enamorarse de tu padre porque al principio no le soportaba y sin embargo…yo a ti siempre te adoré…y te sigo adorando, y creo que nunca dejaré de hacerlo."
- Bueno no sé a quién se parecerá más, pero me hace mucha ilusión tener una hermanita. Y todo te lo debo a ti. Porque si no hubiese sido por tu regalo, ellos nunca habrían vuelto y ella jamás nacería. En realidad…no sé cómo puedo agradecerte lo que le pediste a Arion pero…sabes que lo aprecio enormemente y que no hay un solo día en que no de las gracias por ello. ¿Verdad?
"Sí que lo sé. Porque no sólo puedo verte y escucharte, también puedo sentir lo que hay en tu alma."
- Y no sólo yo te doy las gracias, porque tanto mis padres como Sirius se sienten eternamente en deuda contigo. Es más, ellos saben que siempre vengo a verte y siempre me dicen…como te vayas sin darle las gracias te vamos a hacer la vida imposible durante una semana.
"Jajajjajajajajaaaa. Y es mejor que no se te olvide como aquella vez ¿recuerdas? Se lo comentaste a los tres, y estuviste toda la semana siguiente sin ir a trabajar al ver lo que te habían hecho mientras dormías.
No debieron ponerte el pelo verde y encogerte la ropa…estabas algo ridículo, pero reconozco que gracias a eso pude ver lo mucho que has cambiado y lo atractivísimo que se ha vuelto tu cuerpo.
La verdad es que tener el pelo verde hacía juego con tus ojos…esos preciosos ojos verdes que tanto me gustaron y me siguen gustando. Creo que nunca has sido consciente de lo guapísimo que eres Harry, y de hecho lo sigues siendo.
Ay…si pudiera tocarte sólo una vez…te haría de todo, lo juro. Creo que después de eso te tirarías el resto de tu vida diciendo que soy una adicta al sexo, pero…no me molestaría porque sería verdad. Pero más que adicción…yo diría que es una muestra sincera de lo mucho que me gusta estar contigo."
- Me gustaría sabe dónde fuiste…
"Al cielo de los dioses y diosas, uno muy especial…"
- Y si estás bien allí…donde quiera que estés.
"Divinamente, no me puedo quejar. Siempre me encantó la compañía de Arion y Loar. Vivo con ellos ¿sabes? Bueno, también con Lori. Y aunque en un principio Arion me ofreció un cielo especialmente para mí, yo lo rechacé, no me parecía correcto dejarles a él y a su hijo después de lo que hicieron. Fue antes de que la muerte me absorbiera por completo, aún lo recuerdo."
- ¡Libérala, libérala ahora, es una orden de Knorck y sabes que debes obedecerla!
- ¿Por qué, Arion, por qué debo dejarla libre? Ella lo ha elegido, decidió morir por ellos y por el resto del mundo. Es justo que me la lleve.
- Porque no la necesitas, pero el mundo sí. Además, su sacrificio ya ha cumplido su función, ha llenado de nuevo la sala de las almas y actos puros, así que devuélvenosla porque si no lo haces te juro que resucitaré toda persona que mates, y entonces perderás tu poder, porque ya nadie creerá en ti.
- Bien dicho, padre.
- No os acerquéis más, Arion…Loar…¡no me toquéis!
- Suéltala muerte…suéltala ahora o sentirás mi furia, la de Loar y hasta la de Knorck…como nunca antes las has sentido.
- Malditos…
" Pero el caso fue que ella obedeció, dejándome libre. Pero yo estaba tan mal, tan débil y herida…que no podía volver.
Pasaron dos años cuidándome hasta que sané del todo. Y lo más asombroso para mí fue el hecho de que seguí creciendo, haciéndome grande en el cielo. Y no sólo crecí en aspecto físico, también lo hicieron mis poderes. Ellos me enseñaron magia curativa y hasta milagrosa. Incluso puedo resucitar personas si así lo quiero, o recuperar almas perdidas. Supongo que por eso…Knorck no me dejó volver a tu lado porque…resulté necesaria, tanto para el mundo de los espíritus como para el de los dioses y diosas."
- Me encantaría saber cómo eres ahora…
"Si me vieras lo sabrías."
- Aunque supongo que al estar muerta, sigues teniendo el aspecto que tenías cuando moriste. El de una niña de 17 años. Quizás es por eso que cuando sueño contigo…sigo viéndote como eras entonces.
"Pero no soy así. Si me vieras…podrías llamarme cualquier cosa menos niña. Sobre todo si vieras mis alas…porque las tengo ¿sabes? Por algo soy tu ángel de la guarda. Porque fue en eso en lo que Knorck me convirtió como recompensa por haber salvado al mundo de la destrucción total. Bueno, por eso y porque gracias a mí y a la pureza de mi alma, tanto Lak como Lori, pudieron reformarse y recuperar sus almas puras. Además, él me dijo que yo era necesaria y que mientras tú no cumplieras con tu destino, yo no podría volver junto a ti."
- Recuerdo que Knorck me dijo que no te vería hasta que mi destino se cumpliese, o al menos eso fue lo que yo entendí pero…ya hace 4 años que vencí a Voldemort y a sus mortífagos, cumpliendo así mi destino y liberando al mundo mágico de semejante tirano. Eso era lo que se esperaba de mí ¿no?
"Sí, eso mismo."
- Y a pesar de haberlo hecho, no has vuelto conmigo y no entiendo por qué. 5 años han pasado desde que te fuiste y a pesar de que todos dijeron que estabas muerta, y de que yo mismo ví cómo ella te envolvía en aquella niebla…algo en mi interior me ha dicho siempre que en realidad no lo estás, no estás muerta. Que aún vives…pero que por alguna razón poderosa, no puedes estar conmigo.
"Porque Knorck quería ver si podías cumplir con mi deseo, con el hecho de que pudieras tener una vida feliz junto a tus padres y Sirius. Si de mí dependiera Harry…habría vuelto a tu lado hace mucho pero mucho tiempo."
- A veces te veo…
"Cuando sueñas conmigo."
- Cuando sueño contigo. Pero no es lo mismo, porque no puedo tocarte por mucho que quiera.
"Yo también sufro al no tocarte."
- Aunque lo que más me duele no es eso. Ni tampoco el no saber cómo eres ahora y seguir viéndote en mis sueños como una niña. No es nada de eso. Es el hecho de despertar, porque si por mí fuese, seguiría soñando eternamente si con eso consiguiese estar a tu lado siempre, aunque no pudiésemos tocarnos.
"Lo sé cariño, lo sé, yo siento lo mismo."
- Te quiero Hermione, te quiero hoy y te querré siempre. Dios…cuánto te echo de menos.
"No llores por favor, me estás haciendo llorar a mí. Y no quiero llorar, no quiero…quiero seguir escuchándote, quiero seguir viéndote y si lloro no podré porque las lágrimas no me dejarán verte. Maldición, ya están cayendo."
- Por favor Hermione…no me olvides nunca.
"Jamás lo haré."
- Porque yo no lo haré y te aseguro que por muchos años que pasen, seguiré recordándote, como siempre he hecho y sigo haciendo.
Harry limpió la piedra de la lápida y retiró las hojas secas que había en la tumba mientras leía la inscripción, como siempre hacía, como llevaba 5 años haciendo.
" Hermione Granger. Elegida. La última y mejor de todas las que hubieron.
Desaparecida en combate.
Salvó mucho al mundo.
Tus padres, amigos y Harry no te olvidan."
"Es verdad…no lo habéis hecho."
- Te lo juro Hermione, nunca te olvidaré, como tampoco olvidaré mi amor por ti. Eso es algo que sé nunca cambiará, yo creo que incluso ha crecido…al igual que crecí yo.
Me encantaría saber qué piensas de mí, si aún teniendo 22 años sigo gustándote, si me seguirías encontrando…¿cómo fue que me dijiste aquella vez?
Ah sí…ya me acuerdo. Dijiste que yo tenía un…cuerpazo impresionante y que por eso no te cansabas de hacerme el amor.
¿Me amarías otra vez si me vieras ahora aquí…al pie de tu tumba, aunque en teoría este lugar fuera…uno lo suficientemente sagrado como para no poder hacer algo así?.
Porque yo…te juro…que si ahora mismo aparecieses ante mí…por muy sagrada que fuera esta tumba que te levantamos bajo el Roble Centenario, te juro Hermione que no tardaría ni dos segundos en volver a hacerte mía. Porque eso es algo que nunca me cansaré de hacer contigo, demostrarte en cada momento y en cualquier forma…que tú eres mía…como yo siempre seré tuyo.
¿Si sería capaz de amarte aún estando encima de mi tumba? Por supuesto que sí, Harry. Yo te amo y te amaré siempre, en cualquier lugar donde estés, aunque ese lugar sea mi tumba. Es curioso cómo puedo tener una tumba cuando no hay ningún cuerpo enterrado en ella. Pero…no me importa, es bonito que me hicieseis una…aunque lo que más me gusta son las palabras que grabasteis en ella."
- Te necesito, Hermione...
- Y yo a ti.
- ¿Eh?- él miró por todas partes, por un momento le pareció escuchar su voz.
- Debo de estar volviéndome loco…pero no me importa…¡Sigue hablándome!
Ella experimentó un potente Deja Vû, pues estaba reviviendo una parte concreta de la última vez que soñó con que moría salvando a Harry de la muerte y lo que ocurrió luego, cuando le vio bajo el Roble Centenario diciéndole lo que sentía.
- Te echo tanto de menos Hermione… Te necesito ¿sabes? No tienes ni idea de cuánta falta me haces. ¿Por qué me has dejado solo?. ¡Prometiste que nunca me dejarías solo!
- No te he dejado, Harry, estoy aquí, contigo…¿es que no me ves?
- ¿Hermione!
Él miró por todas partes, pero no vio a nadie.
- Creo que me estoy volviendo loco…pero no me importa…¡sigue hablándome!
- Harry…
- ¿Hermione?
Ella le vio mirar por todas partes, pero no la veía, ni a ella ni a nadie, ya que era Harry el único que estaba en aquél lugar.
- Qué tontería, estoy solo.
- Harry, no estás solo, yo te acompaño.
- No estás solo, cariño…jamás lo has estado. Yo te acompaño…siempre lo he hecho.
- ¡Hermione!. ¿Dónde estás?. ¡No puedo verte!
- Estoy a tu lado, príncipe, siento mucho que no me veas.
- ¡HERMIONE, DÓNDE ESTÁS, NO PUEDO VERTE!. Y tengo tantas ganas de verte…
Ella lloró.
Harry la escuchó sollozar y sintió sus lágrimas invisibles mojarle la túnica. Él abrazó el aire, como si supiese dónde estaba ella exactamente.
- No llores, por favor, no llores…
- Te quiero Harry…¡te quiero mucho!
- Yo también a ti. Y aunque todos te hayan olvidado, yo no lo haré. Te juro que no me olvidaré de ti, aunque los demás me tomen por loco. Eso no me importa.
- Harry yo…
- No llores, por favor, no llores…se me parte el corazón cuando te escucho llorar. Y hacía 5 años que no te oía así de triste. Así que por favor, te lo ruego Hermione, no llores. Más todavía cuando no puedo consolarte…
- Te quiero Harry…¡Te quiero mucho!
- Yo también a ti, siempre te he querido…y nunca dejaré de hacerlo.
Sus sollozos inundaron los oídos de Harry, y aunque él no podía verla, concentró toda su atención en el sonido de su llanto y se percató de que estaba delante suya. Y abrazó el aire, como si pudiese con ello…tocarla.
- Harry yo…
- Shhhh…no llores princesa, no llores.
- ¿Y qué quieres que haga, que me ría?
- No, sólo que no llores. Por favor. Lo que quieras menos eso.
Al no escuchar su llanto, un enorme peso se liberó del pecho de Harry, dando paso a una hermosa sonrisa que hacía encantador su rostro varonil.
- ¿Sigues aquí?- preguntó el, casi con miedo de que no lo estuviera.
- Siempre he estado aquí, Harry.
- Claro, es normal, aquí está tu tumba.
- No…no me refiero a eso. Me refiero…a que yo siempre he estado aquí, contigo, a tu lado. Sólo que no podías verme.
- Y sigo sin poder, pero al menos te escucho y eso ya es mucho para mí.
- Yo…sí puedo verte a ti…
- ¿He cambiado mucho?
- Claro…ya no eres un niño. Ahora eres un hombre.
- ¿Aún…te gusto?
- Más que antes, te lo juro.
- ¿Más que antes?
- Bueno…no es que fueses feo, porque nunca me lo pareciste, es sólo…que ahora tu cuerpo y tus rasgos están más definidos.
- Y tú sigues siendo una niña…¿verdad?
- No…- dijo ella suavemente.
- ¿Qué? Pe…Pero mis padres y Sirius volvieron a la vida con el mismo aspecto y cuerpo que cuando murieron.
- Así fue.
- Y tú…¿No estás así, quieres decir que has crecido?
- Ajá…
- ¿Tanto como yo?
- Sí…
- Entonces quiero verte.
- Y yo quiero que me veas pero…no puede ser.
- Mierda…
- Lo sé, es un fastidio ¿verdad? Pero al menos…podemos hablar. Te juro que no sé cómo es posible después de 5 años pero…lo es. Y sólo con saber que me escuchas, me doy por más que satisfecha.
- Pues yo estaré del todo satisfecho cuando además de oírte, pueda verte y tocarte.
- Ojalá pudieras.
Ella se abrazó a su pecho, estando su cabeza bajo la barbilla de él. Al ver cómo él abrazaba su cintura, ella lanzó un dulce suspiro de complacencia.
Ya que sabía, que aunque él no la veía y por lo tanto había puesto las manos donde le pareció, incluso sin ser capaz de verla, Harry había acertado de pleno, con la situación de aquella parte del cuerpo de ella.
Él cerró los ojos cuando un agradable aroma a mora inundó sus fosas nasales, percibiendo así que ella estaba, tal y como había asegurado, delante de él.
Quizás tenía la cabeza bajo su barbilla y por eso el aroma que siempre la caracterizó podía llegar claramente a su nariz. O quizás no era su cabeza lo que él tenía bajo sí, a lo mejor eran sus labios, porque él recordaba que incluso sus labios sabían así. Pero también recordó una cosa, cuando los labios de Hermione le sabían a mora era porque…ella le besaba. ¿Estaría haciéndolo, le estaría besando, era eso posible?
Sí…lo era, de hecho, desde el instante en que ella vió las manos de él posarse en su cintura, ella levantó la cabeza de su pecho y le besó.
Le besó porque hacía 5 años que no lo hacía, le besó porque le quería, le besó porque simplemente le apetecía y sobre todo le besó…porque sabía, que tarde o temprano aquella especie de conexión que estaban manteniendo, se acabaría y ella no estaba dispuesta a regresar al cielo sin llevarse al menos, el recuerdo de haberle dado un beso.
Aunque la verdad era que le estaba dando más de uno, y es que desde el instante en que ella posó sus labios en los de él y comenzó a moverlos, se dio cuenta que no podía parar.
Fueron tantos años sin besarle, tantos años sin sentirle o tocarle…tantos…que hasta había llegado a pensar que jamás volvería a hacerlo. Pero se equivocó, porque ahora ella era capaz de sentir su propia boca bajo la de ella y si no fuese porque sabría que era imposible, ella juraría que él la estaba besando también. Pero eso no podía ser, porque él no la veía…¿O quizás sí?
- Hermione…- susurró él.
- ¿Sí…príncipe?
Él sonrió.
- Hacía 5 años que nadie me llamaba así. Y en realidad…no quiero que nadie más que tú me llame así.
- Pues no ha pasado ni un solo día desde que me fui, en que no te lo llamase, pero tú no me oías.
- Ahora sí puedo oírte. ¿Puedo decirte algo…princesa?
- Todo lo que quieras.
- Tú tenías razón cuando le dijiste a Arion que si resucitaba a mis padres y a Sirius nunca más volvería a sentirme solo. Pero…te equivocaste en una cosa…
- ¿En qué?
- En que el regreso de ellos tres…compensaría en algo el dolor que me causó tu muerte. Porque…yo nunca creí que murieses.
- Lo sé. Antes te escuché explicármelo.
- ¿Sí?
- Llevo 5 años acompañándote y escuchándote sin tú saberlo…
- Pero yo sabía que seguías ahí, algo en mi interior me decía…que tú siempre estabas conmigo, que no me habías dejado solo.
- Jamás lo hice, ni si quiera cuanto te enfrentaste a Voldemort. Me sentí tan orgullosa de ti…fuiste tan valiente…
- Fue tu varita la que me ayudó...¿sabes?
Tenías razón en eso también, cuando Ron la usó para protegerme, la varita creó un escudo alrededor de mí por el que Voldemort y sus mortífagos no podían tocarme. Sus hechizos rebotaban y les daban, muriendo por sus propias maldiciones, aunque a Voldemort me costó más trabajo ganarle.
- Pero lo hiciste.
- Con amor, Hermione. Porque ese es el único poder que él no conoce.
- Lo sé.
- Cuando destruyó el escudo y me lanzó el Avada Kedrava, cerré los ojos esperando el impacto pero empecé a visionar en mi cabeza todos los momentos que compartí siempre contigo y…eso creó otra especie de barrera protectora hacia mí y cuando la maldición rebotó, él no pudo esquivarla y…murió.
- El amor es capaz de producir los milagros más increíbles…¿verdad Harry?
- Sí. Hermione…
- ¿Sí cariño?
- Gracias…
- ¿Por qué?
- Por todo, pero especialmente por enseñarme a amar y expresarlo.
- De nada…
- Quiero que sepas…que siempre te amaré.
- Y yo a ti.
- Siempre estaré contigo aunque no pueda verte.
- Gracias…
- A ti, Hermione. Sobre todo…por existir. No sé qué habría sido de mí si nunca te hubiese conocido.
- Oh Harry…por favor…no digas eso.
- No llores…por favor…no llores.
- No puedo evitarlo…me has emocionado mucho.
- Shhhhh, no quiero oírte llorar, preferiría escucharte reír.
- Está bien, prometo calmarme.- ella lo hizo.
- ¿Recuerdas cuando te dije…aquella vez en tu habitación, que antes de conocerte y aprender todo lo que me enseñaste, mi mundo era oscuro?
- Sí, parece que fue ayer.
- ¿Y recuerdas también cuando te rescaté de aquél estado petrificado y te dije que tú eras mi luz?
- Sí, perfectamente.
- Pues…he vuelto a ver la luz.
- ¿Qué?
- Estás aquí…conmigo…y siento que la luz ha vuelto más brillante que nunca.
- ¿Qué intentas decirme, Harry?
- Intento decirte que…antes de conocerte yo vivía en un mundo oscuro, entonces llegué al tren de Hogwarts y apareciste en mi vida.
Y poco a poco, conforme pasaron los años, tu presencia iluminó de tal manera mi mundo que incluso cuando peor lo pasaba tú siempre aparecías para alumbrarme el camino, para decirme lo que debía hacer.
Intento decirte…que siempre tuve una parte de mi conciencia donde sólo estaba tu voz, guiándome y aconsejándome como hiciste siempre.
Intento decirte…que siempre fuiste y sigues siendo…mi otra mitad, lo que me hace sentir completo. Intento decirte…que cuando te marchaste hace 5 años dejaste un gran vacío en mí que ni mis padres ni Sirius han podido llenar, porque ese hueco grande sólo puedes taparlo tú, Hermione.
Intento decirte…que fuiste y sigues siendo…la mujer de mi vida y que daría todo, incluso mi alma…si con eso consiguiese que volvieras a mis brazos, porque en mi vida siempre has estado.
Intento decirte, que yo, aún después de 5 años…te sigo amando como el primer día, no…miento…más que el primer día. Y que estaría dispuesto…a servir a Rak durante toda la eternidad si él se presentase aquí para decirme que puedo volver a verte. Todo eso y más que no he dicho…es lo que intento decirte, Hermione.
- Oh dios mío…cuánto te quiero.
- Yo a ti…infinitamente, princesa.
- A veces me pregunto…
- ¿Qué?
- Tal y como decía aquella canción que tanto me gustaba…
- ¿Tears in heaven?
- Sí. ¿Recuerdas la letra?
- Perfectamente, no he dejado de escucharla ni un solo día desde que desapareciste.
- ¿Puedes decírmela?. Dame ese gusto, por favor Harry.
- ¿Reconocerías mi nombre…si lo oyeras en el cielo?
- Sin ninguna duda. Sigue por favor.
- ¿Sería lo mismo…si te viese en el cielo?
- Lo mismo no…mejor aún. Porque tendríamos toda la eternidad para estar juntos.
- Debo ser fuerte y continuar. Porque sé que no pertenezco al cielo.
- Yo sí, Harry, soy un ángel. Tu ángel de la guarda.
- ¿Agarrarías mi mano…si te viera en el cielo?
- Sin dudarlo un segundo.
- ¿Me ayudarías a levantarme…si te viese en el cielo?
- Cada vez que cayeras.
- Encontraré mi camino…a través del día y la noche porque sé…que no puedo permanecer aquí…en el cielo.
- Yo sí puedo, pero no porque sea un ángel sino porque siempre estuve en el cielo. Tú fuiste siempre y serás…mi cielo. Harry.
- El tiempo puede hacer que te derrumbes. Puede deformar tus rodillas, puede romper tu corazón haciendo que ruegues "por favor".
- Por favor, Knorck, han pasado 5 años ya. Déjame estar con él, por favor…te lo suplico.
- Más allá de la puerta…hay paz, estoy seguro. Y sé que no habrá más…lágrimas en el cielo.
- Si él me deja volver…dejaré de llorar, lo juro. Tanto en el cielo…como en la tierra donde estamos ahora.
- Si él te deja volver…te juro Hermione que no volveré a decir que es un dios injusto.
- No lo es Harry, te aseguro que no. Sé que puede parecer cruel pero…él sólo hace lo que debe hacer. Es el dios supremo de todos los dioses y diosas, no puede tener fallos ni debilidades porque entonces le perderían el respeto y la obediencia.
- Comprendo.
- Se está nublando.
- Sí, lleva días lloviendo mucho.
- Dentro de dos segundos comenzará un diluvio.
- ¿Cómo estás tan segura?
- Porque huelo la lluvia. ¿Seguirás aquí aunque llueva, Harry?
- Ni aunque un rayo me partiese en dos, conseguiría separarme de ti ahora mismo.
Ella miró hacia el cielo y sonrió.
- Ya viene.
Y tal y como había predicho, la lluvia comenzó a caer de forma torrencial por todos los alrededores de Hogwarts.
Y a pesar de encontrarse bajo el Roble Centenario, él también se mojó, pero no sólo él, incluso ella terminó empapada.
Aunque eso no le importaba, porque estaba con él, y eso era lo único que contaba. Además…la lluvia siempre le había encantado, y cuando la sintió caer en su rostro, Hermione sonrió, mirando hacia arriba y cerrando los ojos, dejando que su rostro se empapase de gotas brillantes, y sin perder la sonrisa, clavó de nuevo su mirada en la de Harry y fue cuando le escuchó decir…
- Oh Merlín…
- ¿Qué, Harry?
- Eres preciosa.
- Harry por favor…no bromees.
- No lo hago.
- No digas cosas que no puedes saber.
- Lo digo porque lo sé, Hermione.
- No, no puedes saber si soy o no preciosa si no puedes verme.
- ¿Y quién ha dicho que no puedo?
- ¿Qué?- pronunció ella casi sin voz del asombro que le había producido esa nueva revelación.
- Yo siempre he creído en muchas cosas Hermione, sobre todo en las que veo y créeme cuando te digo…que ahora…te veo.
- No puede ser…
- Gracias a la lluvia sí.
Era cierto, su cuerpo cubierto de gotitas aparecía ahora tan claro para Harry como un brillante atardecer. Allí estaba ella, ante él, mucho más alta que como él la recordaba, pero no tanto como lo era él.
A pesar de los 5 años transcurridos Harry comprobó que ella seguía teniendo una altura ideal para la suya propia, que su cuerpo parecía especialmente diseñado para encajar con el suyo, que su cabeza encajaría perfectamente en su pecho, que su pelo castaño no sólo estaba más largo, sino que además era precioso. Ya no era aquél cabello alborotado que él recordaba, ahora sus cabellos caían graciosamente ondulados llegando hasta la cintura de ella.
Sus pestañas eran largas y finas, y sus cejas y labios estaban tan bien definidos como en una bella obra de arte.
Aquellos labios seguían siendo igual de rosados que siempre fueron pero ahora eran un poco más grandes que cuando ella era adolescente.
Pero aquella joven que sus verdes ojos contemplaban no era ninguna adolescente, sino una bellísima mujer adulta de 22 años, que empapada por la lluvia, le miraba con absoluta adoración a pesar de estar llorando. Y aunque sus lágrimas se confundían con la lluvia, él sabía que lloraba porque ella sollozaba suavemente, muy bajo, como si no quisiera que la escuchase, pero aún así, él la escuchó llorar.
- Shhhh…no llores Hermione, no llores.
- De…De verdad…¿De verdad puedes verme?
- Tan claro como tú me ves a mí.
- Entonces…¿Cómo tengo el pelo?
Él sonrió.
- Mucho más largo que como lo llevabas antes, te llega hasta la cintura en preciosas ondas que están aplastándose por la lluvia.
Tus ojos…siguen siendo marrones oscuros…ahora ámbar gracias a la luz solar, una tan dorada y hermosa… como cuando Arion apareció para ayudarte.
Tu nariz sigue siendo igual de fina que lo fue antes y tus labios…son tan invitantes como siempre lo fueron para mí…
- Harry…
- ¿Sí…preciosa?
- Es cierto…puedes verme…
- Sí, y puedo decir que eres la mujer más hermosa y perfecta que he visto jamás y que terminarías de ser perfecta si pudieras tocarme.
Sin decir ni una palabra, ella se acercó a él y le acarició la mejilla.
Él cerró los ojos y esbozó una dulce sonrisa, tan dulce como aquél tacto que le estaba acariciando con tanto mimo y delicadeza…como sólo ella podía ofrecer.
- Oh…dios…- pronunció él dejando salir una lágrima repentina.
- ¿Qué?
- Te siento, Hermione...¡puedo sentirte!
- De…¿De verdad?
- Sí…y ahora que lo hago- dijo él abriendo sus verdes ojos.
- ¿Qué?
- Dime…- pronunció él acariciándole el rostro también.- ¿Puedes sentirme tú, notas mi tacto?
Incapaz de seguir hablando, ella sólo asintió con la cabeza y él esbozó la sonrisa más sincera y hermosa que jamás le había visto ella.
- Entonces no esperaré más para hacer algo que llevo deseando durante 5 largos años.
- ¿El qué?
- Esto.
Y sin más que añadir, la atrapó en sus brazos y la besó. De una forma dulce y apasionada a la vez, de una forma que durante mucho tiempo ella no había vuelto a sentir.
Hermione se aferró a él como si fuese la última tabla flotante en medio de un mar tempestuoso.
Sus delgados dedos se enroscaron en el cuello y nuca de Harry mientras sus labios carnosos besaban los de él de una forma hambrienta y amorosa a la vez. Cuando quiso darse cuenta, estaban tumbados en la tierra de su tumba. Él estaba sobre ella, con los ojos cerrados, y sus manos y labios la exploraban por todos los sitios donde podía alcanzar, y fue cuando la escuchó suspirar que decidió abrir los ojos y mirarla, a ella solamente.
A la mujer que había amado y que seguía amando a pesar del tiempo que había pasado. Un tiempo que había sido una tortura al no tocarla o sentirla durante 5 largos años. Pero ahora estaba allí, ella estaba allí junto a él, justo bajo su cuerpo, como siempre le encantó tenerla. Y por todos los dioses que le demostraría que a pesar del tiempo transcurrido, él seguía deseándola como el primer día en que se amaron por primera vez, o incluso más que aquél día.
Ella suspiró de nuevo cuando él volvió a capturar sus labios en un ardiente beso y él se maravilló cuando vio la expresión de ella.
Era increíble cómo podía ver tal amor en la cara de una mujer que en ese momento le estaba mirando como si fuese una maravillosa aparición.
Pero él y ella sabían que todo aquello era real, muy real. Y para asegurarle a ella que no soñaba o alucinaba, la besó como él sólo sabía expresar, entregando el corazón y alma en cada beso y caricia que le daba. Arrancándole gemidos con el simple tacto de su piel, haciéndola temblar de placer tras cada caricia otorgada, tras cada beso concedido.
La besó y amó como sólo él sabía, haciéndole entender por medio de todo aquello, que él le pertenecía por completo como ella a él.
Él tembló de puro gusto cuando la escuchó pronunciar su nombre con una sensualidad tal que tuvo que hacer verdaderos esfuerzos por no tomarla de inmediato, pues quería disfrutar de cada detalle y cada reacción de ella, de su Hermione, la única chica que había estado siempre con él y que le conocía de verdad, así como le quería de verdad, aceptándole tal y como era, con sus virtudes y sus defectos, tal y como se concebía el verdadero amor.
Y él sabía…que ella era su amor verdadero y él…el de ella.
Cuando Hermione sintió el frío de la lluvia en su piel, se dio cuenta que estaban desnudos, aunque no podía recordar en qué momento se deshicieron de sus respectivas ropas. Porque en el instante en que él empezó a besarla, tocarla y amarla…ella perdió todo contacto con todo lo que no fuesen él y su amor. No le importaba la lluvia, ni el frío que esta producía.
No le importaba el hecho de estar haciendo el amor sobre una tumba, una que siempre estuvo vacía pues ella, a pesar de todo, nunca murió. Estaba viva aunque fuese un ángel.
Un precioso y bellísimo ángel que dejó salir sus alas blancas en el momento en que él y ella fueron uno, tal y como había ocurrido hacía 5 años, la noche antes de la batalla, cuando ellos decidieron entregarse el uno al otro como regalo.
Aunque en aquella ocasión…ella no tenía alas. Pero eso no le importaba porque sabía, que aquella vez igual que ahora…ella se sintió flotar en el instante en que por segunda vez…él entró en ella, tal y como estaba haciendo ahora.
Sólo que ahora…no era una sensación, era un hecho. Estaban flotando a unos pocos metros del suelo, y aún cobijados por el gran Roble Centenario, pero a Harry pareció no importarle nada porque lo único que le importaba, era una mujer que no dejaba de decirle que le amaba cada vez que él liberaba su boca de la de ella entre beso y beso.
Descendieron tan lentamente como habían subido, y en cuanto sus cuerpos tocaron la tierra otra vez, él aprovechó para decirle un "te amo" que se clavó en lo más hondo del corazón de Hermione, haciéndolo inundarse de una calidez tal que se olvidó del frío que ya estaba empezando a sentir su cuerpo.
Él la notó temblar, estaba a punto de abrazarla para intentar transmitirle calor, cuando notó que algo suave y cálido, caía sobre su espalda.
Fue entonces cuando giró la cabeza y las vió. Dos alas grandes, blancas, brillantes y más que suaves, cubrieron la espalda de Harry y parte del cuerpo de Hermione, protegiéndoles y abrigándoles del frío que les estaba envolviendo desde hacía rato, pero que ninguno sintió antes tan concentrados como habían estado el uno en el otro cuando se amaron bajo la fría e intensa lluvia, que ya caía suavemente.
- Harry.- dijo ella con voz suave y cariñosa.
- ¿Qué…ángel mío?
- Te quiero.
- Y yo a ti.
- Y nunca dejaré de quererte. Aunque pasen miles de años hasta que volvamos a vernos.
- ¿Por qué dices eso?
Pero él no necesitó respuesta cuando la vio comenzar a desaparecer poco a poco.
- No…- dijo él moviendo la cabeza enérgicamente- No por favor¡otra vez no. Por favor no, no me dejes de nuevo!
- Lo siento.- pronunció ella sin ocultar sus lágrimas.- pero no depende de mí, sino de Knorck. Sólo él decidirá cuándo podré volver a tu lado, Harry, porque si de mí dependiese habría vuelto contigo hace mucho pero mucho tiempo. Por favor tigre…nunca olvides que te quiero con toda mi alma…y todo mi corazón.
- No…¡no, no te dejaré marchar otra vez, esta vez no!
Él intentó agarrarla, pero sus brazos atravesaron el cuerpo de Hermione, que se iba haciendo invisible segundo a segundo. Él soltó una expresión malsonante, dejando salir su ira y frustración, mientras la veía difuminarse cada vez mas y más, sin que él pudiese hacer nada para impedirlo.
- Te quiero príncipe, te quiero infinitamente. Recuérdalo siempre.
Sus verdes ojos lloraron de impotencia y dolor.
Ella ya no era visible de ninguna forma posible y Harry supo que esta vez, se había ido para siempre, y que pasaría mucho tiempo, hasta que pudiera encontrar alguna forma de reunirse con ella, si es que aquello era posible, porque tal y como ella le había dicho, no era culpa de ella sino de Knorck…el que no pudieran estar juntos.
Harry se vistió con rapidez, saliendo del amparo del Roble Centenario para mirar al cielo de forma desafiante y decir con total seriedad….
- Knorck…maldito hijo de perra…¡Devuélvemela. DEVUÉLVEME A HERMIONE AHORA MISMO!. ¡ ENTRÉGAMELA O JURO POR LO MÁS SAGRADO QUE PROVOCARÉ EL APOCALIPSIS!
Un enorme rayo cayó justo a su lado, pero él ni se inmutó.
Fue entonces que la voz del dios supremo de todos los dioses y diosas, sonó.
- ¡ NO TE ATREVAS!
- Si lo haces, si me la devuelves, no me atreveré…pero si no me la das, te juro y rejuro que me cargo el mundo, y no sólo el mágico, sino también el de los dioses y diosas, sabes que lo haré…que soy capaz de hacerlo.
- ¡ Haz todo eso y no volverás a verla ni si quiera en la otra vida, te lo aseguro!
- Pero…- suavizó ahora el tono- ¿Por qué no nos dejas estar juntos?
- Porque Hermione ya no pertenece al mundo humano sino al del de los espíritus.
- Entonces…¿Está muerta?
- No…pero ella ya no es humana tal y como tú lo entiendes. Ella es especial, es un ángel, Harry. Y los ángeles no viven en la tierra sino en el cielo.
- ¿Y por qué es un ángel si no está muerta?
- Porque esa fue su recompensa por haber salvado al mundo.
- ¡Pero ella no quería esa recompensa, quería estar conmigo siempre, yo lo sé, me lo dijo hace 5 años!
- Y a mí me lo dice a diario, Harry.
- ¡ENTONCES DÉJANOS ESTAR JUNTOS, NO SEAS TAN EGOÍSTA!
- Egoísta…¿yo?
- ¡SÍ, TÚ, EGOÍSTA DE MIERDA. QUE CON TAL DE TENERLA EN EL CIELO ERES CAPAZ DE HACER QUE LLORE A DIARIO TANTO ALLÍ COMO AQUÍ, PORQUE EN NINGUNO DE ESOS SITIOS PODEMOS ESTAR JUNTOS!
- Ahora lo habéis hecho…gracias a mí. Me alegra que aprovechaseis el tiempo que os di.
- ¡VETE A LA MIERDA KNORCK, A LA MIERDA SUPREMA, TAN SUPREMO COMO LO ERES TÚ!
- Te estás pasando, Harry, y yo estoy perdiendo la paciencia. O te calmas y me hablas en otros términos, o cortaré la conexión y no sólo no verás a Hermione, sino que incluso dejarás de sentir que siempre ha estado contigo.
- Joder.- masculló él por lo bajo.- Perdona¿vale?. ¡ Es que no lo comprendo, Knorck, no termino de entenderlo. Tú me dijiste el día que ella desapareció, que no podíamos estar juntos porque yo tenía aún que cumplir con mi destino. Pero yo lo cumplí hace 4 años, vencí a Voldemort librando al mundo mágico de su tiranía!
- Es cierto que lo hiciste y muy bien debo añadir.
- ¿Y no era eso lo que se esperaba de mí, lo que todo el mundo mágico esperaba que hiciera, lo que tú mismo querías que hiciera, no era eso?
- En efecto.
- ¡ENTONCES DEVUÉLVEMELA, TE LO SUPLICO!- él cayó al suelo de rodillas mientras sus lágrimas mojaban la tierra.
- No puedo, aún no se ha cumplido su último deseo.
- ¿Qué deseo?
- Ella pidió tan sólo tres deseos a Arion, cuando pudo pedir infinitos. Uno fue…que él te devolviera a tus padres y a Sirius para que no estuvieras solo nunca más.
- ¡Eso ya se cumplió!
- El segundo fue…que fueras feliz con ellos.
- ¡LO SOY, JURO QUE LO SOY!
- Y el tercero…que pudieses seguir con tu vida aunque ella no estuviera de cuerpo presente junto a ti.
- ¡ESO TAMBIÉN LO HE HECHO!
- Sí pero…¿eres feliz?
- ¡NO, SIN ELLA NO LO SOY!
- Pues ella quería que lo fueras.
- ¡ PERO ES QUE NO PODRÉ SERLO, NO PODRÉ SER FELIZ DEL TODO HASTA QUE LA TENGA!
- Respuesta incorrecta, tú siempre la has tenido junto a ti, lo que no podías…era verla, pero tenerla…siempre la tuviste.
- ¡JODER, ESO LO SÉ, VALE, LO SÉ, SÉ QUE SIEMPRE HA ESTADO AHÍ, QUE SIEMPRE HA VELADO POR MÍ, LA SENTÍ CONMIGO CUANDO LUCHÉ CONTRA VOLDEMORT, SENTÍ SU AMOR PROTEGIÉNDOME DEL PELIGRO CUANDO RON USÓ LA VARITA DE ELLA PARA PROTEGERME, FUE SU AMOR LO QUE HIZO APARECER LA BARRERA, LO SÉ, SIEMPRE LO HE SABIDO!
- Correcto, así fue.
- Por favor Knorck…devuélvemela. No quiero vivir sin ella, no quiero…no quiero seguir viviendo si no está conmigo…por favor…si no quieres dármela, llévame a mí con ella…
- No.
- Entonces haz que vuelva por favor…haz que vuelva, quiero que vuelva…quiero…porque no podré cumplir su último deseo, no podré ser feliz sin ella, no podré…jamás he podido.
Otro rayo sonó y Harry supo que Knorck había cortado la conexión.
De nuevo solo, Harry se agachó ante la tumba de Hermione, usando su propia varita para hacer aparecer otro precioso ramo de tulipanes blancos, depositándolo en la otra esquina de la tumba. Sobre la misma tierra donde horas antes habían hecho el amor…quizás por última vez.
- Lo siento.- sollozó él- lo siento mucho, lo siento tanto…¡Tanto!
Sus lágrimas cayeron en la fría tierra, y él se dejó caer sobre la lápida, hecho un ovillo, mientras sus sollozos inundaban el silencio del ambiente. Uno tan terrible y antinatural como aquella vez en que ella le hizo gritar con el corazón para poder así romper el maleficio que les envolvía, sólo que esta vez…él sabía que no había ningún maleficio en el aire, pero aún así…su corazón gritó a todo pulmón, gritó hasta no poder más, aunque su propia garganta no emitiese sonido.
- El silencio…es el grito…más fuerte.
- Harry…- pronunció una voz conocida, una que llevaba a su lado 5 años.- ¿Estás bien?
Él no levantó la cabeza, ni si quiera se movió. Y a quien pertenecía la voz se acercó hasta él, cortándose su respiración cuando le vio en aquél estado, encogido contra sí mismo y con los ojos completamente en blanco.
- Oh Merlín…- pronunció Ron con voz angustiada.- Harry por favor, reacciona. Me estás asustando.
Pero Harry parecía no escucharle y en su interior, Ron supo que algo iba mal, muy mal. Presentía que Harry era como un muerto en vida, como alguien que estaba ahí sólo de cuerpo presente pero no de mente.
Él experimentó un potente Deja Vû, era lo mismo que había sentido cuando 5 años atrás, él vio a Harry totalmente traumatizado con la mirada fija en el cielo y repitiendo una y otra vez…"Por qué…por qué".
- Harry.- él le sacudió un poco- Harry contéstame. No me hagas esto ¿quieres? Por favor…
Pero por mucho que le movió, le llamó y le mojó la cara con el hechizo aqua, Harry Potter parecía no querer responder ante nada ni ante nadie.
Ron lloró.
- Está bien, quédate con ella. Es lo que siempre has querido. Lo que siempre debió ser.
El pelirrojo besó la frente de su mejor amigo y se quedó allí, con el corazón completamente destrozado, igual de roto que lo tenía el propio Harry, que a pesar de tenerlo en mil pedazos aún latía.
- Harry…
- ¿Hermione?
- Vuelve por favor.- suplicó su voz con total sinceridad.- vuelve, te lo ruego.
- No, yo quiero quedarme aquí contigo.
- No puedes cariño, no puedes.
- Hermione…por favor, déjame quedarme aquí. Es muy bonito este lugar, todo es hermoso y se respira paz.
- Es mi hogar, el que Loar hizo para mí.
- ¿Loar?
- Sí. Él ha cuidado de mí todos estos años, pero no como crees, él y yo sólo somos amigos, bueno…mucho más que eso. Para mí es como el hermano que nunca tuve y siempre quise tener.
- Me alegro.
- Yo me alegraré más cuando vuelvas al mundo de la consciencia, Harry.
- No pienso volver, no quiero despertar, quiero quedarme aquí contigo…para siempre.
- No puedes…
- Shhh…no llores.
- Despierta por favor, despierta.- pronunció ella dándole un precioso, suave y dulce beso en los labios, insuflándole energía mágica.
- Despierta Harry, despierta.
- ¿Ron?
El pelirrojo suspiró aliviado, dejando salir una sincera sonrisa de alegría.
- Te quedaste como ido sobre la tumba, por un momento me preocupaste ¿sabes? Parecías no querer despertar.
- No quería.- susurró Harry por lo bajo. "Pero ella me trajo de vuelta. ¿Por qué?"
- Vamos, tenemos clase dentro de dos horas, y estás hecho un asco. ¿Es que te quedaste bajo la lluvia otra vez?
- Sí…
- Siempre te pasa lo mismo, Harry. Cada vez que vienes a verla, aguantas todo, hasta la lluvia.
- ¿Tú no lo harías?
- No, pudiendo hacer aparecer ese invento muggle tan estupendo llamado paraguas.- respondió Ron con su característico tono bromista.- ¿Por algo soy mago no?
- Claro.- fue todo lo que añadió su mejor amigo.
- Bueno pues, deberíamos darnos prisa. Recuerda que ibas a ayudarme a dar la clase de hoy.
- Sí, lo recuerdo.
- Entonces hasta luego. ¡Ah sí!- dijo el pelirrojo recordando haber olvidado algo- casi se me olvida, perdona Hermione.- pronunció mirando a la tumba.
Él se agachó hasta estar a la altura de la inscripción de la lápida. Releyéndola en voz alta.
- Hermione Granger. Elegida. La última y mejor de todas las que hubieron.
Desaparecida en combate.
Salvó mucho al mundo.
Tus padres, amigos y Harry no te olvidan.
Es cierto, no te he olvidado ¿sabes? Como tampoco olvidé que hoy era tu cumpleaños. Así que…feliz cumpleaños Hermione.- pronunció Ron dejando la varita de ella, sobre la tumba.
- Esto siempre fue tuyo, siento haber tardado tanto en devolvértelo.
Muchas gracias por confiar en mí para conservarla. Y perdona que aquella vez, metiese la pata durante la batalla. Pero me sirvió de enseñanza, ya no soy imprudente. Ahora pienso las cosas antes de hacerlas.
Te agradezco mucho que siempre fueses tan sabia y buena amiga. Reconozco que te echo mucho de menos pero lo que más echo en falta son nuestras peleas. Siempre me encantó hacerte rabiar, cuando te enfadabas conmigo te brillaban los ojos de una forma que me encantaban, por eso te estaba provocando siempre. Pero no te preocupes ¿eh? Que no es lo que piensas.
Yo estuve y sigo estando enamorado de Luna. La próxima semana nos casaremos. Me habría encantado que presenciases la boda pero…sé que de alguna forma estarás ahí. Aunque yo no pueda verte.
Gracias Hermione, gracias por todo lo que hiciste por nosotros y por el mundo. Gracias…por enseñarme el valor de la verdadera amistad. Gracias…por todo, de verdad, muchas gracias.
Dirigiéndose hacia el moreno, él se despidió con la mano y se alejó del lugar, dejándole a su mejor amigo toda la privacidad que él quisiera tener.
- Bueno…supongo que yo también tendré que volver. No quería hacerlo, no quería despertar y alejarme de ti pero…tú querías que lo hiciera, para que siguiese con mi vida aunque no sé por qué. Pero no pienso planteármelo, tus motivos tendrías. Y por lo que sé…siempre que has decidido algo ha sido bueno. Así que…me iré. Además, Ron me está esperando. Necesita mi ayuda para su siguiente clase. Pero antes de irme…déjame regalarte algo...¿de acuerdo?
Sacando una cajita de su túnica, Harry la abrió, revelando un precioso anillo y depositándolo seguidamente junto a la tumba, justo al lado de la varita de ella que Ron había dejado antes.
- Este anillo…lo compré hace años. Justo cuando terminé Hogwarts y vencí a Voldemort. Pensé…que volvería a verte y podría dártelo. Pero eso nunca ocurrió, y antes…cuando nosotros estuvimos juntos temporalmente…se me olvidó entregártelo, lo siento. Sé que soy un desastre por haberlo olvidado pero después de 5 años sin verte, comprende que en cuanto te ví, dejé de pensar en todo lo que no fueses tú.
Por favor, acepta este anillo como símbolo de mi amor por ti. Aunque dudo mucho que el anillo pueda representarlo, porque es mucho más grande que el tamaño de este aro.
Si hubiese tenido ocasión…este habría sido el anillo con el que te habría pedido en matrimonio. Sólo espero que te guste, y que si es posible, lo lleves siempre puesto, aunque yo no pueda verlo.
Hasta mañana…¿sí? Y…Hermione…Te quiero, te quiero con toda mi alma y todo mi corazón. Tú sólo…espérame. Y algún día…volveremos a estar juntos y recuperaremos todo el tiempo que hayamos pasado sin estarlo. Y te haré el amor tantas veces que incluso perderás la cuenta. Te lo prometo, princesa.
Y ahora…me voy. Pero te prometo que cumpliré con tu último deseo, intentaré ser feliz aunque no estés conmigo. Me va a resultar muy difícil pero…te juro que lo intentaré. Porque eso fue lo que tú querías y yo por ti…haría cualquier cosa que tú quisieras que hiciera.
Te quiero Hermione, recuérdalo siempre. Te prometo que no te olvidaré jamás, por mucho tiempo que pase.
Él se puso en pie, pero antes de irse, le echó una última mirada a la tumba, percatándose de que algo había cambiado. Una frase, una nueva frase había aparecido justo abajo del todo, casi tocando la tierra. Él releyó de nuevo la lápida.
" Hermione Granger. Elegida. La última y mejor de todas las que hubieron.
Desaparecida en combate.
Salvó mucho al mundo.
Tus padres, amigos y Harry no te olvidan.
Yo tampoco te olvidaré nunca, príncipe."
Él sonrió, y hasta pudo jurar que acababa de sentir en sus labios, un beso invisible.
- Te quiero Hermione. Te quiero mucho. Espérame por favor.
Una risa suave inundó los oídos de Harry. Sintió que su pelo se movía solo y supo que ella lo revolvía, siempre le había encantado hacerlo.
Cerrando los ojos, percibió claramente cómo el suave tacto de los labios de ella se posaba en su mejilla y luego en su frente.
Lo último que escuchó, fue su dulce voz decirle…
- Te adoro, Harry. Te quiero muchísimo. Y algún día…volveremos a estar juntos, pero aún no. Te esperaré…todo el tiempo que haga falta. Y cuando vuelvas a mis brazos…te haré el amor tantas veces que hasta me pedirás un descanso. Pero yo nunca me cansaré de amarte y demostrarte cuánto. Te amo…príncipe. Siempre te amaré. Sé feliz, por favor…hazlo por mí.
- Por ti…haría cualquiera cosa, princesa, cualquiera. Incluso ser feliz. Te lo prometo Hermione, prometo que cumpliré tu último deseo.
- Adiós…Harry.
- Adiós no…hasta luego.
- Sí…hasta luego.
Agachándose una última vez, él besó el anillo formulando un te quiero silencioso y con la misma, se marchó.
- ¿Le diste el anillo?- preguntó Ron mientras caminaban de regreso al castillo. A tan sólo pocos pasos de la tumba de su mejor amiga.
- Sí Ron, lo dejé encima de su tumba.
- Yo creo que le gustará.
- Y yo.
- Oye Harry…- comentó su amigo conforme se alejaban del lugar donde supuestamente descansaba Hermione.
- ¿Sí?
- ¿Me tomarías por loco si te dijera que sentí su presencia allí en el instante en que comencé a hablarle?
- No. Porque yo también la sentí. "Y la ví."
- ¿Volverás mañana?
- Claro, como cada día.
- ¿Puedes avisarme? Yo también quiero ir.
- Lo haré.
- Gracias.
- De nada.
Ron se detuvo repentinamente, como si acabase de escuchar algo que sólo él podía oír. Un ruido de algo que se movía bajo la tierra, como si la estuvieran removiendo justo bajo sus pies.
Una voz que él conocía bien sonó sólo audible para él.
- Cuando perdemos a nuestros seres queridos…la mejor forma de hacer que vivan para siempre es no dejar de amarlos nunca. Los edificios caen, las personas mueren…pero el amor verdadero…es para siempre.
- Yo siempre te querré, Hermione…- pronunció él casi sin voz.
- ¿Ron?- preguntó Harry al ver que no se movía y que miraba hacia la tumba de su mejor amiga… como si se hubiese quedado congelado.
- No puede ser…-pronunció el pelirrojo de nuevo, como si no se creyese lo que estaba viendo.
- Ron…¿qué ocurre?- preguntó Harry, de espaldas a la tumba de ella, que estaba a su vez justo ante los ojos del pelirrojo.
Él no dijo nada, sólo levantó la mano derecha lentamente y señaló la tumba sin decir una palabra.
Harry movió la cabeza en dirección a donde él señalaba, cayendo al suelo de rodillas al ver lo que sus verdes ojos contemplaron.
- La…¿La ves…tú…también?- logró pronunciar el pelirrojo, demasiado asombrado ante lo que parecía para él, una maravillosa aparición.- Harry¿la ves?
- Sí…- dijo su mejor amigo aún arrodillado sobre el suelo.
- Ella…está…allí…sola…
- Ajá…
- Desnuda…
Harry asintió lentamente con la cabeza.
- Sobre su tumba.
Él volvió a asentir.
- Echa un ovillo…
Y fue entonces que Ron pareció salir de repente de aquél estado medio consciente medio congelado, y, agachándose rápidamente junto a Harry, le agarró del cuello de su camisa y le zarandeó mientras le decía con voz más que nerviosa…
- ¡ENTONCES QUÉ COÑO HACES EN EL SUELO, HARRY, REACCIONA DE UNA PUTA VEZ. ELLA HA VUELTO, ENTIENDES, HA VUELTO!
Harry sólo musitó un suave "sí" que le indicó al pelirrojo que aún estaba más para allá que para acá.
- Corre…- le indicó Ron- ¡CORRE HARRY…CORRE!
Pero el moreno no reaccionó, parecía que tenía miedo de moverse y de que con ello, ella volviese a desaparecer.
- ¡CORRE MALDITA SEA, CORRE HACIA ELLA YA, SU CUERPO ESTÁ BRILLANDO IGUAL QUE CUANDO LA MUERTE SE LA LLEVÓ, SI NO VAS HACIA ALLÍ AHORA, PUEDE QUE LA VUELVAS A PERDER!. ¿ES ESO LO QUE QUIERES HARRY?
- No…
- ¡ ENTONCES LEVÁNTATE Y VE HACIA ELLA, YAAAA!
Como si fuese impulsado por una gran fuerza invisible, Harry se puso en pie y echó a correr con todas sus fuerzas, no tardando nada en llegar hasta ella.
Estaba, tal y como Ron había dicho, echa un ovillo sobre la tierra de su tumba. Tenía los ojos cerrados, lo que indicaba que aún estaba inconsciente. Sus alas blancas no se veían por ninguna parte, pero aún tenía en la espalda dos señales que mostraban que habían existido bajo su piel humana.
Su pelo castaño seguía lleno de ondas que caían cubriendo su pecho y su cintura hasta llegar a la cadera.
Harry no se planteó otra cosa más que quitarse la túnica, cubrirla con ella y cogerla en brazos como si fuese un bebé, de la misma forma que la cogió cuando la rescató de las garras de Malfoy.
- Estarás bien, princesa, estarás bien.- pronunció él llenándola de besos.- Ahora estás conmigo. Yo cuidaré de ti…siempre.
Con la cabeza de ella en el hueco que había entre su cuello y su hombro, Harry comenzó a caminar hacia su mejor amigo, quien le esperaba en la distancia como si todavía no pudiese terminar de creerse que Hermione hubiese vuelto a su vida y a la del mundo mágico después de 5 largos años.
- ¿Cómo está?- preguntó Ron cuando Harry llegó hasta él.
- Dormida. O al menos eso parece.
Ron se acercó más a ella, como queriendo examinarla más de cerca. Pero Harry se giró un poco, como si quisiera protegerla de él.
- Tranquilo Harry, no voy a hacerle daño. Yo la quiero, es mi mejor amiga. ¿Recuerdas?
Eso pareció hacer reaccionar a Harry, que permitió que Ron le tocase a ella la cara, examinándola, comprobando que respiraba con normalidad y también lo mucho que había cambiado su aspecto físico.
- Seguro que es guapísima.
- Sí que lo es.- dijo Harry con voz dulce.- Es la mujer más guapa que he visto en toda mi vida, te lo aseguro.
- ¿Ya la habías visto antes?
- Sí.
- ¿Por qué crees que habrá vuelto, Harry?
- Ni idea pero…a partir de hoy, me aseguraré de no volver a perderla de vista nunca más.
- ¿Qué vas a hacer…amarrarla a ti?- preguntó Ron en tono bromista.
- Eso mismo.- dijo Harry con toda seriedad.
Ron le miró alarmado.
- No estarás hablando en serio ¿verdad?
- Muy en serio. En cuanto despierte, le voy a ofrecer una atadura que ella aceptará encantada, estoy seguro de ello.
- Ninguna mujer quiere ser atada a un hombre de por vida, Harry.
- Sí, si le quiere de verdad. Y ella me quiere de verdad, yo lo sé.
Ron suspiró aliviado, pues acababa de asimilar el tipo de atadura a la que se refería su mejor amigo.
- Bueno…tú siempre dijiste que te habría encantado crecer y casarte con ella. Y por lo que puedo ver…tanto ella como tú, habéis crecido lo suficiente como para hacer eso y todo lo que os de la gana.
- Siempre hicimos lo que nos dio la gana, menos casarnos. Eso es lo único que nos faltó.
- Estoy seguro de que lo haréis pronto.
- En cuanto me diga que sí.
- ¿Volvemos a casa?
- Por supuesto. Y si no fuese porque en Hogwarts no puede aparecerse nadie, te juro que ya habría desaparecido de aquí y reaparecido en mi habitación.
- Algo me dice que en cuanto lleguemos allí, no os veré hasta mañana.
- Puedes estar seguro de ello. Perdona que te deje solo en la clase de esta tarde pero…
- No te preocupes por eso, Harry, tienes todo el derecho del mundo a encerrarte con ella todo el tiempo que quieras.
- Gracias.
- Hey…¿Para qué están los amigos?
Verdes, verdes como la hierba con el brillo de los diamantes. Así eran los ojos de Harry, y así fue como le parecieron a Hermione en el momento en que abrió los ojos y se encontró con aquellas dos brillantes esmeraldas mirándola con absoluta adoración.
- Hola príncipe…- dijo ella suavemente, notando la comodidad de la gran cama donde descansaba su espalda.
- Hola princesa…- respondió él también de forma suave.- ¿Estás bien?
- Contigo siempre estoy bien, Harry, mejor que bien, estoy en el cielo.
- Allí vivías antes.
- Pero ya no. No puedo volver.
- ¿Por qué?
- Porque ya no soy un ángel.
- ¿Perdiste tus poderes de ángel?
- No, perdí mi condición de ángel. Ahora vuelvo a ser tan humana como lo fui antes de ser ángel.
- Comprendo. Pero…¿sigues siendo bruja?
- Sí, eso no ha cambiado.
- ¿Y también sigues siendo una Elegida?
- Claro, nací siendo la última Elegida y lo seguiré siendo hasta el día en que muera pero…ya no tendré que volver a pelear ni contra Lori ni contra Rak. Ellos ya no quieren destruir el mundo mágico.
- ¿Qué hizo cambiar de opinión a Rak?
- Mi valor. Eso fue lo que más le impresionó. Él le dijo a Knorck…que había decidido desistir de destruir el mundo mágico porque había comprendido a través de la batalla contra mí, que los humanos somos personas que valoramos mucho el mundo al que pertenecemos y que no le interesaba destruir ese mundo y crear otro porque sabía que sus aliados nunca valorarían el mundo mágico como sí lo valoramos nosotros.
- Y todo gracias a ti y tu amor por el mundo mágico.
- Se ve que sí.
- Oye…
- Qué, cielo.- dijo ella acariciándole la mejilla.
- ¿De verdad te encuentras bien?
- Perfectamente.
- Y…
- ¿Sí?
- Crees que…¿Podríamos celebrar que ganaste la batalla, aunque hayan pasado 5 años desde entonces?
Ella le dedicó una pícara sonrisa.
- No necesito hacer el amor contigo para celebrar nada, Harry.
- Ya pero…es que…bueno…eso fue lo que acordamos ¿no?
- Sí.
- Tengo hechizada la puerta, para que nadie entre sin mi permiso.
- Jjijijjijijijijijii. ¿Lo tenías planeado eh, picarón?
- No…es sólo que no quiero que nada ni nadie nos interrumpa, tal y como te dije en cierta ocasión¿te acuerdas?
- Perfectamente.
- Entonces qué…¿Comenzamos con la celebración?- preguntó él levantando una ceja de forma sugerente.
- Claro. Además, aún no te he dado las gracias por el anillo tan precioso que me has regalado.
- ¿El anillo?
Ella levantó su mano, mostrándole dónde lo tenía. Seguidamente lo miró con deleite.
- Es precioso, muchas gracias.
- Muchas de nada.
- Y la respuesta es sí.
- ¿Sí?
- Sí, señor Potter. Quiero casarme contigo.
- Entonces…futura señora Potter…tenemos otro motivo más para celebrarlo… ¿no crees?.
- No, yo creo que hay otro motivo por el cuál debemos tirarnos horas y horas celebrándolo.
- Ah… ¿sí? Cuál.
- Que pronto habrá un pequeño Potter en la familia.
- ¿Qué?- dijo él de forma casi inaudible.
- Llevo a tu hijo en mi vientre, Harry. ¿Recuerdas cuando volamos?
- Sí.
- Fue en el instante en que nos hicimos uno. Y recuerdo que pensé…que si por obra de algún extraño milagro en ese momento me quedase embarazada…preferiría mil veces dejar de ser un ángel y perder todas sus ventajas, antes que vivir sola en el cielo con nuestro hijo o hija.
Porque antes que privarte del deseo de ser padre y que no pudieses experimentar lo que eso representaba…antes que tú no pudieras vivir todo eso…lo demás que tenía mi vida en el cielo…no me importaba en absoluto. Me daba igual… me daba igual no ser un ángel y hacer milagros, todo eso me daba igual y me sigue dando igual.
Yo lo único que deseé en aquél momento…fue volver junto a ti. Porque si ibas a ser padre…tenías todo el derecho a saberlo y vivir esa experiencia. Supongo que eso fue lo que más conmovió a Knorck, saber que era capaz de renunciar a todo aquello…para poder estar contigo…los dos.
- Entonces…¿vamos a ser padres?
- Sí.
- De…¿Un niño?
- Ajá…Y por eso Knorck me dejó volver, porque pensó que sería injusto para ti y para mí, que nuestro hijo no pudiese disfrutar de sus padres.
- Y yo que pensé que nunca más nos volvería a dejar estar juntos.
- Te equivocas, él siempre quiso que lo estuviéramos, pero quería ver…si tú eras capaz de cumplir mis tres deseos.
- ¿Lo hice?
- Sí, sobre todo el último. Cuando prometiste sinceramente que intentarías ser feliz sin mí. Él supo que lo decías de corazón y eso hizo que me dejase volver. Además, como él mismo dijo…no sería justo para nosotros.
- Para ti y para mí.
- Y para él…
- ¿Él?
- Nuestro hijo, Harry.
- ¿Te lo dijo Knorck, te dijo que iba a ser un niño?
Ella asintió con la cabeza.
- Y también me dijo que será un mago estupendo, con unos poderes increíbles.
- Claro, su madre es de por sí una bruja increíble, por algo es la última Elegida.
- Ya no soy una Elegida, Harry, dejé de serlo desde el instante en que terminé mi misión.
- Pero sigues siendo bruja…¿no?
- Sí, y sigo siendo fantástica.- dijo ella de forma presumida, aunque estaba claro que bromeaba.
- Eso ya lo sé, siempre lo he sabido. Oye Hermione…
- ¿Qué?
- Ya que el niño viene de camino…¿Buscamos la niña?
- ¡Harry!
- ¿Mmm?- murmuró él mientras comenzaba a besarla por todas partes, sobre todo en las zonas del cuerpo en las que sabía que no podría dejar de gemir.
- Oww…¡Ha!rry…¡te amo te amo te amo!
- Pues demuéstramelo.- añadió él mirándole con sus ojos verdes relucientes de pasión a la vez que acompañaba dicha mirada con una sonrisa la mar de sensual.
- Ahora mismo.
Y durante el resto de la mañana, ninguno de los dos perdió la ocasión, de demostrarle al otro, lo contento y feliz que se sentía por poder estar con la persona amada. Ya fuesen haciendo el amor, o simplemente acurrucándose el uno junto al otro mientras se decían cosas al oído, se regalaban miles de caricias, besos o incluso provocando en el otro alguna que otra carcajada…tanto Harry como Hermione, aprovecharon el resto del día y todos los días siguientes de sus vidas, para, tal y como le había dicho él ante la tumba de ella…disfrutar todo el tiempo en el que no pudieron estar juntos.
Y como decían los finales de los cuentos que Hermione le contó a Harry años atrás…"Y fueron felices, y comieron perdices".
Fin.
Nota de la autora:
¡Se acabóoooo! Aunque no sé si el final me habrá quedado muy…cursi, pero…pensé que así quedaría la mar de bien.
Bueno a ver, en un principio, el epílogo que tenía pensado consistía en que Harry, se acercaba a la tumba de Hermione y empezaba a decirle un montón de cosas que tenían que ver con todo lo que había ocurrido durante los 5 años que habían pasado desde que ella desapareció. Luego había un reencuentro de ellos dos (Pero el hecho de que él la viese nada tenía que ver con la lluvia), hacían el amor sobre la tumba de ella y luego…ella desaparecía. Harry se enfadaba mucho, hablaba con Knorck y el dios le decía por qué no podía volver ella. Hasta ahí, igual que en este epílogo. Luego resultó que la siguiente escena, era de Harry diciéndole a Hermione que nunca la olvidaría, que siempre la querría blablabla, aparecía la frase nueva en la tumba, la de "Yo tampoco te olvidaré nunca príncipe" y con la misma, Harry se iba al castillo tras resignarse a aceptar que ella y él no podían estar juntos en esta vida pero que quizás sí lo estarían en la otra. La última escena era de Hermione, izando el vuelo y diciendo…
"Algún día volveremos a estar juntos, pero aún no, aún no. Hasta entonces…seguiré velando por ti como he hecho siempre. Por algo soy tu ángel de la guarda." Ése era el fin. Y hasta que Knorck no le explicaba que ella era un ángel, él no lo sabía. Tampoco estaba el hecho de que a ella les saliesen las alas cuando ellos alcanzaban el éxtasis (por decirlo de alguna manera suave y bonita). Que sí, que he cambiado muchas cosas del epílogo, y…¿sinceramente? Me encanta cómo ha quedado.
Ahora podréis haceros una idea si he cambiado o no el epílogo. Ya me diréis si os gustó más éste o si preferiríais el otro. De todos modos os aviso de que el otro epílogo, el primero que tenía pensado subir, era sin duda el más emotivo. Seguro que los amantes del Angts lo habrían disfrutado mucho. ¿Qué, que queréis leer el otro también? Ay por dios, entonces tendréis que esperar a que vuelva de Almería. ¡Que me voy mañana porque el lunes trabajo y ya no vuelvo hasta el viernes 13! En fin, si veo que alguno de vosotros lo quiere…ya veré si se lo mando por email o si por el contrario, lo subo al fic, como si fuese un epílogo alternativo pero…no sé…no me convence mucho eso del epílogo alternativo. Yo creo que este epílogo, tal y como está, está perfecto. ¿O no? ;-) RAkAoMi.
ANTES DE PASAR A LOS REVIEWS: Quiero dar las gracias, sinceramente, a todas aquellas personas que os habéis tomado la molestia no sólo de seguir mi fic durante todo este tiempo, sino de dejar review en cada cap. Muchos de vosotros empezasteis dándoos a conocer y luego desaparecisteis completamente, otros…os perdíais durante un tiempo pero luego volvíais (como mi María, que siempre estuvo ahí a pesar de sus circunstancias), otros los dejasteis cuando sólo quedaban dos o tres caps para terminar la historia, y otros…habéis dejado siempre reviews desde que todo comenzó, sin saltaros un solo cap sin dejar un comentario.
Bien, tanto a unos como a otros, quiero deciros que os agradezco enormemente que me hayáis apoyado, tanto a la historia como a mí. Que de verdad sé que sonará muy típico y a lo mejor está más que dicho por la mayoría de autores de esta página (o quizás no, no lo sé) pero yo creo que sinceramente, de corazón lo digo… para que una historia funcione tiene que llegar al lector, eso es cierto, pero el lector/a no podría seguir leyendo si el autor/a no se sintiese motivado, apoyado y lo suficientemente valorado para seguir escribiendo (fuese un fic o cualquier otra cosa).
Y yo gracias a vosotros, he sentido todas esas cosas. Así que…Gracias, de corazón¡MUCHAS GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE AHÍ, MUCHAS GRACIAS POR TODO LO QUE HABÉIS HECHO DURANTE ESTE AÑO Y MEDIO QUE HA DURADO LA HISTORIA. GRACIAS POR HACERME SENTIR NO SÓLO COMO UNA BUENA ESCRITORA SINO TAMBIÉN COMO UNA BUENA PERSONA Y AMIGA VUESTRA!
UN BESO ENORRRMEE PARA TODOS Y TODAS VOSOTRAS. Espero que el nuevo año os traiga grandes sorpresas, todas agradables. Espero que no cambiéis nunca, porque así, tal y como sois todos y cada uno de vosotros, sois…simplemente…geniales.
"Lo más difícil de este mundo…es vivir en él. Sé valiente…y vive…por mí." :-) RAkAoMi. (Marta).
