Capitulo seis: Regla numero uno.

Neville temblaba, pero ya no sabia si por miedo o por emoción. Caminaba al lado del profesor mas temido del colegio, caminaba al lado del hombre que mas admiraba y para colmo caminaba al lado de su padre. Severus iba con paso decidido y fuerte. Cada una de sus pisadas retumbaban como truenos, en el fondo le encantaba el efecto, y lo habría disfrutado de no ser porque a su lado, iba el chico ese.

"Entra" dijo abriendo la puerta de sus habitaciones y dejando pasar a Neville. El chico no se atrevió a mirarlo, pasó con la cabeza pensó su padre mientras entraba. Cobarde…

Dentro le esperaba una sorpresa. Una habitación redonda, incomoda, mal iluminada, pero con un particular sentido del orden. Libros, libros y mas libros, en estantes que parecían interminablemente altos, perdiéndose en la oscuridad de un techo inexistente. Neville se pregunto si tal vez eran verdaderamente infinitos. Un sillón –cómodo- cerca de una chimenea con llamas verdosas. Una luz tenue, casi imperceptible. Snape caminó hasta el sillón y se dejo caer como alguien que cansado llega a casa finalmente. Neville se sentó frente a él, en un sillón que lucia fuera de lugar, era obvio que era nuevo en aquel ambiente, quizás traído para Neville. Incomodo, pero no se quejo. Snape no lo miraba.

Un par de puertas. Una que debía indudablemente conducir hasta la habitación de Snape y la otra que posiblemente conducía o a un baño o a otra habitación, posiblemente no de huéspedes. El silencio era pesado, Neville comenzaba a pensar que tal vez Snape no le hablaría mas, porque lo había traído hasta allí?

"No estabas ni estarás en mi planes" dijo Snape cortando el silencio como una hojilla. Neville se tomo un par de segundos antes de entender lo que Snape había querido decir.

"Ud. tampoco" replico sin saber de donde le había salido el valor. Pero ahora que lo pensaba era cierto.

Snape abrió los ojos, una mueca semejando una sonrisa le contorsionó los labios. Así que el chico también podía ser sarcástico….nada mal…nada mal…

"Pero el hecho es que eres lo que eres" dijo mas por mirar la reacción del chico que por otra cosa. Sin embargo sus propias palabras lo golpearon, era cierto.

"Y que hacemos ahora?"

"Para empezar nunca me llames padre" dijo Snape alzándose y dirigiéndose a su cuarto. Antes de llegar a la puerta agrego:

"Duerme, mañana conocerás mas de tu padre" y cerrando la puerta dejo a Neville en la oscuridad. Un par de lagrimas rodando por las mejillas del chico. El fuego iluminado la decepcion en su cara. No me llames padre, y como debía llamarlo?... lo único que él quería era ser llamado hijo….