CAPÍTULO 6: LA PERTURBACIÓN DE LA PAZ
Hermione no llegaba a creérselo, no podía comprender la actitud que habían mostrado George y Ron, y como Harry y Fred no habían hecho nada para impedirlo.¿Qué os ha dicho la señora Pomfrey?- preguntó Hermione preocupada.
Nos ha dicho que si Ginny no a muerto, ha sido de milagro, que una descarga de energía así, era como si le hubiesen lanzado una maldición imperdonable- dijo Harry casi sin voz.
Hermione se dirigió hacia la puerta con paso firme, para poder ver a Ginny. Todos la miraban incrédulos.
¿Se puede saber qué haces?- preguntó Fred cogiéndola del brazo- no puedes entrar, nos lo han prohibido.
¿Acaso crees que yo no puedo?- dijo Hermione con cara seria, soltando bruscamente el brazo de Fred.
Atravesó la puerta. Buscó a Ginny por los pasillos, hasta que se encontró con la elfina doméstica.
¿Qué desea señorita?- dijo la elfina.
Esto... estoy buscando a una chica que ingresó muy grave hace unas horas. Su nombre es Ginny Weasley.- dijo Hermione seriamente.
¡Oh! Sí, la doctora está con ella en estos momentos, pero usted no puede...- la elfina se detuvo. Hermione sacó su mano del bolsillo, le mostró algo, y volvió a introducirlo en él.- Ya comprendo, sígame por favor.
Siguió a la elfina hasta llegar a una puerta. Llamó, y la cruzó. Hermione palideció, allí estaba Ginny, con los ojos cerrados, pálida como un muerto, y muy tiesa. No movía ningún músculo, parecía una estatua de mármol. La habitación estaba oscura, sólo una simple lámpara en la cabecera de la cama alumbraba la habitación, haciendo que Ginny adquiriese un aspecto más mortuorio si era posible.
Hermione anduvo hasta la cabecera de la cama, y se acercó hacia el rostro de la muchacha, hasta que pudo sentir su leve respiración.
Ginny¿estás ahí?- dijo Hermione llamando a ésta.- Escúchame, debes aguantar, no puedes rendirte ahora. Te pondrás bien, ya lo verás. Además, Harry está muy preocupado por ti... debes aguantar, hazlo por él y por todos los que te queremos...- Hermione no pudo aguantar más, una lágrima recorrió su rostro.
¿Señorita Granger?- dijo de pronto una voz. Hermione, con un rápido gesto, se secó la lágrima con su mano.
Buenos días señora Pomfrey.- dijo Hermione casi sin aliento.
¿Qué estás haciendo aquí?
El profesor Dumbledore me dio la autorización para que pudiese entrar- mintió Hermione, pero de manera totalmente segura.
Entiendo, en tal caso, acompáñame por favor.
Salieron de la habitación. Anduvieron durante unos minutos hasta llegar a una sala.
¿Qué opina?- preguntó Hermione preocupada.
A llegado muy débil. He probado varias pociones, hechizos, y todo lo que estaba a mi alcance, pero no ha funcionado.
¿Qué quiere decir con eso¿Que no tenemos ninguna posibilidad de ayudarla?- preguntó temerosa Hermione.
No exactamente. Hay una posibilidad...- continuó la señora Pomfrey casi en un susurro.
¿Cuál? Dígamela por favor.
¿Has oído hablar de los fénix?- Hermione asintió- sus lágrimas tienen poderes curativos. El problema, es que la pequeña Weasley no está enferma, y un fénix, no podría salvarla.
¿Entonces?- preguntó Hermione esperando que la señora Pomfrey continuara.
Existe una variante de los fénix, otra raza producida por un cruce de animales mágicos... es una mezcla de fénix y dragón. Tienen la misma apariencia de un fénix, pero el poder de un dragón, y las cualidades que tiene un fénix normal, se ven triplicadas. Tal vez uno de ese tipo, pueda ayudarla a volver.
¿Cuál es el problema?- preguntó Hermione.
Es una raza prácticamente extinguida. Deben quedar unos diez ejemplares en todo el mundo, la mayoría de ellos, salvajes.
¿Y no tenemos otra oportunidad?
No, si eso no funciona, no podremos ayudarla. Ocurrirá como los métodos muggles, puede que despierte, puede que muera, o puede que se mantenga así durante meses... eso dependería por completo de ella.
Gracias.- dijo Hermione olvidando por completo esa posibilidad.
Hermione salió de la habitación . Cruzó el pasillo con paso decidido hasta llegar a la salida, deteniéndose ante la puerta. ¿Dónde encontrarían un fénix con esas cualidades? Respiró profundamente, y cruzó la puerta. Harry y los demás se acercaron a Hermione.
¿Qué te han dicho?
¿La has visto?
¿Cómo está?
Comenzaron a hacerle una pregunta tras otra, a las cuales Hermione respondía pacientemente. Ron era el único que no se había acercado ni le había hecho ninguna pregunta. Estaba apoyado en la pared, pensativo, sin prestar atención a nadie, hasta que al final, se decidió a preguntarle algo que no entendía.
¿Cómo has logrado pasar?
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Wood despertó en su habitación. Miró a su alrededor, y comprobó que estaba solo. Sin poder evitarlo, recordó lo sucedido, e inevitablemente acudieron varias preguntas a su mente, como ¿A dónde había ido cuando aparecieron los tornados¿Y por qué Electra quería averiguar lo que había visto? Entonces miró a la mesilla. Allí estaba su madeto. Lo sostuvo durante un momento, y decidió abrirlo.
Me gustaría saber en qué lugar me encontraba tras entrar a la casa del agua.- dijo Wood al madeto.
Éste reaccionó, y apareció un gran recuadro. De pronto, apareció una pequeña pantalla, con un pequeño altavoz.
Aparecieron los tornados, y seguidamente aquella habitación, hasta que, finalmente, escuchó aquellas palabras que anteriormente había oído.
Me está llamando.- En ese momento la cámara bajó en picado, hasta chocarse con el suelo.
¡Oh, no! Es Wood. ¿Qué hacemos ahora?
¡NO¡¡¡ JAMÁS¡¡¡NUNCA!
¡AMANDA!
Y entonces se paró. El madeto había dejado de emitir la imagen, pero aquello que había visto, le había bastado para recordar lo que había sucedido: Cuando habían entrado aquellas personas, él estaba en el armario. Entonces, una de ellas, chocó de espaldas contra la pared, como si una extraña fuerza la hubiese arrastrado hacia ella. Entonces Wood, percibió un extraño aroma, que hizo que se desmayase.
Pero había algo que no cuadraba en su historia. Aunque recordaba cada palabra que se había dicho, y todo lo sucedido, no recordaba a esas misteriosas personas, que sin duda le conocían.
Miró su reloj. Era la hora de comer, y todos estaban en el comedor, así que decidió bajar a éste. Se levantó, y se puso su capa negra, con el escudo plateado de la casa del viento en la parte posterior de ésta, y bajó al gran comedor.
Wood se acercó a la mesa del viento, donde estaban sentados sus compañeros. Casi al instante, apareció Ventisca, en su famoso tornado.
Hola Wood¿Qué tal te encuentras?
Mucho mejor después de descansar un poco.
¿Un poco?- dijo sorprendido Marck- llevas una semana en la cama durmiendo, y te parece ¿poco?
¡UNA SEMANA! No puede ser.- exclamó Wood sin acabar de creérselo.
Pues tiene razón... La verdad es que tuvimos que examinarte detenidamente.
¿Por qué?
Bueno, no es normal invocar dos tornados semejantes... es más, solo el hydegrut de la casa del viento es capaz de invocarlos.- dijo seriamente.
¿Y encontrasteis algo¿El por qué los atraje?- preguntó Wood preocupado.
Ya lo creo que lo encontramos, mira.- se acercó, y levantó su túnica hasta el hombro. Wood se asustó, tenía tres cicatrices colocadas horizontalmente en el hombro.
¿Cuándo me he hecho eso?
Bueno... el día de la selección- dijo tranquilamente Ventisca- La mañana siguiente, ya tenías la cicatriz, y es cuando el elemento viento, comenzó a obedecerte.
Wood no acababa de entender aquello... ¿Cómo podía tener una cicatriz y ni siquiera darse cuenta del momento en el que se la hizo?
Ventisca sonrió, se quitó un colgante que llevaba, y se lo entregó a Wood. El collar, cambió, y se convirtió en un anillo con una esfera de cristal.
Esto te pertenece, ten- dijo Ventisca- mis poderes han sido superados.
¿Qué?- dijo Wood entendiendo aún menos lo que decía Ventisca.
Acabas de ser nombrado hydegrut de la casa del viento.
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Jaja, que cara se le ha quedado a Wood, no se lo acaba de creer- dijo Electra riendo, desde la mesa de los hydegruts.
Muy parecida a la que se te quedó a ti, cuando te enteraste- dijo Flibby serenamente
Me sorprendió, sí, pero... ¿viste las luces que aparecieron cuando Ventisca tocó a Wood¿Y cómo desapareció la cicatriz de la mano de Ventisca, en esas llamas grises?- dijo recordando lo sucedido.
Sí, fue increíble, jamás había visto algo parecido... pero es normal, traspasó sus poderes de hydegrut a Wood... por cierto- dijo volviendo a sus andadas- ahora vendrá a comer con nosotras... estarás contenta ¿no?
Desde luego, siempre pensando en lo mismo- dijo Electra suspirando.
Lo sé, pero no puedo evitarlo, soy una romántica, la pasión, el romanticismo... en definitiva, el amor está por encima de todo.
¿De todo?- dijo Electra confusa- ¿también por encima de la amistad?
Flibby bajó de las nubes, y repitió las palabras de Electra en su mente... ¿por encima de la amistad¿por encima de Electra, su mejor amiga, la persona que más la había ayudado a pasar esos momentos tan difíciles, la persona a la que más secretos había contado, y en resumen, la persona que más quería y más debía en este mundo... no, el amor no estaba por encima de aquello.
En ese momento, una bandada de lechuzas hizo aparición en el salón, depositando decenas de cartas en las distintas mesas, y, de repente...
¡UN DRAGÓN!- chilló una muchacha asustada.
Varios alumnos comenzaron a gritar, otros, sin embargo, miraban asombrados a aquel dragón que se había tumbado en el suelo.
¡NORBERTO¿PUEDE SABERSE CUÁNTAS VECES TE HE DICHO QUE NO ENTRES AQUÍ?- gritó Flibby desesperada.
El dragón, de unos tres metros de estatura escupió fuego en señal de disculpas, quemando la mesa en la que estaban las hydegruts.
En un rápido giro de muñeca, Acuarda, la hydegrut de la casa del agua, extinguió el fuego, derramando sobre él, varios litros de agua.
Flibby suspiró profundamente, se acercó a la garra del dragón, y desenrolló un pergamino que había. Acarició a Norberto, y le hizo salir del comedor.
¡Qué dragón más desobediente tengo!- dijo Flibby volviendo a la mesa empapada de agua. Pasó su mano sobre ella, y el agua desapareció.
Bueno, pronto aprenderá, al menos ya no te ataca... además, dudo que Charlie te lo hubiese regalado, si lo considerara peligroso- dijo Electra tranquilamente, dando ánimos a su amiga.
Sí, menudo regalo, para eso mi Charlie es muy original... recuerdo cuando me lo dio: Ten, como regalo de aniversario, por haber cumplido los dos años de noviazgo, para que sus llamas te recuerden a mí.- dijo Flibby imitándole.
Bueno¿y que te dice?- dijo Electra observando el rollo de pergamino que Flibby tenía en la mano.
Vamos a ver...- dijo mientras lo abría- Dice:
Querida Flibby:
¿Qué tal te va todo? Por aquí, como siempre, mucho trabajo con los nuevos dragones que han traído. El próximo Halloween, me trasladaré a Hogwarts, para un espectáculo que Dumbledore quiere realizar. Ya me he enterado que vuestra selección irá allí ¿verdad, me imagino que Electra será la capitana de nuevo ¿no? por cierto, salúdala de mi parte.
Te espero allí entonces ¿no?.
¿Qué tal con Norberto? Le he dado algunas clases de adiestramiento, pero...bueno, ya sabes que para eso, tú eres mejor.
Otra cosa más, este año tendrás por ahí un amigo mío, un chico llamado Oliver Wood, espero contar con vosotras para hacerle entrar en el equipo de quidditch, y en la selección de Saberhaguen ¿eh, desde luego, no os arrepentiréis, os lo aseguro.
Bueno, te veo en Hogwarts... por cierto¿de qué te disfrazarás este año? Estoy deseando saberlo.
Hasta pronto,
Charlie
Charlie sigue como siempre- dijo Electra.
Sí, es cierto. Nunca cambia, sigue tan alegre.- dijo Flibby mientras se reía y se volvía a subir a las nubes.
Así que él, también conoce a Wood... este chico es famoso.
Jaja, eso parece... por cierto¿de qué te disfrazarás este año?
De musa- dijo Electra sonriendo- ¿y tú?
De reina mora.
¿Vas a bailar la danza del vientre para Charlie?- dijo con su sonrisa picarona.
Mmmmm... pues tal vez, si me lo pide...- Ambas reían a carcajadas, Flibby odiaba bailar, no se le daba bien, y lo último que le faltaba, era tener que bailar la danza del vientre.
Mmmm, esto... Electra, Flibby- dijo Ventisca que venía acompañada de Wood.
¿Eh¿cómo¡Ah, sí! Hola Wood- dijo Electra volviendo a la normalidad.- ¿Qué tal te encuentras?
Mucho mejor, gracias.- contestó éste.
Bueno, espero que le ayudéis, no siempre uno se convierte en hydegrut. Por cierto, llevo un tiempo pensándolo... ¿cómo se llamará?- dijo Ventisca.
¿Que cómo me llamaré?- dijo Wood sorprendido ante aquella pregunta, que en su opinión le pareció hasta estúpida.
Sí, bueno, es que eres el primer chico hydegrut de la casa del viento, y no hay un nombre predefinido.- dijo Ventisca.
¿Cómo?- dijo Wood sin acabar de entender lo que quería decir Ventisca con predefinido.
Te explico. Si investigas la historia de Saberhaguen, podrás comprobar, que han existido numerosas Electras, Flibbys, o Acuardas... Los hydegruts, adquieren un sobrenombre que los identifica, el problema está en que no hay ninguno para hydegrut de la casa del viento (de chico).- continuó Ventisca.
¿Y si nos lo inventamos?- dijo felizmente Flibby.- ¿Qué te parece Viento?
Demasiado vulgar- dijo Electra pensativa.
¿Y huracán?- dijo Ventisca. Wood palideció.
No, es demasiado...- Electra se quedó sin palabras- ¿qué os parece si se llama Huragano? Significa el hombre de los huracanes, en una antigua lengua.
Sí, me gusta, Huragano.- dijo Flibby satisfecha.
Estoy de acuerdo... ¿qué te parece?- preguntó Ventisca.
Wood asintió complacido, le gustaba aquel nombre, especialmente si Electra lo había escogido. Ventisca se marchó de la mesa (es que sobra en esa escena ), y Wood se sentó junto a Electra.
Flibby, se sintió fuera de lugar, y se levantó de manera ágil.
Esto... yo me voy, debo contestar lo más pronto posible a Charlie, antes de que Norberto queme el colegio.
Electra la miró con una cara que decía: ¿Qué? Ni se te ocurra dejarme sola, que me da algo. Aunque aquella mirada era casi suplicante, Flibby se marchó, dejando vía libre. Al fin lo había conseguido, hacer que Electra se pusiera como un tomate, y que se pusiera muy nerviosa cuando Wood estaba a su lado.
Electra miró de reojo a Wood, que también estaba algo colorado. Ninguno hablaba, y ninguno se atrevía a romper ese silencio tan bochornoso.
¿Puedo hacerte una pregunta?- dijo Wood tratando entablar una conversación más o menos agradable con Electra. Sin embargo, ésta, tragó saliva... ese tipo de preguntas, no solían esconder nada bueno...
Dime- dijo esperando una pregunta de éstas, que no quieres que te hagan.
¿Ese dragón era de Flibby?- preguntó tranquilamente.
Sí- dijo suspirando profundamente.
Pero tengo entendido, que está prohibido tener un dragón.
No, está prohibido, sin licencia... Flibby, es hydegrut de la casa del fuego, y tiene la capacidad de dominar a todas las criaturas que lo dominen, como los dragones. Por eso, Charlie se lo regaló.
¿Charlie?
Sí, Charlie Weasley, su novio desde hace dos años y medio, aproximadamente... ¿sabes quién es?
Sí, pasé parte de mis vacaciones de verano con él y su familia.
¿En serio? Debiste pasarlo en grande.
¿Por qué dices eso?
Bueno, Charlie es muy gracioso, es imposible aburrirte con él.
Sí, en eso llevas razón.
De nuevo volvió a producirse unos minutos de silencio, aunque esta vez, Electra lo rompió.
No sé si te lo ha comentado Ventisca, pero mañana tienes que presentarte a las pruebas de selección.
¿Qué selección?
Donde escogen a los mejores jugadores de quidditch, para que formen parte de la selección de Saberhaguen.
¿Crees que tengo posibilidades de entrar?
¿Posibilidades?- dijo Electra asombrada- me apostaría 1000 galeones, a que entras... sin ánimo de ofender, los demás guardianes son penosos, incluido el de la casa del trueno, comparados contigo... al menos, conseguiste parar uno de mis lanzamientos... todo un logro, fue la primera vez que fallé un tiro.
¿Y tú estarás en la selección?
Imagino, porque llevo dos años siendo la capitana, así que supongo que al menos perteneceré a ella.
La conversación fue muy agradable, y siguieron hablando durante mucho tiempo, hasta que alguien pulsó un botón con un relámpago dibujado, y tuvieron que despedirse.
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¿Qué has dicho?- preguntó Hermione, matando a Ron con la mirada.
¿Cómo has entrado? Los prefectos no pueden entrar, son simplemente alumnos, y la sala de urgencias, está prohibida para todos, así que... ¿cómo lo has hecho?- preguntó Ron molesto.
¿Por qué debería decírtelo? Desde que llegamos a Hogwarts, no has hecho nada más que criticar todo lo que hago.- continuó Hermione subiendo más el tono de voz.
Chicos, ya basta- dijo molesto Harry- dejad vuestras discusiones para otro momento.
Déjalo Harry, con ciertas personas no se puede hablar.- dijo Ron
Es cierto, de todas formas, yo prefiero actuar, en vez de quedarme como un pasmarote, esperando que otros hagan mi trabajo.
Hermione dio media vuelta y salió de allí antes de que Ron volviera a contestarla.
Es insoportable, desde que está con Malfoy, se ha vuelto tan desagradable como él.- dijo Ron más furioso que nunca.
¿Acaso tienes celos?- dijo Harry
Claro que no¿yo, celos ¿de ella? No me hagas reír por favor.
Será mejor que volvamos a la torre de Gryffindor- dijo Fred.
De acuerdo- asintieron los demás.
Caminaron lentamente hacia la torre, hasta llegar al retrato que habría la entrada. Dieron la contraseña, y fueron entrando uno a uno. El resto del equipo de quidditch seguía esperando a que llegaran.
¿Se puede saber dónde estabais? - protestó Katie Bell
¿Por qué?- dijo Fred que se había olvidado por completo del tema.
De las pruebas de quidditch¿de qué si no¿acaso se os olvidó?
Bueno, ha ocurrido algo... así que las pruebas deben aplazarse- dijo con decisión George.
Las aplazaremos hasta mañana, hoy es demasiado tarde. Así que mañana a las 6:00 en punto, se celebrarán las pruebas... ¡SIN FALTA!- recalcó Angeline.
Está bien- dijo Fred rindiéndose.
Todos se fueron a la cama, aunque no pudieron conciliar el sueño, especialmente, George y Ron, que no podían dejar de sentirse culpables.
La noche se hizo larga y triste¿qué pasaría si no lograban encontrar ese tipo de fénix? Tan solo pensarlo, hacía que se sintieran más y más culpables.
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Que luna tan hermosa- dijo Electra mientras miraba el cielo estrellado.
¿Quién está ahí?- se oyó una voz.
Tranquila, soy Electra.- dijo ésta dándose la vuelta
¡Qué susto! Pensé que era un mortifago- dijo Lirio con la varita en la mano, y el colgante en la otra.
Menuda nochecita vamos a pasar, toda la noche de guardia.
A mí no me preocupa la guardia, sino ésta ronda que estamos haciendo por todo el castillo... ¿qué querría ese mortifago?
Electra no contestó. Miró a su alrededor, todo parecía tranquilo.
No creo que permanezca aquí, nadie sería tan estúpido.
¿De venir solo?- preguntó Lirio- ¿y si no lo estaba?
Electra volvió a permanecer callada.
¿Quién está haciendo la guardia de la casa del viento?
Ventisca y Huragano- dijo Lirio tranquilamente- no creían conveniente dejar solo a Huragano, habiendo sido hoy el día en que se ha enterado de que era hydegrut.
Era de esperar, pero Ventisca ha perdido mucho poder, y debería descansar... todo esto ya está examinado, así que debemos ir a hacer la guardia en la puerta.- concluyó Electra.
De acuerdo- dijo Lirio mientras un escalofrío recorría su cuerpo.
Lirio hizo aparecer unas escaleras subterráneas, y desapareció con ellas. Por su parte, Electra desapareció en su famoso rayo.
Llegó hasta la casa del fuego. Para su sorpresa, Flibby se encontraba acorralada por un mortifago.
Petrificus totalus- gritó Electra apuntando hacia el mortifago. Asombrosamente, éste dio una voltereta en el aire, esquivando el hechizo, y colocándose detrás de Electra.
Expelliarmo- gritó el ser con una voz tétrica. Electra salió volando hasta la ventana que estaba situada a varios metros. Rápidamente, puso su pierna derecha antes que el resto de su cuerpo, y partió los cristales, aunque sufriera las consecuencias. La varita se quedó en el suelo, inalcanzable para Electra... y sin varita le era imposible realizar un hechizo útil en aquella situación, así que se limitó a agarrarse con su mano derecha al alféizar de la ventana.
El mortifago se acercó a la ventana, y comenzó a pisar la mano de Electra contra el alféizar cubierto de cristales para intentar que cayese desde la torre de la casa del fuego, y conseguir una muerte segura.
Electra lanzó un grito de dolor, pero eso no hizo que se detuviera. Para su sorpresa, el mortifago, se quitó la capucha.
Voldemort- dijo Electra aterrorizada, mientras observaba su rostro.
Éste, lanzó una sonrisa maliciosa, y apuntó con la varita a la cara de Electra.
Esto servirá para que tu padre reconsidere su elección, será mejor que se pase al bando contrario.- dijo con su voz maliciosa.
Eso solo hará que mi padre te odie más aún.- dijo Electra perdiendo las fuerzas.
Sí, pero me quitaré a un Dumbledore de en medio... es tu fin, mue... ¡AH!- gritó mientras caía por la ventana. Flibby se encontraba detrás de él, con la varita en la mano, respirando fuertemente. En ese momento, Electra se dio por vencida y se dejó caer. El dolor producido por el corte de la pierna y su mano, que no dejaban de sangrar, hizo que Electra perdiera las pocas fuerzas que le quedaban.
Flibby se asomó rápidamente a la ventana, aterrorizada, pensando en lo peor, sin embargo, se llenó de alegría al ver que Wood llevaba a Electra en sus brazos, mientras se elevaban con su escoba.
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NOTAS DE LA AUTORA: Vale... como veréis, la cosa se está poniendo un poco seria... quiero decir, que ya aparece Voldemort por primera vez... aparece Norberto! Sííííí, La novia de Charlie es Flibby! Ajjajajajaja.
El hecho de que Hermione pueda pasar a ver a Ginny... bueno, aparentemente es un problema sencillo, pero veréis que será fundamental... a raíz de eso se va a entretejer una compleja historia... (por cierto lo que me costó inventarla...)
Casi se mata Electra! Madre mía... tranquilidad, que es la "prota", y no puede morir...síííííí, Wood es hydegrut! es que le pega muy bien el papel de chico responsable, aunque pierda los papeles con su deporte favorito ( y más si es capitán)
Aclaro una cosa de la historia... el hecho de que el título se llame EL MISTERIO DE LAS HYDEGRUTS, no indica que Wood sea travesti, ni nada por el estilo! Es solo que las hydegruts, durante siglos, han sido siempre mujeres... no es por nada, sinceramente... (no es que sea feminista ni nada por el estilo... OO)
Bien, va a ser mejor que no siga, porque sino, esto va a resultar un poco largo.
Almu-chan
