El reloj mágico del castillo dio once campanadas. El gran comedor estaba vacío, todos estaban preparándose en sus habitaciones.
El reloj volvió a sonar, esta vez sólo una campanada. Los fantasmas de cada casa fueron entrando en las habitaciones de todos los alumnos, mandándoles hacia el gran comedor.
Son las once y media señores, el baile está a punto de comenzar. Bajen al gran comedor lo más pronto posible, por favor.
Gracias, Sir Nicholas- dijo Harry ya preparado- bajaremos dentro de un par de minutos.- el fantasma hizo una reverencia, y salió a través de la puerta.- ¿Estás preparado ya, Ron?
Aún me falta un poco... ¡maldita sea!
¿Qué ocurre?- preguntó Harry.
Se me ha roto la pata de palo... ¡qué lástima! Ya no podré asistir a ese baile...- dijo Ron mientras sonreía.
Buen intento, Ron, pero eso tiene solución- dijo Harry. Sacó su varita- Podo reparo.- la pata de palo quedó como nueva.- solucionado.
¿Es que no entiendes que no quiero ir?- dijo Ron molesto.
No, es obligatorio, así que ya sabes... ¡mira qué hora es! Bueno, te veo en el comedor, tengo que pasar por Ravenclaw a por Cho, porque quedamos en que bajaríamos los dos juntos.
Está bien- dijo Ron fastidiado.
Harry se quedó mirando a su amigo, y por fin, se puso su antifaz negro, y salió por la puerta. Sacó el mapa del merodeador, y busco el camino más corto para llegar a la torre de Ravenclaw. Cuando llegó a la puerta de entrada, vio que Cho ya le estaba esperando fuera.
La muchacha llevaba su pelo, más largo de lo normal, recogido en dos trenzas. Una cinta con dos plumas de diferentes colores recorría su cabeza. Llevaba un traje sin mangas, con una falda que llegaba hasta un poco más de las rodillas, que acababa con muchos flecos.
Así que de india- dijo Harry sonriente.- espero no haberte hecho esperar.
No- dijo la muchacha sonriente, mientras cubría sus ojos con un antifaz que tenía plumas alrededor, y se acercaba a Harry- acabo de salir. Estás muy guapo con esa capa... veo que al final me has hecho caso, y te has colocado lentillas.
Sí, Ron también estaba de acuerdo contigo, palabras textuales: ¿un vampiro con gafas? Menudo vampiro.
Ambos bajaron por las escaleras, hasta llegar al gran comedor. La puerta estaba cerrada. Empujaron, y una luz brillante les cegó durante un momento.
Feliz Halloween- dijo un fantasma desconocido mientras les entregaba una foto a cada uno- espero que paséis una noche de muerte.
Gracias- dijo Harry con una sonrisa forzada.
El gran comedor estaba lleno. Las mesas habían desaparecido, y en el sitio en el que comían normalmente los profesores, se habían instalado algunos micros, e instrumentos musicales.
El techo estaba lleno de calabazas, y velas, mientras numerosos fantasmas lo recorrían. En el exterior, el sonido de rayos se escuchaba claramente, pero sin molestar demasiado.
¡Eh, Harry!- dijo una voz masculina tras él.
Éste se volvió, y descubrió a una muchacha con un largo traje de telas muy finas, de un color azul, tirando a blanco, con unas alas trasparentes, que brillaban a la luz de la luna. En la cabeza llevaba una diadema que emitía brillos plateados. El pelo suelto, resplandecía como el oro, y un antifaz de lo que parecía cristal, cubría sus ojos verdes.
La acompañaba un chico algo más alto que ella, de pelo castaño, que llevaba un traje negro, una capa hasta los pies del mismo color, y con el antifaz en la mano, que dejaba ver su cara blanquecina, y su sonrisa sangrienta.
¿Wood?- dijo Harry sonriente, dejando ver sus largos colmillos- me encanta tu disfraz.
Gracias- dijo Wood mostrando también sus colmillos de vampiro- puedo decir lo mismo.
¿Ves? Ya te dije que habría mucha gente vestida de ese modo... pero no me haces caso- protestó Electra.
No son mucha gente... sólo llevan este disfraz los chicos más guapos, inteligentes, atractivos y simpáticos de todo el colegio- dijo lanzando una sonrisa hacia Harry, que también reía al escuchar lo que Wood decía.
Te has olvidado de lo de mentirosos- dijo Electra devolviéndosela.
¿De qué vas disfrazada Electra?- preguntó Harry.
¿Acaso no lo ves?- intervino Cho- va de musa, las cantoras divinas e inspiradoras de todas las artes y ciencias.- Todos la miraron sorprendidos.
Ravenclaw¿no?- continuó Electra. Cho asintió.
Buenas noches a todos- interrumpió Flibby que venía de la mano de Charlie.
Flibby llevaba una falda roja con numerosos pañuelos de seda que colgaban alrededor de un cinturón dorado. La cintura la llevaba al descubierto, mostrando una piedra de color de fuego que llevaba en el ombligo. La parte superior, al contrario de la inferior, era muy ajustada. Las mangas que salían del top rojo, acababan en campana, pero dejando mostrar la cantidad de pulseras y anillos que llevaba en la mano. Alrededor de la frente, llevaba una fina cinta roja, de la que colgaban aros dorados, que sus cabellos dejaban ver, aunque los llevara totalmente sueltos.
Hola- saludaron todos.
¿Así que de jugador de quidditch?- dijo Wood mirando a Charlie.
Eso sí que es original- dijo Electra.
¿Original?- repitió Flibby mientras señalaba a un grupo de chicos, todos vestidos de ese modo.
¿Y qué te parece mi traje?- habló Fred, una zanahoria gigante- ¿Es original?- Flibby sonrió, y de repente suspiró de nuevo.
Lo siento pero no- dijo mientras señalaba a su hermano George que estaba detrás de él, vestido del mismo modo.
Hola Ron- dijo Harry mientras veía que su amigo se acercaba a ellos.
Vaya- exclamó Flibby- un pirata, eso es original, algo que nadie lleva...
Te equivocas- dijo éste- he visto a unos cuantos más vestidos del mismo modo por ahí... afortunadamente.
Entonces está claro que las únicas originales somos nosotras- dijo Flibby satisfecha.
Vuelves a equivocarte- dijo Wood sonriente- antes he visto a Pansy Parkinson vestida exactamente igual que tú.
¿QUÉ?- grito Flibby.
¿Queréis dejar esta estúpida conversación de una vez?- dijo Electra- aunque... ¿qué has dicho antes Wood¿que llevabais ese disfraz los más guapos, inteligentes, atractivos y simpáticos del colegio?
Sí, y lo mantengo, jaja.
Pues creo que te equivocas- Electra señaló a Neville Longbotton, y a Draco Malfoy que iban disfrazados del mismo modo.- te gano uno cero.- Ron y Harry se miraron.
¿Te dije que le quedaría mejor a él o no?- dijo Harry con una sonrisa.
El reloj comenzó a tocar las doce campanadas. Un silencio absoluto invadió el gran comedor. Las campanadas tenían un sonido tétrico, que helaba la sangre al oírlo. Los fantasmas comenzaron a descender, hasta situarse delante de los alumnos. Seis fantasmas enmascarados se situaron delante de Harry y los demás.
La última campanada sonó. Era la noche de halloween. Los fantasmas comenzaron a dejar atrás su aspecto blanquecino, y sus ropas y piel comenzaron a adquirir un aspecto normal, como si estuvieran vivos. Se quitaron las máscaras, lo que hizo quedarse a más de uno sin habla.
No puede ser...- dijo Harry en un susurro- estáis vivos- con algunas lágrimas en los ojos, se abrazó a las dos personas que tenía delante: James y Lily Potter.
Los Weasley miraban emocionados esa escena tan tierna, y otras tres más: Cho saludaba a Cedric Diggori con alegría, Electra abrazada a dos adultos de no más de 20 años, y Flibby también abrazaba a una mujer adulta pelirroja.
Después de un tiempo, cuando todos se habían calmado, Wood se acercó a Electra y a los dos jóvenes.
Hola... ¿qué tal si nos presentas?- dijo éste con timidez, intentando parecer abierto y agradable.
Claro- dijo Electra- perdóname. Ella es mi madre, Rebecca Dumbledore.
Encantada- dijo la mujer.
Igualmente, pero... si ella es tu madre- dijo Wood señalando a la mujer- y además se apellida Dumbledore... él es...
Sí, Wood, soy tu antiguo director, Albus Dumbledore- dijo el joven apuesto, de cabellos rubios, vestido elegantemente( con un parecido extraordinario a Draco Malfoy, solo que con una cara más amistable )
Lo siento, pero no le había reconocido sin la barba...
Sí, es cierto, la verdad es que la hecho de menos...
Atención, por favor- dijo McGonagall con un micro en la mano- el baile va a dar comienzo. Feliz Halloween.- la música comenzó a sonar.
Los padres de Harry y los demás "fantasmas" se alejaron, a resolver sus asuntos, y dejando tranquilos a los muchachos. Todos bailaban, incluso Harry, que no se desprendía de las miradas de Malfoy y de Ginny, y no se daban cuenta, de los sucesos que ocurrían a su alrededor... asuntos más importantes quizás.
Ron estaba sentado en una de las mesas observando cómo todas las parejas bailaban agarradas al son de la música. Él era el único que estaba allí sentado, sin pareja.
Esto... ¿quieres bailar?- dijo la muchacha vestida con un traje parecido a los que llevaban las mujeres de la Edad Media.- Ron la miró detenidamente.
Claro- dijo éste sonriente, mientras iban hacia la pista y se unían a las demás parejas.
Sin embargo, no todos bailaban, mientras Harry y los demás lo hacían, algunos todavía estaban saludándose tras el reencuentro.
James, Lily, que alegría volver a veros- dijo Sirius mientras les daba un abrazo a cada uno.
También yo me alegro- asintió James- pero cuando cante el gallo, volveremos a desaparecer... tenemos que hacer nuestro trabajo.
¿Trabajáis hasta estando muertos?- dijo Lupin sorprendido.
Sí, bueno... la verdad es que sino, te aburres mucho... entre tus diversiones de ese mundo, puedes dedicarte a bajar a la tierra, y atormentar a muggles entre otras muchas más... pero prefiero hacer lo que hacemos, porque no hacemos mal a nadie, y somos felices así... además conoces a mucha gente nueva.
Pero... ¿se puede saber en qué trabajáis?- preguntó Sirius impaciente.
Pues no- intervino Lily- no podemos decírtelo... lo siento mucho, pero no está permitido hablar de lo que hay después de la muerte.
Entiendo... por cierto, aunque Harry no me lo ha dicho, creo que ha tenido peleas con sus tíos- comentó Sirius.
Sí, lo sabemos- dijo Lily- pero esperamos resolver eso esta noche, antes de irnos... hablaremos con mi hermana y mi cuñado.
¿Aquí?- dijo Lupin- no creo que se atrevan a venir... sabéis que odian a los magos... les temen, para ser más exactos.
Sí, pero Dumbledore realizó también un hechizo para obligarlos a venir, y de ese modo solucionar todo.- explicó James.- debemos reunirnos con ellos a las tres de la madrugada.
De pronto la música cesó, y un translador,(en este caso era el suelo de la pista) los llevó hasta los jardines. Miraron al cielo. Miles de fuegos artificiales de todos los colores brillaban sobre sus cabezas.
No es justo- dijo James mientras miraba al cielo- ni en nuestra graduación fueron tantos... desde luego, los tiempos han cambiado.
Sirius y Lily rieron al recordar su baile de graduación, sin embargo, Lupin miraba con nostalgia los fuegos. De pronto, una mano se apoyó en su hombro.
Un día te volverás a reunir con ella- dijo Dumbledore suavemente- pero todavía no... todo llegará a su tiempo... ella también lo pensaba así, y lo sigue pensando.
Lupin miró sorprendido a Dumbledore, con los ojos que comenzaban a humedecerse.
¿Has hablado con ella¿Cómo está?- preguntó ansioso Lupin.
Sí, algún tiempo... sin embargo, no puedo decirte nada más que ella te sigue esperando, y que lo seguirá haciendo, hasta que volváis a reuniros.
Remus miró al cielo de nuevo, esta vez, varios dragones realizaban un espectáculo de fuego, que todos miraban asombrados, y recordó... recordó a aquella chica de pelo oscuro y mirada profunda.
El espectáculo terminó con un aplauso multitudinario por parte de todos los presentes. El reloj del comedor hizo sonar tres campanadas que se oyeron en todo el castillo, sin embargo, la mayoría de los presentes no presentaban signos de cansancio alguno.
¿Qué hacemos ahora?- dijo Electra mientras veía como varias parejas entraban de nuevo al gran comedor. Charlie se unió a ellos tras un rato, después de haberse ocupado de encerrar a los dragones.
¿Volvemos, no?- dijo Harry mirando a Cho.- por cierto... ¿dónde están Hermione y Ron?- Electra puso plena atención... habían olvidado a Hermione.
No te preocupes por Ron- dijo Cho- estaba ocupado con... otras cosas.
¿Qué cosas?- dijo éste confundido, totalmente perdido de la conversación.
Con Kara, tonto- dijo Cho cariñosamente.
¿KARA¿¿KARA WOOD?
Sí¿acaso no te habías dado cuenta?- dijo Flibby.
Es lo que yo le decía a Charlie- dijo Wood- que al final terminaremos siendo familia...
Hola chicos- dijo Hagrid mientras se acercaba a ellos- ¿qué tal lo estáis pasando?
Muy bien- contestó Harry- he visto a mis padres... ¿por cierto, dónde están?- dijo mirando a su alrededor.
Sí, lo sé, ya los he visto antes, tenían que resolver unos asuntillos.
Bueno¿y qué tal tú? Supongo que lo estarás pasando en grande, después de todo, hay muchos dragones aquí.
Sí, claro, me gusta mucho poder verlos tan cerca, sin embargo... nunca dejo de pensar en Norberto, de cómo estará, si se acordará de mí...- Flibby miró a Charlie... ¿había dicho Norberto¿Su dragón? Charlie desvió la mirada.
Flibby suspiró, y sacó una especie de flauta de pan, que desprendía una maravillosa melodía, de la que todos los oyentes quedaron enamorados (La flautista de Hamelín... aunque en este caso sería de Hogwarts, jejejeje ). Un grito de fondo, fue lo único que les hizo reaccionar.
Un dragón se ha escapado- gritó una chica. El enorme dragón, se acercó hasta su grupo, y se detuvo ante Flibby. Hagrid se quedó mudo.
Norberto- dijo Flibby- espero que te acuerdes todavía de Hagrid.- el dragón giró la cabeza hacia donde le señalaba Flibby. Aunque había pasado tanto tiempo, inexplicablemente Norberto reconoció a Hagrid como su madre, y el enorme dragón bajó la cabeza hasta Hagrid, el cuál lloraba como un bebe, abrazándose al dragón.
Yo creo que me voy a ir ya a la cama- dijo Electra a Wood.
¿Tan pronto?- dijo éste mirando su reloj.
Sí, estoy algo cansada, y preferiría descansar. De todas formas, quédate si quieres.
¿Quieres que te acompañe?
No, no es necesario, gracias. Mañana te veo.- se despidió de todos, y se dirigió al castillo.
Entramos ¿no?- dijeron los demás, dejando a Hagrid con Norberto.
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Hermione iba de la mano de Malfoy. Cada vez se acercaban más a su destino, hasta que giraron la esquina y llegaron. Hermione tragó saliva.
Un hombre y una mujer esperaban en el pasillo de la casa de Slytherin.
¡Cuánto tiempo sin vernos!- dijo la mujer de pelo castaño.- ¿qué tal te va por aquí, querida?
Bien, madre- dijo Hermione temerosa- esto... quería presentaros a mi novio, Draco Malfoy.
¿Novio?- dijo el hombre- ¿no crees que eres un poco joven para eso?- Hermione bajó la cabeza.
Por favor, querido- dijo la mujer- recuerda que a su edad, nosotros ya estábamos prometidos... mi nombre es Lady Millarca di Metherlow, y él es mi esposo, Lord Herbert di Metherlow.
Encantado de conocerles- dijo Draco cortésmente.
¿Así que eres de la familia Malfoy?- dijo el padre- tengo entendido que dejasteis abandonado a nuestro señor- Hermione se sintió incomoda, sin embargo, Draco no parecía ser intimidado.
No es cierto, solo intentamos ganar la confianza de los estúpidos magos que estaban en su contra, para conocer sus secretos, y así, dejar el camino libre a mi señor.
De acuerdo- dijo el señor con una sonrisa- ¿y qué me dices de nuestra familia¿Qué sabes de ella?
Es una de las familias más prestigiosas de magos del mundo- continuó Malfoy- cuentan con plena confianza de nuestro señor. Entre sus principales poderes, se encuentran la predicción, y la capacidad de someter a criaturas mágicas, en especial a los elfos domésticos... la magia antigua siempre ha estado presente en su familia...- Hermine quedó perpleja, ni siquiera ella sabía tanto de su familia. Sabía lo de los elfos, porque durante el verano le hicieron aprender a desarrollar esa técnica... pero del resto...
Bien señor Malfoy- continuó el hombre satisfecho- veo que conoce parte de nuestra historia... quizá más de lo que querría que supiera, sin embargo, espero que ayude a nuestra hija a desarrollar su potencial.
Por supuesto- dijo Malfoy.
Los padres se despidieron, y salieron de allí. Hermione suspiró profundo. Al menos, lo habían aceptado... aunque todavía tuviese que enfrentarse a Lucius Malfoy.
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Los cuatro esperaban en el bosque a que aparecieran los tíos de Harry, cuando llegaron en medio de mucho viento. Ambos estaban más que sorprendidos, y mucho más cuando vieron que Lily y James estaban frente a ellos.
Buenas noches- saludó calurosamente Lily.
¡Oh, dios mío!- exclamó Petunia- has vuelto... ¿o es que acaso nosotros hemos muerto?
No, no, no- se apresuró a decir Lily cuando vio que su hermana se ponía a llorar por su pequeño- somos nosotros los que hemos vuelto.
¿Vuelto¿Para qué?- dijo calmándose, y adoptando ese carácter arrogante.
Para arreglar un asunto sobre Harry- intervino Sirius poniendo cara de criminal, que hizo asustar a la pareja.
¿Y quién es usted?- gritó Vernon.- ¿No nos hemos visto en alguna parte?
Lo siento, que descortesía por mi parte... permítanme que me presente, soy Sirius Black, el padrino de Harry- puso una sonrisa triunfal. Ambos tragaron saliva al recordar las palabras que una vez les dijo Harry... aquellas palabras en las que les decía que había estado en prisión, y que era buscado hasta en el mundo de los magos por crímenes...
Ssss... Si se fue de casa, fue por que quiso... yo no le dije nada...- titubeó Vernon.
¿SE HA IDO DE CASA!- exclamó furioso Sirius. Aquello era lo que menos se esperaba en ese momento... además se lo habría llevado por delante de no ser porque Lupin le sujetó.- VOSOTROS LE ECHASTEIS ¿NO ES CIERTO?
Así que eso era...- dijo James preocupado.
Él tomó la decisión de marcharse, no le obligamos- dijo Petunia reprochando el comentario de Sirius.
Claro, muy fácil, o eso o algo peor... yo le llamaría chantaje- siguió Sirius aún sujeto por Lupin.
¿Es cierto que él decidió marcharse?- preguntó James serenamente.
Pero James, acaso no ves que no le quedaba otra opción, no te das cuenta que...- James levantó algo el brazo, pidiendo a Sirius que callase- responderme.
Sí, él lo eligió- dijo Vernon de forma seca.
Entonces no hay nada más que discutir- siguió James- sentimos mucho haber os traído aquí contra vuestra voluntad. Ya os podéis marchar.
Pero James...- gritó Sirius. Demasiado tarde, Vernon y Petunia ya se habían marchado. Lupin le soltó.- ¿Es que no te das cuenta? Le obligaron a marcharse.
No exactamente amigo- dijo James seriamente- le pusieron unas condiciones a las que debía adaptarse si quería permanecer allí, y él escogió irse... ha sido decisión suya, y ahora debe asumir las consecuencias.
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Harry, Cho, Wood, Charley y Flibby, entraron en el gran comedor. Aunque ya lo sabían, no pudieron evitar sorprenderse al ver a Ron y Kara bailar al son de la música que sonaba de fondo, de una forma tan embelesada... y claro que les producía más asco ver a Hermione y Draco bailar del mismo modo.
Las parejas se pusieron a bailar mientras se escuchaba de fondo el estribillo de la dulce canción:
Cause I am your lady
And you are my man
Wherever you reach for me
I´ll do all that I can
Wood se alejó de allí, sintiéndose totalmente fuera de lugar. Salió sin despedirse, y cruzó el pasillo mientras escuchaba el final de la canción:
We´re heading for something
Somewhere I´ve never been
Sometimes I am frightened
But I´m ready to learn
Of the power of love.
Los aplausos retumbaron por el castillo. Wood siguió andando, cuando le pareció escuchar una voz familiar al otro lado del pasillo. Paró en seco, y escuchó detenidamente.Sí, lo sé- escuchó a Electra.
Bueno, entonces creo que no hay nada más que discutir- contestó Dumbledore.- ¿y qué me dices de ti? Aún no me has dicho lo que decidiste.
Sí, lo sé... aunque no te lo voy a decir... tendrás que esperar... no quiero que me digas los pros y los contras de mi decisión... me ha costado decidirme, y a causa de mi elección perderé a un ser querido para siempre... sin embargo, ya nada me hará cambiar de opinión
Te entiendo. Bueno, creo que es demasiado tarde para hablar, y mañana tienes que entrenar ¿no es así? Debes ir a dormir.
Pero... no puedo, después de todo, esta noche desaparecerás para siempre...
Eso no quiere decir que no me vuelvas a ver nunca más... siempre nos queda esta noche.
Tengo la impresión de que será la última vez que celebraré Halloween.- dijo Electra bajando la cabeza entristecida.
¿Cómo has dicho?- preguntó Dumbledore incrédulo.
Nada, solo es un presentimiento.
Tal vez sea una predicción.
No, no lo es.- dijo secamente- Bueno, creo que esta es la despedida.- dijo suavizando la voz.
Sí, es la despedida- dijo Dumbledore.
Wood seguía inmóvil, sin entender de lo que hablaban. Bajó la cabeza, mientras oía los gemidos de Electra al otro lado del pasillo.
La hora había llegado, el momento en que todos los fantasmas debían regresar. Harry se abrazó fuertemente a sus padres mientras unas lagrimas le recorrían sus mejillas. Sin embargo, sintió que se desvanecían. Cayó de rodillas, y cubrió sus ojos con sus manos... el haberles tenido de nuevo con él, y perderlos otra vez había sido muy duro de afrontar... sin embargo, la hora había llegado, y todo volvía a la normalidad.
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NOTAS DE LA AUTORA: Bueno, ya sé que Ginny no ha salido demasiado en el capítulo... sin embargo saldrá lo que ha estado haciendo en el siguiente, cuando se lo cuente a alguien... (y no a mí precisamente, ejeje)
La canción, de Celine Dion... quizá me haya equivocado, y podía haber puesto otra canción... sin embargo, es que me gusta para la escena... en la banda sonora de la historia (fijate, con banda sonora, que glamour...), este capítulo tiene "La danza macabra" de Saint Saens, que a pesar de ser música clásica, me encanta! Escuchadla si tenéis oportunidad!
Bueno, a parte de que Sirius casi se come a los Dursley (lo cual no habría estado mal) creo que no hay nada más que decir...
PD: Quién es la chica de la que habla Lupin? para todos aquellos olvidadizos, que lean el prólogo! (obvio)
Almu-chan
