CAPÍTULO 14: HOGWARTS VS SABERHAGUEN.

La mañana era fría, sin embargo fue mejorando con el paso de las horas. Aún faltaba una hora para el comienzo del partido, pero todos los estudiantes estaban tan impacientes porque empezara, que se palpaba la emoción en el ambiente.

En el gran comedor, habían instalado otra mesa más, adicional a las normales. Todos los estudiantes de Saberhaguen que había en Hogwarts estaban en ella muy silenciosos.

Pareces cansada- dijo Cátalyn, que estaba sentada al lado de Electra.

No he dormido muy bien...- dijo Lydia en un susurro.

Cátalyn no dijo nada más. Los problemas personales de su capitana no le incumbían.

Tras varios minutos, que se hicieron eternos por el silencio, se dirigieron al campo, acompañados por todos sus compañeros.

Suerte- le dijo Flibby a Lydia mientras se alejaba hacia las gradas junto con Charlie. Electra sonrió levemente.

Todo el equipo estaba en los vestuarios, preparándose, con el mismo silencio que había habido en el comedor.

El primer partido ha llegado- dijo Electra a sus compañeros, sin mucho ánimo, y simplemente a petición de la directora de Saberhaguen- éste es el momento de mostrar a todos el fruto del trabajo diario. Ahora, vamos a salir a ganar.- sus compañeros aplaudieron.

Todos se dirigieron a la puerta de salida.

Ten- dijo Wood entregándole la Saeta de Fuego a su dueña. Lydia le miró extrañada.- No, lo siento pero no puedo usarla Electra.

Bien... Huragano.- dijo mientras éste se alejaba con el resto.

Lydia bajó la cabeza hasta apoyarla al palo de la escoba, y una solitaria lágrima recorrió su blanca mejilla- lo siento- dijo en un leve susurro, para sí misma.

Lydia- gritó Cátalyn llamándola. Electra se secó la lágrima, y pasó por delante de sus compañeros, hasta situarse en la primera fila junto con Wood.

Al otro lado de la puerta se oían el clamor del público, y la voz de Lee Jordan mientras nombraba los nombres de los jugadores de Hogwarts.

Harry Potter, Kara Wood, Marcus Flint...- Las puertas se abrieron frente a ellos, y montaron en sus escobas.- ...Fred Weasley, y George Weasley. Y en el equipo de Saberhaguen...- comenzaron a salir- Lydia Dumbledore, Oliver Wood...

El aire le golpeaba en su cara mientras recorría el campo, montada en la veloz Saeta. Alguien se acercó montado en otra escoba.

Buena suerte- dijo Harry.

No soy yo quien la necesita.- dijo mientras una sonrisa se dibujó en su rostro. Harry también le sonrió, y se alejó de allí.

Todos estaban preparados, listos para comenzar. Las gradas parecían que se iban a caer de un momento a otro. La señora Hooch se colocó en medio del campo, rodeada por todos los jugadores.

Quiero juego limpio.- abrió el estuche que tenía junto a ella, y los dos bludgers salieron por los aires, seguidos por la snich que revoloteó durante unos instantes frente a los ojos de Harry y Lydia, para desaparecer de nuevo.

La señora Hooch tomó el quaffle entre sus manos, y lo lanzó al aire. Con una velocidad asombrosa, los jugadores regresaron a su posición, mientras Marcus Flint tomaba la pelota roja. Harry y Lydia se encontraban a mayor altura que los demás, y eran el centro de atención de casi todos los espectadores.

Marcus Flint pierde el quaffle, lo toma Patrice, se lo pasa a Susan, esquiva el bludger y lanza... Parada espectacular de la joven guardiana de Hogwarts, Kara Wood- gritaba Lee Jordan.- observamos que ninguno de los buscadores se ha movido un solo centímetro desde que comenzó el partido.

Harry miraba inquieto de un lado a otro en busca de la snich. Lydia mantenía los ojos cerrados.

Uno- pensaba Harry- dos... tres... cuatro... cinco... seis... ¡oh, no!- pensó al ver como Electra se alejaba unos metros- ... siete... ocho... nueve... diez.- dijo mientras cerraba los ojos... sin embargo, Electra no se había movido...

Tengo que concentrarme... no la localizo- se repetía Lydia en su cabeza. Sin embargo, sólo sentía la presencia del guardián.

Parada de Oliver, llevamos cinco minutos de juego, y ninguno de los equipos ha conseguido marcar.- repetía Jordan impaciente.- es un duelo de titanes entre los Wood.

Oliver está haciendo un gran partido- comentó Charlie.

Sí, quiere concentrarse únicamente en él, en que no le marquen.- respondió Flibby.

¿Dónde está?- decía inquieto Harry. De pronto, vio un resplandor en la otra punta del campo. Rápidamente, con una velocidad que no había alcanzado en ningún otro partido anterior, cruzó el campo.

No la encuentro... no puedo- dijo Electra mientras perdía las fuerzas.

Harry Potter se dirige rápidamente hacia el extremo del campo... un bludger le golpea en su escoba y le hace girar en redondo... ¡¡pero vuelve! ¡¡Qué velocidad, Potter saca provecho a su Saeta, tan extrañada por todos los Gryffindorf, porque nadie discutirá la perfección de esta escoba que...

¡Jordan! ¿Acaso no sabes comentar únicamente el partido?- protestó McGonagall que había estado esperando el momento de su intervención.

No directora, y menos teniendo una Saeta de Fuego volando frente a mis ojos tras todo un verano en su ausencia.- McGonagall no estaba para bromas, y echó una mirada asesina a Lee. Ginny, que estaba junto a Jordan comenzó a reír sin parar.

No puedo... no puedo...- Electra se derrumbaba

Si no lo haces por ti, hazlo por Flibby- dijo alguien en la mente de Electra.

De pronto, sintió a la snich, descendió unos metros, dio media vuelta, manteniendo los ojos cerrados, y extendió el brazo, atrapando la snich... sin embargo, también había otra mano. Abrió los ojos y vio como Harry chocaba inevitablemente contra ella, haciendo que ambos cayesen al suelo. Se oyó el silbato de la señora Hooch. El campo estaba en absoluto silencio. Ella se acercó a los muchachos que estaban en el suelo, y vio que ambos tenían agarrada la snich.

Todos mantenían la respiración esperando ver lo que decidía la señora Hooch. McGonagall, Cátalyn y un representante de la organización que realizaba el torneo, descendieron hasta donde estaban.

¿Qué ocurre?- dijo el hombre.

Ambos han cogido la snich a la vez... ¿Cuánto es el resultado?

Empate a cero- contestó McGonagall.

Nunca había pasado esto... ¿qué se recomienda?- preguntó Hooch al hombre.

Supongo que ha de quedar en empate.

¿Estáis de acuerdo?- dijo Hooch. Minerva y Cátalyn asintieron.

Lo comunicaron, y todo el estadio comenzó a aplaudir como loco. Harry y Electra se miraron, mientras seguían con la snich agarrada. Ambos equipos descendieron y se reunieron junto a ambos muchachos.

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La noche estuvo muy animada, sobre todo por parte de los alumnos de Hogwarts, que al parecer, habían creído que Saberhaguen les vencería sin ninguna dificultad.

Esto os deja en muy buena posición- dijo Cho que estaba sentada junto a Harry en la mesa de Gryffindorf.- hoy se jugaban otros dos partidos, Lorthom contra Salem, y Durmstrang contra Beuxbatons... los resultados estaban muy claros, y Lorthom y Durmstrang han ganado... así, que estáis en el cuarto puesto, ya que Saberhaguen se coloca en el tercero, por ser un partido fuera de su campo...

Estoy satisfecho con el resultado- dijo Fred- aunque nos hemos librado por poco... si Lydia no se hubiese distraído, no creo que a Harry le hubiese dado tiempo... Angeline me dijo que la había visto jugar en los entrenamientos, y que tardaba apenas unos segundos en coger la snich...

Se te ve mucho con Angeline...- dijo George cambiando de tema- no será que hay algo entre vosotros dos...

Siento desilusionarte, pero mi corazón y este pedazo de cuerpo, sólo pertenecen a una chica, de cabellos de fuego y...- paró de ponerse cursi, al ver como Charlie se le comía con la mirada... y no precisamente por su atractivo.

¿Pedazo de cuerpo?- dijo Ginny.

¿De cabellos de fuego?- continuó Ron.

Es que estamos dando poesía en la clase de artes muggles- aclaró George. Todos rieron al imaginarse a Fred escribiendo poesía.

Está claro que la poesía no es para los Weasley, así que mejor no le mandes nada a nadie...- dijo Lee Jordan.

En eso llevas razón, puedes verlos en ejemplos Weasley- dijo Fred- por ejemplo: Mamá siempre me grita

Y papá nunca se impone

Pero a pesar de todo

Ellos son los mejores

Todos rieron a carcajadas, mientras Charlie miraba hacia su espalda.

¿Pero eso tiene rima?- preguntó extrañado George.

Sí... asonante... en los versos pares... quedando libres los impares...- contestó Charlie tratándole de tonto.

- ¿Y cómo olvidar aquella de...

"Tiene los ojos verdes como un sapo en escabeche

el pelo negro como una pizarra cuando anochece

quisiera que fuera mío porque es glorioso

el héroe que venció al señor tenebroso"?

Ninguno rió la gracia, Ginny miró hacia Ron y salió del gran comedor llorando.

Eres un insensible- dijo Fred.

¿Cómo se te ocurre hacer ese comentario?- dijo Charlie.

Pero... yo...- dijo Ron, que no sabía que decir en esa situación.

Wood no participaba en la conversación, y seguía muy serio, con la mirada clavada en el plato.

Lydia sale muy temprano del gran comedor- dijo Harry mientras observaba su reloj, y a la buscadora que salía por la puerta- y Malfoy la está siguiendo... ¿qué pretende?- a estas palabras, Hermione y Wood alzaron la vista muy rápido y observaron los movimientos de Draco.

¿Acaso te importa?- dijo Cho algo molesta.

Por supuesto que me importa.- dijo Harry de forma segura, aunque no lo hubiera estado tanto si hubiese mirado a los ojos de Cho, que se había puesto claramente muy celosa.

Ya veo, síguela tú también entonces- se levantó rápidamente, y regresó a la mesa de su correspondiente casa muy furiosa.

¿Se puede saber que he dicho?- dijo Harry mientras veía como se alejaba Cho- la cuestión está en que tenía previsto averiguar lo que pasa con esos dos, pero dadas las circunstancias, creo que será mejor que me quede sentado...

Va a ser lo mejor Harry- dijo Ron alzando la voz- hoy parece que hay luna llena, porque ¡cómo están las mujeres!... vale, me callo- dijo al notar como un silencio general invadía el comedor, y era el centro de atención de las inquisitivas miradas de muchas chicas.

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Lydia continuó andando por el pasillo, tan absorta en sus propios pensamientos, que no se dio cuenta de que la seguían.

¿Qué te ha pasado?- se decía en la mente- te has quedado bloqueada... y ha sido un momento, en el que toda la magia que tienes ha desaparecido, sin poder recuperarla a pesar de los intentos... ¿cómo has podido ser tan estúpida? ¿Qué hubiese pasado si te ocurre eso, no en un partido, sino en una situación mucho más peligrosa, en un ataque? Habrías sido la presa más fácil... si no hubiese sido por aquella voz...

Sus pensamientos quedaron interrumpidos por unas palabras que le helaron la sangre, procedentes del pasillo que había dejado atrás.

AMANDA RIDDLE- dijo Draco mientras veía como Lydia paraba en seco. Muy lentamente se dio la vuelta, y le miró muy seriamente.

¿Sí?

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El tren estaba frente al inmenso castillo de Saberhaguen, y todos sus ocupantes salían de él. En el exterior, eran recibidos por una gran multitud.

Os he echado de menos- dijo Lirio acercándose a abrazar a Electra y Flibby.

Sí, también nosotras- dijo Lydia alegre por volver a aquel lugar.

Se os hecha de menos en la enfermería... después de todo no haríamos nada sin vosotros, que sois casi fijos en ella- rió Lirio.

Ja-ja-ja, que gracioso- dijo Flibby irónicamente.

Vimos el partido... estuvisteis genial... seguro que os enfrentaréis a Hogwarts en la final... ya lo verás- dijo Acuarda que había aparecido de improvisto.

Se podría haber mejorado- dijo Electra, sabiendo que su actuación había dejado mucho que desear.

Cierto, y por ello sé que ganaréis el último encuentro.

Todas continuaron avanzando, constantemente interrumpidas por alumnos de diferentes casas.

Me hubiese gustado quedarme unos días más- dijo Marck.- después de todo, todavía quedaban muchas chicas que conocer...- continuó mientras observaba una agenda tristemente. Wood se la quitó de las manos, y comenzó a observarla.

Tienes el número de todas las chicas de último curso en Hogwarts- dijo sorprendido.

Sí, y algunas del penúltimo curso... ya sabes, para el año que viene- dijo feliz.

Sí, ya puedo verlo y... no me lo puedo creer, tienes el teléfono de Jess, de Ravenclaw... llevo, mínimo, tres años enamorado de ella, y ni si quiera me hablaba... ¿cómo lo has conseguido?

Encanto personal- dijo Marck orgulloso.

Sí, seguro... todavía la recuerdo, durante una temporada fue cazadora, y cada vez que se acercaba, un escalofrío me recorría el cuerpo... era tan guapa, tan femenina, tan...

Esto... Huragano, sólo quería decirte que hay reunión en la clase 13 dentro de media hora.- dijo Electra muy débilmente. Wood no sabía como reaccionar.

De acuerdo... gracias.- Electra sonrió un poco (tal vez de una forma un tanto irónica), y se alejó muy lentamente.

Flibby vio a su amiga, que se alejaba directa hacia el interior del castillo, y decidió ir a donde Wood se encontraba cuando casi todo el tumulto de gente se había marchado.

Wood vio como se acercaba muy seria, y estaba a punto de saludarla, cuando ella le abofeteó con ganas.

¿Cómo puedes tratarla así después de todo lo que está sufriendo?- dijo con fuego en los ojos. Wood no reaccionó inmediatamente, ya que estaba bastante desorientado.

¿Ella? Si no recuerdo mal, fue ella la que me rechazó de una forma bastante grosera, por cierto.

¿Y sabes acaso por qué? ¿Te has dignado en preguntárselo?- dijo Flibby de un modo extraño.

No, la verdad es que cuando todas tus ilusiones se te vienen abajo, no tienes la fuerza necesaria para preguntarlo.

Pues deberías haberlo hecho, y me parece muy bien de que te quieras hundir en la desesperación, y todo lo que va unida a ella, pero no arrastres a Lydia contigo.- Flibby dijo estas últimas palabras de forma muy segura, con el rostro muy serio, como nunca nadie la había visto hasta el momento, y se alejó del lugar, dejando a ambos chicos mudos.

Flibby anduvo por los pasillos con paso ligero hasta que encontró a Electra, apoyada contra la pared, con la cabeza apoyada en las frías piedras de ella, abrazándose fuertemente y llorando amargadamente.

No puedo hacer esto, Flibby- dijo Electra sin moverse un centímetro, abriendo los ojos y viendo la imagen de una bandera de la casa del viento que estaba frente a ella. Flibby, detrás de ella, continuó escuchándola- no puedo hacerlo sola... es demasiado para mí.

¿A qué te refieres?- preguntó Flibby.

A todo... ¿cómo creen que una chica de tan solo 17 años va a poder hacer frente a todo junto? Son todas las cosas que pasan a mi alrededor Flibby, mi padre es asesinado, rechazo al amor de mi vida... ¿sigo?

Lo siento- contestó mientras la abrazaba, sintiéndose culpable de algún modo.

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Las decenas de lechuzas comenzaron a hacer su aparición en el gran comedor, depositando sus mensajes sobre las diferentes mesas de Hogwarts. Hermione se encontraba como la mayoría de las veces en la mesa de Slytherin. La maravillosa y elegante lechuza de Draco Malfoy, depositó dos cartas frente a su dueño.

Él tomó una de ellas, y observó el sello de la familia Malfoy en una de las esquinas del sobre, y con una "L" rodeada por una serpiente en el lacre.

De acuerdo Draco, pero no interfieras en los asuntos de nuestro señor. Ya le he informado de la visita que ha hecho ella a Hogwarts, y él sabe que ha regresado a Saberhaguen, sin embargo se ha mostrado molesto por el hecho de que le enseñaras tu marca, y por eso ha perdido los nervios... suficiente razón para haberte enviado un vociferador si no se hubiese tratado de una cuestión tan delicada. Hablaremos en Navidad.

Lucius Malfoy.

Lacarnum imframarae- Draco quemó la carta y apoyó la cabeza sobre sus manos. Miró la otra carta de reojo, y la tomó observándola detenidamente.- el sello de los di Metherlow.

Pero cuando estaba a punto de abrirla, un elfo doméstico apareció por el pasillo, y miró de un lado a otro buscando a Hermione. Tras varios minutos, se dirigió hasta la mesa de Slytherin, hasta situarse frente a ella. En la mano llevaba una carta con grabados azulados.

¿Es usted la señorita di Metherlow?- dijo dirigiéndose a Hermione.

Sí, soy yo.- dijo ella confusa, y susurrando.

Sus padres me pidieron que le entregara esta carta personalmente.

Bien, dámela- dijo ella extendiendo su mano izquierda para tomar su carta. El elfo se apartó rápidamente.

No puedo dársela si usted no me enseña antes el sello de su familia.

¿Estás seguro de que quieres verlo?- dijo Hermione preocupada por el elfo de ojos brillantes.

Sí, señorita, el amo me dijo: si no te enseña el sello no le des la carta, y yo obedezco al amo.

De acuerdo- Hermione extendió su mano derecha, y el anillo que tenía comenzó a brillar con una luz azulada.

El elfo comenzó a temblar de pies a cabeza, pero sin poder retirar la mirada del anillo. Hermione le miró horrorizada, y retiró el anillo alzando el brazo a la altura de su cara, sin embargo, el elfo salió disparado por encima de ella hasta caer detrás suyo, pero con los ojos aún fijos en el anillo y temblando cada vez más fuerte.

Basta- dijo con voz seca. El anillo dejó de brillar. El elfo estaba tumbado. Hermione se levantó, y se arrodilló junto al elfo.- despierta, por favor, despierta- dijo mientras lo agitaba. Los brillantes ojos la miraron, y ella empezó a llorar mientras lo abrazaba.

Mi señora, por favor, no llore- dijo el elfo apenado.

¿Qué no llore? Pero si casi te mato.- dijo ella frente a las miradas de todos los de Slytherin.

¿Se puede saber que estás haciendo Hermione?- dijo Draco cogiéndola de un brazo, y separándola de él- es un elfo doméstico.

Tome señorita- dijo el elfo entregándole la carta sonriente, y echando una mirada fulminante a Draco.

Gracias.- dijo sentándose en la mesa bajo las atentas miradas de todos los alumnos y profesores.

Querida Hermione:

Hemos creído que merecías un premio debido a tus notas (tu madre las vio en la bola de cristal), y también debido a que vio que tus poderes de adivinación y de dominación de elfos han aumentado considerablemente, de lo cual estamos muy orgullosos. Esperamos verte en Navidad.

Lord Herbet di Metherlow.

P.D. Su nombre es Teddy

¿Teddy?- dijo Hermione confusa.

¿Sí señorita?- respondió el elfo.

¿Tú eres Teddy?- el elfo asintió- bueno, mis padres me acaban de regalarte.- dijo sin encontrar las palabras.

¿En serio?- dijo emocionado- entonces ¿es usted mi única ama?

Sí, sin embargo, siempre he odiado la esclavitud de los elfos, y por eso... si tú quieres, te liberaré.- dijo Hermione.

¿Cómo?- dijo Teddy asombrado. De pronto, y para asombro de todos, se puso a llorar, y se abrazó a la pierna de Hermione- ¿por qué? ¿Qué es lo que Teddy ha hecho para sufrir semejante castigo?

¿Castigo?- dijo Hermione sorprendida- te estoy liberando de la obligación que tienes de obedecerme.

Pero para Teddy eso sería el castigo más severo, por favor, no me libere, por favor...- dijo sin dejar de llorar.

De acuerdo, de acuerdo- dijo Hermione mirando alrededor- bueno, pues... eh... ahora tienes tiempo libre, haz lo que más te apetezca hacer.

¿Yo? ¿Ahora? Pues... me apetece cocinar- dijo Teddy ilusionado.

¿Cocinar? Bueno, pues... puedes ir con los elfos de Hogwarts que están en las cocinas.

Gracias mi ama, cuando me necesite, solo diga mi nombre.- Teddy desapareció en un parpadeo.

Hermione miró a su alrededor de nuevo, todos los alumnos habían visto lo ocurrido, y la miraban horrorizados. De pronto, un alumno de Hufflepuff gritó atemorizado.

¡¡¡DI METHERLOW! ES UNA DI METHERLOW- algunos alumnos comenzaron a gritar y a salir corriendo de allí. Muchos se levantaron, y sacaron sus varitas apuntando directamente a Hermione.

Draco abrió la carta rápidamente, y leyó las pocas palabras que había escritas:

"Demuestra tu fidelidad e ingenio. ¿Qué harás para que no la expulsen?"

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NOTAS DE LA AUTORA: Vale... menuda le cae al pobre Draco... (Almu-chan queda sepultada bajo miles de piedras lanzadas por algunos de los lectores)En fin... espero que os imaginéis lo que hace Hermione para que el elfo salga por los aires... (es un poco complejo)

Por cierto, no es una errata el que haya puesto que Dumbledore es asesinado...jejeje soy cruel.

Almu-chan