CAPÍTULO 17: SENTIMIENTOS OCULTOS
Harry anduvo por los pasillos pensativo, de regreso a su casa. ¿Había hecho lo correcto? Después de todo, Malfoy era un mortifago, y siempre le había odiado a muerte... pero había dejado a un lado ese odio por Hermione... Harry no pudo evitar sentir cierta amistad por Draco... tal vez Hermione había tenido razón y él había cambiado... cambiado... también él había cambiado, como todos en Hogwarts, aunque en su caso fuese para mejor.
Harry se detuvo y miró a su alrededor, observó... pero no había nadie... soledad... absoluta soledad. No se había dado cuenta hasta el momento, pero, a pesar de estar rodeado continuamente de amigos, ser mundialmente conocido, y convivir con cientos de alumnos, estaba solo. Ron apenas hablaba con Harry, a pesar de asistir a los entrenamientos de la selección... sólo hablaba con Kara... y le había olvidado... y ahora Hermione, con la única persona con la que se sentía bien a su lado, había desaparecido totalmente de su vida, a pesar de que no hubiese tenido una buena relación con ella durante ese curso.
Mundialmente conocido... pero sin amigos... solo... recordó su primer año en Hogwarts, había salido de su casa en Privet Drive como una persona normal, más bien, no existía para nadie... y llegó a Hogwarts, donde todos conocían su nombre, y le admiraban... tenía innumerables amigos, y ahora, después de esa acogida tan especial, se había acostumbrado a ellos, a Hermione alzando la mano efusivamente en el aire para contestar las preguntas de McGonagall, a Ron animándole desde las gradas en sus partidos de quidditch, a Neville quemando las pociones, a Wood parándole por los pasillos para comentar las jugadas, a Ginny sonrojándose cada vez que se acercaba a ella, incluso a Malfoy insultándoles cada vez que pasaban... a todos... y ahora ya no había nadie, nadie a su lado, nadie, todos le habían olvidado... y, en ese momento, le vino un recuerdo, la muchacha que le había entregado la túnica en Madame Malkin la mañana que pasaron en el Callejón Diagon... había olvidado su nombre... no le había dado mucha importancia entonces... pero ahora... pensaba y pensaba... quizás todos en un futuro acabarían olvidándole, y volvería a ser aquel muchacho que no importaba a nadie...
Lloró, lloró amargadamente junto a un rincón, por todo lo que nunca había llorado, solo, olvidado, sin una mano amiga que le consolase y que le animara a que dejase de llorar, y, como un perro viejo que ha sido abandonado por su amo... así se sintió Harry Potter.
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Las horas habían pasado, y por fin Wood despertó. En la cama de al lado Electra dormía, o más bien, pensaba con los ojos cerrados. En ese momento, Lirio cruzó la puerta (sí, siempre que despierta alguno aparece la misma... acaso tendrán una alarma, que la avisa, incrustada en los párpados? jejeje ).
Sigilosamente, se acercó a Wood con una figura con una figura tras de sí.
Tienes visita. La he dejado pasar, pero no hagáis ruido o saldrá ¿de acuerdo?- dijo seriamente.
Vale.- contestó Wood confuso.
Lirio salió lentamente. Wood miró la figura de la chica que estaba enfrente, que sonrió al verle.
¿Cómo estás?
Bien... creo... ¿qué haces aquí?
Bueno... me enteré de lo ocurrido y he venido a verte... por supuesto no a ella- dijo Nathaly mirando de reojo la cama donde estaba Electra.
Por supuesto que no, te habría echado a patadas antes de que lo hicieses- pensaba Lydia que escuchaba con los ojos cerrados.
Bueno, ¿y qué quieres ya que estás aquí?- preguntó Wood sin dejar de mirar a Electra.
¿Qué quiero? Bueno... antes nos interrumpieron... nos interrumpió- Nathaly remarcó estas últimas palabras- y me gustaría acabar lo que empezamos.
¿Cómo?- A Wood le empezó a latir el corazón más deprisa.
Sin poder evitarlo, Nathaly se le echó prácticamente encima, cuando...
¿Se puede saber que estás haciendo?- preguntó Electra de pie y acercándose a ellos.
¿Te importa?- preguntó la chica. Wood permanecía callado, escuchando.
Pues sí, mira, me importa mucho, porque da la casualidad de que estás sobre mi novio.- dijo Lydia muy seria. Wood se quedó blanco... ¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿CÓMO!
Y voy yo y me lo creo... bueno, pues si es tu novio, más vale que lo tuvieses más agarradito o se le podrían ir las manos.
Electra no pudo evitarlo, y lanzó a Nathaly por los aires usando la psíquica. Wood se incorporó para ver donde había caído la muchacha. La vio tumbada en el pasillo y con el labio sangrante.
Electra sonreía maliciosamente, como si disfrutase viendo sufrir a su rival. Wood la miró extrañado... jamás la había visto de ese modo, con una mirada que había visto cientos de veces... en los alumnos de Slytherin.
Wood se levantó y se acercó a Electra, que sacaba la varita. Éste golpeó el brazo de ella tirando su varita por el suelo.
¿Se puede saber qué estás haciendo?
Lo que debí hacer hace mucho tiempo.- dijo sin apartar esa mirada de Nathaly que seguía en el suelo.
Pues no te lo permitiré.
¿Ah, no?- Electra se acercó a Wood y le besó apasionadamente para sorpresa de éste... sin embargo, Wood la tomó por los brazos y la empujó con la suficiente fuerza para retirarla, ya que ella había intentado deshacerse de él para poder atacar a Nathaly.
¿Qué te está pasando Lydia? No eres tú.
¿Lydia? ¿Ahora me llamas otra vez Lydia? No me pasa nada... pero ya veo que la eliges a ella sobre mí, así, que estás en mi contra.- Electra volvió a usar la psíquica y Wood salió por los aires, hasta chocar contra un armario.
Lirio entró al oír el ruido, y observó la escena. Estaba pálida, al ver a Nathaly tumbada en el suelo sangrando, y Wood chocando contra el armario debido al ataque de Electra.
Automáticamente, sin pensarlo ni un segundo, Lirio tiró de su colgante hasta romper la delgada cuerda del que colgaba.
Plantis etno ebiment
Sacris ectu euthamen
El colgante de plata comenzó a brillar y se convirtió en un sombrero de punta con unos polvos brillantes en su interior. Lirio tomó unos pocos y se los lanzó a Nathaly justo en el momento en el que Electra lanzaba un Expelliarmus. La chica desapareció en llamas verdes... Lirio le había lanzado una especie de polvos flu. Electra se giró para ver a Lirio, y alzó la varita. Ésta, se lanzó polvos a sí misma logrando esquivar el ataque, situándose detrás de Electra. Lirio comprobó, para su suerte, que estaba junto a los botones de hydegruts, y los pulsó todos, sin embargo, solo Flibby acudió a la llamada.
Flibby, ayúdame- pidió Lirio lanzándose de nuevo polvos para esquivar el ataque de Electra.
La chica reaccionó rápidamente, y sujetó con fuerza a Electra, impidiendo que lanzase hechizos... pero fue inútil, Electra golpeó a Flibby y se deshizo de ella.
Está totalmente fuera de control- gritó Lirio- usa tu arma.
¿Contra ella?- Flibby no acababa de creerse lo que le pedía Lirio.
Sí, y rápido, o nos ma...- volvió a desaparecer- ...tará.
Flibby también se rompió el colgante.
Baltus omne ementoth
Focus lacne decterò
El colgante de Flibby se transformó en una gran vara negra de dos metros aproximadamente, con un extremo limitado por una luna plateada unida por una bola roja.
Flibby tocó con la vara a Electra que estaba de espaldas.
Càrdena- unas cadenas rodearon a Electra de arriba a bajo, impidiendo que pudiese moverse un solo centímetro. Flibby, seguidamente, cayó al suelo.
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De verdad, Salazar se trabajó la cámara- dijo George.
Sí, mira esta piedra que saqué- comentó Fred mostrando una piedra con una serpiente grabada.
Me pregunto si Godric Gryffindorf no construiría también otra cámara para él.
Lo dudo mucho... pero sigo sin entender por qué se llamaba la cámara de los secretos si sólo había una serpiente dentro.
¿Acaso te parece poco un basilisco?- decía George incrédulo.
Vamos, ¿llamarías cámara de los secretos al cuarto donde guardas a tu mascota? Además... una mascota tan fiera, no está allí porque sí...
¿Insinúas que hay algún tipo de tesoro dentro de la cámara?
Sí.- Fred parecía contento con todo aquello.
Pero ya hemos bajado dos veces, y no hemos encontrado nada.
Olvidas un pequeño detalle... el pársel.
¿Qué? ¿Acaso crees que se abre la cámara del tesoro hablando pársel?
Exacto, así, que tenemos tres opciones: Invocar a Salazar... llamar al móvil de Voldemort... o bien...
Harry- George sonrió maliciosamente.
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¿En qué piensas?- dijo Pansy en el sillón mientras observaba a Draco.
¿Acaso te importa?- dijo fríamente.
Pues sí... no deberías pensar tanto en la estúpida de Hermione.
Repítelo y te frío- dijo apuntándola con la varita.
¿Prefieres a un fiambre antes que a mí?- Draco no contestó- Vamos, olvídala- dijo sentándose junto a él.
Si no te importa me gustaría estar sólo.
¿Si me importa? ¿No lo ves? Ella te cambió totalmente... antes me hubieses echado sin pedírmelo... te ha hecho débil.
¿Débil? Comienzas a hablar como mi padre.
Lucius lleva razón entonces.
También mi padre confiaba totalmente en el poder de mi señor.
Pues confió bien.
¿Eso crees? Yo no estoy tan seguro... ha sido vencido más de una vez por un adolescente... creo que ha perdido facultades.
¿Qué estás diciendo?
Lo que oyes... tal vez no debería seguir apoyándole...- Draco pensaba en alto
Hermione te ha lavado totalmente el cerebro... mi señor es el mago más poderoso que ha existido nunca, y ahora, justo ahora, que su poder está a punto de alzarse en plenitud, tu quieres traicionarle... no lo entiendo.
Pues está muy claro... si ha sido capaz de matar a Hermione, hija de los di Metherlow, seguidores fieles de su poder... puede traicionarnos a todos... no le dejaré... no a mí, tenlo seguro.
Si le traicionas te matará, a ti y a toda tu familia.
Sería un modo de reunirme con Hermione- dijo sonriendo de manera extraña.
Pansy se levantó y abofeteó a Malfoy con furia.
No permitiré que eches a perder tu futuro por ella.
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Todos estaban en el gran comedor tomando la cena, mientras Electra hablaba con Cátalyn en su despacho.
Hemos borrado su memoria para evitar problemas, porque si ella recordase, podría costarte la expulsión de la escuela.- dijo seriamente la directora.
Gracias- dijo Lydia con la mirada baja.
Lirio, Flibby y Huragano han jurado no decir nada para tu protección... pero en el caso de que vuelva a repetirse no tendré otra opción que...
No volverá a ocurrir, de verdad.
Eso espero, bien, puedes irte.
Electra salió con la tormenta y llegó hasta la puerta que daba con el comedor. Antes de cruzarla, respiró hondo, y la abrió lentamente, y con la intención de pasar desapercibida. Cruzó el pasillo con paso ligero y la mirada al frente, rígida como una tabla, hasta llegar a la mesa de hydegruts.
Flibby y Wood se miraron sin decir una palabra, y Electra se sentó entre ambos, con la mirada fija en el plato, que se llenaba de manjares.
¿Cómo estás?- dijo Flibby tímidamente.
Mejor, gracias.
Esto... siento haberte lanzado un hechizo Cárdena... pero...
No, todo lo contrario, te lo agradezco... sino... yo podría...
Tenemos que hablar- dijo Wood seriamente tomándola de la mano y saliendo en un tornado.
Al menos podrías haberla dejado comer algo- dijo Flibby hablando sola.
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Wood y Electra llegaron a la puerta de la casa del viento. Electra quitó la mano de Wood sujetándose la cabeza y con la mirada fija en el suelo.
¿Se puede saber qué te propones trayéndome justo enfrente de un escudo de tu casa?- protestó Electra.
Wood no contestó. Avanzó unos pasos hacia el escudo, y colocó su anillo en el ojo del búho del escudo. Una puerta apareció a un lado. Wood tomó por el brazo a Electra, que había decidido cerrar los ojos y la introdujo en la habitación, que estaba totalmente recubierta de escudos.
Lydia, abre los ojos, y mírame... si desvías tu mirada de la mía, verás un escudo.- habló Wood de forma seria. Electra abrió los ojos lentamente para cruzar su mirada con la de Wood.
¿Y bien?
¿Y bien? Ya sabes por qué estoy aquí contigo a solas, así que no me preguntes ¿y bien?- dijo Wood de mal humor.
Electra intentó bajar la mirada, pero también el escudo estaba en el suelo, así que tuvo que aguantar la severa mirada de Oliver.
Lo siento- dijo mirándole con los ojos húmedos.
¿Acaso no entiendes el por qué estás aquí?- dijo bajando su tono de voz, sobrecogido por la mirada de la muchacha. Lydia no dijo nada.- mira, no te entiendo, no entiendo tu actitud. Primero me das a entender que te gusto, me declaro y me rechazas de la manera en que lo hiciste, y ahora...- Wood no pudo continuar, bajó la mirada intentando mantenerse firme.
Wood, créeme que no era mi intención hacerte daño.
Pues lo estás consiguiendo.- dijo volviendo a mirarla. Lydia se sintió mal ante las sinceras palabras de Wood y le abrazó fuertemente.
De verdad, Wood, es mejor así, créeme...
¿Estás segura? Yo estoy seguro de que funcionaría... no se pierde nada intentándolo.
¿Nada? ¿Estás totalmente seguro de que no se pierde nada?- dijo irónicamente Electra- No puedo arriesgarme... ¿acaso no lo entiendes? Es mejor este sufrimiento que el que podrías llegar a pasar, tenlo por seguro, y... no quiero verte sufrir.- Electra lloró en el hombro de Wood mientras él se tragaba sus ganas de llorar... nunca podrían estar juntos... quizás un destino cruel, pero un destino marcado hacía más de 17 años.
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NOTAS DE LA AUTORA:
Bueno, un poco corto, pero aún así...
Pobre Wood, le hago sufrir... bueno, que Harry no es para menos! Ya falta menos... exactamente cuatro capítulos, y el prólogo final... que bueno, en parte es otro capítulo...
No sé si se supone que lo que Fred y George piden a Ginny es que les diga dónde está la cámara, la entrada y todo eso... jejejeje...
Dewwwwwww Almu-chan
PD: Me encantó ese principio, el de Harry... cualquiera diría que tengo un trauma psicológico! No, la verdad es que yo soy muy feliz, con una vida muy estresada, eso sí, jeje.
