CAPÍTULO 21: IN THE MEMORY OF THE FALLEN

El trío había llegado a la sala del tigre blanco. Quidditch entró segundos después, por otra puerta distinta, tras despistar a Voldemort. Se encontraban totalmente en silencio, sin moverse, sin atreverse casi ni a respirar.

¿Qué vamos a hacer?- dijo Wood tras unos minutos de silencio..

¿Qué quieres hacer?- dijo Electra sin mucho ánimo.

Pues no lo sé, pero no podemos estar huyendo siempre de él... ella... él- dijo tras un pequeño lío.

¿Sugieres atacar?- dijo Harry.

Supongo.

Acabaremos muertos.- dijo Electra secamente.

¿Acaso temes a la muerte?- preguntó Wood seriamente.

¿Tú no?

No, a todos nos acaba llegando.

Pues yo no me lo tomo así.

No deberías tomártelo así entonces, no es seguro que muramos.

No, qué va... estamos hablando de luchar con el poder de Flibby y Voldemort unidos... ¿Qué crees que le haremos? Vamos bien si le hacemos un rasguño.

Tenemos dos de las armas del colegio.

¡Oh¡¡Impresionante¡¡Dos abanicos y una varita con doble disparo¡¡Conquistaremos el mundo!- dijo Electra irónicamente.

Podemos intentarlo.- dijo Wood sin perder la serenidad.

No... no podemos hacerlo.- Electra se mantuvo pensativa, pensando el qué podían hacer.

El templo- dijo al fin Harry, que había permanecido al margen de la disputa- el templo de la noche eterna... tú misma dijiste que nadie podía salir con vida de allí.

Puede ser- dijo Electra, tomándolo como una buena opción.- Aunque implica que nosotros tampoco saldríamos nunca...

¿De qué habláis?- dijo Wood que no entendía nada.

De acuerdo- dijo tras meditarlo- pero entraré yo sola, vosotros tenéis que huir.

No, eso no, entramos todos- dijo Harry- bueno, siempre que Wood quiera, claro.

No puedo arriesgarme a que mueras.- explicó Lydia.

Vamos, siempre que me enfrento a Voldemort, aparece mi estrella de la suerte y salgo vivo... ¿Por qué iba a ser distinto ahora?

Recuerda que esa estrella casi te falla la última vez... y una persona acabó muerta.

Puede... mira, no perdamos el tiempo, yo también voy a entrar, digas lo que digas, así que podemos evitarnos discusiones inútiles.- dijo Harry con la moral muy alta.

De acuerdo- consintió Electra finalmente.

Bueno, yo no sé a donde vamos, pero VAMOS YA.- gritó Wood.

Electra respiró hondo, y llamó a Quidditch. La chimenea de la que surgió el Draconis Fenxus con el diario la vez que Wood entró por primera vez en aquella sala, volvió a surgir de la nada. Esta vez, Wood se fijó más detenidamente en la chimenea: tenía una inscripción en forma de círculo, rodeando la luna llena grabada, y junto a ésta, dos especies de hadas, de largas orejas puntiagudas, y rasgos muy femeninos, que parecían custodiarla.

Lydia se acercó, tomó su colgante, y con la punta fue dibujando el borde de la luna a través de una fina rendija que el grabado tenía, mientras a la vez leía la inscripción.

"Luviden qui valias densuro huminent

quatrum fersus im dhe menum crático

persim entrus ah le sacérsius

vistre vus oyius im dhélucitho"

La zona de la luna comenzó a desaparecer, y en el fondo apareció un brillo de tonos bermellón y anaranjados, mientras aparecía un puente de unos dos metros de ancho, que se prolongaba hasta donde no alcanzaba la vista.

El templo- dijo Electra mostrándoles la entrada.

Bien, ahora solo falta Volde...- comenzó Harry.

Ya estamos todos- dijo Flibby.

Entrad- gritó Electra introduciéndose la primera en el templo. Los demás entraron al instante, incluyendo a Voldemort.

Debemos llegar hasta el final- dijo Electra corriendo, mientras observaba que la seguían Harry y Wood.

El puente era muy largo, y habían conseguido dejar a mucha distancia a Voldemort. Tras recorrer muchos metros, cuando habían dejado la entrada a una distancia bastante razonable, llegaron a una especie de plataforma redonda, con el mismo dibujo grabado en el suelo que en la chimenea. Al fondo, había una gran estatua, que impresionaba por su tamaño. En ella estaban representados una sirena. Sobre su hombro un búho, alrededor de su brazo una cobra, detrás y con las alas extendidas, como si intentara que no le diese el sol, un dragón, un tigre a sus pies, y montada sobre un unicornio.

Los tres la miraron detenidamente. Desde luego, eran las criaturas que representaban cada casa del colegio, pero, lo curioso de aquella estatua, a parte de su gran tamaño, era la sirena. Parecía el centro de atención, todas las demás criaturas parecían venerarla, y sin embargo ella no prestaba atención. Sin embargo, había otro de los rasgos que impresionó a Electra en especial: La sirena aparecía de frente... podía ver su rostro, oculto en todas las demás representaciones. La mirada de la estatua se dirigía hacia el cielo, vislumbrando tristeza.

Lydia miró en dirección a la mirada de la sirena, y allí, oculta aparentemente, estaba la luna, brillando en todo su esplendor.

Los pasos de Voldemort se acercaban lentamente. Les había dejado que corrieran lo que quisiesen mientras él observaba el panorama tranquilamente, sin pensar en lo que podría ocurrirle.

¿Qué hacemos ahora?- dijo Wood.

Supuestamente debería haber algo que nos ayudase.- dijo Electra mirando a su alrededor.

Pobre ilusa.- dijo Voldemort que estaba a tan solo unos metros de distancia.- el arma que pretendéis sacar... ya está fuera- dijo mostrando su largo bastón.

No te entiendo.

Hace tiempo... entraron aquí... y sacaron este bastón... lo siento mucho, pero... habéis entrado aquí para nada.

Nadie habló. El cuerpo de Flibby se quedó quieto. Electra retrocedió unos pasos, hasta quedar entre Wood y Harry, pisando la luna interior. De pronto, la luna comenzó a desprender una luz azul vertical, en dirección a la luna, y en ese momento, pareció llover. La estatua de la sirena emitió un brillo azul.

¿Qué está pasando?- dijo Wood.

No lo sé.- gritó Electra.

Malditos seáis.- gritó Voldemort. De su vara, salió un rayo de luz. Harry actuó instintivamente, y protegió a Wood y Lydia, colocando la daga frente a ellos.

La daga desvió el hechizo, pero salió disparada de la mano de Harry y cayó al fondo del templo, que según Electra se encontraba cubierto de fuego.

- La daga, he perdido la daga- dijo Harry lamentándose, pero sin moverse.

El hechizo salió en otra dirección, y fue hacia la luna en lo alto de la sala. Mágicamente, cambió radicalmente su dirección, y cayó en la estatua. La cobra comenzó a brillar con una luz grisacea.

Potter- dijo Voldemort con odio - ¿Cómo has logrado esquivar mi hechizo de roca?

¿De roca?- dijo Electra, reflexionando.- lo tengo.

Electra juntó las manos del mismo modo en que lo hizo en la enfermería, y realizó el hechizo de Thunder. El rayo se dirigió del mismo modo hacia la luna, y exactamente igual que antes, cambió de dirección, y llegó a la estatua. El tigre desprendió una luz amarilla.

Eso es- dijo Electra ilusionada- de este modo se activará el arma... Wood, invoca un tornado.

Wood no sabía aún el por qué debía hacerlo, pero sacó sus dos abanicos, e invocó dos tornados, que fueron tragados por el búho que desprendía una luz negra.

Harry pareció comprenderlo rápidamente, y tomó un poco de tierra, y la lanzó al aire, hasta que fue tragada por el unicornio, que desprendía una luz verde.

Es una lástima que os falte el fuego- dijo Voldemort mostrando una cruel sonrisa.

Eso crees.- dijo Electra sonriendo del mismo modo.

En ese momento, una bola de fuego se dirigió hacia la luna, y cayó sobre el dragón. Quidditch había aparecido detrás de Voldemort, que no se había dado cuenta de su llegada.

El suelo comenzó a temblar, haciendo que todos cayeran al suelo. Las estatuas comenzaron a abrirse, mostrando cinco bastones, muy parecidos al de Flibby. Sólo la puerta del dragón estaba vacía, así que Electra supuso que el bastón que en ese momento llevaba Voldemort, había sido sacado de allí.

¿Cuál tomamos?- dijo Harry incorporándose trabajosamente.

Ninguno- gritó Voldemort con su voz cascada. Comenzó a correr, pero no pudo entrar en la plataforma redonda.

La del agua- dijo Electra- después de todo, si la figura principal es la sirena, deberíamos coger este.

Estoy de acuerdo- dijo Wood- además, si él tiene el de fuego, que mejor que el agua.

Electra extendió su brazo y tomó el largo bastón azul. Al igual que el de Flibby, tenía una luna plateada en un extremo, pero en la unión, en vez de la bola roja que tenía el de ella, tenía una especie de estrella con extremos muy puntiagudos, y de ella salían unas láminas de metal de color azul marino, y que simulaban una especie de alas. Alrededor de la vara en sí, dos barras de metal giraban, y acababan como en cola de pez.

En el momento en que Lydia tocó el bastón, la barrera que cubría la plataforma redonda desapareció, y Voldemort entró más enfadado que nunca. Alzó su gran vara roja, y los tres chocaron contra la estatua. Harry se quejó del brazo, lo cual hizo a Electra tomar una rápida decisión.

Acuarus ipmnon ecus imperon- Electra les tiró el colgante que Acuarda le había dado, y apareció la gran burbuja de la selección, atrapando en su interior a Harry y Wood.

¿Por qué no podemos salir?- gritó Potter mientras aporreaba la burbuja.

El arma solo escucha las órdenes de su portador- dijo Lydia sin mirarlos- No podréis salir de ahí hasta que yo se lo diga... o no tenga suficiente poder para mantenerlo activo.

Acabas de firmar tu sentencia de muerte... en guardia.- dijo Voldemort mientras tomaba el bastón con las dos manos.

Harry miraba horrorizado las escenas. Tanto el cuerpo de Flibby como el de Electra se retorcían de dolor, pero sin dejar por ello de lanzar un hechizo tras otro. La luz emitida por los rayos que salían de los bastones solían cegarles tanto a Wood como a él, por lo que no podían ver el desarrollo de la acción, y con ello, no podían saber quien ganaba.

Wood temblaba, y más aún, cuando después de un cegador rayo de luz rojiza, la burbuja parecía que iba a desaparecer. Sin embargo, volvía a recuperar su aspecto casi al momento.

Habían pasado ya varios minutos... quince interminables minutos, cuando escucharon una fuerte explosión, y vieron que el cuerpo de Electra chocaba contra la burbuja, y caía de bruces contra el suelo, con un gran corte en la frente, que sangraba, tintando medio de su rostro con un tono carmín.

El escudo desapareció. Harry y Wood se acercaron a la muchacha, caída en el suelo, que tosía fuertemente. Miraron hacia delante, y vieron que también el cuerpo de Flibby estaba pegado al suelo, y lleno de heridas.

No puedo más- dijo Electra, con la respiración agitada de agotamiento.

Sí que puedes... puedes hacerlo- le animaron Wood y Harry.

Puedes hacerlo- dijo una voz detrás suyo.

El trío miró hacia detrás, y observaron que tanto el espíritu de Acuarda, como el de Lirio y el de Rachel estaban allí.

Nosotras te ayudaremos- dijeron mientras se introducían dentro del bastón.

Electra se incorporó lentamente, ayudada por los muchachos. Sujetó con fuerza el bastón y lo dirigió en dirección a Voldemort, que se incorporaba lentamente.

Éste es mi último ataque... adiós.- dijo muy lentamente Lydia, con ira en sus ojos.- Lívering sáider lídering som, dárling soguéder an dy for de zom- una fuerte luz salió del bastón, y en ese momento, Voldemort realizó un gesto que cambiaría la vida de todos para la eternidad.

Voldemort había alzado el bastón, mientras sus ojos permanecían rasgados, y miraban con odio... sin ningún problema, podría haber realizado un hechizo y haber matado al trío antes de caer él, pero... en ese momento, su mirada cambió totalmente por una azul, brillante, que todos conocían bien, y el brazo lanzó el bastón por el precipicio. Electra había gritado, millones de lágrimas recorrían su rostro, pero ya era demasiado tarde, las palabras habían sido pronunciadas, y la luz había encontrado un objetivo.

El cuerpo inerte de Flibby y Voldemort rodó pocos centímetros, y cayó por el precipicio, precipitándose sin remedio al fondo del templo, a la lava incandescente... había sido el fin de Lord Voldemort.

Electra quedó de pie junto al precipicio, mirando un fondo que no llegaba a verse.

Amanda seguía viva- dijo muy lentamente sin pestañear, sin llorar, totalmente confundida- El espíritu de Flibby seguía dentro de su cuerpo... y nos salvó... y yo la maté.- dijo mientras comenzaba a llorar silenciosamente.

No ha sido tu culpa, y lo sabes- dijo Wood poniendo su mano sobre su hombro.

No lo entiendes... nunca más podré...- la muchacha cerró los ojos, respiró hondo y se giró para ver a Wood- mi sitio está aquí.

¿Qué quieres decir con eso?- preguntó el chico, temiendo las palabras que pronunciaría segundos después aquella muchacha.

Sabía que esto ocurriría... pero no de esta manera... tuve que elegir... amor o amistad...- dijo recordando- tomé una decisión en su momento, así que creo que debo cumplirla... por eso nunca pudimos estar juntos¿me comprendes? Nunca quise hacerte sufrir... pensé que al decirte que me olvidaras, mis sentimientos también serían olvidados... pero no fue así.

Lydia se abrazó a Wood mientras hablaba, incapaz de contener las lágrimas. Tras unos minutos, se secó las lágrimas, y se separó de Wood, dirigiéndose a Harry.

Estaba equivocada, Harry. He descubierto que se referían a las lágrimas de la sirena, y no a las de la luna. Ten- dijo entregándole el colgante de Acuarda.- ésta es la lágrima de la sirena... mira.

Electra tomó el bastón, y colocó la piedra en un hueco que había en la luna. El cristal encajaba perfectamente.

Solo podrán salir de allí con las lágrimas de la sirena.- dijo recordando.- pues bien... esto son las lágrimas de la sirena.

Lydia dio un golpecito con el bastón en el suelo, y la burbuja apareció de nuevo, pero esta vez no era de cristal como las veces anteriores, sino que cientos de gotas de agua dibujaban su forma redonda.

Tomar- dijo dándoles el bastón- Harry, quiero pedirte un favor... cuando salgas de aquí, busca a McGonagall, y dile lo que ha ocurrido, que te dé el joyero que hay encima de mi mesa.

Harry asintió sin murmurar nada.

Wood... también te quería pedir que me hagas un favor... cumple mi sueño, por favor...- dijo tristemente, incapaz de contener por más tiempo las lágrimas- nos volveremos a ver, pero no tengas prisa en hacerlo¿de acuerdo?.- Electra besó dulcemente los labios del chico, miró por última vez a ambos muchachos, y su cuerpo se dejó caer en el precipicio.

Lentamente. Lentamente su cuerpo cayó desde lo alto, lentamente sus lágrimas de derramaban por sus suaves mejillas, ocultas entre sus rubios cabellos... caía, caía para unirse a Flibby, a Amanda Riddle, su mejor amiga... pero también caía para unirse junto a la daga ahora fundida que representaba la luna... a la humanidad... a esa daga en verdad maldita, porque su misión era proteger, pero sólo una vez, y si no hubiese llegado a caer, si hubiese permanecido en las manos de Harry, él también habría muerto, pues la profecía, escrita una vez por Natlamluid Pahena hacía décadas, tenía por nombre Profius oth dhe malsiusm, La profecía de los malditos.

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NOTAS DE LA AUTORA: Antes de nada... LO SIENTO MUCHISIMO! Yo juraría que había subido ya esto... pero no taba TTTT. Uff, pos se os ha ido la intriga y el hilo completamente ... lo siento de veras.

Bueno... éste se podría decir que es el último capítulo de la historia... aunque quedan, como diría Nicole Daidouji, las conclusiones, que están en el prólogo final... ése es mi capítulo favorito!

Bien... ahora es cuando me matáis... lo siento mucho, pero tenían que morir... bueno, y da gracias que no lo hace Harry... el hecho de que no lo haya matado es únicamente, porque es el prota... Bien, todos muertos... bueno, la verdad es que no todos lo están... ya les llegará su hora! Jejeje (risa malvada)

Quizás a más de uno no le guste como acaba la historia... (que de hecho no es su final definitivo...), pero tenía que ser así... entenderéis que a veces se me cruzan los cables, pienso una escena, y ya no hay modo de cambiarla... o si la cambio, es porque no me queda otro remedio... bueno, como dije en el capítulo anterior, supongo que ahora os acudirán muchas preguntas... no tengáis ningún reparo en hacerlas... de hecho lo prefiero, aunque sean cosas que ya se habían explicado, y sin embargo no os han quedado claras... lo que opináis sobre la historia en general, o el final... aún estáis a tiempo para darme vuestra opinión (lo digo porque ahora mismo estoy escribiendo la segunda parte, y aún estoy a tiempo de aclarar ciertas cosas allí... U)

No olvidéis leer el prólogo final (es q es el verdadero "final" si no contamos con la 2ª parte )

Dew Almu-chan