PRÓLOGO FINAL
Harry despertó en la mansión Dumbledore con el canto de Fawkes. Tomó sus gafas y bajó al comedor lentamente.
El desayuno está preparado Señor Potter- dijo un elfo, de buenos modales y bien vestido.
Gracias, Teddy, ya voy.- Harry llegó al comedor, y se sentó en la mesa cubierta con un mantel blanco, y con un ramo de calas en el centro.
Remus Lupin no tardó en bajar. A pesar de la edad, se mantenía en buena forma física. Su aspecto parecía exacto al de hacía unos 20 años, solo que con unas cuantas canas de más y algunas arrugas en su rostro. Harry observó el rostro cansado de Sirius, en silla de ruedas, que era empujado por Lupin. Harry se levantó para ayudar a Remus.
Ya sentados, no pudo evitar recordar al ver a su padrino, el día en que le llevaron a un médico mago, el de mejor reputación de todo el mundo mágico, horas después de salir del templo de la noche eterna, y de las palabras que dijo su padrino... palabras que jamás olvidaría: Hay cosas que ni en el mundo mágico se pueden evitar.
Teddy llegó con el desayuno y el Profeta en la mano.
Gracias Teddy. Si quieres hoy puedes tomarte un día libre- dijo Harry.
No, gracias, tengo que hacer aún tareas... tal vez otro día.
Cuando quieras.- Harry le sonrió.
Tomó el periódico y miró la primera página:
El Ministerio de Magia nombra a un nuevo Ministro: Percy Weasley.
Harry se alegró mucho de aquella noticia. No había vuelto a tener noticias de los Weasley desde la muerte de Arthur hacía ya 3 años, y ver que por fin Percy había conseguido su meta, le había alegrado la mañana.
Potter sabía poco de los Weasley. Supo que Bill se casó con Fátima Malfoy, porque le llegó la invitación para la boda por correo, aunque decidió no asistir. Los gemelos Weasley habían sentado la cabeza, y eran los propietarios de una importante cadena de establecimientos en los que se vendían artículos de broma. Ginny por su parte, era la directora de un museo de Hogwarts y otros colegios de magia, incluido Saberhaguen, y por ello era con la que más hablaba y aún seguía manteniendo una buena amistad. Con Charlie no había vuelto a hablar desde que le comunicaron entre Wood, Lupin, Sirius y él lo que había ocurrido con Flibby, y Ron...
Harry pasó las hojas, y llegó a la página de las esquelas. Reconoció una, que sabía que encontraría allí, y aunque le dolió verla, pudo contener las lágrimas.
OLIVER WOOD El aclamado jugador de quidditch, capitán del equipo ganador de la copa mundial, falleció en la noche del pasado día por causas desconocidas.Sus familiares y amigos...
Harry paró de leer. No siguió, más que nada, porque sabía perfectamente lo que continuaba, porque él mismo había sido quien había mandado la esquela a petición de Wood.
Potter miró el reloj, y tras despedirse de todos, salió de allí, porque tenía que ir a trabajar.
Llegó a Hogwarts en muy poco tiempo. Con rapidez entró en la clase. Los alumnos de primero le saludaron educadamente
Bienvenidos a clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, mi nombre es Harry Potter, y seré su profesor. Comenzaré la clase por pasar lista.
Fue nombrando uno a uno a sus nuevos alumnos, cuando, se detuvo ante una niña pelirroja y pecosa que se sentaba en segunda fila.
Molly Weasley Wood- dijo Harry serenamente, mientras veía como la pequeña, alzaba la mano tímidamente.
Siguió pasando lista, y pudo ver que en aquella clase había apellidos conocidos, como Patil, Goyle o Flint.
No pudo evitar sin embargo fijarse en la pequeña niña rubia de ojos claros que estaba junto a Molly.
Lydia Krum- dijo sin poder ocultar su asombro.
Yo- dijo la niña enérgicamente.
¿No me digas que juegas al quidditch?- pensó Harry.
Sí, juego como afición... pero pretendo ser la buscadora del equipo de Slytherin- dijo la niña muy alegre. Harry se asustó... ¿Había leído su mente?
¿Eres hija de Víctor Krum?
Sí, lo soy.
Ya...- Harry se había quedado sin habla... en fin.
Las clases habían terminado. Harry salía de allí, cuando escuchó la voz de una niña.
Mira papá, ese es mi profe de Defensa contra las Artes Oscuras.
Harry se dio la vuelta. Allí estaba Víctor Krum, con la niña rubia cogida de su mano.
Encantado de volver a verte Potter.- dijo estrechándole la mano.- toma Lydia- dijo Krum dirigiéndose a la niña, mientras le daba un diario negro- ves a contarle al tío lo que has hecho hoy.- La niña lo cogió ilusionada y corrió a sentarse junto a un árbol para escribir.
¿Así que te casaste?- dijo Harry.
Se podría decir... sé que Lydia es muy joven... pero estoy seguro de que podrá con el curso.
Tengo entendido que tiene 9 años... no es muy joven.
Sí, bueno... sin embargo, como desde pequeña ha estado sola... bueno, su mentalidad es aún la de una niña de 5 años.
Ya... bien, Víctor, debo irme... encantado de volver a verte- dijo estrechando su mano de nuevo.
Harry llegó a su casa, y subió a su cuarto. Pudo comprobar que Quidditch había llegado, tras ser enviado por Wood. Miró la cajita de música que había encima de su mesa. Antes de abrirla, dio cuerda, y luego, lentamente la abrió, mientras sonaba una suave y melancólica melodía. Miró el interior, actualmente vacío, pero en su mente aún tenía la imagen de aquel pergamino que encontró cuando McGonagall le acompañó allí: El testamento de los Dumbledore en el que se daba la casa a Harry Potter, así como toda su fortuna guardada en la cámara 215 de Gringotts, y a Oliver Wood el Draconix Fenxus, Quidditch, como muestra de agradecimiento.
El timbre sonó en el momento en que la música cesó. Harry escuchó la conversación de Teddy con la persona que acababa de llegar, cuya voz le era conocida, y bajó a recibirla.
La mujer pelirroja, alta y delgada, con un maletín en su mano, y dos ramos de flores en la otra, esperaba junto al elfo.
¡Ginny, que sorpresa!- Dijo Harry alegre.- No hacía falta que me trajeses flores.
Tan gracioso como siempre... ¿Acaso no te acuerdas qué día es hoy?- dijo la muchacha.
¡Claro! Se me había olvidado completamente... lo siento mucho, de verdad... ahora mismo vuelvo.- dijo mientras corría hacia el piso de arriba.
Ambos se aparecieron cerca de unas montañas y subieron hasta lo alto paseando. El camino era largo, porque rodeaba toda la montaña, lo cual era muy cansado, pero tras unas cuantas paradas, llegaron hasta la cima. Allí había una gran estatua, que representaba un ángel de apariencia femenina.
No puedo creer que se te olvide... siempre igual.- se quejó Ginny- después de todo, si lo hacemos en esta fecha, es precisamente, para no olvidarlo.
¿Sólo por eso?
Bueno, y porque el 21 de mayo no hay quien suba con tanta gente y con tanto calor.
Ginny dio unos pasos, y miró las ruinas del castillo desde lo alto. Vio que casi todo el castillo se encontraba en muy buen estado, a pesar de tener totalmente en ruinas una de las seis torres.
La chica retrocedió unos pasos, y colocó uno de los ramos en los pies de la estatua, junto al de Harry.
Bueno, aún tengo que ir a dejar el ramo a la tumba de Ron... ¿vienes?
No, prefiero quedarme, si no te importa.
Ginny asintió, y bajó por la montaña. Harry tomó tres de los claveles de su ramo, y descendió hasta el castillo.
Al primero que se dirigió, fue a las ruinas de la torre, y depositó uno de los claveles entre las rocas. Después se dirigió hacia el interior. Las paredes estaban cubiertas de maleza, y todo lleno de polvo, lo cual daba un aspecto bastante tétrico al lugar. Tras una más o menos larga caminata, llegó a uno de los pasillos, hasta encontrarse con una gran estatua en forma de murciélago gigante, y depositó otro de los claveles. Miró tras unos momentos a la estatua de los dos jóvenes que estaba en el medio, y no pudo evitar que una lágrima recorriera su mejilla.
Espero que podáis ser felices.
Harry nunca pudo quitarse el sentimiento de culpa. En el momento de la batalla, pensaba que Hermione estaba muerta, y que Draco estaba en las gradas, y por lo tanto no se encontraba en Saberhaguen... si él lo hubiese sabido... tal vez ahora ambos estuviesen vivos...
Potter llegó hasta la puerta de la casa del trueno con el último clavel en sus manos. James apareció por la puerta.
Hola Harry¿cómo estás?- Harry se encogió de hombros.
¿Podrías dejarla por mí?- dijo entregándole la flor.
No puedo coger las cosas, ya lo sabes.
Sí, lo sé... llevo veinte años sabiéndolo.- Harry depositó el clavel en la puerta.- Me he alegrado de volver a verte, papá.
También yo.
Harry salió de allí, y continuó andando colina abajo, mirando desde abajo la figura del ángel en lo alto de la montaña.
La niña rubia observó desde lo alto, con el diario negro entre sus manos, escondida detrás de la estatua.
¿Crees que un día de estos yo también podré llevarle flores?- escribió.
No, era débil... no era digno de ser lo que era... mi heredero... – contestó el diario
Pero todos le temían.
Pronto tú lo serás más.
La muchacha cerró el diario, viendo como las letras de Salazar Slytherin brillaban relucientes. Miró la estatua de arriba a bajo, y su mirada se detuvo en la placa de los pies.
"IN THE MEMORY OF THE FALLEN"-------------------- -------------------
NOTAS DE LA AUTORA: SE ACABO! BUA! SI ME DA HASTA PENA...
BUENO, ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO!
Ahora... bueno, estoy escribiendo la segunda parte... al principio, pensaba en una trilogía, con lo que está escrito en el prólogo inicial (más extenso, claro), que fuese la primera parte... pero luego estuve pensando, y decidí que no, por eso, sólo habrá 2 partes... ¿Que de qué va la segunda? Estoy escribiéndola en estos momentos (weno, más o menos)... y me pensaré el publicarla... ¿por qué? Bueno, porque me gusta añadir dibujos, fotos... dentro del capítulo, y así no lo puedo meter... Por supuesto, cualquier persona que quiera leerla, sólo tiene que pedírmelo, y se la iré mandando... (me estoy yendo del tema) La segunda (El misterio de las hydegruts II: Tras las huellas de la muerte), habla sobre el futuro (más bien, han pasado 26 años desde que se hundió Saberhaguen), y están todos por ahí... encontraréis muuuuuuuuuuuuchas sorpresas...jejejejeje (con algunas pensaréis... DESGRACIADA! COMO LE HAS HECHO ESTO! PERO SI TA VIVO!). Como adelanto, y en agradecimiento de que me hayáis tenido que aguantar hasta ahora, os escribo el kit de la cuestión de la segunda:
"En la noche, cuando la luna brille en plenitud, y la llama arda como símbolo de amistad junto a la roca, el trueno del presente y el viento del pasado jurarán lealtad eterna a la persona que comprenda a las bestias, y en un círculo, entre los cuatros puntos cardinales reunidos por aquella que herede la sangre de Alihuna Osfen, la sangre llamará a la sangre, y al ser vertida la sangre de la sirena, ésta llamará a aquellos de su mismo linaje que yacen bajo las rocas. Entonces, unidos todos estos puntos, un ángel bajará del cielo para invocar a los cuatro elementos y sus dos combinados, para que las rocas se alcen de nuevo, y desterrar por siempre a la luna en la oscuridad"
Ya está... bueno, os dejo que penséis en ello, y os agradezco mucho que hayáis llegado hasta aquí!... y para los que quieran un poco más... ya sabéis lo que tenéis que hacer!
ALMU-CHAN
