El niño que vino del hielo.

—Se siente diferente...

—¿Qué estás murmurando, Teniente? Ya casi es hora de salir, así que te recomiendo que te concentres.

—Entendido, Señora. Unidad 0502 lista para salir, esperando orden de salida. Cambio.

—Aún hay mucho de lo que debes acostumbrarte, Raiko —Murmuraba para sí Misato— es tan extraño que chicos como tú me anden diciendo señora, me hace sentir tan vieja...

—¡Mayor, hemos confirmado la presencia del ángel en transito desde el este y aproximándose velozmente a la ciudad!

—Es hora de ponerse seria otra vez. ¿Están todas las unidades listas para salir?

—Evas del cero al dos listos, nivel de sincronización optimo; unidades de apoyo listas también, aunque una presenta una ligera inestabilidad.

—¿Cuál?

—Numero 0502, al parecer algo perturba al piloto.

—¡Teniente, reaccione de una vez! No es como si fuera la primera vez que sales a combatir ¿o sí?

—No se trata de eso, Señora, estoy bien al respecto. Es solo...

—¡No puedo enviarte afuera si no estoy segura de que servirás para algo! ¡Así que dime de una vez que es lo que está pasando! ¡Deprisa!

El Teniente respiró profundamente para despejar su mente, apartando entonces de sí toda sensación estorbosa e innecesaria.

—¡No es nada, Señora, estoy listo!

—¿Nivel de sincronización de 0502?

—Se estabiliza rápidamente, Mayor, su estado es optimo.

—Procedan a lanzarlos, agrúpenlos tras los edificios del este de la ciudad, prepararemos una emboscada para el enemigo.

Así como fue dicho fue hecho y con mucho sigilo. Cada uno de los Evangelions presentes contaba con entre dos y tres unidades Tipe A asistiéndoles. Sus instrucciones fueron simples: evitar confrontación directa con el ángel y procurar brindar fuego de apoyo en caso de que uno de los Evas requiriera algo de tiempo para recuperarse de cualquier revés posible. De modo que impresionar a la chica siendo todo un héroe estaba completamente fuera de la cuestión; es dura la vida de un chico disciplinado, pero sabía que aquella era la mejor manera y también la más responsable. De cualquier modo, Raiko ni siquiera estaba cubriéndola a ella en esa misión, su misterioso destino era muy diferente.

—¡Misato! ¡Hey, Misato! ¡Ya te dije que no me hace falta ningún dichoso apoyo de los mil demonios! ¿Por qué no les mandas este par de aficionados al tonto de Shinji o a la niña modelo? ¡A mí solo me sirven para atrasarme!

—Azuka, harás como se te ha ordenado y eso es todo. Concéntrate en el blanco.

—¡Diablos! ¡Odio que me obliguen a cargar con los enanos! —Y agregó con su exasperante tono de voz pretencioso— Que no se crean que los voy a estar cuidando, kinders, solo procuren mantenerse fuera de mi camino, perdedores.

Raiko y el otro piloto se habían estado mordiendo la lengua por un buen rato, soportando estoicamente los embates de la afilada y ácida lengua de Asuka, pero un chico tiene sus límites.

—Haremos lo que se nos ha ordenado le guste o no, señorita Asuka. Se nos ordenó brindarle asistencia y eso es lo que haremos; puede contar con nosotros.

Ese rostro, mirándola con esos aires de autoridad, como si ese chiquillo se creyera en serio lo suficientemente grande como para tratarla como a una niña. Estuvo a punto de replicarle con toda la fuerza de una de sus pataletas atómicas, lo que hubiera pasado de no haber sido por aquel rayo de partículas que por poco la parte en dos como lo hizo con el edificio tras el que se estaba cubriendo. Vaya si la rabieta hubiera sido grande, pero tendría que esperar.

—¿Cómo los detectó el ángel tan rápidamente? —Preguntó Misato alarmada.

—El análisis de los patrones de la onda electromagnética que es emitida desde la cabeza del ángel indica que existe la posibilidad de que posea la capacidad de interceptar nuestras comunicaciones.

—¡Diablos! ¡Ya debe saber la posición de todos! Atención todos, Shinji y su grupo abrirán fuego para atraer la atención del ángel mientras que los otros lo rodean disimuladamente. Mantendremos silencio radial hasta nuevo aviso. Tengan cuidado ya que aún no sabemos que otra habilidad posea; trataremos de predecir cuando vaya a disparar de nuevo. ¡Ahora, adelante!

—¡Entendido!

Tras responder al unísono comenzó la pelea. Con todas sus fuerzas Shinji y los dos Tipe A que le acompañaban emprendieron el ataque contra la extraña criatura de apariencia bizarramente humanoide, tratando de cubrir los movimientos de sus compañeros. Sorpresivamente, el ángel los ignoraba por completo, no importándole recibir directamente aquellos disparos debido a su sorprendentemente poderoso escudo AT y en cambio se mantenía enfocado en disparar contra el Eva 02, casi como si tuviera algo personal contra él.

—¡Así que quieres un pedazo de mí, maldito monstruo! —Gritó Asuka en un arranque de furia— ¡Pues no tienes idea del error que has cometido!

Igual que antes lo había hecho aquella vez en contra de Raiko, la exacerbada muchacha se lanzó de frente y osadamente contra el ángel, disparando cual en una película de vaqueros.

—¡Asuka, detente y cúbrete! ¿Estás tratando de hacer que te maten? —Era inútil, no importaba cuan furiosa Misato estuviera, sencillamente no era escuchada y lo peor era que parecía ser contagioso— ¿Qué diablos...?

—¡La unidad 0502 ha soltado su cordón umbilical y a salido a descubierto!

—¡Raiko! ¿Qué demonios pretendes? ¡Bájate de allí ahora mismo!

A lo que se refería era a que el Teniente se había subido a la azotea de uno de los edificios y desde allí, saltando de una a la otra, a toda velocidad seguía al Eva 02 con un propósito desconocido.

—¡Maldita sea, Teniente! ¡Está desobedeciendo una orden directa! ¡Póngase a cubierto inmediatamente, no intente ser un héroe!

—¡No es lo que intento, Señora! ¡Lo siento, pero es que tengo que verlo de cerca!

—¿¡Ver qué? ¡Salgan de allí ahora mismo o será demasiado tarde!

—¡Se registra un incremento de energía alrededor del ángel! ¡Confirmado, se prepara para atacar!

Todos los que presenciaban la escena se encontraban en plena desesperación (con sus obvias excepciones tales como Rey y Gendo Ikari, desde luego). Los ojos del ángel brillaban como dos soles, fijos sobre la figura del Eva 02 mientras este se le aproximaba. Un profundo sentimiento de impotencia se apoderaba tanto de Misato al darse cuenta de que ya no podía detenerlos y de Shinji al ver que sus ataques eran inútiles. No parecía que hubiera nada que pudiera salvar a Asuka, solo nuestro chico podía hacer algo.

—¡NO ES UN ESCUDO AT ORDINARIO! ¡Repito, no es un escudo AT ordinario!

No tenía tiempo de decir más, justo cuando la energía acumulada del ángel alcanzaba el nivel critico, Raiko saltó desde el edificio en el que estaba sobre el Eva 02 con la intención de derribarle dramáticamente antes de que el rayo de partículas los evaporara a ambos. Sinceramente no era lo que quería, tampoco lo que se suponía que hiciera, pero igual iba a tener que hacerla de salvador del día; si tan solo la ingrata de Asuka no lo hubiera atajado en el aire dándole un soberano manotazo e impulsándolo hacia atrás de ella, fuera de su camino, pero desgraciadamente no de el del mortal rayo incandescente. ¡Diablos! Allí estaba justo a punto de morir como un idiota, sin ninguna oportunidad de poder esquivarlo, y todo por causa de su buen corazón.

—¡RAIKO!

Rei entro en acción como salida de la nada, sorprendiendo a todos con un salto de ángel al más puro estilo de la lucha libre mexicana, al mismo tiempo que atrapaba con su brazo derecho a Raiko y sujetaba por el cuello al Eva 02, de modo que los sacó a ambos de la línea de fuego del Ángel justo un segundo antes de que aquel mortal rayo pasara junto a ellos barriendo por entero la calle por la que Asuka se le había abalanzado. Es bueno saber que ella es de las que cumplen su palabra.

—¡Rei! ¿Te encuentras bien?

—Levántate. Nos volverá a atacar.

No había tiempo para ponerse a hacer preguntas ni para desconcertarse por esta nueva reacción indiferente ante la muestra de preocupación de Raiko, ya que en efecto los ojos del Ángel comenzaban a brillar de nuevo y estaban fijos en ellos. Rei y Raiko pudieron haber salido de allí más rápido de no haber sido por el retraso que significaba el tener que arrastrar a Asuka, quien lejos de estar inconsciente, vociferaba montada en cólera intentando arrojarse de nuevo contra el enemigo.

—Desconecten al Eva 02, está haciendo más daño que bien —ordenó tajantemente el Comandante Ikari, como siempre observando la acción desde su puesto en su famosa posición habitual— que la unidad 0502 y el Eva 00 lo saquen del campo de batalla inmediatamente.

—Entendido, procede Maya. Rei y Raiko, hay un riel de recuperación a 500 mts a su derecha, llévenla allí de inmediato.

—¡Entendido! —Ambos respondieron al unísono mientras se disponían a obedecer, tirando del aún activo y pataleando Eva 02 con todas sus fuerzas, lo que quizás no sería lo suficientemente rápido como para que escaparan a tiempo del siguiente ataque, pero digan lo que digan de él, Shinji no los iba a dejar morir así nada más.

—¡Sigan corriendo! ¡Aprovecharé que está descuidado para atacarlo! ¡Aquí voy!

Tras soltar su arma y sacar su cuchilla progresiva con toda la intención de sacarle el corazón a aquel monstruo como ya lo había hecho antes con muchos de sus parientes, Shinji corrió en su dirección hasta que estuvo lo suficientemente cerca como para estar seguro de acertarle al saltarle encima, cosa que pareció iba a tener resultado, pero se estaban olvidando de un pequeño detalle.

—¡Espera, Shinji, no lo ataques de esa manera! —Gritó Raiko alarmando a todos— ¡No es un escudo AT ordinario!

Pero ya era demasiado tarde para el Eva 01, fue una gran sorpresa ver como a medida que iba descendiendo sobre el objetivo, su velocidad se iba disminuyendo drásticamente hasta quedar como congelado en el aire sin poder hacer nada más que flotar como un globo de feria. Una situación bastante desesperante, lo suficiente como para poner a Shinji a gritar como loco.

—¡AAAAAAAH! ¡Maldita sea, muévete! ¡Condenado montón de chatarra, muévete!

—¡El piloto del Eva 01 está entrando en crisis! ¡Su sincronización es peligrosamente inestable, hay riesgo de que pierda el control de nuevo!

—¡Diablos! ¡Corran todos los scanners que tengamos, debemos saber como funciona...! ¡Shinji!

El Ángel había desviado la mirada de sobre sus anteriores objetivos, apuntando ahora hacia el indefenso segundo elegido. Un impacto directo y estaba perdido, solo un milagro podía salvarlo; y hablando de eso.

De pronto Raiko había abandonado a Rei junto con Asuka, ahora inerte, corriendo sin dar explicación alguna hacia donde yacía el cordón umbilical que hasta hacía un par de minutos colgaba de la espalda del Eva 02. ¿Qué rayos se proponía?

—¡Raiko, regresa a tu posición, no hay nada que puedas hacer!

—¡Misato, cuando te diga has que envíen una sobrecarga a través de este cable! ¡Me he dado cuenta de algo!

—¡No digas tonterías y...!

—Hagan lo que él dice.

—¿Señor? —Misato volteó a mirar totalmente sorprendida a Ikari, mientras que este solo seguía mirando las pantallas fijamente y sin preocupación aparente.

—No me haga repetirlo.

Renuente, pero obediente, solo podía hacer una cosa— Entendido, Señor. Prepárense para lanzar la descarga cuando Raiko de la señal ¡Deprisa!

"Ojalá esto funcione" pensaba la Mayor mientras lo veía correr, haciendo todo lo posible por respirar aún cuando su corazón atorado en su cuello no se lo hacía nada fácil. Mientras tanto, Raiko halaba el cable por la calle despejada por el rayo de partículas corriendo a la máxima velocidad que daba su maquina a punto de reventar, haciendo girar el cable por encima de la cabeza de su Tipe A con la aparente intención de arrojárselo a algo, ¿acaso pretendía alcanzar a Shinji con él para halarlo fuera del alcance del rayo? Pero el que hubiera pedido por aquella sobrecarga no hacía que eso tuviera sentido, parecía más lógico que pensara usar el cable como una especie de arma aturdidora contra el Ángel, ¿pero cómo pensaba que aquello podía dar resultado si él había sido el primero en notar que ni las balas podían tocarlo? Nada tenía sentido, pero sin embargo no había nada más que hacer que tener fe en que algo tan loco como eso podía funcionar. De lo loco a lo milagroso, dependiendo del punto de vista, solo hay un paso.

—¡Ahora, Misato! ¡AHORA!

Frenando súbitamente e impulsando el cable hacia el frente con toda la fuerza de su maquina y su espíritu, Raiko dio la señal e inmediatamente la descomunal descarga fluyo por el tenso cable, que al igual que cualquier otro proyectil lanzado contra el Ángel se había congelado en el aire por lo menos 50 metros antes de tocarlo.

—¡No puedo creerlo! —Y vaya si todos los presentes tenían buenas razones para estar tan asombrados como Misato— ¡Las balas que aún flotan alrededor del Ángel están transmitiendo la descarga! ¡Mantengan la potencia todo lo que puedan, está dando resultado!

El inesperado circuito eléctrico funcionaba de manera bastante simple, cual si fuera un rayo natural, la electricidad proveniente del cordón umbilical buscaba la tierra a través del mejor camino posible: primero las balas alrededor del cuerpo del Ángel y luego su cuerpo mismo, pero aunque no era lo suficientemente fuerte para destruirlo, la potente si bien efímera descarga logró de alguna manera disipar su control sobre su segundo campo de fuerza, de modo que ya no pudo controlar la caída del Eva 01, en obvio estado Berzerker. No pasó mucho tiempo más antes de que la muerte del objetivo estuviera segura. Al fin Misato podía volver a respirar tranquila.

—A terminado, desconecten a Shinji y expulsen su cápsula de inmediato. Que todas las unidades activas se dirijan de vuelta a los rieles de recuperación y envíen equipos para rescatar a las que no pueden moverse. Yo por mi parte me retiro. Hay un cierto Teniente que necesita una reprimenda.

Y a propósito de él. Raiko le había exigido un poco de más a su maquina esta vez, recalentándola sin querer y haciéndole un poco difícil moverse. De rodillas frente al cadáver del Ángel y el desfallecido Eva 01, pensaba que quizás lo mejor sería esperar a los equipos de rescate, pero aquella mano que sintió tomando su brazo, ya que aún se encontraba plenamente sincronizado con su Tipe A, y que le levantaba del suelo amistosamente, él no podía confundirla con ninguna otra y desde luego que era ella.

—¿Te encuentras bien?

Contemplo por un par de segundos el rostro dulce aunque inexpresivo de Rei en la pequeña pantalla holográfica frente a él y algo respecto a todo ese momento le causó una gran gracia. No es como si se hubiera echado a reír como un tonto ni nada de eso, pero no podía controlar aquella suave alegría que le daba verla, solo verla.

—Estoy bien, gracias Rei y gracias por salvarme hace un rato.

—...

—Eso imaginé... No importa, solo quiero darte las gracias por cumplir con tu palabra. Yo solo... Me siento feliz ¿Entiendes?

Por toda respuesta Rei lo levantó del suelo, ayudándolo a caminar hasta el riel más cercano con un brazo sobre su hombro y el otro sujetándole el suyo alrededor de su cintura (o más bien la de su Eva, ustedes me entienden).

—Rei, hace rato en la piscina, yo...

—Si no estás demasiado cansando ¿me acompañarías a nadar un rato?

Eso sí que fue una sorpresa, nuestro chico no sabía muy bien que pensar, pero era obvio lo que tenía que decir.

—Desde luego, quizás luego podamos pasar por el estanque de aguas termales para descansar ¿te parece bien?

—De acuerdo.

Esa sensación de no tener idea de lo que estaba haciendo o si de verdad estaba llegando a algo con ella quizás no se le quitaría nunca, pero eso no le importaba para nada. En ese momento todo se sentía tan en su lugar.