CAPITULO 4: CONSPIRACIÓN
Ni Julieta ni los otros chicos de la fundación alcanzaron a escuchar nada de lo ocurrido abajo, por obvias razones.
Julieta había estado leyendo la cubierta de un par de libros que había conseguido en la biblioteca sobre la sordera causada por medicamentos. Vio que Lucas se la pasó ladrando furiosamente hacia la puerta, pero como no podía escucharlo no le fastidiaba.
Cuando se acercó a la ventana para cerrarla, pues comenzaba a entrar el aire frío de la noche, vio a dos chicas desconocidas salir a toda velocidad de la fundación hacia una extraña motocicleta; y luego a la directora y al doctor Salinas, el médico de la fundación, de abordar un auto tras ellas.
La chica se encogió de hombros al ver aquello y se sentó a leer un poco más. No tenía idea de que traerían entre manos esos dos, pero no era su problema. O al menos eso creía ella.
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Aldebarán volvió muy feliz al Santuario. Había tenido un día como pocos. Llegó a su templo tarareando alegremente una canción. Mu y Kiki, quienes lo vieron pasar por el primer templo, se miraron entre ellos, confundidos.
-Vaya, esta vez si que le pegó duro- dijo Mu.
-¿De que habla, maestro?- preguntó Kiki.
-Em... de nada- dijo Mu. Kiki iba a insistir cuando llegó Afrodita a "rescatar" al caballero de Aries.
-Buenas tardes, Mu- dijo el caballero de Piscis- ¿Agata y Lily no han vuelto?-
-No, y ya tardaron bastante- dijo Mu- Lily no tarda tanto en elegir un par de zapatos...-
-Agata sí, te lo aseguro- dijo Afrodita- tal vez por eso se entretienen...-
-Tal vez es eso- dijo Mu.
Como si hubieran sido invocadas, Agata y Lily llegaron. Agata había logrado que el motorino subiera hasta el primer templo. Las dos se quitaron el casco y bajaron del vehículo.
-Bonita hora de llegar, chicas- dijo Afrodita, un poco molesto- y más aún, subieron esa cosa hasta acá...-
-Tuvimos un pequeño problema- dijo Agata- nos estaban persiguiendo...-
-¿Persiguiendo?¿quién?- preguntó Mu, de pronto preocupado.
-Es una larga historia- dijo Agata- que creo que deberían escuchar sentados...-
-Agata, ¿crees que sería prudente decirles...?- preguntó Lily.
-¿Decirnos que?- dijo Mu.
-Yo creo que sí- dijo Agata- y a Alde también. Es algo muy grave-
-¿De qué hablan las dos?- dijeron Mu y Afrodita al mismo tiempo.
-Vamos dentro, y se los explicaremos todo- dijo Agata.
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-Demonios, entraron al Santuario de Atena- dijo la mujer, golpeando fuertemente la portezuela del auto- los caballeros protegen este sitio, no podremos alcanzarlas...-
-Eso sí que son problemas- dijo el médico- tenemos que apresurarnos y pensar en algo pero pronto...-
-Yo tengo una idea- dijo la mujer- nos desharemos del niño para que no tengas que indemnizarlo, y de la chica inteligente de paso...-
-Fue lo que te dije que hiciéramos desde un principio- dijo el hombre, sonriendo maléficamente- después de todo, los padres del niño no saben donde está y estoy seguro de que nadie extrañará a la chica sordomuda...-
-Hay que planear esto con cuidado- dijo la mujer, pensativa.
-Y esta vez, asegurarnos que solo los sordomudos estén cerca cuando lo hagamos- añadió el médico.
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Agata y Lily explicaron a los caballeros lo que habían visto y lo que habían escuchado a escondidas en la fundación Betancourt. Los dos caballeros se quedaron muy sorprendidos.
-Que extraño- dijo Afrodita.
-Estás herida, Lily- dijo Mu al ver los arañazos en sus brazos- deberías ver a Clara...-
-Estoy bien, Mu- dijo Lily- fue solo un pequeño rasguño-
-Lo importante es avisar a Alde pronto- dijo Agata.
-Se molestará con ustedes dos por haberlo seguido- dijo Afrodita.
-No importa- dijo Agata- esa chica puede estar en problemas, y muy graves-
-Afrodita, creo que las chicas tienen razón- dijo Mu- vamos con Alde, creo que está ahora en el templo de Géminis con Saga...-
Las dos chicas se miraron y suspiraron. Esto sí que iba a ser difícil, pero necesario.
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Como había pensado Mu, Aldebarán se encontraba en el templo de Géminis. El bebé de Saga y Clara había encontrado muy simpático al caballero de Tauro, y no paraba de sonreír al verlo. El pequeño Teseo había abierto ya los ojos y éstos eran de color gris azulado, aunque Clara les aseguró que cambiarían de color pronto.
Las chicas llegaron un poco nerviosas, pero le contaron a Aldebarán lo que habían visto y oído en la fundación. El caballero no se molestó, pero se mostró preocupado.
-¿Dicen que ese hombre fue el médico que administró algo a un niño para dejarlo sordo?- dijo Aldebarán. Las dos chicas asintieron- ¿y qué fue lo que le dio?-
-Sonaba como una palabra en italiano- dijo Agata- amica...amika... algo-
-Amikacina- completó Clara, y las dos chicas asintieron.
-¿Puedes decirnos que es eso, amor?- preguntó Saga, quien tenía al pequeño Teseo en brazos y caminaba en círculos por la habitación con la esperanza de que se durmiera.
-Es un antibiótico- dijo Clara- pertenece a un grupo llamado aminoglucósidos. Son antibióticos muy buenos, pero que no deben darse a niños porque en ellos pueden llegar a dañar los oídos y los riñones...-
-Fue lo que ella me dijo- dijo Aldebarán- Julieta dijo que Arturo no solo está sordo, sino que también tiene daño en sus riñones...-
-Exacto- dijo Clara- ¿pudieron escuchar el nombre del médico?-
-No completo- dijo Lily- la mujer lo llamó "César"-
Clara abrió los ojos grandemente.
-César Salinas- dijo Clara- hace un año fue a juicio por eso...- se volvió a Saga- fue el médico que...-
Saga se aclaró la garganta para darle a entender que había comprendido.
-¿Y en que terminó?- preguntó Aldebarán.
-Lo dejaron ir por falta de pruebas- dijo Clara- todos los médicos saben que es pésimo, pero es amigo del secretario de salud, por eso no lo han echado...-
-Deberíamos hacer algo- dijo Aldebarán- digo, un niño no puede oír por su culpa...-
-Eso es precisamente lo que pone en peligro a tu amiga- dijo Mu.
Aldebarán se cruzó de brazos. No le agradaba la idea de quedarse sentado sin hacer nada.
-Vaya que ustedes dos tuvieron una aventura esta noche- dijo Saga, volviéndose a las chicas- ¿y cómo escaparon?-
-Gracias a la magia de Lily- dijo Agata.
-No necesariamente- dijo Lily- Agata también ayudó-
-¿Cómo?- dijo ella.
-¿Recuerdas la planta que atrapó a uno de ellos y los distrajo para que yo pudiera alcanzar mi vara?- dijo Lily, y Agata asintió- me di cuenta de que en ese momento encendiste tu cosmo y la planta te obedeció...-
-¿Encendiste tu cosmo?- dijo Afrodita con una enorme sonrisa.
-No...no recuerdo- dijo Agata- todo fue muy rápido...-
-Me imagino- dijo el caballero de Piscis- pero bueno, ese fue ya un gran progreso...-
-Pero, ¿cómo saben que fui yo?- dijo Agata.
-Porque no solo tienes los poderes de Hades, sino que también tienes el poder de tu madre, Perséfone- dijo Afrodita- a ella obedecen las plantas, como a tu abuela, Deméter...-
-Vaya- murmuró ella, llevándose una mano a la frente- ya tuve suficiente esta noche como para que me vuelvas a marear con mi parentesco divino...-
-Bueno, creo que es hora de que todos vayamos a descansar- dijo Mu- es tarde para solucionar nada. Mañana hablaremos de esto...-
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A la mañana siguiente, como era día libre, Julieta había bajado a la cocina a preparar un pastel de chocolate para los chicos de la fundación. Una vez que lo terminó y los niños olieron el delicioso aroma, se abalanzaron escaleras abajo.
-¿No hay pastel para mí?- preguntó Marco a señas.
-Por supuesto- respondió Julieta. Tomó el cuchillo y partió una rebanada para él.
-Delicioso- dijo Marco una vez que lo probó.
-Gracias- sonrió ella.
-Me estaba preguntando si podrías salir hoy conmigo- le dijo Marco. Julieta sintió un vacío en el estómago.
-Lo lamento- dijo ella- un amigo, un caballero de Atena, vendrá conmigo hoy-
-Oh, que lástima- dijo Marco.
En ese momento sonó el timbre y, al mismo tiempo, brillaron unas luces en la cocina.
-Llegó- dijo ella- voy por mi bolsa. Por favor dile que en seguida bajo...-
-Por supuesto- dijo Marco, y vio como la chica subía escaleras arriba a toda velocidad.
Marco abrió la puerta y se encontró a Aldebarán.
-Buenos días- dijo Marco- ¿puedo ayudarle en algo?-
-Hola, vine a ver a Julieta- dijo el caballero.
-Ah, cierto, eso me dijo- dijo Marco- espero que vuelvan temprano, porque prometió salir conmigo esta noche...ya sabes, es mi novia-
-¿De verdad?- dijo Aldebarán, alzando las cejas.
-Sí, así es- dijo Marco- solo por ella comencé a estudiar el lenguaje manual...-
-¿En serio?- dijo Aldebarán- pues veré que así sea-
-Gracias, es usted muy amable- dijo Marco.
-Hola, Alde- dijo Julieta a señas.
-Hola, Julieta- dijo Aldebarán- ¿ya estás lista?-
-Sí- dijo ella, y miró al caballero- ¿pasó algo?... te ves...extraño-
-No es nada- dijo Aldebarán- ¿nos vamos?-
Ella asintió, y los dos salieron caminando hacia la ciudad. Marco se les quedó viendo con una expresión un tanto miserable. Los celos no habían funcionado, tenía que pensar en otra cosa.
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-Quería hablarte sobre algo importante- dijo Aldebarán- ayer un par de mis amigas entraron a la fundación...-
-¿Y fueron ellas quienes causaron ese alboroto?- escribió Julieta con una sonrisa.
-Sí- dijo Aldebarán- pero hay algo que tienes que saber. Lo de Arturo, sabes que el médico de la fundación fue quien lo dejó sordo, ¿verdad?-
-Sí, lo sé- escribió ella de nuevo- estoy trabajando en ello...-
-Estás en peligro, Julieta- dijo Aldebarán- las dos chicas me dijeron que ese médico y la directora quieren desaparecerte...-
-Tonterías- dijo Julieta en voz alta, y volvió a tomar el papel para escribir- ellos dos nunca harían algo así. Tal vez ellas te mintieron-
-Mis amigas no me mentirían- dijo Aldebarán.
-O se equivocaron- dijo Julieta.
-No lo creo- dijo Aldebarán- ellos las persiguieron... si no tenían nada que ocultar...-
-Ellas no deberían haber entrado a la fundación- dijo Julieta- por eso las siguieron, creyeron que nos habían robado...-
La explicación de Julieta sonaba razonable, pero no estaba seguro del todo.
-No te preocupes, puedo cuidarme sola- continuó escribiendo Julieta- solo quiero que se haga justicia con lo de Arturo...-
-Eso espero- dijo Aldebarán.
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Nahir y Shaka se estaban paseando por el jardín de los Saras cuando la primera se detuvo de golpe por unos segundos, con la mirada perdida.
-¿Qué sucede, Nahir?- preguntó Shaka.
-Algo está a punto de pasar- dijo ella- Shaka, acabo de tener una visión-
-¿A qué te refieres?- preguntó el caballero de Virgo, pues sabía que las visiones sobre el futuro que Nahir tenía solían cumplirse.
-El maestro Shion y el maestro Dohko- dijo Nahir- pesa sobre ellos una amenaza oscura muy antigua...sobre el Santuario y sobre Atena...-
Shaka la miró, pensativo. No estaba muy seguro de qué estaba hablando su chica.
-Cuéntame lo que viste, por favor- dijo Shaka.
-Son varias personas reunidas en la oscuridad, alrededor de un fuego brillante- dijo Nahir- hablan sobre ellos dos... dicen algo sobre la orden de la Oscuridad...-
-¿Y qué más?- preguntó Shaka- ¿puedes ver sus rostros?-
Nahir sacudió la cabeza.
-No, ni siquiera pude verlos a todos- dijo Nahir- sus siluetas son delicadas, pero todos tienen...como alas-
-Esto no puede ser bueno- dijo Shaka- deberíamos ir al Patriarca a contarle lo que me has dicho. Él sabrá que hacer...-
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La tarde pasó sin más novedades. Aldebarán dejó de discutir con Julieta sobre los planes de la directora. Cuando ya estaba a punto de oscurecer, el caballero la acompañó de regreso a la fundación.
-Gracias por todo, Alde- dijo ella con el lenguaje manual, después de todo, el caballero ya había comenzado a entenderlo.
-De nada- respondió él de la misma manera- solo quiero que te cuides de ya sabes quien, menina...-
-No te preocupes- dijo Julieta.
-Julieta, por fin llegaste- dijo Marco, haciendo las señas y hablando en voz alta al mismo tiempo- espero que ya estés lista-
-¿Lista?- preguntó ella- ¿lista para qué?-
-Prometiste salir conmigo, ¿ya lo olvidaste?- dijo Marco, con señas y en voz alta también- pero no, soy tu novio y en vez de salir conmigo sales con un desconocido...-
-¿De qué...?- comenzó a decir Julieta.
-Es mi culpa, lo lamento- dijo Aldebarán, dándoles la espalda- no volverá a ocurrir...-
Julieta no había alcanzado a leer los labios del caballero, pero se imaginaba lo que había dicho.
-Esto...no...es...cierto...- dijo Julieta, tratando con todas sus fuerzas de que la voz le saliera- ¡mírame, Alde!-
Aldebarán se volvió hacia ella tristemente.
-Espero que tengas una buena noche con tu novio- dijo Aldebarán- ya no te molestaré...-
Julieta trató de decir algo, pero Aldebarán volvió a darle la espalda y se fue.
-Que fraude ese sujeto,¿no?- dijo Marco con una sonrisa. Julieta le lanzó una mirada de hielo y subió a su habitación. Marco trató de seguirla pero lo único que se encontró fue la puerta en su cara.
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Esa tarde, en la oficina de la directora, se reunieron de nuevo los dos conspiradores.
-El guardián se ha ido gracias a Marco- dijo la mujer- dijo que era un caballero de Atena... busquemos al niño y a la chica, y nos desharemos de ellos de una vez-
-Mi placer- dijo el doctor, levantando el teléfono- yo llamo a los que harán el trabajo...-
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CONTINUARÁ...
La palabra amica significa "amiga" en italiano. La palabra menina significa "niña" en portugués. El capi pasado olvidé poner que la rubéola congénita se produce cuando se contagia a una mujer embarazada de rubéola. Puede causar desde problemas mínimos hasta sordera, ceguera, retraso mental, problemas del sistema nervioso o hasta la muerte de la mamá y el bebé. Se recomienda que toda mujer que quiera embarazarse se vacune contra la rubéola 6 meses antes para prevenirla. Creo que ya es todo.
Gracias por seguir leyendo, y por sus reviews.
Abby L. / Nona