La mujer que no soñé

Autor: Santos J. Black

No soy dueña de nada, Harry Potter pertenece a J.K Rowling y el título a una canción de Eduardo Capetillo que la escuche cantada por Ricardo Arjona

Gracias a Sailor Alluminem Sirenpor corregirme de quien la cantaba originalmente...muchas gracias!


Nunca esperé terminar aquí, nunca ni en mi más raro sueño pensé que llegaría a estar aquí. Toda la vida la pasé pensando en que llegaría a ser un gran mago, que llegaría a vivir a las expectativas de todas las personas que me rodeaban.

Y lo peor es que por poco lo logro, sino hubiera sido por esta persona a mi lado hubiera llegado a ser el mago oscuro que todo mundo esperaba que llegara a ser, lo peor…hubiera sido como mi padre.

Mi padre, el simple pensamiento me hace pasar las manos por mi cabello rubio y suspirar. ¿Cuántas veces no le pedí que me enseñara para poder ser como él? Ahora me arrepiento, pero lo acepto. Lo acepto porque era muy pequeño, era inmaduro, era un niño y no sabía lo que hacía.

Cada día le pido perdón por eso y ella sólo sonríe y me besa como diciendo 'eres un tonto, no necesitas pedirme perdón'. Sólo una vez me lo ha dicho, aquel día en el que ya no pude más y caí de rodillas en frente de ella a llorar. Recuerdo que sus pequeñas manos comenzaron a pasar por mi cabello mientras yo me intentaba esconder en su vientre.

Ese fue el momento en el que supe que la amaba, fue el momento que todo cambió.

Yo había venido a reclutar a aquellos que deseaban seguirlo, ella estaba aquí intentado llegar a los viejos libros de la biblioteca. Nos encontramos en el pasillo, nos miramos fijamente y lentamente su varita comenzó a levantarse. Yo no podía moverme, estaba impactado por su belleza, por su tristeza, por su orgullo y coraje. No le di oportunidad de moverse, en menos de lo que ambos reaccionamos las lágrimas comenzaron a caer y yo me deje caer a sus pies.

Ahora ella me cuenta que lo único que lograba entender era 'Perdón, perdóname por favor'. Ese fue el momento en el que mi vida dio un giro de ciento ochenta grados. Nunca pensé que su cabello castaño y su intelecto serían lo que me acompañaría durante el resto de mi vida. Nunca pensé que sus ojos cafés y su forma de mandar serían lo que me salvaría, lo que salvaría mi alma.

La escucho suspirar mientras duerme y me hace sonreír. Cierto, aún nos faltan muchas por superar. Aún estamos a mitad de una guerra, sus amigos no creen en mí, tengo que ganar su confianza y al mismo tiempo mantenerme tanto a mí como a ella vivos.

Pero aunque ella es la mujer que no soñé, aunque ella es todo lo contrario con su fuerte carácter y su sangre impura. Aunque su cabello incontrolable y su forma de mandar nunca fueron los rasgos que hubiera soñado en la mujer de mi vida…nunca había logrado ser tan feliz.


Se me vino esto después de escuchar la canción "La mujer que no soñé" versión de Arjona (que es mi nueva canción favorita)…