LA GUERRA SANTA

CAPITULO II

"AZRAEL EL ANGEL DE LA MUERTE'

Esa misma noche, Azrael fue a la casa del anciano y le dijo: Yo soy el Ángel Azrael y he venido por tu alma para ser juzgada por tus acciones en vida, solo debes tomar mi mano – al escuchar esto, el anciano estiro su brazo y tomo la mano del ángel, y sintió como su alma abandonaba su cuerpo, al ver hacia atrás, miro su cuerpo yaciendo en el suelo, ya sin vida – muy bien anciano ahora vamonos al lugar donde serás juzgado – y donde es eso mi señor – es mas allá del sol- le contesto el ángel y el anciano pregunto – pero mi señor ¿Cómo voy allegar hasta allá, yo no tengo alas como usted? – eso no es problema- contesto el ángel solo debes tomarte de mi hombro y yo te llevare, ahora vamonos – dijo el ángel, y el anciano contesto –disculpe mi señor, pero me preguntaba si seria posible que me dejara despedirme de mi familia- ¿para qué?- pregunto el ángel, a lo que el anciano contesto –solo quiero decirles que no se sientan tristes por que yo no estaré aquí- Muy bien solo por ser el primero de los tuyos en morir lo permitiré, pero se breve- Gracias, respondió el anciano y se dirigió hacia donde yacía dormida su esposa, se sentó a su lado la miro fijamente y le acaricio suavemente una mejilla, la arropo, le dio un beso en la frente y abandono el cuarto para después ir a despedirse de sus hijos. Azrael sintió curiosidad al ver al anciano y a su mujer sollozando, ya que el creía que los humanos solo lloraban cuando sufrían de algún dolor físico, por lo que decidió seguirlo para ver la reacción de los hijos, la cual, para su sorpresa fue la misma. Tras haberse despedido de toda su familia, el anciano regreso con Azrael y le dijo –estoy listo mi señor- Muy bien anciano, entonces vamonos, pero antes tengo una pregunta ¿Por qué lloran?- a lo que el anciano contesto –no lo se con certeza, pues no solo el dolor físico nos hace llorar, también lloramos cuando algo nos duele por dentro. -¿Quieres decir que te duele un órgano interno?- Al escuchar esto el anciano sonrió y le dijo –A pesar de ser un ángel ¿no lo sabes, no te sabría explicar la razón del por que lloramos, simplemente lo hacemos, ya sea por que estamos tristes, o incluso lloramos de felicidad, solo Dios sabe el verdadero motivo- Al ver la cara de completa confusión, el anciano solo se limito a sonreír, con lo cual Azrael pregunto -¿Por qué ha cambiado la expresión de tu rostro anciano? Ya no te vez triste. –Por que al ver la expresión de tu rostro me hiciste recordar que alguna vez mis hijos tuvieron esa misma mirada de intensa curiosidad. Además se que el despedirme de mi familia, no será para siempre, pues algún día volveré a verlos, cuando vengas por ellos al igual que lo hiciste conmigo.- A lo que Azrael contesto –No estés tan seguro, pues aun no eres juzgado, y aun si entras al "REINO" ellos no han sido juzgados- lo se, pero tengo la esperanza de que al menos ellos lograran entrar, pues han sido buenas personas, seguidoras de las leyes de Dios. –Muy bien anciano, ya es hora de irnos.- El anciano asintió con la cabeza, se sujeto al hombro del ángel y en un instante desaparecieron.