CAPITULO V

GIGANTES SOBRE LA TIERRA

Los Ángeles que habían "bajado" a la Tierra empezaron a tomar todo a la fuerza pues sabían que no había fuerza en la Tierra que se pudiera oponer a ellos. Así que tomaron las ciudades y se declararon Dioses sobre la Tierra. Mataban cuanto hombre se les opusiera y tomaban a las mujeres para si mismos. Al enterarse de esto, Dios mando llamar al "Arcángel", un ángel muy especial, pues era un guerrero mucho mas superior y poderoso que los Ángeles guardianes; se dice que su poder era tal que podía partir la Tierra por la mitad de un solo golpe. Poco tiempo se abrió la puerta del cuarto del trono de Dios, y por ella entro un hombre bastante alto, su piel era blanca, su físico era perfecto, su rostro no era visible pues llevaba una mascara plateada que no dejaba ver su rostro, pero lo que mas sobresalía de su apariencia era el color de su cabello, el cual era negro, y no por el color en si, sino que solo Azrael era el único que tenia de un color diferente a los demás Ángeles de Dios. Al ir avanzando hacia Dios, se podía sentir una presencia imponente, que incluso Dios se sentía impresionado por el increíble poder que aquel ser poseía. Al llegar al trono, este se poso en una de sus rodillas y pregunto -¿que es lo que mi señor necesita de este humilde servidor?- A lo que Dios le contesto –Te voy a enviar a la Tierra y harás justicia para los humanos que no han sido corrompidos, también derrotaras a los Ángeles que decidieron traicionarme y los traerás ante mi, pues serán castigados por mi propia mano -como usted ordene mi señor –antes de irte te voy a dar algo para que lo uses- y frente al arcángel se apareció una armadura de cristal –esta armadura es tan poderosa que solo puede ser destruida por mi. Junto con ella llevaras esta espada y este escudo- al ver esto el arcángel se puso la armadura, inmediatamente le agradeció a Dios el presente y dijo –estoy seguro que con este regalo seré invencible- hizo una reverencia y se retiro. Al salir del cuarto del trono se encontró con Azrael quien le dijo -Ha pasado mucho tiempo anciano- el arcángel era Gabriel a quien se le había dado un cuerpo nuevo con el propósito de dirigir a los ejércitos del cielo, en el caso de que Lucifer decidiera atacarlos algún día. –Veo que sigues sin comprender porque lloramos no es así Azrael -después de siglos, empiezo a comprender, pero los humanos son muy complejos.