Disclaimer¿de verdad creéis que si todo esto hubiera salido de imaginación estaría yo aquí, escribiendo por amor al arte? Pues no, pero como nada es mío, me aguanto. Bueno, los merodeadores son patrimonio de la humanidad, pero como los creó Rowling hay que reconocerle el mérito a la mujer.
Pues aquí estamos con un nuevo capi. Un poco tarde, pero lo que cuenta es la intención. Pero antes, hay que contestar a los reviews así que allá vamos:
Ginny84: me alegra que te guste el fict y sí, ya sé que soy un desastre actualizando. A ver si en verano me pongo las pilas y actualizo más seguido. Besitos.
Yare: muchísimas gracias por tus ánimos y espero que los próximos capis te gusten tanto o más como los anteriores. Un abrazo guapetona.
Chinchina: jeje¿quién sabe si Lily y James se darán cuenta de lo que sienten? Por lo menos te aseguro que van a tener que pasar muchas cosas antes de que eso suceda, si es que sucede claro XD. En fin, que me alegra que te guste la historia y a ver qué te parece este capi. Un besote.
kenipotter: que bien que te guste el fict ). Bueno, a ver si los siguientes capis también son de tu agrado. Un beso.
AnnaTB: claro que me acuerdo de ti ) Que bien que te hayas decidido a leer otro fict mío y la verdad es que a mí me gusta mucho más la pareja Lily/James, pero me dio un ataque de locura y decidí meter a Sirius por el medio. A ver cómo me sale al final. Eeh¿cómo es eso de que Brad Pitt es tu novio? No, no, no, Brad es ssssoloooo míío… pero bueno, para que veas que en el fondo soy un alma caritativa, lo compartiré contigo XD. Aaaahh, yo sobre el futuro de Sirius y Liz no pienso decir ni una palabra, jeje. Un besazo y disfruta con el capi.
Y ahora sí, sin más palabrerías, os dejo que leías en paz el capítulo 4 de este fic. Que lo disfrutéis.
Capítulo 4. Lily la celestina
Durante toda la semana, Lily no había parado de pensar en quién sería el candidato perfecto para tener una cita con su amiga Liz. Había buscado en Gryffindor, en Hufflepuff, en Ravenclaw e incluso en Slytherin, pero por más que lo pensaba no se le ocurría quién podría ser el chico perfecto para su amiga. Tenía que ser alguien atrevido, divertido, inteligente… y guapo, por supuesto. Pero cada vez que pensaba en esas cualidades, la imagen de Sirius se le venía a la cabeza. Y precisamente el candidato menos adecuado para Liz era Sirius.
De repente, mientras terminaba un trabajo de Pociones en la Biblioteca, la pelirroja cayó en la cuenta de que tenía la solución perfecta a su problema al alcance de la mano: James era el chico ideal para Liz. Además sabía que su amigo estaba con ella en eso, por lo que estaba segura de que aceptaría.
Con estos pensamientos, Lily se levantó de golpe de su silla, guardó todas sus cosas apresuradamente y salió de la biblioteca casi a la carrera, recibiendo algún que otro reproche por parte de Madam Pince, la bibliotecaria.
Por el camino a la sala común, Lily se encontró con los mojados miembros del equipo de Quidditch de Ravenclaw, que seguramente venían de una dura sesión de entrenamiento, señal inequívoca de que acababan de empezar Noviembre. Con el inicio de ese mes, comenzaba la liguilla interna de Quidditch del colegio y los entrenamientos se hacían aún más duros. Y si no que se lo dijeran al equipo de Gryffindor, que James (que ocupaba el puesto de capitán) les hacía preparar cada partido como si fuera una final.
En poco tiempo Lily ya se encontraba en la sala común y tuvo suerte, ya que James se encontraba en un sillón hablando tranquilamente con Sirius.
'¡Hola chicos! – saludó con alegría la pelirroja.
'Hola Lily – saludó Sirius con una sonrisa.
'¿Qué quieres pelirroja? – preguntó James perspicazmente.
Lily tan solo empujó a James y se sentó en el sillón que había estado ocupando su amigo. Luego se dedicó a mirar a James mal.
'¿Cómo que qué quiero? – dijo finalmente ella enfadada. O por lo menos simulando estar enfadada - ¿No puedo venir a saludarte simplemente?
'No – fue la respuesta rotunda de James.
'Esto se pone interesante – murmuró Sirius para sí mismo a la vez que se frotaba las manos y se acomodaba en la butaca.
Se avecinaba una discusión y Sirius lo sabía perfectamente. Pocas eran las veces en las que James y Lily discutían en serio, pero cuando lo hacían, realmente era un espectáculo digno de ver.
'Pues mira tú por dónde venía a saludarte – llevó la contraria Lily – Yo solo me preocupo por mis amigos¿y tú me lo pagas así?
'Lily, perdona que te diga pero te conozco como si te hubiera parido. Cuando vienes con esa sonrisa zalamera significa que quieres pedirme algo – aseguró el merodeador.
A James casi se le escapa que esa era la sonrisa que llevaba Lily el día que le pidió que la ayudara con el tema de Sirius, pero por suerte se calló justo a tiempo.
'Pero… - intentó replicar Lily.
'Ni peros ni nada – cortó James la discusión, arruinándole el espectáculo a su amigo - ¿Qué quieres?
Lily resopló resignada, odiaba cuando James tenía la razón.
'¿Podrías tener una cita con Liz? – pidió ella con su mejor sonrisa.
'¿Con Liz? – gritó Sirius metiéndose en la conversación – Imposible. Con Liz no. No voy a dejar que este casanova le rom…
'¡Calla! – exclamaron los otros dos a coro.
Sirius cerró la boca obedientemente y se encogió en su asiento asustado. A veces la compenetración tan compenetrada de James y Lily le daba miedo.
'Entonces… ¿qué dices?
James pareció meditarlo durante varios segundos, pero desde que su amiga había formulado la petición el moreno tenía su respuesta clara.
'No – contestó el finalmente.
'¿No? – se desilusionó Lily. Pero ella no se iba a rendir fácilmente - ¿Cómo que no? Tú sales con Liz y punto en boca.
'No – repitió James inflexible.
La joven miro a Sirius como buscando ayuda, pero el moreno malinterpretó el gesto y dijo:
'A mí no me mires. Yo soy un alma libre.
Con un suspiro de desesperación por el comentario de Sirius, Lily se puso a pensar en una forma para convencer a James. Al ver que por la fuerza James no iba a acceder a lo que le había pedido, la pelirroja decidió utilizar otro de sus múltiples métodos. Necesitaba que James aceptara a tener una cita con Liz como fuera.
'Andaaaa James – dijo Lily haciéndole mimos – Porfaaaaaa, que soy tu mejor amiga. Además, Liz es una chica guapa, inteligente, divertida… la chica ideal para ti.
'No – se negó el moreno por tercera vez.
'Eso James – apoyó Sirius que no estaba muy contento con la posibilidad de que James saliera con su prima – Mantente firme.
'¿Quieres callarte? – le fulminó Lily con la mirada, olvidándose por unos instantes de que Sirius era el amor de su vida. En esos momentos lo único que le interesaba era que James quedara con Liz y si para conseguirlo tenía que portarse mal con el amor de su vida, pues lo hacía y punto.
'Vale, vale – aceptó el joven – Vaya genio.
Lily quitó sus ojos verde esmeralda de encima del moreno para posarlos sobre el otro moreno.
'Por lo menos dime porqué no quieres tener una cita con ella.
'Porque estoy en un periodo de abstinencia – explicó su amigo - y de reflexión… espiritual. Sí, eso es. De reflexión espiritual.
'James, por favor, deja de decir paridas y dime la verdad – pidió Lily con escepticismo.
'¡Es la verdad! – se defendió él.
'Prongs, tío, di la verdad – apoyó Sirius a la pelirroja, por lo que ella le dedicó una bonita sonrisa. Y Sirius se la devolvió. Y como Lily no quería quedar mal con el amor de su vida, aumentó más su ya de por sí gran sonrisa. Y Sirius, para no ser menos delante una chica, pues volvió a sonreír mostrando su perfecta dentadura. Y Lily… esto es muy repetitivo.
'Os estoy diciendo la verdad – aseguró James por segunda vez – He estado pensando… sí, pensando – se reafirmó al ver las miradas socarronas de los otros dos – y he tomado la decisión de que no quiero más chicas por unos meses.
'De acuerdo – se dio por vencida la pelirroja – Me voy a buscar a algún inocente que quiera salir con Liz.
'¡Si no lo encuentras mejor! – gritó Sirius cuando la joven se alejaba. Luego volvió la vista hacia su amigo y con una sonrisa burlona le preguntó – Eso de que no quieres más chicas por unos meses no incluye a la pelirroja¿verdad, Prongs?
James no dijo nada, tan solo se rió, como siempre hacía cuando le mencionaban ese tema. Primero Remus, y ahora otra vez Sirius andaba dándole vueltas a la absurda posibilidad de que Lily y él iban a terminar juntos. Cuanto más pensaba en esa posibilidad, más absurda le parecía. Para no tener que discutir por enésima vez sobre el asunto, que ya le resultaba cansino, James decidió que ya era hora de cambiar de tema radicalmente.
'¿Por qué no querías que saliera con Liz? Solo era una cita.
Esta vez le tocó a Sirius sentirse incómodo ante la pregunta de su amigo.
'Es mi prima. Solo me preocupo por ella – explicó Sirius quitándole importancia al asunto.
'¿Te gusta Liz? – aventuró James mirando a su amigo por encima de las gafas, lo cual le daba un aspecto más serio.
'Es guapa – evadió el otro.
'¿Te gusta?
'James, no me hagas esas preguntas – pidió Sirius – Soy joven, no tengo que pensar… ¿qué más da si me gusta o no?
'Te gusta – afirmó James dándolo por hecho. Sirius ni lo afirmó ni lo negó – Pero es tu prima.
'Segunda – especificó el joven levantándose y dirigiéndose a la habitación, seguido por James que le enumeraba las razones por las que Liz no le debía gustar.
Entre tanto ajetreo, los dos chicos no se dieron cuenta de que instantes antes, un joven que se asemejaba mucho a un roedor y al que los dos conocían muy bien, se había escapado de la sala común detrás de Lily, oculto bajo la capa invisible de James para llevar a cabo su plan "seguimiento 24 horas", tal y como el propio chico lo había bautizado.
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En cuanto Lily había salido de la torre de Gryffindor, se había dirigido hacia los terrenos del colegio. En los jardines abundaban los chicos, seguro que allí encontraba al candidato ideal para tener una cita con Liz. Pero a la pelirroja no le hizo falta pisar el césped y congelarse por el frío que hacía fuera, ya que al bajar por las escaleras que llevaban al gran vestíbulo de Hogwarts, la chica visualizó inmediatamente a su víctima: Amos Diggory.
Aunque Liz ya le había advertido que ella con Diggory no salía ni loca, Lily decidió intentarlo. Se acercó al Huppie, que cursaba su mismo curso, y le saludó:
'Amos – el chico se dio la vuelta rápidamente y sonrió a la chica que le saludaba - ¿Qué tal?
'Muy bien. Y más ahora que estás aquí – contestó Diggory mirando apreciativamente a la pelirroja que tenía delante.
Lily sonrió falsamente. Amos era uno de los pocos chicos de 7º que no le había pedido salir, y ella agradecía a los dioses por ello ya que no había conocido a tío más pesado en su vida. De todas formas ese comportamiento adulador era de lo más normal en Diggory, que si se le ponía a tiro, intentaba ligar hasta con McGonagall.
'Verás Amos, es que tengo un problema y me preguntaba si me podrías ayudar – explicó Lily yendo directa al grano.
'Por ti haría cualquier cosa – aseguró el Huppie sin borrar la sonrisa de su cara y sentándose en uno de los escalones. Lily le imitó.
'Es que mi amiga Liz… ¿la conoces?
'Sí, claro. Es la prima de Black¿no? Muy guapa, por cierto.
'Bueno, pues Liz últimamente está muy decaída – prosiguió la pelirroja – No sé, no quiere salir con nadie, no hace nada divertido, se pasa horas y horas encerrada en el dormitorio… yo creo que la mejor solución es que salga con un chico.
'No me digas más – interrumpió Diggory con alegría - ¿A que has pensado en mí para tener una cita con Liz?
'¡Exacto!
'Estaría encantado. Además… ¿te puedo confesar una cosa, Lily? – preguntó el joven bajando el volumen de la voz de manera radical y juntando su cabeza con la de Lily.
'Por supuesto – invitó la Gryffi.
'Estoy enamorado de Liz desde los once años.
'¡Perfecto! – exclamó Lily alzando el volumen de la voz y separándose de Diggory – Ya lo verás, seguro que Liz cae en tus redes.
'¿Tú crees? – preguntó Diggory esperanzado – Mira que estoy enamorado hasta las trancas…
'Tranquilo, todo saldrá de maravilla. ¡Muchas gracias!
Liz se fue por donde había venido más feliz que un regaliz. Ya tenía un problema menos. Con Liz en una cita y fuera de órbita, tenía el camino libre hacia Sirius. Ay, la de cosas que tenía que hacer una chica por amor.
Mientras, agazapado en una esquina (detalle innecesario ya que una capa invisible le cubría), Peter había observado atentamente la escena. No había podido oír de qué hablaban Lily y Diggory, pero una cosa estaba clara: la pelirroja engañaba a su novio, ese tal Brad Pitt, con Diggory. Qué fuerte.
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'¿De dónde vienes? – preguntó Liz en cuanto Lily llegó a la habitación.
'De… concretar unas cosas – contestó Lily dejándose caer sobre la primera cama que pilló.
'¡Eh! – exclamó Anne al salir del baño y ver que la pelirroja se había desparramado sobre su siempre ordenada cama - ¡Esa es mi cama!
'Lo siento.
Lily se levantó, estiró un poco el edredón que había arrugado y se tumbó esta vez en su propia cama.
'¿Qué has estado haciendo? – se interesó Anne sentándose ella también al lado de Liz.
'Concretar unas cosas – repitió Lily.
'¿Qué cosas? – preguntó Liz preocupada. No sabía porqué, pero temía que esas cosas tenían que ver con ella.
'Tu cita para mañana con Amos Diggory.
'¿Qué? – se asombró la morena – Ah, no, no, no. Ya te dije el otro día que ni hablar de Amos Diggory. Es estúpido, arrogante, gilipollas…
'Y está enamorado de ti desde los once años – completó Lily con una sonrisa tierna y burlona a la vez.
'¿Diggory está enamorado de Liz? – repitió Anne a duras penas aguantando la risa. Luego miró a Liz y poniéndole una mano en el hombro, dijo – Te compadezco.
'Una razón más para no ir a la cita. No quiero darle falsas esperanzas.
Liz se cruzó de brazos, como dando por finalizada la discusión. Pero como la pelirroja no era de las que se rendían fácilmente, miró Anne suplicante pidiendo refuerzos. Su amiga no se hizo se rogar y ella también intentó convencer a Liz.
'Salir un poco con chicos no te vendría mal – aconsejó la castaña en su papel de amiga comprensiva – Hace mucho que no quedas con nadie y seguro que te diviertes.
'¿Con Diggory? – preguntó Liz con escepticismo – La palabra "divertirse" no entra en el vocabulario de Diggory, es lo más aburrido que he visto en mi vida. Además…
'No importa que estés prometida con Malfoy – se adelantó Lily adivinando los pensamientos de su amiga – Es un matrimonio simbólico.
'Pero…
'No debes resignarte. Sé rebelde… ¿qué estás prometida con Malfoy? Pues sal con la mayor cantidad de chicos posible. Pero sobre todo no te resignes – la increpó Anne sabiendo que como buena Gryffi que Liz era, ese era el mejor método para convencerla – Además, mírame a mí. El chico que me gusta está saliendo con una chica pero yo no me resigno.
'Hablando del lobito¿qué tal lo llevas? – preguntó Liz con curiosidad cambiando de tema hábilmente, pero aún así sopesando lo que le acababa de decir su amiga.
En ese momento, en la apacible cara de Anne se dibujó una pícara sonrisa. Estaba claro que su plan estaba funcionando a las mil maravillas y que pronto tendría a Remus a sus pies.
'De maravilla – aseguró la joven – Ha intentado besarme dos veces.
'¿Dos veces? – se asombró Lily sin poder creérselo. Remus siempre le había parecido el más calmadito de los merodeadores.
Anne asintió, sin poder ocultar su satisfacción.
'¿Y qué piensas hacer ahora?
'Seguir con lo que tengo pensado – contestó Anne encogiéndose de hombros.
'Ah no, no. De eso nada – intervino Lily – Si te ha intentado besar dos veces está claro que ya le tienes a tus pies. Tírate. Sé directa. Es lo mejor que se puede hacer en estos casos.
'Pero…
'¡Mira quién fue hablar! – exclamó Liz con una sonrisa burlona interrumpiendo la respuesta de Anne – Te recuerdo que tú llevas un mes detrás de Sirius. Y no te has tirado. No has sido nada directa.
'Mi caso es diferente.
'No es diferente – la llevó la contraria la morena. Luego se dirigió a su otra amiga y dijo – A Lily ni caso, que en el terreno amoroso todavía está muy verde. Creo que lo mejor es que sigas con lo que habías planeado.
'¿Tú crees?
'Sí, es lo mejor y además lo estás haciendo muy bien. Dentro de poco conseguirás que se arrepienta del todo y le tendrás a tus pies – aseguró Liz con una sonrisa.
'De acuerdo – aceptó Anne sonriendo también.
'Entonces¿qué me dices de la cita, Liz? – esta vez fue la pelirroja la que cambió de tema radicalmente; no la gustaba nada verse desplazada en las conversaciones.
'Iré – aceptó la chica finalmente levantándose y dirigiéndose al baño – Pero no quiero ni una palabra más sobre este tema hasta mañana¿entendido?
Lily y Anne asintieron obedientes, pero en cuanto su amiga desapareció tras la puerta del baño, las dos chicas chocaron la mano en señal de triunfo.
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Aunque finalmente Liz había aceptado a acudir a la cita con Diggory, lo había hecho al regañadientes y eso se notaba. El día siguiente, se había comenzado a arreglar tan solo veinte minutos de la hora acordada y estaba claro que no le estaba poniendo mucho empeño. Se había vestido con los vaqueros más desgastados y viejos que tenía, un jersey verde botella de cuello alto que encontró en el fondo del armario y el pelo tan solo se lo había recogido en una simple cola de caballo. Cuanto mas sencilla fuera, mejor; no quería que Diggory se hiciera ilusiones. En cuanto salió del baño, ya vestida y peinada, Lily y Anne la miraron mal pero no dijeron nada, bastante habían hecho con conseguir que Liz fuera a la cita.
Liz bajó las escaleras corriendo hasta la sala común, pero al llegar allí se encontró con Sirius, Remus y James que le cortaban el paso.
'¿Dónde vas? – preguntó Sirius. Temía que al final Lily hubiera encontrado un alma inocente a la que engañar y que su prima tuviera una cita.
'Cita con Diggory – contestó ella simplemente escabulléndose por un hueco que había entre Remus y James.
'¿Con el cabrón retrasado de Diggory? – se extrañó el moreno dándose la vuelta bruscamente - ¿No ves que es imbécil?
Ella se paró y se encogió de hombros.
'Cosas de Lily – replicó alejándose de ellos.
'Voy a tener que hablar seriamente con tu pelirroja – dijo Sirius mirando a James en cuanto la chica desapareció por el retrato de la dama gorda.
Liz se dirigió al lugar donde había quedado prometiéndose a sí misma que haría todo lo posible para que la cita no fuera un desastre. El problema es que en cuanto vio a Diggory el pie de la escalera del vestíbulo, con un ramo de rosas en la mano y con una sonrisa deslumbrante en la cara, se dio cuenta de que la cita iba a resultar un completo desastre. Y no solo porque, de manera inconsciente, seguía pensando que no debería estar allí dándole falsas esperanzas al Huppie, si no porque Diggory era un poco… ¿cómo decirlo finamente?... gilipollas. Además de pedante, creído, idiota y, como Sirius había dicho, cabrón retrasado.
'Hola – saludó ella intentando aparentar alegría.
El chico casi ni saludó, si no que en seguida se lanzó a besar a Liz como si la vida le fuera en ello. Pero la chica consiguió salvar es obstáculo disimuladamente pisándole el pie.
'¡Au! – exclamó Diggory haciendo un gesto de dolor y llevándose la mano al pie.
'Uy, lo siento – se disculpó Liz con una sonrisa tan falsa como encantadora - ¿Te he hecho daño?
'N… no, no – mintió su acompañante.
Liz sonrió para sus adentro¿cómo no iba a hacerle si le había pisado con toda su fuerza, que no era poca? Decidió pasar el hecho por alto; si Diggory quería hacerse el machito ella no le iba a quitar la ilusión.
'Buenoooo… ¿qué vamos a hacer?
'Es una sorpresa – aseguró el Huppie tomándola de la mano y sacándola rápidamente del castillo.
Atravesaron corriendo los terrenos de Hogwarts hasta que llegaron a la explanada de los invernaderos. Una vez allí, entraron sigilosamente en el invernadero 4, uno de los más peligrosos de todos.
'¿No crees que esto es un poco… arriesgado? – preguntó la morena mirando con cautela la multitud de plantas carnívoras que había a su alrededor. Allí había más colmillos que en una jaula llena de leones.
'No – contestó Diggory con un ademán despreocupado – Si hace falta, yo te salvaré de cualquier peligro – aseguró adoptando una actitud de héroe de cómic.
Pero de repente, el chico dio un salto brusco y apartó de un manotazo una pequeña planta que pretendía darle un mordisco.
'¡AAAAAAAHHHH! – gritó él como una nenaza, a la vez que se escondía detrás de Liz - ¡SÁLVAMEEEEE¡NO QUIERO MORIR!
La chica suspiró sonoramente; al final iba a ser ella la que tuviera que interpretar el papel de heroína. Luego acarició suavemente la planta y susurró:
'No pasa nada¿ves? Tan solo quería jugar contigo.
'¿Jugar conmigo¿JUGAR CONMIGO? – repitió Diggory totalmente histérico – Esa planta es una asesina en potencia que quería descuartizarme para luego esparcir mis pedacitos por el lago y que se los comiera el calamar gigante. Qué desgracia, acabar mis días en el estómago de un cefalópodo estreñido.
'Si tú lo dices… - concedió Liz armándose de paciencia - ¿Y la sorpresa que habías preparado?
'Ah… sí – recordó el joven recobrando la compostura y su radiante sonrisa.
Con un suave movimiento de varita, varias velas se iluminaron y en el centro del invernadero apareció una especie de picnic.
La verdad es que el chico se lo ha currado, pensó Liz mientras admiraba la escena que tenía ante sus ojos, tan romántica, tan…iluminada. Pero aunque el chico se lo había currado, la cita resultó de lo más aburrido. Al final de la noche, Liz llegó a la conclusión de que se lo habría pasado mejor observando el ritual de apareamiento de las mantis religiosas que allí, escuchando la maravillosa vida de Diggory y evitando cada dos por tres que el chico se la lanzara encima con intenciones nada honestas.
El caso es que la Griffy intentó escapar de allí lo más rápido posible y lo consiguió, utilizando la típica excusa de que le dolía la cabeza. En cuanto llegó a la torre de Gryffindor, pensó que iba a tener unas cuantas palabritas con Lily. Y con Anne también, que había colaborado.
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Después de la reprimenda que les echó Liz a Anne y a ella, Lily se sentía culpable. Pero solo un poco. Sabía que había el 99,9 por ciento de posibilidades de que la cita con Diggory fuera un completo desastre, pero por intentarlo no pasaba nada¿verdad? Pues por lo visto Liz no lo veía así.
Lily volvía a caminar por los pasillos de Hogwarts en busca de otra víctima inocente, pero esta vez le estaba resultando más difícil encontrar al hombre perfecto para Liz. Además estaba el hecho de que esta vez tendría que encontrar a alguien convincente de verdad, porque sabía que su amiga no sería tan fácil de convencer de nuevo. Pero ella necesitaba a Liz fuera de órbita… si tan solo pudiera conseguirle un novio. Una cita estaba bien, pero un novio sería lo ideal.
Y de repente, al doblar una esquina, Lily lo vio. Era simplemente perfecto¿cómo no había pensado en él antes? Alto, moreno, de piel tostada y con unos rasgos perfectos acentuados por sus cautivadores ojos verdes. El problema es que el chico era un Slyherin de los pies a la cabeza pero¿a quién le importaba? A Liz seguro que no. Lily no se lo pensó más y se dirigió hacia él. Con un poco de suerte, tendría al hombre perfecto para mañana por la noche.
Al mismo tiempo, Peter (una vez más oculto bajo la capa invisible de James) no se podía creer lo que veía. Él que pensaba que la mujer de su vida era alguien fiel, respetuosa con su pareja… y resulta que a su novio, ese tal Brad Pitt (que todavía no había logrado descubrir quién era) le ponía los cuernos por partida doble: primero con Amos Diggory y ahora con ese Zabini. Esto había que contarlo pero ya, y si no encontraba al novio de Lily para decírselo pues tendría que hablar con James. Seguro que su amigo la ponía firme en seguida.
Por su parte Lily ya había entablado conversación con Adam Zabini. Era curioso, pero el chico era todo lo contrario a un Malfoy; es más, era de dominio público que esas dos familias se odiaban a muerte. Las dos eran unas familias de sangre limpia, larga tradición y con todos sus miembros en Slytherin. Lo más lógico es que se llevaran bien, pero por una disputa ocurrida generaciones atrás y de la que nadie recordaba exactamente el motivo, los Malfoys y los Zabinis estaban en continua guerra. Lily pensó que el hecho de que Liz fuera la prometida de Malfoy sería un gran aliciente para que Zabini aceptara tener una cita con ella.
'¿Elizabeth Black? – preguntó el Sly en cuanto Lily expuso su propuesta - ¿La prometida de Malfoy?
Un brillo astuto surgió en los ojos verdes de Zabini al recordar que Liz estaba prometida con su eterno enemigo. Lily sonrió y asintió con la cabeza. Los hombres eran taaaaan previsibles…
'Eso está hecho – aseguró Zabini, exhibiendo esa sonrisa que hacía suspirar a miles de chicas.
'Muchas gracias – dijo la pelirroja dispuesta a marcharse.
'Pero dile a tu amiga que se ponga elegante – avisó Zabini – la voy a llevar al mejor restaurante de todo Hogwarts.
'De acuerdo.
El joven Sly se marchó y Lily se quedó mirando embobada ciertas partes de su anatomía. Luego sonrío para sí misma, con ese bombón estaba asegurado que Liz no se iba a negar. Es más, se lo agradecería toda la vida.
Y la pelirroja no andaba desencaminada en absoluto. En cuanto le contó a Liz que le había conseguido otra cita, su amiga se negó en rotundo a ir pero al enterarse de quién era el "afortunado", la morena estuvo a punto de ponerse de rodillas en medio del aula de transformaciones dando gracias a Lily por ser una amiga tan fantástica y tan maravillosa.
'Te he concretado otra cita –susurró Lily al día siguiente en medio de una explicación de la profesora McGonagall.
'¿Otra? – se desesperó Liz - No pienso ir.
'Señorita Evans y señorita Black¿quieren compartir algo con la clase? – la severa voz de la profesora McGonagall interrumpió el intento de conversación de las dos chicas.
'No, profesora – negaron las dos a la vez.
'Pues entonces presten atención a la explicación.
'De acuerdo profesora – volvieron a decir obedientes.
La clase se volvió a sumergir en una aburrida explicación sobre la transformación de roedores.
'No te vas a creer con quien tienes la cita – susurró la pelirroja de nuevo.
'No, no me lo voy a creer porque no pienso ir – corrigió la otra.
'Con Adam Zabini.
'¿Con Zabini? – se asombró Liz. Todo el mundo sabía que Zabini era uno de los tíos más deseados de todo el colegio y precisamente era el tipo de chico que le gustaba a Liz – Haberlo dicho antes, por supuesto que voy a ir. Gracias, gracias Lily, eres la mejor.
'Señoritas – volvió a dirigirse a ellas la profesora – Segunda advertencia. A la tercera las castigo.
'Sí, profesora – contestaron las dos Gryffis.
'Principiantes – oyeron como decía Sirius detrás de ellas.
'Cállate Sirius – contestó Liz, dándose la vuelta.
'¿Por qué? – siguió el otro.
'¡Black y Black! – exclamó la profesora harta (N.A. que raro suena eso ) – Castigados. Mañana. A las cinco en mi despacho. Y el que no me deje continuar con la clase, le tiró al lago para ver si el calamar se divierte algo.
Los alumnos tragaron saliva, ya que las historias que circulaban por Hogwarts sobre el calamar gigante no eran nada alentadoras.
'Estarás contento Sirius – le dijo Liz a su primo en cuanto pusieron un pie fuera del aula de Transformaciones – Por tu culpa mañana estoy castigada, y encima tenía que acabar una redacción de Encantamientos que no he entregado aún.
'No, por mi culpa no. Por vuestra culpa – remarcó el chico mirando seriamente a Lily y a Liz – Si no os pusierais a cotillear en medio de clase yo no estaría castigado mañana.
'¡No estábamos cotilleando! – se defendió Liz.
'Siento tener que cortar vuestro intento de discusión – interrumpió Lily serenamente cogiendo a su amiga del brazo – pero Liz y yo tenemos prisa.
'¿Y Anne? – preguntó la otra mientras la pelirroja se la llevaba a rastras a través del pasillo.
'Ya está llegando a la habitación. Se fue antes para tener preparadas las cosas para tu cita.
'¿Cita? – repitió Sirius confuso. Se suponía que su prima Liz ya no iba a tener más citas.
'Sí, cita. Cuando un chico y una chica quedan para pasar un rato juntos – explicó Liz como si le estuviera hablando a un niño de tres años – Tú has tenido miles de citas, Sirius.
'Ya sé lo que es una cita. ¿Con quién?
'Con Zabini – respondió Lily.
'¿Qué? Ni hablar – se negó el chico – Mi prima no va a ir a ninguna cita con una Zabini. Es mala hierba.
'Apuesto a que tu madre estaría muy contenta si se enterara de que tengo una cita con una Zabini – aseguró Liz con una sonrisa juguetona.
'Pero… - intentó replicar Sirius, pero ninguna de las dos chicas le escuchaba ya. Se había alejado hacia la sala común a toda carrera.
Liz estuvo toda la tarde inmersa en un tratamiento de belleza a manos de Anne y Lily. Bueno, más bien a manos de Anne porque Lily era un estorbo más que una ayuda. La cortaron un poco el pelo, se lo rizaron para que le diera un aire diferente ya que siempre lo llevaba liso, la maquillaron, la arreglaron las uñas… vamos, que al final de la tarde parecía otra persona completamente diferente.
'Ahora solo falta el vestido – dijo Anne admirando su propia obra de arte.
'Tengo el vestido ideal – aseguró Lily rebuscando en su armario.
Anne y Liz se sentaron a esperar inquietas, porque de la pelirroja se podía esperar cualquier cosa. En su armario podías encontrar desde los pantalones más horteras y pasados de moda del mundo hasta un vestido de ensueño. Y precisamente, esto último fue lo que Lily les mostró a sus dos amigas.
'¡Qué bonito! – exclamó Anne tocando la suave tela.
'Es perfecto – murmuró Liz a su vez maravillada.
Lily tan solo sonrió con orgullo. Ese vestido era el más bonito que tenía y la chica tenía que alabar el buen gusto de su padre, ya que era él quien se lo había regalado por su último cumpleaños. Era negro, por encima de la rodilla, un poco ajustado y de tirantes. Sencillo pero elegante a la vez, como le gustaba a Lily.
'El problema es que no tengo zapatos – dijo Lily.
'Eso no es un problema – aseguró Anne rebuscando ella esta vez entre sus cosas. Segundos después, sacó unos zapatos, negros también y de tacón de aguja – Los zapatos perfectos.
'Tú y tu manía con los tacones – masculló Liz tomando los zapatos.
'¿Sabrás andar con ellos?
'¡Pues claro! – la morena se hizo la ofendida – Una Black nace sabiendo andar con zapatos de tacón. Es el resultado de tantas fiestas familiares.
Liz se metió al baño y a los pocos minutos salió con todo puesto. La verdad es que la chica estaba de impresión: el vestido realzaba su bonita figura, siempre oculta bajo las amplias túnicas del uniforme, y los centímetros que había ganado con los tacones la sentaban de maravilla.
'¿Sabías que estás perfecta? – preguntó Lily con una sonrisa.
'Yo siempre estoy perfecta – se enfadó Liz medio en serio medio en broma.
'Pero ahora más todavía – aseguró Anne sonriendo también. Hacía tiempo que no veía a su amiga tan radiante e ilusionada – Te aseguro que Zabini se va a caer de culo cuando te vea.
'Esa es mi intención – dijo la morena juguetonamente poniendo una mano sobre el pomo y abriendo la puerta de la habitación.
'Diviértete – aconsejó Lily cuando su amiga se estaba marchando.
'Y ten cuidado – advirtió Anne a su vez.
En cuanto la puerta se cerró, Lily y Anne se miraron, las dos con la misma idea en la cabeza.
'Me gustaría ver la reacción de Zabini cuando la vea – dijo Lily finalmente en voz alta.
'Pues no se hable más – contestó Anne abalanzándose sobre la puerta y abriéndola – Vamos.
Lily la siguió, contenta porque su plan estaba comenzando a dar resultado y porque además estaba consiguiendo ver feliz a su amiga Liz.
oooooooooooo
Esa misma tarde, Sirius se encontraba en su habitación examinando detenidamente el mapa del merodeador. Había estado pensando y pensando sobre qué método utilizar para que James y Lily se dieran cuenta de una vez por todas de sus sentimientos y al final había llegado a la conclusión de que lo mejor era recluir a los dos en una habitación. Porque¿qué pasaba cuando un hombre y una mujer se quedaba encerrados durante toda una noche en una habitación? Que se enrollaban. Por lo menos eso es lo que haría el propio Sirius si estuviera en una situación como esa. Y si en la habitación había una cama, mejor que mejor.
El problema era cómo conseguir encerrar a esos dos si en esos momentos Lily estaba en una punta del castillo y James en la otra. Podría hacer que James se metiera por ese tapiz que habían utilizado tantas veces, y luego convencer a Lily para que le acompañara hasta allí… todas sus cavilaciones se vieron interrumpidas cuando la puerta del dormitorio se abrió.
'¿Qué? – dijo Remus entrando en la estancia y posando sus ojos dorados sobre su amigo - ¿Propiciando un encuentro romántico entre James y Lily?
'¿Cómo lo sabes? – preguntó el moreno asombrado a la vez que quitaba la vista del mapa del merodeador.
'La proximidad de la luna llena agudiza mis sentidos – contestó el otro dejándose caer con cansancio sobre su cama.
'Sí tú lo dices – concedió Sirius encogiéndose de hombros y volviendo a concentrarse en el trozo de pergamino desgastado que tenía delante de sus ojos – Tengo que conseguir que estos dos se den cuenta de que están hechos el uno para el otro.
Remus tan solo gruñó, tapándose la cara con la almohada. No soportaba la gente que, a falta de otro pasatiempo mejor, se dedicaba a imbiscuirse y tratar de arreglar la vida amorosa de los demás.
'Sirius por favor. Te aconsejaría que dejaras a esos dos en paz.
'¿Por qué? – cuestionó Sirius sin hacer mucho caso a su amigo.
'Porque lo mejor es que se den cuenta de sus sentimientos por ellos mismo – explicó Remus con infinita paciencia.
'¿Y sin nunca llegan a darse cuenta de lo que sienten el uno por el otro? – replicó el moreno - ¿Y si Lily encuentra a alguien más, se casa con él y tienen juntos cuatro maravillosos hijos cuando en realidad James es el hombre de su vida¿Y si a James le ocurre lo mismo y los dos son infelices para el resto de sus vidas¿Podrías vivir con la conciencia tranquila sabiendo que has condenado a tus amigos a la infelicidad de por vida?
'Tarde o temprano se darán cuenta, Sirius – como el joven animago no se quedó convencido del todo y ya había abierto la boca para decir algo, Remus se le adelantó – Te lo aseguro.
Cuando el licántropo hablaba con esa seguridad y aplomo era casi seguro que lo que él dijera se fuera a cumplir, por lo que Sirius cerró la boca.
'De acuerdo, dejaré que las cosas sigan su curso – aceptó Sirius finalmente - ¿Y tú¿Ya te has dado cuenta de que Anne es la mujer de tu vida?
'Sí.
'¿Entonces¿Cuál es el problema? – preguntó el animago sin comprender del todo la situación amorosa de su amigo.
'Que ella no quiere aceptar que yo soy el hombre de su vida.
'Mujeres, Moony, nunca intentes comprenderlas – aconsejó Sirius sabiamente – A todo esto¿qué opina tu novia?
'Pueeeees… – Remus consultó su reloj de pulsera para luego decir – exactamente a esta hora Rachel debe estar pidiéndole explicaciones a Anne sobre porqué últimamente mi novia y yo no hacemos más que discutir. Supongo que ya te imaginarás lo que opina Rachel.
Y Remus no estaba equivocado en absoluto, porque en ese momento, mientras Lily y Anne corrían para no perderse la cara de Zabini al ver a Liz, Grant vislumbraba a Anne y se preparaba para pedir explicaciones a la Gryffi.
Pues hasta aquí el capi de hoy. No os quejaréis¿eh? Que ha sido bien largito.
Bueno, como veis Lily ha conseguido una cita más que decente para Liz y con un poco de suerte tendrá el camino hacia Sirius despejado, según ella. Y para el próximo capi esto es lo que os espera:
La cita entre Zabini y Liz… ¿será un éxito o un completo desastre?
El castigo de Sirius y Liz en el que la chica le contará a su primo como le fue la cita.
La "amigable" charla entre Anne y la novia de Remus¿quién saldrá peor parada de las dos? Se admiten apuestas
James vuelve al ataque con su plan para ayudar a la pelirroja (que en este capi le he tenido un poco abandonado).
Peter seguirá con sus pesquisas y le contará a James las supuestas infidelidades de Lily.
Ya veis que el siguiente capi es bastante movidito y con mucho contenido, así que lo tendréis en vuestras pantallas en 18 de julio, ni un día antes ni un día después (lo prometo). Hasta entonces, espero vuestros reviews.
Muchos besos.
bars9
Miembro de la Legión de las Lupinas
Miembro de la Orden Siriusana
Hermana de Mina Black
Miembro de las 15 de Mey
