La luz del sol le daba sobre la cara, ¿quién habría descorrido las cortinas? Se dio la vuelta y alargó su brazo esperando abrazar el cuerpo de Hermione pero solo encontró su almohada. Abrió los ojos y descubrió que estaba solo en la enorme cama con sábanas de color escarlata. Se levantó preguntándose a dónde habría ido tan temprano, estaba a punto de salir de la habitación cuando su mirada se posó en una nota sobre la cama, se acercó y leyó:
Draco: Lamento haberme ido sin darte los buenos días pero recordé que había quedado con Ron para ayudarle con su poción antes del desayuno. Te veo luego. Te amo.
Atte Hermione.
"Típico del pobretón, sería menos obvio si le dijera enfrente de todo el colegio que está enamorado de ella" pensó amargamente. No es que estuviera celoso, no tendría razones para estarlo, después de todo ¿quién en su sano juicio preferiría a Weasley cuando podía despertar con el brazo de uno sino es que el chico más codiciado de todo Hogwarts ceñido sobre su cintura?
Simplemente le enfurecía que el poco tiempo que podía estar en completa libertad con SU chica se viera disminuido por culpa de ese bueno-para-nada. Pero Weasley no se saldría con la suya. Salió de la habitación y se sentó en su escritorio donde aún seguía abierto el libro de la noche anterior, sacó tinta y pergamino y se dispuso a escribir...
0olo0olo0olo0olo0olo0
¿Cómo pudo haber olvidado lo de Ron? El pelirrojo había pasado la mitad de la cena recordándole su cita. Le parecía bastante extraño que de la noche a la mañana Ron estuviera interesado en elevar sus notas, especialmente en pociones, normalmente prefería hacer las tareas en el último momento y no preocuparse por nada hasta horas antes del examen, aunque tal vez sólo significaba que 7 años de consejos al fin habían dado frutos, así que Hermione había estado ayudándolo de buena gana desde hacía unos meses.
Iba casi corriendo por los pasillos ante la mirada atónita de los pocos estudiantes que se habían levantado para un desayuno temprano. Por suerte había despertado antes de tiempo así que había tenido el tiempo justo para arreglarse y no llegar "demasiado" tarde con Ron.
Mientras doblaba la última esquina una lechuza se le posó súbitamente en el hombro dando a entender que tenía una carta urgente para ella. Reconoció la lechuza al instante, era la que siempre usaba Draco para mandarle cartas a lo largo del día, por precaución utilizaba una del colegio, se vería muy sospechoso que la lechuza de Malfoy se acercara a Hermione en medio de la comida cuando se suponía que ellos dos se odiaban.
Había pensado muchas veces en confesarle a sus amigos que estaba manteniendo una relación con Malfoy pero 7 años de amistad la habían hecho conocer de sobra la reacción que tendrían en cuanto oyeran las palabras "Malfoy", "amor" y "yo" en la misma frase. Ni siquiera la dejarían terminar e irían corriendo a abalanzarse sobre Malfoy hasta dejarlo con al menos algún tipo de daño irreversible.
El sentimiento de culpa la carcomía algunas veces, era cierto, ella era el tipo de persona que esperaba total sinceridad por parte de sus amigos. ¿Pero cómo podría exigirla ahora si ella no cumplía con su parte en el círculo de confianza? A su favor tenía la seguridad de que entre menos personas se interpusieran entre Draco y ella más posibilidades tendría de una relación normal así que decidió esperar hasta el día en que fuera inevitable decirles toda la verdad.
0olo0olo0olo0olo0olo0
La vio entrar a la biblioteca con una enorme sonrisa sobre su rostro. Lo que daría por saber que esa sonrisa había sido formulada sólo para él, pero sabía que era casi imposible, para ella solo era un amigo, un muy buen amigo, pero sólo eso.
Le hizo una innecesaria seña con la mano, al fin y al cabo la biblioteca estaba casi vacía, y ella se dirigió hacia donde estaba, se sentó con elegancia en el lugar frente a él y tuvo que reprimir un suspiro al ver lo feliz y radiante que lucía esa mañana. "Debió haber tenido un buen sueño" pensó.
- Siento la tardanza pero me quedé dormida – dijo Hermione un tanto sonrojada, lo cual Ron no pasó por alto. "Se sonrojó al verme, eso debe significar algo" pensó lleno de esperanza renovada, "tal vez sí exista alguna oportunidad".
- No hay problema, no llevaba mucho tiempo esperando... y... ¿Por qué tan feliz? – preguntó lleno de curiosidad
- Tuve una buena noche – respondió sencillamente encogiéndose de hombros
- Me lo suponía, no es normal que Hermione Granger se quede dormida en un día de clases. Y qué, ¿tuviste un buen sueño?
- Algo por el estilo – contestó ruborizándose levemente
"Soñó conmigo, puedo verlo en sus ojos, rehuyó mi mirada, seguro es eso, tiene miedo de aceptar lo que siente por mí porque cree que yo la rechazaré. Si supieras Hermione... si tan sólo tuvieras una idea de lo que siento por ti..."
- ¿No me lo piensas contar? – era la oportunidad perfecta para confesarle finalmente sus sentimientos, sólo necesitaba sacar el tema a como diera lugar.
- No, tenemos mucho que hacer y sólo dispongo de una hora para ayudarte.
- Vamos hermione... ¿por qué sólo una hora? – agregó algo decepcionado
- Por si no te has dado cuenta Ron, yo curso muchas más asignaturas que tú además de mis deberes como premio anual, aún tengo algunos ensayos que terminar y quiero tenerlos listos antes del desayuno.
- ¿Alguna vez has oído algo llamado "adicción al trabajo"?
- No, creo que no – contestó sarcásticamente - al menos yo no necesito ayuda para pasar mis EXTASIS.
- Bien, lo siento, ¿por dónde empezamos? – ya tendría otra oportunidad para hablar con ella seriamente aunque no sabía si podría soportar otra hora más estando completamente a solas en un pasillo de la enorme biblioteca sin poder abrazarla y probar el dulce perfume de sus labios.
No sabía a ciencia cierta cómo ni cuándo se había enamorado de ella, sólo sabía que desde ese día cada fibra de su corazón la deseaba profundamente, daría lo que fuera porque ella le correspondiera pero sólo podía soñar. No estaba dispuesto a perderla, antes prefería seguir teniéndola cerca como amigo que declararle su amor y perderla para siempre. Aunque, ¿cómo perder algo que nunca fue tuyo?. Ella se había convertido en lo más importante, sólo se levantaba cada día para verla sonreír...
- Lo lamento Ron, pero ya es tarde y debo irme – comentó apresuradamente mientras miraba su reloj.
- Pero Hermione... – suplicó Ron, pero no lo dejó terminar.
- De verdad lo siento pero esto es realmente importante, además debí haberme marchado hace 5 min. y sigo aquí – recogió todo y comenzó precipitadamente a meter todos los libros a su bolsa – puedo ayudarte más tarde pero no ahora. Nos vemos después – se levantó y se fue casi corriendo lo que provocó una mirada de reprobación por parte de la señora Pince.
Mientras Ron la veía alejarse notó que algo caía de su bolsa, se acercó y lo recogió rápidamente.
- ¡Hermione! – la llamó, pero ella ya iba lo suficientemente lejos como para no escucharlo. ¿Qué sería tan importante como para dejar a uno de sus mejores amigos plantado en medio de la poción que seguramente vendría en el EXTASIS?
Descubrió que lo que había recogido era un sobre de pergamino color verde, tal vez allí encontrara la respuesta. Sacó la carta y comenzó a leer. Parecía que le hubieran comunicado que su madre había muerto. A medida que leía su piel se tornaba más pálida y una mezcla de terror e incredulidad atravesaba su rostro. "¿Qué demonios está pasando aquí?" pensó mientras se sentaba de nuevo...
0olo0olo0olo0olo0olo0
Nunca supo cómo logró llegar hasta la sala común, frases llegaban a su mente carcomiendo su cerebro, ¿cómo había sido capaz Hermione de hacer algo así?, ¿de traicionar su confianza de esa manera?, y lo que era peor, ¿con esa alimaña? Pero una cosa era segura, no se quedaría con los brazos cruzados, debía hacer algo, lo que fuera... No creía poder soportarlo por mucho tiempo...
- ¿Qué pasa? – preguntó Harry al verlo entrar a la sala común – aunque por tu expresión no se si mejor debería preguntar ¿Quién murió?
Ron sólo lo miró mientras le alargaba la carta escrita en el mismo pergamino verde.
- Sólo lee – Harry tomó la carta algo preocupado por la actitud de su amigo y comenzó a leer.
Mi muy querida Srita. Granger:
Debo aceptar que me sorprendí un poco al despertar y no encontrarla a mi lado, así que me veo en la penosa necesidad de pedirle que se reúna conmigo antes del desayuno para regresarle el sentido a mi vida, considerando que probablemente usted estará ocupada con sus labores de asesoramiento comprenderé si no se presenta, pero debo hacer constar que cuando encuentren mi cadáver, en su conciencia quedará que no llegó a tiempo para darme el beso con el que de otra manera hubiera logrado sobrevivir hasta que pudiera volver a tenerla entre mis brazos.
Sinceramente D. Malfoy
- ¿Significa esto que Hermione... – preguntó temeroso y Harry mientras adoptaba la misma expresión de incredulidad que su amigo momentos antes – está manteniendo una relación con...?
- Malfoy, sí. Ese ser rastrero que si mal no recuerdo se ha pasado 7 años de su vida insultándola y haciéndole la vida imposible, sí, el mismo.
- Pero... Hermione nunca haría eso... no con él... – continuó Harry pensando que todo podría ser un malentendido.
- Al parecer lo hizo, y no sólo eso, ha estado durmiendo con él todo este tiempo, y nosotros que la compadecíamos por tener que compartir sala común con ese intento de ser humano... de seguro mientras tanto ella debía estar divirtiéndose de lo lindo revolcándose en la cama con Malfoy – la sola idea, lo hizo estremecerse.
- ¿Cómo puedes saber eso? Hermione no llegaría a tales extremos y menos con Malfoy
- Harry, ¿qué acaso no leíste? Malfoy despertó y ella ya no estaba A SU LADO, lo cual significa que durmieron juntos, lo cual significa que para cuando él despertó Hermione ya se había marchado a la biblioteca para ayudarme, a eso se refiere con "labores de asesoramiento" – explicó consultando la carta que ondeaba en su mano – lo cual significa que no se fue porque quería terminar sus deberes, sino porque tenía que encontrarse con Malfoy para "devolverle el sentido a su vida" – dijo la última frase con un intenso odio contenido en su voz.
- Pero, ¿cómo puedes saber que no es una trampa de Malfoy?, ¿cómo sabes que no la puso entre sus cosas para que nosotros la encontráramos?
- Porque cuando entró a la biblioteca aún apretaba el sobre en su mano y estaba completamente sonrojada – murmuró Ron sintiendo como el alma se le iba a los pies.
- Pero, no puede ser... Hermione no... – siguió insistiendo Harry
- Harry no intentes encontrar una explicacion, las cosas son así y punto – la expresión de odio se había desvanecido para dar paso a un Ron a punto de echarse a llorar – al menos ahora sé que nunca tuve una oportunidad con ella.
- Vamos Ron no puede ser tan malo como parece.
- Como no va a ser tan malo Harry, ahora nunca podré confesarle lo que siento, y lo que me llena de rabia es que el que me lo impide es Malfoy...
- ¿Y que piensas hacer? ¿Crees que deberíamos decirle algo o...?
- No lo sé... pero por el momento no quiero saber nada de ella, no sólo nos traicionó sino que ni siquiera nos tuvo la suficiente confianza como para contárnoslo. En lo que respecta a Malfoy... estoy dispuesto a dejarlo inconsciente en cuanto lo vea.
- Ron, creo que lo mejor sería aclarar las cosas... al menos antes de reprocharle cualquier cosa – agregó viendo como su amigo abría la boca para discutir – y obviamente antes de echarle una maldición imperdonable a Malfoy.
- No necesito maldiciones, pienso hacerlo pedazos con mis propias manos.
- De cualquier forma debemos hablar con ella, asegurarnos de que esto no es un malentendido y escuchar su propia versión. A fin de cuentas es nuestra amiga no?
- Tienes razón... – dijo Ron con las lágrimas ya a punto de caer sobre sus mejillas – es sólo mi amiga...
0olo0olo0olo0olo0olo0
Faltaba poco para que comenzaran las clases y Draco aún no aparecía, que extraño, normalmente era de los primeros en bajar a desayunar y más ahora que como premio anual debía supervisar el orden. Pensó en ir a buscarlo cuando recordó que ya no estaban en la misma sala común, como no había querido revelarle donde se encontraba su nuevo dormitorio lo único que podía hacer era esperarlo en el vestíbulo.
Así que se recargó en la pared junto al pie de las escaleras, tarde o temprano averiguaría donde se encontraba su sala común y Draco no podría evitarla por más tiempo. Estaba pensando en cómo iba a hacerlo cuando vio como Hermione Granger bajaba las escaleras a toda prisa. Hasta donde sabía la sangre sucia debía compartir sala común con Draco así que lo único que tenía que hacer era seguirla.
La vio llegar hasta las enormes puertas de roble y comenzó a caminar detrás de ella disimuladamente, como quien sale a tomar aire fresco antes de que comiencen las clases. Le parecía bastante extraño que se dirigiera hacia el lago pero de cualquier manera, no perdía nada con averiguar por qué llevaba tanta prisa. Si lograba no perderla de vista y seguirla hasta su destino, seguro tendría algo nuevo que contar a sus amigas para la hora del almuerzo.
0olo0olo0olo0olo0olo0
Hermione comenzó a adentrarse entre los arbustos que rodeaban el lago. Tenía la extraña sensación de que la estaban siguiendo pero al mirar atrás no vio nada, así que siguió su camino hasta llegar a un pequeño claro donde debajo de un enorme árbol se encontraba una solitaria figura sentada observando la hierba.
- Creí que no vendrías – dijo Draco mientras se sacudía la hierba de los pantalones
- Lamento la tardanza pero Ron me demoró un poco más.
- Weasley... – murmuró de forma despectiva lo bastante fuerte como para que Hermione lo escuchara.
- ¿Te enojaste? – dijo con una sonrisa
- Sabes que no puedo enojarme cuando sonríes de esa manera, eres una manipuladora.
- Lo sé, soy mala como la carne de puerco, pero así me quieres ¿o no? – preguntó acercándose lentamente hacia él
- Y todavía lo aceptas. Tendré que enseñarte modales un día de estos.
- Contéstame, me quieres o no – ya estaban a escasos centímetros de distancia.
En momentos así Draco la miraba como si nada más importara, como si todo dejara de existir y sólo estuvieran ellos dos, viviendo ese momento por el resto de la eternidad
- Como si no lo supieras...
- Aún así quiero oírlo – sintió como se acercaba a su oído derecho y susurraba
- Te amo Hermione Granger, te amo más de lo que jamás creí amar a una persona.
Volteó a mirarlo y él comenzó su beso lentamente, como si cada segundo fuera algo sagrado y el mundo se detuviera a mirarlos. Con cada roce sentía como si el alma se le saliera por los labios. Era mágico, era perfecto... Ella se separó mientras él seguía sintiendo el cosquilleo en los labios.
- Yo también te amo Draco Malfoy
Se amaban... tan simple pero tan imposible a la vez. Ninguno de los dos podía saber que en aquel momento unos ojos verdes llenos de sorpresa los espiaban a través de los arbustos.
