Definitivamente si ha de describírseme de alguna forma, sería buen adjetivo "despistada"- por que valla que lo soy, voy a tratar de ser concisa, pese a que en esta oportunidad tengo varias personas a quienes darle agradecimiento especial, me lleve una de las más gratas sorpresas el día de ayer al conocer por MSN a tres chicas- Kagomechan51, aome-chan5 y Kagome bonita2, las cuales me alentaron mucho con sus opiniones. Y el día de hoy presentándome a Lizeth- les dedico a ustedes este capitulo por sus ánimos expresados a mi persona, en verdad me fue muy grato el saber que leían mis intentos de Fic, más si se trataba de Caprichis- o-

También como siempre te lo dedicó a ti mi Sis Yashi, esta vez además decirte que te pasaste al leerlo, dar tu opinión, corregir mis horrores, agregar y embellecer con tus completados, debo sumar el decir que te lo dedico por el hecho de ser mi hermanita, como te decía en el otro, eres quien con sus palabras me regala esperanza- esperanza te voy a llamar XD- Te quiero mucho. También agradecer a Aio, mi lindis primi que aunque este lejitos se recuerde que estaré con ella, te quiero mucho y gracias a las dos por darme el visto bueno- sino ya estaría cambiando trama drásticamente, ya saben que estaba algo, escéptica con mis ideas. Dedicado también a mi Iyari, que leyó de corrido mi cielo preciosa, espero que halla sido de tu agrado mi niña, ¡te quiero!, gracias por recordarme lo valioso que es confiar, a ti y a Yashi, gracias por darme la alegría de sonreír, a ti, a Yashi, a Aio, a mi Hijis, a mi Okaa por apoyarme en mi decisión, a la gente de foris de mi corazón. Gracias por hacerme saber que la soledad no existe, cuando el corazón posee la bendición de contar con amistades como ustedes.

Ahora con el fic ¬¬ denuevo me explaye, ToT no pude evitarle- Gomen ne ToT-

Un Capricho Del Corazón

Disclaimer- Los personajes de InuYasha, no me pertenecen, no me pertenecerán y... ya saben son de Rumiko Takashi, quien nos deleita con su obra, lo único mío es, el computador y las ganas de escribir XDD.

Por- SaYo-Yukishiro

Coautora y Madrina - "Yashi" – ¡Tas de regreso!, sin MSN pero de regreso (ToT ojála pronto con MSN), sabes lo importante que eres para mi, gracias por con tu persona ayudarme y aconsejarme, cada día mi cariño para ti crece mucho más, gracias por escucharme y animarme, por ser mi hermanita, por ser tú. Este fic ya sabes que va para ti de principio a fin, además que sin ti, este fic hace rato estaría desechado por allí.

Capítulo Once

"Llantos de la Noche"

Kagome golpeó insistentemente la puerta. La tía de la recién llegada bajó las escaleras y al abrir las puertas de su casa quedó con la mirada fija en la muchacha.

-No ha querido salir de su habitación, ni siquiera me ha contestado cuando golpeé su puerta- su voz sonada entrecortada y temerosa. Kagome sólo asintió con rostro serio y subió escaleras arriba rumbo al cuarto de su prima.

-¡Sango!- llamó la muchacha, tratando de mantener calma en su alarmado estado. Pero nada, ni el más mínimo murmullo- Por favor Sango soy yo, déjame pasar- suplicó la joven acercándose a la puerta, cada vez más angustiada.

-Por favor, quiero estar sola- se oyó, en un susurro casi inaudible, la quebrada y llorosa voz de la aludida.

-Sango, por favor- rogó- Vamos, sólo quiero hablar contigo, quizás podamos pensar algo juntas ¿no crees?- murmuró con un tono fraternal- ¿me abres la puerta? ¿por favor?-

Hubo unos escasos minutos de infinito silencio, que sorpresivamente fueron rotos al oírse la chapa y el girar de la cerradura. Sango entreabrió la puerta, mirando por un corto espacio al exterior, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar y su rostro acongojado. Del otro lado, Kagome le veía con su más amplia sonrisa. Abrió ella misma la puerta y se adentro en la habitación cerrándola tras de si.

Sango observó a su prima, evitando cualquier comentario.

-Sé bien lo que ocurre- Confesó la chica- Sea como sea, te ayudaré.

Sango entonces se dejó caer en brazos de la muchacha, llorando con dolor retenido y con profunda angustia. Las lágrimas parecían correr una tras otra, abalanzándose y buscando mágica manera para aminorar ese dolor que le aquejaba. Pero el dolor era en el corazón, y se sentía igualmente agobiada, asustada, triste, destrozada, no quería casarse, ni comprometerse… No quería dejar a Miroku, ¡ella lo amaba! Y justamente lo que más le dolía era el habérselo dicho a Miroku, y que este no hubiese dicho nada…

Hubiera deseado tanto que este le hablase, que de una u otra manera, le mostrase una luz, una salida… ¡un te quiero! Ella lo amaba, con todo su ser, pero él no había dicho absolutamente nada.

-¡No dijo nada!- pensó en voz alta la chica, emitiendo un ahogado sollozo que pareció tratar de escapar para así tranquilizar sus pesarosos pensamientos, sorprendiendo de esta manera a la de cabellos oscuros, quien le miraba confundida.

-¿Quién no dijo nada?- interrogó en un suave tono, observando con fijación a la que acurrucada en su falda lloraba desconsoladamente.

-…Miroku…- Dijo de modo casi inaudible. Kagome le vio enternecida y acarició los marrones cabellos de su prima.

-¿No crees que quizás él esté igual que tu?- formuló Kagome. Sango negó pesadamente. Y Kagome sonrió en silencio- Creo que estás equivocada- Musitó.

-Pero él no me ha dicho nada…- Justificó, renuente a creer eso… no por que no deseara creer, sino por el temor que le daba el tomar esto como opción y no haber estado equivocada, el dolor de un corazón que se rompe con facilidad por que el amor le ablanda de manera insólita, dejándolo desprovisto de armas y vulnerable al dolor, y la desolación.

-¿Por qué te niegas la posibilidad?- Kagome se sonrojó ligeramente, recordando quien le hubiese dicho algo similar, pero borrando el recuerdo, en ese instante lo importante era Sango- Vamos prima, deja ya esas lágrimas- le habló con seguridad secando los surcos del rostro de la joven- Ten fuerza, no te rindas, yo no me rendiré, vamos a buscar una salida- Prometió la chica, al tiempo que recibía un cálido abrazo de parte de Sango.

La puerta sonaba incansablemente. Inuyasha había ido a dormir al lugar en construcción. Éste estaba casi listo, por lo mismo tenía una amplia habitación allí. Pese a que siempre dormía en la casa principal, ese día, por lo tarde de su llegada, se había dirigido a su futura residencia. Se levantó poniéndose la bata color azul marino con pequeñas inscripciones color dorado, abrió la puerta y vio allí a Miroku.

-Miroku- habló a regañadientes, aún algo dormido- ¿Qué haces aquí a estas horas?- preguntó dejándole libre el paso para su ingreso.

-Amigo…- susurró- Ayúdame por favor- suplicó con la mirada cargada en llanto. Inuyasha le vio sorprendido, jamás había visto una tristeza semejante en la mirada de su amigo.

-¿Qué ocurre?- preguntó alarmado- ¡Dime Miroku!- le espetó, zangoloteándolo para así lograr que hablara.

-Es Sango… la he perdido- susurró dejándose caer en la alfombra y rompiendo en llanto. Inuyasha le veía sin saber que hacer, como reaccionar, jamás había consolado a nadie, pero… no le gustaba ver así a su mejor amigo.

-¿Por qué dices eso?- le interrogó con calma, tratando de transmitir lo mismo al apesadumbrado Miroku.

-Me ha dicho que la han comprometido- Miroku trató de mostrarse firme en su voz, pero se había quebrado nuevamente. Inuyasha posó una mano sobre el hombro de su amigo.

-¿Y ya te estas rindiendo?- musitó- La comprometieron, no la casaron- afirmó el muchacho, con seguridad en su semblante.

-Pero ya sabes como son en su familia- respondió el aludido- Además… ¿que puedo hacer?. ¡Lo que haga la dejará en deshonra!- espetó, volviendo a su incontrolable estado.

-¡Feh! ¿Acaso es deshonra que se amen?- Inuyasha había emitido en un grito su juicio- Primero debes saber lo que siente ella, y sólo entonces di si le has perdido o no. No te mermes antes de la batalla- Inuyasha miró con cierto fulgor en sus dorados ojos que resplandecían con fuerza, lo que incitó a Miroku a ponerse en pie.

-No sé que te picó a ti, pero tienes razón- corroboró limpiando las lágrimas que corrieran por su rostro hacía sólo segundos- No perderé a Sango… Nunca.

La blanquecina nieve cubría prácticamente cada lugar. Su rastro era puro, bello y casi celestial. Kagome se había puesto en pie tempranamente, tenía mucho que hacer. Primero iría donde su padre, tenía que tratar de hacerle entrar en razón, que viera que su decisión respecto de Sango era un rotundo error. De eso salir bien, entonces volvería a ver a su prima. Si no era ese el caso, no regresaría hasta por lo menos poder llevarle un granito de esperanza. Miró a su prima que yacía recostada con su rostro cubierto por sus largos cabellos, los rizos que esta llevara estaban ahora desarmados, y su levemente maquillado rostro yacía inerte y algo pálido.

-Pobre, lloraste demasiado- murmuró, arropándola con una frazada. Se oyó la puerta y tras de esta la entrada de la madre de la durmiente. Kagome le sonrió tenuemente, con algo de congoja.

-¿Qué ocurrió?- musitó la mujer, quien al parecer todavía no entendía la reacción de su hija.

-Tenemos sentimientos- susurró la joven. La señora le vio extrañada, ¿a que iba eso?- Sango es una chica obediente mas… olvidaron algo de suma importancia- Kagome entrecerró sus ojos, sabía que la pegunta sería inminente y ella no lo ocultaría.

-¿Qué cosa?- preguntó alarmada la mujer, sacudiendo un poco a su sobrina que se mantenía en silencio, obligándole a hablar.

-¿No se les paso por la mente el que ella ya tuviera un dueño de su corazón?- interrogó tratando de mantener en su tono ausente aquel sentimiento de rabia que definitivamente aquel pensamiento le producía. La mujer se llevó la mano a la boca, asombrada.

-Pero yo… ¡ella no dijo nunca nada!- exclamó la mujer, dejando entrever su preocupación. Kagome entonces alejó aquel sentimiento de coraje. No, la mujer no tenía idea del daño que le había hecho a su propia hija.

-No se preocupe tía, no ha sido su culpa… han sido estas detestables "tradiciones"- musitó con agrietad la joven, bajando su semblante y observando con un dejo de temor al suelo, buscando quizás en este algo de calma, pero ¿que era lo que le estaba apesadumbrando en ese instante?- Iré a hablar con mi padre, espero poder lograr algo- continuó la chica. La mujer le vio con una sonrisa.

-Espero tu padre comprenda, no me perdonaría causarle infelicidad a mi hija, espero que puedas hacerlo razonar, pues con estas testarudas reglas es muy difícil dar el brazo a torcer- la mujer se mostraba cabizbaja, con un dejo de nostalgia y sobre todo desconsuelo inusitado, de verdad se sentía abatida por su hija. Kagome sonrió, entrando a la habitación a la pequeña gatita.

-Cuídala mientras voy a casa ¿si?- suplicó la jovencita, al tiempo que acariciaba el lomo del animal, el cual ronroneaba ante el acto- Hasta luego tía, y si Sango pegunta por mí, dígale que vendré cuanto antes, pero que no desespere, que jamás desespere- La mujer asintió con una inmensa sonrisa. Aquella niña de cabellos azabaches, ojos color mar y dulce sonrisa, poseía un corazón tan puro como el de un angelical ser. La despidió en la puerta al tiempo que Kohaku corría a abrazarle y pedirle que convidara a Shippou a la casa. Ésta solo asintió para luego despedirse con un beso y un prolongado abrazo del pequeño.

Llegó con gran apuro y, sin dirigirse a nadie, abrió la puerta del despacho. Pero allí no había absolutamente nadie... Miró algo desconsolada entonces el ordenado escritorio. Trató de buscarlo en su cuarto, pero tampoco.

-¿Qué no sabías que partía hoy?- interrogó con algo de majadería la joven tras de ella. Kagome bajó la mirada, lo que menos quería era una discusión, pero allí estaba ella, su "hermana".

-Kikyou- murmuró- Entonces ya se ha ido...- pausadamente la joven volvió sobre sus pasos, evitando a toda costa el toparse con la joven.

-Kagome- espetó ésta, algo le dijo entonces que no venía nada bueno. Kikyou caminó hasta la chica, acercándose con burlona sonrisa en su pálido rostro- aprovecha ahora que puedes… porque pronto sólo sentiré pena por ti- susurró al oído de ésta, mirándola con una maquiavélica sonrisa y una hipócrita mirada cargada de algo inexplicable, pero semejante al odio. Kagome se quedo inmóvil, viendo como Kikyou se alejaba luego de sus frías palabras, pero salió de su ensimismamiento, ¿Qué haría ahora? Había prometido ayudar a Sango... no, no se rendiría por eso… Corrió a la cocina entonces en busca de Kaede.

-Entiendo- murmuró la anciana luego de escuchar el relato- Pero debes saber que tu padre no aceptará lo que propones-

-¿Cómo?- interrogó la joven, sin caber en si del asombro por la seguridad de la afirmación de la anciana- ¡Pero si ella ya ama a alguien!… además…

-Entiende pequeña- interrumpió la anciana- Tu familia carga con un sin fin de tradiciones, romper un compromiso sería una deshonra- terminó la anciana, al tiempo que acomodaba los últimos platos de la noche anterior.

-Pero debe haber algo- musitó incrédula- ¡Yo no dejaré que ella sea infeliz!

-Yo no tengo respuestas… quizás alguien del mismo círculo, alguno de tus amigos… además, creo que eso deberías también hablarlo con Miroku- aconsejó Kaede.

-Pero…no se si él sabe de los sentimientos de Sango- murmuró con el rostro ensombrecido- ¡estoy haciendo todo mal por precipitarme!- se reprochó la joven.

Kaede entonces acarició sus rizados y azabaches cabellos, levantando el rostro de la joven

- Aunque no me parezca la idea- Habló a regañadientes- ¿No has pensado en consultar a uno de sus amigos?-

Kagome sonrió levemente, no le parecía bien a Kaede… pero tenía razón, quizás debía partir averiguando a que estaba dispuesto Miroku y que sentía él por su prima. Inuyasha podría decírselo…

-Tienes razón- afirmó- Aunque no te parezca lo mejor, es el más indicado… No puedo dejarla sola, no puedo dejarla abatirse - susurró con voz entrecortada.

Un pequeño saltó a sus piernas. Bajó la mirada para toparse con Shippou, entonces Kagome bajó su mano hasta su anaranjado cabello.

-Hasta hace poco, Shippou era mi única compañía y "familia" cercana…- Murmuró con voz entrecortada- Ahora también tengo un padre, a usted, a Sango- Kagome dejó entrever en sus azulados ojos un brillo especial, pero que no daba paso a descubrir si atesoraban una angustia o la felicidad- Debo tratar, aunque mi padre se niegue… Haré lo posible-

-Y contarás con mi apoyo- confirmó la mujer, con una dulce sonrisa maternal que bordeaba su rostro- Sólo… ten cuidado- musitó.

Kagome entonces salió de la cocina con el pequeño hacia su cuarto. Le pidió la esperase mientras se cambiaba, luego de eso salió luciendo un informal vertido y un largo abrigo que le llegaba hasta arriba de los tobillos, de color blanco como la nieve afuera. El pequeño entonces sacó de entre sus ropas un ramo de flores de color rosa, unas flores pequeñas y delicadas, envueltas en una roja cinta, y que llevaban una tarjeta colgando de estas… Kagome le vio algo extrañada.

-Las trajo el joven de anoche, ese de mirada seria- avisó el pequeño, imitando el rostro impávido de Sesshomaru. Kagome rió con gracia, tomando el ramito entre sus manos, pero Shippou en cambio se acercó a ella y puso el ramito en el ojal de su abrigo, y la pequeña tarjeta en su bolsillo.

- Luce muy linda- sonrió el pequeño.

Kagome acarició su cabecita, lamentando no poder estar más tiempo con él. Besó su frente y salió del lugar para encontrarse con la visión de la blanquecina nieve cubriendo el lugar. El cielo, despejado en parte, en otras cubierto de nubes totalmente blancas que de vez en cuando cubrían el sol, impidiendo que sus rayos tocasen la tierra cubierta de nieve y, por lo tanto, esta se mantenía uniforme sobre la tierra, como cubriendo con su suave manto, de manera protectora, la tierra creadora bajo de sí. Kagome sonrió a si misma, sintiendo un cierto nerviosismo que trato de rechazar, forzándose a través de amonestaciones a si misma y su poco carácter desvanecer, pero en su corazón, en su corazón estaba latente… Inuyasha.

Inuyasha se había puesto en pie tempranamente. Observó a su buen amigo tirado en un rincón, por lo menos había ido a hablar con él y no se había ido a ahogar las penas en el alcohol o en bares de mala muerte.

Inuyasha sonrió ante sus pensamientos, sabía bien algo… él no era así en cuanto a cosas del amor, él nunca hubiese dicho a Miroku de no rendirse. Lo más seguro es que le hubiese dicho que ya se le pasaría, que ya vendría otra… Pero no podía, no tras de aquel suceso de la noche anterior que pareció dejarlo marcado. Quizás, a través de aquel beso, Kagome más que hechizarlo lo había transformado.

Se arregló un poco sus negros cabellos, los cuales caían desordenados sobre su rostro. Se había dado un merecido baño, tras de preparar desayuno, animar a su amigo y enviarlo a casa. Ahora estaba solo, en su futuro hogar. Sonrió plácidamente, pues le parecía tan propio, tan suyo... tenía su sello personal y lo hacía sentir que, después de todo, tenía un lugar en el mundo.

Pero con cierta semejanza con el que fuese su hogar desde la niñez, tenía el toque de su padre, quizás porque siempre había guardado ocultamente el deseo de ser como él.

Inuyasha entonces se vistió, saliendo del lugar, y entrando al hogar que le había dado su padre. Su padre y Haru, muchas veces se sorprendía de la bondad de esta, no sabía como tenía un corazón tan inmenso, pero se alegraba, sabía que de siendo otra la mujer de su padre difícilmente estaría viviendo allí, y de seguro, su padre tampoco haría mucho para tenerle cerca.

Se sentó en aquel sillón donde tantas veces lo había hecho, cerca de la chimenea. Comenzó entonces a darle vueltas al asunto de Miroku... ¿pero cómo saber de Sango?. Una idea cruzó su pensativa mente y el sonrojo tras de este fue inminente. Sabía bien donde acudir y, de hecho, deseaba concurrir a ella, pero sentía un nerviosismo imprudente en su corazón, sintiendo como este se agitaba irremediablente con sólo pensar en la poseedora de aquel nombre. Creía que de nombrarla en voz alta el corazón se le escaparía sin remedio...

Una parca sonrisa circundó su semblante, sabía que las cosas quizás no irían bien con ese nuevo sentimiento, o quizás no tenía la seguridad, pero… algo en su ser, pese a él mismo negarlo fervientemente, le hablaba de que algo saldría mal. Recordó entonces aquella imagen que antes se vislumbrará en su mente. El rostro de la chica, aquella con su mirada formada por dos zafiros y profundos ojos y sus cabellos de carbón, aquella de sonrisa de luceros y rostro de ángel. Negó rotundamente, no sabía que pasaría, algo le decía que estaba mal, pero en cambio, su corazón le rogaba porque no oyese aquellas voces, le rogaba por proseguir y darse la oportunidad de sentir amor.

Fin Capitulo Once

Pues si, hasta ahí quedo, la verdad, si ha tenido algún cambio en redacción o algo respecto a eso les ha parecido mal, me lo hacen saber, este capitulo a medias o entero (no recuerdo bien U.U), lo redacte luego de mis tres meses de ausencia, es probable por tanto que presente alguna diferencia, quizás no, eso lo dejo a su juicio. Gracias a quienes han leído hasta ahora, a quienes dejan review y opinión sobre todo pues, la verdad aunque uno escribe por gusto, el saber sus opiniones es la paga más dulce que puede uno recibir- no me vallan a reclamar, el Disclaimer dice que sin fines de lucro y es así, hablo de una paga a nivel espiritual diría yo, pero la que vale mucho más en el interior de nuestro ser- A quienes no, de igual forma les agradezco, sobre todo por que, para mi es muy valioso el que lean mi intento, además que este fic se ha vuelto mi regalón ::risas:: muchas gracias.

Yashi- hermanis, de verdad te viene bien que te llame esperanza, por que eso irradias, además de confianza, y amistad, tengo el gusto de ser tu hermana "rande", tu decías en el review me admiras, debieras saber que yo más, estoy orgullosa de tus logros, de tus fics, cuando ayer me decían que Aún ahora es un fic excelente, yo podía erguir el pecho y decir, "aja, es mi sis"- Te quiero mucho, tu Iya y Aio son muy importantes para mi, me has apoyado muchísimo, y esta última vez, tus palabras fuerón el apoyo más dulce que he podido recibir.

Coolis- Jessy, linda, gracias por tu review, y por la información, aquí también de hecho le pasan, pero U estoy algo confusa en los horarios, espero este capitulo pese a no contar mucho sea de vuestro agrado, y de paso te agradezco tu apoyo en todos mis fics, de verdad, eres muy dulce conmigo, ¡gracias amiga!.

Iyari- ¡Hermana cielo hermoso!, jaja, no preguntes por que dije eso, solo lo sentí debía decirlo, mi niña, el review del capitulo ocho se corto ToT, pero no te equivocabas en lo que decías jeje, veo que también te agrado el nueve, es raro, segunda persona que le agrado más que el resto, y en cuanto al del capitulo diez, yo también estoy orgullosa de ti, tienes tanto que entregar, tanto que enseñar a través de tus fics- Porras a ¡Kuruma- Chidori!- Te quiero mucho sis, y eso nunca va a cambiar.

Aiosami- mi primita hermosa, como no dedicártelo, si te quiero mucho, además me enorgullece mucho conocerte, y se que no es mucho lo que les dedico, pero es mi forma de agradecerles el haberme dado la posibilidad de conocerles- te quiero mucho- gracias por apoyarme con caprichito y leerle, espero regreses pronto a deleitar con tus fics y a aguantar a tu primis- estoy bien loca XDD- besos. ::sonrojada:: y no escribo tan bien, solo… trato de escribir sin morir en el intento XD.

Bunny Saito- eres muy perceptiva en todo, la verdad es que si, se traen cosas entre manos y no tendrá buenas consecuencias, de hecho ni Kikyô sabe que clase de consecuencias jeje- gracias por leerme, espero este capitulo te halla agradado. Leí tu One-shot, hermoso.

Miko de Hielo Aome- hola linda, no, no me quites a Kirara ToT, actualice, algo lenta, pero lo hice XDD, una preguntita, como vas tu con el fic, me gustaría saber, se que no ando mucho por Internet (súmale a eso un nefasto MSN), me escribes un correo para saber?, un beso-

K-gome- ToT es que soy alma nostálgica en cuerpo joven, por lo mismo descargo mi nostalgia en un final desconsolado, bueno eso pretendo, quizás yo trate de armar un drama y termine dando risa, espero poder saber tu opinión cuando lleguemos a esa instancia. Gracias por tu apoyo.

Arwen- (es muy largo el nick U)- hermana, ¿como estás?, que agrado que te halla gustado, me dejo contentísima cuando recibí tu review en el capitulo diez, fui mala con Sango ToT, pero como dejarle al hentai Miroku todo en bandeja, a Kouga, pues te lo mando para que le consueles, a Kikyô, no, no la mato, vez que sino, no tendrían causas ustedes para torturar a los chicos del foro jeje. Besos y gracias por leerme- ah! Y si te inspiro ::Sayo Salta:: ¡entonces espero ver actualización tuya pronto!. Besos.

Ropna- te sigue gustando el nueve, tengo que lograr destronar a aquel, mas no se como ToT, amiga gracias por apoyarme con el fic, me debes algo ::la mira con los ojos bien abiertos:: de CCS, quiero verlo, leerle, cuando?, jeje, Gomen U- espero este capitulo te guste, y hispa no me han leído más, de hecho, no se si siga de verdad, por que me cuesta siglos actualizar ahí ToT.

Asumi-chan- jeje, no soy tan mala U.U solo me gusta poner negras las cosas y luego esclarecerlas, si es que quiero, jeje, espero que este capitulo halla sido de tu agrado, y ojála podamos hablar otro día por MSN, ¡nos estamos leyendo!

Kattycap- ¿que chica?- Es que soy bastante despistada y soy lenta a veces U.U- cuchillito… que Yashi no lea eso- ando lenta hoy, muy lenta, gracias por animarme sabes, continuaré con mis actualizaciones, pese a que a veces no sigo, y me retraso u, pero, seguiré XDD (por desgracia de algunos... esta loca sigue actualizando). Besos y espero saber tu opinión.

Kisuna- ahh, amiga! que bueno que lograste leerle, la verdad estaba ansiosa de saber tu opinión, más por que sabes como adoro cierto fic tuyo, así que me siento pequeñita al lado, por lo mismo, las criticas u opiniones que me des son para mi ideas para perfeccionar. Gracias por leerme, por nada por los agradecimientos, de hecho si no lo hubieses leído de seguro no me animo, sabes, soy bien miedosa U. Cuídate y nos estamos leyendo!

Hitoki-chan- Gracias, sigo aquí, espero este capitulo halla sido de tu agrado, ojála me puedas hacer saber tu opinión- sigo con la idea de que hubo algún cambio que no debí haber hecho en mi escritura O.o-hasta pronto!

Sweet-Angel-Kagome-este review fue improvisto ayer o, pero te agradezco mucho sabes, así que, aquí actualizando- ¿tanto demoré?, pues espero te agrade el capitulo.

De paso agradezco a aquellos que leyeron Apariencias, lo escribí en un cierto momento y por lo mismo tenía algo de mi corazón en el, gracias a quienes le leyeron- Chisana Minako (me alegró mucho el ver su review, más además que, me ayudo mucho tu persona en si, gracias Chibi reina del Waffle), Cereza-Kirara (gracias por tu opinión, me dio demasiado gusto te agradase el One-shot), Bunny Saito (FF me borro tu Review ToT), Yashi (sis, ya comentamos el review, malvado FF borro el otro ToT, y yo y mis locuras no, gracias por el apoyo), Ropna (que gusto, le entendiste a la perfección la idea, el sufrimiento tras, gracias amiga y, no, es que ya había hecho un song-fic y ese era mi one-shot XD), Aomechan5 (no sabes como me agrado saber que te llego tan así el fic, el único, pues soy la orgullosa poseedora de una triste pero elogiadora situación, gracias por tu comentario), Aiosami (me encanto tu review primi, todo junto, uno, era la idea, por que iba más por el lado de relato- monologo interior, dos, se me pegaron algunas partes U, jaja, primi te adoro, me fascino tu review!), DarkCam ( y a mi me sube el animo saber que mis intentos te agradan, gracias amiga!)

Ahora si los dejo o, cuídense mucho y ya saben, golpes ( no muy fuertes XD), tomatazos, pastelazos, criticas constructivas, ideas, opiniones varias, lo que apetezcan, a través de un review o por mail (sigo diciendo que quiero ponerlo ¬¬, esta en mi perfil U), les agradezco de antemano ya a quienes han leído este capitulo, si tienen tiempo me dejan un Review con su sincero parecer acerca de este ¿si? (así me ayudan para ir arreglando mi estilo de escritura y redacción)- ¡Un beso y hasta pronto si Dios quiere!.