Pues, ¡Hola!, cuanto tiempo de tener botado a este fic, y a Libertad también, apuesto que ya todos respiraban tranquilos de que una loca como yo hubiese desaparecido, pero ¡no!, he regresado y con más ánimos que nunca (ánimos de escribir y de lapidarme con mis auto comentarios... pero que no haré públicos dentro de lo que pueda controlar n.n).
Bueno, ya rendí la famosa prueba y me ha ido bien, en especial en lenguaje (Para mí asombro), así que estoy actualmente en postulaciones esperando a la brevedad saber los resultados de estas.
Y bien, entrando al fic, capitulo corto y seguramente nadie leerá, de paso aviso que estaba escrito con MUCHA anticipación, por lo cual sólo le revisé, mas no rescribí, ya que indudablemente, ahora último escribo deplorablemente n.nU (no me rebatan, ya verán cuando suba algo que me toque escribir)
Dedicado a todos aquellos que me han apoyado en estas fechas, a mis nee-chan, particularmente a mis sis cielo y esperanza, a mí okaa, a mi ciber esposo n.nU, a pues a todos aquellos que me conocen y hacen de mí vida algo especial. TKS.
Por cierto, gracias a quienes leyeron "Elígeme", aquel fic fue una dicha de escribir, puesto que tuve la posibilidad de hacerlo con alguien que adoro y admiro en sobremanera (¡Gaby-sis!). Se los agradezco desde el alma.
Un Capricho Del Corazón
Disclaimer- La historia de siempre, los personajes son obra e invención de Rumiko sensei, yo solo estoy realizando esto sin fines de lucro y teniendo claro que lo único mío continúan siendo el computador y las ganas de Escribir.
Por- SaYo-Yukishiro
Coautora y Madrina- YashiMi sis esperanza ) y aquella que me apoya, guía, enseña y da la confianza para continuar con este fic y con el resto de las ideas que surcan mí cabeza... por tanto se hace responsable de mis incoherencias o no? n.nU. Te adoro demasiado.
Capitulo Diecisiete
"Solitario Llanto Tras Un Engaño"
Inicio- 25 de Julio de 2004; 18:09
Silencio, el más perturbador y absoluto silencio, la marcha del carro era lenta e incómoda, el trayecto era corto pero esta vez se había hecho eterno.
Observó a su lado para notar a Kagome inmersa. Estaba con la mirada fría o más bien indescifrable, había deseado preguntarle que cosas podrían cruzar su mente, mas se había detenido.
Kagome estaba viendo un punto fijo, que no tenía relevancia alguna, pero parecía darle cierto control. Era admirable- "definitivamente admirable"- pensó Sango. Sin embargo eso no alejaba la inquietud de su ser, sabía bien que en esos casos era mejor desalojar el sentimiento que estuviese rondando en el alma, pero Kagome no parecía pensar lo mismo.
El carro se detuvo. Kagome respiró hondamente, luego dirigió una impenetrable mirada a Sango.
-Espérame aquí- susurró.
-¿Qué vas a hacer?- inquirió Sango. Kagome sólo negó.
-Sólo espérame, no tardo.
Bajó con mirada altiva y firme caminar pero- "¿acaso se siente así?"- se preguntó apesadumbrada su prima, quien bajando el vidrio observaba la figura alejarse y luego desaparecer tras la puerta de entrada.
-Él esta en su dormitorio- respondió Ayame, una joven de cabellos zanahoria y ojos verde esmeralda- Si gusta le llamo.
-¿Podrías hacerme un favor?- interrogó con calma- Podría yo pasar a verle... quiero darle una sorpresa- justifico la chica al ver el semblante interrogante de la joven.
-Yo...- dudo la muchacha, con el seño fruncido.
-Te aseguro que no se molestará, además sólo será un segundo- rogó la muchacha.
-La segunda puerta subiendo las escaleras- habló con resignación Ayame. Kagome murmuró un casi inaudible "gracias" y subió con rapidez.
Tocó la puerta, por respuesta recibió silencio, volvió a llamar, esta vez teniendo un leve bufido por contestación.
Inuyasha no debía de haberse esperado eso, puesto que sus ojos se abrieron como platos y su labio inferior tembló.
-Pasa- tartamudeo, al tiempo que hacía ademán de eso con su mano.
Se quedaron en silencio, el más incómodo silencio- "Ya lo sabe"- pensó el muchacho al tiempo que bajaba su mirada para evitar como diese lugar hallar en los azulinos ojos de la muchacha interrogantes que ni él podía responder.
-¿Es verdad?- interrogó en un leve susurró la joven ya luego de unos minutos de hermético silencio. Inuyasha no levantó la mirada, siguió con esta fija en el piso.
-¿Qué cosa?- murmuró, esperando y rogando que no fuese "aquello" a lo que ella se refería.
-Sabes bien lo que hablo- refutó la chica con seguridad. InuYasha suspiro trabajosamente.
-Si, lo es- murmuró el joven, levantando levemente la mirada, con temor...
Esperaba un grito, un sollozo, quizás un golpe, una palabra cargada de ira, llanto... mas nada, Kagome sólo dejo escapar un suspiro que se perdió en la habitación, rodó sus ojos, para luego volverlos a fijar en el, con tranquilidad, luego dirigiendo su mirada en la pared posterior.
-Lograste lo que querías- señaló hacía el lugar en que fijaba su mirar- La katanna. Inuyasha sintió una punzada en su pecho- "Por favor... si gritaras o me golpearas me lo harías más fácil"- se dijo así mismo, y es que aquella calma que asemejaba la muchacha de mirada antes alegre, le producía dolor y preocupación.
-Mi padre me la ha entregado- susurró, casi rogando no lo hubiese oído, esperó
nuevamente alguna reacción, mas ninguna se hizo presente.
Kagome solo sonrió, una sonrisa demasiado triste para los ojos humanos y que gracias al destino Inuyasha no vio.
Quiso decir algo, pero tuvo que detenerse, estaba perdiendo la fuerza de la que se había armado al entrar. Sintió como sus labios temblaban... no, no lloraría, no diría nada de lo que su corazón gritaba.
-Inuyasha- llamó la joven, la voz había sonado temblorosa, este la miró con culpa, mas ella nuevamente tenía esa mirada que no denotaba nada- Debo partir, regresaré en unas semanas, te pido por favor, continúes con lo de Sango y Miroku, cualquier cosa... sólo me avisan- dijo casi sin respirar, debía terminar luego, necesitaba salir corriendo de aquel lugar o terminaría desmayando.
-Lo haré- respondió con una voz llena de culpa, que parecía arrastrase rogando perdón.
Nuevamente el silencio había reinado, como si fuese el mejor método para decirlo todo.
-Kagome- llamó el muchacho, no sabía que le diría, pero algo haría, necesitaba oírla, necesitaba que hablase, porque, aunque esta se mostrase tan integra, tan fuerte, el ambiente denso del lugar que se manifestaba como silencio, solo dejaba un desazón y la sensación de dolor... dolor de él, y aunque ella no lo demostrase, de ella también- Lo nuestro ha sido tan repentino y fugaz- su voz entrecortada cesó para admirar furtivamente la belleza de la joven- No habría podido ser, por favor, Per…
-Shh- hizo callar la joven y dejo escapar levemente lo que su corazón sugería, lo que su alma gritaba con llanto desconsolado dentro de ella, una mirada entristecida, melancólica, dolida, destruida- Te felicito por tu compromiso- hizo una pausa, ¿había dicho aquello?.
Sonrió con resignación para sí, si, lo había dicho- Hasta luego- murmuró, sin siquiera acercarse para dar una despedida, sin siquiera devolver su mirada al joven que amaba, solo caminando hasta la salida- Sé muy feliz, tú al menos podrás serlo- con tono casi inaudible cruzó el umbral, cerrando con cuidado la puerta tras de si, apoyándose en esta ya estando fuera, sintiendo que su cuerpo desfallecía, se hubiese dejado caer ahí mismo, más sacó fuerzas de donde no habían para salir a toda prisa y subir en el carro, partir y huir de ese sitio, donde sentía dejaba algo de sí para siempre.
Inuyasha continuó viendo el punto donde había desaparecido, como si esperase que la puerta reabrirse y entrase nuevamente la chica, mas imposible.
-Imposible- repitió en eco a su conciencia- Te la llevas contigo... yo arruiné mi felicidad... y la tuya también, Kagome- murmuró con pesar, dejándose caer sobre su cama, sentado sobre ella, con las manos entrejuntas, la mirada gacha, volviendo nuevamente su mirada al punto- "ya se ha ido"- una lágrima rodó por su mejilla, al tiempo que Kagome afuera, ya casi dentro del auto, con la manga de su abrigo borraba el surco de la única que escapase fugazmente en su salida, la única pero no la última.
-Kagome- murmuró la joven al verla entrar, tenía nuevamente esa mirada imperceptible, mas no le engañaba, la había visto salir y con la manga de su ropa ocultar cualquier indicio de lagrimas- ¿Estas bien?- Kagome sólo asintió- Si quieres podemos ir a mi casa, de hecho...
-No- cortó la joven con decisión- Quiero ir a mi casa, Por favor- pidió la joven. Sango no esperaba aquello, sobretodo por que ya estaba asustándose por la reacción, que llorase, que dijese algo, pero ese silencio, no le daba para nada buena espina.
-Kagome- con tono de súplica habló pausadamente- ¿Estás segura?
-¡SI!- dijo casi gritando, exaltada. Sango entonces optó por guardar silencio, aún no era tiempo, quizás debía dejarla, luego podría quizás ayudarle- perdona- murmuró tras de unos minutos- de verdad estoy bien- su voz había sonado casi como un susurro, ¿de verdad estaba bien?, no quería preguntárselo, porque en realidad no era así... solo que pensaba que si se lo repetía a si misma y a los demás varias veces terminaría siendo así... pero cada vez que lo repetía se sentía peor, ahora todos le veían con lástima: Inuyasha, Sango... el resto también lo haría- "Ilusa"- le dijo con burla una voz en su interior-"Ilusa"- volvió a repetir. Kagome entonces sintió la necesidad de correr, pero no podía, solo deseaba ocultarse, quería estar sola, totalmente sola.
Bajó con cautela, sin devolverse a despedir, profirió una frase de despedida, que quizás nunca llegó a su receptor. Se adentró en su hogar, casi corriendo, mas detuvo sus pasos en la entrada, debía estar calma, no le daría el gusto a Kikyou de verla entrar así.
Agradeció que esta parecía no estar en el lugar, iba a reanudar la marcha cuando su padre, aquel hombre que le sonreía enternecidamente la detuvo- Kagome quería hablarte del...- se detuvo, la mirada preocupado, asustado-¿Estas bien?-
"¡Maldita pregunta!, ¿que todos la repetirían aquel día?."
-Si- respondió cortante.
-¿Segura?- Kagome entonces notó que su padre se retractaba de preguntar, seguramente su mirada había sido demasiado brusca, pero no tenía ganas de hablar, con nadie y de nada- Ve a dormir... mañana hablaremos- susurró despidiendo a la joven, que entonces con rapidez subió las escaleras.
Nunca había sido adepta al desorden, siempre cuidaba sus ropas prolijamente, pero esta vez no sentía ganas de nada, se despojo de sus ropas dejándoles caer en el suelo de su habitación y luego de igual forma se dejo caer sobre el mullido colchón. Exhalo con dolor, esperando que en esta exhalación, lograse deshacerse de esa pesadez que le agobiaba en el pecho... No lo logró.
¿Llorar?, Él no merecía ni la más mínima lagrima, ¿herida?, ¡no ella no estaba herida!... pero ¿por que le dolía tanto el pecho?, ¿por que sentía deseos de arrancarse de su ser, de desaparecer momentáneamente, de que el tiempo se detuviese y retomara camino dejándole a ella en aquel sitio inmóvil?.
Cerró los ojos bruscamente cuando sintió que aquel líquido salino se abalanzaba para dar escape, se cubrió los ojos con la palma de su mano y la otra se la puso sobre el pecho, tratando de notar que era lo que le hacía sentir así...
-Angustia- murmuro- Te amaba- musitó.
Tenía que dormir... dormir, si eso haría que aquel sentimiento se disipara. Cerró los ojos, esperando lograrlo, cayó en brazos de Morfeo luego de batallar para lograrle.
-¿Usted se lo ha dicho?- preguntó con voz roída el joven de ojos miel. Haru solo asintió, sin siquiera sentir remordimiento alguno.
Cerró los ojos con fuerza, sentía que su ser se despedazaba.
-No ha reaccionado- musitó- solo vino y luego se fue, no sé que estará pensando- murmuró. Haru le vio imperturbable.
-Debiste haberte preocupado antes- reclamó. Inuyasha sintió una puñalada en aquella frase.
-A mi también me duele- recalcó con cierta ira.
-Es justo- Haru le dio la espalda. Inuyasha no dijo nada, ¿Qué iba a decir? ¿Se equivocaba?... no, no lo hacía, lo había arruinado todo, pero... él siempre había deseado eso, mas no bajo aquel precio... "era solo un capricho"- se repitió- "¡Estúpido!"- oyó en si. Inuyasha apretó su mandíbula... hasta su conciencia se lo decía... ¿y si no había sido un capricho?... el precio entonces, jamás podría perdonárselo.
-No, es cierto- musitó con voz entrecortada y los ojos fuertemente cerrados, dormía, mas no placidamente, a juzgar por su sudado rostro y su agitada respiración trataba de una pesadilla.
-Te equivocaste, te burlaron, ¡jugaron contigo!- decía una voz a sus espaldas.
-¡Mientes!
-¿Quieres más pruebas?- una risa pérfida resonaba, al tiempo que la joven notaba que todo iba oscureciendo, un manto desolador, una oscuridad inevitable, una soledad desgarradora.
-Cállate- grito suplicante.
-¿Crees que le molesto lo que ha sucedido? De seguro ya lo tenía pensado-un tonó entre sádico y burdo le hacía enfurecer, y al mismo tiempo atribular- Y tu que le decías que estarías siempre con el... ¿crees que eso le importó?- burló con mayor sadismo aquella voz que ya se le hacía inaguantable.
-¡BASTA!- Gritó, incorporándose de un salto, estaba apenas cubierta por una frazada color canela, observo, tratando de distinguir frente a sus ojos el reloj, al parecer erán las tres de la madrugada, su cabello negro caía sobre sus ojos, su respiración era entrecortada, prendió la luz, poniéndose de pie, se toco la frente, pese a estar sudada, no tenía fiebre... poso una mano sobre su pecho, a la altura de su corazón, le dolía, lo sentía pesado, apretado por una fuerza desconocida, y al mismo tiempo, sentía que al más mínimo impulso saldría disparado por su garganta, ¿o acaso ya no estaba?, al mismo tiempo, sus ojos ardían, como si hubiese llorado, pero sin hacerlo, su cabeza pesaba... no iba a poder dormir.
Trato de pensar en otra cosa, pero no pudo, su mente por escasos segundos había quedado en blanco, una desagradable sensación vino a su mente, recordó levemente su pesadilla... aquella voz, no se equivocaba, había sido burlada, lo peor es que no podía sentir ira, tampoco odio... sólo sentía angustia, pena, nostalgia, dolor. Se observó al espejo... estaba desgarbada, se veía de verdad escuálida, con las mejillas pálidas, una mirada llena de tristeza y una sonrisa que por más que trataba esbozar parecía más un lamento.
Se hecho hacía atrás, apoyando su espalda contra el respaldo de su cama, sentada en el piso, observó sus manos, como si en estas estuviese algo llamativo... no había nada, solo quería encontrar algo que le obstruyese su deseo de gritar, de llorar... al pensamiento, sus ojos azules se inundaron en lagrimas, que comenzaron a caer con asiduidad por sus pálidas mejillas... al parecer era la única caricia sincera que obtendrían estas... las de sus lagrimas derramadas por aquel que no le quiso...
-Porque de quererme, no hubieses hecho eso- habló entre sollozos- Yo quería estar junto a ti... yo jamás había sentido esa clase de amor por nadie- un grito se ahogó en su garganta, resonando como un lamento que parecía salir desde sus entrañas.
Llevó sus manos al pecho, y dejo caer su cabeza sobre sus piernas dobladas, sus cabellos azabache cayeron sobre sus manos que sostenían su frente. Por el espacio que quedaba entre su rostro y sus rodillas podía ver como frente a la luz de la luna sus lágrimas al caer brillaban con energía... energía que ella no poseía, su rostro de verdad parecía demacrado, además de aquella palidez parecía sin brillo... ¿acaso Inuyasha le había arrebatado la vida junto con su amor?... o quizás era que...
-Te has quedado con mi corazón- declaró la joven con un murmullo acongojado- Porque nunca me había sentido tan vacía antes- su llanto entonces se hizo violento, incontables lágrimas llenaron sus mejillas, al tiempo que detenidos gritos erán guardados en su garganta y expresados como lastimeros sollozos. Se dejó caer, abrazándose a si misma
- No me verás así- susurró. Sus ojos entonces volvieron a cerrarse, pesadamente, su cabeza giró y sólo se dejó dormir, al tiempo que aún dormida, sollozos arrancaban desde lo más profundo de su alma, causados por una herida invisible a simple vista, pero difícil de curar, a veces totalmente imposible de cerrar...
Término 26 de Julio de 2004; 13:17
Asumo que por la temática no es uno de los mejores capítulos, por lo menos... aunque suene raro en mí, recuerdo que este fue uno de los capítulos que más me gusto hacer, por otro lado Yashi me ayudo con frases e ideas para darle el toque dramático, así que por adelantado y para asombro mío... este capi en particular a mí me gusta, aunque de seguro si alguien más lo hubiese redactado (la idea) hubiese quedado mucho mejor, pero... que le puedo hacer, cada quien tiene sus limitaciones y yo tengo claras las mías.
Ahora, ¡quisiera irme a los review!, y es que de verdad les agradezco mucho el que sigan este fic, ya pasamos los 250 eso para mí es más que un logro, no tanto por la cantidad, sino por que cada uno ha guardado cierta historia; entre amistades, conocidos, hermandades, y junto a eso decir que admiro en sí a la mayoría de quienes me han dejado review, muchas veces son autoras que de verdad, anhelo alcanzar; en otras personas que adoro por sus corazones y bondad, así que de verdad, no podría estar más satisfecha de todo lo bueno que me ha brindado el intentar escribir, espero algún día llegar a un nivel que corresponda a todo el bien que me han hecho quienes brindándome parte de su tiempo me han leído- por cierto... este fic cumplirá un año de publicación el 29 de Enero del año entrante... ¿Por qué lo digo?, pues por que ese mismo día mi sis esperanza estará de cumple y yo ya estoy llena de ansiedad y felicidad por ella, ¡17!. Y eso que todavía no pasa el mío y ya estoy ansiosa por el de ella n.nU.
Lamentablemente para mí por una cosa de tiempo no alcanzaré a agradecer como es debido, sin embargo igualmente aprovecho para decirles a- Coolis; Gaby-sis-esperanza; Alma Angelina; Nee-chan Naru-Chii; Kagome-chan122; Maru-chan; negrita-san; Kagome-n; La miko del hielo aome; Kisuna-sensei; K-gome; Yelitza; Oyuki-77; Camichan; Norely; Natsumi-san; Bunny Saito (que tengo pendiente leer el capitulo diez de Jingo, pero esta fenomenal!); Nathari-chan; Dark-Cam; Dark-Kotetsu- Angel; Arwen sis; Hikaru.- MUCHAS GRACIAS POR LEERME Y ALENTARME A SEGUIR, GRACIAS A USTEDES POR SER ASÍ, POR SER UN ALICIENTE A MIS ESPERANZAS Y SER QUIENES SON.
Por cierto, actualmente ando haciendo fic originales, bueno... se que eso no debería estar haciéndolo puesto que tengo bastante botados mis fics (que irán de mal en peor cuando deba redactar nuevamente; ya que este capitulo ya estaba hecho antes UoU), pero espero entre hoy y mañana actualizar Libertad... de paso me hago auto propaganda y les pido de corazón, si pueden pasar por esta y leerle, dejar algún comentario... les estaría profundamente agradecida.
Eso y... si alguien quiere leer los entupidos originales que mi mentecilla inventa, pues me avisan... aunque no me alienta mucho subirles a FF o algo así; son bastante pobres estas historias n.nU, mejor olviden lo que dije XD.
Un beso inmenso para todos, disculpándome enormemente por mí retraso (A ver si alguien quiere seguir leyéndome UoU), espero el capitulo sea de vuestro agrado y, si gustan y disponen de tiempo me dejan su opinión ¿si?, Ya sea a través de un review o de un mail.
Mil gracias de antemano. Se despide atentamente de ustedes, esperando hayan tenido felices pascuas y un excelente año nuevo.
SaYo-Yukishiro o Alex n.nU
