NOTAS DE LA AUTORA:
Acá vuelvo con otro capítulo de mi fic, espero les guste, y les recuerdo, el fic comenzará a tomar forma entre más capítulos pasen, sólo les pido paciencia. Ojalá y este capítulo les agrade, y les de curiosidad de esperar el siguiente…
Les recuerdo que Rurouni Kenshin le pertenece a Nobuhiro-sensei, y el personaje de Hatsumono, bueno, creo que saben de dónde los saque…
Los dejó ya, ¡Disfruten la lectura!
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CAPITULO 2
Un tranquilo sábado, la tercer nevada de la temporada había caído hace apenas un día, y es que desde que cayó la primera hacía dos semanas, la gente parecía estar de mejor humor, y el cielo parecía querer ser gris siempre, el sol era tenue y el frío era cada vez más, aunque a los niños parecía no importarles, salían a jugar en la nieve de los parques o de sus casas, y entre tantos, dos niñitas castañas jugaban en un parque con su tía, se divertían bastante con ella, era otra niña a pesar de ser ya una joven de 17 años, estaban acompañadas también por un amigo de su tía, su tío, otro cómplice de juegos y travesuras, aunque esta vez se habían metido en un lío, o eso pensaban, encontraron un perro con hermoso pelaje, enorme y café, pero parecía tener mucha hambre y haber pasado fríos, concordaron en que lo llevarían a su casa y le darían de comer, después buscarían al dueño.
-¿Listas para llevar a este gran oso a casa?
-Hae, oye tía Misao, ¿mi okasan no se va a enojar ne?
-Tu okasan quien sabe, mejor preocúpate por mi otusan.
-Lo olvidaba.
-Tranquilas, si no se puede quedar allí, en mi casa no hay problema, Yumi no odia los animales.
-¡Eres el mejor Sou-chan! – Una muy efusiva Misao se lanzó a dar un gigantesco abrazó al joven, quien se sonrojó, la chica fue seguida por sus pequeñas sobrinas que repetían igual que ella "Te queremos Sou, eres el mejor!"
-Chicas es hora de irnos.
-¡Pero si estás más rojo que un tomate!
-Misao vamonos.
-Yoshi, pero no te pongas de colores.
La casa de la familia Saito estaba vacía, solamente se escuchaban las voces de las jóvenes que seguían allí, Kaoru y Megumi, los esposo habían llevado a las visitas al aeropuerto, la más pequeña había salido con las hijitas de la mayor, mientras que las dos chicas antes mencionada se quedaron en casa. Ambas estaban en la cocina cuando oyeron que alguien llamaba a la puerta, Kaoru se dirigió a abrir, algo molesta pues ella quería seguir con sus prácticas de cocina, al abrir la puerta se sorprendió de ver a quien estaba frente a ella, una hermosa mujer de piel blanca y ojos azul oscuro, sus cabellos negros y largos estaban sueltos bajo una boina beige, llevaba un pantalón y un suéter del mismo color, unas botas y un abrigo de color arena, y una bufanda en tonos de naturaleza seca, era una mujer pequeña, baja estatura y delgada pero bellísima, la invitó a pasar y la condujo a la cocina, dónde solamente dijo una palabra antes de que la doctora corriera a abrazarle…
-Megitsune!
-Hatsu-chan!, ¿cuándo es que has vuelto?
-Ayer, sólo que me quede descansando, esto de andar de tour me cansa.
-Me imagino, pero siéntate, ¿gustas algo de tomar?
-Oh no, sólo venía a invitarte a ir de compras, deseo comprar un kimono nuevo, tu sabes, de vez en cuando me gusta comprarlos.
-Pues no lo sé, Misao ha salido con las niñas y mis tíos no están.
-Vamos Megumi, sólo será un rato, y le compramos también algo a las niñas.
-Hatsumono…
-Por favor.
-Bien, iré a cambiarme.
-¿Kaoru quieres venir con nosotras?
-Pues…gracias por al invitación Hatsumono-san, pero yo no sé si deba…
-Oh por supuesto, ve a cambiarte tú también.
-Hae.
Así las tres mujeres salieron de compras, entusiasmadas y charlando, en el centro comercial la gente se le acercaba a la mujer pequeña y le pedía autógrafos, ella con una elegante sonrisa accedía, "qué difícil es ser una súper modelo…", Kaoru tan sólo observaba con admiración, desde que conocía a esa joven la había admirado, fue cuando Megumi comenzó a ir al "Shikibu Murasaki", poco antes de que sus padres murieran, se habían hecho amigas rápidamente, tendrían unos 10 años, Kaoru por tanto era una pequeña niña de 5 años mas eso no impidió que la nueva amiga de su prima la impresionara, tanto por su forma peculiar de hablar como por su exquisita belleza, era como la hermana mayor ideal, al menos para ella, puesto que siempre la trataba bien, intentaba ayudarla y enseñarle lo que podía, ella encantada accedía, soñaba algún día ser tan bonita, y la verdad es que no estaba tan mal, quizás pronto también sería una súper modelo…
-Miren eso chicas.
-¿Nani?
-Kaoru niña sal de las nubes – Hatsumono le dio un pequeño golpecito en la cabeza a Kao – Hablo de aquel hombre que esta allá, mírenlo bien, creo que ya encontré algo que hacer.
-Dame Hatsu-chan.
-¿Pasa algo Megumi?
-Hae. Míralo bien, ¿no te recuerda algo?
-Pues… - Ambas mujeres miraron fijamente a un hombre sentado en una mesa de una pequeña cafetería, estaba solo, y vestía casualmente, su pelo era negro y estaba leyendo algo, al parecer un periódico, tomaba sorbos de una taza, quizás de café – Me recuerda que no he ido a visitar a mi otusan y a su odiosa mujercita.
-No Hatsumono, me refiero que si no te recuerda a alguien más, podría jurar que yo lo he visto antes.
-Son tus nervios Megumi, ahora sí estás delirando.
-¿Saben?, creo que el hombre las está mirando a las dos.
-Hei Kao-chan, tienes razón. Pues si nos observa de esa forma creo que debemos ir a saludarlo.
-A no Hatsumono, olvídalo, no nos vamos a acercar a ese sujeto.
-Oh kitsune si me acabas de decir que se te hace conocido.
-Pero eso no significa que debamos ir.
-Pues ahora si significa eso. Vamos Kao-chan, si Megumi no quiere venir nosotras iremos solas.
-Me parece bien, vamos.
Hatsumono y Kaoru se encaminaron hacia el hombre, Megumi las miró con sorpresa y se fue justo detrás de ellas, siempre tenía que soportar las imprudencias de Hatsumono, y aquí iba otra vez, para prevenir las locuras de su amiga. Pudo ver que el hombre se sobresalto al verlas, cosa que paso desapercibida por las mujeres al frente, tranquilamente Hatsumono dio unos pasos al frente y se presentó ante el hombre, quien solo le dirigió una mirada y se paro dirigiéndose a Megumi…
-¡Oiga, estoy hablándole!
El hombre salió del establecimiento sin decir ninguna palabra, cruzando una mirada con la doctora…
-¡Pero que poco cortes a sido!
-Tienes razón Hatsumono, mira que dejarte hablando.
-Lo sé Kao-chan, en mi vida me habían dejado hablando.
-Ya cállense ambas, el pobre hombre no las conoce, ¿Qué esperabas?
-Que fuese amable, digo, quizás pudo invitarnos un café.
-Hatsumono no todos los hombres caerán a tus pies con el hecho de que les hables.
-Pues no lo sé Megumi, pero ese sujeto va a aprender a ser amable.
-No sabes quien es.
-Pero ya veré como me entero, eso tenlo por seguro.
-Como digas, yo sigo pensando que lo conozco.
-No lo creo, si nos hubiese conocido no habría sido tan grosero.
-Pero las estaba mirando.
-Pues no lo sé, no lo creo, quizá estaba mirando a alguien más.
-Eso es lo más probable, y tú con tus imprudencias lo incomodaste.
-Ay no empieces otra vez Megumi.
-Es sólo un comentario.
-Chicas, ¿por que no seguimos con las compras?
-Si Kao-chan, tienes razón, mejor sigamos.
Así las tres continuaron sus compras, una molesta, otra sin saber que sucedía y la última tratando de recordar a ese hombre…
Sagara Sanosuke caminaba al hospital, la doctora Megumi le había dicho que debía ir a cambiarse las vendas, esa mujer realmente era una mandona, se la había pasado dándole una orden tras otra, y si el decía algo simplemente lo golpeaba en su herida, y tenía el descaro de decir que él era quien no se cuidaba, esa mujer era tan extraña aunque tenía su consultorio lleno de detallitos, fotos de su familia y un montón de arreglitos femeninos, y para la mala suerte de él su mano estaría sin sanar durante un tiempo más. Por fin llegó al hospital y fue directo a la recepción, primero debía preguntar por doctora…
-Disculpe, ¿la doctora Megumi está en su consultorio?
-Oh no joven, ella ha cancelado sus citas del día de hoy, tuvo una emergencia y no vendrá hasta el lunes, ¿desea dejarle un mensaje?
-No, ¿podría darme la dirección de ella?
-Disculpe pero esa información…
-Por favor, es una emergencia – Sano se puso al nivel de la enfermera y la miro a los ojos, la chica le dio una tarjeta y le dijo susurrando:
-Esa es la dirección y tiene su teléfono y celular, no diga que lo consiguió de mí.
-Domo arigato.
Sanosuke leyó la tarjeta y miró la dirección, sabía donde quedaba y se fue allá, tenía que aclarar con la doctora, mira que dejarlo a él sin avisar que no iría, ya lo escucharía, aunque si ella salía con sus comentarios el no podría evitar contestarlos, esa mujer era un imán, algo tenía que le atraía, eso no podía negarlo, pero nada serio después de todo, todas las mujeres son encantadoras por naturaleza. Al llegar a la dirección le parecía algo raro, la casa era muy grande y tenía un jardín gigantesco además de un bonito estanque, "que bien vive la doctorcilla…", tocó la puerta principal, tuvo que esperar un rato antes que le abrieran y en la puerta apareció una jovencita pequeña, de largos cabellos negros y ojos aguamarina, llevaba una bolsa con comida para perros en la mano, la muchachita lo miro de arriba abajo, le daba un ligero aire a Megumi, por fin le habló y ladeo su cabeza…
-¿Sí?
-Mm, ¿aquí vive la doctora Takani?
-Hae, aquí vive.
-¿Podría decirle que la buscó?
-No está, salió hace rato señor…
-Sanosuke, Sagara Sanosuke.
-Pues puede esperarla si gusta, o puede dejarle un mensaje.
-La esperaré.
-Pase, lo llevaré al patio, digo, si prefiere lo dejo en la estancia.
-No, esta bien el patio.
-Pues sígame.
-¿Eres hermanita de Megumi?
-Para nada, kami me bendijo con eso, sólo soy su prima, mi nombre es Misao.
-Tienes un cierto parecido con ella.
-Para nada, bien aquí es.
Sano miro un hermoso patio, tenía otro estanque y había más construcciones, y justo allí miro a un perro que corrió hacia él, ¡era su mascota que había perdido!
-¡Perro!, disculpa Sanosuke-san.
-Oh no, disculpa tu, este es mi perro, había estado perdido.
-¡Perrito! ¡Perrito!
Dos niñas corrieron tras la mascota de Sano, eran seguidas por un joven, ambas niñas se colocaron frente a Misao y lo observaron luego le sonrieron y la mayor se presento…
-Yo soy Ayame-chan y ella es mi hermanita Suzume-chan.
-Mucho gusto yo soy Sanosuke.
-¿Es tu perrito?
-Hae, se llama Notaro.
-¿Te lo vas a llevar?
-Hae. También es de mi hermano pequeño, su nombre es Yahiko.
-MM, ¿podemos jugar con él un rato más?
-Claro.
-Arigato Sano-chan.
-Tío Sou, ven a jugar con nosotras.
-Esta bien, vamos.
-¡Qué niñas tan enérgicas! – dijo Sanosuke
-Bastante, son muy lindas, y es que desde hace rato encontramos al perro en un parque y pues les encantó.
-Si lo veo.
-¡Misao!
-Creo que ya llegaron, ¿vienes o te traigo a mi prima?
-Mejor tráela.
-Bien, espera aquí.
Misao entró en la casa, Sano escuchó mas voces e intentó asomar su cabeza para ver a quien pertenecían mas no pudo, justo de la puerta salió Megumi vestida casualmente y seguida de Misao y otras dos mujeres, Sanosuke reconoció a una de ellas como una modelo, espero que Megumi lo viera pero no lo hizo, ella se dirigió a las pequeñas niñas con dos bolsas en las manos...
-¿A qué juegan?-
-¡Okasan ya llegaste!
-Les traje unas cosas, ¿quieren verlas?
-Hae. Mira mami, no has saludado a Sano-chan.
-¿A quién?
-A mí – Sanosuke se acercó a la mujer que lo miro sorprendido, aunque la sorpresa de él fue mayor, ¡las niñitas esas eran sus hijas!
-¿Qué hace usted aquí?
-Pues no fui yo quien dejo a su paciente.
-Sígame hablaremos adentro.
-¿Megumi no nos presentas a tu amigo?
-No.
Sanosuke miro la cara de la modelo y de la otra chica, pero que antipática la mujercita, miro de nuevo a las niñas que le sonrieron, mientras que Misao le guiñó un ojo, esa pequeña…
-Empecemos con que me diga quien le dio mi dirección.
-Eso es confidencial Megumi-san.
-¡Si eso pensé yo!
-Tranquila, sólo vengo a que me cambie mis vendas, y de suerte ¿recuerda que le conté que mi perro se perdió?, pues lo encontré y es con él que jugaban sus niñas.
-Pues se lo lleva, ahora déjese de cosas, lo curaré el lunes y punto.
-Pero que mal humor.
-Pero que imprudente.
-Por cierto tiene usted unas hijas muy lindas, su esposo debe estar orgulloso.
-No estoy casada – Megumi dio un suspiro y tomó el brazo de Sanosuke mientras lo condujo a una pequeña separación de la cocina, sacó unas vendas y su maletín y comenzó a cambiarlas.
-Disculpe si la incomodé con ese comentario.
-Para nada, eso me lo dice la gente a cada momento.
-¿Es usted madre soltera?
-Más bien madre adoptiva, ellas son hijas de una amiga que falleció, Genzai Kaede.
-¿Genzai Kaede?, eso debe ser una broma, yo la conocí.
-¿En serio?
-Hae, mi hermano Katsu solía dibujarla de vez en cuando.
-¿Katsu?, eso me suena pero no lo recuerdo. Pero que sorpresas.
-Así es – Sanosuke miro a la doctora y le guiñó un ojo, esta sólo se sorprendió y dio un tirón a las vendas, luego una palmada a la que Sano se quejó.
-Ya esta listo, se puede ir.
Mientras en una lugar cercano, Shinomori Aoshi veía las noticias, hacía rato se había encontrado con Iwamura Hatsumono, estaba seguro que era ella, y esa mujer detrás era Megumi, no había duda, esos ojos canela nadie más los tenía, pero él no podía decirle "hola Megumi ¿cómo estás?, si no respondí tus cartas y si ya no me gustas ni nada, a por cierto, nunca deje de vivir a donde llamabas solamente que no quería hablarte", seguro y Megumi lo abofeteaba o algo así, él no había tenido ni la honra de ir al funeral de Kaede, jamás se había preocupado por recuperar comunicación con ninguna de sus amigas, y ahora de repente Megumi sale de la nada junto a Hatsumono y una chica, que si no se equivocada era Kaoru, si, no podría ser Misao, sólo le faltaba encontrarse a la pequeñita que tanto le había querido, él ni siquiera era el mismo, había cambiado demasiado, todos se lo habían dicho, pero de repente, una preocupación lo embargó, ¿y si la Megumi lo reconoció?, eso era un dolor de cabeza para él…
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NOTAS DE LA AUTORA:
Espero que haya sido de su total agrado, aquí todo el capítulo fue en un solo día, quizás la trama corta, pero de aquí saldrá alguno que otro conflicto de los siguientes capítulos, y descuiden amantes de K&K, Kenshin ya viene, no desesperen. Sobre Aoshi, pues, sus participaciones se harán más largas dentro de poco y pues, ya verán…
Acá les aclaro una duda que tengo, no tiene nada que ver con mi fanfic ni con el fanfic de nadie más, esto tiene que ver con la serie, si alguien querer responder déjenme un review, bien hay va…. ¿Cómo hacía Yumi para que Shishio no se quemará si su cuerpo no podía elevarse de temperatura?, quien me la conteste se lo agradeceré bastante…
Gracias a todos los review que he recibido, sigan enviando más y sigan leyendo el fic….
Sugerencias, comentarios, quejas??...dejen un review…
Matta ne minna…
