NOTAS DE LA AUTORA:
¡Hola!, de nuevo yo con mi fic Sentimientos Inesperados, espero que sea de su agrado y que este capítulo les guste. Aclaro que es un universo alterno, y los personajes estarán un poquito fuera de sí.
Y ya que hablamos de personajes, pues no son míos, los personajes de RK le pertenecen a Nobuhiro-sensei…
Sin más que agregar aquí los dejo con el fanfic… ¡Disfrútenlo!
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CAPITULO 3
"Y aquí empieza todo I"
Misao miraba nuevamente por la ventana del aula, estaba muy aburrida en la clase, toda la mañana se le había hecho eterna y estaba impaciente por salir, había visto en un aviso general que una demostración de artes marciales y kempo se llevaría a cabo cerca de la Torre de Tokio, esta vez iría sola por que Soujiro tenía entrenamiento, Kaoru no la acompañaría y Megumi pues estaba ocupada en su trabajo, no tenía muchos amigos que se interesaran en esas cosas, y amigas, pues tener dos ya era muchísimo, así que tendría que ir sola, a lo mejor era mejor eso, podría ir a esa tienda a la que fueron su hermana y su prima, llevaron un lindo catálogo que a su madre le fascino, fue entonces que una imagen se le cruzo por la mente, un lindo kimono rojo con un dragón negro y dorado en la parte de abajo, un obi dorado con bordados llamativos y una linda peineta para adornar su peinado, se imagino con todo eso puesto, si que le sentaba bien ese atuendo, luego sacudió su cabeza, pero si ella aborrecía esas cosas, y todo por que su madre miro el catálogo charlando con Hatsumono, debía dejar de escuchar hablar a Hatsumono, mira que ahora le había pegado la afición esa de los kimonos…
Un montón de voces y risas salían del gimnasio del colegio "Shikibu Murasaki", los del ultimo año siempre eran más ruidosos que los demás grupos, y allí entre ese grupo, tres chicas estaban sentadas conversando, el tema de su conversación era el ex-novio de una de ellas, un sujeto totalmente superficial y un gran patán aunque a ojos de los demás pareciera lo contrario, ella tenía ya más de dos meses de haber terminado con él, al parecer el chico no se daba por vencido…
-Y me llamó anoche.
-Que desvergonzado.
-¿pero qué le dijiste?
-Le dije que me dejara tranquila, es que parece no entender que yo ya no le quiero ni un poco.
-Es un patán, no se con que cara te sigue buscando.
-Pues a mi me da igual, además, se atrevió a amenazarme, y me dijo que yo era presa fácil. Doy gracias a ser hija de quien soy.
-Kaoru no seas tan confiada, ese sujeto es más peligroso de lo que parece.
-Misanagi gracias por tu preocupación sin embargo no es necesaria, ya te lo dije, le pediré a mi otusan que me ponga vigilancia y todo estará bien.
-No lo sé.
-Misanagi Kaoru-chan tiene razón, ¿qué podría pasar?
-Pues no quiero ni imaginarme que podría suceder.
-¿Sabes?, Misao me dijo exactamente lo mismo que tú.
-Que raro que tu hermanita y yo pensemos algo igual, pero ves, ya somos dos.
-Si como sea, él no es capaz de nada si tengo vigilancia.
-Espero que tengas razón y que yo este equivocada.
-Cambiando el tema – Kamatari tomó la palabra - ¿Qué harán por la tarde?, deseo que me acompañen al centro comercial a recoger unas cosas.
-¿Pedidos de Yumi?
-Hae.
-Mmm – Misanagi sacó una pequeña libreta y comenzó a buscar esa fecha – yo hoy tengo clase de equitación, lo siento.
-Yo estoy libre, Misao quería que la acompañará al centro a ver una demostración de artes marciales pero puede ir sola.
-Este bien, te esperó por la tarde en mi casa.
-De acuerdo.
-Ahora debemos seguir con la bendita clase.
-¡Qué horror!
Las casas enormes se podían ver por los cristales del automóvil de Hatsumono, las conocía todas y cada una de ellas, incluyendo a sus habitantes, ese había sido su hogar después de la muerte de su madre, un hogar que había detestado y al cual no le guardaba ningún cariño, sólo tenía dos amigas, Yumi y Megumi, ambas de buenas familias, hijas legítimas, ella era sólo la hija de una geisha muerta y un magnate despreocupado, una hija bastarda, cierto que la esposa de su padre intento llevarse bien con ella mas nunca lo logró, ella nunca se llevaría bien con esa mujer. Y es que para ella la vida nunca fue fácil, la mayoría de la gente siempre la miro raro por ser hija ilegítima, dicen que los niños no comprenden nada de eso sin embargo ella lo entendió bien. De niña quiso ser una gran geiko como su madre pero fue sacada del karyukai cuando esta murió y no pudo continuar la carrera como es debido, por ese motivo ella se propuso brillar y ser conocida por todos, todos admirarían su belleza si no como geisha lo harían de otra manera, y lo logro, era una reconocida modelo, una ex miss universo, la más joven. Muchos decían que ella era una mujer frívola y que no conocía el significado del amor, estaban equivocados pues ella estuvo enamorada pero fue el amor más doloroso, después se había propuesto no amar más, y de pronto recordó al hombre del centro comercial, no la tomo en cuenta, era el primer hombre que hacía eso, ignorarla, y Megumi no había sido de mucha ayuda, aunque esa niña, Kaoru, era un buen soporte, mejor que Megumi, le daba más positivismo respecto al sujeto, y estaba segura de que lo encontraría y le haría saber quien era ella…
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El centro de la ciudad estaba repleto de gente, era ya media tarde y las tiendas estaban abiertas, entre tanta gente se alcanzaba a distinguir una mujer de ojos negros y tez muy blanca junto a un hombre pelirrojo de ojos violetas, ella se detuvo en una vitrina con artículos de bebés y él tras ella también, un aire de melancolía y un suspiro de tristeza por parte de ella hicieron que el hombre sujetara el hombro de está, le sonrió y le pidió entrar en la tienda, se paseo por todo el lugar mirando todo, y mirando a las madres con sus hijos que entraban y salían de la tienda, con un semblante de melancolía se acercó a su peculiar acompañante y le abrazó, el correspondió al abrazo y ambos salieron de la tienda, en la calle fueron juntos a una cafetería dónde comenzaron a charlar un buen rato hasta que ella pareció enfadarse por un comentario de él y salió del establecimiento dejándolo confundido…
Kaoru miro a Kamatari sujetar la última bolsa, por fin habían terminado los dichosos pedidos de Yumi, bastante raros por cierto, ahora ambas estaban cansadas y tenían hambre, "¿qué tal si vamos a una cafetería?", frente a ellas un letrero de una nueva cafetería estaba, decidieron tomar su comisión del dinero de Yumi y entraron al lugar, tranquilo y de buen ver, tomaron una mesa para dos y se sentaron, Kamatari le hizo una seña a Kaoru de que volteara su cabeza, ella lo hizo y miró a un lindo pelirrojo sentado justo detrás de ellas, estaba con una mujer de cabellos negros y piel blanca, al parecer estaban discutiendo por que ella salió del lugar sin él, Kaoru volteó su mirada a Kamatari quien le alzó una ceja y le guiñó el ojo…
-¿Por qué no te diviertes un rato Kao-chan?
-Oh no Kamatari, con ese hombre no. ¿Qué no has visto a su acompañante?
-Pues yo mire que se fue y el no movió ni un dedo.
-¿Qué me estás sugiriendo?
-Pues que vayas a hablarle, que se yo, pídele la hora.
-No puedo, traigo reloj.
-Pues fácil – Kamatari le quitó el reloj a Kaoru y se lo puso ella – Él no se ha fijado que estás conmigo, ve y que se yo, pídele la hora y dile que te plantaron, yo me voy, así que nos vemos más tarde.
-Esta bien, sólo no digas nada.
-Ya sabes que soy una tumba.
Kamatari salió dejando a Kaoru sola, ella tomó un respiro, acomodo sus cabellos y se dirigió a aquel lindo pelirrojo que estaba en la mesa de enfrente…
-¿Disculpe podría decirme la hora?
-Son las 4:30.
-Gracias.
-¿Espera usted a alguien?
-Hae, de hecho hace media hora que espero mas no ha llegado, creo que me doy por vencida.
-No desespere, quizás se retrasó por el tráfico.
-Quizá sea eso – Kaoru le sonrió al hombre, estaba saliendo todo bien – Mi nombre es Saito Kaoru, Dai-suki desu.
-Himura Kenshin, Koshirakoso Kaoru-dono.
-Bueno, debo irme, digo, sólo le molesto.
-Para nada – El hombre jaló una silla e hizo una señal para que Kaoru se sentará – Acompáñeme con un café, yo invitó.
-No lo sé – Kaoru lo miro coquetamente y le sonrió – Esta bien, me ha convencido, pero sólo un café.
-Sólo uno.
Él le sonrió y ella simplemente le miro, así comenzaron una charla agradable durante un buen rato…
La demostración iba ya por la mitad, era algo emocionante ver esa clase de artes en la moderna ciudad de Tokio, Misao veía emocionada todo, y era un modo de relajarse y olvidarse de sus constantes pleitos con Kaoru, antes de salir le había pedido su compañía y ella como siempre le dijo que tenía mejores cosas que hacer, odiaba que su hermana se portará de ese modo pero nada le podía hacer, y Megumi, eso era punto y aparte, prefería no pensar en ese problema pues aún no entendía por que su padre le daba preferencia a su prima, quizá nunca lo sabría, y si pensaba en que Soujiro era tan lindo y siempre la hacía reír, o se ponía roja o incómoda, mejor se dedicaba a ver el escenario.
Después de un rato se cansó de estar allí y se levantó para irse, se acercó a la salida y caminó un rato, mejor se iría a pasear, no deseaba volver a su casa en un rato, le dio hambre y estuvo a punto de entrar a una cafetería mas vio a Kaoru acompañada de un pelirrojo y mejor no, no andaba de humor para las cosas tontas de su hermana, siguió caminando hasta que en su reloj dieron las 5, ¿qué haría ahora?, mejor seguía caminando, y cuando le paso por la mente volver a su casa, un descuido hizo que un hombre alto de cabellera negra y ojos azules derramara sobre ella un refresco, el cansancio se volvió furia y Misao se puso en defensiva…
-¡No baka!, fíjese por donde va – Una pequeña sacudida a su ropa no basto para prevenir una mancha.
-Debes fijarte niña, que tu has sido la que se atravesó.
-Pues no – Misao le miro y un gesto de molestia salió de su rostro – Míreme ahora, ¿cree que puedo andar así por la calle?, ¡estoy empapada!, y todo por usted y su descuido.
-Niña ya te lo dije, ha sido tu culpa – El hombre saco un pañuelo y se lo dio – Si gustas puedo llevarte a tu casa, es lo menos cuando las mujeres son tan necias.
-¡¿Nani?! – La joven le arrebató el pañuelo al hombre y tras acudirse nuevamente cambió su mirada de furia a una sonrisa burlona - ¿Sabe?, me parece bien que me llevé a casa, es lo menos que puede hacer un gran ahou como usted.
-Niña no seas paranoica.
-¡No me diga niña! – "que ojos tan lindos, ¿dónde los he visto?... ¡pero qué estoy pensando!" - ¿Va o no ha llevarme?
-Sígueme, te llevaré.
Misao siguió al hombre, ¿qué pensaría su madre si la viese subir al auto de un extraño?, mejor ni se imaginaba nada de eso. Le indico al hombre que sendero tomar, se sentía cómoda, por alguna razón ese hombre no le causaba ninguna desconfianza, sólo misterio pues no le dirigió la palabra. Casi al llegar a su casa vio como los ojos de aquel hombre reflejaron sorpresa y cómo, al decirle ella en donde debía parar, él la observó fijamente, bajo del auto y le esbozo una sonrisa…
-Arigato por traerme, y lo había olvidado, watashi wa Saito Misao desu – Ella espero respuesta del hombre pero él solamente la miro – Mmm, bueno señor sin nombre, matta ne.
-Espera.
-¿Sí?
-…
-…
-Olvídalo niña, y trata de ser más cuidadosa.
-Mmm...No soy una niña.
Misao cerró la puerta del coche y entró a su casa, mientras iba por el corredor del jardín noto que el automóvil no arrancó en un rato, no hasta que ella abrió la puerta principal y entró en su casa.
Una brisa fresca se dejaba sentir por todo Tokio, y en un sitio de vandalismo y bajos recursos, en un apartamento familiar estaban a la mesa dos hombres y un niño, y junto a ellos un gran perro, al parecer sólo charlaban pues aún no llegaba la hora de la cena…
-¿Y se puede saber por qué te suspendieron esta vez?
-Pues tuve una pelea con un niño de la escuela y me culparon solamente a mí.
-Eres como Sanosuke, así que dime mejor la verdad.
-¡Pero es la verdad!
-Yahiko-chan ese comportamiento no te llevará a ningún lado – El mayor de los tres reunidos en la mesa tomó una pluma y comenzó a escribir – Sólo espero que tu si aprendas a controlarte, toma como ejemplo a Sano, si no te superas terminarás como él.
-Katsu no me ayudes, ¿quieres?
-Hablo en serio Sano, Yahiko va por tus pasos, lo que falta es que se vuelva apostador.
-Katsu, Yahiko sólo tuvo una riña.
-No es la primera, esta ya es la quinta, y la tercera suspensión.
-Hermanos no peleen, sólo serán tres días de suspensión, es todo. Eso no significa que me vuelva un vividor, apostador y vicioso.
-¡Yahiko!
-Es la verdad – El niño sonrió – Katsu dice eso
-Katsu esta loco.
-No es verdad.
-Yahiko basta, ahora ve a darte un baño antes de que me enfade contigo.
-Mmm, esta bien Katsu. – El niño salió de la habitación dejando solos a sus hermanos mayores, que se sirvieron un poco de sake y comenzaron a hablar de otras cosas.
-¿Y cómo vas con tu "socia"? –Sanosuke le guiñó un ojo a su hermano mayor, buen tema había agarrado.
-Bien, estamos llegando a un acuerdo.
-¿De qué clase?
-Sanosuke yo no soy como tú, es obvio que de trabajo.
-A veces eres tan, mmm, como decirlo…aburrido.
-Y tú eres tan…odioso, ¿y por qué no fuiste a consulta hoy?
-Por qué fui hace dos días. Recuerda, cuando encontré a notaro.
-A sí, ya recuerdo. – Katsu bebió un trago de su sake y miro a su hermanito, siempre era tan impredecible – Trajiste algo de una tienda costosa, ¿qué era?
-Unos regalos.
-¿Para?
-Unas niñas que cuidaron de notaro, se los daré quizás mañana, no lo sé.
-Vaya, quien te viera a ti regalando cosas.
-Como sea.
-Por cierto, Yumiko-san desea que nos acompañes a cenar mañana.
-¿Nani?, ¿por qué yo?
-Por que eres parte del negocio.
-¡Estás loco!, no me agrada esa mujer, que sea tu "socia especial" no significa que yo deba de…
-Cállate, sólo te estoy avisando. Es importante otro inversionista para abrir el bar, y al parecer es una mujer, aquí es donde entras tú.
-Sí como siempre yo en esas cosas.
-Eres experto en persuadir mujeres, y ya te dije, es un aviso, irás quieras o no.
-Que fastidio eres Katsu.
-No Sano, el fastidio eres tú.
Y así ambos hermanos pasaron un buen rato charlando y discutiendo, como en los buenos tiempos hacían con su padre…
Mientras el sol comenzaba a ocultarse, en la residencia Saito, Megumi escuchaba con atención como Misao le narraba su encuentro con aquel hombre misterioso y veía como Kaoru usaba el teléfono contándole a Kamatari algo acerca de alguien, quizás su nuevo novio. Hacía rato ella había charlado con su tía Tokio acerca de que deseaba marcharse de la casa, la mujer había parecido fascinada con la idea, mientras que su tío Hajime se había enfurecido, le había dicho que no la dejaría irse, que era peligroso, cuanto le quería y la protegía, y ella estaba agradecida realmente con él, al parecer era el único feliz de la estancia de ella en esa casa, y claro, la pequeña Misao también. Desde niña le tuvo cariño a su tío mas su padre le tenía rencor, y su madre parecía vivir de pleito con su tía Tokio, algo raro entre hermanas de familia unida, una vez su abuela le dijo que ella era el motivo de esa disputa, ella le comentó a su tío Hajime eso, él la tranquilizó y le contó una historia, cómo hacía siempre que ella no podía estar tranquila. Y ahora recordando eso estaba menos tranquila, y también retomo que Yumi deseaba poner un bar, ¡que locura!, y los enredos de Hatsumono….mejor seguía escuchando a Misao, eso era como terapia ya…
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NOTAS DE LA AUTORA:
Hola!, espero que este capítulo les haya gustado mucho, déjenme les cuento que pues supongo que por el título ya lo notaron, pero desde este capítulo la historia parte a lo interesante. El capítulo siguiente se llama "Y aquí empieza todo II" que es como la parte B de este capítulo.
Gracias a todos los que han leído el fanfic y a los que me han dejado reviews muchas gracias:
MISAO_CHAN1: Si yo se que medio raro el asunto, pero ya verás que después de esto las situaciones estarán más fáciles. Espero y sigas leyéndolo y me dejes otro review pronto.
MISAO_19: Gracias por dejarme tu review del capítulo 2, y si captaste bien la idea puedes saber quien era el hombre que llevó a Misao a su casita…Ojalá y sigas el fanfic….
KaOrA-FGV-16:Hola prima!!, que bueno que me dejaste tu review, es muy importante para mí saber la opinión de los lectores, y si tendré cuidado ya veras que si. Y nomás una probadita ya te puse a Kenshin aquí. ¿Qué tal ehh?...supongo que has de saber quien era su acompañante, o no?...
Trataré de actualizar pronto, hasta entonces gracias por leer el fic, y chequenlo que en el siguiente capítulo habrá un poquito de S&M y de una pareja sorpresa, además, un secreto de la familia Saito se empieza a descubrir…
Sugerencias, comentarios, quejas??...dejen un review
Matta ne minna…
