Lyn, la aprendiz de Link
Capítulo 18: Antes de la batalla
Quisiera que fuera más fácil solucionar esto, pero cada ves que avanza, se pone peor el asunto. No tengo malas intenciones al respecto, pero como veo, lo he hecho todo mal. Me sente un momento a pensar, para poder solucionar esto, tengo que dar un golpe en el punto exacto. Espero darlo, porque o sino, estaré perdida. ¿A dónde iré a parar?
- Quiero que tengan unas cosas claras antes de intentar el hechizo – dijo Sain
- Aja – dijeron Lyn y Leivan al mismo tiempo
- Solo puede entrar una persona a la mente de Link – dijo Sain – hay que ser cuidadoso al elegir quién...
- Entendido – dijeron Lyn y leivan
- El hechizo se aplica en una arma – continuó Sain – para entrar a la mente de Link, esta arma debe cruzar su corazón
- ¿Eso no podría matar a Link? - preguntó preocupada Lyn
- Hay un 40 de posibilidades de matarlo – contestó Sain – es algo alto...
- Hay que tomar el riesgo – dijo Lyn – si es la única manera
Lyn se veía muy preocupada por eso, Leivan y Sain lo notaban, pero... ¿Qué más podían hacer?
- El portador de la arma – continuó Sain – es el que entrará dentro de la mente de Link
- ¿Solo eso? - preguntó Leivan
- Intenta aplicarle el hechizo al arma tu mismo... - dijo Sain sarcásticamente
- Eh... - dijo Leivan
- Para la persona que este adentro... - dijo Sain – hay muchos peligros... según leí, su alma estaría muy débilmente conectada ha este mundo si él o Link mueren dentro de de la mente de Link, solo tendría una hora de vida antes de ser desconectado de este mundo...
- ¿Si Link muere en su mente el muere? - preguntó Lyn
- Si – dijo Sain – un cuerpo es lo que nos mantiene conectados ha este mundo de cierto modo, es como nuestro contenedor, en la mente se juega esa conexión, entre el cuerpo y el alma, si se pierde... pasas ha ser fantasma o irte al cielo...
Leivan miró a Lyn, sabía que ella pretendía ser la que entrará a la mente de Link. Pero ¿No habría otra persona¿No sería un gran riesgo para ella¿Qué pasaría si moría ahí adentro¿Qué sería de Nils?. Leivan respiró un momento, cerró los ojos, tenía que encontrar a alguien más... pero ¿Quién? Sheik conocía a Link desde hace tiempo, quizá el sabría alguien más.
Hablando de Sheik, había recién llegado a la ciudad Goron con la carta de Sophia. Sheik pensaba si Sophia planeaba algo extraño con esto. Entró, miró a Lyn, Sain y leivan que estaban sentados
- Hola ¿Qué hacen? - dijo Sheik
- Vemos quién podría entrar a la mente de Link... - dijo Leivan - Sain se ofreció ha hacer la conexión
- Eso esta difícil... - dijo Sheik – desde que dejo de buscar a Navi, Link ha intentado no hacercarse mucho a la gente sentimentalmente
- ¿En serio? - preguntó Lyn
- Link ha tenido una vida muy difícil – dijo Sheik – a pesar de ser considerado el héroe de Hyrule, Link no ha sido tratado como tal... aunque él tampoco ha querido mucho el reconocimiento... Es como si intentara de escapar de la unión sentimental con otra persona. Además de los que lo conocímos antes de que buscará a Navi, no tiene más amigos... Excepto ustedes
Leivan se estaba dando cuenta que su plan de encontrar a otra persona no iba a funcionar tan fácilmente.
- Lo note cuando estuvo en la casa... - dijo Lyn – a pesar de ser muy amable, siempre quería irse... fue una odisea mantenerlo en la casa
- Me imagino – dijo Sheik – Malon, Saria, la princesa Ruto y la princesa Zelda – recuerden que los 3 que estan ahí no saben que es la princesa Zelda - intentaron muchas veces hacerlo, pero Link siempre se escapaba
- A ninguna se le ocurrió que se lástimara el tobillo – dijo Lyn mirando el techo
- Se podría decir que lograste algo que nadie hiso – dijo Sheik – lograr que Link se quedará en un lugar...
- Me estan queriendo decir... - dijo Sain - ¿De qué la persona que debería ir es Lyn?
- ¿Qué? - dijo Leivan - ¿No es algo peligroso?
- Puede ser – dijo Lyn – pero Link me tiene prometido que me entrenará, debe cumplir su promesa!
Ahí sabían que intentar convencer a Lyn de lo contrario sería una perdida de tiempo
- Pero antes – dijo Sheik pasándole la carta a Lyn – Es para ti, lo manda Sophia
- ¿Sophia? - preguntó Lyn
Lyn abrió la carta, ahi leyo lo que decía
"Srta. Lyn
Nos vemos al amanecer de pasado mañana en tu casa. En un enfrentamiento decidiremos todo
Sophia"
- Entendido... - dijo Lyn
- Puede ser una perfecta oportunidad – dijo Sain – para hacer lo del hechizo
- Si... - dijo Lyn
- Pero... - dijo Leivan
Leivan calló, estaba pensando en la pobre de Sophia ¿Pobre¿Cómo podía pensar eso? Si cada ves parecía estar más loca! Pero... ella no había sido mala persona con él. Antes, antes de que ella supiera que Link era su hermano, ella era un espiritu dulce que andaba por ahi. Tenía algo vacío, eso si, pero seguía siendo dulce...
- Pásame la espada – dijo Sain a Lyn – creo que debo empezar
- ¿Hay que dejarte solo? - preguntó Lyn
- Es lo mejor – dijo Sain – un cuarto donde pueda concentrarme en lo que hago
Sheik hablo con Darunia, el cuerto fue fácil de conseguir. Lyn y Leivan se quedaron esperando
- Nils sigue durmiendo... - dijo Lyn
- Si... - dijo Leivan – imáginate que sería de él si a ti te pasa algo...
Lyn miró el suelo, tenía razón... Si ella moría en esto, Nils quedaría sin nadie. Ahí, Lyn se acordó de una frase que le había dicho Link
"- Tú tienes mucho aquí como para dejarlo – dijo Link – tienes una familia como yo jamás la tuve..."
Tienes... tenía... Era triste pensar aquello. Ahora entendía un poco más a Link. ¡Él ni siquiera conoció a sus verdaderos padres!
Paso un día, Sain se había demorado demasiado, asi que decidieron entrar a aquella habitación. Ahí se encontraron a Sain durmiendo en el suelo
- Debe estar muy cansado – dijo Lyn -
- Demasiado... - dijo Leivan
Sain despertó a más o menos el atardecer, se refregó un poco los ojos. Lyn estaba sentada al lado de él
- ¿Cómo esta el bello durmiente? - preguntó Lyn
Sain se sobó un poco la cara con sus manos, ahí miró a Lyn
- Cansado... - dijo Sain – pero resultaron los hechizos
- ¿hechizos? - preguntó Lyn
- Le agregue algunas cosas a tu espada... - dijo Sain – eran hechizos algo difíciles, pero después de unos cuántos intentos los logré
- ¿Qué le hiciste? - preguntó Lyn
- Solo le di la propiedad de cortar espíritus oscuros... - dijo Sain – asi lograrás liberarte de los hechizos de Sophia más fácilmente
- Oh... - dijo Lyn
Lyn no había pensado eso. Ahí notó que Sain si tenía aquella capacidad de analizar un enfrentamiento que tenía Link
- Gracias – dijo Lyn sonriendo – has sido muy bueno conmigo
- ¿En serio? - dijo Sain
- Claro – dijo Lyn - ¿Por qué lo dudas?
- No sé – dijo Sain mirando el suelo, algo sonrojado
Ya llegó el día, Sain decidió no ir a ver la batalla
- ¿Por qué no? - dijo Leivan bastante confuso
- Tengo mis razones – dijo Sain – espero que no les moleste
- No te preocupes – dijo Lyn – sé que me acompañaras en espíritu
- Por favor Darunia – dijo Sheik a Darunia – cuide a Sain y a Nils... por favor
- No hay problemas – dijo Darunia – suerte en su contienda, señorita Lyn
- Muchas gracias – dijo Lyn
Nils se acercó a Lyn, la quedo mirando un momento triste
- No te mueras – dijo Nils – por favor...
Nils abraso a Lyn. Esta, no pudo afirmarle, solo le acarició un poco el pelo.
- Sé fuerte – le dijo Lyn a Nils – no nos queda otra desde ahora, hay que protegernos nosotros solos
- Si vuelven con el idiota de Link – dijo Nils – también tendrá que enseñarme a como protegerme!
Lyn sonrió, su hermano se veía muy tierno diciendo eso.
- Ahora solo espera – dijo Lyn – ya volveremos
La caminata hacía la casa de Lyn fue silenciosa. Lyn caminaba muy segura, mientras Leivan la miraba preocupado. Sheik observaba la escena
- ¿Por qué el destino de esto tuvo que caer encima de una persona? - pensó Sheik – No debería ser asi... nunca...
Siguieron caminando, al ver la casa de Lyn, notaron que Sophia estaba ahí esperándolos
- Llevo como una hora esperando – dijo Sophia – yo ya iba a abandonar...
- Pero he llegado – dijo Lyn – ahora quiero saber que quieres
- Como sabes – dijo Sophia – quiero eliminarte, pero como veo, Sheik y Leivan se dedicarán a sacarte de cualquiera de mis intentos... Así que prefiero competir en una batalla frente a ti, para
- Entiendo... - dijo Lyn - ¿Qué reglas tendrá la batalla?
- Si yo gano – dijo Sophia – tú no te meterás más en esto, ni directa ni indirectamente...
- ¿Y si gano? - preguntó Lyn
- Despertaré a Link – dijo Sophia -
- Excelente – dijo Lyn
Lyn parecía feliz, tenía una oportunidad de despertar a Link sin usar el hechizo de Sain. Lyn desenfundó su espada. Esta brillaba de una manera impresionante, se veía que no había sido usada. En su filo había una luz segadora, su firmeza era impresionante, a pesar de ser más delgada que una katana.
- La que caiga al suelo 3 veces pierde – dijo Sophia – así de simple... quisiera que Leivan fuera el juez
- ¿Yo? - dijo Leivan sorprendido
- Aun eres mi amigo – dijo Sophia – no creo que me traiciones
- Esta bien – dijo Leivan – intentaré ser lo más imparcial que pueda
Leivan estaba confundido ¿Por qué Sophia aun confiaría en él? Es decir... ella sabía que él y Lyn... Bueno, que a él le gustaba Lyn. Miró hacía delante, se paro entre Lyn y Sophia, levantó la mano
- ¿Listas? - dijo Leivan
- ¡Listas! - gritarón Sophia y Lyn
Sophia estaba parada, lo único que hizo fue hacer que Link estirara las manos. Era lógico, iba a pelear sin armas. El que sabía usar las armas era Link, ella solo usaba mágia. Lyn se sentía nerviosa, indirectamente, se estaba enfrentando a Link...
- Empiezen! - gritó Leivan bajando la mano
Mientras, Sain miraba el volcán en la ciudad Goron
- Goro – dijo Goron Link al lado de él - ¿Por qué no fuiste a ver a Lyn?
- Es difícil explicarlo... - dijo Sain – yo... bueno... no quiero ver si le pasa algo
- Pero debería apoyarla – dijo Goron Link – bueno, eso creo yo
- Si sé... - dijo Sain – pero... bueno...
- Debe tener una mejor razón – dijo Goron Link – quiza solo no quiere decirla...
Sí, Sain tenía una gran razón. Si llevan bien la cuenta, Sain tiene 3 hechizos prohibidos. Hasta ahora, solo sabemos de 2. El tercero, es quizá el hechizo más peligroso de todos. El sabe, si es que pasa algo en esa pelea se verá tentado ha usarlo, no, le había prometido a su mamá Leila jamás usar el último hechizo, porque su costo era su propia vida... por revivir la de otro.
- Suerte Lyn... - dijo Sain – suerte...
Fin del capítulo
