Lyn, la aprendiz de Link

Capítulo 20: Coraje

¿Qué es el coraje? El coraje es lo que nos permite enfrentar hasta lo que no queremos enfrentar. El coraje hace que nosotros mismos nos levantemos y luchemos frente a los más grandes desafíos. Pero ¿Acaso el coraje es sólo eso? No, se necesita algo más, vencer una barrera, para decir que es coraje.

No, no pasaba nada. Lyn se estaba empezando a desesperar en su interior. Se acordó de que Sain le había contado que tenía un 40 de posibilidades de matar a Link. ¡Maldita sea¿Qué había pasado con el otro 60? El viento pasó por los pelos de Lyn, haciendo que se diera cuenta del tiempo que pasaba... Sus ojos se llenaron de lágrimas. Sus manos estaban cansadas.

- No sueltes la espada – gritó Sain.

Lyn miró sorprendida a Sain.

- El hechizo está funcionando – dijo Sain - ¡El hechizo está funcionando!

Lyn empezó a ver borroso, apenas pudo escuchar por el mareo a Sain. ¿El hechizo estaba funcionando¿Lo que sentía ahora era parte del hechizo? Soltó la espada, cerró los ojos y cayó en un gran vacío...

- ¡Ya está despertando!

- No grites muy fuerte hijo, puedes molestarla.

Lyn abrió los ojos, miró para varios lados. Vio a un pequeño, de no más de 7 años a su lado. Aquel pequeño era rubio de ojos azules, su mirada era como un cristal de inocencia. Al lado de él había una mujer con rasgos parecidos, indudablemente era su madre.

- Hola! - dijo el pequeño – mi nombre es Link ¿Y el tuyo?

Lyn parpadeó unas cuantas veces. Al ver bien a ese niño, pudo notar que realmente era Link.

- ¿Por qué me miras así? - preguntó Link - ¿Estás bien?

- Perdón – dijo Lyn – estaba algo confundida... yo soy Lyn.

- Yo soy Guinivere, Lyn – dijo la señora – mucho gusto en conocerte.

Lo único que podía deducir Lyn era que el hechizo había funcionado y que ahora estaba dentro del cuerpo de Link.

- ¿Quieres jugar a las escondidas? - dijo Link.

- Tienes que dejar que descanse – dijo la Sra. Guinivere – recién despertó.

- Es que Sophia siempre sale – dijo Link – y ella no quiere jugar conmigo.

- Tranquilo – dijo la Sra. Guinivere – ella volverá pronto.

- Bueno... - dijo Link - ¿Y quieres jugar?.

- Sí – fue lo único que pudo decir Lyn, la situación aún la tenía confundida.

- Yo los acompaño entonces – dijo la Sra. Guinivere.

- Sí! -gritó el pequeño Link.

Link salió saltando del cuarto. Lyn miraba aquella escena. Link sonreía, le acordaba a Link en los entrenamientos, quizá en los entrenamientos no saltaba ni gritaba, pero tenía esa misma sonrisa. Sonrisa de felicidad.

- Leivan tenía razón – pensó Lyn – Link es feliz aquí.

Lyn se levantó y siguió a Link. El bosque estaba al lado del castillo (algo que realmente no es, pero es la mente de Link, no la realidad).

- Jugaremos en el bosque – dijo Link .

- Por supuesto hijo – dijo Guinivere sonriendo.

"Su madre lo sigue a todos lados" pensó Lyn "Le obedece en todo..."

- ¿Qué dices tú Lyn? - preguntó Link.

- Pues... - dijo Lyn – por supuesto... yo cuento.

- Está bien! - dijo Link – Cuenta mientras mamá y yo nos escondemos.

Lyn hizo la mímica de que contaba, pero realmente estaba pensando que podía hacer... Si buscaba a Link y lo encontraba en el bosque solo, podría hablar con él.

- Ya sé lo que planeas...

Al escuchar esa voz, Lyn se dio vuelta, miró a aquella persona. Casi no la reconoció, pero por su voz puedo saber quién era. Era Sophia. Lyn la miró, Sophia levantó sus cejas.

- Me sorprendiste – dijo Sophia – pudiste convencer al joven Gerudo de usar el hechizo prohibido.

Lyn no contestó, esperaba que Sophia hiciera algo, pero nada hacía.

- ¿No intentarás sacarme? - preguntó Lyn - ¿No intentarás hacerme algo?

- No puedo – dijo Sophia – cualquier movimiento brusco podría despertar a Link.

- Oh – dijo Lyn, eso le daba una idea.

- Por eso quiero conversar contigo sobre el asunto – dijo Sophia.

Ahí, Sophia se agachó al frente de Lyn, Lyn miraba estupefacta esto.

- Por favor... - dijo Sophia – no despiertes a mi hermano!

- Debo hacerlo – dijo Lyn – él debe volver...

- No entiendes... - dijo Sophia tomando las manos de Lyn y mirándola a los ojos – Si el vuelve, sufrirá de nuevo por Navi, él no podía de dejar de pensar en ella... Lo hubieras visto, tan triste...

Lyn intentaba no escuchar las palabras de Sophia, después de como había sido ella... ¿Acaso merecía que la escuchara?

- El pobre intentaba mantenerse, mostrarse bien – dijo Sophia sin soltar a Lyn – pero no podía... no podía ocultármelo, como yo estoy dentro de su mente... No sabes la pena que me dio. ¡No lo despiertes!

Lyn se acordó de la reacción de Link cuando supo lo de Navi. Sophia en cierto sentido tenía razón... Pero...

- Link... - dijo Lyn.

- Ahora sonríe todo el tiempo – dijo Sophia.

- Sí... - dijo Lyn.

- ¿Acaso no todos buscamos ser felices? - preguntó Sophia - ¡Ahora él es feliz!

Sí, Sophia tenía razón, Lyn cerró los ojos

- El intentaba no mostrar su dolor... - dijo Lyn – siempre lo hacía...

- Una vez – dijo Sophia – vi un poco de sus recuerdos... me sentí triste... muy triste.

- ¿Sus recuerdos? - preguntó Lyn.

- Sí – dijo Sophia – cuando pequeño, vivió con los Kokiris... Ellos no lo querían, porque él no tenía un hada ¡Todos tenían un hada!

- Pero tenía a Saria – dijo Lyn – él me contó.

- Después – dijo Sophia como si no hubiera escuchado a Lyn - ¡Supo que no era de ahí¡Era un Hylian! Pero... cuando estaba con los Hylian, era un desconocido, no tenía lugar entre ellos...

- Mucha gente lo ha apoyado – dijo Lyn – solo que él siempre quiere ser valiente, no molestar... Por eso es un idiota.

- Él – dijo Sophia soltando la mano de Lyn y mirando el suelo – siempre buscó un lugar... inconcientemente... todos le decían "quédate" pero él, en su pasión por no ser carga, hacía lo posible por irse... Pero lo que más quería en su corazón es quedarse.

- Link... - dijo Lyn.

- Así vagó mucho tiempo por el mundo – dijo Sophia - ¡Él pensaba que era lo más valiente que podía hacer! Ahora, él ya no tiene esa preocupación, no tiene porque ser valiente... Porque ya es feliz...

¿Ser feliz? Lyn pensó un momento la situación, Sophia parecía desesperada, su mirada parecía sincera. Lyn no quería confiar en ella, tenía que hacer algo. ¡No iba a desperdiciar la oportunidad que le había dado Sain!

- Él... - continuó Sophia – me dijo que siempre había tenido el coraje para superar todo... pero... yo veía que el coraje no lo había ayudado ¡Seguía igual¡Parecía tener miedo¡La muerte de Navi lo tenía muy mal!

- Necesitaba tiempo – dijo Lyn agachándose y mirando a Sophia – Yo aún no me recupero de la muerte de mis padres... pero, aquí estoy parada, porque quiero salvar a Link y terminar con esto.

- ¿De qué lo vas a salvar? - preguntó Sophia – Si ahora está bien...

- Salvarlo... - dijo Lyn – de perder la oportunidad... de vivir.

- ¿Ah? - dijo Sophia.

- Yo creo – dijo Lyn – que en la vida hay que pasar por el sufrimiento, por el miedo... Para ser valiente, hay que tener miedo. Si uno no tiene miedo, no puede ser valiente. Link demostró tener coraje en eso, superando varios miedos ¡Yo quiero darle la oportunidad para que siga superando los miedos que ya tiene!

- ¡Estas hablando tonterías! - gritó Sophia levantándose - ¡Nadie quiere sufrir¡Nadie!

- Sí... - dijo Lyn – nadie... aunque... la única forma de apreciar la felicidad, es saber que existe la tristeza... ¡Yo sé que la felicidad que ahora tiene Link ahora no tiene sentido!

Silencio, Sophia tragó saliva.

- Parece que no te puedo convencer... - dijo Sophia – tendré que pedirle a Link que él mismo te saque...

- ¿Qué? - dijo Lyn.

Sophia corrió hacía el bosque, donde estaban escondidos Link y su madre. Lyn la siguió. El bosque era espeso, bastante difícil era encontrar a alguien ahí.

- ¿Dónde se habrá metido Link? - pensó Lyn.

- ¡Link! - gritaba Sophia – hermano!

Decidió seguir a Sophia, lo más probable era que Link ya había escuchado sus gritos. Sophia vio aquello e intento despistarla, pero Lyn era muy rápida.

- Ella no puede usar sus poderes – pensó Lyn – porque o sino despertará a Link... esto me da algo de ventaja... aunque... Si convence a Link de sacarme todo estará perdido...

Entre unos arbustos estaba el pequeño Link. El cual, había escogido el escondite perfecto, según él. Aunque, ya había esperado tanto tiempo a Lyn que se estaba aburriendo.

- ¡Link! - gritaba Sophia - ¡Hermano!

Link escucho esos gritos, se sintió preocupado, así que salió. Miró a Sophia llegar.

- ¿Qué pasa hermana? - preguntó preocupado Link.

- Hermano – dijo Sophia – alguien quiere terminar con esto.

- ¿Qué? - dijo Link - ¿Quién?

- Aquella niña llamada Lyn – dijo Sophia – debes sacarla... debes hacer que ella se vaya.

- Pero ella no parecía mala... - dijo Link – ella parecía buena gente.

- Es muy buena actriz – dijo Sophia.

- No la escuches! - gritó Lyn llegando – Ella...

¿Cómo se iba a enfrentar a Link¿Cómo podía convencerlo? Link no la recordaba. No, Link tenía que recordarla, al fondo... Link sabía quién era ella.

- ¡Esta no es la realidad! - dijo Lyn.

- Eso es mentira! - grito Sophia - ¿Qué puede ser mejor que esto?

- No entiendo – dijo Link retrocediendo unos pasos.

Lyn no sabía que hacer, tenía que plantearle de alguna manera la situación al pequeño Link como para que entendiera.

- Link... - dijo Lyn - ¿Te acuerdas de esto?

Lyn sacó del bolsillo un papel algo arrugado. Lo estiró y lo puso al frente de Link. Este parpadeó, aquel papel le era conocido.

- ¿Qué es eso? - dijo Sophia tomando el papel y mirándolo – Es solo un sucio dibujo de Lyn!

- ¡Es muy especial! - dijo Lyn - ¡Lo hizo Link!

Aquel papel, Lyn lo había guardado mucho tiempo. Era el dibujo que había hecho Link para el juego del dibujo... Link parpadeaba. Sí, recordaba aquel dibujo.

- Yo hice ese dibujo – dijo Link - ¿En la realidad de que me hablas?

- ¡Sí! - dijo alegremente Lyn – En esa realidad tú me enseñas a usar la espada, eres un gran maestro!

- Yo no sé usar la espada – dijo Link – tengo miedo a pelear.

Lyn quedó pálida ante ese comentario.

- Las espadas matan gente – dijo Link – las espadas son malas.

- Bien – dijo Sophia – te acordaste de lo que te dije...

¿Cómo¿Link no quería usar espadas?

- Sí... - dijo Lyn – matan gente, pero tu le dabas un mejor uso.

- ¿Cómo? - preguntó Link.

- Tú protegiste gente con ella – contestó Lyn - ¡Fuiste a proteger gente¡Tuviste el coraje de tomar un arma que servía para matar y hacer algo bueno con ella!

Link miraba algo confuso a Lyn, después miró a Sophia.

- Tranquilo hermano – dijo Sophia – solo desea que ella se vaya y todo estará resuelto.

- Yo... - dijo Link.

- Yo... - continuó Lyn, ahora con lágrimas en los ojos – Yo hice casi cualquier cosa para que fueras mi maestro, te hice prometer que me ayudarías... Pero, a pesar de estar obligado, tú... lo hiciste con agrado – Lyn bajo la cabeza un momento, no dijo nada por 3 segundos – Siempre fuiste de los que ayudaban a los demás... ¡Dame la oportunidad de ayudarte¡Danos la oportunidad a los demás que estamos allá afuera de ayudarte!

- No llores – dijo Link acercándose a Lyn.

- Ah? - dijo Lyn.

- No me gusta que la gente llore – dijo Link – por favor, no llores...

- Solo – dijo Lyn cerrando los ojos – solo quisiera saber si me crees...

Lyn sintió que la mano del pequeño Link tocaba su mejilla y limpiaba sus lágrimas.

- Siempre fuiste muy sincera con tus sentimientos – dijo Link – Lyn...

Lyn abrió los ojos, al frente de ella, estaba Link. Pero no el pequeño, sino el que ella conoció, el joven de 18 años.

- Link... - dijo Lyn emocionada.

Lyn abrazó a Link, estaba feliz, se había encontrado con el muchacho que ella conocía. Sophia miró eso con furia.

- Hermano... - dijo Sophia.

- Gracias – dijo Link al escuchar lo que dijo Sophia.

- ¿Ah? - dijo Sophia confundida.

- Sé que... - dijo Link – te preocupé mucho Sophia, pero... yo debo enfrentar las cosas como son.

- Pero... - dijo Sophia - ¿Por qué?

- Porque yo quiero – dijo Link – no creo necesitar otra razón.

- Tú... - dijo Sophia a Lyn – tú... gr...

- Link – dijo Lyn – Sophia ha hecho muchas cosas malas mientras tú estabas dormido, no puedes dejar que ella siga controlando tu cuerpo de alguna manera.

- ¿Cómo? - dijo Link mirando a Sophia.

- No la escuches – dijo Sophia – ella... ella...

- ¡Gracias a ella han muerto mis padres y la Sra. Leila! - gritó Lyn casi llorando - ¡Y todo porque me quería matar!

Link miró serio a Sophia, ésta estaba nerviosa, sabía que Lyn decía la verdad.

- Yo lo hice... - dijo Sophia - ¡Porque sabía que ella intentaría despertarte¡Yo no quería que sufrieras más!

Link cambió su cara de seria a cara de compasión.

- Sé que malas intenciones no tienes – le dijo Link a Sophia – pero así no se deben hacer las cosas.

- ¿Cómo entonces? - dijo Sophia.

Link respiró un momento, no sabía como darle una respuesta exacta a Sophia.

- Lo sabía! - dijo Sophia enojada – Tú nunca supiste! Tú siempre te haces el bueno con todos, dice su que me puedes ayudar pero nunca sabes el camino correcto! Yo lo quiero ya!

- Pero Sophia – dijo Link.

- Ya cállate! - gritó Lyn a Sophia – Ya estoy harta de que te hagas la pobre niña, Link ha sido demasiado bueno contigo ¿Acaso no crees que es suficiente ya¡Déjalo vivir su vida tal y como está¡Él podrá seguir!

- AAAAAHHHHH – gritó Sophia enojada - ¡Tú no sabes nada!

- Quizá – dijo Lyn – pero de lo que sé es que ya eres fastidiante! Link ya debería haberte pateado de este lugar hace tiempo.

Sophia y Lyn estaban paradas una al frente de otra, las dos estaban furiosas. Link miraba algo asustado esta escena ¿Qué podía hacer?

- Tranquilas – dijo Link acercándose a las dos.

Ninguna pareció importarle lo que Link dijo, este parpadeó unos momentos. Link no se sintió muy a gusto con eso.

- Si es que quieres que Link me saque – dijo Sophia moviendo sus manos, - ¡Ninguno de los 3 se quedará en el cuerpo!

- ¿Ah? - dijeron Lyn y Link.

Un espíritu oscuro de forma de una gran mano apareció detrás de Sophia, este se fue volando directamente hacía Link.

- ¡No! - gritó Lyn.

Si Link moría ahí adentro, nadie sobrevivía... Como Sain lo había dicho. Link no entendía nada ¿Qué pretendía hacer su hermana¿En serio quería hacerle daño?. Al ver que Link no quería reaccionar, Lyn lo empujó. La mano agarró a Lyn en vez de que a Link.

- Rayos – dijo Sophia – termina con ella entonces!

- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH – empezó a gritar Lyn, mientras la mano la apretaba lo más fuerte que podía.

- ¿Qué pretendes? - le gritó Link a Sophia.

Sophia no respondió, solo miraba con una sonrisa cómo la mano apretaba a Lyn. Lyn empezaba a perder el aliento. Link agarró a Sophia.

- Detén esa mano! - le gritó Link a Sophia.

- Yo ya perdí – dijo Sophia – pero eso no significa que ella quede viva...

Al escuchar esto, Link perdió toda esperanza de que Sophia pudiera volverse una buena persona ¡Tanto que había intentado ayudarla para nada!

- Vete – dijo Link enojado - ¡Vete!

Sophia no miraba a Link, solo miraba a Lyn... se sentía feliz, quizá no había ganado, pero Lyn no iba a quedarse a celebrarlo. Link tomó a Sophia, cerró los ojos y la lanzó lejos... Todo ruido desapareció en ese momento.

- ¿Ah? - dijo Link - ¿Lyn?

No, no había nadie... solo silencio... estaba solo de nuevo en su mente.

En el siguiente capítulo

¿Qué paso con Lyn? Eso es lo que se pregunta Link al despertar... ¿Qué paso? Esto lo sabrán en el siguiente y último capítulo de esta historia.