CAPITULO 16

"Principio de la felicidad: Comienzo del fin…"

Hajime Saito se encontraba aún sentado en su despacho. Seguía sin dar crédito a lo que había sido anunciado en la cena. ¿Acaso se había equivocado en la crianza de Megumi¡Por supuesto que no! Esto seguramente era un plan de Tokio, o una locura de Megumi, no podía ser algo verdadero, él lo hubiera notado antes¿cómo fue que todo esto pasó bajo su nariz? Estaba a punto de sufrir un colapso nervioso…

-¿Puedo pasar tío?

-Adelante.

Megumi entró y cerró la puerta tras ella, traía en sus manos una taza de té.

-Ya es un poco tarde y como aún estás despierto decidí traerte un poco de té.

-Gracias – Hajime dio un sorbo al té – Pensaba charlar contigo por la mañana.

-¿Sobre qué?

-Sobre tu compromiso con Sagara.

A Megumi se le helaron los sentidos de nueva cuenta. Era obvio que a su tío no le agradaba en lo más mínimo Sanosuke, y al parecer ambos se conocían de antes… Ella podía soportar cualquier cosa, excepto que su tío Hajime estuviera enfadado con ella, eso ni con mil chocolates podía superarlo…

-¿Y qué es exactamente lo qué debemos hablar?

-No te casarás con ese vago.

-¿Disculpa?

-Escúchame bien, por que no lo repetiré dos veces – Hajime Saito se levantó de su silla – Megumi, tu eres una de las personas más importantes en mi vida. No esperarás que esté de acuerdo con que te cases con una persona como ese sujeto¿Lo conoces suficiente?

-Sé lo que necesito saber – Ella suspiro – Siento mucho no haberte dicho nada antes. Esperaba que entendieras, o por lo menos que reaccionarás más amable. Levantarse en media cena no es precisamente una forma muy cortés de tratar a las personas que están alrededor.

-No tolero a ese muchacho y no lo haré jamás – Saito se acercó a la doctora – Eres demasiado para él.

-Por favor…

-¡Por favor nada¿Te dijo acaso sus antecedentes penales? Puedo enlistarte cuantas veces estuvo en mi oficina durante los últimos 8 años…

-No me importa escuchar eso. Te agradezco tu preocupación, pero no es necesaria. Tío Hajime yo no quiero herirte…Sólo estoy avisándote de mi decisión, no pretendo ponerlo a tu juicio.

-¿Te volviste loca¡Me estás haciendo perder la paciencia con esto!

-¡No necesitas gritarme!... No pienso pedirte permiso para casarme, soy mayor y te recuerdo…tú no eres mi padre, sólo eres el esposo de la hermana de mi okasan…

Hajime Saito no supo que más decir…Sintió como si alguien lo hubiera empujado a las aguas del ártico…Otra vez…. ¿Megumi había gritado de esa forma? Estaba perdido, SU Meg-chan jamás le hubiera hablado así… Ya era hora de tomar medidas drásticas…

-Tendrás que escoger. Si sigues con la idiotez de casarte con ese inútil entonces tendrás que marcharte de aquí. No pretendo ver como arruinas tu vida al lado de Sagara sólo por un berrinche tuyo que no tengo idea de dónde salió.

-¿Intentas chantajearme?

-Te estoy dando un ultimátum. Tómalo cómo prefieras Megumi.

-Bien – Ella lo abrazó y él sintió haber ganado esa batalla – Sabes que te respeto mucho tío, siempre he creído que lo qué dices es cierto, y jamás he ignorado alguna recomendación tuya.

-Sabía perfectamente que…

-Hasta hoy.

-¿Qué dijiste?

-Le enviaré una invitación a mi tía, preferiría que no fueras a la boda con esa actitud, si decides cambiarla entonces habrá un lugar para ti en la corte de honor.

Megumi salió del despacho rumbo a su habitación…

-¡Si te marchas por esa puerta no pienses que vas a regresar¡Cuando llores arrepentida de haber ignorado mis palabras ya será muy tarde Megumi!

-¡Perfecto…De todos modos siempre he sido una arrimada en esta casa!

Mientras Megumi subía a su habitación, Tokio y Kaoru salían de las suyas para ver que pasaba, grande sorpresa se llevaron ambas cuando vieron a Megumi empacando y a Saito gritando en el recibidor… Se vieron con complicidad y aunque la situación era tensa, ambas sintieron un alivio al ver partir la camioneta de Megumi…

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La luz del sol entrando por la ventana hizo que Aoshi cubriera su cabeza con una almohada. Ese día llegaría tarde a la oficina, aún no pensaba levantarse. De madrugada estuvo despierto después de recibir una llamada de Misao. ¿Por qué la pequeña le había llamado a tales horas? Por que Megumi se había marchado con las niñas de la casa y no tenía idea de donde estaba. Él sabía que Saito-san no iba a tener la mejor de las reacciones, tampoco se esperaba algo así… Paso 1 hora y decidió que era hora de dejar la cama, cumplió con su rutina habitual y después partió con rumbo al hospital, si quería saber que era lo que había pasado exactamente debía hablar con Megumi personalmente. Quien sabe donde habría ella pasado la noche… Entró al edificio y se dirigió directo al consultorio de la doctora, al llegar pudo ver que una pasante del hospital hablaba con varios pacientes, pudo reconocerla por sus ojos verdes y se le acercó… Esa chica era a la que Megumi calificaba…

-Sayo-san…

-Shinomori-san¿Puedo ayudarle en algo?

-Busco a Megumi. ¿Ya ha llegado?

-Aún no, pero no debe tardar. Takani- sensei es muy puntual.

-Entonces creo que la esperaré.

-Lo dejó, tengo que seguir atendiendo pacientes desesperados – Ella rió.

-Adelante.

Aoshi se quedó en silencio y se sentó en la sala de espera. Seguramente esa joven tenía razón y Megumi no debía tardar, más le valía por que él estaba muy preocupado y no se iría hasta verla… Después de unos minutos vio pasar a una apurada Megumi casi corriendo, con la mano le hizo una señal de que la esperara un poco más, seguramente debía checar a algunos de los internos, luego hablarían con tranquilidad, decidió esperarla y siguió sentado… Sus ojos fueron a dar en un segundo hacia un sujeto que se acercaba con muy mala cara, estaba seguro de haberlo visto en otro lugar…

-¿Le pasa algo malo? – Pregunto Aoshi cortésmente.

-Nada que se pueda arreglar… ¿Viene usted a consulta?

-Algo por el estilo – Seguía sin identificar al hombre, pero estaba seguro de conocerlo - ¿Y usted?

-Yo no… Mi esposa tiene varias semanas aquí y pues… No me han dado muchas esperanzas de que salga pronto.

-Vaya… Debe ser terrible…

-No tiene idea…

-Aoshi pasa por favor.

Megumi volvía con una cara de exhausta… Sólo le quedó despedirse de aquel hombre que volvía su mirada al suelo y suspiraba… No estaría en paz aunque supiera que pasaba con Megumi, ahora no podría sacarse de la cabeza que el conocía de un lado a ese pelirrojo ojos violeta…

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-¿Y nos dejarás ver la televisión?

-Por supuesto.

Hatsumono le sonrió a Suzume que luego corrió al lado de su hermana a sentarse en un sillón. A ella no le agradaba mucho cuidar niños, pero al tratarse de esas pequeñas hacía una excepción, además de que al recibir a una muy alterada Megumi a media noche no le quedo otro remedio. Mientras veía a las chiquitas reír su mente le daba la imagen de su querida amiga Kaede, ambas niñas eran muy parecidas a ella… Su teléfono sonó varias veces antes de que ella saliera de sus pensamientos y contestara…

-Moshi-moshi?

-Soy yo Hatsumono. Necesito hablar contigo.

-Que bien que llamas – Ella sonrió – Jamás adivinarás quienes están ahora mismo conmigo.

-¿Las otras 2 mosqueteras?

-No.

-No tengo idea.

-Ayame y Suzume. Megumi las dejó aquí y vendrá por ellas hasta que termine su turno en el hospital.

-Vaya… ¿Y por qué contigo?

-Un cuento muy largo que te contaré después.

-Bien. Voy ahora mismo para allá.

-¿Te volviste loco! Si Megumi se entera de que yo he estado hablando contigo se pondrá furiosa, y si vienes a ver a las niñas…

-Ella no tiene que saber que fui a verlas, no creo que tú se lo cuentes. Sólo iré un rato. Tampoco voy a decirles que soy su papá, simplemente quiero ver como están, que tanto han crecido…

-Esta bien. Pero será mejor que te apures para que te vayas antes de que Meg-chan venga por ellas.

-No tardaré.

Bien, podía jurar que estaba metida en un lío… Pero valía la pena… Confiaba en que las intenciones de Shougo eran buenas y de que trataba de redimirse, él era una persona muy devota a su religión, tal vez por eso quería recuperar a las niñas, para compensar el haberlas dejado a su suerte… Lástima que Megumi no lo entendía de esa manera…

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Kaoru miro a Kamatari y luego se encogió de hombros…

-¿Cómo que no sabes?

-Era muy tarde. Si tanto deseas saber pregúntale a Yumi, supongo que ella sabrá que paso.

-No lo creo. Estaba muy tranquila hoy por la mañana.

-Como sea. Sinceramente me da igual – Ambas amigas se miraron de nueva cuenta – Cambiando el tema, necesito que me hagas un favor.

-¡Me explotas Kaoru! – Kamatari agitó la cabeza - ¿Qué necesitas?

-Quiero salir más tarde con Kenshin… Pero tengo que llevar a Misao al ensayo que tiene en casa de Yamato… ¿Crees que tú podrías…?

-¡Ni lo sueñes! Yo no soporto a tu hermana. Si quieres que alguien la lleve porque no se lo pides a Sou-chan.

-Me va a preguntar por que y no voy a decirle. Nadie más que tú sabe que Kenshin y yo nos hemos visto fuera de la escuela…

-Esta bien. Conseguiré que él la lleve, además que él también ira a ensayar. ¿Es de su banda no?

-Eso creo…

-Y sobre Ken-san y tú… ¿Cómo van las cosas?

-Pues ya somos amigos de nuevo. Hace rato estuvimos hablando pero él se tuvo que ir… Iba al hospital. Pobrecito, debiste verlo Kamatari, estaba tan afligido…

-No te ofendas pero… me da igual. Ken-san no es mi tipo para nada.

-No lo decía por eso… Olvídalo, eres imposible.

-Lo siento amiga – La gemela de Soujiro se quedo seria - ¿Y si te enredas con él que va a pasar Kaoru?

-¿Qué si que…? Eso no esta en mis planes, él es muy lindo, agradable, amable, servicial, inteligente, atractivo…

-Volviendo al punto Kao-chan.

-Gomen – La joven Saito se sonrojó – Él esta casado, y yo no quiero meterme en problemas. Ya me hice a la idea de que sólo podremos tener una amistad.

-Conocerás a alguien más.

-Eso espero.

Ambas chicas continuaron hablando mientras su descanso seguía, y al sonar el timbre regresaron a clase…

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Hatsumono había ido a recibir a alguien, mientras les pidió a ella y a su hermanita que esperaran en la sala viendo televisión…

-Ya me cansé de esperar one-chan.

-Suzume no seas berrinchuda. Tía Hatsu dijo que esperáramos aquí, no debe tardar.

-¡Tengo hambre!

-Yo también, pero debemos hacerle caso. Okasan dijo que nos portáramos bien, no estamos en casa.

-Eso ya lo sé – La más pequeña hizo un puchero.

-Entonces no molestes, sólo mira la televisión y ya.

Ambas niñas se quedaron en silencio hasta que Hatsumono entró a la habitación junto a un hombre mucho más alto que ella…

-Niñas, él es un amigo mío. Saluden.

-Ohayo – Ayame se acercó mientras Suzume miraba desde el sillón con una cara molesta – Mi nombre es Ayame y ella es mi one-chan Suzume.

-Mucho gusto pequeñas, mi nombre es Shougo – Él se acerco a Ayame y sacudió su cabello mientras veía como la otra niña apenas y prestaba atención.

-Me disculpan un segundo – Hatsumono miro a Shougo – Voy a mi recámara por unas cosas.

-Adelante. – Dijo él – Ambas son muy parecidas a su mamá.

-¿Conoces a Megumi ka-chan? – Suzume abrió los ojos de par en par.

-Si... Pero no me refiero a ella… Hablo de Kaede. Son muy parecidas a ellas.

-Señor, está usted un poco loco. Mi mamá se llama Megumi y es doctora, yo no tengo ninguna otra mamá –Suzume tomó sus sandalias y se levantó – No debería andar mintiendo a los niños pequeños – La chiquita salió de la sala sin siquiera mirar a Shougo.

-Disculpe a mi hermanita, tiene algo de hambre por eso esta de mal humor.

-Descuida pequeña –El hombre seguía viendo a la niña frente a él, como habían crecido esas pequeñas… Si Hatsumono no le hubiera dicho que eran sus hijas, jamás las hubiera reconocido.

-Yo si sé de quien hablaba…

-¿Ah si?

-No la recuerdo muy bien, pero sé que Megumi okasan no es mi verdadera mamá… ¿Usted la conoció?

-Bastante. Éramos buenos amigos…

-A veces siento que ella ya se olvido de nosotros, y que ya no nos ve desde el cielo.

Shougo se sorprendió por la forma tan seria en que Ayame le contaba eso - ¿Y porqué sientes eso?

-Por que siempre nos pasan cosas malas… Mi okasan estaba enojada, porque mi abuelo no quiere que se case con Sano, pero nosotros lo queremos mucho, él quiere mucho a mi mami y ya casi nos adoptan…

-¿Qué Megumi va a casarse dices?

-Si. Por eso nos trajo aquí, mi abuelito le dijo que no podía quedarse si seguía con Sano.

-Vaya… - Shougo sonrió – Que mala la suerte de tu mami…

-Ya regresé – Hatsumono los miro a ambos - ¿Y Suzume?

-Hizo berrinche y se fue a donde dormimos.

-Ve con ella linda – La mujer hizo un movimiento y la niña se despidió partiendo - ¿Contento?

-No tanto… Aunque… Sabes tengo algo importante que hacer… Deberías decirle a Megumi que aproveche sus últimos días con las niñas…

Dicho eso Shougo salió del apartamento dejando a una confundida Hatsumono detrás…

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-¿Aún estás triste Missy-chan?

Misao giro su cabeza para ver a Soujiro. Aunque estaban en el ensayo ella parecía no poder avanzar en nada, su concentración estaba en pedazos al igual que su voz… Se sentía en medio del océano sin tener idea de donde esta la tierra… Esperaba con ansias que Aoshi le llamara y le dijera donde estaba Megumi, él había prometido hablar con su prima y luego contarle como se encontraba ella…

-No mucho Sou-chan…

-Misao empiezas a fastidiarme – Yosuda no se veía muy amigable…como de costumbre – Si no te sientes bien, deberías decirlo, tenemos una responsabilidad enorme y todos debemos estar en condiciones.

-Deja de regañarla Yosuda tonto – Yamato se acerco a ella y le paso un brazo por los hombros – Si Miso-chan no se siente bien debemos darle apoyo, no hacerla sentir peor… Descuida Miso, nosotros estamos aquí para ti…

-Bien, bien… - Soujiro quitó el brazo de Yamato de los hombros de Misao, otra vez celoso – Primero, su nombre es Misao, y segundo, creo que terminamos por hoy.

-No te sulfures Soujiro. No pienso comérmela – el rubio rió – Mira Miso, llevate la canción a casa y practícala, mañana llevaré mi guitarra a la escuela y te veré en el almuerzo para practicarla juntos¿Te parece?

-Por mí no hay problema – Ella sonrió y luego se percató de que Soujiro ya traía sus cosas en las manos.

-Será mejor irnos Missy.

-Anden, váyanse… Esto va a ser un desastre…

-No seas paranoico amigo – Misao reía ante la actitud de Yamato todo el tiempo, era lo contrario a Yosuda, despreocupado, y hasta infantil – Lo que yo creo es que ahora mismo iremos a tomar un café o algo… Necesitas salir más y conseguir una novia…

-¿Acaso te has vuelto loco! Yo no tengo tiempo para una novia, lo que más me preocupa es estar bien en la escuela y la banda¿acaso crees que soy como tú?

-Yamato, por primera vez estoy de acuerdo contigo – Soujiro parecía menos molesto – Deberíamos encontrarle una novia a nuestro compañero…

-¡Yo conozco varias chicas que son candidatas ideales! – Misao se emocionó al pensar en su hermana o sus amigas para novias de aquel baterista malhumorado. Que ella supiera ninguna salía con nadie.

-Ya basta de tonterías¿Qué no se iban ustedes dos? Largo ya…

Misao rió ante la actitud de aquel chico y luego salió del lugar junto con Soujiro que hablaba sobre Yosuda y su vida amorosa… Ella estaba segura de que la haría de cupido para su compañero… No era una experta en citas, sin embargo usaría lo que sentía para buscarle forma, si a ella las cosas no le salían como quería al menos a alguien si le llegaría el amor…

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Las 5 en punto. Kaoru empezaba a perder la paciencia. Ya llevaba 15 minutos esperando a Kenshin en aquella cafetería y de él nada… Cuando estaba a punto de marcharse él entró algo apresurado, la saludó y luego tomó asiento…

-Disculpa la tardanza, el tráfico me atascó un rato.

-No importa – Ella sonrió… Kenshin era un hombre tan lindo… y tan misterioso para ella, no sabía mas que su nombre, su edad y su trabajo… Desearía poder conocerlo más - ¿Y cómo estás?

-Algo cansado, el día de hoy tuve que hacer muchas diligencias.

-¿Te fue bien en el hospital?

-Todo sigue igual, aunque los médicos no creen que la situación mejore… Debo hacerme a la idea de que esto seguirá así durante más tiempo…

-Pobre de ti – Ella puso su mano sobre la de él – Debes saber que cuentas conmigo para lo que sea… Yo sé que estoy próxima a graduarme pero eso no significa que dejaremos de vernos… Los amigos siempre se apoyan no?

-Gracias por todo Kaoru, eres muy dulce – Él la veía sintiendo como su corazón latía más fuerte – Y hablando de la graduación¿Ya sabes que harás al terminar?

-Envié unas solicitudes a dos universidades, aunque antes de eso quiero viajar… Hatsumono nos ofreció irnos a New York con ella. Kamatari ya aceptó y está haciendo hasta lo imposible por que su hermana acepte… Yo aún no lo sé… Creo que está demasiado lejos de casa y me da miedo partir.

-Todos nos alejamos del hogar en algún momento… Es parte del crecimiento.

-Supongo… - Kaoru recordó que Megumi se había marchado y se sintió algo tonta por haber sido cruel con ella en el pasado… Después de todo, ellos eran la única familia de su prima… - Sabes, últimamente he pensado mucho sobre mi actitud con las personas…

-Eres una chica muy linda… ¿Has tenido problemas?

-Pues no muchos… Es que no he sido tan lindo con todos, y creo que le debo una disculpa a una persona que la está pasando mal en estos momentos…

-Eso es parte de madurar Kaoru… Darse cuenta de los errores…

-Me siento apenada… ¡Estoy madurando! – Ella rió – Debo creer lo que dices ya que eres una persona muy madura… ¿Te diste cuenta de muchos errores mientras madurabas?

-Noté que había cometido una estupidez pero ya era tarde para arreglarlo – Él acarició la mano de la ojiazul – Cuando eres joven te tomas todo muy enserio, y confundes muchas cosas… Con el paso del tiempo esas cosas que creías importantes no lo son, y llegan otras que por más que quisieras tener… Pues ya no hay un lugar pues tienes las que ya no quieres pero has de conservar por haberlas escogido primero…

-Debe ser muy triste… - Kaoru estaba casi segura de que él hablaba de su esposa – Siempre hay un momento para ser feliz Kenshin…

-Pero la felicidad no es eterna Kaoru… Al tener un momento feliz te condenas a perderlo…

-¡No seas fatalista! – La joven le dio un suave golpe al pelirrojo en el brazo – Aunque sabes mucho aún tienes cosas por aprender… Yo sé que cuando encuentras la felicidad no la deja ir jamás…

-Ojalá que tengas razón Kaoru… - Él apretó su mano – Ojalá…

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Megumi aún estaba incrédula ante lo que sus ojos veían… Ayame y Suzume estaba totalmente dormidas… El día había transcurrido muy aprisa para ella… Después de hablar con Aoshi decidió concentrarse en el trabajo, y luego de recoger a las niñas del apartamento de Hatsumono no tenía idea de donde se quedaría… Estuvo a punto de hospedarse en un hotel pero… Seguía con la necesidad de hablar con alguien… ¿Y qué hizo? … Termino llamando a Sanosuke para contarle todo lo que le había pasado… Después de morderse la lengua durante casi una hora, tuvo que acceder a verlo, y cuando estuvieron charlando él le sugirió quedarse en un lugar que él conocía… Ella por su intuición ya se imaginaba la pocilga en la que Sagara la iba a meter, así que dijo que no… Y luego de tanta insistencia por parte del castaño… Dijo que echaran un vistazo… Lo ultimo que se hubiera imaginado era lo que encontró… Un apartamento pequeño, no muy elegante, pero bastante decente… Las niñas no la dejaron dar la palabra final, pues se quedaron profundamente dormidas en un sillón de la mini sala de aquel lugar… Sanosuke sacó una manta y arropó a las pequeñas, y después en la cocina, que estaba demasiado equipada para ser de él, le preparó un té y algo de cena… Ambos se quedaron despiertos, cada uno en los otros 2 sofás restantes, no hablaban, sólo se veían en silencio… Al final Sano se quedo dormido también, y ella tuvo que levantarse a arroparlo con una manta, que después de mucho revolver cosas encontró… Se quedo contemplándolo un rato, se veía tranquilo, tan apuesto… Bien, estaba triste por un lado, no podía evitar sentir pena al recordar la actitud de su tío… Pero por otro lado, estaba tan emocionada… De la nada Sanosuke siempre sacaba justo lo que ella necesitaba, no tenía idea de quien era el dueño de aquella acogedora morada, ni quien había facilitado los trámites de la adopción, ella estaba más que agradecida y no necesitaba saberlo… Sonrió un rato y luego se acomodo en el sillón, su mente comenzaba a ir junto con su corazón, era raro en ella todo lo que estaba pasando… No daría marcha atrás… Después de todo, ellos ya eran casi como una familia… Y bajo ese pensamiento Megumi dejó que el sueño la venciera, mientras se quedaba grabada la imagen de sus niñas y de Sano junto a ella…


NOTAS DE LA AUTORA:

¡Aquí está la actualización finalmente! … Si, sé que deben estar queriendo quemarme en leña verde… intenté sacar esto lo más rápido posible pero de repente caí en un bache y me estanque super horrible S … Al haber terminado el capítulo 15 me puse a trabajar en el 16 para poder sacarlos los dos al mismo tiempo, mientras me ponía sobre los demás… Les confieso que tengo un enredadero que ni yo misma termino de entender que iba a escribir S …

El fanfic ya casi llega a su fin, y me di cuenta de que estaba más en un hoyo que las novelas de tv abierta osea que nunca salen de lo mismo … Así que puse manos a la obra y traté de meter cosas para irme más deprisa sin que parezca que la historia no avanza o que se va para otro lado…

Los nombres de los capítulos los saqué de los mismos diálogos, el del capítulo 15,"Peor que las aguas árticas" se refiere como nos sentimos al descubrir un secreto, helados… y el del 16, pues chequen lo que Kenshin dice y sabrán porque lleva ese nombre…

Se preguntaran ustedes si me volví loca al hacer que Katsu hablara con Sayo… si ya sé también fue difícil para mí… Ni que decir de buscar como crear un caos con lo del dichoso compromiso, quien mejor que Tokio para sacar a relucir todo… Que Kamatari y Shougo hablaran fue sólo para darle un poco más de información al hombre sin que nadie sospechara nada… Tsubame ya debería estar más trastornada que yo descubriendo cosas sin llegar a una conclusión, pobre niña… Esta Kaoru ha sido mal influenciada, y como notaran ya se le está olvidando que Ken está casado… Ah, sí, olvidaba aclarar que Ayame y Suzume son un dulce…cuando la gente les agrada… Para Suzume no existe ninguna mamá que no sea Megumi, pero Ayame es más grande y tiene una vaga idea de que tuvo una mamá que murió, claro denle eso a la perspectiva de una niña pequeña…Ah si, y Aoshi es medio obsesivo D creo que ya lo habrán notado, y si ustedes recuerdan en el capítulo 13, de lejecitos mira a Kenshin con Kaoru, entonces por eso medio lo recuerda…

Creo que eso es todo, y meel gracias a los lectores que me dejaron reviews del capítulo 14… son unos soles! … Gabyhyatt, Alexandra Shinomori, Holly-dono, Florcita (Plimita on tas? ) … Ya sé que se me fueron de espaldas por lo del bebé… Pero les prometo que se quedaran así 0.0 cuando Sayo aparezca en los próximos capítulos…

Ahora si creo que ya es todo por hoy… y esta vez no me desapareceré por meses ok? xD … Volveré pronto con una actualización más… ¡Espero sus reviews!

Ah…. ¡Felices fiestas a todos!

Sugerencias, comentarios, quejas?... dejen un review…

Matta ne minna…