BAJO EL CIELO DE CERULEAN

por Aneth.

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"Porque bajo este cielo yo te conocí...

y desde ese día supe

que estarías a mi lado para toda la eternidad"

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NOTA:

Este capítulo va dedicado a mi amiga Gigi! n - n

Los personajes de Card Captor Sakura le pertenecen pura y exclusivamente a CLAMP.

Los demás, son personajes inventados y YO soy la dueña absoluta de todos ellos!

Este fanfic es realizado sólo con fines de entretenimiento.

CAPÍTULO 6:

EL ESCAPE

Todo estaba oscuro, aunque a medida que pasaba el tiempo, Shaoran notaba que aquella oscuridad se apaciguaba notablemente. Podía sentir un tremendo dolor de cabeza y no tenía ni la menor idea de si estaba despierto o soñando. Varios recuerdos aun seguían dándole vueltas.

En una de esas imágenes, podía verse a sí mismo rodeado de altas murallas, siendo llamado jovialmente por su padre, y respondiendo a su llamado. Luego, tan rápido cómo había aparecido, esa imagen se esfumaba dando lugar a una muy similar pero con el resto de su familia, en la que su madre sonreía radiante y sus hermanas lo molestaban cariñosamente como siempre solían hacerlo. De pronto, toda felicidad desaparecía entre unas poderosas llamas y oía cómo la gente gritaba despavorida. La imagen de su padre se hizo presente otra vez...

–Estás loco¿lo sabías?–oyó de pronto cómo una voz aguda reprochaba a alguien de lejos–No entiendo cómo se te pudo ocurrir algo semejante...

Shaoran no podía comprender... Mientras trataba de distinguir la imagen de su padre entre aquellas poderosas llamas podía escuchar esas palabras que poco y nada tenía que ver con lo que estaba viendo.

¿Ya terminaste verdad?–volvió a escuchar Shaoran con mayor claridad- ¡Pues entonces más vale que salgas de allí o entraré y te sacaré ya mismo de esa celda!

¿Celda¿Había escuchado bien?

En ese instante aquellos recuerdos que divagaban por su mente se volvieron menos confusos, y sintió una fuerte puntada en su pierna y en su hombro. Aquellas imágenes de su niñez fueron velozmente reemplazadas por la vista de un río, un palacio, muchos guardias y la de una bella jovencita...

Era cierto. Había asaltado el palacio. Y también había sido perseguido por los guardias, tropezando sin quererlo con esa muchacha por segunda vez. Recordaba también haber actuado impulsivamente y haberla protegido de una muerte segura. Y fue en ese entonces que Shaoran sintió cómo si el mundo se le derrumbara. Eso sólo significaba una cosa...

Me atraparon...–pensó desesperado mientras hacía desaparecer todas las imágenes borrosas completamente y abría los ojos.

–¡Cuidado!–gritó la misma voz aguda de antes advirtiendo que aquel sujeto se había despertado.

Shaoran miró rápidamente a su alrededor. Un sujeto alto y moreno se encontraba a su lado de pie mirándolo fijamente.

Sin siquiera dudarlo un instante, Shaoran movió entonces velozmente su brazo para buscar entre su ropa alguna de sus armas, y cuando se disponía a atacar sintió el filo de una espada sobre su cuello amenazándole con quitarle la vida si se movía. Lamentablemente para él, el sujeto había resultado más rápido.

–Un movimiento más y no vives para contarlo...–le dijo Yamazaki mientras le observaba detenidamente con el ceño fruncido.

Shaoran apretó los dientes con fuerza, y se quedó completamente inmóvil mirando fijamente a los ojos de su contrincante. Por el rabillo de su ojo pudo observar las características del lugar donde se encontraba.

La luz en aquella "habitación", si podía llamarse así, era bastante escasa al igual que el aire que podía respirarse en ella. La pared trasera tenía una pequeñísima ventana con barrotes que conducía al exterior, cuyo tamaño era tan pequeño que si lograba por casualidad sacar aquellos gruesos hierros no podría pasar ni siquiera su cabeza.

Shaoran giró la vista de pronto a su derecha y vio a la dueña de aquella voz que escuchaba mientras debatía si estaba dormido o despierto. La muchacha de cabellos castaños recogidos en dos coletas lo miraba sentada en el suelo junto a una pequeña canasta, con el rostro asustado desde el otro lado de las rejas. Estaba casi seguro de haberla visto con anterioridad, mas no le prestó atención alguna.

El muchacho volvió su mirada de nuevo a su oponente y notó con extrañeza que éste llevaba en su mano izquierda una gruesa tira de vendajes.

–Tomaré esa actitud como muestra de agradecimiento–dijo Yamazaki sorprendiéndole mientras presionaba un poco más la punta filosa de su espada sobre el cuello de su presa.

Shaoran frunció el ceño sin entender.

–¿Y por qué tendría yo que agradecerte?–replicó éste enfurecido, sintiendo cómo le corría un pequeño hilito de sangre por el cuello.

Ambos se miraron fijamente a los ojos casi sin pestañear, mientras una atmósfera densa comenzó a crearse entre los dos sujetos. La joven que estaba afuera expectante sólo se limitó a observar el devenir de la situación, aunque por dentro sintiese muchísimos deseos de gritar.

Shaoran movió sin quererlo su pie derecho y se dio cuenta que su pierna se encontraba vendada en la parte donde había sido herido la otra noche. Sorprendido, observó que también llevaba vendas alrededor de su hombro derecho, y no sólo había sido vendado, sino que podía sentir el aroma de algún medicamento.

Yamazaki miraba algo divertido la confusión de su rostro. Shaoran se había quedado perplejo, y sin entender el por qué de esa acción tan bondadosa levantó una ceja mirando a su interlocutor más confundido que antes.

¿Acaso era lo que creía¿El enemigo acababa de curarle las heridas?

–¿Por qué... demonios...!–preguntó Shaoran sumamente molesto y desorientado buscando algún tipo de explicación.

Yamazaki guardó silencio ya que no sabía qué decir. Después de todo la joven que lo acompañaba tenía razón cuando le comunicó lo que pensaba y le pidió que lo asistiese. No había motivo alguno para haber hecho lo que hizo, sólo estaba loco. Le hacía bien pensar que sólo fue un ataque de locura por parte de su conciencia.

–Yamazaki, ya fue suficiente¡SAL DE AHÍ AHORA!–le gritó la muchacha exasperándose e interrumpiendo dicho silencio.

Ambos jóvenes miraron entonces a la jovencita del otro lado de la reja.

–Yamazaki...–murmuró Shaoran de pronto despreocupado y mirando el rostro del portador de aquella espada tan amenazante.

Shaoran pudo ver ahora con claridad aquellas facciones que le parecieron tan familiares el día anterior, con la diferencia que en ese momento se encontraba casi inconsciente y pensó que sólo era producto de su imaginación. El soldado volteó a su izquierda para atender a la joven, y mientras lo hacía, Shaoran lo veía fijamente intentado recordar. Sólo había una familia con ese nombre y ese era...

–Chiharu, todo está bien.–le dijo sonriéndole a la muchacha levemente para tranquilizarla– Te lo agradezco mucho, ya puedes irte... Tienes trabajo que hacer y yo también–dijo mirando seriamente de reojo al sujeto en el suelo.

–¡Te lo dije!–gritó la misma joven de antes poniéndose de pie y caminando hacia atrás alejándose un poco de la puerta.–¡Pero nunca me haces caso!–replicó molesta levantando y sosteniendo sus cosas.

–Enseguida te alcanzo¿de acuerdo?–dijo el muchacho con la voz un poco más animada y sonriendo levemente para que ella no se enojara tanto.

Chiharu hizo una mueca de desaprobación y sujetando con fuerza la canasta que llevaba dijo: Más vale que no te tardes porque te arrepentirás¿me oíste?–dijo bufando mientras partía, provocando que el chico sonriera aun más.

Una vez que Yamazaki vio que la joven se alejó completamente y no escuchó más el sonido de sus pasos, sujetó con mayor fuerza la empuñadura de su espada y dirigió su mirada al bandido una vez más, quien para su sorpresa, continuaba mirándolo fijamente con algo de extrañeza.

–Sigues siendo el mismo de siempre...–preguntó Shaoran seriamente-... Yamazaki...

–¿Q-Qué dices?-dijo éste abriendo los ojos de par en par.

–¿Acaso ya no me recuerdas?–preguntó Shaoran con un tono un algo amenazante-¿O es que aquel incidente te afectó la memoria?

Yamazaki fijó los ojos en su presa detenidamente. Hubo unos instantes de silencio en el que ambos oponentes se analizaban con la mirada esperando que el otro dijera algo para interrumpir esa atmósfera densa.

–No estaba equivocado después de todo...-dijo Yamazaki sonriendo-Al final sí eras tú... Li...

Shaoran sonrió desafiante. Le alegraba saber que después de tanto tiempo separados y sin ninguna noticia, su mejor amigo de la infancia estaba con vida.

–Siempre creí que te encontraría algún día¿sabes?-continuó el joven de pie–Pero nunca pensé que lo haría en esta situación...

Shaoran dejó de lado los recuerdos que asaltaron su mente por unos instantes luego de aquel encuentro, y recordó molesto que no le favorecía en lo absoluto la situación en la que se encontraba.

–Je, sabía que te convertirías en un guerrero honorable pero no esperaba ver uno tan... temible... –dijo Shaoran tratando de pensar en alguna forma rápida de escape, aunque sin tener la intención de mentir con sus palabras– Me sorprendiste en verdad...

Mientras decía aquello, una sencilla idea se le cruzó por su mente. Shaoran miró entonces de reojo la espada que continuaba amenazándolo mientras el otro sujeto guardaba silencio. Aunque ya había pensado en una posible salida, la situación seguía sin favorecerle. Su brazo y pierna dañados no ayudaban mucho tampoco. Tal vez era mejor actuar después...

Manteniendo la idea en mente pero sin saber exactamente cuándo la iba a poner en práctica, miró de nuevo al sujeto en frente de él, quien aun no había dicho palabra alguna. Estaba feliz de haberlo encontrado, pero en ese momento sólo le estorbaba. Tenía que deshacerse de él si éste seguía entorpeciendo su objetivo, aunque no quisiese en verdad hacerlo.

Sospechando lo que Li estaba pensando, Yamazaki vio con alegría que su contrincante no había perdido aquel brillo temerario en su mirar. Aquel brillo que más de una vez lo hizo acobardarse en las peleas cuando niño. Sin embargo, sabía que ese brillo en su mirada significaba una sola cosa: que ese sujeto no se quedaría mucho tiempo de brazos cruzados, y por esa misma razón, esa alegría que sentía le duró poco y borró rápidamente esa sonrisa sutil de su rostro.

–Tú también me has sorprendido, Li... –dijo Yamazaki con un tono más grave-Aunque nunca pensé que caerías tan bajo...

A Shaoran no le gustó para nada la amenaza de ese cambio en su voz.

–Yo no lo llamaría de esa manera...–replicó mostrándose más serio también–Pero sí, es increíble el rumbo que toman las cosas¿verdad?

La mente de Shaoran seguía trabajando, aunque bien sabía que las posibilidades de poner en marcha su plan en ese instante eran mínimas. Notó entonces que respiraba con mayor facilidad, y era porque Yamazaki había aflojado la espada que seguía sosteniendo en su cuello.

–Yo en tu lugar no me confiaría demasiado, amigo...–dijo Shaoran dándose cuenta de ello y desafiándolo con su mirada.–Yamazaki levantó una ceja sin entender–Recuerda que el destino hizo que nos encontráramos en lados opuestos, y puedo hacer que realmente te arrepientas de haberme ayudado.

–Puede ser...–replicó éste analizándolo–Pero en este momento yo llevo la ventaja–dijo esbozando una sonrisa desafiante.

Shaoran frunció el ceño mientras Yamazaki quitaba rápidamente la espada de su cuello y se dirigía a la salida de la celda cerrando consigo la puerta.

–¿Y qué pasará conmigo ahora que "atraparon al ladrón"¿eh?–preguntó Shaoran con algo de sorna.

–Eso lo decidirá Su Majestad.–dijo Yamazaki seriamente.

Shaoran sonrió divertido, mientras observaba a su compañero sacar de su cinturón un manojo de llaves.

–Sabes que me iré de aquí por las buenas o por las malas.

Yamazaki guardó silencio por unos instantes, sabiendo que las palabras dichas por su compañero eran completamente ciertas.

–Lo siento, pero no cuentes conmigo para salir, Li–dijo finalmente el capitán mientras trababa la puerta con llave.–Te portaste mal con el rey de este país y lo sabes. No voy a traicionar mi fidelidad aunque mi estima por ti no haya cambiado.

Yamazaki dio media vuelta y se dispuso a partir, mientras que Shaoran centraba su atención en la minúscula ventana con barrotes.

–Déjame recordarte...–dijo Li de pronto haciendo que Yamazaki se detuviera–... que le juraste fidelidad a mi familia primero...

Yamazaki frunció el ceño al escuchar esas palabras y sin detenerse más tiempo en ese lugar siguió caminando. Shaoran lo escuchó alejarse prestando atención al eco de sus pasos en los corredores. Llevó entonces su mano izquierda a su hombro lastimado e intentó ponerse de pie desde el lugar donde estaba. Dio de pronto un gemido de dolor y se dejó caer dándole un puñetazo al suelo con su mano sana. Shaoran maldijo para sus adentros al darse cuenta que pese a haber sido asistido no tenía suficiente energía para levantarse aun. Tendría que descansar un poco más si no quería que su plan fallase por culpa de esas odiosas heridas. Sin rendirse todavía y respirando profundamente, volvió a poner su mano izquierda sobre el vendaje de su hombro y siguió intentando levantarse. No iba a permitir que su plan se demorase más tiempo de lo que pensaba...

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–No... pude dormir...–dijo una voz dulce y agotada por el sueño.

Con los ojos entrecerrados del cansancio, Sakura vio cómo los brillantes rayos de sol se escurrían por la cortina blanca de su ventana. Se levantó entonces suavemente de su cama frotándose los ojos con sus manos para despejarse.

Aunque lo había intentado de mil maneras diferentes, no había podido pegar un ojo en toda la noche.

Se sentía triste. Por haber desobedecido a su hermano de nuevo y especialmente por haber hecho que aquel desconocido terminara lastimado por su culpa.

Sakura se acercó lentamente a la ventana y estiró los brazos para reanimarse un poco. Había estado lamentándose toda la noche por lo sucedido y ya comenzaba a desesperarse. Se asomó un poco por la cortina transparente y comprobó que los soldados que su hermano había enviado para que la custodiaran no se habían movido de su puesto. Definitivamente ahora no tenía escapatoria.

Lanzó un profundo suspiro y se miró en el espejo que se encontraba a un costado de la habitación. Vio con pesadez su rostro desanimado y notó que llevaba la misma vestimenta del día anterior.

–Creo que necesito un baño...–dijo bostezando levemente mirando en su reflejo las pequeñas manchas de sangre en su ropa que no le pertenecían.

Sí, tal vez eso la pondría mejor... Aunque lo que más necesitaba en ese momento era descargar todo lo que sentía con alguien. Ya que ni su hermano ni Yukito la recibirían para ello, pensó entonces en su amiga Chiharu, pero se desanimó al instante al recordar que posiblemente estaría atendiendo a su novio Yamazaki por lo de anoche. Desistió desilusionada de llamar a cualquiera de sus criadas y arreglándose apenas el cabello, juntó una a una todas sus cosas y se dirigió a la puerta.

Los soldados que se encontraban a ambos lados de la salida se irguieron solemnemente cuando ella salió e inclinaron la cabeza en señal de saludo. Ella respondió de igual manera y no se sorprendió en lo absoluto que dichos soldados la siguieran por los pasillos.

Después de lo de anoche, mi hermano no me dejará en paz...–pensó suspirando rendida.

–Ah¡Señorita Sakura!–se escuchó una voz suave a lo lejos.

–¿Hoe?–exclamó adormilada girando sobre sí misma buscando aquella voz.

Sakura vio cómo la joven Chiharu se acercaba apresuradamente desde el fondo del pasillo. La princesa sonrió al verla y cuando ésta estuvo a sólo un paso de ella, vio con sorpresa cómo la jovencita le quitaba rápidamente sus pertenencias.

–El llevar esto es mi trabajo, Señorita–dijo Chiharu sonriente.

–¡Pero no me voy a morir por llevar tan sólo unas prendas, amiga!–dijo reaccionando y riéndose.

Chiharu se río también: –Pensé que dormiría, es por eso que me tardé en ir a su habitación, le pido mil disculpas.

–No hay problema–dijo Sakura continuando su andar restregándose apenas los ojos.–No pude dormir nada de todas maneras...

Chiharu sintió pena por ella al verla tan cansada y se sobresaltó un poco al darse cuenta de los otros soldados que les pisaban los talones.

–¿Piensa darse un baño, Señorita?–dijo Chiharu aminorando el paso acomodando sus pertenencias.

–Así es... –bostezando–¿Puedes acompañarme?–preguntó Sakura de pronto mirándola ansiosa en espera de una respuesta.

–... Me encantaría pero... –balbuceó Chiharu algo incómoda–... n-no está bien que una criada...

La joven miró a la princesa apenada, ya que si bien habían sido amigas desde muy pequeñas, las reglan eran las reglas. Podían permanecer tiempo juntas, pero había ciertos privilegios que sólo los poseía la Casa Real. Sakura se dio cuenta de los pensamientos de su compañera y tomándola de los brazos continuó insistiendo.

–Oh¡por favor amiga!–le dijo Sakura rogándole desesperada.–Aunque sea quédate conmigo¿si? Necesito que te quedes a mi lado, por favor...

Chiharu vio a la princesa a los ojos y se dio cuenta por su mirada que en verdad la necesitaba. Miró una vez a los soldados a su izquierda y pensó que tal vez su amiga no veía la hora de deshacerse de ellos para desahogarse tranquilamente por lo de anoche.

–Está bien.–le dijo Chiharu asintiendo con la cabeza–Me quedaré con Usted si así lo desea.

Sakura sonrió ampliamente y la abrazó fuertemente en señal de agradecimiento. Chiharu le devolvió la sonrisa mientras la princesa la soltaba, y juntas se encaminaron hacia la sala de baños.

–Y eso fue lo que pasó...– dijo Sakura un tiempo después, mientras terminaba de secarse las gotas de agua que se escurrían por su cuerpo y comenzaba a vestirse.

Mientras ella se aseaba le había contado toda la historia a Chiharu, quien la escuchó pacientemente hasta el más mínimo detalle. Sakura sabía que posiblemente su amiga tenía otra versión del hecho debido a su compañero, pero aun así necesitaba narrarle todo lo que sabía y cómo se sentía.

Sakura guardó silencio por unos instantes algo aliviada. Chiharu, mientras, la ayudaba amablemente con el vestido y pensaba en lo que la princesa acaba de narrar. Sakura suspiró acomodándose la ropa y miró el agua cristalina de la piscina

–Chiharu¿tú qué harías en mi lugar?–preguntó de pronto aun mirando el agua.

–¿A qué se refiere?–preguntó Chiharu sin entender.

–Es decir...–balbuceó pensando en qué palabras escoger–... quiero... arreglar las cosas...

Chiharu la miró confundida, pero Sakura seguía con la mirada perdida.

–Me siento muy mal por lo que pasó...–continuó la princesa mirándola esta vez a los ojos–Mi hermano está furioso conmigo, y sé que no me dirigirá la palabra hasta que se le pase... Estoy casi totalmente rodeada por guardias todo el tiempo... Esta es una de las pocas ocasiones en las que no...–dijo aun más triste–... No quise desobedecer a mi hermano... pero me siento atrapada... en mi propio hogar...

Con estas palabras la voz de Sakura se quebró, intentando contener las lágrimas que deseaban salir de sus pupilas verdes. Chiharu la tomó gentilmente de los hombros y le sonrió.

–Princesa, sabe que es por su bien... Sólo es por un tiempo... hasta que todo se normalice... –dijo la joven alegremente para darle ánimos.–Ya verá...

–Lo sé, pero...

Sakura volvió a mirar al agua perdiéndose su mirada en ella. Chiharu la miró preocupada sabiendo que ella estaba inquieta por algo.

–¿Qué sucede?–preguntó Chiharu incitándola a decirle.

Sakura dudó unos momentos y giró su mirada triste de nuevo a su amiga.

–Fue mi culpa–dijo la princesa no pudiendo aguantar más las lágrimas–... Yo nunca quise... que pasara esto... nunca quise que lo lastimaran... –una lágrima rodó por su mejilla–... Fue mi culpa...

Sakura llevó sus manos a su rostro para descargar su llanto, mientras Chiharu la abrazaba cariñosamente. Luego de unos minutos, la princesa se animó a continuar.

–... Yo sólo quería verlo...–Chiharu abrió grandes los ojos.–No sé por qué... sólo quería verlo una vez más...–dijo tímidamente entre pequeños sollozos.–Y ahora está herido... y en prisión...– su amiga quiso decir algo pero se quedó sin palabras–... y eso no hubiese pasado si yo me hubiera quedado en dónde tenía que estar... fue todo por mi culpa... y no puedo hacer nada...

Sakura se secó las lágrimas con la toalla que había usado después del baño. Chiharu no sabía qué decirle, ni qué aconsejarle, sólo se limitó a esperar que la princesa siguiera con su relato.

–Sé que él... no es... malo...

–¡Pero es un delincuente!–gritó Chiharu sin poder sostenerlo más tiempo. Sakura levantó la mirada sorprendida por aquellas palabras que no se esperaba.–¡Princesa, por dios¡Está hablando de un vulgar ladrón que vino a este lugar tan pacífico a hacer de las suyas¡Su seguridad corre peligro y está llorando por él!

Sakura se mordió los labios. Sabía que Chiharu tenía razón en lo que decía. Se sentía una idiota por estar llorando por alguien que ni siquiera debía haberse fijado en ella. Es más, si llegaba a ocupar cierto lugar en sus pensamientos sólo sería para considerarla culpable de todos sus males. Debía estar furioso.

–Pero... él... me salvó la vida...–dijo Sakura al fin–¡Él me salvó! Si es tan malo y peligroso como dices¿dime por qué me protegió entonces!

Chiharu abrió la boca para continuar reprochando, pero en cambio lanzó un bufido molesta apartando la mirada de su ama. Conocía bien a Sakura y sabía que cuando ella depositaba su confianza en algo o alguien no había nada ni nadie que la hiciera cambiar de parecer. Y Sakura creía en ese sujeto. Lo sabía por la mirada fuerte y decidida que puso cuando dijo esas palabras.

–No sé qué hacer... ¡pero no puedo quedarme aquí sin hacer nada...!–gritó Sakura secándose las lágrimas que le quedaban en sus ojos eligiendo dejar de llorar.

–¿Eh?–exclamó Chiharu volviendo su vista de nuevo a la princesa adivinando sus planes–Dígame que no... –balbuceó– ¡Dígame que no está pensando en hacer algo para liberarlo!–Sakura la miró a los ojos sin siquiera parpadear–Es una broma¿cierto?

–Chiharu, por mi culpa está lastimado, y...

–¡Cometió un delito muy grave!–se exasperó la joven– ¡Está en el lugar que debe estar!

–¡No voy a quedarme tranquila hasta que no esté en libertad!–exclamó Sakura totalmente convencida.

–¡Princesa, es una locura!–dijo Chiharu tomándola de las manos.

–Si lo dejo ir¡será cómo que escapó por su cuenta! Él se irá bien lejos... Si todo sale bien, ni los guardias, ni mi hermano lo sabrán...

–Señorita¡está diciendo algo imposible de realizar¿Cómo planea que nadie se entere de ello si está permanentemente rodeada de guardias día y noche!–dijo la joven tratando de imaginar lo que la princesa planeaba– Además, si Usted lo deja ir¿qué le garantiza que no volverá!

–¡Por favor entiéndeme!–dijo Sakura desesperada–¡Creo que es algo que debo hacer! No permitiré que mi hermano se entere... y a decir verdad¡ya no me importa Chiharu!–la jovencita puso cara de sorpresa–¡Porque no estaré tranquila hasta que lo haya intentado!

Chiharu se llevó una mano a su cabeza, tomándose el cabello y dejándola unos momentos en la frente en señal de meditación y frustración.

–¿Tan importante es para usted?–dijo ella finalmente, viendo a su ama asentir decidida con la cabeza sin apartar su mirada.–Entonces no me queda opción...–Sakura la miró confundida–Voy... a ayudarle...–la princesa esbozó una gran sonrisa detrás de ese rostro enrojecido por las lágrimas–¡P-Pero sólo por esta vez!

Sakura la abrazó fuertemente sin dejar en ningún momento de sonreír.

–¡Muchísimas gracias!–su amiga le correspondió el abrazo aun no muy convencida del todo. Sakura la soltó gentilmente y miró el suelo algo apenada–Pero ahora que lo pienso, es casi imposible... que nadie se de cuenta que yo vaya... ¿c-cómo...?

–Voy a arrepentirme de lo que voy a decir...–murmuró la joven como si dudara–... Pero hay un lugar en dónde los guardias no pueden entrar...–Sakura la observó esperanzada aguardando que su amiga le dijera cuál era el lugar del que hablaba. Sin embargo, sólo obtuvo en respuesta un breve silencio.–¿Qué no se da cuenta?–dijo Chiharu llevando sus manos a la cintura en señal de impaciencia, viendo que la princesa ignoraba por completo el lugar al que se refería.

–Hoe...–murmuró la aludida llevando su dedo índice a la boca pensando en todos los lugares posibles del palacio sin éxito alguno.

Chiharu suspiró y sonrió recordando lo despistada que era la joven en muchas ocasiones.

–El lugar del que hablo, Señorita es...–dijo respirando profundo y sonriendo divertida por la repentina mirada de ansiedad de la chica–... éste...–señalando el suelo a sus pies. Sakura siguió el movimiento de su mano y abrió los ojos confundida al escuchar aquello sin entender. –... Aquí no hay guardias, princesa.

Sakura miró entonces a su alrededor y sólo vio enormes piscinas llenas de agua cristalina, algunas con flores, otras con bellas estatuas. Volvió a mirar a Chiharu, quien reía suavemente por la cara de asombro de su amiga, y captando finalmente sus palabras, sonrió complacida, diciendo:

–Entonces¿qué estamos esperando!

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La princesa se acomodó el vestido que acababa de sacar del pequeño armario que se encontraba contra la pared a un lado de la ventana. Tomó un lazo y recogió como pudo sus cabellos cortos, sin poder evitar que varios de sus mechones se le escaparan y cayeran sobre su rostro. Afirmándose un poco más el lazo en el cabello, se miró en el espejo que se encontraba apoyado en un pequeño mueble. Ella suspiró profundamente.

-FLASHBACK-

Bien...–dijo decidida Chiharu–Recuerda lo que hará una vez logre salir de esta habitación¿no es así?

Sakura asintió suavemente.

Así es... Cuando me vaya de aquí, pasaré a tu habitación que está a tres ventanas de distancia...– haciendo una pausa–...Y me pondré alguna de tus ropas...

Sí...–dijo Chiharu–... y si puede, intente por favor taparse el rostro con alguno de mis pañuelos... o sino pruebe recogerse un poco el cabello...–Sakura volvió a asentir con la cabeza recogiéndose el cabello un poco con las manos para practicar. Chiharu le sonrió.– Yo la alcanzaré luego en los calabozos...

Espera–dijo de pronto Sakura–Antes de ir allí necesito que me traigas algo que dejé en mi habitación... es un pergamino...–Chiharu la miró confundida–... Luego te explicaré cuál es... Necesito que me lo traigas... no puedo ir por él yo sola...

De acuerdo, como usted diga...–dijo la muchacha con calma.–Dejaré eso que me pide en mi habitación no bien salga de aquí, no se preocupe.

Sakura respiró aliviada.

Entonces, una vez que me cambie de ropa me dirigiré a los calabozos.

Así es...–asintió Chiharu–Yo distraeré a Yamazaki mientras usted toma un arma de la sala que él se encarga de custodiar. Guárdela entre sus pertenencias y...

... les diré a los guardias que me envía el capitán...–completó Sakura.

Como usted tiene mis ropas pensarán que sólo es una criada. Es probable que sospechen pero no le impedirán el paso...

Bien. El resto corre por cuenta mía.–dijo la princesa decidida.–Algo se me ocurrirá, no hay de qué preocuparse.–mirando el rostro preocupado de su mejor amiga continuó- Pase lo que pase, todo fue mi idea¿de acuerdo? No quiero que te culpes por nada, de verdad...

Por favor tenga mucho cuidado–le dijo Chiharu tristemente abrazándola–Si algo le llegara a pasar...

Todo va a estar bien–le dijo la princesa con una gran sonrisa respondiendo al abrazo.

-FIN DEL FLASHBACK-

Sakura apartó su mirada de aquel espejo, y volteó velozmente a su derecha dirigiéndose hacia una cesta con frutas cubiertas por un paño color celeste, que se hallaba sobre una pequeña cama. Con mucho cuidado, tomó un viejo pergamino que se encontraba cerca suyo. Por décima vez observó curiosa el sello con un extraño símbolo que lo adornaba impidiendo saber qué era lo que contenía dentro. Sakura sacudió su cabeza, ya que no era momento de que le ganara la curiosidad. Guardó el pergamino entre sus ropas, y giró una vez más hacia el espejo colgado en la pared. Sujetando con fuerza la cesta y dudando un poco, salió rápidamente de la habitación con la mirada baja rumbo a los calabozos.

Afortunadamente, no le fue difícil escabullirse hacia el lugar. Pasaba bastante desapercibida con esas ropas, nadie parecía notar que era la princesa en otro tipo de atuendo. No se cruzó en ningún momento ni a su hermano ni a Yukito, quienes Sakura sabía que si la veían seguramente iban a saber que se trataba de ella.

Llegó a los calabozos en un abrir y cerrar de ojos. Unos guardias le frenaron el paso preguntándole el motivo de su visita, mas Sakura sólo respondió que debía entregarle algo a la compañera de trabajo que se hallaba dentro. Los guardias no dudaron de ella ya que habían visto pasar a Chiharu momentos antes, y mirándola detenidamente le dejaron el paso.

Temblando de pies a cabeza, Sakura tragó saliva y se adentró en los pasillos esperando no cruzarse con Yamazaki, ya que él también sería capaz de reconocerla. Escuchó de pronto unas voces, y supo a la perfección que era su amiga quien se estaba riendo suavemente a lo lejos. Sakura se acercó a esa voz lentamente, y se asomó por el borde de la pared viendo con sorpresa lo que no esperaba ver.

–Sabes...–dijo Chiharu con voz seductora mientras le acariciaba el rostro a Yamazaki con sus manos–... me gustaría que dejaras tu puesto...–dijo acercando su rostro a escasos milímetros del suyo.–... sólo por unos minutos...

–... no puedo hacer eso...–murmuró Yamazaki nervioso al ver que ella se pegaba a su cuerpo peligrosamente–...sabes bien que... estoy de guardia...–mirando con deseo sus labios.

–Por favor...–le susurró ella en el oído arrimándose aún más a él, y mordiendo suavemente el lóbulo de su oreja haciendo que finalmente éste cediera.

Yamazaki tomó a Chiharu de la cintura y la besó apasionadamente mientras la acorralaba contra la pared. La joven respondió sonrojada al beso de su amado acariciando sus cortos cabellos negros. Una vez que Yamazaki comenzó a besar el cuello de su novia, Chiharu abrió lentamente los ojos, y descubrió a su ama completamente roja observándola en un rincón. Chiharu se sintió totalmente avergonzada, mas le hizo una seña para que aprovechara la ocasión y se adelantara.

Sakura tardó en salir de su estupor y comprender el gesto, y avanzó con prisa por la habitación. Miró inquieta rápidamente todas las armas que se encontraban desperdigadas en el suelo de la misma, y con un leve movimiento tomó una pequeña espada casi sin hacer ruido alguno. Sin siquiera mirar a su amiga, salió velozmente a los pasillos siguientes algo acalorada. Escondió el arma dentro de la cesta y tratando de aparentar la mayor tranquilidad se adentró en los corredores, intentando llegar su destino a través de tal laberinto.

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Habían pasado un poco más de tres horas desde que había despertado, y Shaoran se encontraba de pie sin necesidad de sostenerse penosamente de la pared. Después de unos largos y frustrantes intentos finalmente había conseguido lo que quería. Tenía una leve sonrisa de victoria en su decidido rostro ya que al fin podría escaparse de ese horrible lugar.

Mientras recuperaba sus fuerzas e intentaba apaciguar el dolor de sus heridas, dejó que su mente viajara por doquier visualizando su huída. La idea que tenía no era muy simple, nada que pudiese considerarse como algo de otro mundo, pero debía tomar precauciones sino quería que lo atrapasen por segunda vez... Sabía que si eso sucedía el castigo sería mucho peor.

Shaoran sacó entonces con sumo cuidado un cuchillo escondido en su bota izquierda. Se acercó con lentitud hacia el cerrojo de la puerta y cuando estaba a punto de introducir dicha arma algo lo detuvo.

El mapa de su padre.

Cómo rayos iba a hacer para volver a ese lugar después de salir del palacio... Si había buscado en cada uno de los rincones. No había nada que le garantizara que lo encontraría la próxima vez. Es más, no había nada que le garantizara que llegaría a ese lugar de nuevo. Las cosas no le iban a ser tan fáciles... al menos no sin ayuda...

Shaoran dejó caer el brazo que sostenía el arma y bajó la mirada pensando en alguna solución. Tal vez a sus compañeros se les ocurriría algo, si es que llegaba a donde estaban ellos. Shaoran pensó que si esos dos estuviesen allí, las cosas no se verían tan complicadas. Tal vez habría sido mejor esperarlos y no haberse aventurado al lugar solo... Si lo hubiese hecho, tal vez no estaría encarcelado. Tal vez no estaría herido, y tendría lo que buscaba en sus propias manos.

Si no me hubiese cruzado con esa niña...–pensó recordando los acontecimientos recientes.

Shaoran levantó su vista de golpe.

Esa niña estaba en la bóveda la primera noche... -Shaoran recordó el momento en que logró visualizar el mapa y esa jovencita se encontraba a su lado.

En ese instante, la intromisión de los guardias lo había distraído... Recordaba a la muchacha, y también a los guardias abalanzándose sobre él pero no había logrado ver bien si el mapa se encontraba en el mismo lugar o no. Los guardias podrían haberlo movido sin quererlo, pero creía que eso era improbable, ya que los soldados eran fieles en cuidar las pertenencias de sus dueños. Además, nadie sabía el motivo de aquel asalto, cualquiera pensaría que su objetivo eran oro y riquezas, nadie sospecharía de un simple pergamino.

Shaoran frunció el entrecejo. No había ninguna duda, esa niña tenía algo que ver en todo esto. Y si sus suposiciones eran correctas, ella era el motivo por el que no pudo encontrar nada la segunda noche, sumándole el hecho de que no debía estar rondando por los alrededores de nuevo. Algo no terminaba de cerrarle.

En ese momento, se alarmó al escuchar unos ligeros pasos acercarse a su celda. Guardó entonces su arma sigilosamente en la manga de su ropa, esperando que dicha persona se hiciera presente frente suyo, y permaneciendo de pie, se inclinó sobre los barrotes de la reja con los brazos fuera de ésta.

Shaoran cerró los ojos y esperó a que esa persona se acercara lo suficiente para sacar su arma, derribar la puerta y salir por ella. Sin embargo, los pasos que iban haciéndose cada vez más fuertes se detuvieron en un instante. Shaoran abrió impaciente los ojos para ver qué era lo que ocurría, cuando vio una delgada figura parada a unos cuantos pasos de él.

Shaoran levantó la mirada y descubrió a una muchacha mirando tímidamente al suelo, y que temblaba de pies a cabeza, sosteniendo lo que parecía una cesta con alimentos. Shaoran movió una ceja, y vio cómo la joven apretaba con mayor fuerza aquella canasta entre sus manos y levantaba suavemente su rostro iluminado a duras penas con la tenue luz que circulaba por los oscuros pasillos. Shaoran lanzó un bufido frustrado.

Otra niña más–pensó molesto, ya que bastantes problemas había tenido con tan sólo una.

Sakura no podía moverse. Podía sentir la mirada penetrante de aquel sujeto sobre ella analizándola. Le había dicho a Chiharu que algo se le ocurriría cuando llegara el momento, pero ahora cuando más lo necesitaba no se le ocurría nada para hacer ni qué decir. Su mente se le había quedado completamente en blanco.

La princesa tomó aire profundamente y armándose de valor se acercó lentamente a escasos pasos de la reja deteniéndose frente al muchacho, quien no le apartaba aquella mirada hostil de encima.

–¿Qué es lo que quieres?–preguntó Shaoran secamente.

–Y-Yo... estem...–balbuceó la joven sin saber qué decir, afirmando más la cesta contra su pecho–... Vine a... a...

–Habla de una vez que no tengo todo el día–gruñó Shaoran entrando uno de sus brazos y moviéndolo cerca de la puerta. Sakura se sobresaltó.

–B-bueno... yo...–balbuceó de nuevo mientras buscaba el arma entre las cosas de su cesta con las manos temblorosas.

Shaoran perdió la paciencia y estirándose sujetó con su brazo derecho a la joven de la muñeca atrayéndola fuertemente hacia él. Sakura emitió un quejido por el tirón tan repentino, y sintió el frío contacto del metal de un cuchillo en su cuello.

–Creí que las niñas como tú sabían que estos lugares son peligrosos...–murmuró Shaoran moviendo lentamente el cuchillo y acercándose a la joven lo más que podía a través de los barrotes de la reja, a la vez que le apretaba con mayor fuerza el brazo.

–M-Me estás haciendo daño...–dijo Sakura gimiendo apenas y temblando.

–¿Qué traes ahí?–gruñó el ladrón de pronto seriamente mirando la cesta–¿Quién te ordenó que vinieras?

Sakura sintió cómo su frente chocaba con el hierro de las rejas a medida que el sujeto la amenazaba. Intentó calmarse y no respirar tan agitadamente a causa del temor.

–¡Contesta!–dijo él fuertemente–¿Quién te envió¿Fue ese canalla de Yamazaki?

–N-no...–negó Sakura lentamente con su cabeza, sintiendo el filo de la hoja del cuchillo. Shaoran levantó una ceja incitándola a continuar–... Yo... vi-vine... por mi cuenta... vine a... sacarte...

Shaoran emitió una risa burlona al oír eso.

–¿A sacarme?–repitió él cínicamente–¿?–Sakura asintió y temblorosamente movió su mano dentro de la canasta. Shaoran la dejó y vio con sorpresa que ella sacaba una pequeña espada debajo del pañuelo celeste.

Sakura sostuvo la espada en su mano y torpemente se la alcanzó al muchacho. Shaoran miró el arma y luego a su dueña sin comprender el gesto.

–Pensé que... te serviría...–dijo la princesa rápidamente con deseos de salir de ese lugar. Por unos instantes Sakura dudó de lo que estaba haciendo y se arrepintió de todo lo demás, pero ya era muy tarde. No podía echarse atrás.

Shaoran permaneció mirándola fijamente, sin siquiera tomar el arma que aquella joven le ofrecía. Algo no andaba bien de nuevo...

Sakura comenzó a desesperarse. ¿Por qué él no hacía nada¿Por qué la estaba mirando de aquella forma y no la soltaba? Ella le estaba ofreciendo la llave para salir, mas seguía reteniéndola sin hacer nada al respecto.

Sin esperárselo, Shaoran la acercó bruscamente de nuevo hacia él, haciendo que ella se quejara una vez más cerrando los ojos. Él tomó su barbilla con la mano en la que sostenía el cuchillo y le inclinó el rostro hacia el tenue halo de luz que entraba por la diminuta ventana. Sakura sintió la pálida luz en su rostro y suavemente fue abriendo los ojos mirando al sujeto queriendo saber qué es lo que estaba pensando. Y fue en ese momento que Shaoran reconoció aquellos grandes ojos verdes de los que se había quedado prendado desde la primera vez.

–Eres tú...–murmuró Shaoran incrédulo recorriendo su rostro de a poco suavemente con sus dedos. Sakura se sonrojó ante tal acción, mientras se estremecía y dejaba que él la acariciara.

El eco de unos pasos se escucharon de repente a lo lejos en los pasillos, lo que hizo que ambos se dieran cuenta de la situación presente. Sakura notó que ya debería estar saliendo de ese lugar, mientras que Shaoran pensaba exactamente lo mismo mas algo seguía impidiéndoselo.

–Dime donde está–le ordenó Shaoran volviendo su mirada amenazante de nuevo.

–¿Qué...?

–¡Dime dónde está el mapa!–insistió Shaoran reafirmando su cuchillo, viendo cómo Sakura cerraba los ojos y temblaba de nuevo.

–¿E-ese... pergamino...?–balbuceó la princesa intentando zafar su brazo de la mano de él resistiéndose.

–Entonces tenía razón¡sí lo tenías tú!–gruñó Shaoran por lo bajo apretando los dientes.–¡Entrégamelo ahora!

Sakura tragó saliva.

–¿Por qué lo quieres...?

–¡Eso no te importa, dámelo ahora!–gritó Shaoran sin darse cuenta que los guardias podrían haberlo escuchado.

Sakura jadeó atemorizada, escuchando pasos fuertes acercarse al lugar. Shaoran también los escuchó, y en un rápido movimiento arrojó a Sakura contra la pared en frente de él, dejando caer la espada que ella le había ofrecido segundos antes. Él uso entonces su propio cuchillo en la cerradura y de una fuerte patada derribó la puerta haciendo que el ruido de la reja retumbara en los corredores. La princesa lo miraba petrificada desde el suelo, mientras el ladrón se le aproximaba mirándola con desagrado.

–Me lo darás–dijo éste inclinándose hacia ella levantando su rostro con la hoja del cuchillo. Sakura volvió a estremecerse, sintiendo dicha hoja bajar por su cuello hasta el escote del vestido–... o sino...

–¡Atrápenlo!–gritó uno de los guardias seguido de sus compañeros corriendo velozmente a dónde se encontraban ellos.

Shaoran volteó a ver a sus enemigos y levantó bruscamente a la joven sujetándola por la espalda con el arma apuntándole. Los guardias se detuvieron al instante, dudando si atacar o no al ladrón. Él se alegró de ver que pese a que ya había hecho eso anteriormente, seguía teniendo el mismo efecto en los soldados.

Shaoran avanzó despacio llevando a Sakura bordeando la pared, mirando con atención al movimiento de los soldados rodeándolos. Sakura no dijo ni una sola palabra, sólo se limitó a observar a los guardias que murmuraban cosas entre sí y a dejarse ser arrastrada por él. Una vez que la distancia con respecto a esos guardias se hizo notoria, Shaoran se detuvo en el medio de un pasillo que conducía a otros tantos corredores mirando de reojo por dónde seguir. Maldijo por lo bajo al ver que esas mazmorras eran un terrorífico laberinto.

–¿Por dónde?–le susurró a Sakura en el oído seriamente, amenazándola con el arma.

–El... último de la derecha...–dijo ella por lo bajo emitiendo un quejido.

Shaoran volvió su mirada a los soldados y acercó su rostro al de Sakura.

–Prepárate para correr, y espero me digas el camino correcto o sino abstente a las consecuencias.–le susurró de nuevo sin variar el tono serio de su voz. Sakura jadeó y asintió lentamente. Shaoran hizo una pausa–Ahora.

Shaoran la tomó fuertemente del brazo y echó a correr arrastrándola consigo mientras lo hacía. Los guardias comenzaron a correr tras ellos al ver esto dando aviso de alarma. Sakura corría tan rápido como sus piernas le permitían, mas no podía igualar el ritmo de su captor, por lo que más de una vez sintió un fuerte tirón en su brazo obligándola a acelerar el paso.

–¿Y bien?–le gritó éste deteniéndose un instante no sabiendo por dónde seguir.

–A la izquierda...–murmuró Sakura por lo bajo recuperando el aliento. Shaoran la sacudió al no haber escuchado lo que decía–¡A la izquierda!–repitió éste molesta, comenzando a correr otra vez.

Los ecos de los soldados corriendo por los pasillos les pisaban los talones. Afortunadamente, los guardias que se encontraban cercanos a la entrada se encontraban ajenos a todo el alboroto, por lo que les fue más fácil evadirlos no sin antes dar unos cuantos golpes a cambio.

La joven le indicó a Shaoran débilmente el camino señalando una habitación en frente de ellos. Ambos corrieron rápidamente hacia el lugar, en donde Sakura tropezó sin quererlo con una frágil muchacha, quien cayó al suelo gritando del susto.

–¿Qué sucede, Chiha... –preguntó un soldado descubriendo a los dos sujetos acalorados por la corrida respirando agitadamente y a su novia en el suelo.

Shaoran asió a Sakura del brazo de nuevo y cuando se disponía a huir del lugar, Yamazaki se interpuso en el medio.

–Te he dicho que no te dejaría ir tan fácilmente¿recuerdas?–gruñó el capitán sacando su espada.

Shaoran miró a su alrededor y notó que estaban en la sala donde guardaban el armamento, por lo que comenzó a buscar su propia espada en la cantidad de objetos dispersos en la habitación. Sin embargo, se dio cuenta que no tenía el tiempo suficiente antes que su enemigo comenzara a atacarlo, así que tomó la espada más cercana y apartó a Sakura a un lado de una sacudida.

Ambos contendientes chocaron sus espadas, luchando fervientemente con el sonido de los otros soldados acercándose de fondo. Shaoran estaba agotado por la corrida, y sus reflejos no eran tan rápidos como siempre, pero no dejó que Yamazaki se saliera con la suya y lo retuviera allí más tiempo. En un instante, mientras esquivaba una de las estocadas del otro sujeto, Shaoran vio su espada contra la pared. Aun así, ésta se hallaba demasiado lejos para que pudiera tomarla, por lo que siguió combatiendo sin quitarla vista de encima de su arma en cuánto podía.

Sakura, quien había estado al lado de su amiga mirando la pelea todo ese tiempo, se dio cuenta de lo que le llamaba la atención al ladrón mientras peleaba. La princesa escuchó a lo lejos unos gritos de alerta aproximándose, y decidida, se levantó repentinamente en busca de aquella espada. Chiharu la miró atónita desde el suelo totalmente desorientada, sin comprender todavía lo que estaba sucediendo.

Shaoran ya se estaba cansando de esa pelea tan inútil, no viendo la hora de salir de ese molesto laberinto. Sus heridas comenzaban a doler otra vez, y no podía concentrarse bien en su rival. Tenía que recuperar su espada antes. Concentrándose más en el combate, Shaoran hizo un último esfuerzo y chocó su espada contra la de Yamazaki con todas sus fuerzas. Su oponente sonrió complacido, y respondió de la misma manera, haciendo que los golpes fueran más certeros y violentos.

Shaoran atacó a Yamazaki y se corrió para esquivar su estocada en respuesta adivinando sus pensamientos, pero no se dio cuenta cuando Sakura se le acercaba cargando aquella espada tan pesada para alcanzársela. Shaoran siguió combatiendo, mas cuando esquivó un peligroso ataque de Yamazaki haciéndose a un lado bruscamente, empujó sorprendido a la joven que se encontraba en el medio fuertemente sin quererlo. Sakura salió disparada por el fuerte empujón hacia atrás, dejando caer su espada y chocando su cabeza contra la pared perdió el conocimiento. Chiharu emitió un gritó ahogado.

Shaoran no se lo esperaba y esquivando ataques se acercó a la joven tomando la espada que ella había dejado caer, y en un abrir y cerrar de ojos, embistió a Yamazaki con todas sus fuerzas haciendo que el arma de éste saliera disparada por la habitación.

Ambos jadearon. Yamazaki apretó los dientes viendo que pese al correr de los años, volvía a ser derrotado por su amigo de nuevo. Shaoran arrojó detrás de él la espada que había tomado prestada y sin dejar de blandir su propia arma cargó a Sakura en su hombro.

Shaoran miró fijamente a Yamazaki a los ojos.

–Te dije que me iría de aquí¿recuerdas?–imitando al tono y las palabras del capitán.

Yamazaki no dijo nada al respecto. Shaoran volteó a ver los soldados que llegaban al lugar y tan rápido como pudo corrió y corrió hacia la salida de los calabozos.

OIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIOIO

Comentarios de la autora:

Bueno... estem... aquí está esta humilde personita pidiéndoles a todos ustedes millones de disculpas por la horrible tardanza! T.T Sé que esta vez me pasé de la raya... buuuuuu... pero es por un problema que tengo, que hasta que no me convence lo que escribo no lo subo! (No fue por falta de inspiración, créanme u.u).Y fue así con este capi... lo modifiqué muchísimas veces. Es más la versión final había quedado dividida en dos partes porque había quedado muuuy larga... pero la acorté bastante y entró todo en un solo capítulo n.n.

Me gustaría agradecerles INFINITAMENTE los reviews que recibí, estoy muy feliz! n – n. Si es que hay alguien que todavía sigue leyendo me interesaría que me dijeran lo que piensan, porfis T.T

XD

Miles de agradecimientos a:

Serenity-princess: Holaaaaaaa amiga Mayra-chan! n – n Me encanta saber que te gusta tanto mi historia (y que hayas perdonado a Yamazaki XD jeje). Te confieso que iba a poner el SxS en la segunda parte (porque iba a estar dividido en dos), pero no pude evitar acortar el capi y ponerlo en uno solo (Saku y Shao lo valen n.n). Espero que te haya gustado cómo quedó! Muchas gracias por tus comentarios amiga, y ya sea por aquí o por mail, espero tener noticias tuyas pronto!

Selenne Kiev: Te cuento que estoy escribiendo esto desde el hermoso ataúd que muy amablemente me has construido XD, (no creí que sería tan cómodo, aunque me molesta un poco la pintura roja, muy llamativa para mi gusto pero bue... todo no se puede XD). Ejem... PERDOOOOOOÓN! Apuesto a que volverás a matarme ahora que reviví para actualizar :D jajajaja, me morí (valga la redundancia) de risa con tu review! Te imaginaba con el martillito en la mano, fue muy gracioso n – n. Muchísimas gracias por tus comentarios amiga! Y el capi que le sigue ya lo tengo casi hecho (para no tardarme tanto en la próxima), así que pueda ser que esta vez no me hagas sufrir tanto XD (y a propósito¿qué es lo que bailas?) Chaucis!

Saku-Cerezo4: Muchísimas gracias por tu review! Parece que se le aclararon las cosas a Yamazaki en este capi, no crees? n.n Esta vez incluí algo de SxS, aunque es sólo el comienzo, espero que te haya gustado! Mil gracias de nuevo por tus lindos comentarios y sayounara a ti también! n – n

Anna: Konnichiwa Anna-chan! Me alegro mucho que te haya gustado el capi, y con respecto a las escenas SxS finalmente he puesto algo jejeje n.n, aunque es sólo el comienzo ya verás (me planeé las mil y una para esos dos XD). Porque a mí también son las escenas que más me gustan n.n! Adoro esa parejita! Y no te preocupes por tardar en dejar un review, más bien soy yo la que debe disculparse contigo amiga:D Espero saber pronto de ti!

Hillary: Muchísimas gracias por tus ánimos! Aunque le sigo teniendo un poco de miedito a escribir esas escenas románticas ya que soy una principiante T.T, pero me esforzaré al máximo para que te gusten. Gracias de nuevo por tu review!

Undine: Jajajaja, es verdad, creo que a Touya lo hice el doble de malhumorado, no crees? XD (Me muero si tengo un hermano así! n.n) Espero que te haya gustado este capi. Mil gracias por tu review y hasta la próxima!

Belzer: Hermanitooooooo! n.n Actualicé, actualicé, actualicé! (los milagros existen T.T) Me encantan tus reviews, me encanta tu manera de escribir, me encantas tú! n – n Más bien soy yo la que debe felicitarte por expresarte tan bonito, aun creo que a mí me falta mucho por delante jejeje. Hey! Volví a leer tu review, y me di cuenta que no me dijiste cómo me fue con un dragón negro! Eh? Eh? EH? Me morí otra vez? O.o DIME! (y si me muero, al menos dime si aguanté un poco más que la otra vez XD) Jajajaja, muchas gracias por tu apoyo como siempre hermanito, y nos vemos! n- n

Tijo-magic: Holaaaaas! No sabes lo feliz que me hace que te guste tanto mi fic! n – n (salto por todos lados XD) Jajaja, bueno... he incluido algo de SxS en este capi, yo también deseaba que aparecieran esas escenas! n.n (es que tenía que acomodar ciertas cosas antes) Pero no te preocupes que tengo muuuuchos planes para esa parejita, Saku y Shao lo valen! n – n Muchísimas gracias por tus lindos comentarios, y espero saber de ti de nuevo!

Sakura-Card-C: Muchísimas gracias por tu review! n - n Y te agradezco también tus lindos comentarios, me haces sonrojar! n.n No sabes lo feliz que me hace el saber que mi historia fue una de las pocas que te emocionó T.T snif snif... ahora me conmuevo yo... XD. Ya te tengo en el msn! n.n Espero encontrarte algún día y así charlamos, okis? Muchas gracias de nuevo y nos estamos leyendo!

Chufis: Holaaaaa súper mejor amiga! XDJajaja, muchísimas gracias por tu apoyo todos los días, Chufis! No sabés lo mucho que significa para mí el tener a una personita tan especial soportándome en mis locuras y rayes! T.T (lloooro lloooro XD) Millones de gracias por tus reviews! Me muero de risa cada vez que los leo:D Espero que te siga gustando mi humilde historia T-T (qué bueno que la vayas entendiendo XD). Jajaja, nos vemos chica odalisca! (algún día bailaremos juntas T.T, y seremos como Alanis y Jesenia XD jua!) Te quiero muchio muchio! n.n

Inner 01: Konnichiwaaa kitsune-chan! XD (no pude evitarlo jejeje n.n). Aquí está el capi seis! Y a ver cuando veo los benditos bocetos de la bendita torre! (creo que va a terminar el año y todavía vamos a estar en la misma XD). Jajajaja, igual te kero muchio! Gracias por estar siempre ahí, kireina tomodachi! Y las escenas románticas que pedís las vas a ver dibujadas solamente :P y creo que ya sé quien las va a dibujar XD. Jajaja, muchios bechios y nos vemos!

Nightguest: FIRE, FIRE! XD LOL, thank you soooo much for your review! I'm very sorry, it took me so much time to update, but I'm here again anyways n – n hehehe. I wonder if you must read all over again to understand this chap now XD, (I hope you don't :P). Thank you so much for your comments, I really apreciated that! n.n And don't worry about those opinions from other people, I told you before that it's fine with me, oki:) I'll keep writing whetever they say! Gotcha? XD Thanks again my dear friend, and c-ya! Bear's hugs for you!

Shie-arg16: Konnichiwa! n.n Me pone en verdad muy feliz que te haya gustado mi fic! Yo también adoro que Sakura sea una princesa y Shaoran un ladrón, también pensé que sería romántico! n.n (yo también soy re cursi en eso :D jeje). Y coincido contigo, yo también leía solamente mangas, pero encontré esta página por casualidad y ahora soy adicta a leer fanfics! n.n (en especial de CCS!) Muchísimas gracias por tu review! Y espero saber de ti otra vez!

Ireli456: Hola Ireli-chan! n.n Mil gracias por tu review! Y no te preocupes por la tardanza, yo soy la menos indicada para ponerme exigente en ese sentido XD jajaja. Espero saber de ti de nuevo! Nos vemos!

Kilia: Hola Kilia! Muchas gracias por tu review! Y es verdad en lo que dices, soy muy repetitiva con varias cosas jejeje n.n, pero como ya dije, soy principiante T.T. Uno de mis objetivos es ir mejorando mi escritura con el tiempo. Es gracias a comentarios como el tuyo que me voy dando cuenta de ciertas cosas :D. Te agradezco muchísimo tu crítica y hasta pronto! n.n

Hope Li: Qué bueno que te gustó! n.n (pongo cara de feliz cumpleaños XD). Estoy muy contenta de que te haya gustado amiga! Y no te preocupes, me basta con que me digas que te agradó, no es necesario que me digas todo en detalle, en serio n.n! Un día de estos te enviaré un mail! Te mandaré el capi de Tsubasa y de paso tengo más noticias tuyas:D Muchas gracias por tu review y nos estamos leyendo!

Lizbeth: Hola de nuevo amiga Lizbeth:D Qué bueno que tengo noticias tuyas otra vez! n.n No sabes cuánto te agradezco tu review, gracias por seguir siempre mi historia aunque me tarde mucho T.T snif snif... Te pido mil disculpas por haber tardado tanto. Espero que este capi te haya gustado también! Muchísimas gracias por tus lindos comentarios, en verdad me animan a seguir! n.n La mejor de las suertes y nos vemos!

Bueno, eso es todo por ahora. En verdad les agradezco su apoyo incondicional en cada uno de los capítulos (ya casi llego a los 50 reviews! Toy feliz! Toy feliz! n – n)

Un agradecimiento especial a un amiguete mío que me dejó sus comentarios por correo. Andrés, yo sé que estás leyendo esto, muchísisisisisisisisisisisimas gracias por todo a ti también! Te kiero muchote:D

Y eso... espero que les vaya bien en lo que sea que hagan, y se me cuidan!

Se despide,

Aneth n.n