Título: Pensamientos.
Fandom: Queer As Folk.
Parejas / Personajes: Justin Taylor. Justin/Brian.
Advertencias: Violencia. Spoilers de la cuarta temporada.
Longitud: 463 palabras.
Rating: PG-13.
Resumen: Justin reflexiona semanas después de un incidente que pudo haber cambiado su vida.
Notas de Autor: Respuesta al reto de una comunidad de LiveJournal para la palabra 'Sangriento'.

-o-

Sangriento: #. adj. Manchado, teñido en sangre o mezclado con ella. #. Muy cruel, despiadado. #. Que causa efusión y derramamiento de sangre.

¿Por qué no lo maté?

Pude haberlo hecho. De verdad que sí. ¡Era tan sencillo con el arma en mi mano, apuntándole, teniéndolo hincado y sometido ante mi!

Solo debí haber jalado el gatillo y todo habría terminado. Ya no más dolor, ni pesadillas, ni lamentaciones, ni el recuerdo horroroso de esos meses en coma y el casi haber abandonado mi sueño por dibujar, gracias a un bastardo heterosexual idiota y homofóbico.

Todo habría terminado si lo hubiese hecho. Sin embargo, no lo hice.

Lo dejé irse, dejé que volviese a su vida estúpida y predecible. Lo dejé vivir con su jodida manera de pensar, con lo que me había hecho a mi y quién sabía a cuántos homosexuales más antes o después. En ese momento, cuando le di el arma a Cody y me fui, alejándome de mi reciente amigo y mi pesadilla de hacía un par de años, creí que había hecho lo correcto. Pero ahora no lo creo en lo absoluto, no después de esta pesadilla.

Todavía recuerdo cuando Brian me hizo recordar todo. Cuando me obligó a recordar el baile de graduación, el baile cadencioso que Brian y yo tuvimos ante todo el colegio, juntos, sonriendo y dejándome llevar por ese hombre de treinta años que me volvía loco. El que me había iniciado en el sexo con hombres y que me había hecho enamorarme de él, del hombre más codiciado en todo Liberty Avenue y además, recibir privilegios que nadie más, salvo Michael quizá, poseía. Y luego me hizo recordar cómo ese idiota me había golpeado de forma sangrienta en la cabeza, en ese mar de sangre que quedó en el piso, esa bufanda de seda envuelta de sangre y que aún ahora, Brian conserva.

Recordarlo antes me causaba mucho dolor y miedo, pero aunque mucho ha desaparecido, sigue ahí el sentimiento. A pesar que pensé dejarlo atrás, realmente, ahora llego a dudarlo por momentos, como ahora. Y solo me queda quedarme aquí, semanas después, solo, ya que Brian se ha ido de viaje a otro país sin decirme porqué, ni cuándo regresará.

Me da miedo perderlo a él.

Pude haber muerto aquel día, hace dos años, por un homofóbico. Y aunque quizá parezca demasiado cliché, preferiría eso a que Brian decida hacerme a un lado definitivamente. Tres veces no lo permití y ahora que entiendo a Brian, que acepté sus ideas y su forma de ser, no pienso perderlo. Hay algo que no me ha dicho y tengo que averiguarlo, pero tampoco voy a obligarlo a que me lo diga cuando vuelva.

Lo único me queda pensar, entonces, en este momento sangriento de mi vida donde todo pudo haber terminado.

Y también pensar que, si estuviese solo, tal vez habría apretado del gatillo, manchándome de sangre heterosexual.