Hablando un idioma desconocido...
La Nieve le calaba los huesos a Koga, no estaba muy acostumbrado, quizás en Japón hacía frío, pero nunca como ese lugar...
achís! – estornudo Shipou – ya llegamos Sango? – preguntó Shipou acercándose a Kirara que se había transformado para secarse de la helada agua...
Que lugar es este? – preguntó Miroku mirando las cúpulas de hielo.
Estamos en lo alto de las montañas, la ruta que tomamos se conecta con esta laguna – les respondió Reika, había recibido almas de parte de Kikyou, tantas que tenía una imagen netamente humana. Parecía feliz, pero notaron dos marcas de sangre, una de su hombro y otra de su cadera...
...estas bien? – le preguntó Ayame que la había observado detenidamente.
No se preocupen! – les aseguró – hoy en la tarde estará sanado.
Los dragones no se curan tan rápido... – le replicó Koga, era obvio, algo había sacrificado para llevarlos hasta allá.
... olvídalo, ahora a donde debemos ir? No tenemos ninguna idea de que si en occidente es muy distinto al oriente... no sabía que la tierra fuera tan grande... – susurró Kikyou.
Tiene razón – la apoyó Miroku – deberíamos bajar... e Inu yasha, Koga, Ayame, tenemos que hacer algo con ustedes... – dijo mirándolos bien, era por como vestían, Inu yasha en su caso eran sus orejas, y el caso de Koga y Ayame el mismo junto con sus ropas.
Que tienes contra como vistamos? – le preguntó Ayame furiosa, Koga e Inu yasha pensaban de la misma forma, lo golpearon, y no se habló más del tema.
La bajada fue ciertamente agradable, el deslizarse sobre la nieve blanca y virgen hacía abajo, Kirara cargaba a Sango, Miroku, y Kikyou, Shipou iba colgando del hombro de Titania que no había dicho ni una palabra desde que había llegado, el por que? Se le llama mareo y nauseas... Koga e Inu yasha iban a buen paso, pensaban que llegarían pronto, pero pronto se cansaron, el blanco infinito se seguía extendiendo... así que pronto empezaron a caminar pesadamente entre la nieve, a las 2 horas del trabajoso trecho, tenían una perspectiva infinita de lo blanco, poco a poco visualizaron algo como una roca, entre más cerca más parecieran un par de...
Son humanos! – exclamó Miroku, estaban medio enterrados en la nieve, ya con sus labios y cejas azules por el frío... A su lado había un cuerpo que parecían ser restos de un caballo.
Ay! – exclamó Shipou, los miraba impresionado, de uno de los dos se notaba que estaba congelado, pues uno de sus labios estaba partido a la mitad dejando ver fácilmente su dentadura morada...
Cobarde... – susurró Inu yasha – están muertos, vamos nos! – pero ninguno se movió, a excepción de Koga que, parecía ya bastante irritado con el cansado viaje y el recorrido en un lugar tan inhóspito.
Esperen... – susurró Titania, Kirara estaba oliéndolos, al que se notaba que estaba del todo muerto y congelado no quedaron dudas sobre la reacción de Kirara, pero del segundo que parecía menos congelado, ella de prono se hecho atrás, como si se fuera a quebrar si lo tocaba – está vivo? – preguntó a Kirara. Kirara se alejó más, de manera cautelosa, Sango se impresionó...
Este hombre está vivo... pero en muy malas condiciones, es extraño que Kidara se mantenga tan retirada cuando ve a... – susurró Sango, mirando a Kirara, que parecía muy confusa...
Koga! – exclamó Ayame acercándose al Humano, estaba muy confusa también – huele muy extraño, nunca antes había olido algo así.. – Koga se acercó, y sintió un olor muy extraño, no era el de la putrefacción ni nada así, era como a algo muy desconocido, era como a flores, pero era un olor muy escaso pero predominante alrededor de los cuerpos.
Necios! – gritó, seguía en su mismo lugar sin moverse ni darse vuelta, sólo escuchando a los demás – no ven que están muertos! Estamos en occidente! Es obvio que huela distinto si todo es diferente!
Y tú como lo sabes? – le preguntó Ayame...
Por que... eh ido a la época de Aome y se que las costumbres de oriente y occidente son muy distintas... por que? – preguntó, respondió con un animó muy cambiado, como ignorante...
así que si era verdad! Si haz ido con Aome a su mundo! – gritó Koga molesto.
Sí y que! – respondió de la misma forma.
Sabía que tendríamos problemas si los traíamos juntos... – dijo Miroku poniéndose la mano en la frente como diciendo "no hay remedio".
La verdad parece otro tipo de pelea excelencia... – dijo Sango con los ojos muy abiertos..- a quien apuesta? – Koga e Inuyasha estaba discutiendo sobre cual mundo era mejor... a Koga le había parecido muy bueno el de Kagome, pero a Inu yasha le parecía mejor la época donde se encontraban...
No lo se, está muy parejo... – Kikyou miraba, como impresionada por la inmadures de ambos, Shipou había sacado unas cabritas de maíz (no se de donde), y se puso a ver...
Pienso que estamos perdiendo mucho tiempo... – susurró, se habían olvidado de Reika, ella todo el camino había estado sobrevolándolos, y bajo junto a Kikyou y Titania ver la escena.
Si, pero es mejor que sea así, o sino se estresaran – aportó Titania.
La verdad, se nota que pueden ser aún mejores amigos... – miró Reika sonriendo.
Crees que ellos estén muertos? – preguntó Sango a Titania.
Mmm tengo que probar... – tomo algunos polvos de su bolsa, y lo lanzo sobre los hombres. En unos instantes, uno de los dos, el que parecía mas delgado y menos congelado se levanto poco a poco, el color volvía a su rostro. Todos miraban atónitos a excepción de Reika, Kikyou y Titania.
Es increíble, esta reviviendo! - exclamo Shippou, el hombre llego al punto de llegar a mirarlos y estar al parecer aterrorizado. Pero ninguno de los presentes lo notaba, simplemente pensaban que estaba impresionado de estar vivo.
No ah revivido, únicamente esta en mejor estado - le dijo titania mirándolo como si Shippou fuera un pequeño que estuviera aprendiendo.
Parece muy asustado – susurro Reika acercándose - nunca antes había visto un humano con estos rasgos – dijo acercándose mas y mas, hasta que el pobre hombre soltó un pequeño grito con alguna exclamación que no entendieron.
Were I am! Ho are all of you! – grito. El grupo se quedo mirando...
Que dijo? – pregunto Sango.
No lo se... – dijo Miroku.
Que hombre mas extraño... – dijo Koga mirándolo de lejos.
Ya déjenlo, no tiene caso, ya lo ayudamos, vamonos – dijo inu yasha intentando irse.
..pues yo pienso que el nos puede ayudar – dijo Ayame tirandolo fuera de la nieve, el pobre hombre temblaba de miedo.
Pobre, al parecer tiene mucho frió...que raras son sus ropas – Dijo Shippou acercándose, el hombre se hecho atrás.
Reika; esta a punto de desmayarse! – exclamo Ayame.
La verdad debe tener mucho frió.. – dijo titania acercándose, y mirándolo muy cerca de su cara – how you feel?
..que? – pregunto inu yasha.
Le estoy preguntando como se siente, yo soy un Youkai de estas tierras.
..veo que haz aprendido los dos idiomas – dijo Reika.
Si mas no recuerdo, se habla de un hada de otro en algunas leyendas, supongo que tu viviste en esa época – dijo Kikyou.
Tengo mas de tres mil años de vida, estuve en sus tierras, y le prometí a los druidas que les ayudaría.. men, you are Ok? – el hombre meneo la cabeza...
...dile que queremos que nos lleve a la aldea mas cercana– dijo Kouga.
..como se dice, me gustaría aprender... – dijo Reika.
Di después de mi: You can take us, to next village? – dijo lentamente Titania.
Yu can teik us to de nex vilaxe? - el hombre puso una interrogativa en su cara.
Jajaja! Que mal pronuncias... – comento InuYasha. Titania le golpeo la cabeza.
déjame en paz, soy su única interprete... – Miroku se estaba entendiendo con el pobre hombre... los demás personajes se quedaron mirando a Miroku reírse con el hombre unos instantes.
Dice que nos llevara a la aldea mas cercana, pero dice que tenemos que ponernos esto en los pies y manos – Miroku sostenía una cuerda muy gruesa- dice que nos ayudara en el descenso por si alguien se cae, para poder agarrado...
Por favor... no creo que seamos tan estúpidos para caer...a excepción tuya bestia – Mando la indirecta Koga.
...quieres ver! - pregunto levantando el puño y acercándose bruscamente a Koga. Koga a su vez hizo lo mismo. Ahora que tenia los fragmentos de dragón, se podría decir que estarían bastante parejos...
..quieres probar mis nuevas fuerzas? – pregunto apretando su mano.
..que tontos son.. – susurro Sango a Miroku.
Ese hombre esta aterrado.. – comento Shippou al ver al pobre hombre palidecer, no sacaba su mirada de la cola de Koga o de las orejas de Inu yasha, y al ver a Shippou saco rápidamente lo que faltaba de su cuerpo de la nieve.
You Are Demons! Leave Me Alone! – grito corriendo. ustedes son demonios! Déjenme solo!
pobre hombre... – Koga e Inuyasha continuaban... – quieren dejar de pelearse un segundo! – exclamo Ayame.
...este hombre habla muy raro... – comento Titania acercándose a el, para escucharle mejor, mas este se aterraba con su presencia, y se echaba atrás...
El hombre ya había notado, que casi ninguno de los presentes era un humano, y tenia miedo, de la aldea de donde venia, gigantes, demonios y zombis, atacaban y mataban a la gente para devorarla... mas...el que no entendiesen su lenguaje, le dio una idea; cuando hablo con Miroku, su idea era volver al pueblo llevándolos amarrados, para que la gente pensase que les había capturado... e intento no seguir hablando, sabia que la mujer que tenia en frente, sabia su idioma, y le descubriría. Los demás eran perfectos para irles llevando a su trampa.
Reika cubrió al hombre con la capa de su túnica, el hombre se levanto... al mirar al rostro amable de Reika se calmo, pero de pronto noto unos diminutos cuernos en su cabeza, y sus colmillos. Y eso era lo único que le diferenciaba de un humano... estaba rodeado de demonios. Titania le dio una vez mas de sus polvos, el hombre se sintió mucho mas tibio. Reika lo subió a su espalda. Y entre todos empezaron a caminar, amarrados unos a otros, por "Seguridad".
Kirara dormía apaciblemente en regazo de InuYasha. Sango se extrañó... Miroku, iba muy junto con Ayame, conversando, afanosamente sobre InuYasha y Koga, de los defectos de cada uno. El Monje se acercaba cada vez mas a Ayame. Sango mientras intentaba ver a Kirara, que estaba muy fría, miraba a Miroku irritada enormemente. InuYasha, tomo a Kirara y se la entrego a Sango, y fue con Titania.
oye... ese hombre no ha vuelto a hablar?
No, esta pasmado, quizás que haya pasado... – Shippou iba en los hombros de Titania, temblaba mucho a causa del frió.
Quizás los ataco algún monstruo – Shippou se imagino a una víbora enorme aprisionando al hombre... y que el y su difunto compañero quedaran bajo la nieve a causa del movimiento del monstruo que al final moría a causa del frió...
.. lo dudo... debió ser otro expedicionario – InuYasha y Shippou tenían la interrogativa en el rostro – hace no mucho se están explorando otros limites... y atraviesan la cordillera... y muchos mueren en el camino, intentando pasar estas gélidas montañas.; piensan que al otro lado habrán riquezas que no hay en sus tierras, pero solo hay indígenas que protegen sus territorios celosamente, y entran en guerra con cualquiera que venga.
Que triste... – comento Sango.
Como sea, Kirara te sientes mejor? – pregunto InuYasha a Kirara. Esta asintió – entonces vamos nos! – al parecer InuYasha no podía esperar, mas, Kirara se torno rápidamente en su forma de demonio, Sango monto, Miroku, y tomaron al hombre, quien parecía muy asustado aun. – tu, Shippou! Transfórmate…
Como? – InuYasha le miro una mirada, Shippou se dio cuenta rápidamente, se convirtió en usa especie de globo con brazos y piernas.
Llevaras Kikyou – le indico.
Espera… - Titania se envolvió en luz, y se volvió chiquita. – llévame…
Oye.. – InuYasha la tomo por la ropa del cuello – tu puedes volar.
De todas formas tengo frío… - Titania parecía molesta. – si soy así tan chica, no creo molestarte.
InuYasha no dijo nada, y Titania se instalo entre las orejas de este, apreciando lo esponjosas y tibias que estaban.
Por otra parte, Reika dejo salir algunas de las almas que tenia, miro a Kikyou quien las recibió sin chistar, estaba muy cansada para reclamar, y le hacían falta. Perdió mas su aspecto humano, de su túnica brotaron un par de alas, a tamaño escala a las que tenia cuando tenia forma de dragón original.
Sango y Miroku notaron el nerviosismo del hombre. Miroku hablo palabras sueltas de ingles, Sango lo miraba impresionada, pensando que había aprendido muy rápido. Pero rápidamente se dio cuenta de que era solo un farsa, pues el hombre no entendía ni una pizca de lo que le decía.
- excelencia, deje de intentar lo que no puede – Miroku se cayo al instante.
- jaja.. te habías fijado? – dijo Miroku intentando reírse.
realmente es un idioma difícil… no se puede pronunciar bien.. – comento Sango.
Inu yasha corrió veloz con Titania en la cabeza, abrió sus cortos brazos al viento, muy contenta. En un principio la miro extrañado, pero después se dio cuenta de como lo disfrutaba, y corrió mas rápido, como para darle el gusto. Ya que la mayoría volaba el aceleró de InuYasha no vario mucho en la velocidad que llevaban. Titania ser reía contenta.
Koga y Ayame iban a par juntos, ambos miraban a InuYasha, Ayame sonreía, le parecía muy amable de parte de InuYasha. Pero Koga le miraba de manera reprobatoria.
por que tu no eres así Koga? – le reclamo Ayame al verlo tan indignado.
Por que no soy un perro infantil… - le respondió desviando la mirada
Vamos, al menos es mas amable… - le reclamo.
Pero Ayame, no te parece infantil? – le reclamo molesto. No le gustaba que le estuviese comparando, y menos con InuYasha.
No, me parece que al menos no es terco y tan orgulloso – le indico.
Solo es un perro rabioso, no soy como el.
Aun así es mas amable. – Y Ayame de molesto, adelantándolo.
El camino de descenso fue bastante simple, con la guía del hombre, tomaban camino de nieve bastante dura, o recién caída. Dándoles un paso rápido a los de tierra, y una buena visión del suelo a los del aire.
Cuando llegaron al final de la montaña iba en pendiente pronunciada. Se lanzaron hacia abajo, el hombre gritaba desesperado "voy a morir" en su propio idioma.
A medida que bajaban, podían ver la tierra de color marrón sobre la nevada tierra blanca. Ya avanzando, la pendiente era menor , y empezaban a aparecer las primeras plantas. Poco a poco el terreno era más llano, y empezaban a aparecerse más animales, y la temperatura era más templada. Ya para el anochecer vieron la primera aldea.
El hombre parecía más contento, y más tranquilo. Durante todo el camino no se había sacado el caso que llevaba, así que no sabían como era su rostro, pero aún así notaban que estaba más contento.
La verdad es que el hombre no estaba contento por que llegaba a su aldea solamente, si no por el premio que le darían al llegar. Les estaba llevando monstruos como prueba de valentía! Y lo más increíble era que ellos mismos se habían amarrado! (ni yo que soy la escritora me creo que se amarraron ellos mismos ¬¬ U ) Lo único que le inquietaba era que ninguno parecía tomar muy en cuenta que estaban amarrados. Pero cuando atraparan a estos monstruos, les pondrían grillos metálicos, y así terminaría el problema de las cuerdas.
bien! – grito InuYasha – ya estamos llegando!
Al fin! – exclamó la pequeña Titania saliendo de entre la ropa de Inuyasha – un par de aldeas más después de esta y nos encontraremos con mi contacto!
Un contacto? – pregunto Reika – no me diga que es ese padre...
Un padre? – preguntó Sango.
No comprendo, un padre? – reitero Ayame mientras Titania buscaba las palabras adecuadas.
Es algo como un monje, pero de otra religión – explicó Reika.
Ósea que no creen en Buda? – pregunto Miroku.
Así es, y no se pueden casar ni nada, y si se comportan como Usted lo hace, excelencia, son juzgados severamente - le advirtió Reika.
Pensé que no te molestaba... – susurro Miroku.
Está bien que castiguen por ser lujurioso – le indico Sango molesta.
Supongo que aún somos un problema nosotros por nuestras ropas - advirtió Ayame viéndose.
No pienso cambiarme – musitó Koga adelantándose.
Con InuYasha no hay problema, a no ser por sus orejas... pero ustedes... – musito Miroku observando bien las pieles que llevaban y el aspecto salvaje de Koga.
Prefiero quedarme aquí afuera a tener que hacer lo que piden – les advirtió Inuyasha.
Por primera vez estoy deacuerdo contigo, bestia – Koga e Inuyasha se sentaron uno junto al otro, mientras Ayame se quedaba pensativa.
Yo también prefiero quedarme aquí – comento a su vez Kikyou junto a Kirara.
Eso es comprensible Kikyou san ... – susurro Sango.
Entontes compremos ropas, yo tengo algo de oro, y mientras podemos dejar a este hombre en la aldea – Les dijo Titania.
Entonces ya no necesitamos estas cuerdas – El hombre palideció, InuYasha se paró, y rompió las cuerdas, como si de hilo se tratase, los demás le fueron imitando, cortando de varias maneras la cuerda, mientras el hombre miraba sin poder decir nada e impresionado.
Esperaremos aquí -. Shippou se subió al hombro de Sango.
Shippou, quédate aquí, al igual que tú Kirara – les advirtió. – Si algo pasa deben cuidar de Kikyou San. Y tú Shippou debes evitar que esos dos se peleen – dijo indicando a Koga y a InuYasha.
Deacuerdo!
Se fueron despidiendo, InuYasha y Koga no se dirigieron palabra, y se mantuvieron allí sentados, esperando. Kikyou, escoltada por Kirara se posó bajo algunos del os pocos árboles que habían. Y Shippou se mantuvo rondando por allí, en "busca de intrusos".
Al llegara al pueblo, se encontraron con un gran movimiento que no veían en las aldeas de Japón. Mujeres conversando, vestidas con tremendos vestidos, que no parecían preocupadas de alguna labor, o trabajo. No habían campos de plantaciones cerca, y los hombres usaban enormes cilindros negro sen la cabeza (Sobreros de copa), y trajes larguísimos. Ninguno parecía estar preocupado de alguna cosa, caminaban sin preocupaciones, y de vez en vez veían algunos niños correr de un lado a otro. Ene l momento en que entraron en la calle les miraban un poco de reojo, y después hablaban con algún tipo de colega. El hombre que llevaban estaba muy nervioso y miraba a todos lados... Se sentían muy extraños, no encajaban paran ada en un lugar así. En especial Ayame, quien eral a más exótica, todos caminaban alrededor de ella, con la intención de taparle. Hasta que Titania entró en una tienda. Había poca gente, un par de damas conversando, quienes callaron inmediatamente al verles entrar. Y un joven vestido con un largo abrigo negro, con un cuello muy ajustado a la garganta, usaba un sombrero de ala grande. Todo negro, a excepción de una plateada cadena con una cruz colgante. No miró con ninguna opinión al os visitantes, y6 salió dándoles un aleve reverencia, que le devolvieron todas las mujeres del grupo. Titanias e acercó al vendedor, quien después de escuchar la explicación se fijo en Ayame, después miró al hombre.
captain Grand! – exclamó. – You Are Alive! Let me take you to the Sheriff!
thanks Peter… I was so scared… they are Monsters! – dijo con voz ahogada.
Titania parecía entender lo que decían, y miraba preocupada. Una jovencitas e acercó a Ayame en cuánto Reika le dio una monedad e oro, empezó a tomarle medidas a Ayame, y después miró fijamente a Miroku, se acercó a él, tomó medidas, y después hablo nuevamente con Titania.
ahora debemos esperar... perdone monje, pero necesitaba medidas de hombre para la ropa de Koga e InuYasha – se disculpo Titania.
también debemos salir rápido de este pueblo.. ese hombre que rescatamos parece que esta asustadísimo... puede que nos ataquen, por que somos..
No te preocupes por pequeñeces... podemos escapar fácilmente, y hasta el momento no hemos hecho nada...
Si... ájala que esos dos no hagan ninguna estupidez - indico Ayame mirando unos adornos.
No creo... mientras la señorita Kikyou este cerca InuYasha no hará nada, y si InuYasha no hacen ada, Koga tampoco lo hará.
Bien...
Se equivocaban, Koga e InuYasha perseguían a Shippou. Y Kikyou no se había percatado, ya que estaba dormitando bajo los árboles, intentando recuperar fuerzas. Pronto llegarían sus preciadas serpientes cazadoras.
Shippou era bastante hábil, pero a final de cuentas, Koga lo pateo lo bastante lejos, para no verlo por un buen rato.
genial! – indico InuYasha de buen humor. – Y lo mejor es que no esta... – pero de pronto se apago su animó. – crees que Aome este bien?
Aome no es una mujer débil, ella soportara – presumió Koga. – tú eres el tonto que dejo que se la llevarán.
InuYasha no le replicó nada, lo único que esperaba era encontrar la quinta pieza de aquel rompecabezas, volver a Japón en oriente, recuperara Kagome y vencer a Naraku de una vez por todas.
Pronto sintieron un grupo grande, un grupo enorme que se les acercaba, pronto vieron al horizonte un fuerza armada de unas 50 personas, y otras 5 a caballo. El jinete que iba en medio, tenía al lado al hombre que habían salvado, quien aún llevaba el casco, ambo sindicaron a Koga, a InuYasha, y a Kirara, y gritaron algo que Koga e InuYasha entendieron por una orden de ataque. Ambos se pusieron en guardia, era mucho más prudente escapar que quedarse allí y enfrentarlos, pero tenían que esperar a que Kirara tomará a Kikyou, y ver que Shippou volviese. (aunque les daba lo mismo)
vengan aquí desgraciados! – les indico InuYasha, mirando fijamente al traidor.
Verán que no será fácil – agregó Koga.
Eso estaba de más – le advirtió InuYasha. El comandante hizo un movimiento con su espada, y un grupo de hombres sep uso en frente con fusiles, apuntando directamente hacía ellos.
Un ruido ensordecedor, junto con una capa de humo, ye l pesado olor del a pólvora. Cuando la nube ya se había disipad olas tropas se echaron atrás asustados, Koga estaba intacto, y las balas estaban en el piso; las había repelido todas. InuYasha estaba frente a Kikyou, quien estuvo en cierto peligro de que llegaran las balas. Kirara tomó a Kikyou en su lomo, y se elevo en el aire.
estos humanos son muy agresivos – susurró Kikyou.
InuYasha se limito a acercarse, pero sin empuñar a colmillo de acero.
Está vez les lanzaron flechas mientras los fusileros cargaban. InuYasha hizo un único movimiento, y estás cayeron en el piso partidas a la mitad.
El comandante parecía prudente, hizo un gesto, y se retiraron rápidamente.
Kirara descendió.
volverán – juzgó Kikyou – y con un grupo más grande y mejor preparado.
no lo dudo, será mejor que nos vayamos rápido de esta aldea. – agregó Koga.
demonios! Se demoran mucho! – gritó InuYasha irritado caminando hacía el pueblo.
no seas insensato! – le gritó Koga.
ellos ya saben que hay demonios en esta aldea, no tardaran en volver a atacarnos, y no podemos perder más tiempo – le grito.
no seas impaciente InuYasha, si vas pondrás en riesgo algunos beneficios – le advirtió Kikyou – ese monje, y Sango pueden fingir ciertas cosas. Cuando ellos lleguen les explicare.
Beneficios?
Titania dio unas monedas más al dueño del a tienda, cuando este volvió, le dio las gracias, vistieron a Ayame. Y tomaron camino de vuelta hacia las montañas.
Ayame vestía un kimono muy improvisado, pero bonito, llevaba un cinto en la cabeza .Y por supuesto que ya no llamaba la atención. Titania llevaba las cosas que les darían a InuYasha y a Koga, junto con la ropa de Ayame para cuando la volviese a necesitar.
Al llegar arribas e asustaron al ver las balas y las flechas, pero prontos e dieron cuenta de que no había muerto nada, ni nadie, y que InuYasha, Koga, Kikyou, y Kirara estaban aún allí, ilesos.
oigan, y Shippou? – pregunto Sango mirando de un lado a otro.
pregúntale a Koga – indico InuYasha parándose.
debe estar por llegar – dijo sin preocuparse.
ya que no está la señorita Aome, InuYasha aprovecha para maltratar al pobre Shippou...- advirtió Miroku a Sango.
Koga, eres un abusivo! – reclamo Ayame.
y eso Ayame? – preguntó echándose atrás, haber si Ayame se relajaba un poco.
te gusta?... lo único malo es que parezco una humana común.
Tengan – indico Reika dándole a Koga también un kimono de hombre improvisado de dos piezas, la de arriba era marrón, y la de abajo café oscuro, casi negro.
Te vez bien a pesar de todo - indico poniéndose el kimono con resignación. – las ropas del os humanos son muy frágiles.
Aún así son bonitas – comentó Reika viéndose.
En tu caso es distinto por que eres chica . le replicó Koga.
InuYasha, ven – le indico Titania – tenemos que hacer algo con tus orejas. – InuYasha se acercó desconfiado. – es algo tan especial l oque tengo que hacer, que necesito que cierres los ojos o te harás daño. – e InuYasha ingenuamente los cerró, aún así desconfiado. Titania tomo un lazo de lino blanco, bastante grueso, le tomo el pelo a InuYasha, y se loa marro en una a nivel del a mitad de la cabeza.
Que haces? – preguntó InuYasha aún con los ojos cerrados.
Ya verás, sin o hago esto, no funciona – dijo Reika risueña, con el mismo tono con el que le hablo a Koga la primera vez, como haciendo un comercial.
Después tomo otro lazo y l opuso sobre laso rejas de InuYasha, y así tan simple laso rejas de InuYasha "desaparecieron".
bien, ahora puedes abrirlos, termino el proceso – le dijo Titania volviéndose chiquita. Miroku y Sango le miraron unos instantes, incluso Kikyou se quedó un instante mirando. Y pronto estallaron tanto Sango como Miroku en una carcajada.
que les pasa? – preguntó InuYasha extrañado.
ya que no sabíamos como esconder tus orejas, lo que he hecho es peinarte – le dijo Titania parándose en su cabeza.
bestia... – dijo Koga tras darse vuelta y empezara reírse - ahora si eres...
perdona! – dijo Ayame riéndose lo más simulado que pudo.
InuYasha estaba apunto de lanzarse sobre ellos, pero se quedó perplejo al ver Kikyou reírse.
Todos se quedaron bastante impresionados, se reía delicadamente, y todo l oque podía con las pocas fuerzas que tenía.
Tras eso, InuYasha descubrió que no los miraban como el esperaba, los miraban una vez y después seguían normal, como si fueran muy comunes gentes como ellos.
Así que pronto atravesaron el pueblo.
Koga e InuYasha olvidaron decir el detalle que les habían intentado de atacar. Pero ya daba lo mismo, faltaban unos 3 pueblo para llegara donde estaba Num.
Pasaban, y se dieron rápidamente cuenta, de que no habían tantos monstruos que osaran mostrarse ante ellos, a causad e Titania; quien decía que ella los lideraba, que era imposible que algún tipo de criatura bajos u reinado atacara a otros seres, amenos de que fuera por una razón muy fuerte.
Kikyou presentó su idea. Que fue recibida con mucho interés.
podemos decir que InuYasha, Koga, Ayame y Kirara son monstruosa nuestro servicio, y hacer como usted hace monje; decirle a l agente que hay problema sen ciertos lugares, y asentarnos por cierto tiempo. Lo de crear monstruos me lo pueden dejar a mi. Nos dará tiempo para investigar las aldeas – les dijo una vez que pararon a cercanías de un pueblo.
me parece bueno, pero no muy honrado – comentó Reika.
es lo mejor que podemos hacer, ya que – miró a los demonios del grupo – estás personas son muy desconfiadas, como los de nuestras tierras.
es muy inteligente – aceptó Miroku – pero las cosas que yo veía en su mayoría eran ciertas...
es muy inteligente, y los aldeanos sentirán curiosidad poro tras artes – dijo Titania. – o quizás temor.
yo también puedo ayudar con trucos! - dijo Shippou con animo.
Claro que podrás – le animó Ayame.
Necesitaré ayuda.. – susurró Kikyou parándose - será mejor que tratemos mañana.
Mañana? – pregunto InuYasha.
Si, no debemos tardar tanto, mientras yo, el monje, y Reika hacemos los exorcismos falsos ustedes deben investigar.
Es razonable... – aprobó Koga. – sólo por esta vez haré caso a la humana.
No la llames humana, tiene nombre! – se enfado InuYasha.
Es sólo un cadáver que se mueve – le replicó Koga. Antes de que se empezaran a pelear, Reika intervino.
Señorita, no podrá hacer nada si no tiene las almas suficientes. – dio preocupada.
Es cierto, Kikyou san, necesita almas para poder moverse... – recordó Sango.
Mucha gente muere... pronto podré recolectar algunas... – al intentar caminar, y cargar su arco, y kajak de flechas, se tropezó.
Será mejor que dejes que te lleve Kirara – le advirtió InuYasha preocupado.
Miroku se fijo, que no le ofrecía llevársela en la espalda como lo hacía con Kagome, de ser protector era protector, pero no era como antes. Sabía que InuYasha muy dentro se sentía culpable. Miró a Sango y pensó aún más la importancia de que hicieran todo aquello rápido, los días habían pasado y no había frutos.
Miroku y Reika siguieron a Kirara, quien cargaba a Kikyou, se dirigieron al pueblo.
En un principio los aldeanos les miraron muy desconfiados y asustados; había que tomar en cuenta que Kirara en la forma en que estaba era muy amenazadora, y Reika aparentaba ser peligrosa por su mirada afilada. Siguieron avanzando hasta que un Padre les detuvo, le llamaban Reverendo Joan, quien se paró frente de los 5 con una especie de báculo con un crucifijo en la punta, las manos le temblaban y sus ojos reflejaban lo inseguro que se sentía, era un hombre joven, y se le notaba que le faltaba experiencia.
váyanse de este pueblo – les indicó empuñando con fuera el crucifijo y poniéndolo adelante, como para protegerse.
ese es tú Buda? – le preguntó Miroku mirando la figurad el crucifijo – es muy distinto al de mi tierra.
Buda? – pregunto Joan. – son de – de – demonios de oriente? – preguntó tragando saliva.
La bestia si – le indico Kikyou apeándose de Kirara – yo soy humana como todos los que vez, ellos son mis guardianes y ayudantes.
Ya veo... – dijo inseguro Joan.
No diga eso reverendo! Ellos son gente extraña, traerán a las brujas y la desgracia a este pueblo! – grito una voz. Alrededor de el grupo llevado por Kikyou, y el reverendo se había formado una multitud curiosa.
Si... pero no se ven como personas malas! – elevó un poco su voz.
Así son los demonios! Están tratando se engañarnos! – grito otra voz.
...acepto que traemos más demonios con nosotros! – grito Sango molesta. L agente guardo silencio.
..Sango... que haces? – le preguntó Miroku asustado. – no creo que te entiendan..
...no servirá de nada mentirles – le indico Reika a su lado. – y supongo que así se correrá mejor la voz sobre nosotros, y quizás llegue a oídos de Num,
no les mentiremos; soy una exterminadora, y estoy con demonios, por que confío en ellos; ellos están bajo mi total control y el de esta Dama! Los demonios son mis esclavos! – Miroku se rió un momento, le pareció increíble l oque decía Sango... Reika se quedo mirando boquiabierta, mas Kikyou se mantuvo calma. Reika reinterpretó l oque Sango dijo, para l agente entendiese.
Como lesa dicho mi guardián, los demonios que traemos son nuestros esclavos, y están bajo nuestro total control – indico nuevamente Kikyou. (al parecer había aprendido bastante de la jerga del lugar) – observen; ella es un demonio – tomo su arco, ya punto una flecha a Reika.
Confió en que puedas actuar bien – le indico en un susurro Miroku retirándose lentamente.
Reika miro Kikyou, sus ojos brillaron en una luz azul, sin ponerse amenazante, pero ese simple hecho asusto a la multitud. Abrió un poco l aboca y se acomodo la mandíbula para mostrar sus colmillos, y para terminar, hizo un movimiento con sus manos que ahora tenían garras, y dejo salir sus cuernos. Hizo un ronco rugido, como dragón que era, y reto a Kikyou a dispararle; quien no dudo, y le disparó.
La flecha salió volando en un haz de luz, llego al pecho de Reika, quien grito, y desapareció en un haz de luz, dejando sol ola flecha.
...ustedes... ustedes... – intento decir el Reverendo echándose atrás. – son brujos blancos!
brujos blancos? – repitió Sango suave a Miroku.
no me preguntes... hasta ahora se que son peligrosos y algo terrible le paso a su dios en el pasado. – dijo mirando fijamente el crucifijo de Joan.
no sé a que te refieres – le indico Kikyou guardando el arco.
me refiero a los magos que usan el poder blanco! El de Dios, no el de los demonios! – exclamó, no asustado, más bien emocionado.
estas personas nos ayudaran! – exclamó una voz.
lo harán? – preguntó Joan. La gente empezó a apretarles, cada una con rostros implorantes.
no podemos ayudarles mucho, estamos en una búsqueda – indicó Miroku.
sólo un acosa! – imploró una mujer.
y cual es? – preguntó Kikyou.
Mi hermana! Está muy rara! – gritó una niña.
Tu hermana no es rara! Esta poseída! Y tiene ese extraño poder! Ella es un bruja! – grito un hombre. La niña volvió a insistir.
ella está enferma! Ayúdenla! – imploró la niña.
no le hagan caso.. – les indicó Joan dirigiéndolos por entre la gente hacía la Iglesia. – su hermana desde que nació fue así.
La niña quedó olvidada entre la gente. Pero a Kikyou, Sango y Miroku les interesaba más lo del a hermanad e la niña que l oque quizás les mostrarían.
Se decepcionaron al ver el problema del pueblo; era un estatua que lloraba lagrimas blancas. Miroku rápidamente les probó que era sólo un problema de construcción de la estatua, que se le escurría el pegamento con el calor. Perol a gente decía lo mismo de todas las estatuas que tenían, por tanto, debieron revisar un buen montón de estatuas, del as cuales casi todas tenían el mismo problema, a excepción de una que tenían un pequeño demonio dentro. Al sacarlo, Joan sep uso a aplaudir, tal como la multitud. Después les invitaron a una cena. Pero rápidamente la rechazaron; ya era tarde, y sabiendo como eran Koga e InuYasha, no podrían hacer mucho.
Aceptaron un par de pollos, y algunas otras cosas para preparar alimentos, y volvieron al punto de encuentro.
Para cuando llegaron de vuelta ya era de noche, al llegar se encontraron con que InuYasha y los otros estaban sentados alrededor de una fogata pacientes.
que les demoró! – les preguntó InuYasha irritado.
problemas... – susurró Sango – que decepción.
No encontraron nada? – les preguntó Reika sentándose.
perdona haberte tratado así... – le pidió Kikyou.
no se preocupen, estuvo bien... el problema es que no me puedo volver a mostrar... – se lamentó.
no, diremos que te revivimos por necesidad – le replicó Kikyou – tienen la impresión de que somos crueles, que usamos a los demonios por conveniencia.
Me sentí mal mintiéndoles así – admitió Sango.
Son gente muy crédula... y gastaron un día completo y no encontraron nada! – le lanzó Koga.
Si encontramos algo – le dijo Miroku.
Si, una niña que dice que su hermanal leva toda la vida poseída y que tiene poderes extraños, probablemente sobre naturales, o espirituales. Puede que sea – informó Miroku.
Entonces, cuando la veremos? – preguntó Ayame.
Debemos distraerlos un poco, así que.. Shippou, te pediré que me hagas un favor – dijo Miroku mirando a Shippou con una mirada maliciosa.
Que vas a hacer? – preguntó asustado.
Ya verás...
Joan se despertó asustado, sintió un escalofrió enorme en su espalda.. pero si estaba acostado en l acama! Se retiró rápido del a cama, y apretó con fuerte una cruz de plata que colgaba de su cuello. Un sonido "flameante" explotó atrás de él, se dio la vuelta lentamente, y miro, y del miedo no puedo gritar.
Era una llama blanca que flotaba en medio del a habitación con un brillo plata, de movía de un lado a otro, y tomaba una silueta...
Joan por el miedo no se pudo mover ni un centímetro, y se quedo mirando horrorizado como la flama tomaba forma de mujer, y horrorizó aún más cuando noto que brotaban lagrimas rojas de sus ojos vueltos blancos.
por que dejas así a mi nieta? PORQUEEE? – preguntó con un voz raspada.
pe-p-pe---peeee – intentó decir Joan.
mi nietaaa!
pe---peeee- PETRIA! – grito Joan.
siiii – dijo Shippou desconcertado de que se pareciese a alguien que de verdad hubiese estado.
que hace aquí? – preguntó aún más asustado. Pareciera que fuera a mojar los pantalones por como movía las piernas.
Vengó por la niña!
La niña? Christina? - preguntó Joan apuntando por la ventana.
Ehhhh... – Shippou no sabía que decir... pero sólo debía entretenerles – siiii – dijo subiendo el tono.
La traeré! – dijo corriendo hacía la puerta.
Hazlooo – el joven se apresuró – pero n ole digas a nadie! Será nuestro secreeetooo!
S-siiii
Shippou volvió a tomar la formad e una flama y se escondió ene l entre techo parad escarzar un poco, mantenerse así no era fácil.
Por otra parte, Koga junto a InuYasha tomaron la delantera, como si fueran guardias del grupo, ambos cargando espadas normales por precaución. Estaban esperando ene l umbral que dividía al pueblo del exterior, hasta que Sango apareció por un tejado.
- la niña espera – indico.
Por otra parte Miroku apareció por el otro lado.
- esta despejado.
Todos caminaron ligeros entre los callejones por donde les dijera Sango. Hasta llegara una casucha, se diferenciaba del as otras por tener un jardín, y un huerto a cada lado del a casa. Sango toco la puerta cinco veces, y por dentro de dieron dos.
- debemos esperar unos instantes. Le dije que me diera dos golpes sí aún no estaba lista.
- pudiste ver a su hermana? - le preguntó InuYasha.
- no, dijo que me dejaría verla si lograba ayudarle.
- es una niña discreta – indico titania sonriendo – no quiere impresiones ni opiniones extrañas para proteger as u hermana.
- y por que teme lo que le pueda hacer a otros personas. – termino Kikyou. Bajo del lomo de Kirara, y se dirigió dentro del a casucha seguida de InuYasha, Miroku, y Sango. Koga se quedo afuera por si las moscas.
L oque vieron los dejo sin habla; había una joven de cabello gris opaco, apoyada en la pared, como si fuera el respaldo de una cama. Tenia l aboca medio abierta, y brotaba un liquido de aspecto pegajoso. Sus ojos tenia las pupilas muy pequeñas, y de color negro, su piel era muy blanca por la falta de sol, y gemía.
- llama a Reika, para que nos diga que dice la niña – aviso Miroku a InuYasha.
- claro. – dijo sin reclamar.
Kikyou se acercó a la niña, y la examino. Le limpio los labios, y los cerro, al igual que los ojos.
A los instantes apareció Reika.
La niña no la miró asustada, y se dirigió a Reika quien le recibió con una mirada amable.
- then, tell what happened to her – le dijo fluidamente. (dime que es lo que le pasa a ella)
- She was like that… always, always I remembered – (ella es así, siempre, siempre que recuerdo)
- dice que siempre a sido así, desde que recuerda – indico Reika.
- este cuerpo no tiene alma – dictamino Kikyou.
- ya me esperaba algo así – musito InuYasha.
- no se lo digas a la niña! – indico Sango.
- yo creo que yo lo supero, yo creo que seria mejor decirle que le pasa a su hermana – le rectifico Miroku.
Koga entró corriendo dentro, seguido de Ayame, y la pequeña hada Titania.
- los aldeanos están muy asustados – dijo Titania contenta.
- no creo que deba ser algo del o que estés contenta – le replico Koga.
- Shippou no aguantar amucho, están todos reunidos en la casad e Joan – advirtió Ayame.
- que le paso? – preguntó Koga al fijarse en la joven.
- no tiene alma... es extraño que su cuerpo se siga moviendo. – dijo Kikyou enderezando a la joven.
- lo mejor seria matarla – susurró InuYasha. Miroku le dio una patada.
- debe haber una forma mejor de hacer las cosas InuYasha – le indico antes de que se pusiera a reclamar.
- no opino lo mismo que InuYasha, no hay formad e devolverle el alma – acepto Ayame.
- en este lugar si se puede – advirtió Titania. El hadas e envolvió en luz, y tomó su forma completa. – Don't worry, we can do something – (no te preocupes, nosotros podemos hacer algo) . – la niña intentó esboza runa sonrisa.
- sea lo que sea... no le prometas cosas Titania – le advirtió Kikyou.
- no pensé que entendieras -.
- terminare con tu sufrimiento! – dijo InuYasha intentando tomara colmillo de acero.
- NO! – y Sango le dejo inconsciente con el Hirai Kotsu.
- que fuerza – indico Koga.
A lo lejos vieron una explosión de un fuego fatuo en el cielo; la señal de que Shippou había llegado al limite. Se despidieron de la niña, y se dispusieron a volver a la montaña, mientras Miroku actuaba como exorcista.
A la mañana siguiente Kikyou junto a los demás, antes de irse visitaron a la niña, y le dijeron que cuando volviesen y si es que lo hacían le ayudarían. La niña no les respondió con mucha alegría ni esperanza, pero aún así dio su voto de confianza.
Se despidieron de Joan, quien lloraba por temor a nuevos ataques sobrenaturales, y no poder afrontarlos.
- ájala podamos recuperar el alma de la chica – dijo Miroku.
- prometimos algo muy difícil – recordó Koga.
- algo se hará... – sonrió Titania. – debe haber una forma...
Y siguieron al siguiente pueblo.
Al siguiente pueblo llegaron mas o menos a medio día, y sea sentaron para comer. Mientras Koga e InuYasha hacían una competencia de caza, se dedicaron recolectar leña, encender fuego, y preparar alguna sopa. Reika recolectaba lo suyo; pues comía distinto. Y entre los otros recogían hierbas, que se parecían a las de sus tierras, as u vez Kikyou recogía hierbas medicinales. Y Shippou junto a Kirara fueron en busca del agua.
-/-
- Amo! Tengo hambre, detengámonos unos momentos! – rogó Jaken.
- no hay tiempo, hay que encontrar el templo del que hablo el árbol de magnolia.
- Amo, hasta Reen tiene hambre!
- busquen ustedes, no estorben.
Jaken se quedó Ahí parado. Reen dormía, y en vez de seguir, ató al Treshal aun árbol y buscó comida.
- todo por ese tonto de InuYasha!
Habían llegado a una región muy extraña, nunca antes había visto un lugar semejante... grandes montañas, y una vegetación amorfa.
Desde que seguían una presencia lejana que les parecía extraña a diferencia de las otras que habían.
Sesshomaru camino tranquilamente o es decir floto hacia la dirección de la presencia extraña.
Jaken acompañado de Rin le siguieron el paso trabajosamente.
Desde que habían llegado a esas extrañas tierras, donde la gente se limitaba a mirarlos y a perseguirlos de noche con antorchas y hoces. Y Sesshomaru se limitaba a andar sobre la gente mientras Jaken protegía como podía a Rin y a su montura.
Y llegaron con algunos retrasos a la misma aldea de InuYasha; antes que InuYasha.
- amo, siento un presencia e esta aldea – dijo Jaken mirando a la gente a la vez le miraba a el con curiosidad y temor.
- por eso estamos aquí – y apuntó a una colina – allí esta el templo.
- pero la presencia esta aquí – reitero Jaken.
Sesshomaru simplemente floto sobre su estola y se dirigió a la colina. Antes de que Jaken pudiera seguirle, Sesshomaru le envió una mirada fulminante. Jaken se quedó mirándolo un rato, y rato después Rin le tiraba la manga de la ropa; la gente no se dejaba de preguntarle cosas y de tomarle la ropa; era novedoso para ellos. Y como Rin era pequeña, y la gente hablaba un idioma que ella conocía, era obvio que sintiera temor.
De pronto su montura se puso muy nerviosa, un hombre con une norme cuchillo se dirigía a la bestia. Jaken subió apresuradísimo a la bestia con Rin y se elevaron.
- amo! Por favor! Vuelva pronto! – el carnicero desde abajo amenazaba con una guadaña acompañado de la gente.
- no se, señor Jaken – dijo Rin más tranquila – parece que están pasándola mal aquí.
Jaken miró el campo; al venir no se había fijado por ir en el bosque, pero ahora lo notaba; los campos estaban secos, lejanamente se veía que en ellos pudiese crecer una brizna de hierba, ni si quiera maleza. Todo lo cercano al pueblo estaba muerto, tampoco habían animales visibles, y menos agua; el rió estaba seco.
- quizás por eso se querían comer a Midori san – dijo dándole unas palmaditas al lagarto.
- Midori san? – preguntó – no se llama así.
- pero nunca le hemos dado algún nombre; yo creo que a Midori le queda bien Midori.
- como quiera niña..
- vamos señor! – dijo Rin tirándole el sombrero – sigamos al señor Sesshomaru.
- estás loca? El amo bonito que mataría...
Pero Rin de todas formas insistía. Y Midori a pesar de todo se mantenía, a pesar de que le molestaban los golpes del báculo de Jaken y que Rin lo pateara.
Midori puede significar verde, o puede ser un nombre
Kirara estaba inquieta, se negaba a seguir avanzando; insistía en irse volando.
- no pueden hacer algo? – preguntó Ayame preocupada. Kirara se ponía a rugir y erizaba los pelos de su lomo si alguien se le acercaba.
- bien – Koga preparo su puño.
- estás loco! – gritó la vocecilla de Titania. – prefiero callarte a ti que a ella.
InuYasha apareció con Kagome en su espalda de entre los árboles.
- y que encontraron? – preguntó Koga.
- una aldea – respondió InuYasha sin darle gran importancia soltando a Kagome.
- sí, pero parece que las cosechas no van bien, no tienen agua, ni animales. Y además hay una presencia extraña.
- una presencia extraña? – preguntó Shippou.
- entonces tiene que ser Num – dijo Reika casi alegre.
- entonces vamos – dijo Miroku con entusiasmo.
- Sango, mejor vete volando con Kirara. – aconsejo Miroku.
Sango montó en Kirara e inmediatamente se despegaron del piso.
- estás muy callada Titania – dijo Koga tomándola por las alas.
- tengo un mal presentimiento – dijo, y se envolvió en un vapor verdoso y tomó su forma de mujer. – no me tomes así cuando estoy pensando.
- es extraño – dijo Kagome uniéndose a la conversación. InuYasha estaba peleándose con Shippou. – La aldea anterior estaba bastante cerca, y no parecía que estuviera en decadencia.
- por eso es que tengo un mal presentimiento; los ríos que les daban agua, son los mismo, así que es extraño que este seco.
- miren! – dijo de pronto Ayame – en esa colina!
Y todos se quedaron viendo atónitos; lograron ver la silueta del "caballo" escamoso de Sesshomaru.
- sango! – grito de repente InuYasha - lleva a Kirara a ver eso que esta cerca de la colina!
Y vieron el resplandeciente fuego de Kirara atravesar el cielo...
Una multitud se dirigió contra ellos, todos campesinos, armados con herramientas del campo, temblorosos y con temor.
- ple-ple-ase!1 Let us eat you! - (por favor, déjanos comerte) gritó un hombre poniendo una hoz en el cuello de Reika.
- forgive me - susurro Reika – but I have something to do with my life – (perdóname, pero tengo algo que hacer con mi vida) el hombre estaba muy nervioso, la hoz se le resbalaba de entre las manos. Reika tomó la hoz con delicadeza, la dejo en el piso. – Ayame, me harías el favor de traer algo de comida? – ordeno.
- pero... – Reika la miró de manera acusadora a Ayame. Y esta se dirigió a sus compañeros, Kikyou le dio unas frutas que llevaba y Shippou unos pescados medio secos, pero comibles.
- It's all I have... – (es todo lo que tengo) Titania le interrumpid.
- Why are you so worried? Don't you have some help from other villages? – ( por que estas tan preocupado? No tienes ayuda de otras aldeas?) preguntó.
- no, the can't help us… we believed in God… but… the church doesn't help… the priest stole all the life here – (no, ellos no pueden ayudarnos… nosotros creímos en dios, pero, la iglesia no ayuda, el sacerdote se robo toda la vida aquí). El Hombre se dejó caer al piso y lloró.
El pueblo soltó las armas de a poco.
El grupo entendió rápidamente la desesperación del a gente, y que no habían perdido totalmente el sentido común.
- en estás tierras están muy unidos a l oque tenga que ver con Dios... ya hora no tiene nadie que los apoye, Dios los ha dejado y el hombre también – dijo Kikyou acercándose a la gente.
- ...no creo que Dios los haya abandonado! – dijo Miroku en voz alta,
- no te entienden... – le recordó Titania en un susurró.
- estás personas... se ven muy mal InuYasha – dijo Shippou mirando tristemente al pueblo.
- no se si habrá algo que podamos hacer... – susurró Ayame.
- hay mucho que pueden hacer – dijo Reika.
A la media hora, InuYasha, Koga, y Ayame estaban cazando la poca vida que había. Y los otros se dedicaba na ver el estado del a gente.
- me parece demasiado lo que ha pasado aquí – comentó Reika dándole una manzana a un niño.
- pero no nos podemos quedar mucho... – admitió Titania. – tenemos que apresurarnos.
- esto es como si le hubiesen quitado la vitalidad al lugar - advirtió Kikyou.
- la vitalidad? – preguntó Shippou.
- le esta quitando la energía de vida a todo lo que esta aquí. – explicó Miroku.
- ya lo encontrare... – susurró Reika.
Sango mantenía Kirara lo más tranquila que pudo... pero se dio cuenta que entre más se acercaba a la colina, Kirara se ponía inquieta, pero no era por temor, algo la estaba enfureciendo.
Finalmente diviso claramente a Jaken y a Rin.
Al parecer Jaken se había dado cuenta del a cercanía de Sango, y le lanzó unas llamaradas con su báculo. Kirara lo esquivo con gracia, y Sango le lanzó su boomerang. Lanzó el báculo hacía abajo, y lo atrapado mientras caía.
- Mujer! Dame eso! – gritó Jaken desesperado.
- ustedes son los acompañantes de Sesshomaru, qué hacen aquí? – preguntó sin devolverle el báculo a Jaken,
- nada que les interese – dijo sin darle importancia ( el amo debe saber de esto; pensó)
- él señor Sesshomaru esta buscando algo de una leyenda! – dijo Rin.
- él también?
- pero... parece que le pasa algo a esta gente! Se querían comer a Midori – dijo Rin reclamando.
- Midori? – preguntó Sango extrañada.
- él – dijo abrazándose a la criatura.
- ya veo... – dijo desconcertada – pero por que ustedes no están con él?
. EL AMO ES TOTALMENTE SUFICIENTE COMO PARA PODER CON TODO ESTO SOLO – grito Jaken nervioso.
- es mejor no molestar al amo – dijo avergonzada Rin.
Estaban lo suficientemente cerca de la colina como para ver una gran catedral en ella, de la cual se notaba que era totalmente nueva, a excepción de una parte, que parecía ser el nacimiento de la estructura, pues parecía una simple parroquia, si no que era mucho más antigua y menos elegante que el resto del a construcción.
De pronto, tanto como la gente de la aldea como Sango, Jaken, Rin, Kirara y Midori fijaron su atención en los vitrales; había reventado dejando salir una gran luz azul, junto con un hombre que no era Sesshomaru que iba montado en un perro de tres cabezas.
- Cancerberos! – gritaba la gente y corría desesperada de un lado a otro a sus hogares. Kikyou, Reika y Titania quedaron solas observando a este nuevo personaje, quedándose solas en medio de la calle principal del pueblo.
- creo que esto va más allá de una toma de energía de vida... – susurró Miroku.
- es un perrote! – exclamó Shippou.
- es el guardián del infierno - afirmó Titania con preocupación – esto sale de lo que yo pueda controlar... – y Metió la mano en su bolsillo en buscad e algo, pero Reika la tomó del brazo.
- es esto lo que se puede hacer con Num? – preguntó con una única lagrima fluyéndole por la mejilla.
- Num? – preguntó Kikyou – ese hombre tiene a Num?
- ... – Titania cerró los ojos – puede ser...
- debemos hacer algo; kazaa... – Reika pasó volando a su lado, a su alrededor se iban liberando una media docena de almas que se introducían a Kikyou.
- dejen los asuntos de demonios con demonios – dijo, sus ojos perdieron el brillo humano, y tomaron uno asesino, un par de cuernos crecieron trabajosamente de su cráneo, y bajos u ropa pudieron ver una fina y larga cola dentada. Un par de alas enormes, tan grandes como las que tendría si estuviese en su forma original de dragón la elevaron con fuerza.
- Reika! No te lo tomes tan apecho! Estamos hablando de el guardián de los infiernos! – dijo Titania intentado seguirla, pero con su distancia, Reika era potencialmente peligrosa en esos momentos.
- pero si es un perro, e InuYasha es... – Miroku le tapo la boca a Shippou.
- dejémoslo así... – dijo sonriendo.
- Su orgullo como demonio cae a tierra en estas tierras, donde entes poderosos se rebaja na servir a los humanos solo por un poder que nunca tocaran... Si es de Num esta energía, el demonio llamado Cancerberos debe estar tras eso y por eso obedece a ese humano. – dictamino Kikyou tomando su arco y armándolo con una flecha.
- estemos listos – indicó Titania volviendo cerca de ellos. - no tendremos que lidiar solo con un guardián demoníaco, si no que también con un poderoso Dragón servidor de Num.
Sango se mantuvo al margen, Kirara no podía con tal bestia. Peros e acercó lo más que pudo al reconocer a Reika lanzarse con el demonio.
Jaken también estaba preocupado, Sesshomaru aún seguía dentro del templo. Jaken se dirigió al Templo abrazado por una Rin llorosa.
- AMOOOO!
