El Comienzo de la Misión
Cuando por fin llegaron a la gárgola tras la cual se encontraba el despacho del director, Aldur pronunció "Ranas de chocolate" y el pétreo monstruo giró sobre sí mismo para dejar a la vista unas escaleras de caracol.
Cuando llegaron al despacho de Dumbledore, él estaba observando como su fénix ardía y se convertía en cenizas, para luego reaparecer en forma de raquítico polluelo.
"Ah, bienvenidos - dijo en cuanto se percató de la presencia del grupo – por favor sentaos, hemos de hablar con vosotros."
Los tres alumnos se situaron en tres silla que había delante de la mesa del director, y Aldur, con un gesto de su mano izquierda hizo aparecer un banco de madera para sí mismo. Durante unos segundos que al trío les parecieron eternos, nadie dijo nada, después Dumbledore carraspeó.
"Bien se preguntarán ustedes el porqué de que los haya llamado a mi presencia, bien, como todos ustedes saben, existe una profecía que indica que el señor Potter ha de enfrentarse en un duelo a muerto con Lord Voldemort – dijo con un tono resignado, y ante la mirada incrédula de Hermione y Ron añadió dirigiéndose a Harry – ¿No le había dicho usted nada del asunto a sus amigos?
Harry denegó con la cabeza, y se pudo escuchar un gritillo que Hermione había tratado de reprimir.
"Pues bien, el señor Potter ha de enfrentarse con el señor oscuro en una batalla a muerte, por desgracia no sabemos el resultado de la confrontación, por lo que el señor Potter tendrá que someterse a un intenso entrenamiento, pero... – añadió mientras miraba a los otros dos alumnos - ustedes también tienen una misión especial en todo esto.
"¿Nosotros? – preguntó Ron con claro asombro – "
"Eso he dicho –replicó calmadamente Dumbledore – Cuando el año pasado le relaté al señor Potter la profecía me temo que obvié algunas partes que no me pareció oportuno desvelar en aquel preciso momento. En esa sección de la profecía, se menciona que, aparte del elegido para derrotar al señor oscuro, intervienen otros tres personajes, que igualmente representan elementos naturales.
Así se habla del elegido, que representa el fuego que ha de romper el hielo del corazón de Voldemort, sí, no se ría usted señor Potter, sé que suena un tanto ñoño, pero puedo jurarle que yo no he sido el redactor de la profecía – una pícara sonrisa apareció bajo su poblada barba -. Bien, como decía usted es El Elegido, y representa al fuego. Señor Weasley, usted es el Compañero, y representa a la tierra y la amistad. La señorita Granger es La Novia del Elegido, lo cual no implica lo que está usted pensando – añadió al ver que las mejillas de Hermione adquirían el mismo color del fuego de la chimenea – simplemente quiere decir que es usted alguien muy especial para el señor Potter, representa usted el agua y el amor.
Pues bien, esto todo podría ser nada más que simbolismo barato, pero tengo poderosas razones para creer que están a punto de desarrollar unos poderes relacionados con estas cualidades.
Por cierto, casi lo olvidaba, a estas alturas se preguntarán ustedes cual es el papel del profesor Aldur en todo esto, pues bien, él es El Guardián, es el que ha de protegerles a ustedes de cualquier mal que pudiese acaecerles antes de la batalla final, representa la luz y la confianza.
Y ahora paso a la parte práctica – continuó Dumbledore – este curso van ustedes a someterse a un intenso entrenamiento, con clases particulares los fines de semana que el profesor Aldur os impartirá. Por ahora nada más, creo que si os dais prisa llegareis al almuerzo."
"Disculpa Albus, pero me gustaría hablar con ellos antes de que se fuesen – replicó Aldur -"
"Por supuesto, yo ahora tengo que irme, pero podéis hablar aquí "
Después de las correspondientes despedidas los tres expectantes alumnos se quedaron solos con Aldur que, tras posar su vista en cada uno de ello
"Bueno, en primer lugar quería decir que sé lo complicado que es para alumnos de vuestra edad aceptar lo que os está ocurriendo, aunque he sido informado de que no os va precisamente mal a la hora de defenderos de magos oscuros – su sonrisa se hizo más amplia si cabe, y el trío no pudo menos que corresponder con otra – bueno, el caso es que tenemos una misión que cumplir, debéis aprender a usar vuestros poderes mágicos, tanto los que se practican con una varita como los poderes que se asocian al personaje de la profecía del que sois representación, empezaremos esta tarde a las ocho, os espero al lado de la cabaña del guardabosques, por favor, no lleguéis tarde, tengo algo que contaros."
"¿No puede decirnos sobre que tema tratará la lección de hoy? – preguntó Hermione.
Él se limitó a sonreír y denegó con la cabeza, acto seguido acompañó al trío hasta la salida, se despidió y se alejó por el pasillo dejando un suave aroma a azahar en el aire.
El primero en hablar tras lo ocurrido fue Ron.
"Harry, por qué no nos habías contado nada acerca de lo de Lord Voldemort, acaso no confías en nosotros?"
Harry miró a su amigo con aire de reprobación antes de contestarle.
" No Ron, no tiene nada que ver con eso, es solo que no me hacía gracia la idea de que mis mejores amigos supiesen que tendré que ser víctima o asesino, no es algo que me apetezca compartir"
Una furtiva lágrima se deslizó subrepticiamente por el rostro de Harry, hasta que las atentas manos de Hermione la borraron de su mejilla.
" Harry, siempre hemos sabido que tarde o temprano tendrías que enfrentarte de forma definitiva a Voldemort,¡ Ron deja de temblar ¡, y yo por lo menos no voy a quererte menos porque libres al mundo de una insufrible plaga como él"
Después de decir esto Hermione dejó un beso sobre la mejilla de Harry, lo cual hizo que él se sintiese infinitamente mejor. Luego caminaron en silencio, cada uno estaba enfrascado en sus pensamientos, y se preguntaban que sorpresas les depararía la clase de aquella tarde con Aldur.
Era la hora del almuerzo, pero tras aquel pequeño diálogo ninguno tenía ganas de comer, por lo que se dirigieron directamente a la sala común.
Para Hermione había sido irónico enterarse del nombre que la profecía reservaba para ella "La Novia del Elegido" nada más y nada menos, y por qué no la Frustrada Novia del Élegido, si es que no se podía tener peor suerte, eso estaba claro, cuando Dumbledore había dicho aquella frase una esperanza imposible había aflorado en el corazón de la prefecta, pero claro, tenía que poner la coletilla, "alguien especial para Potter" DIOS, aquella era la historia de su vida, era la perfecta amiga, y sabía que Harry no la amaba, y tenía que aceptarlo, pero de igual modo le dolía, le dolía tanto como para permitir que en el silencio de la noche sus lágrimas implorasen la presencia de aquel al que tanto quería ella. Pero bueno, no permitiría que sus sentimientos interfiriesen en la misión de Harry, los guardaría muy adentro, donde nadie pudiese encontrarlos, y tal vez algún día lograse deshacerse de ellos...
Ahora lo importante era llevar a cabo la misión que le habían encomendado, y sí algo tenía claro es que la haría bien, como una Grifyndor de su calibre hace las cosas, y como alguien se atreviese a dañar a Harry en el proceso... no habría lugar lo suficientemente oculto para que lograse salvarle de su ira.
El resto del día pasó sin mayores complicaciones, en la clase de adivinación, la profesora, en su papel de bienhechora social, pronosticó la muerte de Harry de cuatro formas distintas, hasta que este último se cansó y dijo haber visto en los posos de su taza como una alumno furioso lanzaría a la maestra por una ventana.
Cuando por fin terminaron las clases a las siete y media, Ron, Harry y Hermione, se dirigieron directamente a la cabaña de Hagrid, al lado de la cual Aldur conversaba tranquilamente con el guardabosques.
"Ah, por fin llegáis, bueno Hagrid, he de dejarte, tenemos mucho que hacer"
" No creas, estos tres son unos expertos en salir airosos de las situaciones más complejas, jajaja, nunca he visto a unos chicos con tanta suerte"
Hagrid le dio una palmada en la espalda a Aldur, y ante la sorpresa de los tres este ni siquiera se movió un ápice cuando impactó contra él tamaña manaza.
"Bueno chicos – dijo Aldur en cuanto terminó de despedirse de Hagrid – acompañadme" Y sin más se internó en el bosque prohibido.
Caminaron durante un par de minutos hasta que llegaron a un pequeño claro en el bosque, que estaba rodeado por una campana de luz azul celeste. Hermione miró extrañada a aquella energía, pero se abstuvo de preguntar para que servía.
En cuanto todos hubieron entrado Aldur se giró hacia ellos y comenzó a hablar.
" Bien, supongo que estaréis ansiosos por empezar, por lo que no me entretendré más. Lo primero que tengo que deciros, aunque sea obvio, que nada de lo que aquí se cuente ha de ser divulgado.
¿Está claro no?
Todos asientieron
"Entonces comencemos. Como miembro de la orden del fénix, no me miréis así, yo también pertenezco a ella, lo que decía, como miembros de la orden del fénix que sois sabréis ya que muchos de los otros componentes realizan misiones secretas o simplemente de vigilancia, que requieren que cambien de forma, es decir, que les obliga a convertirse en animagos. Pues bien, este primer mes me he propuesto que consigáis transformaros sin problema en el animal que decidáis. Mi consejo es que sean animales del mundo mágico, que por ello os aportarán ciertas cualidades especiales que tal vez necesitéis."
Los tres miraron con asombro a Aldur.
" Pero profesor – replicó Hermione – ese es un poder que solo se puede adquirir tras años de práctica, y usted nos está diciendo que debemos hacerlo un mes "
" Hermione por favor, podéis llamarme Aldur cuando estemos aquí, y sí, si que quiero que lo consigáis en un mes o antes, es muy sencillo en realidad, y más para vosotros, de momento no lo sabéis, pero poseéis cualidades especiales que os ayudarán a vuestro propósito.
De todos modos os aconsejo también que los seres en los que os transforméis tengan relación de algún modo con vuestros poderes, así Harry, te aconsejo que te trasformes en un animal relacionado con el fuego, tú Hemione con el agua y tú Ron con la tierra."
"¿Es usted una animago profesor?– preguntó Harry lleno de curiosidad – es que no entiendo que animal puede estar relacionado con la luz.
Los ojos de Aldur brillaron con un deje de ensoñación.
" Sí, sí que hay un animal que desprende luz, os lo mostraré, de todos modos no hay mejor modo de que aprendáis a transformaros que ver a otra persona haciéndolo."
Y con la misma comenzó su metamorfosis. Una cegadora luz alumbró el claro y esa criatura apareció donde antes se encontraba el cuerpo del maestro. Momentos después solo quedaba en el claro un precioso unicornio con un cuerno que parecía apuntar directamente al cielo, de piel blanca y con unos preciosos ojos turquesas. Estaba imbuido por una curiosa aura de energía azul, igual que la que rodeaba el claro.
El unicornio piafó y se acercó tranquilamente hasta el trío.
" ¿Profesor? – preguntó Hermione"
El unicornio giró la cabeza y los tres Grifyndor sintieron una voz en su mente.
" Sí, soy yo. ¿Veis como no es tan complicado, yo tardé tan solo dos semanas en conseguirlo?
Y con otro deslumbrante brillo volvió a aparecer ante ellos su profesor de pociones.
" Escuchad atentamente, convertirse en animago es algo que requiere concentración y esfuerzo, si lo hacéis mal las consecuencias podrían ser catastróficas para vosotros, así que tomaoslo con calma.
Os daré hasta mañana para que reflexionéis sobre el animal en el que queráis convertiros, ahora tengo que hablar con vosotros sobre algo importante. Sentaos por favor."
Todos se acomodaron sobre la hierba que recubría el prado, mientras la noche comenzaba a manifestarse ante ellos.
" He de hablaros ahora de la misión que la Orden del Fénix nos ha asignado
Resulta que existen cinco piedras que desde el principio de los tiempos han sido muy apreciadas por su poder mágico, actúan como amplificadores del poder. Cada una se corresponde con uno de los elegidos por la profecía, es decir, cuatro de esas cinco piedras se corresponden con nosotros, y cuando las encontremos, teóricamente se fundirán con nuestra esencia mágica y potenciarán nuestros poderes.
El caso es que esas piedras están ahora bajo el poder de una comunidad de magos de Gales, y bueno, no se puede decir que estén demasiado inclinados a dárnoslas así como así. Las piedras están en un cofre de plomo protegido por algunos hechizos antiguos, dado que se supone que solo los elegidos podrían tocar las piedras, por lo que hemos de ir allí y sustraérselas"
"Osea que nos está diciendo que se las robemos –dijo Hermione."
"Mujer, robar suena muy mal –repuso Aldur – además se supone que son nuestras... o que por lo menos están destinadas a nosotros"
" ¿Y qué propiedades nos darán esas piedras? –Preguntó Ron."
" Pues son potenciadoras de poder, por lo que harán que todos nuestros conjuros, poderes especiales y habilidades aumenten."
De repente se oyó un rugido, y una bestia se abalanzó hacia ellos, pero cuando estaba a punto de traspasar la cúpula de energía fue repelido por esta, y cayó varios metros más allá.
"Lo olvidaba, este bosque no es demasiado seguro ahora que se acerca la noche, bueno, por hoy ya basta, mañana continuaremos con las clases, como es fin de semana estad aquí a las 7 de la mañana. ¿Quedamos así entonces?. Bien, recordad, pensad el animal en el que os queréis transformar."
Los acompañó hasta la salida del bosque y se despidió de ellos, en el cielo las estrellas parecían observar todos sus pasos, pero quién en realidad lo hacía era la sombra que se encontraba detrás de aquellos arbustos, los chicos no la vieron y ...
