Un destello plateado surcó la penumbra en la que se encontraban los terrenos circundantes al colegio, y Harry emitió un grito de dolor cuando le golpeó en el brazo.

De repente la sombra comenzó a correr hacia ellos lanzando en su avance multitud de conjuros y hechizos que se estrellaban contra los muros del castillo emitiendo un sonido de aterrador. Otro rayo fue a impactar en una pierna de Harry que cayó al suelo. En ese mismo instante todo cambió.

Hermione, ya recuperada de la sorpresa inicial y viendo como Harry había caído, sacó su varita del bolsillo de su túnica, y con un grito de furia pronunció "Delirium potensis".

Un rayo de color azul eléctrico salió entonces de la punta de su varita y golpeo al extraño atacante en el pecho, deteniendo en seco su avance y lanzándolo varios metros hacia atrás.

El atacante pareció desconcertado, pero no se rindió, y Hermione pudo observar como crecía el aura de oscuridad que lo envolvía.

Una vez salió de su ensimismamiento y con un susurro apenas audible obligó a su varita a explusar una maldición que había aprendido leyendo el libro "Como incinerar a un dragón". Sin embargo aquel conjuro apenas si logró que el extraño retrocediese un ápice, y Hermione comenzó a plantearse si realmente tenía posibilidad alguna de vencer en aquella batalla. Una maldición de su oponente y la caída inmediata al suelo le demostraron que no.

El extraño se dirigió directamente hacia donde se encontraban Harry y Ron, Hermione suplicaba que los dejase en paz, pero la sombra parecía no escucharla. Con un movimiento de su diestra y un sonido gutural se deshizo de Ron, y se quedó solo ante Harry que todavía se hallaba inconsciente el suelo.

Extrajo una daga del bolsillo de su capa, se colocó de rodillas junto al cuerpo de Harry, cogió el instrumento con ambas manos. Iba a matarlo, Hermione lo sabía, aquello no podía ser verdad, en un delirio de dolor y de ira Hermione gritó y gritó más fuerte, sintió que la garganta se le rasgaba, pero no le importó:

"NOOOOOOO"

Entonces sucedió, todo fue muy rápido, el resplandor, la luz saliendo de la mano estirada de Hermione y aquel hombre que comenzó a arder.

Sus gritos aterradores cortaron la noche como un cuchillo de dolor. Cuando el hombre cayó por fin al suelo, Hermione se sintió capaz de moverse.

Regresó entonces al lugar en el que Harry yacía, mientras Ron intentaba reanimarle sin éxito. Entonces, con otro movimiento de varita, Hermione hizo aparecer una camilla, levitó a Harry hasta ella, y se dirigió a una velocidad asombrosa hacia la enfermería.

"No puede ser, Harry no, Harry no, no me hagas esto, si tú te vas no me queda nada, Harry, no te vallas"

Y una lágrima se deslizó sobre su lampiño rostro.

Apenas unos segundos después llegaron ante la puerta de la enfermería.

"SEÑORA PONFREY, ABRA USTED LA PUERTA"

La enfermera del colegio lo hizo y vio como la alumna, en un estado cercano a la histeria, penetraba en la habitación seguida por la camilla que transportaba a Harry.

"¿POR QUÉ SE QUEDA QUIETA? CÚRELO, AHORA – vociferó Hermione con un deje en la voz que no admitía lugar a réplicas -.

La enfermera comenzó a examinar al paciente, las quemaduras en un brazo y las heridas en la pierna le habían hecho perder mucha sangre. Y ella sabía que nada podía hacerse ya por Harry.

"Señorita Hermione – comenzó la enfermera – lo siento mucho pero el señor Potter... en fin, ha perdido mucha sangre y puede que no se recupere.

" ¿QUÉ? – la voz de la Grifyndor subió varias octavas – . Creo que no ha entendido la situación – el tono de Hermione se había vuelto súbitamente peligroso – no le estoy pidiendo que lo cure, le estoy ordenando que lo haga.

"Hermione ya basta – dijo una voz desde la entrada – yo me ocuparé del señor Potter."

Aldur había entrado en la enfermería y por primera vez no lo acompañaba su sempiterna sonrisa.

"Señora Ponfrey por favor déjenos solos – dijo él calmadamente -."

"Pero profesor..."

"Señora Ponfrey, vállase por favor" – sus ojos turquesa se volvieron hacia ella que pareció encogerse bajo su túnica blanca, y se dirigió rápidamente hacia la puerta.

" Y ahora Hermione deja ya de gritar, necesito silencio para lo que quiero hacer "

Con una mano el profesor hizo aparecer una bola de energía blanca, apuntó entonces a esta energía con el dedo índice de la otra, y un fino hilo de color azul salió de la esfera.

"Ron, pon a Harry boca abajo en la camilla"

Y el prefecto, que todavía seguía en una especie de shok, obedeció raudo a la orden que se le había dado.

En cuanto lo hizo, el profesor depositó con sumo cuidado aquel cúmulo de energía sobre la espalda de Harry, y extendió en hilo de energía por toda su columna, acto seguido estiró los brazos sobre el cuerpo inconsciente de Harry, y un aura azul le rodeó, al tiempo que comenzaba a respirar.

"Bien, esto ya está, y ahora vais a explicarme que es lo que ha pasado..."

Y sin previo avisó cayó al suelo de piedra.