Bueno aquí esta el siguiente capitulo, y Princess of Darkness86 a ti te voy a poner en el fic, solo quiero que me mandes a mi mail (mi mail, no lo quiero en un review) neko_chann@hotmail.com, mandame como quieres que se llame tu personaje y con quien te quieres relacionar mas de los personajes, ok? Bueno, mientras para los demás aquí esta el siguiente capitulo. Y son unos codos al no mandarme un chiste.
CAPITULO 14
El pensadero
Al día siguiente, todos se levantaron muy saludables, y se veía en su cara ganas de quedarse en cama por siempre.
Después de comer, Harry, Ron y Hermione se dirigieron a su primera clase de "Mundo Muggle" que seria en la parte mas alta de la torre mas alta, subieron muchas escaleras y apenas y llegaron de pie. Cuando entraron al salón vieron que todos estaban igual, muy cansados, jadeaban y pedían agua desesperadamente. Entonces, de repente entro un señor muy despeinado con cara de enfermo, tenia una pata de palo, un ojo que se movía muy raro, y en la cabeza tenía un turbante blanco y sonreía exageradamente.
El Profesor entro y se presentó.
- Buenos Días jóvenes, yo voy a ser su profesor en "Mundo Muggle" mi nombre es...
- Usted es el famoso Moohardquirrelin, yo eh leído todas sus novelas, y me encantan. - dijo una estudiante.
- Así es, yo soy el Profesor Moohardquirrelin,
- Usted es el que estaba en el tren, el que ayudó a la niña cuando la golpearon. - comentó Hermione.
- Si, yo soy, y antes de empezar les aclaro que no soy muggle, pero a mi siempre me ha interesado su mundo, por eso los eh investigado y sé mucho sobre ellos. Y como primera lección vamos a ver "La televisión".
El profesor empezó con la clase, y para Harry fue lo mas aburrido del mundo, y vio como muchos ponían cara de asombrados. Después de tediosos cincuenta minutos, los chicos salieron de clase y bajaron de nuevo para su próxima clase.
Cuando fue su descanso Harry sugirió ir a ver a Hagrid. Ron y Hermione aceptaron y atravesaron el patio hasta la cabaña de Hagrid. Tocaron a la puerta, Hagrid abrió y los chicos se dieron cuenta que tenía los ojos rojos de haber llorado.
- ¿Qué te pasa, Hagrid? - preguntó Harry.
- Si, Hagrid, te ves triste, y ¿dónde esta Fang?
Al escuchar este nombre, Hagrid se tapó la cara y empezó a llorar.
- ¿Algo le pasó a Fang?
- Es que ayer, vi a Fang muy raro, empezó a atacar a los estudiantes.
- Ah! Eso lo explica todo, el chico de ayer no gritaba Agg, gritaba Fang.
- ¿Y porque hizo eso, Hagrid?
- Es que, creo que tenía rabia y lo tuvimos que...
- Oh Hagrid, cuanto lo siento. - se lamentó Hermione.
- Pero no importa ya compre otra mascota.
Hagrid les mostró una caja y adentro había un gato.
A los chicos les pareció muy normal, hasta que se acercaron mas y vieron que era un león. Hagrid les explicó que se lo había vendido un muggle.
Después de eso el día paso muy normal, tenían que hacer los deberes, ir a clases, etc, la misma aburrida rutina de siempre. En la noche, todos estaban el la sala común, cuando Fred y George se pusieron de pie.
- Oigan, chicos - dijeron - ¿sabían que se rumora que el nuevo Profesor Moohardquirrelin es un hombre lobo?
- No seas ridículo Fred - le gritó Ron. - Dumbledore no lo permitiría
Entonces se escuchó un aullido muy cercano y todos corrieron a sus dormitorios para acobardarse.
Al día siguiente.
- Oye Harry - lo llamó Ron - hoy se van a enfrentar Gryffindor contra Slytherin. ¿no estas nervioso?
- Yo? Si desde que entre al colegio hemos ganado siempre. - contestó Harry.
- ¡Harry! - oyeron gritar a Hermione
- ¿Qué pasa?
- He oído que los alumnos de Slytherin piensan hacer algo para que pierdan en el juego de hoy.
- Eso no, tenemos que averiguar que pasa. - dijo Ron.
- Eso ya lo pensé, - dijo Hermione - vamos a hacer una poción para hacernos pasar por alguien de Slytherin.
Entonces, los tres chicos prepararon la poción, solo faltaba el cabello de la persona, así que decidieron que accidentalmente chocarían con alguien de Slytherin y mientras esperaban la oportunidad fueron a pasear por ahí y bajaron del tercer piso cuando derrepente a Harry le empezó a doler la cicatriz, le dolía tanto que cayó al suelo y empezó a rodar apretándose la cara, cuando llego Draco y lo vio haciendo su teatrito.
- Potter, ¿Qué te pasa? ¿te diste cuenta de lo que eres y te empezaste a revolcar?
- Mas bien cuando sintió tu presencia.- respondió Ron.
Pero Harry ya no soportaba el dolor y corrió hacia la ventana y saltó, pero Draco también estaba junto a la ventana y los dos cayeron del segundo piso. Ron y Hermione corrieron a asomarse y vieron que Harry había caído encima de Draco así que bajaron corriendo a donde se encontraba el accidente.
- Harry, Harry, ¿estas bien? - preguntó Hermione mientras lo movía un poco.
- Eso creo - respondió Harry adolorido, - Draco amortiguo la caída, aunque esto ya me había pasado antes.
- Quítate de encima Potter - lo empujo Draco, luego se levantó como si nada, y pateo a Harry que estaba en el suelo - y esa me la debías. Ya me voy.
- No tan rápido Malfoy - lo detuvo Harry que también se había levantado.
- Y ahora que quieres, Potter, ¿Pedirme disculpas?
Al decir esto Harry se le aventó a Draco y empezaron a pelear a puñetazos y patadas, y en una de esas rodaron y cayeron al lago, donde no salieron hasta cinco minutos después.
- ¡Ya basta! - había llegado la Profesora McGonagall - ¿Qué es lo que les sucede?, ustedes dos vengan conmigo.
- Buena que le hiciste esta vez - le dijo Draco a Harry.
Los dos muchachos caminaron detrás de la Profesora McGonagall hasta llegar al castillo.
- Muy bien - comenzó a decir la Profesora - Potter, el director quiere verte, así que quiero que lo esperes en su oficina, por favor. En cuando a usted, señor Malfoy, va a venir conmigo para que le pongan su castigo. - después la Profesora se fue seguida de Draco y Harry tuvo que ir a la oficina de Dumbledore.
Harry camino por los pasillos, pensando en todo lo que había pasado, hasta que llegó donde estaba la gargola.
- ¿Sorbete de limón? - dijo probando.
La gárgola no se movió.
- Bueno - dijo Harry mirandola. - Caramelo de pera. Eh... Palo de regaliz. Meigas fritas. Chicle grandes globos, vamos tengo que entrar, ¿Fumando marihuana?
Entonces la gárgola cobro vida y se hizo a un lado, y Harry entró, abrió la puerta del despacho de Dumbledore y se sentó en una silla que estaba frente al escritorio.
- Hola Fawkes - saludó al fénix. - Harry miró a su alrededor, vio el armario de Dumbledore que estaba abierto, y los cuadros de los anteriores directores de Hogwarts luego regreso su mirada a Fawkes que se veia muy cansado y viejo.
Entonces Harry vio como el fénix ardía en llamas y luego se hacia cenizas.
- Valla - dijo Harry - no me preocupare esta vez, no señor, todos saben que los fénix renacen de sus cenizas.
Harry espero a que Fawkes renaciera, y paso media hora, paso una hora y otra hora pero nada pasó, hasta que un fuerte aire entro por la ventana y se llevo las cenizas de Fawkes.
- No!! - Gritó Harry al ver que las cenizas del fénix salían volando por la ventana.
Harry trato de evitar que el viento se llevara las cenizas de Fawkes pero le fue inútil, así que corrió a esconderse al armario de Dumbledore.
Ya dentro de este vio que había allí una vasija de piedra poco profunda, con tallas muy raras alrededor del borde, eran ranuras y símbolos que Harry no conocía y una luz plateada provenía del contenido de la vasija, que no se parecía a nada que Harry hubiera visto nunca, parecía gelatina humeante a medio cuajar, era de color blanco brillante, plateado y se movía sin cesar. Harry quiso tocarlo, averiguar que tacto tenía, pero años atrás había aprendido que meter la mano a una sustancia desconocida era algo imprudente así que saco su varita y tocó la sustancia, y esta se empezó a girar rápidamente.
Harry se inclinó mas, la sustancia plateada se había vuelto transparente, parecía cristal. Miró dentro, esperando ver el fondo de piedra de la vasija, y en vez de eso , bajo la superficie de la misteriosa sustancia, vio una enorme sala.
Estaba apenas iluminada, no tenia ventanas. Bajo la cara para ver mas de cerca y vio que había hileras de sillas y en ellas había varios brujos de ambos sexos.
Pero ¿dónde estaba ese misterioso lugar? Parecía que no pertenecía a Hogwarts, y los brujos parecían estar esperando algo y aunque solo se les veían los sombreros puntiagudos Harry supo que todos miraban en una sola dirección, sin hablar.
Harry se acerco mas para ver con detalle y la punta de su nariz tocó la sustancia.
El despacho se sacudió horriblemente y Harry fue succionado al interior y cayó en una de las sillas que estaban en la parte de arriba, pero parecía que nadie se había dado cuenta que Harry había caído del techo, y cuando Harry vio a su izquierda casi da un grito, Albus Dumbledore estaba sentado frente a él.
- Pro... profesor - Harry voltio hacia atrás para hablar con Dumbledore -, yo.. yo no quería, es que el fénix y el viento y... - pero Harry se dio cuenta que Dumbledore no lo pelaba. - Harry paso su mano enfrente de la cara de Dumbledore, pero este no reaccionó - ¿Profesor? Hola, ¿me escucha? - Harry se cercioró de que Dumbledore realmente no le hiciera caso y en la cara de Harry apareció una sonrisa maliciosa - Sabe que, ya me tiene arto con toda su estupidez y todos esos meritos, ¿por qué no le deja unos a los demás? . Miren me, - dijo Harry imitando la voz de Dumbledore - Soy Albus Dumbledore, y soy director de Hogwarts, tengo una orden de Merlín de primera clase, soy un gran Hechicero, Jefe de magos, jefe supremo y soy de la Confederación Internacional de Magos , mas bien yo diría Orden de Rasputín de Primera clase, un Hechicero de última, Jefe de vagos, Confederación Internacional de Perdedores ¿qué, que dicen? Que quieren que les resuelva sus mendigos problemas, lo siento, no tengo tiempo porque tengo que zurcir mis calcetines. - esto ultimo lo dijo gritando en la cara de Dumbledore que seguía como si nada y cuando Harry iba a continuar tres personas entraron en la sala y Harry se sentó de nuevo a la izquierda de Dumbledore.
Las tres personas subieron a lo que parecía un escenario, sacaron unas guitarras extrañas, una batería y una de las tres personas comenzó a cantar Rock pesado, y todos los magos se pusieron de pie y empezaron a mover sus cabezas de arriba a abajo con mucha fuerza haciendo que su cabello se despeinara, entonces Harry vio que el Dumbledore que brincaba como loco, era mas joven, pero no tenia mucho tiempo de aquello porque el cabello ya empezaba a tenerlo plateado. Harry nunca pensó ver algo así pero sabia que tenia que contarlo. Y justo cuando pensaba eso, fue expulsado de aquel lugar y regresó al despacho de Dumbledore.
Escuchó que alguien se acercaba y regresó corriendo al asiento enfrente del escritorio de Dumbledore y espero.
- Harry - lo saludó el director al entrar - que bueno que ya estas aquí, disculpa por la tardanza.
- No importa - dijo Harry - pero para que me quería.
- Ah! Eso. Lo que pasa es que quiero saber si tú sabes donde venden los... un momento, ¿Dónde esta Fawkes?
- Bueno, es que... - Harry balbuceo un poco - él estaba allí y... - Harry tragó saliva - y se fue.
- ¿Cómo que se fue?
- Si - dijo Harry casi en un susurro - se fue con el viento.
- Osea que va a regresar al rato - aseguró Dumbledore
- S..si - dijo Harry nervioso - bueno... ya me voy.
- Espera - le dijo Dumbledore- todavía no te he preguntado donde venden esos churros que están rellenos.
- En la ciudad "muggle", cerca de la calle Magnolia venden unos muy buenos.
- Muy bien, puedes irte Harry, yo me quedo a esperar a Fawkes.
- ñ_ñ
Harry salió del despacho de Dumbledore y sintió un gran alivió, suspiró hondo y se fue para reunirse con Ron y Hermione, en el camino se encontró a Draco lavando la pared donde estaba escrito el letrero de la otra vez, tenia puesta una bata y unos guantes de hule, junto a él tenia una cubeta con jabón y traía un cepillo en la mano.
- Valla, valla - dijo Harry - miren a quien tenemos aquí.
- Cállate - le contestó Draco - tu tampoco te salvas.
- Señor, Potter - la Profesora McGonagall había aparecido de repente - no crea que usted también se salva del castigo, va a tener que ayudarle a Malfoy con la pared y luego los dos van a limpiar la torre de las lechuzas. La profesora le dio su delantal y guantes a Harry - toma, Potter, tu cepillo esta dentro de la cubeta, espero que terminen para antes de la cena.
Los dos muchachos tallaron la pared, hasta quitarle la pintura. Luego se dirigieron a la torre de las lechuzas, pero todo estaba limpió
- ¿qué pasó? - se preguntó Malfoy - no deberia estar este lugar asqueroso, ¿y donde están la lechuzas?.
- Eso no importa - contestó Harry - vamos a quedarnos aquí un rato para fingir que limpiamos.
- Un rato, ¿contigo? Debes estar loco, yo me largo.
- Pero Draqui...
- ¿cómo me llamaste?
- Draqui.
- Ahora veras - dijo Malfoy lanzándose contra Harry para golpearlo.
Los chicos pelearon durante casi una hora, hasta que una docena de lechuzas entro por la ventana, y lo ensucio todo, Harry y Draco dejaron de pelear, ahora tenían que limpiar en serio. Así que se pusieron sus delantales y guantes y empezaron a limpiar, tardaron cerca de dos horas, estaban agotados y olorosos. Dejaron las cosas por la paz y cada quien se fue a su respectiva casa a bañarse y dormir.
Mientras...
- Oye Hermione - dijo Ron - no crees que deberíamos llevarle algo a Harry para que cenara.
- Tal vez, Ron tal vez.
- Bueno, ya vámonos, que tengo sueño.
Ron y Hermione salieron del Gran Comedor, y ya casi llegaban al lugar donde estaba el cuadro de la Señora Gorda cuando Ron dio un paso y el piso se rompió, cayó al piso de abajo que también se rompió, cayó al siguiente y al siguiente.
- ¿Estas bien Ron? - le gritó Hermione desde arriba.
- Si, creo - contestó Ron - pero no siento las piernas.
CAPITULO 14
El pensadero
Al día siguiente, todos se levantaron muy saludables, y se veía en su cara ganas de quedarse en cama por siempre.
Después de comer, Harry, Ron y Hermione se dirigieron a su primera clase de "Mundo Muggle" que seria en la parte mas alta de la torre mas alta, subieron muchas escaleras y apenas y llegaron de pie. Cuando entraron al salón vieron que todos estaban igual, muy cansados, jadeaban y pedían agua desesperadamente. Entonces, de repente entro un señor muy despeinado con cara de enfermo, tenia una pata de palo, un ojo que se movía muy raro, y en la cabeza tenía un turbante blanco y sonreía exageradamente.
El Profesor entro y se presentó.
- Buenos Días jóvenes, yo voy a ser su profesor en "Mundo Muggle" mi nombre es...
- Usted es el famoso Moohardquirrelin, yo eh leído todas sus novelas, y me encantan. - dijo una estudiante.
- Así es, yo soy el Profesor Moohardquirrelin,
- Usted es el que estaba en el tren, el que ayudó a la niña cuando la golpearon. - comentó Hermione.
- Si, yo soy, y antes de empezar les aclaro que no soy muggle, pero a mi siempre me ha interesado su mundo, por eso los eh investigado y sé mucho sobre ellos. Y como primera lección vamos a ver "La televisión".
El profesor empezó con la clase, y para Harry fue lo mas aburrido del mundo, y vio como muchos ponían cara de asombrados. Después de tediosos cincuenta minutos, los chicos salieron de clase y bajaron de nuevo para su próxima clase.
Cuando fue su descanso Harry sugirió ir a ver a Hagrid. Ron y Hermione aceptaron y atravesaron el patio hasta la cabaña de Hagrid. Tocaron a la puerta, Hagrid abrió y los chicos se dieron cuenta que tenía los ojos rojos de haber llorado.
- ¿Qué te pasa, Hagrid? - preguntó Harry.
- Si, Hagrid, te ves triste, y ¿dónde esta Fang?
Al escuchar este nombre, Hagrid se tapó la cara y empezó a llorar.
- ¿Algo le pasó a Fang?
- Es que ayer, vi a Fang muy raro, empezó a atacar a los estudiantes.
- Ah! Eso lo explica todo, el chico de ayer no gritaba Agg, gritaba Fang.
- ¿Y porque hizo eso, Hagrid?
- Es que, creo que tenía rabia y lo tuvimos que...
- Oh Hagrid, cuanto lo siento. - se lamentó Hermione.
- Pero no importa ya compre otra mascota.
Hagrid les mostró una caja y adentro había un gato.
A los chicos les pareció muy normal, hasta que se acercaron mas y vieron que era un león. Hagrid les explicó que se lo había vendido un muggle.
Después de eso el día paso muy normal, tenían que hacer los deberes, ir a clases, etc, la misma aburrida rutina de siempre. En la noche, todos estaban el la sala común, cuando Fred y George se pusieron de pie.
- Oigan, chicos - dijeron - ¿sabían que se rumora que el nuevo Profesor Moohardquirrelin es un hombre lobo?
- No seas ridículo Fred - le gritó Ron. - Dumbledore no lo permitiría
Entonces se escuchó un aullido muy cercano y todos corrieron a sus dormitorios para acobardarse.
Al día siguiente.
- Oye Harry - lo llamó Ron - hoy se van a enfrentar Gryffindor contra Slytherin. ¿no estas nervioso?
- Yo? Si desde que entre al colegio hemos ganado siempre. - contestó Harry.
- ¡Harry! - oyeron gritar a Hermione
- ¿Qué pasa?
- He oído que los alumnos de Slytherin piensan hacer algo para que pierdan en el juego de hoy.
- Eso no, tenemos que averiguar que pasa. - dijo Ron.
- Eso ya lo pensé, - dijo Hermione - vamos a hacer una poción para hacernos pasar por alguien de Slytherin.
Entonces, los tres chicos prepararon la poción, solo faltaba el cabello de la persona, así que decidieron que accidentalmente chocarían con alguien de Slytherin y mientras esperaban la oportunidad fueron a pasear por ahí y bajaron del tercer piso cuando derrepente a Harry le empezó a doler la cicatriz, le dolía tanto que cayó al suelo y empezó a rodar apretándose la cara, cuando llego Draco y lo vio haciendo su teatrito.
- Potter, ¿Qué te pasa? ¿te diste cuenta de lo que eres y te empezaste a revolcar?
- Mas bien cuando sintió tu presencia.- respondió Ron.
Pero Harry ya no soportaba el dolor y corrió hacia la ventana y saltó, pero Draco también estaba junto a la ventana y los dos cayeron del segundo piso. Ron y Hermione corrieron a asomarse y vieron que Harry había caído encima de Draco así que bajaron corriendo a donde se encontraba el accidente.
- Harry, Harry, ¿estas bien? - preguntó Hermione mientras lo movía un poco.
- Eso creo - respondió Harry adolorido, - Draco amortiguo la caída, aunque esto ya me había pasado antes.
- Quítate de encima Potter - lo empujo Draco, luego se levantó como si nada, y pateo a Harry que estaba en el suelo - y esa me la debías. Ya me voy.
- No tan rápido Malfoy - lo detuvo Harry que también se había levantado.
- Y ahora que quieres, Potter, ¿Pedirme disculpas?
Al decir esto Harry se le aventó a Draco y empezaron a pelear a puñetazos y patadas, y en una de esas rodaron y cayeron al lago, donde no salieron hasta cinco minutos después.
- ¡Ya basta! - había llegado la Profesora McGonagall - ¿Qué es lo que les sucede?, ustedes dos vengan conmigo.
- Buena que le hiciste esta vez - le dijo Draco a Harry.
Los dos muchachos caminaron detrás de la Profesora McGonagall hasta llegar al castillo.
- Muy bien - comenzó a decir la Profesora - Potter, el director quiere verte, así que quiero que lo esperes en su oficina, por favor. En cuando a usted, señor Malfoy, va a venir conmigo para que le pongan su castigo. - después la Profesora se fue seguida de Draco y Harry tuvo que ir a la oficina de Dumbledore.
Harry camino por los pasillos, pensando en todo lo que había pasado, hasta que llegó donde estaba la gargola.
- ¿Sorbete de limón? - dijo probando.
La gárgola no se movió.
- Bueno - dijo Harry mirandola. - Caramelo de pera. Eh... Palo de regaliz. Meigas fritas. Chicle grandes globos, vamos tengo que entrar, ¿Fumando marihuana?
Entonces la gárgola cobro vida y se hizo a un lado, y Harry entró, abrió la puerta del despacho de Dumbledore y se sentó en una silla que estaba frente al escritorio.
- Hola Fawkes - saludó al fénix. - Harry miró a su alrededor, vio el armario de Dumbledore que estaba abierto, y los cuadros de los anteriores directores de Hogwarts luego regreso su mirada a Fawkes que se veia muy cansado y viejo.
Entonces Harry vio como el fénix ardía en llamas y luego se hacia cenizas.
- Valla - dijo Harry - no me preocupare esta vez, no señor, todos saben que los fénix renacen de sus cenizas.
Harry espero a que Fawkes renaciera, y paso media hora, paso una hora y otra hora pero nada pasó, hasta que un fuerte aire entro por la ventana y se llevo las cenizas de Fawkes.
- No!! - Gritó Harry al ver que las cenizas del fénix salían volando por la ventana.
Harry trato de evitar que el viento se llevara las cenizas de Fawkes pero le fue inútil, así que corrió a esconderse al armario de Dumbledore.
Ya dentro de este vio que había allí una vasija de piedra poco profunda, con tallas muy raras alrededor del borde, eran ranuras y símbolos que Harry no conocía y una luz plateada provenía del contenido de la vasija, que no se parecía a nada que Harry hubiera visto nunca, parecía gelatina humeante a medio cuajar, era de color blanco brillante, plateado y se movía sin cesar. Harry quiso tocarlo, averiguar que tacto tenía, pero años atrás había aprendido que meter la mano a una sustancia desconocida era algo imprudente así que saco su varita y tocó la sustancia, y esta se empezó a girar rápidamente.
Harry se inclinó mas, la sustancia plateada se había vuelto transparente, parecía cristal. Miró dentro, esperando ver el fondo de piedra de la vasija, y en vez de eso , bajo la superficie de la misteriosa sustancia, vio una enorme sala.
Estaba apenas iluminada, no tenia ventanas. Bajo la cara para ver mas de cerca y vio que había hileras de sillas y en ellas había varios brujos de ambos sexos.
Pero ¿dónde estaba ese misterioso lugar? Parecía que no pertenecía a Hogwarts, y los brujos parecían estar esperando algo y aunque solo se les veían los sombreros puntiagudos Harry supo que todos miraban en una sola dirección, sin hablar.
Harry se acerco mas para ver con detalle y la punta de su nariz tocó la sustancia.
El despacho se sacudió horriblemente y Harry fue succionado al interior y cayó en una de las sillas que estaban en la parte de arriba, pero parecía que nadie se había dado cuenta que Harry había caído del techo, y cuando Harry vio a su izquierda casi da un grito, Albus Dumbledore estaba sentado frente a él.
- Pro... profesor - Harry voltio hacia atrás para hablar con Dumbledore -, yo.. yo no quería, es que el fénix y el viento y... - pero Harry se dio cuenta que Dumbledore no lo pelaba. - Harry paso su mano enfrente de la cara de Dumbledore, pero este no reaccionó - ¿Profesor? Hola, ¿me escucha? - Harry se cercioró de que Dumbledore realmente no le hiciera caso y en la cara de Harry apareció una sonrisa maliciosa - Sabe que, ya me tiene arto con toda su estupidez y todos esos meritos, ¿por qué no le deja unos a los demás? . Miren me, - dijo Harry imitando la voz de Dumbledore - Soy Albus Dumbledore, y soy director de Hogwarts, tengo una orden de Merlín de primera clase, soy un gran Hechicero, Jefe de magos, jefe supremo y soy de la Confederación Internacional de Magos , mas bien yo diría Orden de Rasputín de Primera clase, un Hechicero de última, Jefe de vagos, Confederación Internacional de Perdedores ¿qué, que dicen? Que quieren que les resuelva sus mendigos problemas, lo siento, no tengo tiempo porque tengo que zurcir mis calcetines. - esto ultimo lo dijo gritando en la cara de Dumbledore que seguía como si nada y cuando Harry iba a continuar tres personas entraron en la sala y Harry se sentó de nuevo a la izquierda de Dumbledore.
Las tres personas subieron a lo que parecía un escenario, sacaron unas guitarras extrañas, una batería y una de las tres personas comenzó a cantar Rock pesado, y todos los magos se pusieron de pie y empezaron a mover sus cabezas de arriba a abajo con mucha fuerza haciendo que su cabello se despeinara, entonces Harry vio que el Dumbledore que brincaba como loco, era mas joven, pero no tenia mucho tiempo de aquello porque el cabello ya empezaba a tenerlo plateado. Harry nunca pensó ver algo así pero sabia que tenia que contarlo. Y justo cuando pensaba eso, fue expulsado de aquel lugar y regresó al despacho de Dumbledore.
Escuchó que alguien se acercaba y regresó corriendo al asiento enfrente del escritorio de Dumbledore y espero.
- Harry - lo saludó el director al entrar - que bueno que ya estas aquí, disculpa por la tardanza.
- No importa - dijo Harry - pero para que me quería.
- Ah! Eso. Lo que pasa es que quiero saber si tú sabes donde venden los... un momento, ¿Dónde esta Fawkes?
- Bueno, es que... - Harry balbuceo un poco - él estaba allí y... - Harry tragó saliva - y se fue.
- ¿Cómo que se fue?
- Si - dijo Harry casi en un susurro - se fue con el viento.
- Osea que va a regresar al rato - aseguró Dumbledore
- S..si - dijo Harry nervioso - bueno... ya me voy.
- Espera - le dijo Dumbledore- todavía no te he preguntado donde venden esos churros que están rellenos.
- En la ciudad "muggle", cerca de la calle Magnolia venden unos muy buenos.
- Muy bien, puedes irte Harry, yo me quedo a esperar a Fawkes.
- ñ_ñ
Harry salió del despacho de Dumbledore y sintió un gran alivió, suspiró hondo y se fue para reunirse con Ron y Hermione, en el camino se encontró a Draco lavando la pared donde estaba escrito el letrero de la otra vez, tenia puesta una bata y unos guantes de hule, junto a él tenia una cubeta con jabón y traía un cepillo en la mano.
- Valla, valla - dijo Harry - miren a quien tenemos aquí.
- Cállate - le contestó Draco - tu tampoco te salvas.
- Señor, Potter - la Profesora McGonagall había aparecido de repente - no crea que usted también se salva del castigo, va a tener que ayudarle a Malfoy con la pared y luego los dos van a limpiar la torre de las lechuzas. La profesora le dio su delantal y guantes a Harry - toma, Potter, tu cepillo esta dentro de la cubeta, espero que terminen para antes de la cena.
Los dos muchachos tallaron la pared, hasta quitarle la pintura. Luego se dirigieron a la torre de las lechuzas, pero todo estaba limpió
- ¿qué pasó? - se preguntó Malfoy - no deberia estar este lugar asqueroso, ¿y donde están la lechuzas?.
- Eso no importa - contestó Harry - vamos a quedarnos aquí un rato para fingir que limpiamos.
- Un rato, ¿contigo? Debes estar loco, yo me largo.
- Pero Draqui...
- ¿cómo me llamaste?
- Draqui.
- Ahora veras - dijo Malfoy lanzándose contra Harry para golpearlo.
Los chicos pelearon durante casi una hora, hasta que una docena de lechuzas entro por la ventana, y lo ensucio todo, Harry y Draco dejaron de pelear, ahora tenían que limpiar en serio. Así que se pusieron sus delantales y guantes y empezaron a limpiar, tardaron cerca de dos horas, estaban agotados y olorosos. Dejaron las cosas por la paz y cada quien se fue a su respectiva casa a bañarse y dormir.
Mientras...
- Oye Hermione - dijo Ron - no crees que deberíamos llevarle algo a Harry para que cenara.
- Tal vez, Ron tal vez.
- Bueno, ya vámonos, que tengo sueño.
Ron y Hermione salieron del Gran Comedor, y ya casi llegaban al lugar donde estaba el cuadro de la Señora Gorda cuando Ron dio un paso y el piso se rompió, cayó al piso de abajo que también se rompió, cayó al siguiente y al siguiente.
- ¿Estas bien Ron? - le gritó Hermione desde arriba.
- Si, creo - contestó Ron - pero no siento las piernas.
