TRAICIÓN

Los tres magos caminaron hasta los baños y esperaron a que el hechizo desapareciera, luego bajaron a su clase. En el camino hablaron sobre el partido que se efectuaría ese día al atardecer. Llegaron temprano a su clase de "Cuidado de criaturas mágicas" donde ya se encontraba todo el grupo.

- Buenas tardes muchachos - saludó Hagrid- hoy vamos a ver como cuidar gnomos verdes, primero quiero que todos se pongan guantes de asbesto y síganme todos en una fila.

Los chicos obedecieron, se colocaron los guantes que les habían dado y se formaron. Caminaron un par de minutos hasta que estuvieron detrás del castillo

Ahí había un gran corralón lleno de gnomos verdes, pero se veían que eras gnomos muy jóvenes y estaban muy enojados.

Entonces Hagrid pasó al frente y explicó la clase. Los gnomos eran criaturas bastante inteligentes, gruñonas vengativas y a veces amables

- Bien - dijo Hagrid - ahora voy a abrir el corralón y quiero que tomen un gnomo y le pongan este lazo - concluyó Hagrid mostrando un lazo de cuero, y un collar.

Hagrid abrió la reja del corralón, pero en cuanto lo hizo todos los gnomos salieron corriendo y escaparon al bosque prohibido.

- Maldición - exclamó Hagrid, - es la tercera vez que me pasa, creo que mejor para la próxima clase veremos Puffskeins*

Los chicos se quejaron de eso, pues la mayoría de ellos tenían uno como mascota, o había tenido. Pero Hagrid no se retracto y eso era lo que verían las próximas tres clases y punto.

El día avanzaba y los tres chicos no sabían que hacer, se morían del aburrimiento y pereza, pues no habían tenido clase de Runas Antiguas porque el Profesor había salido en un viaje de no sé que. Y la clase de adivinaciones habían sido cancelada también por que la Profesora había enfermado.

Los tres chicos estaban tumbados en los sillones de su sala común, y platicaban boberías cuando de repente entró la Profesora McGonagall, se veía que estaba muy molesta; le indicó a Harry que viniera con ella, y que Ron y Hermione tenían que esperar allí mismo.

Harry siguió a la Profesora McGonagall en silencio, recorrieron los pasillo y subieron escaleras hasta llegar a la gárgola que daba a la oficina del Director.

Cuando llegaron ahí, Harry se preocupo mas de lo que ya estaba, ¿qué había echo esta vez?

- Sorbete de melón - dijo la Profesora McGonagall a la gárgola para abrirse paso.

Subieron las escaleras, y a Harry le empezaron a sudar las manos. La Profesora llamó a la puerta y la voz de Dumbledore los dejo pasar.

- Hola, Harry - le saludó Dumbledore cuando entró a la oficina.

Harry no respondió.

- Toma asiento, Harry - le indicó el Director - esto que esta pasando, es muy serio, Sabes de que habló, ¿cierto?

Harry no respondió.

- Creo - prosiguió Dumbledore - que esta vez te has pasado, Harry, esta situación en la que me has puesto y en la que has puesto a todo el colegio es muy grave. No sé si debería suspenderte.

Harry no comprendía la situación, ¿De que estaba hablando Dumbledore?, ¿Qué había hecho para que lo suspendieran?

- Profesor, yo... - comenzó a decir Harry muy inseguro - yo... no entiendo lo que pasa.

- No mienta, Señor Potter - intervino la Profa. McGonagall - en su equipaje encontramos dos kilos de marihuana.

- ¡¿Qué?! - exclamó Harry casi saltando de su asiento - yo no... nunca...

- ¿Y como explica esto? - dijo la Profesora mostrando las pruebas dentro de un frasco.

-Pe... pero ...

- Harry, - le dijo Dumbledore - no sé si hayas sido tu, pero tengo que hacer algo con esta situación, no se puede pasar por alto, así que te voy a suspender tres semanas.

- Pero...

- No puedo hacer nada, hasta que las investigaciones digan que alguien te incriminó.

Harry ya no podía decir nada más, que podía hacer, solo él sabia la verdad, entonces se le ocurrió una idea.

- Profesor Dumbledore - dijo Harry con un aliento de esperanza - ¿qué tal si me da esa poción de la verdad?, así sabrá que soy inocente.

- Es una buena idea, Harry - contestó - pero es una poción muy complicada, se necesitan permisos, y mucho papaleo, es mejor dejarlo así, lo siento.

- Te vas mañana - le dijo la Profesora McGonagall - así que ve a empacar.

- ¿Y el partido?

- No te preocupes, podrás jugar y luego te iras.

Harry se levantó y camino hacia la puerta y antes de abrirla se volvió a decir algo más.

- Si están investigando, ¿por qué no llevan el frasco con la droga al centro de investigación?

- ¡De ninguna manera! - gritó Dumbledore casi saliendo fuera de si, y después de respirar profundo se calmó - quiero decir que... no es prudente por el momento.

Entonces Harry salió muy extrañado y cerro la puerta lentamente echando un último vistazo.



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- Ya tardó Harry ¿no crees? - comentó Hermione.

- Algo - respondió Ron - pero seguro es por los rollos de discurso que le da Dumbledore.

En eso, Harry abrió la puerta, estaba cabizbajo y sombrío. Y antes de que Ron y Hermione pudieran decirle algo, se encerró en el dormitorio. Ron llamo varias veces a la puerta, hasta que después de que a Ron se le pusiera roja la mano, Harry abrió y Ron entró.

- ¿qué pasa, Harry? - le preguntó Ron preocupado

- Me suspendieron, - respondió Harry tapándose la cara.

- ¿por qué?

- Dicen que traía droga en mi equipaje.

- ¡Tu!, como creen

- No tengo idea de cómo llego allí - dijo Harry mientras se aventaba a su cama, y su mano cayó sobre un trozo de papel.

Harry la observo, era aquella carta que Pigwidgeon había traído, aquella que no decía nada, pero al darle la vuelta se dio cuenta de que sí había algo escrito, solo que no se habían dado cuenta. Al ver su descubrimiento, Harry dio un brinco y salió a la sala común.

- Miren esto - les gritó Harry.

- ¿Qué es? - preguntó Hermione mientras tomaba el papel de la mano de Harry.

- ¿Qué pasa? - dijo Ron al salir del dormitorio.

- Es la carta que trajo Pigwidgeon, en realidad si tenía algo escrito, solo que no le dimos vuelta al verla.

Los tres chicos se sentaron a leer la carta que decía lo siguiente.

Querido Harry:

Me enteré de que te unistes a una sekta donde se mandan cartas con avechuchos, eso es tan chévere,

quise escrivirte pa' ver como estabas, y no preguntes como pude mandar la carta pus porque ni llo mismo sé.

Espero estes aciendo un pachangon , desos que irritan a los vesinos...

Jaja, víbetela bien, y saludame a tu pollita.

Atte. Gaudencio

PD, te mande una hierva, pus pa' que te alivianes, no?

- Ahora lo entiendo - dijo Harry - fue ese Hippi mal nacido - y dicho eso salió de la habitación.

- No entiendo - dijo Hermione - ¿quién es Gaudencio?

- alguien que tiene una pésima ortografía.- respondió Ron.



Harry corrió con la carta a la oficina de Dumbledore, pero él ya no estaba allí, y lo busco por todas partes sin éxito, ya exhausto se regresó a su sala común.

.

Llegó la hora de comer, los chicos estaban muy felices porque poco después seguiría el partido de quiddich, Gryffindor contra Huflepuff, seria un gran partido porque como sabemos al principio de esta historia había muchos en la casa de Huflepuff, apoyándolo.

Harry terminó rápidamente su comida y se dirigió al campo de quiddich donde sus compañeros ya lo esperaban para el último entrenamiento.

Ron y Hermione terminaron de comer un momento después y pasaron a hacer sus deberes a la sala común pues el juego seria ya muy entrada la tarde. Quince minutos después también se dirigieron a las gradas del campo de quiddich.

- Espero que Harry atrape la snich esta vez. - dijo Hermione cuando llegaron

- Siempre lo hace - dijo Ron

De un momento a otro las gradas se llenaron y los jugadores salieron al campo y tomaron su posición.

Harry montó en su escoba y se elevo del suelo.

Corrió por el terreno de juego a tal velocidad que el estadio se convirtió en una mancha de colores y Harry casi vomita del mareo. Luego le dio un viraje tan brusco a su escoba que casi se cae. A continuación descendió hasta arrastrar los pies contra el suelo, y de tal velocidad se los torció, luego se elevo 5, 10, 20 metros en el aire. El partido continuaba mientras la noche caía más y más.

- ¡Harry, la snich! - le gritó Wood de repente.

Harry se volvió y corrió junto con una bludger hacia la portería. La adelantó con facilidad, vio la snich que salía disparada por detrás de Wood, y de pronto el otro buscador la tenia en la mano justo a tiempo antes de que oscureciera por completo, habían perdido, y todo por el idiota de Harry que se había maltratado y lastimado él solo durante el partido..

Harry bajo de su escoba y corrió a donde se encontraban sus amigos, pero solo estaba Hermione.

- ¿Y Ron? - preguntó Harry al llegar.

- Dijo que iba al baño - respondió Hermione.

- Bueno, estaré en el dormitorio empacando. - dijo Harry, y después hecho a correr.

Entró al castillo, subió a su torre y pasó por el retrato de la Señora Gorda. Miro a su alrededor, se sentía triste de dejar el colegio por algo tan injusto, pero ya nada podía hacer.

Abrió el cajón de su ropa, tomó sus camisas, pantalones y calcetines, los guardo en su baúl junto con sus libros, pergaminos y cosas escolares. Y cuando pensó que ya todo estaba listo, vio el Negrito en resoplado que le había regalado Ron. Harry se acercó y cuando lo agarró sintió una sacudida en el estomago. No podía aflojar la mano de la figura: lo llevaba hacía delante en un torbellino de viento y colores.



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Harry sintió que sus pies daban contra el suelo. Su mano, por fin pudo soltar el negrito

- ¿dónde estoy? - se pregunto Harry al levantarse pues ya el sol se había ocultado dejando todo en sombras. - Lumos.- susurró

Cuando se dio media vuelta y alumbro los alrededores. Se sorprendió al ver que estaba junto al sauce boxeador. De pronto sintió que alguien lo golpeaba por la espalda intentando noquearlo, pero no tuvo éxito.

- ¡Ey! ¿qué le pasa? - se quejó Harry.

Pero no obtuvo respuesta, solo otro mal golpe en la cabeza. Y su agresor, al ver que sus golpes no lo noqueaban, decidió golpearlo hasta la inconciencia.

Y así fue como Harry fue golpeado en el estomago, en la espalda, y pateado, hasta que al fin cayó al suelo, inmóvil y adolorido, pero no inconsciente.

Sintió como lo arrastraban al pie del árbol y lo metían por un hueco que había entre las raíces y conforme avanzaban el túnel se elevó un poco y luego comenzó a serpentear. Se detuvieron un momento en una habitación desordenada y llena de polvo, donde el secuestrador de Harry movió una palanca, y un gran agujero se abrió en el suelo y Harry fue arrojado en su interior.

Era como un tobogán interminable, viscoso y oscuro. Calculaba que ya estaban por debajo de las mazmorras del castillo. Detrás de él podía oír al otro sujeto, que hacia un ruido sordo al doblar las curvas.

Y Entonces cuando empezó a preguntarse que sucedería, el agujero llegó al final y se vio en el extremo de una sala muy grande, apenas iluminada. Altísimas columnas de piedra, altísimas columnas de piedra talladas con serpientes se elevaban para sostener un techo que se perdía en la oscuridad.

Con el corazón latiéndole muy rápido, Harry escuchó el silencio de ultratumba. Harry miró a su alrededor y se hizo a un lado y su secuestrador salió del agujero como una bala.

- ¿Qué rayos...? - se pregunto Harry - debemos estar a kilómetros por debajo del castillo.

- Quizás - respondió la voz de aquel sujeto, le sonaba tan familiar.

- ¡Lumos! - ordenó Harry a su varita y una luz ilumino el lugar y al sujeto que lo había golpeado.

Era Ron.

NA: Bien, este capitulo es de los últimos, espero les haya agradado

Fi-chan: hice mas largo el cap, haber si te parece.

Galasu: Yo sé que amas mi fic, era de esperarse

Jaja, ¿dónde esta la modestia?

CaroLinna, Princess of Darkness86, El vigilante, Consuelo, Zelshamada, Bloody-fan-of-hp, Cecil Gabbiani, Vampire-Slayer-167, Rhyth-Renington, Carcolitas Pashmina, ManDark, Danime chan

¿Donde están?, ¿que acaso ya no les gustó mi historia? ¿O se los tragó la escuela y su mundo de responsabilidades?, en fin si no es así, pues manden un review aunque se insultando el fic...

bueno, no los culpo seguro que tienen cosas que hacer mas importantes que leer mis tonterías, jajaja, yo mientras me quedo aquí fumando un churro y esperando escribir el próximo capitulo.