Prologo.1

Tomoeda, Jpn.

00:30 AM

Una extraña niebla lo cubría casi todo, la estación primaveral apenas había comenzado. La noche se hallaba en un estado de total y completa paz. Sólo las estrellas tintineaban en la gigantesca bóveda celeste.

Un gato, sentado sobre el tejado de una casa, maullaba fuertemente. Extrañamente, casi de manera imperceptible y pausada, la niebla bajaba al nivel de los muros que rodeaban a las casas. Cubría las calles haciéndose cada vez más densa, y a la vez más espesa, como si algo la estuviera moviendo, preparándose para ocultar algo. Sin embargo, pasó más o menos una hora para que la niebla cubriera totalmente las calles. Un ruido llamo la atención del gato, un ratón había salido de su madriguera y buscaba comida dentro de un bote de basura. Aunque por la niebla el gato no vio al ratón, se guió por el sonido para llegar a la parte del techo que daba a un callejón, donde se encontraba el ratón.

Ajeno a lo que ocurría a su alrededor, se lanzó al muro que estaba junto al bote. Miro la extraña niebla que corría como un rió misterioso por ese callejón, daba vuelta en el callejón y desembocaba de nuevo a la calle. Era un callejón sin salida. Sin vacilar, se lanzó al ataque. Hubo mucho ruido, y algo como un bote metálico calló al suelo. Después de tan molestosa cena, el gato procedió a su aseo rutinario; acabado su aseo, se dispuso a saltar de regreso a la cima del muro. Pronto el silencio lo rodeo de nuevo; observó su nuevo reto, midió distancias, se dio cuenta que el bote que había tirado al suelo le habría servido de ayuda para subir. Entonces empezó a andar, rodeó el muro hasta llegar a la calle, donde la niebla se volvía más espesa.

Otro sonido proveniente del callejón volvió a atraerlo. El gato se sentó. De repente, la niebla empezó a formar un remolino. Se acercó más y se sentó. Una extraña brisa gélida comenzó a sentirse en el callejón; el clima cambió.

Rayos de estática empezaron a recorrer el callejón, los objetos metálicos levitaban y salían disparados hacia todos lados. Sin embargo, el gato seguía inamovible, sentado y esperando.

Por fin, con un pequeño estruendo, semejante al un trueno o al disparo de un cañón, se abrió un portal. Parecía un hoyo negro, pero de tonalidad azul cielo, alrededor de él, la niebla hacia parecer que tenía nubes que giraban en un ritmo cadencioso, pero a la vez místico y encantador.

De repente, una mano salió del centro y se apoyó en el borde del portal, para facilitar la salida de todo el cuerpo; el gato, que había seguido cada momento sentado, se irguió y se paró en dos patas y se transformó con un resplandor blanco en una hermosa joven. Su pelo era rizado, y le llegaba como a la cintura. Vestía unos pantalones guerreros marrones algo entallados y una blusa de manga larga, del mismo color. Llevaba puesto un chaleco estilo militar; una pequeña capa que le llegaba hasta la altura de la cadera se sostenía de sus delicados hombros por dos hombreras doradas. De su cuello colgaba una cadena que le llegaba casi al ombligo; el dije era una piedrecilla en forma de rombo, que no dejaba de brillar con una luz amarillo pálido. Por el resplandor del cristal se podía ver que era de tez albina. Se limpió la boca de la sangre de su presa, y cubrió su rostro con otra capucha que de la nada salio.

Dos seres salieron del portal, ambos cubiertos con capas muy grandes, y protegiéndose la cabeza con una especie de capucha que daba la impresión de que ambas eran de una sola costura, debajo de todo, venían protegidos con una especie de hábito, atado a la cintura por un cinturón grueso dorado. En sus manos llevaban dos grandes lanzas, cuya gruesa y grande punta parecía ser muy pesada.

Uno era alto, debía medir por lo menos 1.85 m de estatura, era muy musculoso; su porte lo hacía parecer como un ser muy fuerte. El otro ser era un poco más bajo que el primero. Era más delgado y menor fornido que su compañero. Pero por lo visto también poseía gran fuerza, pues manejaba fácilmente la lanza.

Miraron a todos lados, y se pusieron a ambos lados del portal, como si fuesen guardias. Entonces salio otro ser, iba igualmente vestido, solo que ahora el cinturón de este último parecía tener piedras de vivos colores. Aunque era muy alto y no poseía un cuerpo muy atlético, este último ser parecía ser de rango más alto que los primeros, pues al mirar a los guardias, estos inclinaron sus cabezas en señal de sumisión.

En ese momento, la piedra de la cadena de la joven levito dirigiéndose hacia el ser. Le apuntaba como una punta de flecha, dispuesta a salir del arco. Los seres a ambos lados del portal inmediatamente entraron al portal, y en ese momento, se cerró, produciendo un ruido, como si una televisión se hubiera apagado.

El ser se acercó a la joven, tomó su piedra, y una vez que la soltó, dejó de levitar. La joven se quitó su capucha, y le miró; él aún no se quitaba la suya.

Ambos se miraron mutuamente. Debieron pasar como diez minutos, en lo que la niebla volvía a cubrir casi toda la ciudad y comenzaba a desvanecerse. El fue el primero en quitarle la vista. La joven aún lo miraba a la cara.

– ¡Dodekay Esmatkov!…1

La joven tomó aire; busco algo en uno de los bolsillos de su ropa; después le entregó una tarjeta de forma rectangular. Él la miró preocupado, algo le extrañaba; examinó la parte delantera. El reverso no parecía igual a la que había visto antes. El color rosado y la nueva configuración que tenía le eran totalmente desconocidos. La joven lo miraba con desesperación, esperando su respuesta.

El ser volvió lentamente la tarjeta, examinando cada pequeño detalle, como si no quisiera que ni el más mínimo se le escapara a su escrupulosa investigación. Leyó en voz baja el nombre de la carta:

– The Wing: Viento

Pero su asombro no terminó cuando leyó el nombre arriba de la imagen de la carta, que parecía un ángel que, cubriéndose con sus alas, inclinaba su cabeza con una sonrisa tierna y misteriosa. Movió su cabeza hacia atrás y leyó con una voz ronca

– ¡Sakura!.... ¡¿Dong wo Iska?!1

La joven lo miró extrañada, como miraría una maestra a un alumno sabelotodo cuando falla.

– ¿Iska? –Lo miró al rostro, oculto por la capa– Ses Askasha2…

El extraño miró al cielo, meneó la cabeza como negando algo, miro al suelo, y volvió a dirigir su mirada al nombre.

– Sakura… ¿Quién es ella?–Volteó a ver a la joven–Tienes mucho que explicar.

– La nueva ama…

– ¡¿Ama?!–Gritó con voz muy extraña, como si fuera robótica, pero a la vez ronca; luego suspiró–Esto explica muchas cosas…

– Si.

– Y el anterior, ¿Qué…?

– Murió, sus creaciones son ahora de otro.

– Supongo que de ella, –Volvió a suspirar– Entonces va a ser difícil…

– ¿Hallarla?… –Lo miró desconcertada–Ya tengo todo listo.

El ser se quitó la capucha, e inmediatamente la capa se volvió un manto sujetado a sus hombros por hombreras doradas que brillaban bajo el resplandor de la luna llena.

Su apariencia semejaba mucho a Yue; sin embrago, el era de pelo rubio, cortado casi hasta un poco más debajo de los hombros, una mirada misteriosa se dibujaban en sus ojos azul celeste. La joven se sonrojó cuando él la miró con esos ojos a los suyos.

Tiernamente, él le sonrió. Ella hizo una pequeña reverencia.

– Im Fiuttrek1…

– Llámame Luke, – Le sonrió, al parecer, tenía un carácter más alegre que Yue; tan jovial como el de Yukito– Dejémonos de formalidades, muéstrame donde vives…

Ella accedió afirmando con la cabeza, le tomó por el brazo ante el asombro de Luke, y le llevó hasta la calle. La luna brillaba con todo su esplendor.

El tiempo transcurrió su curso normal. Pero casi al amanecer, otro portal se abrió, esta vez fue más silencioso. Una mano flaca, esquelética, y un ser oscuro, con forma fantasmal salieron de él. Sus ojos brillaban como dos cuentas de vidrio, y en su rostro se dibujaba una extraña sonrisa luminosa.

Miró al cielo, levantó sus manos hacia el cielo; rayos violetas se dispararon de ellas. Pronto el cielo se oscureció, y una tormenta se precipitó sobre la ciudad. Comenzó a reírse; su risa era tétrica. Comenzó y se desvaneció en la nada, dejando la lluvia, y el eco de su mortal risa resonando por todas las calles…

Continuará…

1 Nota: Voy a tratar de colocar aquí la traducción de algunas frases usadas en el lenguaje Ictianno (lenguaje de los seres), y algunas aclaraciones, aunque otras no se van a traducir (ya saben, el trama, –). La mayor parte del los comentarios no están en este idioma, sin en el normal (para que lo entiendan, o eso espero, ¬¬, ).

1 ¡Te escucho!…

1 ¡¿Quién es Este?!

2 Es Ella…

1 Mi Canciller…