Disclaimer: Ninguno de los personajes de Inu Yasha me pertenecen, todos son de Rumiko-sensei-Takahashi y sólo los ocupo como medio de entretenimiento.


Una flama de esperanza

By Naomi Eiri

Capítulo VIII

Sacrificio


- No te preocupes – susurró el youkai levantándose con dificultad siendo ayudado por la chica – Esto no es nada, mejor dedícate a terminar lo que empezó

Le dedicó una pequeña sonrisa, ella asintió limpiándose las lágrimas que habían caído de sus mejillas

- Oh, muy tierno el momento¿así que ahora, el gran hijo de Inu Taisho se ha enamorado de una humana? Vaya Sesshoumaru, quién iba a decirlo, tú pudiendo conquistar todo cuanto quisieses le das la espalda a tu vida por salvar la de ella – dijo desdeñoso – No cabe duda que toda la sangre de tu padre les ha traído, además de la fuerza, el amor por los humanos

- Cállate – le interrumpió Sesshoumaru mientras volvían a pelear – Al menos yo sí fui correspondido y no tuve que ceder mi alma a una porquería de monstruos porque no era capaz de tenerlo todo por mí mismo

- ¡Idiota, cállate y pelea! –

Ambos seguían peleando al tiempo que Akari se enfrentaba contra la sacerdotisa; Kagome y Sango eran cuidadas por Miroku y Shippo e Inu Yasha continuaba peleando contra Hakudoushi.

- Oh, qué linda escena, el youkai más poderoso de las tierras del Oeste se ha enamorado de una humana –dijo Kikyo mirándola con arrogancia, Akari cerró los ojos y esbozó una media sonrisa-

- ¿Celosa de que yo si tenga amor? –

- Ja¿con que eso es el amor eh? Momentos y finalmente el sacrificio, porque de eso se trata ¿verdad? –Akari palideció de repente-

- ¿A qué te refieres? –

- Oh, tú lo sabes mejor que nadie… además es un principio de las sacerdotisas, no podemos usar un poder sin sacrificar lo más importante para nosotras primero –con su arco, se dispuso a dispararle una flecha no sin antes decirle: - En tu caso, tu sacrificio será tu amor por ese youkai¿o me equivoco?

Lanzó la flecha y Akari la esquivó por poco, si ella lo sabía… entonces¿por qué no se lo había dicho a Naraku?

- ¿Qué pretendes Kikyo? –ésta sólo formó una sonrisa malvada- Si lo sabes, entonces ¿por qué no has corrido a decírselo a Naraku?

- Resultaste ser muy perspicaz mocosa, de hecho quiero proponerte algo… -murmuró esquivando un ataque de la espada de Akari-

- ¿Y eres tan ingenua para creer que aceptaría? –volvió a atacarla al tiempo que Kikyo la esquivaba una y otra vez, algunas veces dejando que descargas espirituales de energía arremetieran en su contra-

- Já, no es ingenuidad… es seguridad –hizo una pausa alejándose un poco de ella- No quieres perder tu amor por Sesshoumaru pero ese es el sacrificio que tienes que hacer, pero si te dijera que existe una forma de hacer que eso no pase pero sigas con la facultad de controlar el cristal¿no accederías?

- Para empezar, no me fío de ti; en segunda, me pedirás el alma de Inu Yasha para que te lo lleves al infierno y tampoco estoy dispuesta a acceder a ello por más que no me agrade. –Kikyo la miró con sorpresa- Y si tu otra táctica es decirme que Naraku tiene una forma de matar a Sesshoumaru y que la llevara a cabo cuando menos lo espere, te tengo una respuesta, confío en él y en su astucia como para que se deje engañar.

- ¿Ah sí? Bien, si eso es lo que piensas, entonces deberé acabar contigo por las malas –

Ambas volvieron a enfrascarse en una batalla, no muy lejos de ahí, Inu Yasha y Hakudoushi estaban en las mismas, con la pequeña diferencia de que Hakudoushi realmente no peleaba con todo su poder.

- Hey tú¿por qué no peleas en serio? –Hakudoushi siguió inexpresivo- ¿Qué, acaso soy tan poco para que uses el máximo de tus energías?

- Inu Yasha, nunca vas a dejar de ser un baka… -murmuró haciéndole una seña con los ojos para que volteara a ver a Kikyo y a Akari, éste, no muy convencido, se giró y vio el choque de energías espirituales de ambas chicas- Akari regresó de la nada para ponerle un orden a todo, fue gracias a su plan que pudieron destruir a Kanna y a Kagura además de dormir a Kohaku mientras todo se termina.

- Pero ¿no era Naraku quién manipulaba el fragmento de Kohaku? –

- Ella es más poderosa, sólo que ese poder lo puede usar a ratos, cuando de verdad es necesario… -Inu Yasha lo miró por unos momentos y le siguió el juego en la supuesta "batalla"- Para que pueda usar todos sus poderes, ella tiene que hacer algo pero ni siquiera yo sé qué es, ella sólo se limitó a decirme el plan pero nunca lo que ella haría

- ¿Y qué se supone que debes hacer? –

- Para realizarlo, necesito de tu ayuda –Inu Yasha frunció el ceño- Lo que tengo que hacer es destrozar a Naraku…

- ¿QUÉ? –

- Entre ella y yo hemos encontrado su punto débil, es su espalda, justamente donde se halla la cicatriz en forma de araña. Ahí colocó los fragmentos de la Shikkon no tama que tenía y entre tú y yo debemos destrozarle justamente ahí. Sólo tenemos una oportunidad y no nos podemos dar el lujo de fallar. -

- Y cuando lo hagamos¿qué pasará? –

- Ella no me lo quiso decir… -

- Y ¿qué hay de Sesshoumaru? –

- Akari dijo que lo dormirá… a todos, en cuanto termine con Kikyo será nuestra señal para atacar a Naraku mientras se distrae con Sesshoumaru y después todo se volverá oscuro para nosotros. –

- Pero ¿qué se cree esa chiquilla? Sesshoumaru la asesinará cuando se entere de lo que le hizo –

- Seguramente, pero ahora debemos limitarnos a seguir la parte original, así que vayamos acercándonos, justo cuando Kikyo sea destruida debemos atacar a Naraku. –

- De acuerdo –accedió el hanyou nada convencido, algo le decía que esa chica estaba planeando hacer algo grande y que no era en lo absoluto pacífico


- ¿Qué pasa Kikyo¿Acaso ya te cansaste? –dijo Akari con sorna desviando con un campo de protección las flechas de Kikyo- Déjame recuerdo tus palabras, "Deberé acabar contigo por las malas" ¿Así era como lo planeabas o nada más te fallaron los cálculos?

- Maldita, deja de burlarte y mejor dedícate a pelear en vez de sólo defenderte¿o qué¿me tienes miedo? –

- Bien, como lo desees, de todas formas no podía alargar más lo inevitable… -

Una sombra triste cubrió sus ojos esmeralda y, a pesar de ello, desvaneció su campo de protección y una espada de fuego surgió de su mano izquierda. Kikyo se preparó para lanzarle una nueva descarga de energía espiritual pero el aura que emanaba la figura de Akari le hizo abrir tremendamente los ojos, era imposible que hubiera alcanzado la iluminación del Fénix¿verdad?

- Que descanses Kikyo, caíste en una trampa y tu alma se llenó de odio… como sacerdotisa, tienes el derecho de ir al cielo si tu alma se purifica y en nombre del servicio que prestaste a la joya de Shikkon, me encargaré de mandarte ahí… -dicho esto, una gran luz cegó todo el lugar, inclusive Sesshoumaru y Naraku se detuvieron para observar lo que acontecía y Hakudoushi e Inu Yasha estaban más que listos para desgarrar el cuerpo de Naraku en cuanto vieran a Akari triunfante.

Todos se cubrieron los ojos unos momentos y segundos después, la luz se disolvió mostrando a Akari con alas negras en su espalda, sosteniendo el cuerpo ya sin vida de Kikyo. Asintió levemente y Hakudoushi e Inu Yasha no esperaron más…

- ¡VIENTO CORTANTE! –gritó Inu Yasha lanzándole el ataque directamente a Naraku mientras Sesshoumaru se hacía a un lado y aprovechaba para mirar a Akari-

El cuerpo de Naraku se hizo pedazos y Hakudoushi sin perder el tiempo, con su lanza cortó el pedazo de maza con la cicatriz de araña.

El veneno se esparció y todo lo que supieron Inu Yasha, Miroku, Shippo, Sesshoumaru y Hakudoushi, fue que, de pronto, la oscuridad les envolvió…

Sesshoumaru se puso de pie y notó que a su alrededor, no había nada… absolutamente todo estaba cubierto por la niebla, pero sintió que era observado por detrás. Se giró y apenas y vislumbró la figura de una persona con alas, dirigiéndose hacia él.

Sus ojos se abrieron al ver a la criatura que tenía frente a él, era Akari… con sus cabellos castaño oscuro moviéndose al compás del viento frío que seguía dispersando la niebla en el lugar, sus ojos verdes brillando intensamente, su tez trigueña contrastando con las enormes y hermosas alas negras que estaban en su espalda mientras vestía un hermoso y largo vestido azul marino, del cual colgaban algunos listones plateados y brillantes como el más bello diamante.

- ¿Akari? –ella le sonrío levemente- ¿Qué haces vestida así?

- Jeje, ni yo misma lo sé, odio los vestidos pero mi deber lo requería –bromeó sonriendo tristemente- Sesshoumaru… hay algo que quiero decirte…

Le tomó de la mano y le condujo a el tronco seco de un árbol caído, sentándose ambos en ese lugar.

- ¿Sabes? El día en que me volví a reunir con Kagome, yo le dije que tenía muchas ganas de librar una batalla y así ser la más fuerte… -Sesshoumaru la miró unos momentos, percibiendo que algo no andaba nada bien- No me arrepiento de haberlo deseado, ahora se está cumpliendo y yo tengo en mis manos la posibilidad de controlar las ambiciones del lado del bien y el mal pero más que nada, tengo la posibilidad de salvarlos a ti y a todos los que quiero. Mi sueño es que todos ustedes estén bien y que sean felices a pesar de todo.

- ¿A dónde quieres llegar? –murmuró con voz fría, aparentando que de verdad no estaba preocupado-

- Tú sabes que para poder alcanzar algo, a veces es necesario sacrificar algunas cosas –Sesshoumaru asintió- Si yo quiero que ustedes estén bien y que el bien y el mal se controlen, debo sacrificar algo…

- ¿Y qué es lo que debes sacrificar? –

- A su tiempo lo verás, pero quiero que sepas que, sea lo que sea que suceda, nunca voy a dejar de amarte ¿entiendes?... nunca lo voy a dejar de hacer… -

- Pero ¿de qué hablas? –preguntó poniéndose de pie, exigiendo una respuesta mientras las lágrimas comenzaban a caer de los ojos de la chica- ¿Por qué de pronto hablas como si te estuvieras despidiendo?

- Jeje… sabes lo sentimental que puedo llega a ser –murmuró con un velo de nostalgia cubriendo sus palabras- Nos veremos pronto…

Se levantó y parándose de puntitas, alcanzó a darle un beso a Sesshoumaru que la abrazó fuertemente para después descubrir, que ya no había nada y la oscuridad se volvió a apoderar de él…


- Terminé, estoy lista –murmuró con voz fría en medio del bosque del Sengoku, al tiempo que las energías negativas de Naraku y el veneno, continuaban dispersándose

- ¿Qué hay de Kagome y los otros? –preguntó la misma mujer que le había anunciado su historia y destino-

- No lo entenderían… y no podría decirles adiós –la mujer la miró comprensivamente, atrayéndola en un abrazo maternal mientras Akari derramaba sus últimas lágrimas, porque después, debía ser fuerte…- No te pongas así querida, lo haces por ellos y ya verás que podrás volver a verlos…

- No será igual… -la mujer comenzó a resplandecer intensamente y Akari, se soltó de ella- Te cedo la cosa más importante para mí…

La mujer se volvió una hermosa gota de cristal y se colocó como broche en el centro del pecho de Akari, mientras que del corazón de ésta, salía un pequeño vapor que adquiría la forma de un diminuto lobo gris y se colaba dentro de la gota de cristal.

Las energías negativas aumentaron y cientos de criaturas aparecieron de la nada…

- Bienvenidos, no los veía desde la Rebelión Melancólica, así que muéstrenme… ¿qué tan poderosos se han vuelto desde entonces? -

Pero la presencia de otras criaturas, irrumpieron el lugar, seres hermosos con alas negras se encontraban a sus lados, sonrió mientras las criaturas demoníacas le miraron con los ojos destellando ambición y el sonido desgarrador de uno de ellos inició la batalla del Fin…


CONTINUARÁ…
Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, lo sé no tengo excusa pero como regalo, esto no se termina aquí n.n

Ya lo verán ñ.ñ